TsukaMina Week: Una Historia de Amor
NOTA: Para la TsukaMina Week se me ocurrió hacer una pequeña historia de 7 capítulos en la que narraré una perspectiva de Tsukasa y Minami universitarios. Espero que esto sea de su agrado y lo disfruten muchísimo.
Día 1
Tema: Cambio de Look.
Capítulo 1: Desde lo alto
Tener un grupo de amigos grande parecía haberse convertido en una perdición para Minami, ya que muchas veces terminaba en fiestas medio descontroladas con los miembros de su grupo. Lo curioso es que anteriormente su grupo estaba limitado a su amiga Nikki, con quien ingresó a la universidad en un intento de convertirse en la mejor periodista de todos los tiempos. Con su carisma, Minami rápidamente empezó a hacer contactos y a conocer nuevas personas, algunas más "tolerables" que otras. Mientras ella estudiaba Periodismo, Nikki se encontraba estudiando Relaciones Internacionales y eso la llevó a conocer de cerca a un estudiante de Negocios que se convertiría en la perdición de ambas.
Y es que, ¿cómo iban a evitar que así fuese? Si justamente habían conocido al mismísimo Nanami Ryusui, la persona más dispuesta a despilfarrar el dinero, pero también con una capacidad para recuperarlo rápidamente. Sí, ese chico era su perdición porque no sólo habían empezado a ir a fiestas y demás, sino que también habían conocido personas geniales que habían ampliado su círculo social. Lo cual no era del todo malo, ya que, dentro del grupo de amigos del rubio millonario se encontraba la persona que había cambiado la vida de Minami: Shishio Tsukasa, con quien después de un tiempo inició una relación.
Además de su guapo novio, que por suerte había resultado ser una persona bastante protectora con ella, también había ampliado su grupo de amigas, tras conocer a Kohaku, Suika, Amaryllis, Francois, Ruri y Yuzuriha. Quienes eran las chicas que compartían más con el grupo de amigos medio descontrolados de Tsukasa, en parte porque Kohaku, Ruri y Yuzuriha eran las novias de otros de los chicos del grupo: Senku, Chrome y Taiju, respectivamente. El grupo se hizo más grande cuando incluyeron también a unos compañeros del Club de Artes Marciales de Tsukasa: Hyoga y Mozu, quienes, a su vez, habían integrado a Homura, la novia de Hyoga, al grupo.
Y así fue como, con el tiempo, la universidad pasó de ser un entorno meramente destinado a la educación y formación de todos ellos, para también tener una gran cantidad de momentos divertidos. Lo que hacía que Minami terminara en muchas fiestas los fines de semana, viajando a una mansión playera en Okinawa en días festivos con cortas vacaciones, y hasta conociendo otros países durante el verano y las navidades. Todo en gran medida patrocinado por Ryusui (cuando hacían actividades privadas), pero también gracias a su novio, que era bastante adinerado por ser un prodigio de las artes marciales y con quien también había viajado ocasionalmente.
Sin embargo, contrario a lo que pudieran imaginar, a pesar de que el grupo solía ser un desmadre y habían llegado a terminar ebrios en una playa sin saber cómo habían llegado ahí, todos ellos se encontraban al día con sus estudios e, incluso, había más de uno que sobresalía mucho en ello. Estaba el caso de Senku, quien era el estudiante modelo de la universidad, y se encontraba estudiando Ingeniería Aeroespacial junto con Chrome, quien era uno de los más destacados también; estaba Suika, quien era una chica con grandes capacidades deductivas, un cerebro prodigioso, un rápido aprendizaje y estudiaba Ingeniería Química; y hasta el mismísimo Tsukasa, que, a pesar de las artes marciales, era un destacado estudiante.
Sí, eran un grupo extraño y divertido, que justamente por contar con miembros tan inteligentes, siempre conseguían mantenerse al día con todo. Aunado al hecho de que había personas que no formaban exactamente parte del grupo que les ayudaban a estudiar, tal era el caso de Nanami Sai (el hermano de Ryusui) y Elise Coutta (la novia de Asagiri Gen y a la que sólo veían en vacaciones largas o cuando ella iba a Japón a ver actuaciones de Gen como mentalista, ya que esta vivía en California, pero con quien mantenían contacto telefónico más constante).
