Un capítulo más de "Mi propósito, mi destino". Disfruten. C:
La preparatoria Otonokizaka dió comienzo al grandioso e importante evento del año, teniendo como invitados a varias escuelas y preparatorias que darían su punto de vista. Las chicas casi no obtenían tiempo para verse o comentarse alguna cosa por el estilo, estaban tan concentradas en lo suyo que lo demás no importaba por igual.
Las estudiantes locales instalaron pequeños stands de comida para las presentaciones y que todo procediera de una manera más cómoda y sin apuros.
Los club's se enlistaron de la siguiente forma:
Primero comenzarían con los deportes, entonces quien pondría inicio tendría que ser Rin con la competencia de atletismo y después iría Umi con la arquería.
Gracias a que se enfocaron y aseguraron de acomodar lo necesario, lograron estar libres para ir a apoyar a sus compañeras.
El grupo chicas restante se acercaron a las gradas para observar un poco más de cerca a la pelinaranja.
Rin lucía el uniforme característico de su academia; un short negro deportivo de líneas blancas y una playera blanca cómoda con el signo de un león en forma de insignia en su pecho, aparte de que cargaba un cartel con el número "5" para lograr identificarse.La pelinaranja notó a sus compañeras levantando las manos, saludó entusiasmada hasta que la entrenadora llamó su atención para posicionarse junto a las demás estudiantes, les deseó buena suerte preparándose.
— ¿Creen que Rin-chan logré quedar en algún lugar?.— Kotori acompañaba a las 4 chicas junto a Hanayo y Honoka.
— ¡Por supuesto!, Rin es de las mejores atletas internacionalmente, siempre la eligen para esos eventos en nuestra academia.— Presumió una orgullosa Eli.
— Tiene que asegurarse de ganar y dejarnos en alto.— Tsubasa desprendía llamas en sus ojos con emoción.
— Debe esforzarse.— La arquera le acompañaba haciendo la misma pose de seguridad y las llamas en sus ojos.
— Es un alivio que esté de nuestro lado, si fuera otro caso es probable que nos humille.— Maki se cruzaba de brazos observando detenidamente a la energética pelinaranja.
— La apoyaría pero es del bando contrario, aún así tiene mi buena suerte.— Honoka sostuvo la mano de su novia con alegría.
— T-tú puedes... R-rin-chan...— Susurró para ella misma la tímida Hanayo.
El público estaba emocionado, no tenían idea ni esperaban mucho de la desconocida estudiante.
— Porfavor prepárense...— Otra entrenadora sostenía un cronómetro.
— En 3... 2... 1... ¡ADELANTE¡.— Una voz firme dió inicio a la carrera detrás de un megáfono, comenzando el tiempo en el cronómetro.
Las demás competidoras eran bastante buenas, al punto de que las estudiantes vistantes temían por la destreza y determinación para correr que tenían.
La atleta número '5' se mantenía en un perfil bajo, no destacaba pero tampoco se quedaba atrás.
Al ser una pista de 50 metros solamente sería una vuelta y aunque fuera fácil era una distancia bastante complicada para simples principiantes.
— Rin-chan parece quedarse atrás.— Dijo la peligris preocupada.
— Espera un momento..— Contestó calmadamente la arquera.
Kotori no entendía en absoluto a lo que se refería, dirigió su mirada a la pista.
Rin comenzó a sonreír, era extraño que después de más de 25 metros ella pareciese que sólo daba una simple caminata, así que poco a poco aceleró su paso hasta que ganó el ojo público y de las entrenadoras. En menos de 2 minutos tomó posición en el primer lugar, cortando ella misma la cinta que finalizaba la competencia.
— ¡COMPETIDORA NÚMERO '5' DE LA PRESTIGIOSA ACADEMÍA VISITANTE, QUEDA EN PRIMER LUGAR!.— Se escuchó fuertemente por el megáfono.
Las 4 estudiantes fueron las primeras en levantarse para gritar y apoyar a su amiga con emoción y felicidad al 100%.
Honoka, Kotori y Hanayo daban un aplauso poco silencioso para no llamar la atención.
— Hanayo-chan, parece que Rin-chan está llamando tu atención.— Kotori tocó levemente el hombro de su amiga.
— ¿E-enserio?...— Miró directamente a la pelinaranja con total atención.
La chica gatuna le sonreía solamente a ella, usando sus manos para hacerle un corazón. Los colores en Hanayo subieron hasta su rostro, casi sentía que podía llorar brillitos y corazones.
— ¡R-rin-chan!.—Gritó sonrojada.
Las demás competidoras fueron a acercarse para abrazarla de forma desprevenida y dar sus felicitaciones, aunque hayan quedado en segundo lugar; no quitaba el echo de que tenían una agradable amistad con la chica gato.
Eli comenzó a notar la obvia situación; Umi y Maki tomaban una gran distancia de las chicas de Otonokizaka, le parecía un poco extraño pues ella trataba de ser amable y amigable de cierta manera, era su último día y no quería dejar malas experiencias en el camino.
—Ayase-san...— Escucho una voz cantarina.
—¿Sí?..— El grupo completo dirigió su mirada a la dueña de esa voz.
— ¿Puedo hablar contigo a solas?.— Pidió con educación la modista.
—Claro.— Aceptó sin pensarlo, teniendo como reacción miradas confundidas de sus amigas.— ¿Por qué me miran así?.—
— Eli, ¿Crees que sea conveniente hablar a solas con Minami?.— La pianista trató de susurrarle cerca de su oído, Umi asentía por que sabía la clase de pregunta que le había echo la menor.
— Sólo quiero hablar con Ayase-san, no deben preocuparse.— Aclaró con intenciones de parar todo tipo de especulación.
— Dejen que Eli hable con ella, no sean celosas.— Tsubasa apoyó discretamente a la modista.
— ¡No somos celosas!.— Exclamó el dúo sonrojado.
