Nunca pensé arrepentirme de mis acciones y que tendría el peor día de mi inmortal existencia.

¿Era tan ciego como para no verlo incluso estando debajo de mi nariz?

Desde mi rebelión contra mi creador hasta mi caída hasta lo más profundo del infierno, siempre me vi como la maldad absoluta de las religiones abrahámicas, pero he estado tan lejos de la realidad.

En verdad nunca fui el malo de esta historia, no importa cuánto piense en eso, no lo soy... Y eso solo hace que mi odio aumente sin parar.

"Debí darme cuenta" susurre mientras el aliento frío escapaba de mis labios secos y sucios de tierra y sangre.

Desde el comienzo solo fui una herramienta, una pieza más en el tablero de los Dioses que juegan con nuestra existencia... Solo soy una pieza más en el engranaje de este plan maquiavélico orquestado por mi creador, el Dios blanco.

"Satanás..."

El nombre subió por mi garganta y salió por mi boca con amargura y frustración. No obstante ignore el sentimiento de frustración que inunda mi mente al saber todo los planes que el Dios blanco tenía incluso para mis hijos.

"Debes calmarte, Helel..."

Una mano reconfortante acarició mi mejilla suavemente. Sentí una tranquilidad inmensa gracias al toque suave y amoroso de esta persona.

"Gabriel..." susurre suavemente mientras me inclinaba en su toque. "¿Por qué me cuentas todo esto ahora?"

Abrí mis ojos, que habían estado cerrados mientras divagaba en mis pensamientos, y lo primero que se atravesó en mi visión fue la aparición hermosa y suave de una mujer de rizos dorados y ojos verdes profundos.

"Todas estas muertes han comenzado a pesar en mi consciencia" podía sentir el dolor y la inmensa tristeza de las palabras de Gabriel mientras hablaba, como a pesar de mantener una postura inquebrantable, su voz la delataba al poco a poco quebrarse. "Todos esos pequeños niños creados para seguir esta guerra... Esta purga contra los demonios y ángeles caídos... Sólo son niños, Helel, niños que apenas nacen se les da un arma y conocimientos básicos de sus habilidades angelicales y son asignados a alguna guarnición de los serafínes o arcángeles y yo..."

Abracé a Gabriel con todas mis fuerzas y me negué a verla quebrarse. Era mi hermana pequeña, mi pequeña Gabi a la cual crié y enseñé todo lo que sé... Ella era más como una hija para mí que una hermana.

Ah pesar de que amo profundamente a Gabriel, me sentí extremadamente incómodo cuando ella se aferró a mí y enterró su rostro en mi pecho, ahogando sus llantos que incluso aún se podían escuchar.

"Todo este odio... Todo este ciclo interminable... Quiero que acabé, Helel" escuche sus palabras en silencio, no la interrumpi, sabiendo que la fuerte Arcángel Gabriel que siempre actuó alegre e inocente a pesar de todos los problemas, por fin ha cedido ante la presión de los cielos. "Yo no odio a tus hijos, Helel. Por el contrario, deseo que vivamos en paz entre nuestros hermanos caídos y tus hijos y-"

"Debo interrumpirte ahí, Gabriel" la aparte de mi y la tomé por los hombros mientras le daba una mirada furiosa y desagradable. Ya me hago una idea hacia dónde va esto y no aceptaría si no fueran con sus métodos. "Dejémonos de esta falsa predicación de la paz y el amor. Esto no se resolverá con el diálogo y mucho menos con amor..." no pude evitarlo pero mis labios se curvaron en una sonrisa triste y un nudo se cruzó en mi garganta. "Debemos hacer sacrificios respecto a los altos mandos del cielo... Si sabes a qué me refiero"

Esta purga que comenzó mi creador, el Dios blanco, no se detendría hasta que haya una buena razón para hacerlo.

"Estoy de acuerdo con tu idea... Pero es imposible"

"Has aceptado muy rápido" mire sorprendido a Gabriel, no pensé que se aceptará tan rápido la idea de asesinar a nuestro creador.

"Yo... He intentado buscar otra solución aparte de esta, pero no veo a Metatron y ha Miguel deteniendo la purga solo por que si"

Aunque estamos en una guerra, dentro y fuera de las religiones abrahámicas saben que esta es una campaña de parte del Dios blanco para purgar a los demonios y ángeles que abrazaron la oscuridad... Aunque hay más detrás de todo esto de lo que apenas me entero gracias a Gabi.

