Disclaimer: Danganronpa y sus personajes no me pertenecen, sólo la trama de este fanfic.
Advertencias: —AU (Universo alterno), por el momento es rated T, pero posiblemente lo cambie a M posteriormente, de todas formas intentaré no ser tan detallista con ciertos hechos, lenguaje vulgar, violencia, muerte de personajes, temas de suicidio, problemas psicológicos, situaciones sexuales, entre otros, narración de dudosa calidad, temas cliclé, pésimo sentido del humor, dramas y angustia, Ooc (fuera de personaje).
Aclaraciones: «pensamientos»
KNOW UNDER SKIN
CAPÍTULO X . III
Eso es amor lo que más se teme.
Tercera temporada
Abrió los ojos lentamente, lo último que recordaba era la cara de Amami colocándole un pañuelo en la nariz, asumió que quedó inconsciente luego de eso. Aún le costaba levantarse del frío suelo en el que se encontraba, observó un poco su alrededor y se trataba de una celda, reconoció el lugar como el calabozo dónde lo mantuvieron amarrado a una silla, y dónde efectivamente lo hipnotizaron.
Empezó a recordar todo lo que hizo después de eso, empezó a sentir nauseas, casi cayendo al suelo nuevamente. Pensó en Harukawa, la última vez que la vio, y como bajo su hipnosis logró decir lo que en su corazón albergaba. Sin embargo...
—¿Hay alguien? —Reconoció la voz de su mejor amiga llamarle, al otro lado de la pared, era otra celda.
—Akamatsu-san... —Recordó que bajo la hipnosis, trajo a Kaede consigo, a pesar de que aún no sabía todos los planes que Enoshima Junko tenía para con ellos, pero por alguna razón los mantuvo.
—¡¿Saihara-kun?! —Exclamó casi aliviada de que fuese alguien conocido— No sé que está pasando, lo último que recuerdo es haber estado en la boda y... ahora estamos aquí...
Como pudo, se arrastró hasta la pared y se recostó sobre ella, para escucharla mejor, sentirse más cerca.
—Esto es obra de Enoshima Junko —no podía verle la cara a Kaede, pero sabía que posiblemente estaría pálida, sin saber que decir, porque se suponía nada de ésto él lo sabía.
—¿Pero cómo...?
—En parte esto es mi culpa —admitió— Fui descuidado, me dejé atrapar por ellos, me dejé llevar por las emociones y no vi de lo que eran capaz. No vi la rareza de Miu, no pude pensar que ya había sido víctima. Y tú... pensé que Momota-kun te haría daño —hizo una pequeña pausa, sabía que Kaede no hablaría—. Lo sé todo, sé sobre los vampiros, sé que Enoshima Junko se apoderó del cuerpo de Iruma-san, Amami-kun, Harukawa-san, Momota-kun, Ouma-kun, y quien sabe cuantos más... son vampiros —en ese momento tosió un poco, aún el efecto de la droga lo tenía algo débil—. Lograron atraparme, hipnotizarme, le hice daño a Harukawa-san, de quien dudé si era realmente alguien bueno, al igual de quienes la acompañaban, y ahora que estuve con ella... y que realmente conocí al verdadero villano, no puedo dudar de ellos —admitió.
—No debería sorprenderme de que lo descubrieras —habló Kaede con algo de orgullo—. Siempre has sido un excelente detective.
—No lo soy —contradijo—. Sino no hubiese caído en la trampa de Enoshima.
—Los vampiros son seres que van más allá de nuestras capacidades y conocimientos —alegó—. Amami-kun estuvo años detrás de mí, y yo sólo pensaba que era una esquizofrenica, se metía en mis sueños, logró entrar a mi casa, intentó convertirme en vampiro por medios de conquista... y yo... sólo pensaba que era un fantasma producto de mi imaginación, porque siempre me sentí culpable por su muerte... yo... yo... —sintió como Kaede caía recordando aquello.
—No fue tu culpa, nadie podía saber lo que Amami-kun pensaba —intentó animarla mientras se recostaba más de la pared y colocaba su mano sobre ella, como si pudiera alcanzarla.
—Yo sí —admitió la contraria—. Amami-kun se me confesó días antes de la graduación y yo lo rechacé; y es por eso que el día de la graduación... —eso era algo que él sabía, su ex amigo Amami Rantarou le había confesado sus sentimientos por Kaede, y él también le dijo sobre sus sentimientos por la pianista, pero prefirió que su amigo se arriesgara y fuese feliz con ella, ya que nunca sintió que fuese suficiente. Sin embargo, nada había salido como lo pensó, pero jamás imaginó que su amigo llegaría a esas circunstancias. No sabía lo enfermo que estaba de "amor".
Siempre había sido un cobarde, y fue como Amami le había dicho en su reencuentro, a pesar de lo que llegó a sentir por Mahiru, ella sabía que amaba a otra mujer. No fue hasta que conoció a Harukawa, una vampiresa que sufría lo mismo que él, de un amor no correspondido, y la misma cobardía de confesarse. Estuvieron juntos, gracias a su hipnosis, fue capaz de decirle sobre sus sentimientos, pero ambos no había logrado darle un cierre a su corazón, y sabía que estaba mal.
—Akamatsu-san, no puedes culparte por las acciones de los demás —empezó a hablar—. Tú hiciste lo correcto, no podías engañarte, no amas a Amami-kun. Y nunca has llegado a sentir nada por nadie, hasta que llegó Momota-kun, eso lo sé, siempre te he estado observando —confesó con un poco de vergüenza—. ¡Pero no de forma enferma! —rectificó, haciendo reír un poco a Kaede—. Es lo que hacen las personas inconscientemente cuando están enamoradas —dijo de forma calmada.
