Mosaico
Los personajes pertenecen a S. Meyer; la historia es mía.
Prólogo
Diario camino a través del estacionamiento de la preparatoria. Salgo de mi camioneta, asiento, saludo y nada más. Las personas a mi alrededor siguen demasiado entusiasmadas por el comienzo de un nuevo año escolar a pesar de que comenzó hace dos semanas ya. Es mi segundo año. Debería estar emocionada también, sin embargo, no puedo sentir nada de eso en mi cuerpo.
Alice Brandon me intercepta cuando entro a mi primera clase del día. Es bajita, pelinegra y demasiado entusiasta para mi gusto. Le sonrío cuando comienza a parlotear acerca de su fin de semana. Lo bueno de las personas como Alice es que nunca esperan efusividad a cambio de la suya.
Cuando me estoy sentando, ella pronuncia un nombre. Ahora le presto atención. Edward Cullen.
Mi rostro no demuestra ninguna de mis emociones, pero en el fondo me siento mal por el chico nuevo. Será la comida de todos en la escuela este año, puedo asegurarlo. Es algo común. También sucedió cuando los hermanos Hale se mudaron en el otoño del octavo grado.
No sé por qué ese nombre remueve algo en mí. Eso, definitivamente, es extraño.
Para mediados del día, durante la hora del almuerzo, lo encuentro por primera vez. Yo me siento con los «populares». He estado aquí desde mi primer día en la preparatoria. A pesar de mis pocas habilidades para hablar y entablar conversaciones, la gente suele encontrarme interesante.
Estoy sentada al final de la mesa, no poniendo atención realmente en la plática que mis amigos están teniendo. En cambio, mis ojos giran alrededor de la cafetería y, por primera vez, se cruzan con unos orbes verdes completamente desconocidos.
Sé al instante que se trata de Edward Cullen.
Le sonrío. Es una sonrisa amable, nada más. Pero algo se siente diferente.
Aviso: esta historia ya está terminada así que publicaré 2 capítulos a la semana. Viernes y lunes.
