ECOS DEL PASADO
CAPÍTULO 8
AMOR CALLADO
Darien estaba sorprendido ante las duras palabras de Yuichiro, pues le costaba creer que su dulce y bondadosa ex novia Serena hubiera sido capaz de inventar que Rei tenían un amorío con otro.
—Rei podrá parecer una mujer dura, pero muchas veces la escuché llorar la primera vez que desapareciste o cuando te fuiste a Estados Unidos y no se sabía nada de ti.
—¿Si no fueron novios por qué ella misma no me lo dijo? — Cuestionó Darién para sí mismo
—Tal vez porque no le pasó por la mente que la hipócrita que siempre se ha dicho su mejor amiga inventara semejante mentira, y que tú, su ex novio, le creyera, pero bueno. ¿Qué se puede esperar de ti y de la señorita Tsukino?
Darien de pronto cayó en cuenta de que había sido muy ingenuo de su parte creer la versión de Serena sin siquiera preguntarle directamente a Rei. ¿Pero cómo iba a hacerlo? Después de recuperar la memoria tardó un poco más en recordar su breve idilio con la senshi del fuego, y cuando Serena le contó esa versión que Yuichiro estaba negando, se sintió tan herido, que al igual que Rei, fingió que nunca había pasado nada entre ellos.
—Con tu permiso, Chiba
Cuando Yuichiro se dispuso a salir del baño, Darien hizo lo mismo y caminó tras él, y nada más salir, ambos se encontraron con Rei que tenía los ojos enrojecidos e hinchados.
—¡Rei! — Exclamó Darien
Sin embargo, la senshi del fuego lo ignoró y se dirigió al lugar donde todos estaban cenando.
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Nada más bajar de la limousina Hino, Rei, sabiéndose por fin a solas en su hogar, se permitió ser débil y dejó que las lágrimas salieran de sus ojos. Necesitaba llorar para sanar su corazón roto, sin embargo, de pronto escuchó pasos, y poco después se encontró con Darien que charlaba con su abuelo.
—¿Darien?... ¿Abuelo?
—Rei, tenemos que hablar— Pidió Darien en tono suplicante.
—Pasa de medianoche. No son horas de servicio en Hikawa — Le respondió Rei con aspereza— Y tú, abuelo. ¿Qué haces despierto y comiendo dulces? ¡No es bueno para tu diabetes!
—¡Rei, estos dulces son sin azúcar! — Aclaró su abuelo— Y sé más amable con Darien. Él viene a charlar contigo, así que yo me retiro.
—¿Qué quieres? — Preguntó Rei cuando su abuelo se retiró
—Rei, necesitamos hablar sobre nosotros— Dijo Darien — Yo… yo nunca he dejado de sentir algo especial por ti y…
Rei le metió una sonora bofetada que lo aturdió unos segundos, pero no tan dolorosa como ver las lágrimas asomándose por los ojos de ella.
—¡Cínico! — Exclamó ofendida— Tiene apenas unas semanas que cortaste a Serena, está noche has ido a cenar con tu novia… ¿Y ahora estás aquí diciendo que sientes algo por mí?
—¡Hana no es mi novia, ella es mi prima!
—¿Tu prima? — Cuestionó Rei furiosa— ¿A todas tus primas las llevas al cine a ver películas ridículas de romance y les compras toda la dulceria?
Darien, de pronto sintió acariciado su ego cuando se percató del tinte de celos en la voz de su ex novia.
—Rei, Hana Han es…
—¿Qué me vas a decir, Darien? ¿Qué estoy loca y que me imaginé que en la cena tu abuelo la presentó como la futura señora Chiba? ¡La señorita perfecta a la que ya adora como nieta!
—¡Hana es sobrina de mi madre y novia de mi primo paterno Takeru Chiba!—Exclamó Darien
—Es la hija de mi tía Noriko y de su marido a quienes te presenté hace más de dos años cuando saliamos.
