Me alegra decir que ahora ya no me tarde un año para escribir un capítulo.
Y sin nada más que agregar, comienza el capítulo.
No era su primera vez luchando junto a un humano, pero si la primera en hacerlo en una expedición y junto a Lady Yoruichi.
Ichigo, si bien no era un genio para varias cosas, nadie duda de su habilidad y astucia al momento de pelear.
Lástima para Ichigo, las expediciones no se ganan a fuerza bruta, al menos no a largo plazo, así que él no ocupaba ningún rango importante en los miembros.
Su maestra era la mejor para explorar el terreno, Miyagi era un poliglota que les permitiría hablar con cualquiera que se encontraran, L´miers era una cartógrafa que tomara registro todo el terreno, Omaeda… pff, bueno siendo justos, él era su hombre más leal, siempre que hubo una intriga él se ponía de su lado, siempre era un espía de los celosos, los avaros y los cobardes.
¿Cuántos han sido capturados por las grasosas, pero oportunamente atentas manos de Omaeda?
Lo charlatán y grosero se volvía una ventaja, pues no muchos se esperan que esa clase de persona conociera tanta lealtad.
Soi fon hecho un vistazo hacia el cielo, pintado por las nubes, y luego la bajo hacia el suelo, donde el rio partía una estepa con pastos grandes y flores de todos los olores.
Las gentes que habitan aquí eran de las pocas en la sociedad de almas que usaban los caballos de manera común, justamente gracias a su terreno propicio, también se cuenta que su ciudad es un destino bastante popular para las parejas, ella ha leído varios poemas de ese lugar, una historia la rodea, que es la musa de cientos de animas para sus poemas, canciones, pinturas.
Ella mentiría si dijera que no le interesaba visitar la ciudad.
Sin embargo, esa no era su misión.
Su expedición de 20 soldados era una fuerza para alivianar el reciente incremento de ataques en la zona, los hollows hicieron una "inmigración" después de que el Sereitei aumentara la guardia en la zona occidental de la Sociedad de almas, y corren rumores de ciertos bandoleros aprovechando la situación.
Por la ladera de un monte bajaba el pequeño grupo de 20, el terreno era un poco accidentado, pero nada que a ellos les impidiera moverse rápidamente.
Sus túnicas negras se destacaban en el campo color esmeralda, por lo que rápidamente fueron avistados por los guardias desde una atalaya, que enviaron un comité de bienvenida.
Unas 4 personas, dos de ellos Shinigamis, los otros dos eran un noble, y un artesano, estos iban en caballos blancos.
Se quedan esperando afuera de la ciudad por unos pocos minutos la llegada de la expedición, cuando estos llegan los 4 hacen una reverencia.
- Muchas gracias por venir, no esperábamos que llegaran tantos – Dijo un Shinigami.
La capitana de la segunda división le responde – Quieren que nos encarguemos de este problema rápidamente, estamos seguros que en unos pocos días solucionaremos el problema –
- Esperemos que sea así, ahora vuestra merced, permítanos llevarlos a la ciudad – El noble les hizo una seña con la mano.
Y así lo hicieron, la ciudad se veía a lo lejos, Yoruichi calculo una media legua.
Durante la caminata no paso mucho, todo alrededor era una gran planicie sin ningún accidente geográfico, ni montañas ni depresiones, solo unos bosques pequeños, y se podían ver formas de algún tipo de animal a lo lejos.
Ichigo, que no tenía nada mejor de hacer, decidió hablar con el artesano.
- ¿Y cómo es exactamente la situación en la zona?, Me dijeron sobre varios hollows y asaltadores, pero de momento no he visto ningún hollow o bandolero por aquí –
El artesano, con una voz algo aguda, respondió – Solo algunas de esas bestias son tan tontas como parecen, la mayoría cazan de noche en ciertas aldeas cercanas, dudo que alguno intente penetrar a la ciudad, necesitaría ser uno particularmente fuerte –
- Los bandoleros se esconden en esos bosques, solo los grupos más grandes salen de día, según he escuchado, el máximo ha sido alrededor de 30 –
- ¿Son de un mismo grupo? – Pregunto el peli naranja.
