— Akamaru! vuelve acá!
— Wan wan!
— Aaah — gritaba Kiba
Iba Kiba corriendo detrás de Akamaru, quien le había robado su almuerzo, pues el can había quedado con hambre.
Al doblar la esquina se dio cuenta que Akamaru había chocado contra unas piernas largas y contorneadas.
— Oh gracias Tenten… Akamaru me robó mi almuerzo
Tenten soltó una risita graciosa, había tomado en brazos al pequeño ladrón y luego de hacerle cariño en la cabeza, lo entregó a su amigo.
— Hace mucho no te veía, ¿Cómo has estado?
— Mejor que antes… — sus ojos bajaron la mirada
— Te ves mucho mejor — Kiba le dedicó una sonrisa grande y sincera — Vas a la escuela ninja?
— Sí, ya tengo lista la clase hoy, ¿y tú?
— También, podríamos ir juntos y te voy contando algunos chistes
— Te lo agradezco mucho Kiba
Se fueron caminando juntos, y conversando alegremente, hace tiempo que Tenten no se sentía tan cómoda con otra persona, se había vuelto un poco solitaria, pero quién puede culparla, ha estado en duelo por la muerte de Neji bastante tiempo.
La habían invitado a salir pero ella sentía mucha presión, aun sentía un gran amor por el ojiperla y ella creía fervientemente que el salir con alguien sería traicionarlo, y ella podría ser muchas cosas, pero no traidora.
Cuando terminas una relación con alguien y promete por ejemplo, no regresar jamás te enojas, te duele, entonces quieres quemar todas sus fotos, sus cartas, borrar recuerdos, pero en el fondo sabes que es una decisión que los dos toman, conversan, discuten, te das cuenta que ya no da más.
Pero al morir uno de los dos, quedan un montón de cosas sin resolver, la soledad real te apodera, tu vida se divide en dos, el antes y el después. El antes donde estabas feliz, plena, amada, amando. El después, no hay adiós, sigues en una relación con alguien que ya no está y no volverá, no cerrar el ciclo es lo más difícil.
Antes de entrar al edificio donde ambos trabajaban ella se giro hacia el
— Gracias por la charla, hace tiempo no me sentía feliz
— Cuando quieras, nos conocemos hace tiempo y supongo que somos amigos , ¿no?
— Claro, te veo luego — dijo ella despidiéndose con una mano — perdón, los veo luego!
Kiba sonreía con los ojos, con akamaru en brazos, cuando se dio cuenta que ya estaba atrasado y corrió hacia la sala en que debía de dar clase.
