CAP 1
"Consecuencias"
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Nota de Autor: Favor de revisarlas al final por favor ;)
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Larry se encontraba sentado en aquella silla blanca y algo curva, observando los alrededores con gran nerviosismo al tiempo que se frotaba los dedos metálicos y trataba de poner en orden sus pensamientos y sus emociones reconociendo que aquel llamado lo había sorprendido y sacado de balance a pesar de que en el fondo, él mismo lo había provocado.
Había sido otra vez, una estúpida discusión.
Solo eso.
Bueno, quizá no tanto, habían llegado bastante lejos y recordaba vagamente que Otto les había gritado algo pero era difícil de comprender mientras él le alzaba la voz a ese enorme pedazo de animal que le acababa de arrancar un brazo y que ahora lo agitaba en el aire, amenazándolo con mandarlo a la refinería de reciclaje y que dejara de hacer escándalo por el último de sus errores… cuál había sido?... le estaba costando el recordarlo bien, había algo relacionado con su ropa… ah, era verdad. Había olvidado revisar que la ropa de Belardo no se hubiera llevado algo "extra" por entre ese amasijo sin un orden y una de las calcetas del pequeño Otto se había colado en toda esa mezcla, en el interior de uno de los guantes del oficial del tiempo y este era de un rojo bastante vivo por lo que las prendas blancas de su compañero humano habían terminado en un tono rosa con líneas borrosas un poco más intensas en algunas zonas.
Todo en el conjunto terminaba por ser gracioso a decir verdad y aunque era difícil incluso para el año 100 millones el retirar los tonos transferidos por prendas dadas a decolorarse, no era imposible.
Pero eso nunca sería suficiente por más que trataba de explicárselo y quizá, había usado uno de sus tonos de voz más mordaces al recordarle que si bien estaba ahí para servirle de apoyo y ayuda no significaba que era la "sirvienta" de turno para tener que revisar que no hubiera dejado ninguna basura por entre los calzones. Ya estaba incluso harto de las veces que tenía que haber pedido que otro robot fuese a apoyarlo con el reparado de las máquinas secadoras porque a Belardo se le había olvidado sacar sus pañuelos de papel de los bolsillos, quedando la máquina tapizada de estos al haberse deshecho de previa forma en el lavado.
Aunque a decir verdad… no era el único problema ahí.
Su nivel de paciencia estaba llegando a los límites entre la frontera de volverse completamente loco o apagar su sistema de consciencia y dedicarse por completo a ser un robot. El volver a desactualizarse y cumplir con las esperanzas del humano adulto no eran tan descabelladas pero a final de cuentas, no podía hacerle eso a Otto.
Si bien en un inicio le había resultado irritante el tener que cargar con un niño pequeño que sentía que les sería una carga en su trabajo y que había sido una adición accidental al equipo, se había terminado convirtiendo en la única alegría de su vida, si es que podía llamarla de aquella manera a su existencia; de poco en poco, se había dado cuenta de que adoraba a ese niño y había empezado a cuestionarse si los humanos no estaban demasiado convencidos de su superioridad como para restarle importancia a lo que él mismo llamaba "amor".
Sabía que amaba al niño humano mas que a nada en el universo y que a pesar de sus problemas y de lo fastidioso de su vida, ese pequeño era la luz de todo en sus días y en su trabajo.
No había nada que no hiciera o diese por él.
Y… a veces se pillaba preguntándose si realmente amaba a ese estúpido animal brutal que era su compañero de oficio o era su deseo interno y desesperado por creer que podía tener una familia de verdad, como la de esos programas que gustaba de ver en las noches y en las que a veces los demás lo acompañaban, incluidas las burlas de Belardo aquí y allá; había momentos, pequeños flashes de alegría y de calor en los que el oficial del tiempo parecía preocuparse por él y extrañarlo, esforzándose en tratarle de manera amable o con un pequeño dejo de comprensión… pero entonces, venían los golpes. Ah si, de eso siempre era un montón.
Golpes o despedazamientos o frases encantadoras como "los robots no sienten dolor, solo eres una máquina, compórtate como una!".
A veces quería creer que no quería decirlo en serio y en otras ocasiones podía notar que de hecho, Belardo creía a pies juntillas en ello.
Y a decir verdad… él mismo podía reprochárselo?
Ni él mismo estaba seguro de lo que era o quién era, si solo estaba imitando lo que podría ser un ser humano llamado "Lawrence" y que incluso el dolor en su pecho era a causa de esas imitaciones o si realmente sentía dolor o alguna emoción; se colocó una mano en el pecho mecánico sobre su medidor de emociones y muy en el fondo de sus memorias, le pareció escuchar la voz de un anciano diciéndole que no debía de tener miedo, que lo que él tenía era especial y diferente y que él deseaba que fuera así y que no permitiese que nadie le dijese que no estaba vivo.