Rei guardó silencio, y de pronto, al hacer memoria cayó en cuenta de que Hana, la joven que había visto acompañando en la cena a Darien era muy parecida a la única tía materna de Darien, a quien había visto en dos ocasiones cuando años atrás, sin las ataduras de un destino escrito, habían iniciado un noviazgo.
Flash Back…
—Y bien, mi Fenix. ¿Qué te gustaría pedir?— Le preguntó Darien mientras acariciaba su cabello y la miraba a ella en lugar de al menú que estaba sobre la mesa.
—¿Ya viste, Darien? —Exclamó Rei emocionada— Tienen una pizza vegetariana que en vez de estar hecha con harina lleva corteza de coliflor. ¡Necesito probar eso!
—¿Darien?
Tras escuchar aquella voz femenina, Rei apartó la vista del menú, y entonces, miró que Darien se ponía de pie para saludar a una bella mujer de cabellos castaños y ojos azules que calculo debía tener cuarenta y pocos años, y que por cierto, se parecía mucho a la difunta madre de Darien, a quien Rei había visto en fotos.
—¡Tía! ¡Qué alegría verte! —Exclamó Darien—¿Por qué no me dijiste que estabas en Tokio?
—Pensaba visitarte mañana, sobrino. Pienso quedarme toda la semana.
—¿Y mi prima Hana? ¿No vino con ustedes?
—Está de vacaciones en Okinawa con sus abuelos paternos, querido, pero seguramente pronto podrás convivir mas con ella porque esta interesada en estudiar medicina aquí en Tokio.
—¡Será genial tener a Hana en la ciudad! — Exclamó Darien— Y por cierto, tíos, me gustaría presentarles a mi novia.
Rei, de pronto sintió un vuelco al corazón cuando escuchó que quería presentarla, pues si bien el acercamiento a Darien se había dado porque ella fue quien comenzó a perseguirlo para invitarlo a salir, lo cierto era que nunca esperó llegar al punto de presentarle a su familia, y la idea de conocer a la de él le aterraba, sin embargo, no tenía escapatoria y se puso de pie.
—Tíos, ella es Rei Hino, mi novia— La presentó Darien con orgullo— Cariño, ellos son mis tíos. La señoras Noriko Han, hermana de mi madre, y su esposo el señor Ryusei Han
Fin del flash back
—Y sí, Rei, si le fui infiel a Serena dos veces, y créeme que no estoy orgulloso de ello— Interrumpió Darien sus pensamientos — Pero a ti jamás te engañé. Te estoy hablando con la verdad y en todo caso si no me crees puedes buscar las respuestas en el fuego.
—¡El fuego no es para indagar sobre estupideces! — Refunfuñó Rei
—Bueno, si la señorita no quiere indagar en el fuego yo le daré las pruebas.
Antes de que Rei pudiera decir algo, Darien la tomó de la muñeca, y aunque ella hubiera podido zafarse de su agarre con facilidad, ni siquiera opuso resistencia y caminó a su lado hasta su auto que estaba a la vuelta del templo porque su corazon enamorado quería creerle.
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—¿Qué hacemos aquí? — Preguntó Rei cuando tras veinte minutos de conducir, Darién se estacionó frente a un edificio de lujosos departamentos.
Darien marcó un número de teléfono, y de pronto, una voz femenina le respondió.
—¿Darien?
—Prima. ¿Qué estás haciendo?
—Estaba en una llamada con Takeru.
—Y dime, prima. ¿Ya te propuso matrimonio mi primo?
Un bufido se escuchó del otro lado de la línea.
—Somos jóvenes para casarnos, Darien— Dijo la joven— Y por cierto, ¿Tienes algo importante que decirme? Las llamadas a larga distancia son caras y dejé a Takeru esperando en la línea porque creí que tenías algo importante que decirme.
—En realidad sí, prima— Le dijo Darien— Resulta que hay una señorita de la que estoy enamorado, que cree que eres mi novia porque hace una semana nos vio en el cine y ahora en el restaurante.
—¿De casualidad esa señorita no es la hija del senador Hino? — Preguntó entre risas la joven del otro lado de la línea
Rei se sonrojó al escuchar su nombre, así que le arrebató el móvil y finalizó la llamada.
