Storm Warning

Disclaimer: Los personajes son de S. Meyer y la historia le pertenece a Curlywurl95. Yo solo traduzco.

Disclaimer: The characters are S. Meyer's and the story belongs to Curlywurl95. I'm just translating.

Capítulo 5: Enamoramiento secreto

El fin de semana pasa en un borrón de tarea, mensajes de texto y pensamientos sobre Bella. Aprecié el gran esquema de las cosas; un beso en la mejilla no es nada para exagerar, pero sí que es la cosa más emocionante que me ha pasado. O al menos eso es lo que dijo Jasper en sus mensajes. Le he contado un poco de lo que pasó con Bella pero decidió que me guarde los detalles hasta que lo vea y le cuente en persona.

Mientras entro en el gran edificio rojo ladrillo el lunes por la mañana la campana suena. Me apresuro a llegar a mi casillero para conseguir mi libro de inglés y veo a Jasper esperándome. Sus ojos se encienden con emoción cuando me ve acercándome.

—Hey —dice cuando lo alcanzo.

—Hey —le respondo sin aliento.

—Así que… ¿qué pas…? —su pregunta es interrumpida por el sonido de la campana escolar. Él gime en derrota, sabiendo que no tenemos tiempo de hablar de esto ahora.

—Te explicaré en química. Tengo que ir a inglés.

—Oh sí, mejor no hagas esperar a Julieta —dice sonriendo cuando lo empujo del brazo antes de desaparecer por el edificio de música.

Me apresuro por el pasillo y apenas y llego a inglés. Mientras entro en la habitación me doy cuenta de que soy el último en llegar. También noto inmediatamente que el cabello café y los ojos de gacela están puestos directamente en mí. Bella me sonríe cuando nuestros ojos se encuentran.

—Hey —dice cuando tomo asiento a su lado—. Por un minuto pensé que me dejarías plantada.

Como si pudiera.

—No, no. Me quedé dormido —le explico y saco mis libros de mi mochila. No le digo que la razón de que me quedara dormido fue que mis sueños estaban plagados de besos en la mejilla y un montón de otro tipo de besos también, todos los cuales la involucraban.

—Ah, ¿sí? Yo también tuve una noche bastante insomne —dice en voz baja. Inmediatamente me desespero por saber si le asaltaron los mismos pensamientos y sueños que a mí, pero la Sra. Bates empieza la clase y me veo obligado a dejar la conversación.

Por desgracia, durante la mayor parte de la clase tenemos que trabajar solos, así que no tengo oportunidad de hablar con Bella en toda la hora. Sin embargo, la miro de vez en cuando, sin poder evitarlo. Observo cómo le cae el pelo por el cuello cuando inclina la cabeza sobre su trabajo, cómo se le forma una pequeña arruga entre las cejas cuando se concentra, cómo se muerde el labio inferior cuando está pensando.

De repente, los ojos de Bella se dirigen a los míos y sé que me ha pillado mirando. Mi primera reacción es apartar la vista inmediatamente, intentar ocultar mi mirada pero, por alguna razón, me quedo congelado bajo su mirada. Me dedica una pequeña sonrisa y siento que se me revuelve el estómago antes de saltar al oír el timbre. Bella suelta una pequeña risa ante mi reacción y yo no puedo evitar reírme con ella, a pesar de sentirme como un completo idiota.

—¿Qué clase tienes ahorita? —pregunta cuando guardamos nuestros libros.

—Química, ¿y tú?

—Matemáticas —gime, haciéndome sonreír.

—¿Te veo en el almuerzo? —pregunto mientras caminamos por el pasillo.

—Claro —sonríe, antes de desaparecer por el corredor entre el mar de estudiantes. No puedo detener la sonrisa en mi rostro mientras camino al laboratorio de ciencias. Jasper ya está ahí, recargado en los casilleros de afuera cuando llego.

—Hey —saluda cuando lo alcanzo.

—Hey —contesto y entramos al laboratorio, tomando nuestros lugares usuales en la parte trasera del salón.

—Entonces… di, di. ¿Qué pasó entre tú y Bella? —pregunta, sus ojos se iluminan con curiosidad. Decido sacarlo de su miseria y explicarle los emocionantes y completamente triviales detalles que han cambiado mi vida para siempre.

Como una jodida niña.

¡No me importa!

—Bueno, Bella vino a nuestra casa a cenar después del paseo en bici porque su papá no iba a llegar a su casa hasta en la noche. Después de eso la regresé y justo antes de que saliera del carro ella me besó en la mejilla —le digo. Estoy seguro de que estoy sonriendo como un idiota pero no podría importarme menos.

—Joder. ¿Así de improviso o…? —los ojos de Jasper están bastante amplios.