El espíritu alzo los hombros – Lo ignoro, puede ser, también podría ser que fueran diferentes grupos que se unen para no ser devorados por hollows –
- Ya veo, por cierto, mi nombre es Ichigo Kurosaki – Dijo el mismo, estirando la mano.
El artesano le dio un apretón y después contesto – El mío es Din Rumi –
Siguieron caminando en un cómodo silencio, cada vez más cerca de la ciudad, dejaba de ser un borrón en el horizonte y se podía empezar a apreciar las murallas, sus torres, y sus más altas estructuras.
En ese momento Lady Yoruichi hablo – *Silbido* Desde luego ha crecido desde la ultima vez que vine aquí –
La capitana pregunto – Recuerdo que me había mencionado sobre esta ciudad antes, dijo que sería una buena opción de retiro –
- Me alegra que lo recuerdes, abejita, la flora no ha cambiado nada, pero la muralla no tenia esas extensiones, ni tampoco esos edificios – la mujer de piel moca apunto con su dedo a los lugares mencionados.
- ¿Esa ciudad no sirve como una base para la sociedad de almas? Se ve una ciudad muy grande – Pregunto Ichigo.
Soi fon respondió – No está en ningún punto estratégico, hay lugares con recursos más valiosos, no tenemos una fuerza de caballería para utilizar sus caballos, es una ciudad que sobre todo nos ayuda con su riqueza traducida en impuestos y población, pero nada más –
- Aunque siempre ha sido hermosa – Comento Yoruichi – Desde hace siglos se habla sobre lo romántica que es la ciudad de Fatima –
- ¿La ciudad de Fatima? - Se pregunto Ichigo Mientras más se acercaban a la ciudad – No te preocupes, lo veras cuando llegues haya – Le dijo el noble.
Después de varios minutos llegaron a una de las entradas de la ciudad, muros de cal bellamente decorados con figuras y palabras.
A los lados de las aspilleras se leía la onomatopeya "Crack".
Las paredes de madera y piedra estaban cubiertas de cal y pintadas de naranja y líneas rojas.
Las puertas, cada una tenia una imagen en ellas, eran cosacos, un soldado y una dama. El soldado llevaba su gorro alto, una lanza, una cruz sobre su pecho y unos ropajes azules y rojos.
La dama esta vestida de telas rojas y doradas, así como una falda de varios colores, tenia un turbante y un instrumento.
En lo alto de estas puertas se podía leer; El amor lo vence todo, rindámonos, pues, al amor.
Los guardias les permitieron la entrada en seguida, y fueron bienvenidos con cantos de clarines.
Las personas de las cercanías se acercaron a la bienvenida, todos ellos tenían ropas de varios colores, varios poseían esas túnicas japonesas, a veces de solo color mate, otros con grabados de diversas flores. Otros eran más persas, con turbante y mallas de variado color, y en algunos bordados, también eslavos con cortes de pelo rapado y trenzas, algunos con bello facial prominente pero bien arreglado, y unos contados judíos con gabardinas de piel, gorros con bordes de diversas figuras y colores, así como mirada amable.
Hacia ellos fueron un grupo de Shinigamis, haciendo una referencia, el Shinigami que estaba al frente de todos empezó a hablar – Soy el gobernante de esta ciudad, mi nombre es Ivan Chortiza, agradezco mucho su llegada a esta ciudad –
Haciendo una reverencia Soi Fon le habla – Vuestra merced no debe preocuparse más. Soy Soi Fon, capitana de la división de castigo, esta a mi derecha es Lady Yoruichi, antigua capitana, y todas estas 18 animas soldados míos –
Un Shinigami de pelo rojo, que estaba a la izquierda de Ivan respondió – Es sorprenderte que enviaran a tantos, normalmente son dos, y difícilmente pasan de 6 –
- El Seireitei quiere resolver este problema rápidamente, esta seguro que con una cantidad exagerada de hombres podrá acabar con estos problemas en, como máximo, 3 días – Respondió la mujer de pelo morado.