Justo cuando volví a abrir mi boca para hablar, se escucharon varias trompetas a la lejanía que resonaron con fuerza y dispersaron las nubes del cielo.

"Debo irme" fruncí el ceño mientras observaba a lo lejos a cientos de ángeles descender del cielo y encontrarse con cientos de demonios liderados por una de mis hijas del Ars Goetia.

"¡Espera!" sentí el fuerte apretón de Gabriel en mi hombro, deteniendome en seco. "No me has dicho siquiera algo de cómo procederemos"

"No es el momento para hablar de los detalles" quite su mano de mi hombro y cree un círculo mágico debajo de mis pies que comenzó a brillar con fuerza. "Pero te complacere, pequeña Gabi" mis siguientes palabras hicieron que Gabriel se estremeciera de horror. "Ciertos tíos que odian a nuestro padre estarán más que felices de ayudarnos en su eliminación"

Con esas palabras, desaparecí del lugar sin darle tiempo a Gabriel para hablar.

Necesito pensar profundamente en mis próximos planes para al menos conseguir una paz momentánea para mis hijos.

||Infierno: Ars Goetia||

PoV Narrador:

"Puede pasar, Lady Markez"

Markez Bael, una hermosa mujer de cabello negro trenzado y los típicos ojos amarillos tóxicos de los demonios mayores, camino con elegancia y la frente en alto atravez de todas las miradas que recibía de los otros demonios en la habitación.

"Progenitora de la casa Bael, ¿a que se debe tu visita?"

Markez respiro un par de veces para calmarse y no mostrar su miedo ante el demonio frente a ella.

El aire se sintió más pesado para Markez al sentir la presión del poder que emanaba del demonio. Ella miró sus facciones y no ha envejecido desde la última vez que ella lo vio. Su melena roja carmesí flujo libremente hasta la parte hasta de su espalda, en su rostro llevaba una barba roja prolijamente cortada y ojos amarillos tóxicos miraron sin pestañear a Markez. El demonio pelirrojo sólo vistió una armadura de color rojo plateado con un cuello alto y un frac de color marrón rojizo.

"¿Y bien?"

Markez inhalo y exhalo por última vez antes de inclinarse profundamente y por fin hablar:

"Es un honor estar de nuevo en su presencia, Maou Lucifer: Lord Satanás" dijo Markez.

"Parece que has mejorados tus modales desde la última vez que mostrastes tu rostro al público, Markez"

La ceja izquierda de Markez ganó un tic ante la voz refinada pero sutilmente burlona de un hombre de cabello plateado y ojos amarillos como los suyos. El hombre se paró recto y con las manos a la espalda justo al lado del trono de Satanás.

"Lucifuge Rofocale... Sama" Markez dijo a regañadientes el honorífico. "También es un gusto verlo nuevamente"

"Seguro debe serlo, pequeña buf-"

Rofocale cerró su boca instantáneamente cuando vio a su señor alzar la mano.

"Lo siento, Lord Satanás. Perdoné mi habladuría" Rofocale se inclinó ante Satanás.

El Maou Lucifer miró de reojo a su sirviente por unos segundos antes de volver a mirar a Markez pero antes de volver hablar, algo llamó su atención.

Una mata de cabello castaño se asomó un poco detrás de Markez.

"Dejemos los saludos para otro momento" dijo Satanás. "Sacia mi curiosidad, Markez. ¿Por qué luego de tantos años has decidido volver a mostrar tu cara y justo frente a mi?"

Bastardos.

La ira creció en Markez pero no lo demostró, mantuvo un temple de calma y una postura digna de una reina.

Intentó venir en paz pero es imposible cuando me ven como menos que basura.

Markez frunció los labios y sintió las miradas de todos en ella.

Sigue tu plan, Markez. Si lo logras podrás sacar a tu familia del lodo.

"Vengo a buscar una alianza con usted, mi Lord" dijo Markez.

Las risas inundaron el lugar ante sus palabras. Todos alrededor tenían claro lo que ella había hecho en el pasado y sus palabras no fueron tomadas en serio por nadie... Excepto por dos personas.

