¡Hola chicos! Primero que nada, deseo que todos ustedes y sus familias se encuentren bien, les mando todo mi cariño. Y segundo… Ay, no tengo palabras para disculparme con ustedes. ¡No sé cómo pero de nuevo se me fueron 2 años volando! Tal vez es mi subconsciente que se resiste a escribir los últimos capítulos de este fic que amo tanto ToT. Sé que muchos creyeron que se iba a quedar inconcluso, pero les aseguro que no será así. Como quien dice, tarde pero seguro. Les agradezco mucho que sigan pendientes de esta historia y que me tengan paciencia, de verdad que ustedes son mi inspiración y cada review suyo me llena de inmensa alegría. Espero seguir contando con ustedes hasta el final.
Especialmente quiero agradecer a todos aquellos que ponen alerta, favorito y a quienes se toman el tiempo de dejarme un bello review. MIL GRACIAS POR SU AMOR Y APOYO. Hace mucho que no lo hago, pero al final del capítulo les contestaré a cada uno. Ah y también comentaré un poco sobre este capítulo.
Sin más, los dejo disfrutar. No olviden leer mis comentarios finales.
Disclaimer: Ver capítulo 1.
UN PASO A LA VEZ
Una par de días después de la fiesta, Ichigo se alistaba para salir. Aún no podía creer cómo habían resultado las cosas, pero se sentía en paz con la situación. Hasta era posible que se sintiera feliz.
Tras su intento fallido de reconectar con Orihime y ver lo feliz que era, había decidido quedarse en la fiesta hasta que lo que fuera que estaba bebiendo lo hiciera desmayarse y olvidarlo todo. Llevaba ya un rato en ello cuando alguien se sentó junto a él en el largo sillón café. Sintió el cómodo asiento hundirse a su lado, aunque no le prestó mucha atención; el diseño del piso parecía más interesante en ese momento. Tal vez fuera lo más interesante en todo el lugar.
―También a mí me gustan mis zapatos ―le hablaron con la voz más dulce que el shinigami hubiera escuchado. Bueno, la segunda más dulce, le dijo algo desde lo profundo de su mente.
―¿Cómo dices? ―preguntó él, girando la cabeza para poder ver a la dueña de esa voz.
Se trataba de una chica de largo cabello castaño peinado en una coleta, la misma con la que había cruzado miradas poco después de haber llegado. Tenía una cara linda que transmitía amabilidad y calidez, resaltada por el leve maquillaje en su rostro.
―Pues como llevas toda la noche viendo hacia abajo, supuse que veías tus zapatos. Son lindos, aunque no tanto como los míos. Mira ―dijo la chica mientras alzaba una pierna lo suficiente para que su zapato fuera visible― son amarillos.
―Ahhhmm claro, son lindos ―respondió Ichigo confundido.
La chica soltó una carcajada, que a él le sonó como a música, y dijo:
―Me llamo Ishihara Kayoko, pero puedes llamarme Kayoko.
―Yo soy Kurosaki Ichigo. Pero no veía mis zapatos. Solo estaba pensando.
―Oh, ya. ¿Te importa si te acompaño?
―No. Creo que eso estaría bien. ―Le sonrió.
―Bueno, entonces pensemos.
Kayoko se quedó callada y dirigió su mirada al piso, justo como Ichigo había estado haciendo hace un par de minutos. Por sorprendente que le pareciera incluso a sí mismo, quería seguir hablando con la chica, pero su mente estaba en blanco y si no se apresuraba a decir algo, seguro que se aburriría y se iría. Mientras la miraba exprimiéndose el cerebro en busca de un buen tema de conversación, Kayoko entrecerró los ojos y se llevó un dedo a la frente fingiendo máxima concentración. Se veía tan graciosa y a la vez tan tierna inflando las mejillas que Ichigo no pudo evitar soltar una carcajada.
―¡No te rías, me impides pensar! ―dijo ella sin abandonar su expresión.
―Oye, oye. Tampoco es necesario exagerar. ―Mientras hablaba, Kurosaki tomó cuidadosamente la mano de Kayoko y la alejó de su frente. Al instante ella abrió los ojos y lo miró sonrojada por el esfuerzo.
―¡Tú empezaste! Cuando te encontré tenías esa misma expresión y yo solo quería tener un pensamiento tan grandioso y profundo como el tuyo.