- Eso esperemos, ya tenemos información sobre los bandoleros, aunque pueden tomar un pequeño descanso si necesitan descansar – El gobernador de pelo azabache les dijo apuntando a un edificio medianamente grande.
- Bueno, ¿Qué estamos esperando, vayamos de una vez por ellos? – Dijo Ichigo, ansioso por encontrar algo de acción.
Soi fon mostro una mueca ante el ansia del mestizo, pero le dio la razón – Gracias por su amabilidad, pero estamos listos para acabar con esos ladrones –
- Okey, síganme, les mostrare un mapa para mostrarles la zona – Chortiza hizo una seña con sus manos mientras los guiaba a su palacio.
El palacio parecía hecho de plata, estatuas de ángeles guardaban las entradas, vidríales que representaban diversas escenas iluminaban el interior con colores.
Antes de llegar haya, a la expedición le llamo la atención algo que parecía una ruina, estaba por el centro de la ciudad, un mosaico de un hombre y una mujer debajo de dos árboles, un pino y un cerezo, por no mencionar las exóticas ropas que llevaban, pues el hombre en su abrigo azul parecía tener bordado la piel de una chita, y la mujer con una túnica y mallas de sedas rojas, con bordes dorados de hojas.
En general toda la ciudad era magnifica, la mayoría de construcciones estaban recubiertos de cal, y pintados a gusto, pero ningún edificio se podía llamar feo, incluso las casas más humildes tenían decorados en su madera hechos con precisión con hachas y cuchillos.
En una mesa de madera color nieve se les mostro un mapa de la zona.
Con su dedo índice apunto a unos bosques a unas dos leguas de la ciudad.
- Por aquí es una de las zonas donde se han llegado a ver retirarse, ignoramos si es su campamento principal o uno secundario, pero estamos seguros de que aquí podrán encontrar por lo menos algunos de esos bandidos –
- No parece haber ningún tipo de cobertura antes de llegar a los árboles – Lady Yoruichi comenta al ver el mapa, que solo mostraba esos bosques y el rio.
- Bueno, eso debe hacer nuestro trabajo más fácil ya que no hay muchos lugares donde se puedan esconder – Dijo Omaeda.
Soi fon asintió – Me alegra que estes pudiendo poner atención, sin embargo, si son medianamente listos, tendrán guardias y podrán avisar a los demás desde lejos, y comenzar a escapar –
- No si somos lo suficiente rápidos – Dijo el peli naranja.
- ¿Crees ser lo suficientemente rápido? – Le respondió la asesina.
Con una sonrisa le contesta - ¿Tú no? –
La pequeña capitana dibujo por un momento en su cara una pequeña sonrisa.
Volteo a ver el resto de sus Shinigamis, (Nosotros y Lady Yoruichi podemos, los demás…) Miro a su teniente, y a un novato, su primera expedición en esta otra vida.
- No correré ningún riesgo, marcharemos en la noche, Gobernador, ¿No tiene vuestra merced alguna otra misión que podamos hacer antes de que la luna salga? – La oji-gris miro al mapa, esperaba que su cartógrafa pudiera hacer un mapa igual o mejor para cuando regresaran.
La gata sonrió a su alumna – Es bueno ver que has aprendido el don de la paciencia – Su alumna le sonrió de vuelta.
- Claro, vuestros hombres pueden ayudarnos a cazar Hollows en las afueras, varios en los bosques cercanos, y en caminos que llevan a otras aldeas y ciudades – Ivan marcaba con su dedo en unos boques a una legua, así como en ciertas zonas donde estaba dibujada una carreta.