Los años en la universidad habían sido los más maravillosos para Minami, y en el fondo de su corazón no quería que nada de eso terminara, especialmente cuando tuvo que asistir a la graduación de Ruri, quien fue la primera en terminar la universidad del grupo, que fue cuando Minami entendió que ya todo iba a cambiar en su vida y que tendrían que dejar de ser los mismos universitarios locos para asumir responsabilidades. En el fondo, aunque ella no lo reconociera, tenía mucho miedo de lo cerca que estaban de graduarse, y esperaba no distanciarse de sus amigos cuando ya fuesen adultos con responsabilidades.
Esa noche, recordando todo lo que había vivido en esos últimos años y mientras divagaba en lo que implicaba ser un adulto con responsabilidades, también se dio cuenta de que su relación con Tsukasa no avanzaba. Si bien era cierto que pasaban tiempo juntos, dormían juntos y en ocasiones hasta podían ser capaces de hacer locuras para cumplir fantasías sexuales, también era cierto que hasta ese momento su relación se había mantenido como una relación de "novios". Ella conocía a la hermana de Tsukasa y él no tenía más familia que la pequeña Mirai, la cual era la adoración de Tsukasa, pero él ni siquiera había querido ir al pueblo del que procedía Minami para conocer a sus padres y eso muchas veces hacía que se sintiera dudosa de lo que vivía.
Sin poder contenerse, muchas noches revisaba en internet información de compatibilidad de pareja y hasta había acudido con una adivinadora, recibiendo, dicho sea de paso, el reproche de su amiga Kohaku por dudar tanto de su relación con Tsukasa. Y esto en parte se debía a que Kohaku, al pertenecer también al Club de Artes Marciales, siendo ella la presidenta del club femenino, consideraba que Tsukasa era uno de los más respetables hombres y tenía en su mente que él jamás dañaría a Minami. Y sí, Minami indudablemente agradecía el gesto de su amiga, pero eso no la hacía sentirse menos insegura ante el hecho de que su relación se estancara.
Sus inseguridades empeoraron cuando Taiju le pidió matrimonio a Yuzuriha y cuando Hyoga le pidió matrimonio a Homura (aunque esto último Minami sospechaba que había sido algo que probablemente la familia de Homura había condicionado, porque nadie se imaginaba a Hyoga siendo romántico). Y fue así como Minami empezó a entrar en pánico, ¿cómo era posible que ella, que tenía más tiempo de relación con Tsukasa, aun no hubiera recibido un anillo de compromiso? Empezó a temer que Tsukasa, contrario a lo que ella imaginaba, estuviera a punto de dejarla en cualquier momento. Y sus temores se hicieron mucho más tangibles cuando él empezó a distanciarse de ella y la evadía día a día.
Pasados unos meses en esa situación, Minami pensó en confrontarlo, pero unos planes sorpresivos de Ryusui se convirtieron en un incordio en el momento en que ella había tomado la determinación de enfrentar a su novio. Y justamente esa noche, esa noche que llevaba prácticamente horas recordando su vida y pensando en tantas cosas, Minami estaba casi alterada pensando en si debía o no tocar el tema durante la salida, ya que Ryusui se había tomado la molestia de alquilar un parque de diversiones entero para que pasaran el sábado siguiente.
Tras horas de cavilaciones y tras tomar dos vasos de leche tibia, despertando a Nikki, su compañera de habitación, en el proceso, logro dormirse aproximadamente a las 04:00 horas, con la total desgracia de que su amiga la levantara antes de lo esperado.
—¡Oh, vamos, Minami! ¡Son las 10:00 horas! Tenemos que reunirnos con los chicos a las 11:40 horas, pues saldremos a las 12:00 horas para el parque de diversiones que alquiló Ryusui. Por favor, despierta —insistía Nikki, mientras Minami se cubría con las sábanas desesperadamente.