Hizo una mueca, aún sentado en aquella silla en aquella enorme habitación con tantos escritorios y tantos otros oficiales atendiendo sus asuntos administrativos.
No podía recordar quién le había dicho eso, solo que era alguien importante.
Pero al menos si podía traer a su memoria el hecho de que así como varios robots que habían sido creados a partir de su propio modelo y los posteriores, a todos les habían colocado canales perceptivos de dolor y de tacto; ah si, tenían bastantes de esos y que a veces pudiera tolerarlos o desconectarlos para zonas específicas no significaba que no resintiese el arrancado de cables o las abolladuras dadas a su cabeza o demás miembros del cuerpo. El haber hecho criaturas mecánicas carentes de estos en el pasado les había traído muchos problemas a sus diseñadores hasta que tuvieron que resignarse a que sin estos, era muy difícil que las máquinas pudiesen detectar fallas y desperfectos específicos.
Si bien una computadora podía hacer todas las detecciones básicas y mínimas, solo los nervios humanos como canales de información eran tan precisos y detallados como para con una sensación poder ayudar a determinar gravedad, zona específica, remedios paliativos rápidos… las computadoras eran perfectas para muchas cuestiones, sí, pero los humanos en sí eran unas criaturas fascinantes y sus cuerpos, aún en su imperfección, tenían funcionalidades con las que muchos aparatos apenas y podrían competir.
Por ello, toda la industria de robótica se había esforzado tanto en ello.
Puntos que funcionaban como nervios. Características de visión milimétrica que pudieran ubicarse en el espacio reducido de un globo ocular. Funcionalidades extras para que si el humano deseaba, pudieran usarles a gusto. Ah si. Porque la raza humana siempre tenía ese pequeño defecto en sí de pensar que cualquier objeto mínimamente parecido a un cuerpo humano funcionaba para cualquier necesidad; y se tomaban muy en serio la frase de "cualquier necesidad". En su caso y como robot diplomático que no solo acompañaba a varones sino también a féminas le habían incluido una estructura expandible para poder recibir y mantener vidas humanas hasta que pudiesen sobrevivir por su cuenta; una princesa de la india había usado de él en un par de ocasiones puesto que la chica era frágil y él estaba más que encantado de apoyarla con ello.
Al menos una de las pocas alegrías en su vida y de sentirse útil… y algo más.
Se frotó la cabeza metálica y emitió un quejido cerrando los ojos mientras se agachaba y se apoyaba un poco en sus rodillas.
Al menos ahora podía darle un nombre a aquel dolor punzante en la superficie de su bóveda metálica. Una migraña de los mil demonios.
Porqué estaba ahí, en los Cuarteles Generales del Tiempo esperando al regreso de uno de sus superiores? Nuevamente, intentó hacer un esfuerzo para recordar por entre el dolor de cabeza y el cansancio y volvió a recordarlo. Su pelea con Belardo. Le era tan fácil dejar fluir su banco de memoria que se perdía en la realidad a pesar de que la dureza de la silla comenzaba a volverse profundamente incómoda; estaba ahí debido a su pelea con Belardo y al hecho de que le hubiese arrancado el brazo, terminando el enorme hombre retirándose en mitad de su rabieta llevándose al niño con él para encerrarse rumiando con los videojuegos mientras le arrojaba el brazo a un lado como si fuese basura y dejando al robot para que se arreglase a sí mismo para luego, en medio de su furia hacer lo mismo que hacía cada vez que llegaba al límite:
Sentarse en la consola principal para enviar un correo muy correcto pero evidentemente molesto acerca de su compañero mientras rogaba por un cambio de equipo, uno donde pudiesen colocarse sin ser maltratado y a donde pudiese llevarse al niño con él.
Porque definitivamente, no pensaba dejar al pequeño Otto con Belardo ni en pesadillas, esa bestia le iba a maleducar al niño y lo convertiría en otro igualito a él de seguro!
Por supuesto… todo eran amenazas vacías.
Siempre lo habían sido.
Por ello le había sorprendido recibir una respuesta casi inmediata del Cuartel, solicitándole que se dirigiese inmediatamente a la base como una orden que no podía rechazar o negar cuando a lo que estaba acostumbrado era al silencio; él enviaba esas peticiones, la Central las ignoraba y a él se le enfriaban los circuitos lo suficiente como para ponerse a hacer la cena y luego, hablar de forma más calmada con su superior que probablemente le daría una disculpa superficial o volvería a reñirle acerca de cualquier cosa sobre ser un robot y que exagerada demasiado o que era demasiado afeminado o algo así.
