Los personajes no me pertenecen, solo los uso para mi esparcimiento y diversión, son propiedad intelectual de su creadora. Por el contrario al historia si es mía.
Hoy les traigo una nueva locura que no se hasta donde me llevara... espero que sea de su agrado!
TU SANGRE EN MIS ALAS
CAPITULO 1
LA BESTIA DE OJOS VERDES
A finales del siglo VIII, Britania comenzaba a ver al Reino de Camelot y al Rey Arturo como una leyenda. Un ser ideal tanto en la guerra como en la paz. Pero la paz era algo tan efímero que nunca se sostenía en el tiempo. Con la llegada de la era medieval los caballeros comenzaron a dominar los campos de batalla de Europa, siendo muchos de estos los futuros señores de sus tierras. A pesar de haber sido invadidos por los Vikingos, muchos pelearon por su territorio y traer nuevamente la paz a las islas. Pero con la huida de los invasores nórdicos llego otra calamidad. Los Dragones. Se pensó inicialmente que era una maldición vikinga, pero luego se supo que no, era una plaga que amenazaba a los hombres, mujeres y niños por igual. Los había de muchas formas, pero todos eran letales. Particularmente los medianos, de color negro, pues estos simplemente no tenían límite en su voracidad. Muchos comenzaron a contratar a aventureros o cazadragones para lidiar con el problema.
Había un Guerrero, motivado por algo más que la riqueza y la fama, que lo llevaría en un camino que nunca pensó. Siendo un ex general de los ejércitos del norte, que había combatido contra vikingos en York y otros lugares, e incluso estuvo en una de las últimas incursiones que los alejo de la zona conocida actualmente como Gran Britania, quedando delegados a los territorios escoceses e irlandeses. Rechazo fama, riqueza y tierras por cazar a estas bestias. Netflyte del Matadragones, como era conocido en Bretania por su efectividad. Ningún dragón había podido vencerlo. Su fama era tal que se lo creía uno de los descendientes de los caballeros del Rey Arturo, entre tantas historias y canciones. Lo que muchos ignoraban era la verdad, una verdad más verosímil y cruel.
Fue en una tarde cuando abril, cuando los nórdicos fueron exiliados, este había visto a su familia morir de la mano de un poderoso dragón, uno de gran tamaño y que nunca antes se había visto. El dragón de alas negras y ojos verdes, una especie que no se tenía registro y solo él aseguraba su existencia. Desde ese día, se decía, que comenzó a cazarlos, o mejor dicho a exterminarlos hasta el último. O mejor dicho a todos los que se cruce hasta encontrar al monstruo de ojos verdes.
Desde pequeños dragones negros hasta grandes dragones de agua cayeron por su espada por más de una década. Esta búsqueda lo llevo hasta el condado Kent, mas precisamente en el pueblo de Dover. Allí se encontraban los blancos acantilados, frente al canal de la mancha y desde donde se podía ver las costas francesas. Fue cuando lo vio. Apoyado en la piedra mirando el mar, como perdido en sus pensamientos, tan perdido que no lo escucho hasta que estuvo cerca. El dragón lo vio sin darle la importancia que merecía, aunque la mirada de la bestia no era como la de los demás, era como la de un ser pensante. Pero eso, francamente no le importo, pues había encontrado a su presa más deseada. Una década lo preparo para ese momento y ahí todo terminaría para él, de una forma u otra.
A pesar de su tamaño, tan grande como un establo, comenzó a avanzar con su lanza en mano, sin mostrar miedo alguno, sin remordimientos y principalmente sin nada que perder. Casi sin interés el dragón se puso de pie y con tranquilidad preparo su ataque. Decidió lanzar una bocanada de fuego para terminar el asunto rápidamente, pero no contaba con los trucos del aventurero. De su morral saco una escama de dragón del lago y su fuego fue inutilizado instantáneamente. Sin pensarlo, la desigual lucha entre el hombre y el monstruo comenzó.
Cuando estuvo cerca, el dragón pensó que usaría una clásica técnica clavado de lanza, pero este levanto la lanza y de un efectivo lanzamiento atravesó la espalda clavándose en el omóplato, logrando así que no escape volando. Fue cuando el dragón supo que no sería sencillo deshacerse de este humano. Así que con un movimiento de su cola se deshizo del caballo, no sin antes recibir tres certeras flechas en su cuello. Aunque el aventurero cayo con gracia mientras de su espalda sacaba un escudo hecho con escamas de dragones negros y con su mano derecha desenvainaba su Claymore hecha a medida para él. Ambos se miraron decididos a acabar con el otro. Netflyte con una sola idea Venganza, mientras que el Dragón pensó que era la primera vez que un humano se la ponía difícil. El comenzó a correr contra su objetivo mientras la bestia esperaba atenta. Envistiendo una y otra vez. El con su espada y el dragón con su enorme fuerza.
Ambos estaban exhaustos, el Dragón con varios cortes y su cola cortada por el increíble filo de la espada y el con mas golpes de lo que un simple mortal podía soportar. Con las últimas luces del día y el sol a sus espaldas perdiéndose en el mar azul como escapando de la tormenta que amenazaba a esos dos seres destinados a morir de la mano de su oponente. Se miraron por última vez como dos enemigos acérrimos y casi al unisonó comenzaron a correr para finalizar todo en un último golpe. Ambos embistieron a su oponente. Espada y garra lograron su triste cometido.