— Las veo en el club de arquería en unos minutos, no falta mucho para que comience Umi.— Se puso de pie la rubia acercándose a Kotori.
— En un momento regresamos.— Regaló una sonrisa saliendo del lugar en donde se encontraban.
— ¿Cómo es posible que acepte hablar con ella después de lo que pasó?.— Maki se sentía ligeramente molesta.
— No creo que sea algo malo en realidad.— Tsubasa levantó ligeramente sus brazos suponiendo que no era algo importante.
— ¿Cómo sabes eso?.— Cuestionó la arquera.
— Sonoda-san, deberías estar en el club de arquería.— Honoka avisó mirando su reloj.
— ¡Es verdad! Nos vemos.— Umi hizo una pequeña reverencia apresurando su paso a la vez que caminaba directo a su pabellón bajando las gradas.
Los espectadores comenzaron a disipar entre la demás multitud, se tomaron tiempo para comprar algo de comida en los stands, mientras que otros se preparaban para seguir. Las únicas que quedaban ahí eran el pequeño grupo de chicas que hablaba tranquilamente a excepción de la pelirroja quien se mantenía callada y de brazos cruzados.
— ¡¡Chicas, chicas¡¡.— Rin se acercó a ellas con energía mientras que de su cuello colgaba una gran gran medalla de listón rojo con el número '1' en el centro.
— Lo hiciste bien, Rin.— La primera en felicitarla fue Tsubasa con una gran sonrisa.
— Felicidades, Rin.— Maki comentó con una sonrisa pequeña.
— ¡Estuviste genial Hoshizora-san!.— Honoka levantó la mano para chocar sus palmas; Rin correspondió con felicidad.
— De verdad gracias, me esforcé lo suficiente.— Contestó con tranquilidad, de su frente destilaba una delgada capa de sudor por la actividad física.
— T-toma R-rin-chan.— La tímida Hanayo sostenía una toalla y una botella de agua, no podía levantar su mirada por el rubor en sus mejillas.
— Waaaaa. ¡Kayochín tan linda, nya!.— Gustosa acepto sintiendo que le habían salvado la vida.
Las dos parejas estaban en su mundo, Maki comenzó a aburrirse por estar ahí, se puso de pie con la intención de pasar desapercibida y alejarse sin decir palabra alguna.
— ¿Qué pasa Maki-chan?.— La chica gatuna se dió cuenta de la menor.
— Seguramente extraña a su "Nico-chan".— Habló con tono burlón Tsubasa.
—No te confies sólo por que tu novia se encuentre aquí, Tsubasa.— Maki amenazó molesta.
—Hablando de Nico-chan, aún no la he visto por aquí. Espero que no tarde en llegar.— La novia de Tsubasa miraba por todos lados.
En ningún momento Nico había echo presencia ni dado señales de vida, temiendo de que llegara tarde o tal vez que ni si quiera llegará a presentarse.
— ¿Se encuentra bien ella?.- La pelirroja comenzó a sentir una profunda preocupación por la mayor.
— Sí, tal vez llegue un poco tarde.— Contestó Honoka con tranquilidad.
— Neee, a Maki-chan le importa Yazawa-san, nya.—
— !N-no es eso¡. Sólo pregunté por que después de Umi; nosotras debemos presentarnos. No es como si me importara¿Sí?.— Aclaró con rapidez y avergonzada, comenzó a bajar para irse al pabellón de Umi.
— Nishikino-san..— Susurró Hanayo sorprendida por la reacción de la pianista.
— Tranquila Kayochín, ella es así de Tsundere, nya.— Dejó salir en un suspiro, colocó la pequeña toalla al rededor de su cuello.
— S-si, P-pero —
— Ven. Vayamos con ella, nya.— Tomó de su mano para llevársela rápidamente a aquél lugar.
Las dos menores caminaban felices, con grandes sonrisas y un pequeño rubor en sus mejillas.
— De todas nosotras, ellas son las que se llevan mejor.— Suspiró Tsubasa, insconcientemente hizo una comparación entre el dúo de Tsunderes y las dos menores que lanzaban brillos y corazones con sólo estar juntas.
— Tsu-chan,¿qué hay de Ayase-san?.— Preguntó con curiosidad la pelicafé.
— ¿Eli?. Creo que quiere estar bien con todos y no salir en mal con alguien en realidad, pero el par de densas no parecen entender eso y actúan como unas idiotas.— Se refirió a las dos chicas que eran cercanas a su líder.
— Oh vaya, la que más parece estar molesta es Nishikino-san..—
— ¿Yazawa-san no ha dicho algo sobre eso?.— Respondió con otra pregunta dudosa.
— Ella trató de acercarse a Nishikino, pero me dijo que no salió nada bien y que a cambio terminó igual de molesta o peor.—Rascó su cabeza con decepción.
— Eli tiene que hablar con ellas dos, no tienen por que apartarse o desquitarse con personas que no tienen la culpa.— Tsubasa por un momento se quedó en un trance sobre sus pensamientos dudosos.
— Quita esa cara Tsu-chan, tenemos que ir a ver a Sonoda-san.— como último acto; se puso de pie tomándole la mano.
— Vamos, cariño.— Sonrió con calidez aceptando su invitación.
— ¿Nozomi hablará conmigo?.—
— Porfavor, dale la oportunidad Ayase-san.— Pidió con seriedad Kotori.
— Pero Minami-san..—
— No tienes nada que perder Ayase-san, sólo escúchala.— Volvió a intentar.
La modista llevó a la rusa al patio trasero en donde pudiesen conversar tranquilamente, después de unos minutos le pidió con insistencia un favor, que para la rubia le era difícil decidir.
— Sigo molesta y herida con ella.. Así que, si quiere hablar conmigo, ella tiene que venir y esforzarse.— Terminó por ceder la mayor con resignación.