Aún estaba demasiado impactado por aquello por lo que no pudo evitar dar un ligero salto cuando finalmente su superior regresó a la silla alta del otro lado del escritorio, acomodándose unas gruesas gafas de montura de madera mientras que observaba lo que parecía ser una carpeta digital con hojas de luz llenas de apuntes que resaltaban en finas líneas blancas; Larry no se sentía ni siquiera con las energías suficientes como para interpretar la letra en modo espejo por lo que dejó que su superior a cargo hablase, esperando que mientras este giraba el asiento le dijese que habían revisado su caso y que Belardo ya le estaba pidiendo de vuelta o que le enviarían una actualización para que dejara de quejarse tanto… algo por el estilo.
Suspiro con un quejido que hizo que el supervisor alzase una ceja con interés.
-Algún problema, L 3000?
-Ninguno, señor -respondió el ser mecánico enderezándose con resignación y descansando ambas manos en una de sus rodillas -ya es hora de que regrese a mi Estación?
-No, aún no -respondió con calma el supervisor a lo que esta vez el robot alzó una ceja -un millón, trescientos sesenta mil peticiones de cambio de equipo…
-Disculpe?
-Un millón, trescientos sesenta mil desde que lo colocaron como apoyo del oficial Tuddrussel -repitió aquel oficial con interés- no es la primera vez que tenemos incompatibilidades en los equipos pero la de ustedes es francamente… intrigante…
Larry se enderezó un poco más y esta vez sus gestos se volvieron levemente preocupados; no esperaba aquel tono de voz en su superior o que no pareciese molesto con lo que acababa de decir cuando lo normal hubiera sido una reprimenda por lo que ahora entendía que parecía un intento bastante nulo e inquietantemente patético por su parte de hacer las cosas de la manera correcta. Se removió un poco en su asiento y apretó un poco más sus manos en sus rodillas, sintiendo como los mecanismos en su pecho ahora parecían moverse dolorosamente mientras sus alarmas internas sonaban, dándose cuenta de la clase de peligro en la que había colocado al pequeño Otto solo por no callarse por un rato más su propia frustración.
-Me disculpo por los problemas ocasionados -intentó decir controlando el tono de sus vibraciones en la caja de voz que poseía a sabiendas de que debía de tratar de controlar el desastre que sentía que se le venía encima -fue… un verdadero error que con la debida auto actualización que haré evitará que cualquiera de estas cosas vuelva a suceder…
-En efecto, no volverá a suceder -dijo de golpe el supervisor apagando aquella tabla con el archivo lo que hizo que el robot sintiese como si todo su cuerpo hubiese perdido la poca temperatura que le brindaba su CPU en funcionamiento; el humano se giró hacia el robot, la tela blanca del uniforme hiriéndole en cierta forma el sensor de imagen en los ojos -no podemos decir que por tratarse usted de un robot diplomático no hubiéramos esperado un resultado mucho más positivo, por supuesto…
-Yo…
-Sabe que ese fue el motivo por el que lo colocamos con el oficial Tuddrussel?
Larry parpadeó un poco mientras aquel oficial suspiraba como si hubiese estado esperando aquella respuesta.
-Yo… creí que…
-Que había otro motivo? -el oficial sonrió a desgana antes de recargarse hacia atrás en el respaldo de su silla para retirarse las gafas y comenzar a limpiarlas con lentitud -no es el primer robot que se puso como compañero para el oficial Tuddrussel pero desgraciadamente tanto modelos viejos como nuevos renunciaron al cabo de pocos días por no decir que perdimos al menos a tres de ellos, muy probablemente lanzados al espacio -frunció el ceño por un segundo antes de colocarse las gafas de nuevo mientras que a Larry le brillaba la boca tan solo por un segundo.
Había estado a punto de decir que no le sorprendía ya que justamente Belardo le había arrojado a él justamente por la escotilla, tanto cuando pensase que era uno de los "otros Larry" que él mismo había creado como cuando se enfadase por ese día sin misiones, tan solo porque se había desesperado con él.