—¿Saihara-kun? —Sabía que estaría confundida, después de todo, han sido años de amistad en que ocultó todos sus sentimientos.
—Siempre te he amado —logró decirlo, sintió como un enorme peso se le salía de encima, su corazón volvió a funcionar correctamente—. Pero no puedo continuar haciéndolo —admitió—. Pero si no te decía esto, no podría vivir conmigo mismo, necesitaba darle un cierre a esto, ¿sabes? —se rió de sí mismo— Sé que suena patético pero... todos estos años, casi desde el momento en que te conocí, no tardé en enamorarme de ti.
—No es patético —negó la rubia, no podía verla y eso le producía un poco de ansiedad, no saber la cara que tendría ahora—. Me siento feliz de haber sido tu primer amor —admitió—. Pero si queremos dar un verdadero cierre, yo debo ser honesta contigo —sabía a que se refería—. No te hubiese podido corresponder, ni antes, ni ahora... yo... lo siento.
—Está bien, era la respuesta que esperaba —se rió—. Siempre estaremos bien, no tienes que temer —animó a su amiga.
—Me alegro escuchar eso —la sintió más confiada— ¿Entonces, tú y Harukawa-san...?
—Es un problema que tengo que arreglar, no nos juntamos en la mejor situación, seguramente piensa que por estar hipnotizado la engañé, pero sí... realmente siento mucho por ella, y quiero continuar. Si es que llega a creerme —se rió sintiendo un poco de lástima.
—Estoy segura de que podrán solucionarlo, la comunicación siempre es la base de toda relación —había regresado la Kaede positiva y le hizo sentir mejor.
—Primero debemos salir de esto —manifestó mientras se movía hacia las rejas de la celda y las sostenía con sus manos, ya se sentía recuperado—. Tenemos que salvar a Iruma-san.
—Así es, y no descansaremos hasta lograrlo —se unió Kaede y se acercó a las rejas de la celda de igual forma.
En ese momento escucharon como la puerta se abría y alguien entraba.
—¿Se divierten en su sala de juegos? —preguntó Junko una vez dio la cara, a su lado se encontraba Amami y Kamukura como sus guarda espaldas. Ella tenía una gran sonrisa en su rostro.
Él sin embargo, se mantuvo callado, tenía que tener extremo cuidado, mucho más de su nuevo aliado, de quién desconocían sus poderes.
—¿Qué es lo que planeas? ¿Por qué nos tienes aquí encerrados? —se arriesgó a preguntarle Kaede.
—Porque ustedes, mis queridos humanos, son el último ingrediente de mi más desesperante y horrible plan.
—¿A qué te refieres con ingrediente? —en éso Amami la interrumpió, Saihara se dio cuenta en ése momento que Amami, a pesar de estar del lado de Junko, no sabía sus verdaderos planes.
—¡Uy! ¿Qué no te lo dije? —preguntó en modo de burla—. Necesitamos dos sacrificios humanos para abrir la puerta del inframundo, que nuestro querido amigo, Kamukura-senpai, estará muy contento de ayudar, ya que sin él no podemos lograrlo.
—¿Sacrificio? ¡Nunca estuve de acuerdo con eso! —exclamó Amami furioso.
—Cállate, no tienes que estarlo, ése es el punto, la desesperación que sentirás después de eso, al ver a tu amada Kaede morir en llamas, y a tu ex amigo, te hará agradecerme y besarme los pies —después de esas palabras, Amami se quedó callado.
—¿Por qué quieres abrir la puerta del inframundo? —preguntó el detective—. Leí teorías de que los demonios eran los ascendientes de vampiros, y no los veía a ustedes como más que miserables seres más bajos.
—Esa teoría tiene razón —manifestó Junko—. Nosotros venimos de una secta satánica que quiso invocar a satanás y nos maldijo con estos poderes, olvidándonos de la luz del sol de por vida, dependiendo de la sangre humana para sobrevivir; algunos demonios ni saben de nuestra existencia, los que se encuentran en lo más alto lo ocultan, en todos mis años de vida, sólo me dediqué a planear éste día. Sabía que un día Hinata-kun nacería bajo la maldición de un verdadero demonio, estamos destinados a estar juntos, a provocar el fin del mundo. Siempre soñé contigo, Kamukura-senpai, y sé que tú lo hiciste conmigo.
—Ciertamente, estuve dormido todo el tiempo en Hajime Hinata, esperando a que tu sangre llegara por sus venas y poder despertar, reina de los vampiros. Lastimosamente, me da lo mismo lo que ocurra en el cielo, la tierra, incluso en el infierno. Todo esto para mí es aburrido, pero siento curiosidad, de lo que esté por pasar. Esperanza o desesperación ¿cuál es menos predecible?
—Ya te dije que la desesperación es la respuesta —dijo mientras colocaba su mano sobre su hombro— Pero bueno, ya lo verás desde tus propios ojos, como llevo el fin del mundo tal y como lo conocemos.
Tras decir eso, sólo pudo despedirse, no sin antes decirle que sólo les quedaba una noche con vida.
Notas de autora: ¡Hola! Estaba casi estallando para poder escribir, no fue cuando supe desde el punto de vista de quien escribir que pude centrarme, Saihara ya pudo decirle todo a Kaede, pero ahora queda lo de Maki ¿llegará a poder verla nuevamente? ¿Al igual que Kaede a Kaito? ¡Esto cada vez me emociona más! Lástima no tengo el mismo tiempo de antes XD. En fin, espero les haya gustado el capítulo :) nos seguimos leyendo en el próximo capítulo.