Hablar de la pelimorada le provocaba una sensación de tristeza y abandono, aveces pensaba que lo que había ocurrido entre ellas fue producto de su imaginación.
— Muchas gracias, Ayase-san.— Kotori hizo una rápida reverencia, se limitó a caminar unos pasos para irse a la siguiente demostración del evento, pero la voz de la rusa le hizo detenerse.
— Minami-san.. Te gusta Umi, ¿No?.—
La jovén de cabellera gris guardó silencio por unos segundos, pensó detenidamente si debía responder aquello o no. Un suspiro respondió por ella antes que nada.
— Si. Me gusta Umi-chan.— Confirmó fuerte y clara, ni si quiera titubeó.
Los ojos azules de la rubia se dilataron por la impresión de la chica contraria, "¿Umi-chan?" ¿Desde cuándo le llamaba así?. Sacudió su cabeza, algo sucedía aquí más que obviamente.
— Suerte con ello, aveces puede ser algo... ¿Umi?.. Sí sabes a lo que me refiero.— Decía en un tono burlón llegando a ella en pasos cortos.
Ambas se dieron una agradable sonrisa, así que se dirigieron al pabellón de arquería. No tardaba mucho para que se diera el comienzo, aunque la Sonoda tenía el 3cer lugar para presentarse. No quería llegar tarde.
Justamente Tsubasa se acercó con prisa a su líder para tomarla del brazo y llevársela. Kotori miró desconcertada la escena, volvió a checar su reloj, regresó a su asunto de ir a la próxima demostración.
— ¿Q-qué pasa? ¿Tsubasa? ¿Por qué me miras así?—
— Debes de hablar con Maki-chan, definitivamente.—
— ¿Eeh? ¿De qué hablas?.—
— Haz estado consciente de que tú par de idiotas han estados actuando como... ¿Un par de idiotas?.— Insinuó acariciando su increíble frente.
— No entiendo.. ¿Actuando cómo?.— Se desconcertó Eli.
— ¡Por dios, Eli! Al menos Umi mantiene su amistad con Minami, ya que es respetuosa y hay un factor grande sobre que hay una atracción ahí... Pero, Maki.— Al mencionar el nombre de la última rodó los ojos cansada.
— ¿Maki?.—
— Maki-chan actuó como una vil patán con Yazawa-san. Y aunque ella trató de ser "amistosa" esa cabeza de tómate la trató muy mal, todo por que su "amiga", te hizo daño.— Hizo contacto visual con los orbes celestes.— Pero, no tiene que involucrar asuntos ajenos con personas que no tienen nada que ver.
La líder rusa se tensó ante tales palabras, su preocupación le hizo sentir mal. Se hundió tanto en sus pensamientos y sus "problemas" que ni si quiera le prestó atención a su alrededor o a sus compañeras.
— Ahh.. Estuve tan ocupada en mis asuntos que ni si quiera lo noté.. — Dijo con una mueca de preocupación.
— Incluso la chica gato lo entendió. — Comentó Tsubasa.— Como sea, debes hablar con ella.—
— Lo haré, no te preocupes por eso.— Aceptó sin problemas.
Toda la agrupación yacía en las bancas cercanas para tener una mejor vista y así observar a la arquera prepararse.
Su turno había llegado, el cual le dieron 5 minutos para alistar y comenzar a disparar sus flechas. Se aseguró de tener lista su vestimenta tradicional en buenas condiciones, la parte superior blanca y la inferior azul marino; un poco más oscuro que su cabello. Preparó su arco, pasó a colocarse su guante en la mano derecha y sacar la primer flecha que pondría inicio al primer "tiro".
Una embobada modista miró fascinada la preparación y profesionalismo que tenía su "crush" para poner a prueba sus tantos años de entrenamiento arduo. Las otras pertenecientes a su grupo tenían su mirada atenta a su querida amiga, todas sentían confianza y orgullo en la arquera.
Al ser una competencia-demostración de arquería, el público mantenía silencio absoluto ya que la precisión era esencial en ese deporte. Sólo hacía ruido su arco y el choque de la flecha al pegarla a su cuerda.
Con una postura firme y llena de seguridad, aseguró su distancia y el ángulo correcto para soltar la flecha, sin esperar tanto tiempo. Soltó la flecha dando en el blanco al centro en un movimiento limpio y rápido. Obteniendo el primer aplauso de la gente, se marcaron sus puntos en un tablero electrónico del lugar. En menos de unos minutos disparó sus últimas flechas y todas efectivamente dieron el blanco.
— ¡Que se podría esperar del príncipe de nuestra academia, nya!.— Gritó con obvia intención de ser escuchada por la peliazul lo cual tuvo toda efectividad pues su rostro se adornó de un tono carmesí como los ojos de la Nico Nii.
Todas las chicas reían por la ocurrencia de su querida chica gato, las demás guardaron la calma y regalaron un fuerte aplauso.
— Sonoda-san es increíble, se mira muy profesional.— Halagó Hanayo de la impresión.
— Cuando Umi se lo propone, su profesionalismo está de sobra.— La lider del grupo se sentía tan orgullosa de las chicas que sentía unas inmensas ganas de llorar por su felicidad de verlas tan seguras de sí mismas.
— Creo que sólo falta una más y darán los lugares.— Tsubasa se encontraba detrás de ellas y de la mano de su novia.
Kotori se mantenía en silencio, cada mirada disimulada entre ella y la arquera le provocaba un intenso revoloteo.
Después de la última estudiante, las entrenadoras y maestras prepararon las medallas con sus respectivas listas de los lugares.
Todo ser humano y alma en ese espacio esperaban ansiosos el resultado, ya que fue un juego limpio. Aunque Umi fuese de las mejores primeras tenía una fuerte competencia.
