El golpe sordo de un cuerpo cayendo en el río rompió el pacifico silencio que habitaba en dicho lugar. El gemido de dolor saliendo de los labios de la chica no tardó en escucharse, se incorporó lentamente apoyándose sobre sus brazos temblorosos, casi volvió a caer pero logró mantenerse de pie.
El sol ya estaba mostrándose por las montañas, dándole en el rostro, cubrió sus ojos con molestia. Estaba adolorida, mojada y confundida. No sabía cómo había llegado hasta ahí y esperaba que hubiera civilización cerca, puesto que, sabía que no sobrevivirá en el llano por sí sola.
Al ver a su alrededor vio un hermoso río con pequeñas cascadas, palmas y árboles, sin contar con los colores que se reflejaban en el agua.
Sin duda una vista hermosa, pero algo familiar.
Se encogió de hombros restándole importancia.
Si no fuera por su el dolor admiraría el lugar todo el día.
– ¿Dónde estoy? –se preguntó abrazándose a sí misma, luego bajó la mirada hacía sus piernas, sus jeans estaban rasgados y su rodilla sangraba –. Ay no, eran nuevos.
Luego de comprobar que sus heridas no eran tan graves, se sentó en una roca, acomodó sus lentes en el puente de su nariz y se preguntó si habría personas cerca. Se debatió entre moverse o no, puesto que, en las clases de supervivencia la persona extraviada debía quedarse en un mismo lugar hasta que la encontraran.
Pero, ¿y si nunca la encontraban?
Ese pensamiento fugaz hizo que se estremeciera.
Miró hacia ambos caminos y se preguntó cuál sería el adecuado y, sin darse cuenta, una mariposa amarilla se posó en su rodilla adolorida. Rio ante el gracioso insecto, luego la mariposa echo vuelo hacia su rostro para luego alejarse en la dirección de una montaña dividida.
Para Alex era ridículo pero, sentía que debía seguir a la mariposa, solo esperaba no estar equivocada por estar persiguiendo a una mariposa cual niña pequeña.
Se levantó lentamente y siguió al insecto con pasos lentos y pausados.
Solo esperaba poder encontrar un lugar con un teléfono para llamar a su familia, decirles que estaba bien y que la buscaran.
Lo que no sabía era que estaba a punto de ser parte de una encantadora historia.