—Bueno, ella me estaba dando las gracias por el día y esas cosas y estaba saliendo del auto cuando se detuvo y se volteó para besarme en la mejilla.

—¿Entonces ella se regresó para besarte? —pregunta y asiento en respuesta—. Joder, hombre. Ella regresó para besarte. ¡Te dije que a ella jodidamente le gustas! —él dice, su propia cara luciendo casi tan emocionada como la mía. Me encojo un poco de hombros, no queriendo lucir demasiado como una jodida niña ahora mismo.

» Así que, ¿qué hiciste?

—Nada —le digo honestamente—. Estaba tan sorprendido por eso que sólo me quedé viéndola —explico. Jasper asiente un poco, afortunadamente sin decir nada sobre mi respuesta de mierda.

—¿Han hablado desde entonces? ¿En inglés?

—No, ella no lo mencionó y yo tampoco lo hice, pero…

—¿Pero…? —dice con palpable curiosidad.

—Le dije que no pude dormir y ella me contestó que había tenido noches de insomnio también.

—¿Por el beso?

—No lo sé —me encojo de hombros. Nos quedamos en silencio por un momento, viendo cómo los últimos alumnos entran al salón.

—¿Qué harás? —me pregunta unos momentos después.

—No lo sé. O sea, la veré mañana en la noche para trabajar en nuestro proyecto de biología. Vendrá a mi casa.

—¿Habrá alguien más ahí? —pregunta y yo sacudo mi cabeza—. ¿Tal vez podrían hablarlo?

—Sí, a lo mejor —contesto—. De todos modos, tú no eres quién para hablar Señor Ando Detrás de Alice y Todavía No Hago Nada Al Respecto.

—Cállate la jodida boca, hombre —se burla, apartándose de mí—. Como sea, haré mi movimiento cuando esté listo.

Sí, claro.

Somos sacados de la conversación por la clase comenzando, pero durante la siguiente hora no me puedo concentrar en nada que no sea el prospecto de mañana en la noche. Trato de pensar en cómo sacar el tema del beso con Bella, cómo preguntarle que significó sin tener realmente que preguntarlo y cómo decirle que quiero que lo haga de nuevo pero sin tener que decírselo. Para el momento en que la lección termina, mi mente es un revoltijo y estoy agradecido de poder hacer mi escape.

Jasper y yo guardamos nuestros libros antes de salir al pasillo para poder llegar a la cafetería. Cuando entramos al lugar, el sonido es demasiado alto, lleno de cientos de voces riéndose y hablando. Ambos cogemos una bandeja y algo de comida antes de buscar a los otros. Encontramos a Emmett y a Rose en una mesa en una esquina.

—Hey —Jasper y yo decimos cuando los alcanzamos, sentándonos en dos sillas que quedan en la mesa.

—Hey —ambos nos contestan.

—Estábamos diciendo que el sábado fue divertido.

—Sí, deberíamos repetirlo alguna vez — Emmett coincide.

—Sí, estuvo bien — Jasper responde antes de morder su sándwich.

—¿Te lo pasaste bien, Edward? —Rose me dice, dedicándome una pequeña sonrisa.

Joder.

—Sí, gracias —respondo, mirándola mal mientras muerdo mi pizza. Ella se ríe y vuelve a su comida. Oigo a Jasper reírse también, pero lo ignoro. Por el rabillo del ojo, veo movimiento y miro para ver a Alice y a Bella de pie junto a la mesa.

—Hola, chicos — Alice dice cuando todos levantamos la vista hacia ellas.

—Hola —respondemos todos al unísono.

—¿Hay más sillas por aquí? —Alice pregunta, mirando alrededor de la habitación.

—Creo que no.

—¿Quieres compartir? —Jasper pregunta, con los ojos fijos en Alice. Sus ojos se dirigen a los míos y no puedo evitar la expresión de sorpresa en mi rostro.

¿Es esta su jugada?

—¿De verdad? —Alice le dice, sus ojos se iluminan de alegría.

—Sí, hay suficiente espacio —asiente, apartándose para que ella pueda compartir su silla. Separo mis ojos de ellos y veo que Bella me mira.

—¿Quieres compartir? —le pregunto en voz baja. Ella asiente un poco antes de dedicarme una sonrisa y deslizarse sobre la mitad de mi silla. La posición significa que está completamente presionada contra mi lado y su calor corporal me hace sentir casi febril.

—Entonces, ¿cómo estuvo química?

—Oh, me fue horrible; casi no pude salir de allí —digo con una sonrisa y siento que su cuerpo se agita a mi lado mientras se ríe. La miro por encima del hombro y me doy cuenta de lo cerca que están nuestras caras—. ¿Qué tal matemáticas?

