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Advertencias del capítulo: (Lenguaje obsceno)
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Disclaimer: Attack on Titan y sus personajes NO me pertenece
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Nota: Esta historia es completa y absolutamente MIA, y no es permitido tomarla sin mi autorización.
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CHAPTER 1
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EYES CONTACT
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Mikasa era la nueva maestra en el jardín de niños en la Genki Japanese School, la cual es una prestigiosa y muy exitosa preparatoria.
Aunque apenas llevaba una semana, se había familiarizado con cada uno de los niños. Los estaban de todo tipo, desde el tímido y solitario del salón, hasta el pequeño rebelde con rostro de ángel. También el grupo de chiquillas que intentaban impresionarla adorablemente y los pequeños hombrecillos que le regalaban flores, manzanas y dulces.
El grupo en general era muy bueno. Dado su experiencia en pedagogía infantil y el amplio conocimiento que tenia sobre psicología también infantil, había logrado convertir una situación de estrés, común para los infantes al cambiar de instructor, en una gran oportunidad. Apenas habían transcurrido un par de días y ya todos eran familiares para ella.
Les esperaba en la puerta de entrada y les daba aquel saludo que había practicado con cada uno de ellos por individual. Los niños tenían la elección de darle un abrazo, un beso en la mejilla o un choque de manos. Los pequeños habían aceptado entusiasmados aquella nueva rutina de saludos y eso les hacía aún más apegados a ella y les obligaba a socializar de una manera sana.
Estaba terminando de saludar el pequeño Michael, cuando observó de reojo que Anya Arleth se acercaba corriendo. Se irguió luego de indicarle a niño que podía seguir su camino dentro del salón y miró a la emocionada chiquilla con una sonrisa.
Anya era una niña muy especial, aunque todos sus pequeños lo eran. La infante tenía una naturaleza muy curiosa e inquieta, sin embargo era extraordinariamente inteligente y madura para su edad. También era extremadamente dulce y sincera, casi una líder de clase.
Estaba por recibirla cuando escuchó una voz masculina llamándola.
—¡Anya! – un hombre alto se acercaba desde la entrada del edificio. Llevaba un traje oscuro y el cabello pulcramente peinado de una manera elegante. Era moreno y su cuerpo era fornido. Tenia un aspecto muy masculino y bastante atractivo.
No obstante, cualquier cosa palideció cuando vislumbró sus intensos ojos desde la lejanía. Eran de un color verde, vivaces y llamativos.
Mikasa sintió un singular y notorio aleteo en el estómago. No supo porque se puso inmediatamente nerviosa y observo como Anya se acercaba al hombre quien llevaba una pequeña lonchera de hadas, la cual le entregó.
La pequeña rubia dijo algo y la señaló, la mirada del moreno se fijó una vez más en ella, antes de que se inclinara y le señalara su propia mejilla a la niña. Anya se rió y le dio un sonoro beso, luego se despidió con un efusivo movimiento de manos y se acercó a ella.
El hombre se irguió, le miró a los ojos un momento e inclinó ligeramente la cabeza, luego dio media vuelta y se alejó.
—Maestra – la voz de la pequeña le sobresaltó. Mikasa soltó el aire bruscamente, apenas dándose cuenta de que lo había retenido y miró a la chiquilla.
—Dime cariño – el corazón aún le latía temblorosamente y sintió como sus mejillas se encendían en calor.
¿Qué había sido todo aquello?
—Quiero mi abrazo – la infante abrió sus pequeños brazos en su dirección. Con una sonrisa, Mikasa se inclinó y le dio un fuerte apretón.
—Bien, vamos dentro.
Y su mirada se desvió a la entrada una vez más. El hombre ya no estaba.
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—Entonces ¿hay alguna razón por la que parezcas decidido a quitarme el placer de llevar a mi hija a la escuela?
Eren levantó la mirada y observó con una expresión neutral el rostro sonriente de su mejor amigo.
Donde él era moreno, Armin era tan brillante como el sol. Eran polos opuestos, tanto en físico como en personalidad. Se conocían desde la primaria y aun hoy en día, lo consideraba más su hermano que solo un amigo, era la única familia que tenía.