—Oye, ¿Por qué hace eso? — Se quejó Darien— Le iba a pedir que saliera para…
—¿Había necesidad de ponerme en ridículo? — Refunfuñó
—No pretendía ridiculizarte, lo que quiero demostrarte es que estoy siendo honesto y por eso quiero presentartela.
—¡Suficiente! Te creo. Ahora llévame al templo.
—No hemos terminado.
Rei bufó fastidiada.
—¿Ahora qué?
—Tú y yo nunca terminamos nuestro noviazgo
—¡Por favor, Darién! Fueron estupideces de adolescentes que ocurrieron hace más de dos años
—¿Por qué después de que derrotaron a Beryl nunca me buscaste para decirme lo que hubo entre nosotros? — Le preguntó Darien— Yo no recordaba nada, pero tú si y decidiste hacer como si lo nuestro no hubiera existido.
Rei de pronto sintió un nudo en la garganta al recordar aquellos momentos de angustia que vivió cuando los miembros del Negaverso habían secuestrado a Darien. Un sentimiento del que nunca habló ni siquiera con Makoto que fue la única que se percató de su dolor e intentó brindarle apoyo.
Flash back…
—Rei, no te hace bien reprimir tu dolor— Le dijo Makoto— Sé que tú también estás sufriendo por Darien y…
—No estoy sufriendo por él, estoy preocupada por nuestra princesa
—Era tu novio, Rei, no te creo que…
—¡Mako, no vuelvas a decir que Darien y yo fuimos novios! — Pidió Rei— Él es el hombre destinado a nuestra princesa, y ahora si me disculpas necesito que me dejes sola porque debo meditar.
Cuando Makoto se retiró, Rei se encerró en el recinto donde estaba encendida la llama del fuego sagrado, y sabiéndose a solas, se sentó en el piso y comenzó a llorar desconsolada.
Si bien en un principio le había parecido fascinante tener superpoderes, el ver que estos no le habían servido para proteger a Darien de Beryl le hizo sentirse inútil, y al ver que el fuego tampoco le daba las respuestas de cómo rescatarlo, le hizo creer que quizá aquello era un castigo de un ser supremo por haber renegado tanto de Serena, a quien debía servir y proteger por mucho que no le cayera bien, así que en su desesperación, tomó una decisión, y juro a los dioses y ante el fuego que renunciaría a Darien si él volvía sano y salvo del cautiverio de Beryl.
Fin del flash back
—¿Por qué nunca me hablaste de lo nuestro? Luna te devolvió la memoria cuando Ann y Alan volvieron
—¿Pará qué? Tu eras feliz con Serena y…
—Rei, no recordé todo de golpe— La interrumpió Darien— Yo me acordé de lo que hubo entre nosotros tres meses después de que Alan y Ann se fueron del Planeta, y cuando le pregunté a Serena, ella me dijo que Yuichiro y tú habían sido novios mientras estuve secuestrado.
—¿Y le creíste? — Reclamo Rei dolida.
—Perdón — Susurró Darien— ¿Tú qué habrías pensado si estuvieras en mi lugar y de pronto te das cuenta de que tu ex novio no hizo por ayudarte a recordar?
Rei se quedó en silencio, sintiéndose incapaz de responder.
—Cuando nos enfrentamos a Alan y Ann recordé mi breve relación con Serena en el Milenio de Plata, después mis vivencias como Tuxedo Mask— Dijo Darien— Pero todo era tan confuso, eran recuerdos en desorden. En ese momento creí que quizá también en el presente y antes de que Beryl me secuestrara quizá había tenido una relación con Serena, pero con los meses mi mente se fue aclarando, y aparecieron recuerdos en mi mente donde estabas tú. Tú desde el momento en que te acercaste a mí hasta el momento en que te pedí ser mi novia. Nunca terminamos y como nunca tocaste el tema creí que no te importaba.
—Pero afortunadamente estás bien— Respondió Rei— Y quizá así es mejor para todos.
—¿A quién te refieres con todos?