—Igual. Creo que podría ganar el premio al peor estudiante de matemáticas de la historia de la educación —bromea.

—Lo dudo. A mí me pareces muy inteligente —le digo en voz baja, mientras mis ojos pasan por los suyos.

—Ah ¿sí?

—Sí.

Se ríe en voz baja antes de volver a mirar su plato.

—Entonces, ¿te parece bien trabajar en el proyecto en tu casa mañana? —pregunta después de un momento—. Me pareció que Alice te puso un poco en aprietos la otra noche.

—Oh, no... quiero decir... sí, estoy feliz de reunirme mañana. ¿Y tú?

—Totalmente —ella asiente, haciendo que le sonría.

Para el momento en el que estoy sentado en mi última clase del jueves siento que una eternidad ha pasado. No he tenido ninguna clase con Bella hoy y sólo la vi un poco en el almuerzo así que sería un eufemismo decir que estoy empezando a sentirme un poco ansioso. Cuando suena el último timbre, podría ponerme llorar de alegría. Recojo mis libros rápido y prácticamente salgo corriendo del aula.

Salgo del edificio y me dirijo al estacionamiento, buscando constantemente a Bella entre la multitud de estudiantes. Todavía no la veo, así que debe estar en clase. Me dirijo a mi coche y dejo mi mochila en la parte trasera antes de apoyarme en el lateral, esperándola. Intento calmarme un poco; no quiero parecer demasiado emocionado por una tarde entera de tiempo ininterrumpido con ella. Todavía no estoy seguro de qué decir sobre lo del beso en la mejilla, si es que hay algo que decir, así que he decidido dejarme llevar por la corriente y ver qué es correcto.

Estoy jugando con mi teléfono cuando oigo una voz enfrente mío.

—Hey, Cullen —Bella dice, haciéndome mirar hacia arriba para verla.

—Hey, ¿estás lista para irnos?

—Nací lista —responde, haciéndome sonreír. Espero a que ponga su mochila en la parte trasera antes de que se suba al asiento del copiloto. Pongo en marcha el motor y lo oigo rugir antes de salir con cuidado del mísero aparcamiento. Cuando llegamos a la carretera principal de la ciudad, miro casualmente a Bella.

¡Di algo!

—¿Tuviste un buen día?

—Estuvo bien, jodidamente lento, supongo —contesto y ella sonríe.

—Lo sé, ¿verdad? Estaba ahogándome en gratitud cuando la última campana sonó.

—Yo también.

El camino continúa en un cómodo silencio y estoy reflexionando sobre lo fácil que es estar con ella cuando llegamos a mi casa. Todo el mundo está fuera, papá en el trabajo y mamá ha recogido a Alice del colegio para ir al cine. Llego a la entrada, aparco el coche y apago el motor. De repente, todo parece muy tranquilo y la energía entre Bella y yo es casi palpable.

Antes de que pueda decir algo estúpido, los dos salimos del coche, cogemos las mochilas y subimos los escalones del porche. Bella espera mientras abro la puerta principal antes de seguirme al interior. Cuando la puerta se cierra tras nosotros, me doy cuenta de que estamos solos.

—Entonces… ¿Alice está en el cine con tu mamá? —pregunta, su voz sonando más fuerte dentro de la casa vacía.

—Sí, no regresarán hasta al rato. Siempre comen después de las películas —explico. Bella asiente en entendimiento y sus ojos queman en los míos—. Y mi papá está trabajando hasta tarde así que no regresará hasta en la noche.

¡Deja de hablar! ¿Qué estás diciendo?

—Así que, estamos solos… tenemos la casa solo para nosotros —asiento, luciendo como un idiota—. No es como que importe… ya sabes, nosotros… estando solos.

¡Cállate!

Bella sonríe en entendimiento una vez más. Afortunadamente no parece completamente asustada por mis divagaciones.

—¿Quieres algo de tomar? —pregunto, sintiendo la necesidad de aire fresco.

—Agua estaría bien —contesta. Asiento con la cabeza antes de ir rápidamente a la cocina y coger dos botellas de agua de la nevera. Le doy una antes de quitarle el tapón a la mía y beber el agua helada hasta que el frío me obliga a parar. Espero que la inminente congelación del cerebro me despeje la cabeza.

—Entonces… ¿quieres trabajar aquí… o en mi habitación o…? —pregunto, sintiéndome completamente ridículo.

—Tu habitación estaría bien, Ed —contesta con una sonrisa suave.

¡Mi habitación! ¡Bella estará en mi habitación!

—Vale —respondo, mi voz sale como un gran suspiro.

Bella me sigue al pasillo y sube las escaleras hasta que llegamos a la puerta de mi habitación. La empujo con cuidado, agradeciendo haber tenido la precaución de ordenar un poco la noche anterior. Dejo la mochila en el suelo antes de sentarme en la silla de mi escritorio. Me vuelvo para mirar a Bella, observando cómo echa un vistazo a mi habitación.