―¡Ja! Claro que no, yo no estaba así mentirosa.
―Pues como no hay un espejo cerca, no tienes manera de comprobarlo, así que debes confiar absolutamente en lo que te digo ―dijo ella sonriendo con suficiencia y apretando un poco la mano de Ichigo, haciéndole ver que no la había soltado desde que la retiró de su frente.
―De acuerdo ―rió, tomándole la mano por completo.
―Oye, Ichigo.
―¿Qué pasa? ―preguntó él, aun sonriendo.
―Creo que ya me aburrí de pensar. Aunque reconozco que nunca me había divertido tanto haciéndolo.
―¿Sabes? Opino lo mismo.
―¡Perfecto! ¿Qué tal si ahora intentamos bailar?
―¿Bailar? Bueno, es que yo… ― Ichigo estuvo a punto de rechazarla pero en cuanto vio la desilusión en sus ojos anticipando su respuesta, no tuvo el corazón para hacerlo. ―De acuerdo, tú pensaste conmigo, es lo menos que puedo hacer por ti.
―¡Yey! Esta canción es mi favorita. ¡Vamos!
La chica se levantó y sin soltarlo lo arrastró con ella a la pista. Al verla de pie, se dio cuenta de que también tenía un cuerpo muy atractivo, esbelto y de estatura promedio. Su figura no estaba ni cerca de ser como la de Orihime, pero Ichigo ni siquiera reparó en ello. A decir verdad, en ese momento Inoue Orihime estaba lejos de ser prioridad en la mente de Ichigo. Y eso estaba bastante bien. El joven por fin la siguió y pasaron el resto de la fiesta bailando.
Una sonrisa volvió a dibujarse en el rostro de Ichigo mientras terminaba de recordar cómo la había acompañado a su casa, habían intercambiado números de teléfono y habían quedado de volver a verse. Y precisamente la cita era esa misma tarde, pero si no se apresuraba a elegir una camisa, no llegaría a tiempo.
Mientras tomaba su favorita, de color azul marino, un suspiro acompañado de una expresión de nostalgia lo invadió. Aún pensaba mucho en Orihime; en realidad, dentro de sí deseaba que la cita fuera con ella y no con Kayoko, pero estaba cansado de intentar recuperar el afecto de la pelinaranja. Si ella era feliz con ese idiota de Grimmjow, solo podía desearles lo mejor. Después de todo, se dijo, el amor no puede ser egoísta.
Poniéndose cinturón y zapatos café, recordó como unos días atrás nunca hubiera podido concebir la idea de dejar a Orihime en los brazos de ese maldito Arrancar; no obstante, desde la fiesta los celos ya no lo atormentaban con la misma intensidad. Tal vez no fuera tan mala idea permitirse conocer a alguien nuevo, incluso podría ayudarlo a encontrar un nuevo enfoque para acercarse a ella.
Se revisó una vez más en el espejo y se sonrió a sí mismo pensando en que sería una tarde divertida. Él no lo notó, pero Orihime no tuvo nada que ver con esa presunción.
XOXOXO
―¡Hola! ¿Llevabas mucho tiempo esperando?
―No, tranquila. Hace poco que llegué ―respondió Ichigo viendo la agitación de su acompañante.
―¡Qué bien! ― Respondió ella mientras lo tomaba del brazo para comenzar a caminar juntos.
Aunque se sorprendió por el gesto de la chica, Ichigo hizo un gran trabajo disimulando su nerviosismo y logró andar con naturalidad junto a ella. En cuanto la vio no pudo evitar notar lo guapa que se veía; Kayoko iba vestida con una falda corta amarilla y una blusa blanca con escote en "v" y estampado de gatitos; un chaleco de mezclilla, un lazo blanco en su cintura, medias amarillo claro y unos zapatos blanco con café completaban su atuendo. Abrazada a él la joven se veía pequeña, e Ichigo no pudo evitar sentirse como un torpe gigantón a su lado, e imaginó que así se sentía Renji al estar junto a Rukia.
Diez minutos más tarde se encontraban sentados dentro de un pequeño local, esperando a que les sirvieran el delicioso Ramen que habían decidido comer. Durante el camino conversaron lo suficiente para calmar los nervios que ambos sentían y ahora, con más confianza, hablaban y reían como viejos amigos.