—¡A Serena y a ti!
—¡A Serena! ¡Por el kami, Rei! Yo no la amo. Esa necesidad que siempre he tenido de protegerla es cariño, pero no amor. ¿Te parece que ella merece eso?
Rei, que le tenía un profundo cariño a Serena, en el fondo consideraba que Darien tenía razón, y que su amiga merecía mucho más que estar al lado de alguien que solo podía darle migajas de cariño; sin embargo, orgullosa cómo era no estaba dispuesta a reconocerlo, pero antes de emitir palabra alguna, Darién llevó una de sus manos al rostro de ella, acariciando una de sus mejillas.
—Yo me fui a Estados Unidos porque no soportaba tener que fingir que verte con Yuichiro no me afectaba— Le confesó él— Creí que poniendo distancia podría olvidarte, y que quizá en algún punto me haría a la idea de que debía estar con Serena, pero sencillamente no puedo.
—Aún así, tú y yo no podemos estar juntos porque…
—¿Por qué no si me amas como yo te amo?
—¡Eso no es…
Las palabras de Rei murieron en los labios de Darien, que rompió la distancia para darle aquel beso que tanto había anhelado, y al cual ella cedió con pasión acallando a la voz de su conciencia que le gritaba que eso no estaba bien.
Cuando la falta de aire los obligó a tomar apenas unos milímetros de distancia, Darién besó su frente, y la obligó a levantar el rostro para encontrarse con esas pupilas violetas con las que más de una noche soñaba.
—Qué razón tenía Yuichiro cuando me dijo que me amabas
—¡Yuichiro miente!
—¿Qué necesidad tendría él de mentir cuando es obvio que me detesta , cariño?
Rei entreabrió los labios, pero no se le ocurrió algo con que refutar su argumento.
—Además, tu malestar cuando mi abuelo insinuó que mi prima era mi novia, tus celos porque la llevé al cine, tus lágrimas cuando llegaste al templo, este beso correspondido. Podrías haberme calcinado tan fácil.
Rei se rindió sabiendo que no tenía argumentos para defender su mentira, pues todo, incluso aquello de que los poderes de ella eran superiores a los de él, eran ciertos.
—Quizá amé a Serena en otra vida, pero no en esta, y lo que siento por ti es más fuerte que el cariño que le tengo a ella.
—¿Cómo podría confiar en alguien que le ha sido infiel a su ex novia?
—Dame una oportunidad y te demostraré que puedo ser diferente— Le respondió Darien acariciando una de sus mejillas— Si aceptas ser mi novia me pararía ante el mismísimo senador Hino para pedirle su permiso de salir con su hija.
Rei esbozó una discreta sonrisa al imaginarse siendo novia de Darien, pudiendo pasear por las calles tomada de su mano, presentarlo como novio, hacerle regalos, pero entonces recordó su promesa a los kamis de jurar renunciar a él si volvía sano y salvo del cautiverio, además, de por medio estaba Serena, con quien se había encariñado pese a que en un principio le parecía una joven desagradable.
—¡No puedo!
Rei, sin siquiera avisar, abrió la puerta del auto para salir, y él, que no lo esperaba, no pudo detenerla, pues tan pronto como puso un pie fuera, la sacerdotisa le hizo la parada a un taxi que iba pasando.
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Cuando Rei regresó al templo, faltaba poco para que fueran las dos de la madrugada, y dado que se sentía intranquila y no podía dormir, fue al recinto sagrado y se sentó frente al fuego, queriendo buscar la paz que en ese momento necesitaba en la meditación; sin embargo, en medio del silencio le pareció escuchar una voz femenina que echaba de menos hablándole con dulzura.
—Mi pequeña Rei, no sufras más. ¡Quedas liberada de esa absurda promesa que hiciste de renunciar al hombre que amas!
Rei, al instante abrió los ojos, y tuvo que ahogar un grito cuando en el fuego miró la figura etérea de su madre.
—¿Mamá?
Risa Hino tomó forma material, y de pronto, apareció sentada frente a Rei, y madre e hija se fundieron en un abrazo que la senshi había añorado por años y que no había tenido ni en sueños.