— PRIMER LUGAR.. ¡SONODA UMI!.—
Se escucharon un montón de chicas gritar por su senpai, aparte de sus conocidas ahí presentes. Se inclinó para que su cuello fuera rodeado con el listón azul y su medalla con el número de su lugar. Sus mejillas estaban rojas por el alboroto, rápidamente agradeció y se retiró al vestidor con vergüenza después de ser felicitada y halagada por el público junto a sus maestras e compañeras.
— Waaa.. Umi-chan es increíble.— Dijo la peligris con emoción, llamó la mirada de una pelirroja molesta que escuchó la manera en que llamaba a su amiga. Eli notó su reacción y posó una de sus manos en el hombro de la menor.
— Maki, ¿puedo hablar contigo?.— Pidió con preocupación.
— S-si...¿Por qué?.— Enarcó una ceja extrañada.
— Sólo... Quiero hablar..— Sonrió y se puso de pie, haciendo un ademán con su mano para que la menor le siguiera.
— ¿A dónde van, nya?.— Rin sintió interés al verlas retirarse.
— Maki quiere que le ayude a acomodar algunas cosas.. Su presentación comienza en media hora.— Rápidamente usó el mejor pretexto que se le ocurrió, el grupo no sospecho para nada y asintieron despreocupadas. Tsubasa sonrió maliciosamente entendiendo la verdadera razón.
— Las veo en un rato.— Avisó la pianista para irse tras Eli.
Las dos chicas se quedaron afuera del pabellón cerca de un barandal que daba a una parte del jardín. La gente comenzó a salir de ese lugar para irse a disfrutar del lugar y sus stands. Una pelirroja se sintió preocupada por la petición de la rusa, no le pasaba por su cabeza ningún motivo para una seria conversación. Hasta que vió de reojo a Eli recargar sus brazos en el barandal y disfrutar del fresco aire con una sonrisa.
Antes de que pudiese decir algo, su mayor le llamó.
— Maki.. Noté tu comportamiento con Yazawa-san.— Inició calmada.
— ¿Y?.—Preguntó con una expresión de duda.
— ¿A qué se debe?.— Decidió por adentrarse en las tales razones de la menor.
— Sólo... No me cae bien.— Hizo su mítica pose y empezó a jugar con su cabello rojizo en forma de melena, recargando su espalda en el barandal.
— Pero si hace unos días se trataban bien.— Opinó con fingida sorpresa y al ver que Maki no decía nada, optó por ir al grano.— Sé que es por lo que ocurrió entre Nozomi y yo...—
— Bueno...— Se removió en su lugar por la ligera incomodidad.
— No tienes que estar a la defensiva todo el tiempo, Maki.—
— ¿Cómo puedes tratar con normalidad a sus amigas después de lo que te hizo?.— Cuestionó casi como forma de reclamo.
— Maki..—
— ¡Te hizo daño! Eso no es algo pequeño que pueda dejarse pasar.— Interrumpió con preocupación y molestía.
— Mak—
— ¡Eso no estuvo para nada bien!.—
— ¡Pero ellas no tuvieron nada que ver, Maki!.— Gritó tratando de calmar por completo a la pelirroja, tomó sus manos para que la mirará a sus ojos y ser más directa.Los orbes violetas se abrieron por ver a su líder actuar así.
— E-E-Eli...— Titubeó nerviosa, tenía tiempo que no veía a su mayor ser directa y tomar un semblante serio.
Orbes celestes llenos de frialdad y orbes violetas con pupilas temblorosas chocaron por el intenso contacto visual. El aire fresco movía las cabelleras del par de chicas que tenían una pequeña discusión.
— Sé que sientes preocupación por mi al igual que todas, pero no es la manera de hacerlo. Aquellas chicas se comportaron amables con nosotras y aunque ocurrió aquello, ellas son ajenas al asunto.—
— P-pero..—
— Agradezco tu intención de protegerme y sé que haría lo mismo por ti. También sé perfectamente que si la situación fuera lo contrario, sus amigas actuarían así por preocupación.— Suspiró a la vez que soltaba a la menor.— No hay necesidad de buscar culpables que no lo merecen.
— ¿Eso está bien?.—
— Lo está.. Espero hacerte entender. Le debes una disculpa a Yazawa-san.— Bromeó en forma de juego.
— Ahh. Me disculparé ¿Ok?. Ya deja de sermonearme.— Le siguió de la misma manera.
El par perteneciente al trío soldier game dejó salir una agradable risa para terminar con una cálida sonrisa. Aunque fue extraño y una suave incomodidad se presentó al inicio, la pianista sintió acercarse más a la rubia.
— ¡Se divierten sin Rin, nya!.— La pelinaranja se acercó a ambas chicas para abrazarlas, raramente veía a esas dos convivir así y sentir su tranquilidad le provocó una sensación de felicidad.
— Rin, si nos sigues abrazando así, harás que me desmaye.— Dijo Maki con dificultad.
— Suenas como Umi-chan, nya.— Se dispuso a soltar a sus amigas.
Detrás de ella llegaban Tsubasa de la mano de Honoka y Hanayo con su típica sonrisa tímida. La rubia se extrañó al no ver a su amiga arquera llegar.
— ¿Y Umi?.— Preguntó curiosa.
— Con Minami-san..— Contestó Tsubasa con un tono malicioso.
— Ya veo.. Hay que adelantarnos entonces.— Respondió entendiendo la situación.— Vamos al escenario de Maki ya que tiene que verse urgentemente con Yazawa-san.— Empujó a la menor, mientras las demás reían detrás del par.
— ¡E-espera Eli!.— Intentó detenerse pero ya era demasiado tarde, su mayor ya la tenía llevándola del brazo.
