Hey! Mucho tiempo sin publicar por acá, este fanfic nace más como un reto personal de acabar una historia y que me sienta cómoda con la redacción y el estilo, así que es mucho más lighthearted que la mayoría de mis otros proyectos (te miro a ti Hanakotoba). Cualquier crítica es plenamente bienvenida.

El fic será principalmente amourshipping y pearlshipping, pero tendrá también otros shippings secundarios.

Capítulo 1

Presión

El velo de la noche cubría la ciudad, usualmente las noches han de ser tranquilas, ya que la inmensa mayoría de la gente duerme. Pero cuando la obscuridad reina, es imposible saber con certeza que es lo que ocurre, incluso con las bellas luces artificiales creadas por los humano. Puede pasar cualquier cosa, un robo, un asalto, un asesinato…o como en este caso, una persecución.

Tres jóvenes y un pequeño Pokémon iban a toda marcha por las calles obscuras de la ciudad, pero ellos no eran quienes huían, no ellos seguían como un depredador cazando a su presa, a una sombra que ágilmente se desplazaba entre las solitarias avenidas, de hecho la velocidad de esa figura sombría era totalmente inhumana y los chicos difícilmente podían creerlo, evidenciado por la expresión de horror en sus rostros.

"¡¿Quieren correr más rápido!?¡Esa cosa se está escapando!" exclama un joven atlético de cabello negro, de nombre Ash Ketchum, quién avanzaba por la penumbra tan rápido como podía, sin embargo con cada respiración que daba su cuerpo se agotaba más y más. Se ve obligado a detenerse, para recuperar el aliento. Junto a él también avanzaba a ese ritmo tan exhaustivo su fiel Pikachu, quien voltea a ver a su entrenador expectante por una orden.

"¿No que...nos a-apuráramos?" replicaría Dawn, una chica de cabello azul obscuro, lustroso como una piedra preciosa recién pulida. Sus ojos, también azules pero de una tonalidad más clara muestran reproche hacia el chico, ella también corría al límite de su capacidad y logra alcanzar al chico segundos después de que él se detuviera.

Serena, una joven preciosa de cabello castaño claro, avanzaba a toda velocidad detrás de Ash y Dawn; llegando momentos después al costado de sus compañeros; no llega tan bien como ellos, sujetándose el costado del abdomen e hiperventilando. "¡Es muy rápida, j-jamás la alcanzaremos!" exclama con pesimismo, Dawn le coloca la mano en el hombro.

"Respira Serena, y no hables mucho o te agotaras más." Comenta Dawn, sonriéndole con toda la calidez que le es posible expresar estando tan agotada.

"La atraparemos, no tengo idea como pero lo haremos." Dice Ash igual de sonriente a sus amigas y a su fiel Pokémon.

Repentinamente, la atención de los chicos se centra en el frente, en el objetivo que tanto les costaba perseguir, una risa burlona es toda la confirmación que necesitan ellos para saber que aquella criatura seguía ahí.

"Oh! Así que la temidísima Agencia de Investigación Pokemon NO tiene un plan eh? ¡Jajaja, lo supe desde que comenzaron a corretearme por toda la ciudad como el trío de idiotas que son!" Contesta la criatura misteriosa, parándose tranquilamente en medio de la solitaria calle.

El ser que tanto se burlaba del trío de chicos, era de lo más peculiar; una mujer bastante hermosa, de rasgos faciales delicados como el de la musa de un pintor. Pero esa belleza era opacada por su horrible cuerpo; si bien era extremadamente atlético, la criatura era amazónica en estatura, rebasando los dos metros y medio, su cuerpo estaba cubierto en una armadura roja con pinchos, en los brazos, pecho, hombros y cabeza, en la cual tenía dos ojos de crustáceo, vacios. La mitad de su cabeza estaba rasurada, dandole un look de peligro absoluto. El detalle más prominente era sin duda la carencia de mano derecha, teniendo una enorme tenaza en su lugar.

"¡Adiosito!" Se despide la vil monstruosidad, con una sonrisa arrogante y triunfante.

Ash velozmente ordena a su Pikachu darle al monstruo con un ataque impactrueno, pero esta fácilmente lo esquiva; devolviéndole al azabache una mirada de completa molestia, rodando sus ojos amarillos hacia arriba.

"¡ENSERIO me encantaría quedarme y humillarlos un rato más, pero no quiero fastidiar a mi jefe llegando tarde, ustedes me entienden!" La criatura, a pesar de su complexión robusta y acorazada, no tarda nada en desaparecer de la escena.