―¿Entonces tienes dos hermanas, eh? ¿Tienes una foto? Quiero conocerlas. ―Emocionada, juntó sus manos frente a ella mientras miraba a Ichigo con los ojos rebosantes de alegría.
―Ah, sí. Espera ―dijo él mientras buscaba en su teléfono alguna foto de sus hermanas, contagiado del júbilo de su acompañante aunque no lo demostrara. ―Mira, la de la derecha es Yuzu y la de la izquierda es Karin.
―¡Que lindas! Debes quererlas mucho.
―¡Qué va! Son un par de mocosas fastidiosas. ― A pesar de sus palabras, Kayoko notó el profundo amor que Ichigo sentía por sus hermanas. Conmovida, sintió algo muy cálido subir por su pecho.
―Yo también tengo una hermana, aunque ella es mayor. También es muy linda, aunque no es tan divertida como yo. ― Comentó, llevando sus manos entrelazadas bajo su mentón y sacándole la lengua a Ichigo con un gesto juguetón. Él le sonrió y se le quedó mirando lo que a él le parecieron horas, pensando en que realmente estaba disfrutando de su compañía.
―¿En serio? ¿Cuántos años tiene?
―Veintisiete, pero papá le consiguió un puesto importante y desde entonces solo vive para su trabajo. Aunque no debería quejarme, gracias a ella estoy aquí.
―¿Ah sí? ¿Y por qué?
―Bueno, es que yo no vivo en Japón. Solo estoy de intercambio y ella me ayudó con todos los gastos necesarios para llegar y para vivir aquí. ―La sonrisa de Kayoko se desdibujó mientras hablaba y la implicación de sus palabras los golpeaba a ambos.
―¿Intercambio? ¿Cómo es eso? Quiero decir, ya sé cómo es, pero… pero… ¿No eres japonesa?
―Lo soy… Bueno, mis padres y mi hermana lo son. Yo nací en Estados Unidos, pero gracias a mi familia conozco el idioma y las tradiciones. Hemos venido de visita, pero ya que se presentó esta oportunidad, quise experimentar yo misma la típica vida de estudiante japonesa.
―¡Vaya, qué emocionante! ― Exageró considerando la pregunta que venía a continuación. ―¿Por cuánto tiempo estarás aquí?
―Tres meses. Llegué la semana pasada.
―Ya veo…―Contestó mientras pasaba una mano por su rebelde cabellera sintiendo un vacío en su pecho, que trató de ocultar forzando una sonrisa.
Y Kayoko lo notó. Era una sensación extraña y sobre todo triste saber que uno tenía tiempo limitado para conocer a alguien y disfrutar de su compañía, tanto como ella lo había hecho en ese corto tiempo junto a Ichigo y por eso entendía la reacción del joven. Ella misma se sentía de la misma manera.
―Escucha ―le dijo mientras tomaba la mano de Ichigo― el hecho de que no sea mucho tiempo no significa que no podamos disfrutarlo. Vayamos un paso a la vez. ¿Te parece? Empecemos por esta cita.
El tacto cálido y suave de la mano de la chica desencadenó un sinfín de sensaciones que atravesaron los nervios de Ichigo en un segundo. El shinigami no pudo evitar compararlo con el firme acero de Zangetsu, que siempre lo hacía sentir seguro al sostenerla. Esta vez era igual, solo que había una diferencia importantísima: Zangetsu lo hacía sentirse listo para enfrentar cualquier peligro; Kayoko, en cambio, lo hizo sentir que no había ningún peligro en el mundo. Era una sensación nueva para ichigo, e incluso su intensidad lo asustó un poco, pero cuando miró a los ojos a su acompañante y escuchó sus palabras, la abrazó por completo.
―Tienes razón. Aprovechemos al máximo. ― Le sonrió con genuina alegría mientras acariciaba el dorso de su mano.
El resto de la tarde la pasaron recorriendo Karakura, completamente encantados con la compañía del otro. Si les hubieras preguntado, los dos habrían asegurado no recordar si en algún momento se soltaron las manos.
―¿Sabes? Me está dando un poco de hambre. ―Dijo Kayoko luego de un rato de pasear por la ciudad.
―¿Quieres que vayamos a cenar algo?