Después de que las demás chicas salieran del pabellón de arquería, quedó en total silencio pues la gente y estudiantes ya se hallaban fuera del lugar. Quedaban muy pocas personas, casi se sentía solo. Una linda peligris esperaba pacientemente a la arquera para felicitarla ella directamente, sus ojos se iluminaron cuando la vió salir al abrirse unas grandes puertas que daban a los vestidores. Ahora portaba su distinguido uniforme de vestir negro y su corbata blanca perfectamente acomodada, de su lado derecho cargaba el estuche de su arco orgullosa de su primer lugar.
Sintió la suave mirada de la modista, aunque no lo admitiera frente a todas. Su presencia le hacía sentir una calidez inexplicable, una agradable estancia que no tenía palabras para definir pero que le agradaba en absoluto.
Aquella noche que llegó con la sensación de los suaves labios de Kotori en los de ella. No podía conciliar el sueño, incluso Eli lo notó, más bien sus compañeras y amigas sabían que ocurría algo entre aquellas chicas.
[FlasBack de la noche anterior]
Umi Sonoda se removió en la cómoda y espaciosa cama en la que trataba de dormír. Le era imposible, tener el recuerdo y la confesión de una de las chicas de Otonokizaka le perforaba la mente. Sólo porque fue necesario ocultar el acercamiento con ella, pero si ese no hubiera sido el caso en aquél beso probablemente se hubiese desmayado.
Terminó por sentirse fastidiada y tuvo como opción irse a la sala principal Nishikino, tal vez podría beber un vaso de jugo y tranquilizarse.
La arquera caminaba en pijama por la gran mansión, se acercó a la lujosa nevera para sacar una jarra con jugo natural de manzana. Días antes Rin la había echo y ahora moría por un buen vaso, bebió y limpió con una servilleta sus labios, guardó la jarra y caminó para la barra de la cocina.
— ¿No puedes dormir?.— Eli salía desaliñada y estirando sus brazos, también se acercó a la nevera. Umi esperaba que bebiera algo saludable pero no. La rusa traía en sus manos una pequeña tarta de chocolate y gustosa se sentó en la barra.
— Por los dioses. Eli, te hará daño comer chocolate tan noche.— La regañó tal cual padre a hija. Aveces la arquera tomaba ese papel sin darse cuenta.
— Harasho~..— Ignoró los regaños de la peliazul y dió un bocado gustosa.
— No tienes remedio... Necesito... Contarte algo.— Tomó asiento al frente de ella en uno de los bancos.
— Te escucho. —
— No tengo idea.. Sí siento algo por Kotori.. ¡Minami!.— Se exaltó por la poca formalidad en que le llamó, pero su lider le sonrió. Le hizo entender que estaba en un lugar seguro.
— ¿La consideras una amiga?.—
— Es una amiga, pero se siente diferente a como me siento con ustedes en ese termino.—
— ¿Qué es lo que sientes al verla?.— Preguntó dando otro bocado a su tarta.
— M-mi corazón... Comienza a latir fuertemente y.. Me s-siento muy bien con ella, me parece muy linda.— Al terminar lo dicho, un largo suspiro salió de entre los labios de la arquera.
— No creo que estés confundiendo tus sentimientos y tal vez tengas dudas por el poco tiempo en que la haz conocido..— Habló calmadamente.— Pero ese no es motivo o excusa que te impida enamorarte.
Por otra parte Umi sentía su rostro arder como el fuego, no encontró el por qué terminó por decir ese tipo de cosas. Ni sabía cómo logró decirlo de esa manera, pero era la realidad.
— Hoy en la tarde me hizo su confesión.. Y dijo que esperaba mi respuesta.— Comenzó a jugar con sus dedos nerviosa.
— Esta más que claro que te gusta de la misma manera, de ti depende manejar la situación y lo que esperas de ella. Nunca te había visto sonrojarte tanto con una chica y que mucho menos alguien te gustara así —
— Debo pensarlo aún.. Ahora sé que me gusta.— Aclaro sus dudas.
Desde esa charla, la peliazul encontró motivo a su comportamiento y sus emociones al ver a la modista. Ahora que sabía que estaba enamorada ¿Qué haría? ¿Es lo correcto corresponderle? ¿Y luego qué? ¡Van a academias totalmente diferentes y algo retiradas! ¿Qué era lo correcto?
[Fin del Flash Back]
Al terminar de cortar la distancia con la minami tomó asiento a lado de ella. Estuvo dudando sobre qué decir, no quería actuar con torpeza frente a ella.
— Soy tu fan Umi-chan.— Rompió silencio Kotori.
— G-gracias.. Agradezco también que hayas venido a verme.—
— No tienes que agradecer, eres una persona llena de profesionalismo.—
— Gracias, es lo único que puedo decir. Me siento halagada.— Sonrió ruborizada, su silencio decía todo por ella. Quería responder y decirle lo que sentía sin ser brusca.
— Vamos con Nishikino-san su presentación es la próxima.— Se puso de pie para caminar, pero una mano le detuvo de dar otro paso.— ¿Umi?.
— ¡Me gustas también K-kotori!.—
Obviamente antes de gritar lo dicho se aseguró de estar solas y que no hubiese nadie en el pabellón de arquería. De haber sido así no hubiera tomado tanto valor.
— ¿D-de verdad?.— Los ojos ámbar llenos de brillo miraban sorprendidos a los orbes miel nerviosos de la arquera.
— No sé de dónde saqué la valentía para decirte esto, pero de verdad me gustas. No mentiría con algo así.— Se puso a la altura de la chica de Otonokizaka, mirarla a los ojos le estaba costando demasiado.
La peligris al darse cuenta que sólo ellas dos se hallaban en aquél lugar, comenzó a cortar la distancia con una pequeña sonrisa y mejillas sonrojadas. Rodeó el cuello de la más alta y acercó sus rostros tan cerca, que sólo se mantuvo así para ver que la arquera tenía su cabeza echa humo y su cuerpo tembloroso.