Después de un silencio un poco incómodo, Dawn suspira, sintiéndose realmente frustrada. "Y bueno se nos fue…"

Serena se sujeta el rostro y niega con la cabeza, Ash sólo se cruza de brazos y hace un pequeño comentario. "Quizá si hubiéramos atacado con nuestros Pokémon más rápido no se habría ido

La castaña lanza un suspiro, al fin recuperando su aliento. "No tiene caso hablar de eso ahora, ya se nos ocurrirá algo, volvamos a la Agencia. Ya tengo sueño y no quiero saber más nada hasta mañana."

"Si, estoy de acuerdo, ya hasta me duele la cabeza." Replica Dawn, masajeando suavemente sus propias cienes. "Corrimos como tontos por horas ¿Y para qué?"

"Ya sé, sólo digo que quizá puedan entrenar más o ser más veloces para atacar…eso habría sido útil" Comenta Ash, cargando a su Pikachu y colocándolo en su hombro, eso al menos lo mantiene ignorante de la mirada de molestia de Dawn y Serena.

En medio del silencio, los chicos regresan al edificio de la Agencia de Investigación Pokémon (AIP); un enorme complejo, bastante amplio y lujoso, que era el centro principal de actividades de aquella organización, donde este trío de jóvenes, y muchísimos otros más, trabaja y reside.

Cansados y derrotados, entran a la zona de habitaciones del complejo, ni siquiera prenden las luces al llegar a sus respectivos dormitorios, Ash ni siquiera se cambia de ropa, las chicas ni siquiera se desmaquillan, tan sólo se tumban en la cama y se disponen a dormir algunas cuantas horas.

A la mañana siguiente, el ambiente de la AIP es extremadamente tranquilo y relajado, los miembros de la Agencia entraban a trabajar desde las 10:00 de la mañana y siempre había algo que hacer. Aunque honestamente, hasta la hora de entrada, la gente prefería darse un tiempecito para desayunar algo rápido o platicar de los chismes más recientes.

Serena y Dawn estaban sentadas en la sala principal del edificio, esta era una habitación enorme con un sofá largo de varias plazas y una enorme pantalla en el medio. También había una moderna máquina de café en una mesa en la esquina de la habitación. Las chicas acababan de servirse café caliente y veían la televisión.

Ash llega y se queda mirando la pantalla un segundo, y sin consultarlo, les cambia el canal.

"¡Oye! ¿¡Qué te pasa!? ¡Estábamos viéndola!" exclama Dawn fastidiada.

"¡Pero si está bien aburrido! Además van a pasar un resumen de lo que pasó ayer en el Campeonato Junior de Unova y no me lo quiero perder de nuevo…."

"¡Ni modo, nosotras llegamos primero!" exclama Serena, tomando un sorbo de su café.

Dawn por su lado le arrebata el control a Ash y regresa el canal. "¡Además seguro pasan tu resumen por acá! ¡Este canal es buenísimo!"

El rostro de Ash se suaviza un poco. "¿Oh enserio? ¿Qué canal es?" pregunta, mientras se sienta a lado de Serena, quien baja la cabeza y se ruboriza considerablemente.

"Es el CB, es un canal nuevo, si a veces pasan mucho programa farandulero de porquería ¡Pero eso es muy entretenido! Además….tienen un noticiero serio a estas horas, por lo que he leído es bastante honesto." Explica Dawn, tomando café.

"Bueno supongo que no pierdo nada en ver si pasan el resumen del Campeonato…." Comenta Ash, hundiéndose en el sofá.

"¡Oh! De hecho Miette ¿La recuerdas verdad? ¡Ella es la presentadora de la sección de noticias! Se ha vuelto bastante famosa como periodista" comenta Serena repentinamente, sonriéndole a Ash.

Ash coloca su mano en la barbilla y se queda pensando breves momentos "¿Miette…? Ah! Claro que me acuerdo, ¿Tu rival cuando eras performer verdad?"

"¡Si ella misma!"

"¡Shhh silencio que va hablar!" Interrumpe Dawn quien mira fijamente la pantalla.