…
Se formaron en flechas, unas 4 personas por cada flecha, Soi fon le encargo a cada una un rumbo distinto, algunos les indico los caminos despejados de flores y hierba que llevaban a puestos comerciales. Y a otros, más experimentados, cazar en los bosques cercanos.
- Regresen antes del amanecer, descansaremos unas horas y después marcharemos a por los bandoleros – Fui la orden de su capitana.
La flecha de Soi fon se encontraba haciendo ruido para atraer a los hollows.
Dos de sus soldados tocaban alto sus clarines, uno de ellos gritaba a todo pulmón como una colegiala, y la capitana soplaba un silbato para hollows, qué funciona igual que un silbato para perros, que según las malas lenguas podía hacer que un hollow se sentase, pero a ella solo le importaba atraerlos.
De repente se detuvieron ante un sonido, *gru gru gru gru*.
- ¡Salten! - Fue la orden al ver una deformación en el suelo.
De la tierra, una criatura parecida a una serpiente salió, con sus escamas de color sol, unos dientes con forma triangular, y su mascara blanca.
Este hollow se lanzó hacia la Shinigami del centro, la más cercana.
En ese corto tiempo, Soi fon ya había picado con Suzumebachi a la serpiente, dejando su tatuaje de la mariposa.
Esta peli roja, tomo con su izquierda su Zanpakuto e hizo un tajo vertical en cuanto vio la cabeza del hollow cerca a su cuerpo, sus compañeros también desenvainaron sus armas y flanquearon a la bestia.
En ese corto tiempo, Soi fon se había vuelto a acercar a la criatura, pero no dio su apuñalada al ver que sus siervos matarían al hollow.
Así que se centro en el segundo hollow que había llegado.
Este medio como unos cinco metros, con una forma como de langosta, por sus pinzas, sus placas, y sus antenas. Por lo demos la forma no era tan parecida, ya que caminaba erguido en dos patas.
Soi fon clavo a Suzumebachi en su ojo, la bestia grito mientras sangre se derramaba y la marca de la muerte se extendía por su rostro.
El tajo de la Shinigami atravesó la mascará y causo una herida profunda, sus compañeros balancearon su espada y partieron a la serpiente en 3.
Esta se purifico, convirtiéndose en polvo azul mientras caía.
Uno de ellos avisto un tercero, forma de iguana, lengua verde y larga, garras de león en sus patas.
- a las 9 – Grito, mientras lanzo unas estrellas, apuntando a los ojos y dando a uno de los cuatro.
Esa langosta, con sus pinzas ataco a la pequeña peli azul, apuntando al cuello y cadera, Soi fon, simplemente hizo un paso flash, y volvió a colocar a su Zanpakuto en lo que quedaba del ojo del hollow.
- ¿Sabes?, Creo que fue una exageración - Comento Suzumebachi al ver que no solo la marca hacia efecto, si no que su portadora había atravesado todo el cráneo.
Está bestia cayo y se purifico en energía morada.
- Solo un poco – Fue lo que dijo la asesina.
Fue sentido una cuarta y quinta presión espiritual.
La oji gris volteo la cabeza atrás, luego arriba, y encontró una curiosa parodia de un murciélago y una paloma, con un plumaje morado.
Un Shinigami de ojos turquesa volteo a su derecha, un hollow puercoespín, sin ninguna deformación aparente, de colores rojos y amarillos.
Viendo que su compañera ya estaba ayudando a su amigo con la iguana, el hollow había atado su lengua a al pie izquierdo de su amigo y lo había arrastrado cerca de él. Su compañera salto y calvo su arma en la espalda de la criatura.
La iguana soltó con un quejido al rubio, y con su cola golpeo a la que lo había atacado.
El soldado había dejado caer su zanpakuto, así que para no perder tiempo grito su nombre – Matilda – Y con una energía blanca su katana paso a ser una daga con una hoja de rubies y empuñadura de plata.
Con esta apuñalo al hollow por debajo de la mandíbula, pues este se había vuelta a voltearlo, el hollow se alejo mientras era afectado por el efecto del puñal.