Totalmente en contra de su voluntad, y después de hacerse un ovillo en vano, porque su amiga era más fuerte de ella y le sacó la sábana, Minami terminó despertándose y saliendo de su cama casi arrastrándose.
—Hoy siento que te odio, Nikki —señaló mirando a su amiga con enojo, pero la otra rubia sólo le dedicó una sonrisa cariñosa.
Minami se bañó y alistó rápidamente, pero al principio no sabía exactamente qué peinado hacerse; sin embargo, recordó unas fotos que había visto en su Instagram la noche anterior y decidió copiar ese estilo y hacerse un precioso cambio de look para ese día. Logró alistarse a tiempo, y llegaron a la hora pautada a reunirse con sus amigos.
Ryusui había contratado un minibús para que se desplazaran al lugar y en el camino todos se encontraban hablando entretenidamente. Gen realizó con destreza una serie de trucos de magia, que todos disfrutaron. Y mientras, Tsukasa se encontraba sentado con los brazos cruzados en el pecho junto a Minami.
"No se dio cuenta de mi peinado, ni siquiera" —pensó ella con tristeza, mirando su teléfono e intentando distraerse en sus redes sociales.
El día transcurrió con tranquilidad entre los juegos y las actividades. Minami subió a todos los juegos que pudo con un muy serio Tsukasa, quien parecía estar tranquilo, pero no mostró ninguna emoción a lo largo del día. Era la primera vez que actuaba tan serio por todo un día, incluso siendo que ella estaba acostumbrada a que su novio no fuese la persona más habladora del mundo, casi ni le respondía cuando ella decía para subir a algún juego y eso estaba empezando a hartarla.
Por un momento, se alejó de él y decidió ir a pasear con sus amigas, sentándose a comer algodón de azúcar, mientras miraban cómo Ryusui saltaba de un juego que era parecido a un bungi, pero lanzándose desde una torre alta del parque.
—¡Creo que Tsukasa quiere dejarme! —estalló Minami empezando a llorar.
—¡¿Qué?! —chillaron todas en respuesta.
—¿Cómo estás tan segura de eso, Minami? —preguntó Amaryllis con preocupación.
—Es que… está demasiado distante. —Minami estaba llorando como si acabara de morir una persona importante en su vida.
—¡Ja! Te apuesto a que estás malinterpretando las cosas —intervino Kohaku, como siempre defendiendo a Tsukasa.
—¿Por qué crees eso, Kohaku? —cuestionó Minami intentando calmarse. Suika se acercó a ella y empezó a darle palmaditas en la espalda, como forma de consolarla.
—Deberías dejar de desconfiar tanto de Tsukasa, no ha terminado el día… ¿por qué no lo invitas a subir juntos a ver los fuegos artificiales que contrató Ryusui desde la rueda de la fortuna? —interrogó Kohaku con tranquilidad, poniendo una sonrisa casi felina.
Minami sonrió y pensó en que sería una buena idea hacer eso.
—¡Esperen! —gritó Kohaku poniendo cara de terror de repente y mirando fijamente hacia la torre de donde Ryusui había saltado.
Sin decir nada más, Kohaku salió corriendo con su gran velocidad hacia la torre.
—¿Ese no es Senku? —se sorprendió Suika intentando aguzar la mirada a través de sus lentes.
—¡Oh, por Dios! ¿Qué demonios hace Senku allá arriba? ¡Parece que van a lanzarlo! —se horrorizó Amaryllis.
Senku era tan debilucho que hasta Minami se sorprendió y asustó de que estuviera haciendo esa locura, ya que no era algo típico de él, pero seguramente Ryusui había hecho algún plan con Gen para convencer a su amigos científico de hacer esa locura. Acto seguido, vieron cómo Senku caía de la torre, amarrado por los pies con una cuerda, y segundos después Kohaku ya había llegado a la cima y estaba gritándoles y reclamándoles a los chicos que se encontraban en ese lugar.
Minami no pudo evitar reír. Definitivamente extrañaría a su grupo de amigos.
Decidió volver a donde se encontraba Tsukasa y él le compró una bebida, para luego invitarla a la montaña rusa. Ella asintió en forma de aceptación, pero aún con una postura un poco entristecida, pensando en que no sabía si Kohaku tendría o no razón.