"Y en otras noticias, en el Museo de Geología de Ciudad Veilstone, una piedra preciosa valuada en varios millones de pokedolares, fue robada la noche de ayer por una misteriosa figura que no pudo ser identificada por las cámaras de seguridad del lugar. A pesar de que la policía y la AIP llegaron a la brevedad al lugar, se sigue sin conocer quién es el culpable de este terrible robo." Explica la presentadora de noticias, Miette, con calma perturbadora, sus bellos ojos mirando fijamente al espectador, encantadores y hasta cierto punto, bastante seductores, a pesar del tono de la noticia que daba. Su atuendo era formal y exquisitamente elegante, un saco azul marino, blusa blanca y un broche con una rosa dorada que resaltaba en aquel conjunto tan llamativo.

Los chicos se quedan mirando entre sí. "Ah….tenemos que reportar que no la atrapamos, casi lo olvido." Comenta Dawn cruzándose de brazos.

"Nos va ir mal… ¡Ni siquiera pudimos impedir que se llevara la mugrosa roca esa!" exclama Ash, reclinándose en el sofá.

"¡Es una piedra preciosa, no una roca!" corrige Dawn, ya bastante molesta.

"¿¡Cuál es la diferencia!?" gruñe Ash, cruzándose de brazos.

Serena suspira, siempre es lo mismo. "¡Chicos! ¡Chicos! ¡Tranquilos! Sólo tenemos que reportar lo ocurrido…recuerden, pocas veces hemos tenido enfrentamientos directos con esas monstruosidades, NADIE ha podido capturarlas antes, mucho menos derrotarlas, quizá le den la responsabilidad a alguien con más capacidad para manejar esta situación.

"Tal vez, pero ya quedamos como unos inútiles…" comenta Dawn, quien se pone de pie. " Hablaré con una amiga de arriba, quizá pueda hacer que no nos regañen tan feo por arruinarlo todo anoche."

"Quedaremos todavía peor…." Reniega Ash, irritado por la idea de usar influencias para remediar un estúpido error.

Serena tan sólo se queda callada, ella no tenía amigos arriba y ni siquiera en eso podía ayudar, sólo debía esperar su regaño, Ash se pone de pie y sale de la habitación

"E-espera Ash!" La castaña corre detrás de su compañero, deseando de corazón apaciguar las cosas.

Dawn se encoge de hombros. "Ya me lo agradecerán más tarde." La chica camina hacia otra zona del edificio, aquella donde los altos rangos de la organización trabajaban. Se detiene frente a un enorme escritorio, donde una chica malhumorada hacia de secretaria.

"¡Buen día! ¿Oye será posible que pase a hablar con la General? No tengo una cita…"

La secretaria ni siquiera voltea a ver a Dawn y sólo le indica que pase a la puerta junto al escritorio, Dawn no se cuestiona esto dos veces y entra.

El despacho era muy bonito, tenía varios muebles de madera obscura, una pequeña sala con sofás blancos y una mesa cristalina en el medio, con un jarrón de lirios adornándolo. Una joven pelirroja, de la edad de Dawn, trabaja en su propio escritorio, frente a una moderna computadora, al oír la puerta se pone de pie. "¡Dawn! Bienvenida, te estaba esperando." Exclama la chica, saludando a Dawn con un beso en cada mejilla, ambas eran muy cercanas, desde el día que se conocieron y se volvieron amigas y rivales en los concursos Pokémon.

"¡Zoey! Ehh ¿Me esperabas?" exclama Dawn, asustada. "Es por lo de…"

"Si, por lo de anoche, pero no te preocupes no van a regañarlos, a pesar de que la AIP quedó…en ridículo por no poder lidiar con la situación."

"…Es sólo qué, con esos monstruos…por mucho que nuestras habilidades como entrenadores sean "mejores que las del promedio" no sabemos que esperar, no es como tener una batalla Pokémon."

Zoey sonrié cálidamente, colocando su mano en el hombro de Dawn. "¿Sabes nena? Justo eso pensaba, por lo que he estado trabajando en una base de datos, junto con la Unidad de Biología, con la información que tenemos acerca de esos monstruos; por ello ahora será indispensable que cada uno de ustedes, los que lidian con estas amenazas directamente, tenga acceso inmediato a la base.

"¿Oh entonces sólo eso? ¿No van a castigarnos o algo así?" pregunta Dawn, algo confundida, agachando la cabeza.

"Bueno, con esta nueva herramienta no se les va a permitir fallar…así que si yo fuera ustedes no tentaría mucho mi suerte." Comenta Zoey, tomando de la barbilla a Dawn por breves instantes, tan sólo para llamar su atención y lograr que levantase la cabeza. "Estoy completamente segura que lo lograrán."

