- ¡Igneel! - Fue el grito desesperado de un niño resonando por el bosque.

A su vez, el sonido de alguien corriendo pisando ramas y hojas con pies descalzos se hacían presentes, siendo el origen el mismo niño que gritaba el nombre de su padre por todas partes, ignorando el dolor y la sangre que se empezaba a originar de las cortadas que se hacía en sus pies.

Eso era lo de menos cuando había perdido el rastro de su padre de la noche a la mañana, e incluso habiendo esperado por días su padre no había vuelto.

La desesperación se cayó sobre el infante que buscaba por cada roca alguna misera pista de su padre adoptivo.

- ¡Igneel! ¡¿Donde estas?! ¡Ig-! - Gritaba una y otra vez, incluso cuando su garganta empezaba a desgarrarse por tanto gritar.

- ¡Haaaaa! -

Hasta que repentinamente se tropezó con alguna raíz del suelo, cayendo estrepitosamente por lo que parecía una pendiente que no había visto, el niño aterrizó dolorosamente en el suelo, afortunadamente la pendiente no había sido muy larga pero aún así se había ganado varios raspones y cortes en su piel.

- ... I-Igneel ... ¿D-Donde estas ... ? ... Te necesito ... - Sollozó el niño en el suelo, el cansancio alcanzando al pequeño después de tanto correr y gritar.

Y así estuvo un rato, su sollozó inevitable se transformó en un verdadero llanto de pérdida de un niño de su edad.

- ¿Por que lloras? -

Hasta que una nueva presencia se dio a conocer en el lugar llamando la atención del niño, quien se puso alerta, después de todo, no había interactuado con otra persona con la excepción de su padre ... Aunque el mismo era un dragón. Por lo tanto, el niño estaba entre curioso y receloso.

Mirando al sitio donde había caído, se había percatado que se encontraba muy cerca de un lago en un pequeño claro en un bosque negro, la hierba y las hojas de los árboles negras pero sin estar marchitas, donde al otro lado se encontraba una cueva, que parecía el sitio donde se originaba la voz.

- Dime, ¿Por que llorabas? - Volvió a preguntar la persona, efectivamente originándose de aquella cueva que ocultaba la apariencia del individuo, con mas suavidad en su voz.

Ahora que el niño prestaba mas atención, se dio cuenta que era una voz femenina y juvenil, pero aún no podía discernir la verdadera apariencia de la persona que le hablaba, aunque podía captar un olor particularmente familiar proveniente de la cueva.

Decidió depositar un voto de confianza en aquella persona.

- Y-Yo ... Mi padre no esta ... - Confesó el niño con pena.

Por un momento, la cueva se mantuvo en silencio, provocando que el niño se preguntará se había sido una ilusión provocada por la pérdida y soledad.

Hasta que los sonidos de pasos empezarán a resonar a través de la cueva, donde el individuo dio conocer su identidad haciendo que el niño se diera cuenta porque tenia un olor tan familiar.

Era un dragón ...

O por lo menos tenia los rasgos de uno.

Era una niña, no muy mayor a él, pero por alguna razón parecía tener más edad de lo que aparentaba. Su cabello era blanco, con su cuerpo semidesnudo con rasgos completamente de un dragón de color negro. Garras, alas, escamas e incluso una cola, dejando de lado el resto, ella era un dragón a los ojos del niño.

- Es curioso, porque somos parecidos ... Mi hermano menor ... Ya no esta. - Dijo la niña dragón con pesar y una culpa reflejada en sus ojos que el niño no podía entender. - ¿Cual es tu nombre, niño? -

- N ... Natsu Dragneel ... ¿Y-Y el tuyo? -

- Mi nombre ... No tengo un verdadero nombre pero ... Apreciaría que pudieras llamarme ... -

Melusine.

...

El puerto Hargeon, un centro de diversidad, de tantos magos como personas mundanas, donde mercancía de todas partes del continente llegaba, era el punto de partida de muchas historias.

Como esta.

Dónde una joven rubia junto a varias mas mujeres jóvenes y hermosas caían bajo el encanto prohibido de un mago tramposo dedicado al contrabando de personas vendiéndolas como esclavas.

Pero como en otras historias, alguien inevitablemente iba a arruinar el plan de aquel mago ... Solo que esta vez iba a ser mas temprano que tarde.

- ¡Albion-sama~! -

- ¡Albion-sama~! -

- ¡Albion-sama~! -

El mago que se hacía llamar Albion sonreía con sorna, mirando la buena mercancía que iba a vender en otros países, a veces no podía comprender la fama que había ganado el Albion de Fairy Tail pero estaba dispuesto a utilizarla a su favor.

Además, confiaba en que esos tontos de Fairy Tail no le importaría que utilizará su nombre un rato.

- Hey, ¿Tu eres Albion? -

De repente, una voz cortó a través del encanto del mago, haciendo que todas las mujeres salieran del hechizo, quiénes miraban confundidas sus acciones.

- ¡Tu! - Gritó el mago que se hacia pasar por ese tal Albion. - ¡¿Como te atreves a molestarme?! -

El mago de cabello azul miró a aquel que había atrofiado su plan, donde se encontraba un joven de cabello rosa, utilizando un manto marrón hecho jirones al final, llevando un bolso de viaje descolorido, a su lado se encontraba un gato azul mirando con curiosidad la escena.

¿Quien se creía este joven?

- Entonces, ¿Eres quién se hace llamar Albion? - Le volvió a preguntar el peli rosa, sus ojos lavanda a juego con su cabello rosado se estrecharon mientras le miraba.

- ¡Si! ¡Soy Albion! ¡¿Quién eres tu?! - Exclamó el mago.

- Hehehe, este hombre es un espectáculo. - Dijo el gato azul divertido.

- Que curioso ... Porque yo soy Albion. - Dijo el peli rosa.

- ¿Que ... ? -

Ni siquiera el mago tuvo tiempo de reaccionar cuando lo que parecía un guante metálico con forma de garras lo tomó de su rostro y lo hizo estrellarse contra el suelo en una gran onda de choque que hizo retroceder a todas las mujeres reunidas.

Lo último que el falsificador de Albion logró ver antes de caer en el mundo de la inconsciencia, fue la marca roja con contorno azul grabada en su hombro derecho, con la forma de un hada.

Era el verdadero negocio, Albion de Fairy Tail.

- Bastardo, ¡¿Como puedes ensuciar mi nombre?! - Exclamó el peli rosa con irritación.

- Creo que ya lo dejaste claro, Natsu. - Dijo el gato azul llegando a su lado.

- ¿Tu crees, Happy? - Preguntó el joven pensativo.

- ¡Aye sir! -

- Disculpa ... - Les llamó una joven rubia.

La chica miraba el desastre con una gota de sudor, al mago falso inconsciente y a las mujeres dejando el sitio, pero centrando su atención en el peli rosa y el gato azul.

- ¿En verdad eres un mago de Fairy Tail? - Cuestionó la chica.

El peli rosa y el gato azul la miraron curiosos antes de que el mago sonriera con orgullo.

- Mi nombre es Natsu Dragneel, el Albion de Fairy Tail. -

...