La montaña rusa estuvo demasiado divertida para Minami, lo disfrutó enormemente y hasta sintió que se le levantaba el ánimo, después de haber dado tantas vueltas y haberse asustado más de una vez, tomando la áspera mano de su novio con alegría para mantenerse tranquila. Bajaron de la atracción y él se le quedó mirando fijamente de repente.
—El peinado tan bonito que tenías se arruinó. Lo siento, Minami —informó él mirándola con un poco de pesadez.
Minami sacó un espejo de su cartera y se vio a sí misma: Estaba hecha un desastre. Iba a lloriquear en ese momento, pensando en que justamente tenía que pasarle a ella cuando más necesitaba estar hermosa para Tsukasa.
—¿Quieres que te haga una trenza? No soy un total experto, pero cuando Mirai estaba pequeña, solía hacerle trenzas para la escuela —pidió Tsukasa, mirándola con tranquilidad y un poco de dulzura.
Minami se sonrojó, porque le pareció un gesto muy tierno de parte de su novio; así que accedió alegremente. Se sentó y dejó que él con sus dedos peinara y acomodara su cabello, para después trenzarlo. El tacto de las manos de hombre sobre su cuero cabelludo la hizo sentir tan reconfortada, que jamás pensó que tendría suerte de recibir ese trato tan dulce y menos en un momento como ese. Pero mientras se dejaba peinar, recordó lo que Tsukasa había dicho.
—¿Tú sí te diste cuenta del peinado que tenías?
—Sí, te veías hermosa. No pensé que se destruirá al subir a la montaña rusa. Nuevamente me disculpo.
Minami sonrió como una colegiala enamorada.
"¡Sí! ¡Tsukasa sí se había dado cuenta de mi peinado!" —pensó alegremente—. "¿Será que sí estoy malinterpretando las cosas, como dijo Kohaku?"
Iba a preguntarle algo más a Tsukasa, pero en ese momento él terminó de peinarla.
—Listo. Ahora te ves mejor que hace un momento, no es tan hermoso como el peinado que te habías hecho, pero te ves bastante bien —finalizó el hombre, soltándola—. Ahora vamos a la rueda de la fortuna, ¿sí?
—¡Está bien! —exclamó más animada Minami, quien había sacado su espejo y estaba maravillada con la preciosa trenza que Tsukasa le había hecho.
Llegaron a la rueda de la fortuna y Ryusui habló:
—Tenemos primero un evento especial en la rueda. Así que primero subirán Tsukasa y Minami. ¡Es mi deseo! —señaló con emoción.
—Deseo=Justicia —lo secundó Francois.
Minami miró con extrañeza a su novio, quien mantuvo una postura seria. Ya estaba empezando a anochecer, por lo que igual le gustaba la idea de ver el atardecer con Tsukasa a lo alto de la rueda, y decidió que sería un momento tierno que pasarían juntos.
Se sentaron uno al lado del otro en el aparato y luego sintieron cómo este era accionado. Al llegar a la parte más alta, la atracción se detuvo y Minami empezó a ver por la ventana cómo atardecía. Se sentía muy emocionada y le pareció que era una visión hermosa. Pero en ese momento recordó que quería hablar con él, así que, en lugar de mantenerse sentada a su lado, se cambió para quedar frente a él.
—Tsukasa, quiero que me respondas con sinceridad… ¿por qué has estado evitándome? ¿Acaso quieres dejarme? —se aventuró Minami.
Él la miró por unos segundos y luego empezó a reír.
—¿En serio has estado pensando en que quiero dejarte? ¿Por eso tenías el semblante tan triste? —preguntó él, en respuesta. Y ella asintió, con las mejillas muy enrojecidas—. No te preocupes por eso, no te dejaría, mi hermana te ama… y yo también te amo —añadió.
Minami no supo que decir en ese momento. Era la primera vez que Tsukasa le decía que la amaba, incluso después de dos años de relación. Generalmente era ella quien lo decía y él sólo la acariciaba, besaba o abrazaba, pero nunca había expresado con palabras de esa forma su amor. Era el día más feliz de la vida de Minami.