Dawn suelta una sonrisita adorable, de repente sus ojos se posan en el broche del chaleco de Zoey, era una rosa dorada. "Oh…he visto ese adorno recientemente, creo que la chica de las noticias usaba uno igual."

"¿Este brochecito? Se han puesto bastante de moda estos días, son muy delicados y elegantes." Zoey retira el broche de su chaleco y lo coloca en la blusa de Dawn. "Honestamente creo que luce mucho más en ti ¿Por qué no te lo quedas?"

"Oh Zoey…yo no podría…." Dawn mira a la chica muy tímidamente, ruborizándose ligeramente.

"Yo insisto, no te preocupes, lo hago con mucho gusto." Zoey comenta, guiñándole un ojo a Dawn. "En breve les haré llegar la base de datos portátil a ti y a tus compañeros, deben estar listos ya que en cualquier momento podría aparecer una nueva amenaza."

Dawn se acerca a la puerta y le sonrié por una última vez a su amiga. "Gracias Zoey."

"De nada y mucha suerte." Se despide la pelirroja, volviendo a su trabajo.

Mientras tanto Ash se encontraba en uno de los tantos pasillos del complejo, sentado y mirando al techo, suspira con fuerza y aprieta los puños con esa misma intensidad. Serena se sienta discretamente junto a él, finalmente consiguió alcanzarlo.

"¿Te encuentras bien?" pregunta la chica, mirando a su compañero con preocupación.

"No es nada…" responde Ash, tratando de calmarse, la realidad es que se sentía muy enojado. "No te preocupes estoy bien."

"Sabes que si algo te ocurre puedes decírmelo. No es necesario que te lo quedes todo dentro de ti." Comenta Serena delicadamente, sus manos en sus rodillas.

Ash sonrié y coloca su mano en la de Serena y la aprieta ligeramente. "Enserio no hay de qué preocuparse, sólo ando un poco tenso por lo de anoche, es todo."

Este gesto hace que la temperatura interna de Serena suba, sentía que le daría fiebre en cualquier instante. Sus mejillas se ponen coloradas y cierra los ojos con fuerza.

"¿Tú estás bien?" Pregunta Ash con inocencia, ladeando la cabeza.

"¡Oh sí! ¡Estoy perfecta!" exclama Serena levantándose de golpe. "S-sólo, t-tan sólo hace bastante calor aquí."

"Qué raro, yo no tengo calor." Se cuestiona Ash, confundido.

La castaña traga saliva, estaba quedando en ridículo. Siempre pensó que con la edad podría manejar mejor sus sentimientos hacia Ash, pero esto ciertamente no era verdad, era como si apagaran su cerebro cuando estaba cerca de él.

Ash la mira bastante intrigado, no alcanzaba a entender el porqué de la reacción de la chica. Las mujeres eran tan raras, en un momento te gritaban, al otro te sonreían como si nada hubiese pasado. ¿Quién las entiende?

Dawn admiraba el broche que su adorada amiga le había regalado, levanta la cabeza y observa a Serena y a Ash en tan rara escena. Sonrié perspicazmente y decide "salvar" a su compañera del lio en que estaba metida. "¡Hola chicos! Bueno mientras ustedes están aquí parloteando, yo hable con Zoey y me dijo que no habría mucho problema con lo de anoche. ¡Es más, al parecer nos darán algo muy genial para ayudarnos en nuestras misiones!"

La atención de Ash y Serena se centra en Dawn. Ash pregunta. "¿Y qué se supone que nos van a dar, según tú?"

"Una base de dato portátil, o algo así…" responde Dawn con tranquilidad.

Serena de inmediato nota el broche de rosa dorada que adornaba la blusa negra de Dawn. "¿Y esa rosa en tu blusa?"

Ash se queda mirando a Dawn, si Serena no decía que Dawn traía algo diferente en la blusa, el jamás se daría cuenta. "Te la regaló alguien?" Pregunta con genuina curiosidad.

Dawn mira a Ash y se ríe coquetamente. "¿En verdad quieres saber?" la peli azul le parpadea un par de veces a Ash, buscando quizá, generar otra reacción en el que no sea simple curiosidad. ¿Qué será?

Continuará!

Si les gusto no olviden dejar review, que siempre es bien apreciada. Tengo ya algunos capítulos completos así que los updates serán semanales, dependiendo de que tan rápido vaya haciendo las correciones.

Hasta la proxima!