Esto fue aprovechado por la peli roja, que también llamo por su arma – Mehman Gholga – Y en sus manos se forma un arco de maderas blancas y hojas de oro fundido, con una cristalina cuerda.
Tres flechas de hielo atravesaron a la criatura, y una cuarta se clavo en su pecho, dándole un descanso a la iguana.
La capitana mantenía un ojo en sus hombres mientras apuñalaba al sexto hollow en la pierna, la criatura apenas se dio cuenta del primer ataque cuando ella clavo una segunda vez su aguijón y los restos se volvieron humo negro antes de caer.
*Boom* El sonido de la explosión llamo la atención de todos, el de ojos turquesa, habiendo nombrado a su zanpakuto, se encontraba luchando con su alabarda de color negro y rosa, con su punta de diamante lograba mantener a raya al hollow, sin embargo, el sonido lo distrajo, volteó hacia un lado y la bestia lo aprovecho.
El roedor logro pasar más allá de la punta, con un chillido bastante agudo se dirigió a morder a su contrincante.
El espíritu, con todo lo rápido que respondían sus reflejos, salto para atrás e hizo un movimiento circular con su alabarda, clavándola entre las púas grises y negras.
Una corriente carmesí broto en cuanto el metal de color rosa atravesó piel y musculo, la criatura gimió y fallo la mordida, aunque si que llego a embestir al Shinigami con su cabeza.
En el suelo, vio como la criatura volvía a correr hacia él, así que junto sus manos y canto; ¡Shakkaho!
Una bola de energía roja, como una bala de cañón, salió de las manos del guerrero y atravesó parte del costado de su enemigo con su explosión.
El liquido rojo mancho el suelo, la criatura perdió el equilibrio, y necesita mucho más esfuerzo para moverse.
La capitana cayo con gracia de vuelta a la vista de sus tres guerreros.
- Es bueno ver que todos están a la altura de esta misión – Dijo sosteniendo un hollow Salmon con 4 patas, se agitaba de un lado a otro intentando salir del agarre de la espíritu.
Ella simplemente lo picoteo dos veces seguidas y lo dejo caer, antes de que tocara el suelo ya se había desecho.
El ultimo hollow cercano, en su intento desesperado, contuvo la respiración, se inflo como un globo, y expulso sus agujas como dardos.
Los 3 Shinigamis se tiraron al suelo y con un cantico hicieron un escudo de vientos que desvió las "pocas" púas que se dirigían al suelo.
Una vez todas se habían lanzado, se reincorporaron y miraron como su capitana se encontraba encima del puercoespín sin púas, repitió su acción monótona de picar dos veces al enemigo.
- No se si tendremos muchas más presas por aquí – Ella comento al no sentir ninguna presión espiritual cercana, y las demás eran de hollows que desaparecían por sus hombres, no era una deducción difícil, pues sentía el reiatsu muy concentrado en ciertos puntos, justo en donde había enviado a los otros.
*Boom*
Se escucha otra explosión como la de antes, y conocía el reaistu de quien la provoco. – Algo me dice que por Ichigo, los constructores de su ciudad tuvieron bastante trabajo – Suzumebachi comento.
- Si, ya veo por qué a la gente de Kenpachi le agrada – Comento mientras se acercaba a sus veteranos para hacerles un poco de Kaido.
La energía verde de sus manos rápidamente sano los pocos rasguños que tenían, por lo que la energía utilizada también fue muy poca, todos sabían que era un gesto de camaradería más que un acto que tuviera un impacto real.
Pero cualquier oportunidad para aumentar la lealtad era bienvenida. Amada y temida.
Con su dedo apunto más adentro del bosque – Muy bien monos, espero esto no los haya agotado, por que debemos continuar con la caza, si nos apuramos con suerte este será el único día que tengamos que ponernos en serio contra estas bestias, pues tenemos hasta antes de que el cielo se cubra de estrellas para servirnos de hollows que son poco más que muñecos de practica móviles, como ya han comprobado – Arengo antes de comenzar la marcha más adentro, con un bosque, algo más tupido.