Umi se dió cuenta de las intenciones de aquella chica, así que dudosa rodeó de la misma manera con sus brazos la cintura de la peligris para acercarla a su cuerpo y sin tardarse terminó toda distancia posible con un dulce e inexperto beso, pero que con segundos se intensificó.
Al estar en un lugar público corrían el riesgo de ser vistas.Terminaron el beso un poco después, ambas hacían competencia por quien tenía el rostro más sonrojado.
Lentamente la arquera comenzó a apartarse y cubrir su rostro ante tanta vergüenza. El ritmo en su corazón no tenía control hasta que Kotori tomó su mano y entrelazó sus dedos con los de la peliazul. Su corazón estaba en la perdición.
— Cierto.. No te había preguntado si estaba bien dirigirme a ti por tu nombre.—
— N-no.. Está bien.. También te llamaré por tu nombre... Kotori..— Susurró.
— Perfecto Umi-chan, regresemos con las demás.— La sonrisa de la modista era tan resplandeciente que sin notarlo Umi ya tenía la misma sonrisa. Ambas caminaron para reunirse con el demás grupo.
El equipo de sonido terminó por organizar y finalizar el acomodo del escenario, mientras las estudiantes del club de música conectaban sus instrumentos para hacer la primera prueba de sonido. Un pequeño escenario en el patio de la preparatoria, al frente se encontraban las sillas para los espectadores, pero una pelirroja no dejaba de dar vueltas en un sólo lugar.
— ¿Puedes parar? Comienzas a marearme.— La chica castaña de ojos verdes seguía con la mirada a la pianista, hizo que se detuviera y la fulminara con la mirada.
— Nico-chan... Digo ¡Yazawa no ha llegado aún!.— Se exaltó con un sonrojo.
— Oh vamos, no creo que sea tan cruel como para abandonarte.— Opinó Eli que estaba a lado de Tsubasa.
Honoka, Kotori y Hanayo se habían ido para buscar a la pelinegra. Ya que al faltar 15 minutos la pelirroja comenzó a inquietarse.
— ¡Ahí viene, nya!.— Las presentes voltearon en dirección a la que apuntaba la chica gatuno. Nico caminaba apresurada al par de sus amigas.
Los violetas de Maki se iluminaron al ver a la bajita vestir un atuendo colorido y bastante lindo junto a los adornos en su coletas, parecía toda una idol.
— ¿Sucede algo?.— La líder rusa se preocupó al ver a las chicas apresuradas.
— Ayase-san, Nozomi no ha llegado aún. Ni si quiera responde el teléfono y ya es algo tarde.— Kotori avisó con preocupación en su tono de voz.
— Prometió venir... Pero ni si quiera a mí me responde.— La más bajita comentó.
— Puede que llegue de imprevisto Nico-chan.— Ánimo la modista.
Eli evitó su mirada preocupada, no quería que sus amigas se diesen cuenta. Así que trato de ignorar aquello. La pelinegra subió al escenario casi pasando desapercibida por Maki. Las otras chicas se sentaron para observar en el momento que iniciaría su presentación.
— Parece que me esta ignorando.— Susurró al oído de la rusa.
— No quiero imaginar cómo la trataste para que ella se pusiera ahí.— Frunció las cejas echándole en cara su manera de actuar.
— Ahh, ya entendí, ya entendí.— Se despidió de sus amigas. Caminó para subir a encontrarse con Nico, la mayor estaba probando su micrófono y confirmando su prueba de voz. Al ver que estaba a la perfección apagó el sonido, vió de reojo a la pelirroja y le dió la espalda molesta.
— Hey.. Necesito decirte algo..—
— ...— No recibió respuesta, al tener el tiempo contado se acercó a ella. Caminó con paso apresurado no vió que su pie se enredó con uno de los cables del escenario. No tanteó la distancia, al escuchar los quejidos la idol volteó con curiosidad. De alguna manera Maki terminó en los brazos de Nico, sus rostros quedaron tan cerca que sentían sus alientos chocar. La menor se separó un poco por lo apenada que se sentía.
— ¿M-maki-chan?.— Nico parpadeó varias veces extrañada, intentó ignorarla pero al tenerla en sus brazos le era imposible hacerlo.
— Maldita sea.. Todo por culpa de ese estúpido cable.— Se quejó y se apartó de ella. Puso sus manos en sus caderas para soltar un largo suspiro y bajar su rubor.— L-lo lamento.
— No te escuché. ¿Qué dijiste?.—
— ¡Perdón por haberte tratado así!.— Exclamó lo necesariamente fuerte para que la escuchase.
— ¿A qué viene tu disculpa?.— Se extrañó de ver a la menor arrepentida.
— Ahora soy consciente de que no debí tratarte de esa manera.. No fue tu culpa, lo siento.— Maki hablaba en serio, no apartaba sus ojos de los grandes orbes rubí. — ¿Qué pasa? ¿No me crees?.
— ¿La gran "Nishikino Maki" pidiéndole perdón a la increíble Idol Nico Nii? pff hahah.— Reía divertida.— La hermosa Nico acepta tus disculpas pero tendrás que hacer más que eso para que termine de perdonarte.
Maki se sintió aliviada aunque frunció el ceño por el egocentrismo que emanaba la pelinegra. Cruzó sus brazos y jugó con su cabello.
— Lo haré.. Pero no es como si me importara ser amiga tuya.— Sonrió en la misma postura.
— Si, claro. Tenemos una canción que presentar, ojos rasgados.— Tomó su micrófono y se limitó a salir primero al centro del escenario.
— Enana...— Balbuceó.
La pianista siguió a la ojirubí, tan pronto llegó al lugar principal. El público recibió con un frente aplauso al dúo. Las chicas del sonido e instrumentos terminaron su prueba de sonido, confirmaron que las dos cantantes estuviesen listas para hacer lo suyo.