Un golpe sordo hizo temblar el suelo y un trueno rasgo el cielo. Una centella ilumino el atardecer de un firmamento nuboso y una copiosa lluvia comenzó a caer.
Netflyte estaba acostado con un profundo corte en el abdomen, su armadura había sido destruida por las garras del animal y apenas podía moverse. Por el otro lado, el dragón que estaba tirado casi inmóvil con una de sus alas rotas. A duras penas el caballero se puso de pie apoyado en lo que quedaba de su lanza. Se acerco sabiendo que sería su última victoria y aun así no le importo, pues era a quien buscaba. Se paro delante del moribundo dragón con una sonrisa al ver que respiraba con dificultad. Ambos se miraron sabiendo que serian los últimos seres vivos que verían.
El saco su espada del costado de la bestia siendo salpicado por la azulada sangre del dragón y en el mismo movimiento cayó de rodillas. Agotado y dolorido trato de usar su último aliento para quitarle la vida de su oponente.
- Espera...
El se quedo helado por la fémina voz que llego a sus oídos, pues no sabía si era real o una alucinación por su estado.
- No lo hagas... – Suplico nuevamente la voz cansada.
- ¡NO! – Grito con furia poniéndose de pie. – NO ME ENGAÑARAIS BESTIA INFERNAL! – Y levantando su espada con un gran esfuerzo. – ¡TE MALDIGO A TI Y A TODA TU RAZA! ¡Y POR MI ESPADA MORIRÁS!
A punto de descarga su ultima estocada contra el cuerpo moribundo de la bestia, este empezó a brillar iluminando la oscuridad que ya casi se había apoderado del lugar. Cuando cayó con su espada esta se clavo en la piedra sin acertar a nada. Luego del brillo noto que la bestia no estaba, trato de aclarar su vista y vio que había una mujer desnuda con una flecha en el hombro. No entendía porque había una joven castaña desmayada al lado del filo de su espada. Solo pudo verla unos segundos más, pues cayó desmayado a su lado. Ambos tirados a la orilla de ese acantilado, ambos heridos y perdiendo lo poco de sangre que aun corría por sus venas. La cercanía de ambos y la lluvia que caía hizo que la sangre de ambos se juntaran sellando algo que ninguno espero.
Ni que su destino quedaría sellado para siempre...
Continuara….
Bueno esta historia salió de mi desquiciada mente después de ver un anime muy gracioso! Se que quizás es corto, espero que los siguientes sean un poco mas largos, peor es una presentación un tanto ruda para mis personajes.
Glosario:
Los acantilados de Dover: (en inglés, White Cliffs of Dover) forman parte de la costa británica frente al estrecho de Dover y Francia. El acantilado, que alcanza hasta 106 metros de altura, debe su llamativa fachada a su composición de creta (de color blanco puro de carbonato de calcio), acentuado por vetas de pedernal negro. Los acantilados se extienden al este y oeste desde el pueblo de Dover en el condado de Kent. Los acantilados tienen un gran valor simbólico para el Reino Unido debido a que encaran a la Europa continental a través de la parte más angosta del canal de la Mancha, donde históricamente han amenazado invasiones y en contra de los acantilados que forman una guardia simbólica. Porque el cruce de Dover fue la principal vía para el continente antes de los viajes aéreos, la línea blanca de los acantilados también constituyó la primera (o última) vista para los viajeros del Reino Unido. Se dice también que el término Albión (o pérfida Albión), que hace referencia a la isla de Gran Bretaña, tiene su origen en el color de los acantilados. El término, de origen celta, se latinizó sin problemas, ya que en latín albus significa blanco.
Claymore: (gran espada en acepción escocesa) es un tipo de espada cuyo uso precisaba de las dos manos para ser blandida (montante, mandoble o espadón), afilada por las dos vertientes de la hoja, poseedora de una empuñadura de gran longitud (al menos un cuarto del total del arma), que permitía al usuario sustentarla sin necesidad de forzar las maniobras, ni de asirla por la base de la hoja. Este mandoble se caracterizaba, por encima de otros detalles, por consistir su guarnición en un arriaz avanzado sobre la hoja, constituido por dos brazos simétricos rematados en volutas ornamentales que forman un vértice triangular, configurando un potente gavilán que posibilitaba a los que las esgrimían, y que no podían protegerse con un escudo, realizar acciones de detención del arma oponente. Fueron utilizadas y desarrolladas por los highlanders escoceses, a partir de modelos de espada de menor longitud, a las que se les realizaron modificaciones que las adaptasen al uso a doble mano, y finalmente adquiriendo los citados atributos que las hacían óptimas para bloquear los golpes de los enemigos. En el siglo xiii d. C. estas espadas eran blandidas por los escoceses en su lucha contra el invasor inglés. Las claymore superaban con facilidad los cuatro pies de longitud (el metro y veinte centímetros) sobrepasando 1,5 kg de peso.
Espero que les guste, pues sinceramente no yo sé lo que va a pasar!
Así que como siempre digo,
Nos leemos!