Pobre Otto, se había asustado muchísimo en aquella ocasión con los dos al borde de la furia cuando él tan solo era un niño pequeño…
-Al final nos decidimos a que si había un robot capaz de lidiar con el oficial Tuddrussel ese tendría que ser un diplomático, acostumbrado a tratar con personas hostiles y difíciles debido a sus experiencias previas con la situación de cuando el mundo aún era regido por países con actitudes agresivas y destructivas -el oficial hizo una mueca de desagrado para luego, encogerse de hombros al tiempo que el ser de metal ahora intentaba sonreír rápidamente y juntaba sus manos en un rápido movimiento de querer hacer lo posible para corregir aquello antes de que se le saliese de las manos
-Y por eso hicieron la elección correcta, yo puedo con el trabajo! -dijo con voz pretendidamente animada recibiendo una mirada incrédula de su superior -nunca se han equivocado hasta el día de hoy y entonces, voy a regresar a mi Estación con mi oficial y luego…
-Me temo que eso no va a ser posible
Larry tragó pesado y algo en su interior pareció caer hasta el suelo. Con voz levemente temblorosa preguntó:
-Van a desmantelarme?
-Qué? -los ojos castaños de aquel oficial se abrieron grandemente ante el pánico que ahora mostraba el robot antes de comenzar a reír -no, no, no. Por supuesto que no, tu nuevo teniente de seguro me asesinaría por siquiera sugerirlo…
-Nuevo teniente?
-Bueno, ex teniente -hizo una mueca el oficial antes de entregarle un sujetapapeles holográfico apagado que el robot tomó sintiéndose levemente atontado y algo mareado por aquello, creyéndose con una sentencia de muerte que solo le aterrorizaba más conforme el niño pelirrojo aparecía en su sistema de memoria, casi haciéndole sentir que en esos momentos debía de ponerse de pie y entrar en modo batalla, lo que fuera, con tal de volver a casa y olvidarse de todo pero… igual lo perseguirían, cierto? -tu primer trabajo será el de anunciarle que lo han ascendido a coronel de Escuadrón lo que le dará un margen más amplio de acción y nos quitará de encima el justificar a tantos miembros dentro de su equipo. No te agrada la noticia? Al fin se ha cumplido tu petición después de un millón de intentos!
Dijo aquel oficial mientras que el robot parecía entrar de alguna manera, en un modo automático de trabajo.
Aquello tenía que ser una especie de pesadilla.
Tomó aire y volvió a hacer amago de tragar pesado antes de volver a hablar.
-Si pudiera permitirme…
-Necesito que te retires y vayas a tu nueva ubicación de inmediato, ya que en un par de horas tendrán que partir a arreglar un alboroto en un sitio llamado "Woodstock" -indicó aquel oficial frunciendo el ceño mientras que el robot parpadeaba confundido -al parecer los encargados de ese evento en lugar de querer hablar de flores, sexo y drogas están convenciendo a los jóvenes para reclutarlos y formar una especie de ejército revolucionario para aprovechar la guerra de Vietnam y tomarse por la fuerza el resto de México -hizo una mueca y alzó la mirada -no es como que me agradara la cultura hippie de aquella época pero…
Woodstock. Algo creía recordar que Otto le había comentado por lo que comenzó a rebuscar en su sistema de datos, evitando las imágenes al respecto pues el solo uso de la palabra "sexo" ya le daba información hasta de más sobre lo que podría encontrarse y era una de las pocas cosas que no entraban dentro de su nivel de tolerancia hasta ese momento; se había jurado no volver a pensar al respecto desde que lo pusiesen a trabajar con Belardo y si en algún ínfimo instante su cabeza hubiera querido darle una luz a la idea de ellos dos juntos, la había desechado tan solo por los maltratos a los que se había visto expuesto.
Sencillamente… no era algo que quisiera imaginar.
Pero ello no evitó que frunciera el ceño, al fin dando con su archivo y dándose cuenta de que había cosas de las que ahora quería cuestionar al pequeño niño por haber sabido acerca de un evento tan… bueno…
-Va a enviar a solo un equipo para intentar lidiar con casi medio millón de personas!?
-No es cualquier equipo, es el mejor equipo con el que ha contado esta agencia desde la graduación del agente Laser -se rió el oficial a cargo mientras que Larry fruncía levemente el ceño -vienen de otro lugar, es algo… bueno -el agente se puso de pie y se sacudió por breves momentos el uniforme ante la confusión de quien tenía delante -dejaré que ellos te lo expliquen. Pero no te preocupes, de hecho, tu petición de cambio de equipo nos viene de perlas porque justamente estábamos viendo cómo colocar a uno de nuestros hombres con ellos y tú eres justamente alguien a quien el ahora coronel jamás rechazaría…
Larry estaba cada vez más confundido y sacudió la cabeza, apretando levemente los párpados.
-Otro lugar?... pero qué…?