Rofocale arqueo una ceja curioso ante sus palabras y Satanás... El rey demonio simplemente la siguió mirando en silencio.

"¿Abuela?" la voz suave y nerviosa de una mujer detrás de Markez se escuchó en casi un susurró.

"Calmate, Venelana" Markez apretó los puños y sonrió forzadamente al seguir escuchando las burlas de los demonios alrededor.

"¡Ella cree que Lord Satanás siquiera considerará su oferta" habló un noble entre la multitud en un grito. "¡Que tonta!"

Hubo un gran estruendo que detuvo todas las burlas y voltearon hacia el lugar del ruido, sólo para ver al demonio que había gritado antes, empalado a una pared gracias a una lanza de llamás carmesí que se incrustó en su pecho.

"Nadie habla por mí" dijo Satanás. "Y ustedes"

Todos los presentes guardaron silencio y se encogieron de hombros cuando los ojos de Satanás se posaron en cada uno de ellos.

"Guarden silencio"

Satanás esperó unos minutos esperando a que alguien contradijera su palabra.

"Bien. Prosigue, Markez" dijo Satanás, volviendo a mirar al progenitor de la casa Bael.

¿Cuando se movió? Pensó Venelana asombrada por no haber notado el momento en que Satanás se moviera para matar a ese noble.

Markez se hizo aún lado y presentó a Venelana:

"Mi idea de una alianza viene en la forma de que acepte a mi descendiente como su esposa, como una forma de comenzar con la redención de mis errores pasados"

Satanás miró a Venelana de pies a cabeza. Analizó cada parte del cuerpo de la joven mujer bael, no perdiéndose ningún detalle de sus caderas en forma de reloj que se podían apreciar a pesar que usaba un vestido.

Buena jugada, Markez-chan. Rofocale sonrió microscópicamente. Yo hubiera hecho lo mismo si tuviera una descendiente mujer pero solo veo hombres en nuestra familia.

"¿Buscas integrarte a la política de mi lado, como una forma de redención a tus actos pasados?" inquirio Satanás.

"No sólo de manera política" dijo Markez. "También en la guerra"

"¿Y me entregas a tu descendiente, por qué?"

"Este matrimonio político será una manera en la cual usted brindará seguridad a mi familia mientras nos volvemos a levantar"

Satanás se hundió en su trono y entrecerró los ojos levemente.

"¿Por qué debería aceptar tu oferta?" cuestionó Satanás. "No veo ningún beneficio en esto para mi"

Markez sonrió al escuchar eso, ya lo tenía donde quería.

"Descendencia"

Satanás entrecerró los ojos peligrosamente y volvió a mirar a Venelana con intensidad.

"¡Explicar!" ordenó Satanás.

"Se que busca una mujer digna que cargue a su descendencia y creo que Venelana puede con eso" dijo Markez.

Venelana alzó la mirada y mantuvo contacto visual con el rey de los demonios.

El destino fue alterado y quien debía ser la esperanza de los demonios en un futuro, ahora será la desgracia del mundo.


Un AU que cuenta la historia muy diferente como debería ser. Los hechos ocurren muy diferentes al Canon así que no esperen nada relacionado con eso (al menos con los personajes)

Los demonios, ángeles/caídos y Dioses en esta historia serán las escorias más grandes del mundo que sólo les importan sus intereses. Aquí no va haber un demonio que busca la paz o alguna cosa así... Oh al menos habrá uno que otro pero se cuentan con los dedos de una mano.

Bien, ahora hablemos del prólogo. Es un poco confuso ya que comienzo con una historia muy atrás y que prácticamente en el otro capítulo planeo hacer un time skip y dejaré estos acontecimientos en el anonimato que cierto demonio con síndrome de octavo grado nos contará en un futuro capítulo. También les dejo la incógnita sobre qué planes tiene Helel (que prácticamente es Lucifer pero usa su nombre de Ángel) esto si se contará en capítulos especiales o con Gabriel contando los sucesos. También decidí comenzar la historia de esta manera para... Mantener una incertidumbre con este AU ya que todo es diferente y aunque se presenta a personajes importantes desde ya, ellos no hacen algo taaaaaannnnn importante... Aún.

Me apoyaría mucho siguiendo la historia y dejando tu reseña.