—¿Tiene algo de malo? – esquivó su pregunta con un encogimiento de hombros.
Debió haber notado algo extraño cuando Armin decidió visitarlo en su oficina esa mañana.
—No, claro que no. Se que adoras a Anya, pero… – se acarició distraídamente la barbilla – Que ahora decidieras hacer de chófer es bastante… inusual .
—Me queda de camino al trabajo – la escuela de la pequeña se ubicaba en el centro de Tokio, apenas a unas cuadras de distancia del edificio en el que trabajaba.
—Claro, pero mi casa queda al lado opuesto de la ciudad – se encogió de hombros mientras se acomodaba en la silla frente a su escritorio – No me malentiendas… me alegra la ayuda y Anya te adora, pero… no sé porque últimamente siento que me estoy perdiendo de algo.
Eren se tensó, al saberse descubierto. No le sorprendía de hecho, considerando que Armin era en realidad uno de los mejores detectives de la ciudad pese a su apariencia inofensiva.
Carraspeó mientras volvía la atención a los papeles sobre el escritorio.
—No sé de qué hablas. Solo llevo a mi sobrina a la escuela.
—Y te lo agradezco – sonrió con suavidad – Anya parece muy feliz últimamente. Me imagino que es por ti y por… esa nueva profesora – el rubio notó como los hombros del moreno se tensaba y su sonrisa se ensanchó. Era tan obvio.
—¿Ahh si? – Eren le observó fijamente.
—Si, creo que iré uno de estos días a darle las gracias por el trato que tiene con mi hija – le dirigió una mirada baja – Puedes venir conmigo si lo deseas.
El moreno suspiró, entendiendo finalmente la razón de aquella visita. Dejó los papeles a un lado y luego se cruzó de brazos mientras se apoyaba en su asiento.
—Si ya lo sabes… ¿Por qué le das tantas vueltas?
—Creí que me lo contarías. Por un momento pensé que querías robarme el amor de mi niña – dramatizó.
—Sabemos que no es así – rodó los ojos.
—Claro, pero me pareció curioso que pasaras los últimos dos meses por ella para llevarla a clases – apoyó el rostro en su mano – ¿Y dime? ¿Cuándo pretendes decirle que no eres su papá?... Y qué tampoco eres casado, y de hecho, estas muy interesado en ella.
—¿Como sabes que no lo he hecho? – se jactó con una ceja alzada.
—Porque te conozco – Armin sonrió – He escuchado que es una chica muy encantadora. Los niños la aman y sus referencias son impecables.
—Ahh…
—Annie la adora, al parecer se hicieron buenas amigas.
—Bien.
—También está soltera.
Eren asintió sin decir una palabra. No podía confesarle a Armin que lo suponía porque no portaba un anillo en el dedo, además la había hecho investigar.
—Deberías intentarlo.
—Claro – soltó con aparente indiferencia.
Armin escondió una sonrisa. Sabía que aunque Eren actuaba con desinterés, sin duda se pondría en ello. Era solo cuestión de tiempo
[•••]
Horas más tarde, mientras terminaba todos los pendientes del trabajo, Eren decidió que al día siguiente intentaría acercarse y presentarse ante la profesora de Anya.
Talvez podría invitarla a una cita.
En cuanto sus ojos se habían cruzado lo supo.
Ella era la indicada.
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FIN DEL CAPÍTULO
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NOTAS DEL CAPÍTULO:
Muy bien, un reto era suficiente, pero luego me dije, si puedo con uno, puedo con dos y se que no es así, pero bueno… que puedo decirles.
En fin, para el Flufftober de Es de Fanfics les traigo esta pequeña compilación de momentos EreMika porque esta pareja tiene todo lo que se necesita en cuanto a ternura y amor.
Espero que les guste el primer capítulo, la mayoría de los que ya tengo son AU, pero también pienso hacer al menos uno dentro del universo de Attack on Titan.
Besos y abrazos. Nos leemos pronto
02/10/2021
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