— Tenemos a Yazawa Nico, una estudiante de tercer grado perteneciente a nuestra amada Otonokizaka, es presidenta del club de idol's— Una de sus profesoras hablaba por la bocina, la primer mencionada fue recibida con bastantes aplausos y gritos por sus fans. La pelinegra no dejaría pasar una escena en donde se sintiera como la impresionante Nico Idol número 1 que era.
— No puede ser...— Dijo Maki viendo tal escena como si estuviera viendo algo desagradable.
— Y de éste lado, Nishikino Maki de primer grado perteneciente a la prestigiada academia que está de visita con nosotros. Hoy harán un dúo de canto, compusieron una canción para este día. También cuentan con la ayuda instrumental de nuestras estudiantes.— La pianista miraba con total desinterés a las chicas que gritaban por ella. Una de ellas se encontraba en el fondo sosteniendo un cartel que tenía escrito en el "Nishikino-san, merry my".
— ¿Qué diablos dice ahí?... M-mer- ¿Merry qué?.— Preguntó intentando divisar las letras de aquél cartel con dificultad.
— Si, si, si. ¡Comencemos!.— Interrumpió la de coletas con ligeros celos. ¿Celos por la atención de sus fans? ¿O acaso esa chica le provocó celos por Maki?. No tenía tiempo para perder pensándolo, sacudió su cabeza y entró en modo profesional.— Bien, hagámoslo. Maki-chan.—
— Perfecto, Nico-chan.— Le guiñó un ojo de manera desafiante con una pequeña sonrisa coqueta.
La música inició en cuestión de segundos, se prepararon para mirar a su público y bailar una sencilla coreografía que integraron en sus ensayos. Todos aplaudían con ánimo y miraban atentos a aquél par.
— ¿Me estás mirando?—
— ¡No puedes mirarme!—
— Trampa, trampa, trampa. Es una trampa.—
— ¿Somos amigas? O tal vez enemigas.—
Entraron tanto en el papel que incluso se acercaban peligrosamente y se miraban sin parpadear. El público aplaudía de la emoción siguiendo el ritmo de la canción.
Las amigas de la pelirroja observaban con la boca entre abierta.
— Esas dos..— Susurró Eli.
— Si que son..— Le siguió Tsubasa con impresión.
— ¡Interesantes, nya!.— Rin estaba más que emocionada, gritaba y casi se le podía ver aventando flores imaginarias.
Maki se acercó a la pelinegra casi a un metro de distancia y con la voz más desafiante y llena de seguridad se dedicó a cantarle.
— ¿Por qué siempre me estás mirando?.— Fue la imaginación extraña de Nico, o Maki tenía una mirada intensa sobre ella, los orbes violetas brillaban, casi sentía que sus piernas se hacían gelatina de los nervios que le provocaban.
— ¡Tu me miraste primero!.— No quería quedarse atrás y tomó la misma postura poniendo una de sus manos en sus caderas, con un tono 'cute'.
— Yo vi que tú lo hiciste primero.— Cantó con desinterés. ¡Hasta en la canción tenía ese tono de voz!.
— ¡Mira! Acabas de mirarme de nuevo.— Respondió con molestia siguiendo la canción.
Mientras el dúo cantaba y bailaba rítmicamente, el grupo de chicas se sentían desconcertadas por el tipo de letra aunque eso no evitaba que tenían buenos vocales y ritmos pegajosos.
— ¿Quién escribió la letra?— Kotori preguntó curiosa, parecía que esa canción les pertenecía nada más a ellas dos.
— Bueno, la escribimos Maki y yo.. Pero Yazawa-san le dió su toque personal.— Le respondió de inmediato Umi.
— Ahora tiene más sentido viniendo de Nico-chan.— Hanayo asintió con su sonrisa emocionada.
— Pero es una simple canción.. Aunque se siente cierta tensión ahí.— Dijo Tsubasa insinuando lo obvio.
— No malinterpretes no hay nada de eso.— La líder rusa trató de no sonar preocupada por ello, hasta que escucharon cierta parte de la canción.
— ¡Nuestras miradas se encontraron de nuevo!—
— Es injusto.—
— Ocultas tus intenciones y es cautivador—
— Ah...¡Tu injusto magnetismo!.—
— (¿Me estás mirando?) (¡No me mires!)—
— ¿No vas a venir? ¡Vamos, ven hacía a mi!.—
— ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?.— Umi se sonrojó, hasta la densa Umi sentía esa tensión.
— ¿Ahora vas a decirme que no ocurre algo ahí?.— La castaña dijo con tono divertido.
— Creo que me tragué mis propias palabras.— Eli se abstuvo de no querer ver lo evidentemente visible.
— ¡Las que se pelean se aman,nya!.— ¿Cuándo fue que Rin tenía dos banderitas con los rostros del dúo?.
— ¡Por dios! ¡Rin bájate de la silla!.— La arquera trató de controlar a una chica gatuna.
— Waaa, se ven tan geniales cantando.— Honoka halagaba con alegría.
Kotori y Hanayo aplaudían y cantaban las pequeñas partes que habían logrado memorizar.
La canción finalizó repitiendo el coro de la canción, al acabar se quedaron en la misma pose. Después hicieron una reverencia agradeciendo a su público por estar presentes y el apoyo recibido. Recibieron flores y un reconocimiento de un importan evento como ese.
Nico fue la primera en bajar seguida por la menor, caminó apresuradamente buscando a cierta persona pero su vista le fallaba. No la veía por ningún lado.
— Oigan.. No llegó Nozomi.— La pelinegra fue lo primero que dijo al ver a sus amigas sentadas junto al demás grupo.
— Tienes razón, intenté llamarle pero no contesta.— Kotori verificó su celular, le había echo más de 15 llamadas a la tarotista.— Me está empezando a preocupar.
— No puedes ser incluso hablamos con ella, probablemente Kenta le ha de haber echo algo.— Honoka habló y todas voltearon a verla.
— ¿¡Hay algo de lo que no me han contado?!.— Nico se molestó con el par de segundo.
