Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es de Violet Bliss, yo solo me adjudico la traducción con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight characters are property of Stephenie Meyer, this story is from Violet Bliss, I'm just translating with the permission of the author.

Violet, you know how much I love your stories and I'm so happy that you're allowing me to translate them to Spanish. Thank you so much!

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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Link de la historia original: www fanfiction net /s /12878516 /1 /Everything


Abril

Bella no estaba muy segura de cómo había sucedido todo en la última hora. Y por todo en la última hora, se refería a su novio diciéndole que la dejaba por otra ciudad y otra mujer.

Sin embargo, la primera no era la parte que no podía entender; era la última.

Porque la otra mujer era su amiga, había sido su amiga. Ella y Emmett eran grandes amigos de Rosalie y Edward, mejores amigos, de hecho. Todos se hicieron amigos en su último año de universidad (Edward y Emmett eran primos) poco después de que Bella y Emmett comenzaran a salir y continuaron viéndose unas cuantas veces al mes desde entonces.

—¿A dónde vas? —le preguntó Bella media hora antes, cuando estaba de pie junto a la cama, viéndolo empacar, sintiéndose entumecida. No trató de hacerlo cambiar de opinión, sabía que cuando él decidía algo, no había forma de hacerlo cambiar.

—Recibí una llamada de un agente en Nueva York, quiere que haga una prueba para un equipo de ligas menores, me dijo que serían tres meses de eso y me pondrían en las mayores —explicó emocionado. Bella trató de no estremecerse. Ella sabía que él estaba molesto por no haber recibido una oferta para un equipo después de su lesión en su último año de universidad, pero, aunque era bueno en la universidad, no estaba ni cerca de ser bueno en las grandes ligas.

El padrastro de Bella le informó de ese hecho después de la primera vez que vio jugar a Emmett. Se sintió aliviada cuando él pareció abandonar el sueño en los cinco años transcurridos desde que acabó la universidad, instalándose en su trabajo en la empresa constructora de su padre sin quejarse. Pero, aparentemente, nunca renunció a ese sueño.

—¿Y cuándo empezó? ¿Tu cosa con Rose? —preguntó, incapaz de evitarlo. Él nunca dio indicios de que no fuera feliz en su relación, de hecho, todo lo contrario, porque ella sabía que hacía solo tres meses le había pedido permiso a su padre para proponerle matrimonio. Charlie le había contado a Bella al día siguiente, sabiendo lo reacia que pareció cuando su novio bromeó sobre eso meses antes.

Emmett dejó de empacar entonces, finalmente volteándose para mirarla. Todavía estaba vestida con ropa del trabajo, con una falda lápiz beige y una blusa lavanda con volantes tenues en las mangas. Era bonita, lo sabía, más que cuando empezaron a salir, pero aún no era Rosalie.

—Comenzó el mes pasado, estabas enferma y Edward estaba en un trabajo en Chicago, pero nos reunimos para cenar de todos modos... —Se detuvo, mirándola con culpa, pero no se disculpó, simplemente volvió a empacar.

—Edward es tu primo, Emmett —afirmó, la irritación se filtró en su voz por primera vez desde que él entró por la puerta. Estaba más enojada por eso, que él le hiciera esto a Edward, quien, para todos los efectos, era su hermano.

Él se estremeció y se detuvo antes de continuar metiendo ropa en la maleta casi llena.

—Lo superará —murmuró Emmett, pero se dio cuenta de que no estaba tan seguro de sí mismo como antes.

Entonces ella salió de la habitación, fue a la cocina a buscar la cerveza que sabía que necesitaría para pasar el resto de la velada. Se la terminó y dos más antes de que él finalmente saliera del dormitorio que habían compartido, las maletas llenas hasta el punto de romperse con sus cosas.

—Transferí suficiente dinero a tu cuenta para cubrir el alquiler hasta que se termine el contrato de arrendamiento. Puedes quedarte con los muebles y esas cosas, no te preocupes por pagármelo —indicó, su voz suave y casi arrepentida, sin la alegría en auge que solía tener.

Ella no dijo nada en respuesta.

Y luego él se fue. Cerrando la puerta a su relación de seis años.

Realmente no se había movido desde que él se fue, aparte de tomar las tres cervezas que se terminó, disfrutando del entumecimiento que le provocaron. Miró alrededor de su apartamento entonces, en todos los recuerdos de béisbol sobrantes que decoraban las paredes (las piezas más caras él se las había llevado) y las pocas fotos y figuritas que le pertenecían. Si bien él siempre dijo que era lindo que ella fuera una gran admiradora de Harry Potter, Star Trek y Star Wars, había insistido en que la mayoría de sus coleccionables se exhibieran en la otra habitación en lugar de al aire libre.

Se sentó entonces, en el piso frente al refrigerador y enterró su cabeza entre sus manos, las lágrimas finalmente se le escaparon. Lloró por sí misma, por Edward, a quien imaginó tan enojado y confundido como ella, y lloró porque eso le importaba más que el hombre con el que podría haberse casado la hubiera dejado.

Cuando dejó de llorar veinte minutos más tarde, se puso de pie y se dirigió a la sala, decidida a ver todas las cosas de él guardadas en cajas antes de irse a la cama esa noche.

Finalmente se durmió muy temprano en la mañana con lágrimas en el rostro, pero un lugar de su corazón le susurró que estaría bien.


¡Nueva traducción! Es de 10 capítulos, con final feliz, estaré actualizando sábados y domingos para seguir en la semana con Operation: REDACTED.

Me cuentan qué les pareció ;)