Sean bienvenidos a esta nueva historia de TMNT que llevaba planeando desde comienzos de año y que si no fuera por el apoyo de una amiga no hubiera salido a la luz.

El fic se basa en la versión del 2012, que ha sido mi preferida hasta el momento y a puesto que la de muchos aquí presentes.

La historia está ubicada ya al final de todo lo que pasó en la serie, solo que me tomé la libertad de cambiar algunas cosas, a lo largo del fic se darán cuenta y encontrarán las explicaciones a ello. Por lo que se clasificaría como un ligero AU.

TMNT NO ME PERTENECE, SOLO TOMO PRESTADOS SUS PERSONAJES PARA CREAR UNA HISTORIA DIVERTIDA.

Sin más que decir, espero que les guste.


Capitulo 1.

La noche sin estrellas cubría el cielo de la ciudad de Nueva York, y a pesar de ello las calles estaban repletas de neoyorquinos yendo de un lado al otro, entrando y saliendo de tiendas, restaurantes y bares. ¿Y cómo no? Pues era viernes y aunque para muchos ciudadanos era un día cualquiera, para cuatro tortugas mutantes, era la noche en que cumplían veinte años de mutación.

-¡Rapha espera! – gritó Mickey.

Rapha hizo caso omiso a la llamada de su hermano y siguió corriendo lo más rápido que podía por los tejados.

La tortuga con la bandana roja se detuvo detrás de una toma de agua para respirar un poco, no sabía por cuanto tiempo llevaba corriendo, pero por la falta de aire que sentía, podía intuir que ya llevaba varios minutos. Necesitaba escapar, alejarse de todos, esconderse en un lugar, pero sabía que tarde o temprano sus hermanos darían con él.

En ese momento, lo único que deseaba Rapha era que lo ocurrido hacía poco hubiera sido solamente un sueño y que en cualquier momento despertaría de la pesadilla en la que se encontraba. Sin embargo, la realidad estaba ahí dándole de bofetadas y gritándole que estaba más despierto que nunca y que tenía las manos manchadas.

-¡Rapha, ¿dónde estás?! – la voz de Mikey se escuchaba cada vez más cerca y sin tener otra opción retomó la marcha.

Aún no podía creer que la fiesta de cumpleaños que les habían preparado Abril y Casey, terminara en desgracia y todo por su culpa. Si, él tenía la culpa de todo lo que pasó. Si tan solo no hubiera dejado que su irá y su orgullo lo controlasen ciegamente, si tan solo hubiera optado por callar y seguir comiendo pastel, si tan solo hubiera dejado sus sais en su habitación para pulirlas más tarde, si tan solo el maestro Splinter no hubiera intervenido en la disputa. Ahora estarían todos festejando su cumpleaños y quizá jugando charadas u otro juego familiar que acostumbraban durante las fiestas.

Pero el hubiera no existe y justo en ese momento Rapha podía escuchar a su sensei decírselo una y otra vez en su cabeza.

Corrió por otros minutos más hasta que se detuvo frente a una bodega abandonada cerca del mar. Anteriormente aquel lugar había sido un laboratorio secreto del Krang, pero después de que las tortugas los derrotasen hacía poco más de un año, el lugar había quedado desierto. Los Krang restantes desmantelaron el lugar, se llevaron su equipo y como a Mikey le gustaba decir, habían subido a su nave nodriza y se fueron a casa a lo más estilo E.T.

Sin tener más opción, y teniendo a su hermano pisándole los talones. Rapha entró a la bodega abandona a través de una ventana rota y se escondió detrás de unos barriles de metal, los cuales no tenía interés de saber que contenían.

Pasados unos segundos más, vio a través de su escondite como Mikey y Donnie pasaban de largo la bodega y se alejaban dando saltos por los tejados. Fue entonces que Rapha pudo al fin tomar una gran bocanada de aire y pensar en que haría a continuación.

Volver a la guarida no era una opción, no después de lo que había hecho, ir con Abril o Casey tampoco era viable, pues ellos de igual forma fueron testigos cuando pasó el accidente y si se presentaba frente a ellos pidiendo ayuda, lo más probable era que terminaran entregándolo a Leo.

Viendo la situación, estaba completamente perdido, sin hogar, sin amigos a quien recurrir. Prácticamente solo le quedaba enfrentar las consecuencias de sus actos.

Pero tenía miedo, y ese miedo le impedía hacer eso.

Aceptando que en ese momento no podría hacer nada, optó por pasar la noche en la bodega abandonada, esperando a que, a la mañana siguiente, ya estando más tranquilo y descansado, pudiera pensar en un mejor plan.

Así que, siguiendo esa idea en mente, salió de su escondite detrás de los barriles y procedió a buscar un mejor lugar para dormir, pues las nubes comenzaron a cubrir el cielo y el aire traía consigo ese peculiar olor a agua que indicaba que una fuerte lluvia iba a acontecer.

