Titulo: Oculto.
Advertencia: Una historia probablemente sensible para la mayoría de los lectores. La idea la tenía en mi cabeza, lo siento. Los personajes no me pertenecen.
Capítulo 1
Uno de sus primeros recuerdos de niña fue ver a su padre con una pala en sus hombros.
En ese tiempo aún vivían en Konoha.
Antes de que pasara el tiroteo.
Lo recordaba como si hubiera pasado hace unos días, cuando en realidad eran años.
El rostro de su padre, fuerte y duro no era el mismo que aquella noche presenció. Las lágrimas corrían por su rostro, sus ojos grises se veían nebulosos y su lamento hacía eco en todo el bosque.
Ella estaba escondida detrás de uno de los árboles más grandes.
Un sollozo horrible y gutural se escuchó desde lo más profundo de los pulmones de su padre causando escalofríos en todo su cuerpo. Ella vio como es que levanta la pala con todas sus fuerzas y golpea el suelo. Excavaba con todas sus fuerzas. Era una pelea contra el suelo y contra sus sentimientos.
Pocas veces había visto llorar a su padre, ni cuando murió su abuelo, ni cuando su madre le pidió el divorcio y los abandonó. Siempre tenía el mismo rostro estoico, sin sentimientos y con una postura erguida.
Esa noche lo recordaba llorando sin vergüenza. Las lágrimas caían en cascada siguiendo un recorrido desde el inicio hasta el fin de su rostro.
Los sollozos resonaban a través de los árboles.
Él nunca supo que esa noche estaba siendo observado.
-Familiar de Hyuga Hiashi.
Hinata levantó su mano y se acercó hacia donde estaba la enfermera. La información que le daban de su padre era que estaba estable y que podía pasar a verlo al cuarto. Suspiro antes de caminar a donde le indicaba la enfermera.
Detestaba pasar por esos momentos.
Detestaba tener que hablarles a sus familiares.
Pero no tenía opción.
Su mirada gris encontró de inmediato a su padre. En sus buenos tiempos Hyuga Hiashi, siempre había estado bien vestido, vestía pantalones de tela y una camisa larga de vestir. Frente a ella estaba un hombre delgado con una bata de hospital. Se paró en el marco de la puerta y se apoyó en él.
Verlo dormir la tranquilizaba en cierto modo.
Dio unos pocos pasos hacia él y presionó sus labios contra la parte superior de su cabeza, sintiendo la dura curva de su cráneo debajo del vellón de pelo gris. El abrió los ojos y la miro por unos segundos.
-¿Tu quien eres?
Él frunció el ceño.
-Soy tu hija.
Hyuga Hinata tenia veintiún años y esa noche en el bosque era uno de los recuerdos más sanos y dudosos de su infancia.
-¿Desde cuando tengo una hija?
Hyuga Hiashi, había sido una persona fuerte de carácter estricto. Jamás tuvo el valor Hinata de preguntarle de frente que fue lo que enterró su padre en el bosque aquella noche.
Ella era una cobarde. No tenía duda.
Su padre no era la misma persona de hace unos años a diferencia del hombre que se encontraba en la cama de un hospital. Sus manos se habían hecho ásperas y callosas. Su piel bronceada pareciera que se opacó con los años haciéndolo lucir más viejo de la edad que realmente tenía.
-Desde hace veinte años-contestó Hinata.
Él entrecerró los ojos, parecía que estaba dormitando.
-¿Que hago aquí?-pregunto agitándose de repente.
Hinata lo toma de la mano. La realidad era que su padre estaba muy medicado.
-Te caiste de tu propia altura y te rompiste la cadera. Acabas de salir de una cirugía, el traumatólogo te tiene en observación.
Hinata se muerde el labio inferior controlando sus lágrimas. Verlo postrado en la cama la destrozó en mil pedazos.
-Si eres mi hija ¿Cómo te llamas?
Esa pregunta la hace cuestionarse demasiadas cosas. Como era que nunca se había dado cuenta de esos pequeños detalles de su padre, como habían pasado por alto todo. No era el mismo hombre fuerte que cavó en el bosque de Konoha en la noche.
-Soy Hyuga Hinata.
Ahora era muy tarde, debió de haber preguntado antes de que perdiera la consciencia, antes de él que el alzheimer llegara a su cuerpo.
-¿Hinata? Me gusta tu nombre, me recuerda a alguien que conocí hace unos días. Una muchacha muy agradable.
-¿Fue acaso donde vendían dulces?-pregunto con un tono de monotonía Hinata.
Hyuga Hiashi siempre le contaba la misma historia de la joven maestra, Uchiha Hinata, que conoció en la cafetería que tenían en Konoha. Su padre se había enamorado perdidamente de ella pero jamás tuvo oportunidad con la joven.
-No, no, la conocí en la cafetería. La cafetería Hyuga.
La cual ya no existía.
Uchiha Hinata se mudo unos meses después de que se conocieran. Los Uchihas, una familia bien posicionada en Konoha, habían mandado de intercambio a varios de sus sucesores entre ellos Uchiha Hinata.
-¿Te agradaba papá?
-Era agradable a simple vista e inteligente como una liebre.
-Desconocía que las liebres fueran inteligentes.
-¿Alguna vez has intentado cazar alguna? Se escabullen demasiado rápido.
Ella no tenía corazón para decirle, que el primer amor de su padre había fallecido hace unos años en el accidente aéreo. Fue unos años después de que se mudaron de Konoha.
Debió de estar sumergida en sus pensamientos porque su padre le tomó la mano. Hinata parpadeó sorprendida, algunas ocasiones Hyuga Hiashi tenía momentos de lucidez.
-Hinata, acabo de recordar que tengo otra hija ¿verdad?
-Así es papá, se llama Hanabi pero está bien-lo tranquilizó.
La enfermedad, el estrés y las desgracias habían hecho que su padre envejeciera prematuramente. Ve como es que el simplemente cierra los ojos.
-Hinata, es momento que le hables a tu madre.
Ella parpadea y ve que después de muchos años su padre vuelve a llorar. No se calma. Intenta sentarse. El la mira profundamente a los ojos grises.
-Está bien, papá-dijo-Todo va a estar bien.
Una lágrima escapa de su ojo deslizándose lentamente por su mejilla. El vuelve a mirarla a la cara. Por un momento se siente la niña de diez años que estaba en el bosque escondida.
-¿Eso realmente quieres?
Eran sus cinco minutos de lucidez. Él asiente con la cabeza. Hinata ve como su padre se vuelve apoyar su cabeza en la almohada y duerme.
Tendría que negociar con su madre.
Notas de autor.
No tenía el mood para escribir cerezas agrias o el capítulo 11 de FRP.
Probablemente cambie el nombre de este fic, próximo capítulo se dividirá en dos partes y si no tengo respuesta alguna probablemente borre la historia. La verdad no se como vayan a reaccionar, siento que tocare un tema delicado ó tal vez solo estoy paranoica.
Al igual que Cerezas agrias tampoco se a donde va esta historia solo deje ser a mi mente. Sobreaviso no hay engaño. Los leo después.
¿Reviews?