El cielo empezó a oscurecerse más y el sol ya casi no se veía, salvo por un brillo distante, pero que le daba un poco más de romanticismo a la escena. Tsukasa metió su mano en el bolsillo y sacó algo que Minami no pudo ver porque su mano lo cubría completamente.
Tsukasa respiró profundo y miró fijamente a su novia, antes de hablar:
—No estoy acostumbrado a estas cosas y llevo todo el día preparándome para lo que voy a decir. Soy más de actuar que de hablar y, más aún, estas palabras tan emotivas que estoy a punto de decirte. Pero quiero que sepas que en los años que hemos estado juntos, incluso desde el momento en que te conocí, me ha gustado la perseverancia que has tenido para conseguir que yo permanezca a tu lado y me hace muy feliz saber que hay alguien que se preocupa por mí de esta forma. Siempre suelo ser yo quien tiendo a proteger a los demás, pero tú me haces sentir protegido cuando te ocupas de mí. Si enfermo, estás ahí. Si algo le pasa a Mirai, estás ahí. Si necesito alguien que cuide de ella para irme a actividades como artista marcial, se queda en tu casa y cuando vuelvo está más feliz que nunca. Eres maravillosa y por eso quiero que seas siempre mía.
Aunque lo último sonaba un poco posesivo, a Minami no le importó, pues eran cosas que siempre soñó con escuchar de parte de su novio. Su rostro estaba completamente enrojecido y no sabía cómo podía llegar a ese punto, pero las palabras de Tsukasa eran mucho más hermosas de lo que había imaginado.
—Hokutozai Minami —dijo su nombre ahora arrodillándose—. ¿Quieres casarte conmigo?
En ese momento Minami entró en shock y por unos segundos no sabía qué estaba pasando. Pensó que se desmayaría, su corazón se aceleró como nunca en la vida. Y sólo cuando salió de su asombro casi un minuto después, con Tsukasa aun esperando de rodillas frente a ella, fue que chilló y saltó sobre él.
—¡POR SUPUESTO QUE SÍ! —gritó con emoción, sin importarle si el parque entero la escuchaba, ya que eso sólo significaba que sus amigos más cercanos la estaban escuchando.
Momentos después, el cielo empezó a llenarse de fuegos artificiales.
—¿Tú hiciste todo esto? ¿No fue Ryusui? —preguntó ella separándose un poco de él. Él asintió—. Debes haber gastado un montón de dinero.
—Realmente no fue tanto, tengo mucho dinero igual —la tranquilizó él—. Además, Ryusui dijo que me ayudaría con los gastos porque le gustan las bodas y sólo pidió a cambio que convenciera a Senku de lanzarse de la torre.
Minami no pudo evitar reír con ese comentario. Definitivamente tenía el mejor grupo de amigos del mundo y tenía al mejor novio del mundo. Y nada ni nadie iba a convencerla de lo contrario.
Esa noche no sólo dormiría plácidamente, sino que dormiría más feliz que nunca.
…
Holis. Me quedé dormida y no pude terminar a tiempo el fanfic, pero espero que les haya gustado. Amo muchísimo esta pareja de Tsukasa y Minami y al ver la TsukaMina Week, me dije a mí misma: "Necesito escribirle un fanfic", y salió esto para el día 1. La idea que tengo es que sea un fanfic de 7 capítulos (1 por día) en el que narraré la historia entorno a la relación de Tsukasa y Minami hasta que se casen y eso. No me he decidido aún si habrá o no lemon en la historia, pero es posible que sí, igual pueden mencionar aquí si quieren lemon TsukaMina.
Sin más que agregar, les recuerdo que los personajes de Dr. Stone no me pertenecen, pertenecen a Inagaki y Boichi. Sin embargo, la historia y mis OCs sí me pertenecen (que por eso les mencioné a Elise en la historia, y esta vez ya esá con Gen).
Espero que les haya gustado mi historia y que sigan leyendo. Los quiero mucho a todos y, si pueden, porfis déjenme comentarios que eso me motiva mucho a seguir escribiendo.
