CAPÍTULO I
NUEVAS AVENTURAS
Colándose a través del ancho ventanal de su habitación, la luz de la mañana sorprendió a aquella hermosa mujer de cabello aguamarina, quien hasta hacía poco había estado profundamente dormida.
"¡Dioses, ¿Qué hora es?", sin abrir los ojos se cuestiono y girando un poco sobre su cuerpo, extendió su mano hacia el otro lado de la cama como si buscara algo o a alguien. "Es cierto, se fue muy temprano", murmuro y abriendo los ojos se sentó dejando que la sabana resbalara y revelara las desnudas formas de su cuerpo.
Fue así que dispuesta a iniciar un nuevo día tomo la fina bata que reposaba a su lado y vistiéndola, se dirigió a la ducha.
No demorando mucho en su aseo personal, ingreso en la cocina y acercándose a la barra, descubrió que el rubio solo había desayunado una fría taza de café.
"Nada saludable", riendo un poco murmuro, pero entonces algo más llamo su atención, y es que sobre la encimera él había dejado su maleta. "Es un olvidadizo", frunciendo el entrecejo murmuro, sin embargo hubo algo que le devolvió la sonrisa. Y eso fue descubrir que antes de marcharse había escrito una nota para ella. Contenta ante las palabras que le había dedicado, absorta en sus íntimos pensamientos se perdió en el recuerdo de esa rubia cabellera.
En ese punto el reloj de la pared marco las ocho y aunque era un poco más tarde de la hora tan acostumbrada, la preciosa mujer pensó que aún había tiempo para relajar sus tensos miembros. Y es que haber pasado la noche en compañía del joven piloto había resultado agotador.
Así pues Michiru sonrió y no importándole nada más que el revivir en su memoria lo acontecido, se sumergió en la tibia agua de la piscina, dejando que aquella relajante sensación se apoderara de su menuda figura.
De esa manera y alejada de cualquier preocupación, el tiempo transcurrió sin que ella se percatara de que lo había hecho más rápido de lo que había imaginado.
"Sin duda una vez más llegaremos tarde", murmuro mientras que a través de la ventanilla observaba que su transporte ya había arribado...
El viaje desde su departamento hasta la pista de carreras solo había tomado cinco minutos, cinco minutos que para Haruka Tenoh resultaron una eternidad, no porque fuera consciente de que estaban retrasados, sino porque deseaba verla, olvidándose por completo que había quedado de saludar a aquellas chiquillas que desde temprano se habia dado cita para verlo entrenar.
Fue así que la aguamarina descendió y encaminando sus pasos hacia él, sonrió.
"Llegas tarde"
"Solo un poco, pero ¿No olvidaste algo?"
"No quise despertarte... ¿Leíste mi nota?"
"Por supuesto. Sin embargo no me refería a eso, sino a que saliste a prisa y dejaste olvidadas tus cosas", expresó Michiru mientras le señalaba la maleta.
"Qué bueno que la trajiste, de lo contrario hubiera tenido que ir a la academia con esta ropa", dijo Haruka y entonces de ella tomo su uniforme escolar. "¿Me acompañas?", de forma coqueta guiño un ojo para con la chiquilla.
"¿A dónde?", fingiendo un poco cuestiono sabiendo de antemano lo que el joven piloto trató de decirle.
"A las duchas"
"No, no aquí… ¡Anda!, ve a asearte o de nuevo llegaremos tarde", la mujer réplico.
"Esta bien, tú te lo pierdes", encogiéndose un poco de hombros abatido exhalo.
"No es que quiera perdérmelo, pero si volvemos a llegar tarde corremos el riesgo de que nos expulsen y entonces no podremos seguir con ya sabes que", con tono bajo y como si se tratara de un secreto, Michiru señalo.
"Tienes razón, no podemos permitirlo. Espera, no me tardo", habiendo dicho y siendo veloz como el viento, se dirigió a las duchas.
Fue asi que pasados unos minutos regreso al lado de su compañera
"¿Estas lista?", pregunto tomándola del brazo.
"Sabes que no tienes que preguntarlo, siempre lo estoy", de forma coqueta la mujer se acomodo el cabello que el viento había logrado despeinarle.
Y fue justo cuando estaban a punto de abordar sus respectivos transportes, que un grupo de voces femeninas se dejo escuchar, haciendo que ambos se volvieran hacia ellas.
"No, no te vayas, Haruka", una chiquilla gritó.
