0: Motivos Ocultos

El destino es una cosa curiosa.

Antes de empezar, me gustaría aclarar que no soy una mala persona… Solo hice lo que cualquier hombre en mis pésimas circunstancias haría: perdí el juicio.

Aquello sólo afianzó y reforzó una duda que me había atormentado incluso antes de mi tragedia: Yo solo quería saber por qué nacemos, y por qué morimos ¿Por qué debemos (o debíamos) abstenernos de hacer algo si bien somos capaces de hacerlo? ¿Quiénes son los dioses para restringirnos tales capacidades?

Ahora que sé la respuesta, me río de mí mismo cada vez que rememoro todo el tiempo que perdí buscándola…

Algunos me llamaron genio, otros me tomaron por un demente. Pero al final, todos me consideraron un monstruo. Se los reconozco, muchos de ellos sí tenían razones para hacerlo.

¡Pero como dije al principio, yo no soy un ser malvado!... Lo que sucede es que cuando perdía la cabeza, me convertía en otra persona y esa persona si era malvada. Mucho.

No tenía demasiadas esperanzas cuando finalmente llegó la hora de mi juicio. Mi destino fue claro para mí desde que conseguí romper el tabú por vez primera… Pero ella me salvó. No, ambos me salvaron…

Yo tenía un hermano, pero dejó esté mundo poco después de nacer. No fui capaz de comprenderlo. Por eso fue que decidí intentar resolver el enigma de la vida y la muerte.

De eso se trata todo: VIDA, el gran milagro y el gran misterio. Desde el principio humanos y dragones por igual han buscado su significado…

Muchas leyendas y extrañas y maravillosas han surgido de esta búsqueda de los misterios de la vida. Pero de todas las que conocí y escuché, ninguna es más extraña que la historia del dragón más poderoso de todos…