Situaciones más o menos parecidas sucedieron en todos lados, no tendría caso describirlas todas a detalles.
En todos los Shinigamis dieron tajos y apuñaladas, sus canticos con los que castigar con fuego y rayos a los hollows, gritaron el nombre de sus armas y su corazón se aceleraba con cada golpe, mordida, u arañazo esquivado.
La única situación curiosa de mencionar seria en el grupo de Ichigo, como el ignoraba como esconder su presión espiritual más hollows fueron atraídos hacia su grupo.
Y la situación curiosa no era propiamente esto, si no L´miers. Esta cartógrafa tomaba la pluma con la que dibujar y registrar el terreno, y también tomaba la espada con la que segaba la vida de cualquier hollow que se acercara a ella, esta tarea le fue algo fácil, gracias a que Ichigo y sus compañeros apenas si dejaba hollows para ella.
Para cuando el firmamento comenzaba a tornarse azul y negro, las flechas regresaban a la ciudad.
Todos se vieron al frente de las puertas de la ciudad.
La capitana conto los presentes, eran unos 16.
Dio un pequeño, y pregunto a Omaeda como fue su cacería. – Si sus cuerpos no desaparecieran, y fueran comestibles, tendríamos comida para semanas, como dos meses o algo más con su carne y grasa –
Pregunto lo mismo a los demás grupos, y casi todos respondieron lo mismo "Muchos" dándole un aproximado de más o menos veinte por cada grupo. La única que le dio un conteo exacto fue su querida maestra – Veinte y ocho en total, ninguno particularmente poderoso –
- Es bueno escucharlo, Lady Yoruichi, y a todos en general. Descansen, nos veremos en el palacio del gobernador a media noche, y no causen problemas – Y con eso. Los soldados entraron a la ciudad.
Dio un salto hacia las murallas de la ciudad, una vez arriba dirigió su mirada hacia el bosque, no era un misterio donde estaba Ichigo, su reiatsu era distinguible a kilómetros.
La mujer pelo morado apareció a su lado - ¿Quieres que vaya a traerlo? –
- No me gustaría que usted se privara de parte su descanso – Le respondió su ex alumna.
Con una sonrisa le respondió – No te preocupes por eso, no puedo tardar más de unos minutos –
- Hmm, esta bien, si así lo deseo le permito que vaya por su flecha –
La mujer le dio un pulgar arriba antes de desaparecer de su vista.
Así espero su regreso por media hora, ante las vistas de una ciudad de poemas, hasta que aparecieron caminado hacia el frente de la puerta, así que ella salto hacia abajo para recibirlos.
Observando a los recién llegados, ninguno parecía herido, simplemente estaban sucios por tierra y barro.
- ¿Por qué se retrasaron? – La oji gris pregunto con su (nada nuevo) ceño fruncido.
- Simplemente nos metimos más al bosque, y también el barro no ayudo – Dijo apuntando a sus sandalias – La tierra de ese lugar es bastante húmeda, no sé por qué –
Les hizo la misma pregunta que a las demás flechas.
- Pues… No los conté sinceramente, Uh. Zangetsu me dice que unos 32 –
- Muy bien, los demás ya están descansando adentro, el gobernador me hablo mientras los esperaba y nos ésta dejando un descuento para la comida y el agua, así que aprovechen hasta media noche, a esad horas nos vemos en el palacio del gobernador –
Así entraron a la ciudad, ahora iluminada por las lámparas de aceite con una cálida luz dorada.
- Soi fon – Ichigo le hablo
- ¿Qué? –
- Gracias por esperarnos –
- No hay problema –
Y eso seria todo por este capítulo.
Uff. Madre de Dios si estos últimos capítulos están siendo largos, pero es una muestra de que estoy buenamente inspirado para terminar la historia, si todo va según lo planeado, el siguiente será el último.
Bendiciones y que tengan un buen día.