Las dos chicas se asustaron, no sólo tenían una mirada sino dos, la rubia se preocupó y se acercó de la misma manera que Nico.
— ¿Qué ocurre?.— Ayase se tensó esperando una respuesta.
— A-ayer.. Fuimos a hablar con Nozomi-chan y y.. Nos contó que sus padres son la barrera que le impide estar con Ayase-san.. K-kotori-chan y yo sospechamos de K-Kenta.. P-pues Nozomi-chan cuando se fue con él en el día del convivio no respondió llamadas Y-y al día siguiente que Kotori-chan la vió, ella tenía marcas en el cuello.. S-suponemos que tal vez K-Kenta la amenazó.. Considerando lo poderoso que es..— Honoka contestó rápidamente por las miradas amenazantes de las dos chicas.
— ¿¡Por qué no me lo dijeron?! ¡Par de idiotas!.— La pelinegra se sentía tan molesta que les pellizco las mejillas a ambas chicas.
— S-sueltanos N-Nico-chan... ¡Nozomi-chan no ha dado señales de vida, eso es lo preocupante!.— Kotori se apartó rápidamente.
— ¿Ahora qué hago?.— Eli ignoró por completo a su grupo, sabía que les debía una explicación, pero no era el momento adecuado.
— Iré a su maldita casa y yo misma voy a romperles la cara a sus asquerosos padres.— Dió un paso con total enojo.
— Espera Yazawa-san.— Detuvo a la más bajita con un agarre.— Iré contigo.
— Bien, demuestrame que tanto amas a esa idiota, rubia.— Nico desafió con unas simples palabras.
— ¿Podemos ir contigo? También podríamos ser de ayuda.— Umi intentó detener a su líder. Su grupo se preocupó, agregando que no entendían que ocurría en primer lugar.
— Les debo una gran explicación.— Suspiró con pesadez.— Pero sé que debo hacer esto.—
— ¿No es peligroso que vayan solas?.— Maki se alarmó, si ya sentía preocupación por Nico, ahora con Eli se intensificó esa emoción.
— ¡Elichika!.— Una voz fuerte y varonil se escuchó detrás de ellas provocando que voltearan. Se hallaba un hombre alto, fuerte, rubio y con una sonrisa usando un elegante traje.
— ¡Es el padre de Eli-chan, nya!.— La de muletilla gatuna saludó a su segundo casi-padre.
— Le diré a mi padre que me lleve, Umi estate al pendiente por si nuestra directora necesita algo o pasa cualquier problema en lo que falta del evento— La arquera asintió ante la órden de su mayor.— Tsubasa, te deseó suerte en tu obra. Eres una increíble organizadora, seguramente lo harás más que perfecto.— A tsubasa casi se le salían unas lágrimas de la felicidad, levantó un pulgar en señal de ánimo.— Rin, Maki. Estén al pendiente si les hago alguna llamada. Confío en ustedes por si necesito o pasa algo.— Las dos menores asintieron decididas.
— Ueeeh. Eli-chan suena como si fuese a morir, nya.— Lloriqueó la pelinaranja.
— Pues técnicamente va camino a su muerte.— Nico levantó ligeramente sus hombros.
— ¡Nico-chan!.— Regañaron Maki, Kotori y Hanayo.
— Venga, tenemos que resolver esto.— Eli dió una última mirada y caminó hacia a su padre. Detrás de ella venía una Nico igual de decidida.
— ¿Qué pasa Elichika? ¿Por qué esa cara?.— El hombre mayor hizo un gesto lleno de preocupación.
— ¿Recuerdas de lo que te hablé de Nozomi?.—
— Claro.—
— Ahora sé las razones, necesito que me lleves y me ayudes con esto, papá. Te necesito.— Decía Eli.
— Sabes que no puedo negarme, cariño. Cuenta conmigo.— Sonrió brindando confianza en su querida rubia, su mirada se detuvo en la pelinegra.
— Ella es amiga de Nozomi, vendrá con nosotros y nos guiará.— Aclaró la rubia.
— Suban al coche, las llevaré lo más rápido que sea posible.— Ofreció amablemente saliendo de la preparatoria.Llegaron a una lujosa camioneta blanca. (Tan lujosa que Nico no tenía idea de que existieran ese tipo de modelos). El par de chicas tomaron lugar en los asientos traseros, la pelinegra le dijo la dirección al padre de Eli. En menos de 15 minutos se encontrarían en la residencia Tojo.
— Sabía que ese estúpido de Kenta tenía que ver con esto aparte de sus patéticos padres.—
— Creí que yo era la loca por que noté el extraño comportamiento tan raro que tomó Nozomi...—
— No eras la única, Ayase.— La de coletas se sintió de la misma manera.
— Ahora también quiero romperle la cara a ese patán, jamás permitiría que tocaran a Nozomi..—
— Tenemos algo más en común.—
Eli giró su rostro encontrándose con el de la más bajita, se sintieron cercanas a la vez pero había mucho diferencia entre ellas dos. Ambas sabían su propósito y lo que tenían que hacer. Se dieron una última sonrisa para esperar la tormenta que tenían que enfrentar solas.
— Aquí es, cariño.— Avisó el mayor.
— Gracias papá, si tardamos mucho porfavor ven por nosotras.— Le pidió con determinación, el rubio asintió.
Al bajar de la camioneta entraron a la principal residencia. Estaba tan absoleto del ruido que las dos chicas de 3cer grado comenzaban a sentir temor.
— Amo tanto a Nozomi que no me importaría hacer esto por ella.— Se aseguró de volver a sentir el valor, lo cual le funcionó.
— Empecemos con este martirio.— Dijo Nico por último tocando el timbre.
Esperaban con inquietud a que la puerta fuese abierta, no pasaron menos de 3 minutos hasta que alguien abrió...
Haru~•