"Es verdad, olvide que les había dicho que después del entrenamiento las saludaría"
"Si, llegamos muy temprano para poder hablar contigo", molesta a otra jovencita refunfuño.
"¿Haruka?", consultando la hora la aguamarina lo llamo.
"Tengo que ir a la academia y supongo que ustedes también"
"Pero nos lo prometiste"
"Es verdad, deseamos mucho obtener tu autógrafo"
"Y una foto"
"Por favor, firma mi cuaderno"
De forma escandalosa y sin tomar ningún orden, aquel grupo de admiradoras se amontonaron sobre la hermosa pareja.
Por su parte una de las mujeres se quedo observando a la aguamarina como quien trata de recordar un rostro familiar. "Es verdad, eres Michiru Kaioh, la violinista. ¿Verdad?"
"Así es", fue la corta respuesta.
"En esa foto saliste demasiado guapo, ¿Podrías dedicármela?", una admiradora pidió mientras señalaba la revista.
El apuesto piloto sonrió; "¿Solo en la foto soy guapo?", pregunta de forma coqueta.
"Para nada, debo decir que en persona lo eres aún más", la mujer expreso sin vergüenza alguna.
"Gracias"
"Gracias a ti", replico satisfecha.
"¡Oye Michiru!, ¿Podrías hacernos un favor?", una de las adolescentes se dirigió a la hermosa violinista.
"Si por supuesto, ¿Qué se te ofrece?", cuestiono sin verdaderos deseos de hacerlo.
"¿Podrías sostener mi teléfono y tomarnos una foto con Haruka?", pidió con una sonrisa en los labios.
"Por favor, no te niegues"
Sin poder creer lo que le estaban pidiendo, no por el acoso hacia el piloto, sino porque ella jamas era quien sostenía la cámara, se quedo sin saber que responder.
"Si, Michiru. No estés celosa porque esta vez no serás la atención de la cámara"
"Es verdad, si nos gustara la música clásica, entonces también te pediríamos una fotografía y un autógrafo"
Incrédula por lo que acababa de escuchar, asintió; "Tienen razón, dejen que les tome una foto. Haruka, son tus admiradoras, ¿Por qué no las abrazas?", pidió fingiendo que no estaba molesta.
Sonriente el rubio obedeció.
Michiru hizo la foto y luego le devolvió el artilugio a su propietaria. "Aquí tienes. Ahora disculpen, Haruka y yo tenemos clases, perdonen que no nos podamos quedar a platicar, ¿Verdad?"
"Es cierto. Fue todo un placer haberlas conocido, señoritas", con esa misma galantería, el rubio guiño un ojo para sus admiradoras. "¿Dónde están Kaiohmaru y Tenohmaru?", preguntó cuando se percato de que se habían retirado.
"Estabas tan ocupado con esas niñas, que ni siquiera te diste cuenta de que les pedí que se marcharan", despreocupada contesto la violinista.
"¿Por qué?"
"Porque de aquí a la academia son cinco minutos de viaje, mas tardaremos en despegar que si lo hacemos caminando"
Las jóvenes, emocionadas por haber conocido a Haruka Tenoh y aún más por haber obtenido una foto que bien podrían presumir entre sus amistades, discutían el encuentro.
"Muéstranos la foto", pidió una de ellas.
"Esperen un momento", con el entrecejo fruncido la chiquilla la buscaba en su vasta galería. "¡Oh no!", expreso vencida.
"¿Qué ocurre?", observando la preocupación que había acudido a su rostro, sus compañeras cuestionaron.
"Observen", molesta se las mostró, descubriendo que la hermosa violinista la había tomado descuadrada y que lo único que en ella se podía apreciar, eran sus relucientes zapatos.
"¿Lo habrá hecho a propósito?", una de ellas cuestiono.
"Pues yo creo que si"
"No debiste decirle eso", enfadadas reclamaron la imprudencia de su amiga.
La hermosa pareja continuaba su caminata y mientras lo hacían, a su paso iban atrayendo la indiscreta mirada de los que ahí se habían congregado para poder admirarlos.
"Es verdad, fueron transferidos a la academia Mugen"
"Y no solo eso, parece ser que los rumores son ciertos"
"¿Qué rumores?"
"Que desde hace algún tiempo Haruka y Michiru estan saliendo"
"¿Tú lo crees?, en ningún momento lo han confirmado"
"Pero tampoco lo han negado. Muy seguramente son discretos para evitarse las preguntas"
Ante el cotilleo que en torno a ellos iban levantando, Haruka volvió la mirada hacia su amada.
