Era un gran hombre de negocios, su fortuna era incalculable y estaba a punto de heredar aún más y tener prácticamente todo.
Sin embargo, había una cosa que debía hacer: casarse.
La sola idea le daba repulsión y molestia inimaginables, ya que con quien debía casarse era nada más ni nada menos que con Mito Uzumaki, la mujer más indiferente y seca del mundo. Aunque era de belleza envidiable, su actitud estoica y fría les ponía a todos los que la conocían con los vellos de punta.
Afortunadamente nadie del público la conocía ni sabía de cómo era realmente esa mujer, ya que ella nunca ha sido una persona de querer estar frente a cámaras, por lo cual prácticamente nadie sabía si realmente existía o no.
-Bueno amigo mío, es tu último día como hombre soltero. Es una lástima que ninguno quiera celebrar contigo tu despedida de soltero-su mejor amigo Hashirama, palmeó su espalda en señal de apoyo
-Descuida, sé que a ninguno de ustedes les agrada esa mujer, es demasiado distante con todos-suspiró pesadamente
-Como recompensa, te daré este regalo-le entrega una tarjeta con un número-los muchachos y yo queremos que te diviertas a lo grande, por eso cubrimos un "evento especial" para ti-le guiña el ojo-suerte, ya que es al azar
Se retira dejando a su amigo solo en la casa.
El hombre observó con detenimiento el número y sin tiempo que perder, realizó la llamada.
-Buenas noches, llama a la línea roja de la Flor Noctura. ¿En qué puedo ayudarle?
-Me gustaría a una de sus mejores chicas para una despedida de soltero. Mis amigos hicieron pago por adelantado
-Entonces es el amigo del señor Hashirama, no se preocupe, tendrá a la mejor de todas. Garantizamos que su evento será un éxito
-Le agradezco, por lo que veo ya saben mi dirección, ¿o me equivoco?
-Así es, su chica llegará en veinte minutos
-Le agradezco
-Al contrario, gracias a usted. Espero que lo disfrute
Colgó la llamada y esperó la llegada de la chica mientras realizaba algunos detalles.
Terminó de preparar los últimos detalles y en ello tocaron el timbre de la puerta.
-Voy-llegó a la puerta y al abrirla observó a una chica con una máscara de látex de cuero negro de conejo que cubría su rostro y cabello, además de una misteriosa túnica que cubría su cuerpo.
-Buenas noches, usted debe ser el señor Madara Uchiha
-Así es linda, pasa-se hace un lado dejando pasar a la chica
-¿Le gustaría que coloque música o desea algo más?
-Claro, ahí, tienes el estéreo-señala y lo enciende
La chica coloca una memoria colocando la canción correcta en stop y pidió al guapo hombre que se sentara en su sillón.
Dio inicio a la música y comenzó a bailar de forma sensual.
Fue retirando la túnica poco a poco hasta que en uno de los cambios de la canción se deshizo completamente de esta dejando expuesto su cuerpo y dejando ver un sugerente traje de cuero de dominatrix que dejaba mucho a la imaginación.
Su baile era hipnotizante y resaltando los grandes atributos de la hermosa chica quien le sonreía coquetamente al pelinegro. Bailó sugestivamente cerca del hombre levantado el rostro del mismo con su fusta.
Poco a poco retiró los delgados tirantes que cubrían sus pechos hasta liberarlos dejándolos libres y a centímetros del rostro del mayor.
Abrazó de la cintura a la chica y la sentó dejando sus piernas en ambos lados de su cintura.
Al terminar la canción, la chica restregó sus atributos en la cara del hombre el cual gustoso los recibió.
-¿Le ha gustado el baile señor Uchiha?-sonríe al sentir las grandes manos del mencionado en su trasero
-Estuviste fantástica linda-le mira lascivamente chupando los pezones de la chica haciéndola suspirar-¿Quieres pasar a la siguiente fase?
-Será todo un placer señor-lo besa apasionadamente
El mayor la toma de las nalgas y sin romper el beso, se dirigieron al cuarto.
Sumidos en el placer, la chica y el hombre gemían sin reparo alguno. Masajeando los enormes pechos de la ojiazul (los cuales descubrió al quitar la malla que había en la máscara) los cuales rebotaban deliciosamente entre sus manos mientras su enorme pene profanaba la vagina cálida y estrecha que lo recibía sin problema alguno.