―¡Sí! Hay una pastelería aquí cerca y me encanta todo lo que hacen ahí. ¿Vamos?
―Bueno. Te sigo. ―Ichigo iba tan concentrado escuchando las aventuras de su acompañante que no se fijó a dónde iban. Vaya que al destino o lo que fuera le gustaba gastarle bromas.
―Es aquí. Te aseguro que todo es delicioso y te va a encantar. Quizá puedas llevarle algo a Yuzu-chan y Karin-chan.
De pronto, una larga cabellera anaranjada pasó como rayo entre los dos sin siquiera mirarlos, hasta que Kayoko dijo:
―¡Pero si es mi amiga pastelera! ¡Hola! ― En ese momento, Orihime dirigió su mirada hacia la pareja y la enorme sonrisa que llevaba se fue desvaneciendo. Primero miró a Koyoko, luego a Ichigo y al final la forma en que ella lo tomaba del brazo. Instintivamente, el joven se soltó del agarre de Kayoko y se alejó de ella cuanto pudo, poniendo los brazos en la espalda como si lo hubieran atrapado haciendo algo muy malo.
―Kurosaki-kun…
―Yo… eh… Orihime… Ella es…―Intentó excusarse, como si lo hubiera atrapado engañándola.
―¿Ustedes se conocen? ―Dijo Kayoko levantando una ceja, notando como el ambiente se había puesto muy tenso a su alrededor. No era tonta y para nada le había pasado desapercibido el actuar de Ichigo.
―¡Claro! Ella y yo somos…
―Lo siento, tengo que irme. Hasta luego. ― Y sin decir nada más, Orihime salió corriendo del lugar. Una vez que estuvo fuera de su campo de visión, los miró una vez más; realmente no podía decir cómo se sentía, mil y un sentimientos y pensamientos le llenaron la mente, pero, con esfuerzo, decidió que lo mejor para todos era dejarlo ir, fuera lo que fuera. Con el corazón palpitando sin control en su pecho, siguió su camino sin mirar atrás.
―Entonces sí se conocen, ¿eh?. Quién lo diría, después de todo es una ciudad pequeña.
―Lo siento. Ella es… mi compañera de clase, pero me tomó desprevenido. Sólo eso. ―Kayoko notó que había mucho más que eso, pero claramente Ichigo no quería contarle y no pensaba desperdiciar su precioso tiempo con temas dolorosos para él aunque se muriera de curiosidad.
XoXoXoXoXoXo
―Bueno, hemos llegado ―dijo Ichigo al detenerse frente a la puerta de donde Kayoko vivía durante su estancia en Japón.
―Fue un gran día, Ichigo. Gracias por todo.
―Gracias a ti, me divertí mucho.
Ichigo soltó la mano de la chica y se alejó de ella con pasos indecisos.
―Bueno, yo… Supongo que ya me voy. Buenas noches.
―Claro. Nos vemos, creo. ―Se despidió la chica.
Aunque aún quedaba mucho por decir, ambos se dieron la espalda. Kayoko escuchó a Ichigo alejándose, mientras que él escuchó el sonido de las llaves abriendo la puerta. La incertidumbre de qué pasaría después de eso los mortificaba, pero ninguno de los dos sabía cómo expresar lo que sentían, quizá porque solo se habían visto un par de veces y les parecía una locura.
Dentro de Ichigo se libraba una batalla tan ardiente como las que había vivido en otros tiempos. Pensaba en Orihime, en que no podía simplemente rendirse y olvidarla, eso sería como traicionarse a sí mismo, sobre todo después de haber visto su propia reacción al encontrarse con ella hacía un rato. Pero también pensaba en Kayoko, en lo que estaba sintiendo en ese preciso momento y que lo llenaba de emoción. Algo independiente de la pelinaranja; con Kayoko era libre de ser feliz pero, ¿y Orihime?
El corazón de Ichigo palpitaba con fuerza. Sin saberlo, ahora era su turno de tomar una decisión que cambiaría su vida, al menos por los próximos meses, tal como lo había hecho la propia Orihime tiempo atrás, y tenía que hacerlo rápido. Como en su momento le sucedió a ella, imágenes de los momentos más maravillosos que había compartido con su amada pelinaranja le llenaban la mente, pero también de todos aquellos en que ella lo había rechazado después de ser un idiota; ni siquiera había reaccionado al verlo con otra chica. No sabía a donde lo iba a llevar aquello, pero estaba seguro que no iba a ser capaz de cargar con otro arrepentimiento en su vida sino actuaba ya. Estaban a punto de pasar el punto de no retorno cuando un nuevo pensamiento se cruzó por la mente de ambos: "¡Al diablo!".