Por su parte y bastante ruborizada, Michiru sonrió un poco. Y es que más que parecer una casualidad, parecía que aquello había sido planeado por ella en un intento por dejar en claro que el piloto y ella estaban juntos.
"Ya no hace falta que nos ocultemos, ahora todos saben que estamos saliendo", expresó el rubio.
"Así parece", satisfecha respondió la mujer. "Quizás eso mantenga alejadas a las escandolosas y acosadoras que tienes por admiradoras"
"Lo dudo"
En ese punto la joven se quedó pensativa, deteniendo así su avance; "¿Crees que estamos en el camino correcto?"
"Quizás si, quizás no. Todo dependerá del resultado final", el piloto replico mientras que de forma ligera se encogía de hombros.
"Sabes que pocas veces mi espejo se equivoca, y la prueba de ello eres tú"
"Entonces no hay de que preocuparnos y pasemos a la acción"
"Por supuesto que si... Pero ¿crees que al final todo estará bien?, ¿Qué garantía hay de que no será como en el pasado?"
Haruka se volvió hacia ella y acariciando su mejilla, exclamo; "Entonces espero no olvidar y recordar este día, sin embargo antes que pensar en fatalidades, es mejor ser optimistas y pelear por conservar el lugar que ahora tenemos"
"Tienes razón, no quiero esperar otros mil años", expresó ella contemplando el azul de esos ojos.
"Por ahora es momento de echar andar el plan que habíamos trazado, de esa forma confirmaremos si nuestras sospechas son las correctas"
De su maletín la aguamarina extrajo su espejo, contemplando en él el nebuloso reflejo que tenía para mostrarles. "Lo veo demasiado claro, es por eso que con toda seguridad puedo decirte que esa joven es la princesa de nuestra extinta patria. Y que ese joven que la acompaña es el antiguo y futuro gobernante de este lugar"
"Entonces hagamoslo después de clase y que todo parezca casualidad. Ten por seguro que no tendremos ningún problema", seguro de que el plan funcionaria tal y como lo habían diseñado, Haruka exclamo.
"Considero que no te será nada difícil ganarte la confianza de esas jóvenes. Porque para Haruka Tenoh no hay imposibles" contesto Michiru.
"Tampoco creo que tengas problemas acercándote al príncipe"
"Recuerda que ni ella, ni él y ni ninguna de sus amigas deben sospechar sobre nuestra otra identidad. Revelarla antes de tiempo pondría en peligro nuestra estancia en la academia Mugen y con ello nuestra investigación podría estropearse"
"Lo entiendo a la perfección. No debemos arriesgar nuestro secreto, ni nuestras intenciones"
"Si hay algo que me intriga es su forma de pelear. Además debemos hacerlos a un lado para que nosotros podamos actuar", exclamo Michiru mientras recordaba la batalla que había visto a través de su espejo.
"El enemigo no tarda en atacar, entonces nosotros seremos meros espectadores. Y si es que se entrometen más de lo que podemos permitirles, entonces no nos quedara de otra que atacar" concluyo Haruka.
(Más tarde. Después de la batalla)
"No has respondió mi pregunta"
"¿Qué pregunta?", cuestiono Michiru.
"La que te hice, ¿Estas celosa de que me haya acercado demasiado a esa niña?", sabiendo que difícilmente lo admitiría, insistió.
"Para nada", despreocupada replico.
"Si tú lo dices... pero, ¿Qué hay de ese joven?, ¿Admitió ante ti y tu espejo ser el príncipe?"
"Por supuesto. Ha preguntado el como supe que él fue un príncipe. Entonces le dije que gracias a mi espejo podía ver las vidas pasadas de las personas"
"Fantástico, es hora del plan dos"
"¿Cual es el plan dos?"
"Mantenerlos alejados de nuestros asuntos quebrantando la unión de todo su equipo", concluyo su compañero.
Notas de autor;
Para que hoy finalmente escribiera cristal con el formato de los 90s, tuvieron que pasar cuatro años y dos pandemias desde la primera vez que dije que lo haría.
Dada la naturaleza del anime, este será un fic corto y escrito a dos o tres tiempos. Con el avance de los capítulos ya verán a que me refiero.
Soy de la idea de que en el primer capitulo de la tercera temporada, Haruka y Michiru ya conocían las identidades de Usagi y sus amigas. Y es que Mamoru de una forma muy sutil SI admite ser el príncipe. ¿Ustedes que opinan?.