-Ahh ahhh, eres increíble linda. Tan estrecha
-U...usted es enorme ahhhh, lo hace ahhhh ahhhh
-Vamos bonita, gime mi nombre-muerde sus pezones haciéndola gritar de placer
-Ahhh M...Madara ahhh ahhh
-Si cariño, mi nombre se escucha tan bien en tus labios-unas cuantas embestidas más fueron suficientes para que ambos gritaran en éxtasis su orgasmo
-Aún no termino contigo pequeña zorra-cambia de lugar dejándola encima suyo-mueve tu rico coño de puta para mi linda
-Espero que no vaya a darte un infarto con mi vagina insaciable, viejo decrépito. No quiero ir a tirar tu cuerpo arrugado en una fosa-le siguió el juego la chica mientras se autopenetra de forma profunda y rápida-espero no romperte el pene de tercera edad que tengo metido-se mueve más rápido y golpeando el rostro del hombre con violencia con sus pechos-vamos puta, complace a mi coño
-Tu lo pediste perra de mierda-la toma de las caderas profundizando las embestidas logrando sacar gemidos muy altos y ruidosos en ambos
-Ahhhhh así, eres un buen esclavo ahhhh-utiliza la fusta para golpear su marcado abdomen, brazos y piernas-complace a tu ama
-Ahhhh mi ama es una guarra de primera que le encantan los penes enormes y duros
Entre insultos, gemidos y golpes llegaron al orgasmo de manera violenta y abundante.
Ambos cayeron exhaustos y aún unidos se quedaron dormidos disfrutando de la increíble noche.
A la mañana siguiente despertaron dándose los buenos días y con una sesión de sexo mañanera antes de que el hombre se arreglara para su boda.
Se metieron juntos a bañar y lo hicieron nuevamente ahí entre el agua cayendo en sus cuerpos.
Conversaron un rato acerca de lo que ocurría mientras la chica le ayudaba a acomodar su corbata y traje.
-Compré un vestido y algunas joyas para mi "futura esposa" pero por accidente llegó otro modelo de ambos-le pasa la caja-y no creo que ella sea de ese estilo
-Así que me pides que aparezca en tu boda con esto-abre la caja y observa maravillada el vestido y las joyas-es bellísimo
-Sería un placer para mi-besa su mano
-De acuerdo, con gusto iré-se coloca el hermoso y apretado vestido de piel de color rojo en su cuerpo quedandole a la perfección
Además del vestido, venían unos guantes y botas de piel color negro junto con unas mancuernas y collar con púas hechos de oro puro.
El hombre le ayudó a colocarlas en sus piernas, brazos y cuello.
-Te ves hermosa-le miró lascivamente tratando de controlarse ya que sería capaz de no ir a esa boda
-Gracias, tú también te ves muy guapo-le mira sugerente
-¿Nos vamos?-le ofrece su brazo
-Con todo gusto-lo toma para luego irse juntos a la boda
Llegaron al establecimiento un poco antes de que el padre y su futura esposa aparecieran del brazo de la chica.
Los presentes al verlos juntos aprobaron inmediatamente a la belleza que se encontraba al lado del hombre como la pareja real de este, ya que fue muy amable y atenta con todos.
En silencio, esa relación estaría protegido por todos.
La pareja se dio un largo y apasionado beso frente a todos los cuales festejaron emocionados.
Tiempo después llegó el padre y todos se colocaron en sus lugares sin levantar sospechas.
Al final, había llegado la novia con su cara estoica sin mirar a nadie salvo al padre y a quien sería su esposo.
La boda inició, hicieron su juramento y firmaron sus papeles en lo civil.
En su lecho de bodas, Madara vacío una pastilla para dormir de rápida efervescencia en el agua de su mujer sin que lo notara.
Al regresar del baño, se tomó el vaso de agua y sin decirle buenas noches, se acostó quedando dormida al instante.
-¿La cara de huele mierda ya se durmió?-entró como si nada viendo a la mujer prácticamente inconsciente
-Si, el sedante que le di no la despertará un buen rato
-Quitemos al peso muerto de la cama para jugar-empuja con violencia a la mujer fuera de la cama provocando que caiga al suelo estruendosamente
-Ven aquí linda, celebremos nuestra noche de bodas
La rubia sonrió complacida y dieron rienda suelta a sus bajas pasiones sin importarles el estado de la mujer que yacía en el suelo.
Al día siguiente, acomodaron a la pelirroja en la cama para dejarla descansar y salir un rato a festejar su primer día como pareja.
Los invitados celebraron a los verdaderos amantes realizando una comida con muchas bebidas alcohólicas.
Afortunadamente después de terminar la fiesta, Mito despertó confundida al ver que no estaban en el hotel, además viendo a su lado a Madara, el cual le comentó que se quedó dormida pero en la noche anterior se levantó al baño y tuvo un accidente en este que la dejó un día inconsciente.
-Gracias, iré a tomar algo para el dolor-sin verlo nuevamente se retiró sin saber que Madara sonreía de forma burlesca