Bajó por unas escaleras de metal y llegó a lo que era la sala principal de la bodega. La lluvia ya había comenzado a caer y esta se filtraba por algunos agujeros del techo. No deseando mojarse, Rapha se movió hacía su derecha, donde se podía divisar una escalera que conducía a una oficina en un mezanine y viendo que parecía ser el único lugar medianamente seco, no tuvo opción, más que dirigirse allí.

En eso, escuchó el sonido de pasos aproximándose hacía él.

Suponiendo que podrían ser Mikey y Donnie, Rapha se replegó hacía la pared más cercana y usando la oscuridad como ventaja, se ocultó detrás de unas cajas de madera grandes que estaban en una esquina.

Para su suerte, aquel que había producido el ruido de pasos, no eran sus hermanos, sino un robot Krang.

"¡Oh perfecto! pensó Rapha con ironía. "Me alegro de que sea un Krang el que este aquí y no mis hermanos, si que necesi…¡espera! ¿Qué hace un Krang aquí?"

Rapha permaneció inmóvil en su escondite, su cabeza le decía que era mejor salir de ahí, pero su curiosidad pudo más y se quedó para descubrir que tramaba.

-Krang reporta que el lugar está vacío – dijo el robot a través de un comunicador que tenía en su mano. – Procediendo a esperar instrucciones.

-Krang llegará en breve con otros Krang – se escuchó la respuesta por medio del comunicador.

-Enterado Krang.

No pasaron más de cinco minutos y en el lugar apareció un pequeño camión de carga repleta de no más de cinco Krang con apariencia humana. Apenas hubieron estacionado el vehículo los Krang comenzaron a descargar de su interior varias cajas metálicas.

-Krang informa que todo el equipo solicitado por Krang está aquí – dijo uno de ellos. – Solo faltaría el sujeto de pruebas.

-Un equipo Krang se encuentra en eso -contestó el Krang que ya estaba en la bodega.

"¿Equipo? ¿Sujeto de pruebas?" se cuestionó Rapha al ver la operación. "Será mejor que me vaya, ya tengo muchos problemas como para meterme en otros…"

Al darse la vuelta para salir de ahí, Rapha de topó cara a cara con un Krang que le apuntaba con una pistola. La tortuga al ver aquello, hizo ademán de tomar sus sais y atacar, pero justo en ese momento recordó que los había perdido en la guarida.

Y tener tiempo para coger otra cosa con lo cual defenderse, lo último que vio y sintió Rapha, fue una luz brillante seguido de una dolorosa descarga eléctrica.


-¡¿Por qué no nos haces un favor a todos y dejas de ser tan paranoico?!

-¡No soy paranoico!

-¡Te la pasas diciendo que el Krang y Destructor van a aparecer en cualquier momento.! ¡Pero acéptalo, no van a volver!

-¡Tú no sabes que puede pasar! ¡Cómo el líder, es mi deber estar atento a cualquier amenaza!

-¡Eso de ser líder se te metió mucho a la cabeza!

-¡Lo que pasa es que estas celoso!

-¡No es cierto!

-¡¿Acaso no aprendiste nada de tu experiencia cuando fuiste el líder?!

-¡Leonardo, Raphael, es suficiente!

-¡Maestro Splinter!

-¿Rapha que has hecho?


Cuando Rapha recuperó la consciencia, descubrió que estaba acostado sobre una especie de tabla y que no podía moverse. Abrió lentamente los ojos y lo primero que vio fue que se encontraba en un laboratorio a medio construir. Al parecer el Krang, durante todo el tiempo en que las tortugas no supieron nada de ellos, estuvieron reconstruyendo su base de operaciones y por como se veían algunos números en las diversas pantallas de las computadoras, ya tenían un buen rato planeando algo.

"Tal vez Leo no estaba tan paranoico " pensó Rapha.

-El sujeto conocido como Rapha ha despertado -dijo un robot Krang que estaba cerca de él. -Krang procederá a inyectar formula 1 al sujeto de pruebas.

-¡No soy un conejillo de indias! – exclamó Rapha al mismo tiempo que forzaba sus brazos y piernas para salir de ahí.

-Tú fisionomía y ADN, te hacen el mejor candidato para el experimento T1-H1.

Otro Krang se acercó a Rapha, este traía consigo una jeringa pequeña y en un parpadeo, le inyectó su contenido en el hombro izquierdo.

-¿Eso fue todo? – cuestionó Rapha confundido. – Y yo que creía que iban a inyectarme con muchas jeringas.

-Eso era una sustancia conocida como penicilina – dijo el Krang.

Rapha iba a cuestionar al robot, cuando sintió como otro krang le colocaba una especie de placa de metal sobre sus brazos, piernas y pecho. Pero eso no era todo, la tortuga podía sentir varias puntas afiladas provenientes de estas placas.

-Procedan con la Formula T1-H1.

Apenas el robot hubo pronunciado estas palabras, Rapha sintió varias agujas perforar su cuerpo y el dolor que causaban estas, era tan fuerte, que simplemente no pudo evitar gritar.

Y lamentablemente, ese apenas era el comienzo…


Y esto es apenas el comienzo...

Todos sus comentarios son aceptados.Nos leemos a la próxima.