-No te preocupes de nada y solo sígueles la corriente! -indicó su superior caminando hasta ubicarse detrás del robot para empujarlo en dirección de uno de los múltiples transportadores en aquella oficina mientras que Larry abría mucho más los ojos y trataba de frenarse
-Oye, pero pídemelo bonito y por favor! -se quejó un poco frunciendo el ceño por las prisas de su supervisor para luego, alzar las manos -además, no es esto lo que quería, cómo voy a saber yo quién…!?
Aquel agente dejó al robot en aquel círculo de luz sin darle más tiempo a réplica y pudo sentir el momento en que su cuerpo era desintegrado en partículas que se trasladaban a la velocidad de la luz hasta otro punto conectado por medio de aquellos agujeros de gusano que entrelazaban a todas las estaciones del tiempo; había días como aquel en los que se lamentaba no ser más firme o más incisivo al momento de decir lo que pensaba o quizá, tan convincente como el propio Belardo para que lo dejasen en paz.
Pero él se lo había buscado.
Había sido su error y esas eran las consecuencias que ahora tenía que asumir antes de poder corregir todo aquel embrollo.
Con Otto y Belardo.
Sus ojos se entrecerraron levemente y se cubrí la parte superior de estos con la mano libre mientras que el brillo de una habitación completamente blanca y de paredes y techo de apariencia plástica y lisa lo deslumbraban todo; aquella máquina transportadora tenía un suelo de varios hexágonos unidos lo que indicaba que se utilizaba para movilizar a una gran cantidad de personas lo que ahora le daba sentido a lo que dijese aquel supervisor sobre un equipo grande y numeroso.
Pero la habitación en sí era tan… limpia? Antinatural?... blanca!? Que trastocaba un poco sus sentidos y el miedo aún no lo atenazaba tanto, como si su sistema estuviese en una total negación ante el hecho de que ya no regresaría a casa o que al menos, no lo haría por un periodo muy largo de tiempo; su boca brilló un par de veces más y sus labios se movieron en una imitación de boqueo dándose cuenta del enorme problema en el que se hallaba metido y al mismo tiempo, demasiado impactado por aquel lugar definitivamente mucho más moderno que lo que él conocía hasta ese día.
No había dado ni un paso cuando un pequeño zumbido, suave pero parecido al DING de un elevador al llegar a su piso empezaba a sonar por entre las paredes haciéndole ver en todas direcciones; unos pasos suaves se acercaron por la única salida visible de aquel sitio y que permitía una vista un poco más familiar de paredes metálicas pero limpias así como el muy breve vistazo de un sillón alargado de tapiz azul.
-Hola?
Una figura esbelta se apareció y tanto el robot como aquella persona dieron un enorme salto al verse el uno al otro.
Larry sintió un fuerte escalofrío mientras veía los ojos de aquel humano que parecía sentir casi tanto pánico como él mismo. Qué debía de hacer ahora?
Cómo iba a volver a casa?
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Notas de Autor:
Acaso es...?... si será?... Pues si señoras y señores... es ese mismo fic, el tercero, pero re-cocinado, mejorado y con esteroides! Ese mismo tercer fic de hace casi 20 años! (qué rápido pasa el tiempo, verdad? ironías, ironías). Resubiendo Take Me Home con un mejor sentido que la primera vez y con una nueva categoría porque... pues ahora me sale mucho mejor esto de andar reproduciendo a los personajes xD y si, sigue siendo un Otto x Larry y repito que yo misma me sorprendí al desempolvar estos tres fics y darme cuenta que de hecho, esta fué mi primera experiencia con un m-preg mecánico y fué mi práctica antes de la creación de Thinking de Cars.
Ya subí los primeros dibujos en DA por si les quieren dar una ojeada y al FIN! mis queridas viejas lectoras pueden darse una idea de cómo lucía el pequeño V aunque todavía me falta dibujarlo de adulto aunque es el reciclado de otro personaje de otros fanfics. Pero qué puedo decir? le quedaba bastante bien! Además, los compañeros de Otto van a ser más funcionales que solo un adorno pero sin quitarle protagonismo y sin tanta tontería, es lo bueno de haber madurado en esto de la escritura de los fics TuT.
Espero que les guste la reedición a taaaantos años desde que subí el primero de los fanfics!
...porqué estoy subiendo el tercer fic en lugar del primero como debería de ser?
No me culpen a mí, culpen a mi musa que es tonta. La ventaja de este fanfic es que los primeros dos fics aunque explican mucho de aquí, tampoco se necesitan a la fuerza porque este tercero vuelve a contar muchas cosas. Es como la película que sabes que es una tercera parte pero no te fuerza a ver las primeras dos para entender porque re-explica todo, hehe.
Y de nuevo, espero que sea de su agrado TuT.
~Sorakai no Tora
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