―¡Ichigo!
―¡Kayoko!
Dijeron ambos al unísono; una sonrisa nerviosa surcó sus rostros por la coincidencia de sus acciones. Quizá, después de todo fuera el destino hablándoles.
―Tú primero ―dijo Ichigo, más para ganar tiempo de ordenar sus sentimientos que por cortesía.
―¿Yo? Ahmm… Bueno…―Kayoko ya tampoco sabía qué decir.
Las ideas se lanzaban a su mente al mismo tiempo, dejándola en blanco. No fue hasta que recordó aquellas mágicas palabras "al diablo" que pudo encontrar la forma de expresarse.
―Me gustas mucho, Ichigo. Sé que parece un poco tonto porque acabamos de conocernos, pero cuando todo es tan rápido, la vida parece ser más intensa, ¿no? Quiero seguir conociéndote y disfrutar como hoy todo el tiempo que esté en Japón.
Ichigo se sentía muy feliz, ni siquiera se había dado cuenta de cuánto le gustaba la chica, pero tras escucharla, se dio cuenta de que se sentía de la misma manera. Orihime o lo que quisiera con ella ya no tenía tanta importancia como lo que estaba sintiendo ahora. Por extraño que pareciera, entendía a qué se refería. Solo la había conocido por menos de una semana, pero sus sentimientos por ella eran genuinos. El problema era que no sabía cómo responder. Aunque, se le ocurrió, que tal vez no fuera necesario responder nada.
― Al diablo ―dijo mientras se acercaba a la chica para besarla.
A diferencia de la impertinente intensidad con la que había besado a Orihime hacía unas semanas, este era un beso dulce, aunque igualmente apasionado. En ese beso, y en los que le siguieron durante los próximos diez minutos, Ichigo se reencontró con un lado de él que ya no recordaba. Fue como un nuevo comienzo.
XoXoXoXoXo
Los días se volvieron lindos y tranquilos a partir de ese momento. Los hollow parecían ser cosa del pasado, y la sociedad de almas atravesaba una época de calma absoluta; nadie perturbaba la paz de los jóvenes, quienes podían dedicarse a ser justamente eso: jóvenes.
Orihime y Grimmjow eran felices viviendo juntos comiendo rarezas, y disfrutando en general de la paz. Su relación nunca había sido tan fuerte. Por su lado, Ichigo y Kayoko disfrutaban de su tiempo juntos al máximo. Aunque nunca pudo comprobarlo, Karin estaba segura de que había noches en que Ichigo no dormía en casa.
No solo la relación entre las parejas mejoró, también las heridas entre Ichigo y Orihime comenzaron a sanar. Karakura no era exactamente un pueblo grande, y dada la cercanía entre los pelinaranjas, no era raro que sus caminos se cruzaran de vez en cuando mientras estaban con sus respectivas parejas. Aunque de vez en cuando seguían cruzando miradas nostálgicas, podían saludarse con cordialidad; incluso Ichigo y Grimmjow habían aprendido a tolerar la presencia del otro, y Kayoko y Orihime se llevaban bien.
Eran tiempos felices para todos. La vida era buena.
Aunque, por su naturaleza, la vida rara vez se queda estática y los cambios no tardaron en llegar a Karakura.
XoXoXoXoXo
¡Kyaaaa! ¿Qué les pareció? Yo sé que parece que no hay para cuando se dé el IchiHime, pero recuerden que el final está cada vez más cerca, así que no desesperen ni desconfíen de mí, que tampoco habrá nada apresurado ni sacado de la nada. Además, ya le tocaba a Ichigo un ratito de distracción y unas cuantas aventurillas amorosas, tampoco queremos que ande llorando por los rincones todo el tiempo. Y como él mismo dijo, la experiencia hace al maestro… ¿O eso lo digo yo? Jajaja. Les pido que no odien a Kayoko, es una buena muchacha y sólo va a estar en la ciudad pocos meses.
