EPILOGO
INUYASHA
"Cuatro años después…"
Me apoyo contra el marco de la puerta viendo a Kagome moverse por la habitación organizando sus libros y volviéndolos a poner en los estantes de la escuela. Mis ojos van a sus caderas, que son un poco más llenas ahora. Me aseguro de mantenerla bien alimentada. Nunca la dejaría ir sin importar lo que tenga que hacer.
Veo dos libros sobre su escritorio y sé que están viniendo a casa con nosotros esta noche. Esto es algo que ella a menudo hace. Parece que no puede dejar de tocar los libros. Siempre que las personas encuentran nuevos y los traen a la escuela, siempre están muy emocionados de mostrarle lo que encontraron. Me pondría celoso de los libros, pero esos son algunos de los mismos libros que lee a nuestra hija y a mí en la noche cuando nos acostamos en la cama, una de mis partes favoritas del día.
Ella me mira por encima del hombro.
— ¿Vas a unirte al resto de nosotros afuera? —le pregunto. Me sonríe antes de poner el último libro en el estante.
El día de escuela ha terminado, pero algunos de los padres no pueden venir a buscar a sus hijos de inmediato, así que muchos de nosotros jugamos afuera en el patio de recreo hasta que todos los padres vengan a recoger sus niños. Todos los profesores se turnan para quedarse, pero por lo general la mayoría de ellos se quedan.
No somos simples maestros aquí, somos líderes y el sistema de apoyo que ayudan a mantener nuestra comunidad junta. Todos trabajamos juntos.
Kagome y yo somos dos profesores aquí en la escuela. Los niños aprenden matemáticas, lectura, ciencia y hechos reales de la historia. Así como jardinería sostenible, también aprenden cómo construir lugares seguros para que vivamos y planeemos nuestras ciudades. Nuestra comunidad está creciendo y uniéndose; y todos sabemos el corazón de eso deben ser nuestros hijos.
Sabíamos esto cuando queríamos hacer un cambio para La Insurrección. Dejamos de ir contra del Régimen y comenzamos a enfocarnos más en nosotros mismos. La única vez que nos metemos contra el El Régimen es cuando intentan venir a nuestro lado. Entonces los robamos completamente. Ayuda a mantenerlos pensando que somos unos salvajes inútiles.
Creen que su lado de la pared es mejor, pero no pueden estar más equivocados. Somos libres, aquí no hay leyes estúpidas y regulaciones.
Vivimos en paz juntos, ayudándonos unos a otros. Nunca me sentí más vivo en mi vida. No tenía idea de lo atado que había estado hasta que Kagome me hizo ser libre.
Camino a la habitación. No puedo soportar ninguna distancia entre nosotros. La levanto y ella se envuelve a mí alrededor mientras tomo su boca en un beso profundo y hambriento Ella se frota contra mí.
—No te preocupes. —Se burla antes de morderme el labio y dejarlo ir. Gruñí, sabiendo que no llegaría a estar dentro de ella hasta tarde esta noche después de acostar a nuestra hija. Gruñí y la puse de vuelta en sus pies. Le robo un beso más, pero no ayuda a la lujuria que siento ahora. Eso no ha disminuido en los últimos años y yo no creo que alguna vez lo hará.
—Señor. —Giro la cabeza para ver a Miroku de pie en la puerta.
Él es joven, pero él es uno de mis mejores hombres. Dirijo un pequeño grupo de hombres que se aseguran de que todos en nuestra pequeña comunidad se mantengan seguros. Voy a tener que conseguir más hombres porque cada día más gente solicita unirse a nuestro grupo. La gente viene de todas partes cuando escuchan lo que estamos haciendo y no rechazamos a nadie.
—Creo que finalmente se dieron por vencidos —me dice sonriendo. Asiento con la cabeza.
El Régimen todavía intenta infiltrarse y poner cámaras ocultas de vez en cuando, pero siempre los encontramos. Hemos incluso atrapado a algunos de los hombres que han intentado instalarlas antes. Los retuvimos por unos días y luego intentamos enviarlos de vuelta, pero a menudo no querían irse. No los culpo. La vida es tan diferente en este lado. Es casi como ir de blanco y negro a colorear. ¿Quién querría volver a eso?
—Buen trabajo —le dije. Él sonríe, feliz con mi evaluación.
—Voy a entrenar a algunos de los adolescentes —Miroku dice, luego se va y se dirige hacia el patio de recreo con el resto de los niños.
Nuestra escuela alberga todos los grados, pero vamos a tener que buscar por una segunda pronto. Todavía estoy no estoy seguro de cómo lo dividiremos, pero llegaremos a eso pronto.
—Será mejor que salgamos. Le dije a Moroha que la ayudaría a terminar de construir la pajarera.
Agarro la mano de mi esposa, y ella toma los dos libros de la mesa antes de dirigirse hacia fuera y a Jamie. Ella se sienta y nos mira.
Algunos de los niños corren a sentarse a su lado cuando la ven que tiene un libro en la mano y comienza a leer en voz alta. Más niños se reúnen para escucharla. No los culpo. Podría escucharla hablar por horas. Aunque esta noche voy a tenerla haciendo un sonido diferente para mí durante horas. La estudio por un momento, paralizado como los niños.
—Papá. —Miro hacia atrás a nuestra hija que está esperando por mí.
Su mano está sobre su cadera y me está dando la misma mirada que da su mamá cuando está esperando que yo haga algo.
—Mide dos veces, corta una vez. —le dije. Nuestra pequeña niña, Moroha, es una mezcla de nosotros. Rizos de color azabache, una cara pálida con ojos marrones y una chispa para aprender de no creerse. Ella ama construir cosas más que nada, y me encanta mostrarle cómo construir y hacer esas cosas. Quiero criar a una práctica e ingeniosa niña, y por lo parece que estoy teniendo éxito.
La ayudo con el tablero, marcando el largo. Después de que la corté para ella y la ayudé a clavarla. Trabajamos durante una hora o algo así que hasta que todos los niños han salido del patio de juegos con sus propios padres. Después de un rato Moroha, Kagome y yo caminamos hacia el jardín comunal y recogemos frambuesas. Esas son las favoritas de Moroha y es algo que hacemos casi todos los días después de la escuela.
Después de esconderme con Kagome, extrañé comer buena comida, tanto que aprendí cómo cultivar el jardín. La mano verde de Kagome no es tan buena como la mía, pero muchos otros se unieron para hacer lo mismo.
Ya no hay más lucha por la comida. Todos trabajamos juntos para hacer algo seguro que todos están alimentados. Todos tienen su propio pequeño parche en el jardín y todos tratamos de plantar cosas diferentes y compartir. Tenemos más que con lo que comenzamos, y estamos creciendo cada día. Coloco una mano en el vientre redondo de mi Kagome y me inclino para besarla. La vida es más perfecta de lo que nunca hubiera pensado que podría ser. Kagome me trajo a la vida. Me mostró el mundo real y lo que estaba fuera de allí. Nunca podría vivir sin ella después de haberla encontrado. Nosotros podemos que no tengamos todo, pero tengo todo lo que realmente necesito. Nuestro futuro está lleno de esperanza ahora, y nosotros también.
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FIN
LA VERDADERA HISTORIA ES DE ALEXA RYLEY, LA OBRA SE LLAMA HIS REBEL
GRACIAS TOTALES
