Fic
Historias de Albert y Candy
Presenta
Quédate Conmigo
Por Mayra Exitosa
Había sido registrada a la fuerza, su padre se vio obligado en cuanto la conocía, aseguraba que había sido intencional para sacarle dinero, tiempo después su madre tuvo un accidente automovilístico y la pequeña rubia de mirada triste color verde al quedar sola sentía que nadie la recogería e iría a un orfanato, más no esperaba que al ser investigada sacaran que su padre existiera, pues ella no lo había visto nunca, por lo cual el hombre de negocios serio y formal tuvo que responder discretamente mandándola a un internado para tratar de que su familia no se diera cuenta de su existencia.
- no es necesario que me busquen, cualquier cosa véalo con mi asistente, se pagara lo que requiera con anticipación. - Como usted ordene, Sr. Mac Connery. La niña era bonita, de cabellos rizados mientras que él la vio, supo que no tenía nada que ver con él, aseguraba que su madre solo deseaba su fortuna, pero cuando murió se daba cuenta que ni familia tenía, por lo que se vio obligado a atender a su hija legalmente, ella no lo conocía y no le importaba, sentía que era la hija de alguien más, por lo que pagar su asistencia a un internado no le perjudicaba. Quince años después, su asistente comentaba, - Señor Mac Connery la señorita será graduada el próximo mes. - Ya veremos eso, ahora no tengo tiempo.
Lejos de ahí, una familia estaba recibiendo la herencia en un testamento y la única regla hacía rabiar a su nieto. - ¡cómo! Yo tengo novia. - Lo siento William, querido era la ultima voluntad de tu abuelo. - Maldita sea, nadie me obliga a mi a contraer matrimonio con una desconocida, además tengo novia. - Hijo es un convenio que hizo tu abuelo y no sabía de eso hasta ahora.
Molesto el hombre salía subiendo a su automóvil descapotable esperando se enfriará un poco el ánimo, llevaba una relación con Susana Marlow, pensaba pedirle matrimonio en cuanto pasara el tiempo prudente del luto por su padre, ahora su abuelo había sido astuto al condicionar su fortuna a un matrimonio con la nieta de un viejo amigo de la familia Legan.
En la mansión Legan la joven hija gritaba molesta, que no pensaba casarse con un desconocido, ella no iba a contraer nupcias con un déspota miserable que solo quería el dinero de su padre. - Hija, es solo una condición de un acuerdo que hizo mi padre. - Pues no creo que tenga que casarme, además tengo novio, Terrance esta triunfando en el teatro y llevamos una buena relación. - Hija, si no cumplo esa demanda, podría perder una cuantiosa fortuna.
Incomodo en el despacho se enteraba del problema uno de los socios Gerald Mac Connery sobre tener que casar a una hija de él con uno de los Andrew, el cual no tenia una buena reputación por ser un tirano, más tenía fortuna y aunque se rumoraba que era muy asiduo a burdeles, la familia honraba el matrimonio sin posibilidad de divorcio. - Es una familia muy tradicional Gerald, mi hija tiene un noviazgo con un actor famoso y la ama. - Comprendo, sabes, yo tuve una hija fuera del matrimonio y ahora tiene diecinueve años, sale de un internado, si quisieras podías registrarla y hacerte pasar por su padre. - ¿una hija tuya? ¿ilegitima? - Está registrada, más sé que no es mi hija, su madre solo quería mi dinero, tu comprendes. - Si, pero si la registro como hija mía, se sabrá que la acabo de registrar. - Nadie se dará cuenta, no me ha visto nunca, ella desde que murió su madre ha estado en un internado. - Pues con eso podría salvar a mi hija, diciendo que tenía otra hija más. - Hagamos el cambio, diremos que tu eres el verdadero padre y la niña llevará tu apellido. - Gracias Gerald, esto si se llega a saber, puede ocasionar mi ruina y no… - La mía también, si mi mujer se da cuenta que tuve una hija fuera del matrimonio, me pedirá el divorcio y tendré que dejarle la mitad de la fortuna.
Candy se enfrentaba a un papeleo, donde a ella siempre la habían llamado Señorita Candy Mac Connery, resultaba que su padre era un señor Reymond Legan, quien realmente había engendrado una hija con su madre, por esa razón hasta ahora lo conocía.
En la mansión Legan, Sara y sus dos hijos escuchaban en el estudio el plan de su padre para poder cumplir con la demanda de una sociedad que había heredado hacia más de treinta años. - Me vi en la necesidad de registrar a una niña como si fuera mi hija, esto con la finalidad de que porte mi apellido y con ello pueda ser quien se case con ese joven excéntrico que nadie quiere. - ¡Gracias Papito! Lloraba Eliza al reconocer lo que su padre estaba haciendo por salvarla de un matrimonio cuando era novia del famoso actor Terrance Grandchester, mientras Niel se quedaba en silencio al pensar que su padre estaba escondiendo un desliz frente a su madre, con la justificación de ese tonto invento de matrimonio obligado que ya no se usa en la actualidad, pero ambas estaban cayendo redonditas en su mentira y él solo sonreía de lado, al ver la astucia que tenía su viejo.
La mansión recibía el auto donde llegaba Candy Legan, quien conocería a la familia de su padre, y a sus hermanastros, ella estaba apenada, al parecer tenía la edad de su hija menor, mientras que su hijo mayor ya había nacido, por lo que ahora avergonzada temía sentir el desprecio de la señora Legan, al saber que era la prueba de una infidelidad de su padre.
- Hola Candy - ¿Papá? - Si hija. Mi familia apenas les acabo de informar de tu existencia, comprenderás que no se van a sentir muy cómodos, pero espero comprendas, buscaré la forma de que tengas un buen futuro. - Gracias, siento mucho que mi madre haya hecho esto, realmente lamento toda la situación. Candy vestía ropas finas, era hermosa y bien educada, por lo que, al ingresar, el primero que la vio fue Niel, quien supo que esa belleza jamás se parecería a su padre, mucho menos a nadie de su familia, nervioso trataba de ocultar la agitación de su corazón al escuchar su amabilidad y las disculpas a su madre, quien solo asentía seria al saber que esa joven no tenía nada que ver con sus hijos y serviría para salvar a Eliza de un compromiso por su suegro.
La habitación era hermosa, sus ropas eran de buen estatus, esto gracias al asistente de su padre real Mac Connery, quien siempre le enviaba ropas caras, para la hija de su jefe, ahora ya no sabía nada de ella, pero al menos él había cumplido decentemente con al joven.
Continuará...
Gracias por leer una historia más gracias a la imagen de Loren Mont, por el décimo aniversario de escritura creativa
También agradecida por no tomar mis escritos, ni adaptar ni utilizar por ningún medio auditivo o plataforma alterna, en parte o completa ninguno de estos.
Con sincero aprecio,
Un abrazo a la Distancia
Mayra Exitosa