Como ya les había comentado, el final está cada vez más cerca, así que las cosas están por ponerse cardíacas. También aprovecho para decirles que el próximo fic que voy a actualizar será el de Aprendiendo a ser feliz con la maestra Orihime. Pondré todo de mí para que sea lo más rápido posible, aprovechando el hype por el anime. ¿Ya vieron el primer capítulo? ¡No quepo en mí de la felicidad que me da ver a mis pelinaranjas una vez más! :')
Como siempre, gustosa espero sus comentarios, dudas y/o sugerencias. De verdad que me hace muy feliz leerlos y saber qué fue lo que más les gustó y sobre todo, si son #TeamIchigo o #TeamGrimmjow. 3
Mil gracias a:
*Midorinn5: ¡Qué bella! :') De verdad tu review me hizo la más feliz y me hizo salir confetis por las orejas. Qué gusto que hayas entendido las referencias, aunque no me lo pudieras decir jejeje. Gracias por amar a mi Grimmjow, la verdad es que le eché muchas ganitas y me quedó chulo el condenado jajaja y también gracias por la recomendación, la voy a buscar. Sobre la parte final de tu review… Te invito a que sigas leyendo hasta el final **inserte meme del monito con la boca tapada** ¡Mil gracias por tus palabras, espero seguir contando con tu apoyo!
*cesarcastillomonroy: Perdóname, César. No es mi intención hacerte sufrir, pero es que el tiempo se me va volando. Espero que hayas disfrutado este capítulo, voy a poner todo mi empeño en actualizar más seguido para que tu duda sobre el final sea contestada. ¡Mil gracias por tu apoyo, espero seguir contando contigo!
*123apk: ¡Qué linda por tus buenos deseos y tu apoyo a mi historia! Estoy muy bien, muchas gracias, ya estamos un pasito más cerca del final. Deseo seguir contando con tu apoyo y tus reviews. 3
*Cristabel: ¡Y a mí me encanta que te guste tanto! Mil gracias por tu review, espero sigas conmigo hasta el final de esta historia. 3
*tipipkd: Thank you so much for Reading my story even when it is in Spanish! It wasn't so soon, but finally here it is. I hope you have enjoyed it. 3
*ashira23: ¡Mil gracias por tu comentario y por haber releído mi historia! Lamento el retraso pero aquí está la continuación por fin, espero la hayas disfrutado. 3
*tuticaramel9: Me siento tan halagada por tus palabras, que voy a explotar de emoción. ¡Gracias por darle una oportunidad a mi fic a pesar de que Grimmjow no fuera de tu agrado! De verdad tus palabras me motivan a continuar, aunque lamentablemente no tan rápido como quisiera. Deseo de todo corazón que me sigas apoyando hasta el final. 3
*Elendrial76: Merci beaucoup d'avoir lu mon histoire! Je suis trés hereuse. 3
*Saiph-RB: ¿Verdad que Grimmjow es el novio perfecto? Jajaja Le eché muchas ganas y me salió bien bello. Muchas gracias por apoyar su team, espero disfrutes lo que tengo preparado para él. 3
*AndyScarlet: Perdóname, no fue tan rápido como hubiera querido, pero por fin aquí está el nuevo capítulo. Espero lo hayas disfrutado mucho. ¡Mil gracias por tu apoyo y tu review! 3
Como no sé si son la misma persona, contestaré a cada uno de los Guest:
*Guest x1: Me pasó lo mismo jajaja Amo el IchiHime pero se me pasó de lindo el Grimmjow y ahora lo quiero mucho jajaja. 3
*Guest x2: Mil gracias y perdón por hacerte esperar tanto tiempo, espero que disfrutes este capítulo y me sigas apoyando hasta el final. 3
*Guest x3: Awww mil gracias. También disfruté mucho escribir el capítulo 9. Creo que me proyecté un poquito con él 3
*Guest x4: Es que Grimmjow es un amor, pero pobre Ichigo. Fue como un balde de agua fría verlo con su Orihime. A ver qué les depara a estos tres el destino, espero que sigas apoyándome hasta el final. Mil gracias. 3
Agradezco muchísimo a la página Ichihime y a Boa Hancock por siempre apoyar mi trabajo; tarde, pero aquí está la actualización. Ojalá les guste. ¡Nos leemos pronto y no olviden dejar reviews por fis! Besos a todos. (*3*)/
