La puerta del compartimiento se abrió, en su interior estaba una chica mirando hacia la ventana y dos chicos cruzados de brazos con la mirada perdida. Lo miraron con aburrimiento y volvieron a lo suyo.—A ver más animo muchachos, es nuestro último año escolar. Se que no son las mejores condiciones en las que estamos. Pero mírenlo así, vamos a un lugar al que consideramos como casa.
—Blaise, simplemente no queremos estar aquí.—Se señaló así mismo, junto con los demás.
—Lo sé, Draco ¿Preferirías acaso estar en casa vigilado?
Una negativa con la cabeza fue la respuesta.—Traje algo que quizás pueda animar el ambiente.
—No me digas que ¿trajiste drogas?—Si alguien se enterará...—Blaise la interrumpió de chorro:
—¡No, mujer como crees! Se que en un pasado lo habría hecho, pero en este momento incluso yo, soy consciente que no quiero mi trasero en Azkaban.—Dijo seriamente.
—¿Y entonces qué es?

—Me alegra que preguntes Theo. Dame un momento.
Acto seguido se encaramó sobre el mueble en el que estaba sentada Pansy.
—¡Cuidado, bruto! casi me pisas la mano.
—Perdón, Pans.
Inclinándose un poco abrió su baúl y extrajo una botella de tequila junto con dos pares de vasos.
—Miren lo que traje.—Dijo sacudiendo la botella y los vasos bailando de forma infantil.
—Si, si muchas gracias.—Expresó con sarcasmo.— La pregunta importante es: ¿Trajiste limón y sal?.
—Claro que si, Draco. ¿Quién me crees?.—Este sonrió de lado satisfecho.
—Deja el drama de una vez Blaise, ¡y reparte ya!.
—Cuanta impaciencia, mi pequeño Theo.
Bajo del asiento y empezó repartir. Ya cuando cada uno tenía un vaso y el dorso de la mano con sal. Dijo:
—Salud, por nuevos comienzos.
Todos procedieron a brindar.


El viaje fue más ameno entre tragos y anécdotas. El tren silbó anunciando la pronta y Theo ya se encontraban un poco borrachos.
—¿Y ahora que hacemos con estos dos?
— Pues..., traje el brebaje para la resaca.
—¿Pensaste en todo, no?—Dijo Draco alzando la ceja y sonriendo.
—Siempre lo hago, después de todo soy alma de este grupo.
—Gracias, Blaise. Por animarnos a todos.—No es nada hermano.
—Ustedes dos ¿A dónde creen que van?—Se levanto señalando con un dedo inquisidor.
Theo y Pansy se encogieron regañados y respondieron al unísono:
—A comprar unos dulces.
Blaise y Draco rieron sonoramente.

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