—¡Mamá!—Exclamó con voz entrecortada, permitiéndose ser vulnerable con la única persona que nunca sentiría pena.
—Mi muchachita. ¡Cuánto has sufrido!
La mujer, quien tenía la apariencia juvenil de cuando murió, se apartó un poco de su hija, y acunó el rostro de la adolescente entre sus manos, mirando aquellas pupilas amatista tan iguales a las suyas.
—Mi niña, no quiero que te niegues a ser feliz— Le dijo Risa— Darien ha cometido muchos errores, pero te ama con sinceridad.
—¡Pero yo tengo un deber, y…
—¡Tonterías! Tú único deber es ser feliz, y no voy a descansar en paz si te niegas la dicha por causa de un mandato absurdo.
—¿No descansas en paz?
—No si veo a mi pajarillo de fuego sufrir— Le respondió Risa Hino— Pero puedes ayudarme si me prometes que lucharás por tu felicidad.
—Lo prometo
—Eso sí, mi pequeña, el camino no será un lecho de rosas y puede que esté lleno de espinas, pero siempre será mejor luchas que resignarte a la infelicidad.
Rei asintió, y madre e hija de nuevo se fundieron en un abrazo lleno de cariño, hasta que poco a poco, Rei dejó de sentir el abrazo de su madre, y el espíritu de Risa Hino se desvaneció como si nunca hubiera estado ahí.
—Te amo, mi niña— Escuchó por último un susurró al oído.
Pese a que en algún momento dejó de sentir el aura de su difunta madre, aquel encuentro le dejó el corazón henchido de alegría y una sensación de infinita paz. Finalmente, las ganas de ir a dormir se hicieron presentes, así que se puso de pie y tomó su pequeño bolso para salir del templo, sin embargo, su momento se vio interrumpido por el sonido de su móvil. Al sacarlo, reconoció el número de Darien, no lo había olvidado pese a haberlo borrado de su agenda, y de inmediato respondió.
—¿Llegaste a salvo a tu casa?— Le preguntó él
—Quiero verte— Musitó ella
Por un momento, hubo silencio del otro lado de la línea, hasta que escuchó su voz que sonaba emocionada.
—¿Lo dices en serio?
—No lo diré dos veces, sordo.
—Estoy subiendo las escalinatas del templo.
Rei se dirigió con rapidez a la entrada de Hikawa, y entonces, al encontrarse en la mirada del otro, ambos se sonrieron. Un par de pasos más, la distancia se acortó entre ambos, y entonces, él la alzó en brazos, y con un apasionado beso, se dijeron aquello que no les era fácil de expresar con palabras y que habían tratado de ocultar por más de dos años con fingida indiferencia: Te amo.
¡Hola!
Pues bueno, sé que prometí actualizar este fic cada quince días, pero como en este mes de octubre estoy participando en el flufftober y en el spooky love week, me atrasé con esta historia.
Dado que el flufftober abarca todo octubre, el próximo capítulo de este fic lo actualizaré quizá hasta dentro de un mes.
Ahora sí, como aclaraciones, en este capítulo hice a Darien un poco más expresivo para demostrar amor porque honestamente, el Darien de la versión del anime de los 90s para mi gusto se comportaba demasiado seco para estar enamorado de Serena.. ¡Tanto que su romance en esa versión no me gustó mucho ni me convenció ! Digo, evidentemente tampoco mostró interés por Rei, de hecho, salieron porque era ella quien lo perseguía, pero como me gusta emparejarlos, en esta historia me inventé que quizá en lo privado si tuvieron un romance después de tanta insistencia de ella y antes de que se supiera que su destinada era Serena.
Agradezco muchísimo por sus reviews a Hospitaller Knight, Vientoaguamarina, Rei-Videl, Marijo San Lucar.
Gracias también por sus votos a Clarissa de Shields y Gabriela Arias Velazquez.
Lectores fantasmas, también les mando un saludo.
Gracias por estar y nos leemos en quince días.
Edythe