—Me gusta tu habitación —dice, dejando su mochila en el suelo y sentándose en el extremo de mi cama.

Está sentada en mi cama.

Lo que no daría por...

¡No! ¡Concéntrate! ¡No necesitas una erección ahora mismo!

—Gracias —respondo, carraspeando un poco.

—Vaya, tienes un montón de libros —dice, mirando hacia la estantería llena de libros que hay al otro lado de la habitación.

—Sí, es una especie de... cosa mía —respondo encogiéndome de hombros, sintiéndome tonto, torpe y fuera de lugar.

—Un hombre de admirar —ríe. Suelto una pequeña carcajada ante la afirmación.

Ojalá.

—Entonces, ¿has pensado en el proyecto? —le pregunto, decidiendo centrarme en un terreno neutral.

—Me ha costado no pensar en otra cosa —dice sarcástica—. Menos mal que por fin has sacado el tema.

Me río.

—Tomaré eso como un no.

—Es un no rotundo —asiente. Vuelvo a reírme, girando en la silla para coger de mi mesa el cuaderno en el que habíamos empezado a trabajar.

—Vale, bueno, yo tampoco he pensado en ello en absoluto, así que quizá deberíamos pensarlo juntos —me doy la vuelta para mirarla.

—Claro.

Me levanto de la silla y voy a la cama sentándome al final de esta y asegurándome de no estar muy cerca de Bella.

Dios mío, estamos en la cama. Juntos.

Ella me sonríe, tomando el cuaderno de mis manos y leyéndolo. Nos quedamos así por un rato, hablando del proyecto y escribiendo más notas con ideas y planes, especialmente sobre el plan de Bella de añadir fotos nuestras de bebés.

Al cabo de una hora más o menos, me doy cuenta de que Bella se ha relajado, poniéndose cómoda en la cama. Extrañamente, es bastante fácil estar con ella así. Estamos los dos tumbados boca abajo sobre las sábanas, escudriñando unas cuantas páginas más de notas, cuando me pongo de espaldas, gimiendo y restregándome una mano por la cara.

—Ugh. Eso es todo, me cansé. No puedo hacer más —gruño a través de mis palmas. Siento que el colchón rebota un poco mientras Bella se ríe a mi lado.

—Yo también. Renuncio —dice, dejando caer nuestros libros al suelo y mirándome. Me quito la mano de la cara, riendo ante sus palabras. Mis ojos se encuentran con los suyos y de repente siento que el ambiente de la habitación cambia un poco. Tengo muchas ganas de sacar el tema del beso en la mejilla, pero no sé cómo.

¿Tal vez sólo decirlo?

No puedo decirlo al azar, pensará que soy un completo idiota...

—¿En qué estás pensando? —Bella pregunta, sacándome de mis pensamientos.

—Yo... estaba pensando en... —me quedo sin palabras, sin saber cómo continuar.

—¿Ajá?… —dice, levantándome una ceja.

¿Es el momento adecuado?

—Estaba pensando en que me besaste la mejilla la otra noche —admito. Bella luce sorprendida por un momento y estoy bastante seguro de qué parezco como un siervo congelado frente a los faros de un coche, pero ya lo dije y no puedo arrepentirme. Se hace un rato de silencio.

—No tienes que contestar eso, lo siento, ni siquiera sé por qué lo dije —divago, sentándome y tratando de escapar de esta jodida situación incómoda, pero Bella pone su mano en mi hombro y me congelo.

—No, está bien, es solo que no era eso lo que pensaba que ibas a decir —se ríe. Se mantiene en silencio por un momento antes de suspirar un poco.

» Ugh, está bien. Sólo lo diré —dice después de tomar una respiración profunda y mirarme por el rabillo del ojo—. Te bese en la mejilla porque me gustas.

Mientras las palabras cuelgan pesadas entre nosotros, soy plenamente consciente de que mi boca cuelga abierta.

Oh, Dios. Dios.

—¿Te gusto? — le pregunto, como si repetir las palabras pudiera hacer que tuvieran más sentido.

—Sí, me gustas —asiente, sus ojos encontrándose con los míos. Asiento de vuelta, con las palabras momentáneamente perdidas en mi boca.

Le gusto.

Joder. Le gusto.

LE GUSTO.

Espera, ¿le gusto como un amigo o como algo más?

—¿Te gusto de que te caigo bien? ¿O te gusto de gustar? — pregunto, sintiendo que todo mi cuerpo está en vilo por la tensión de la habitación.

—Me gustas… de gustar —contesta bajito.

LE GUSTO.

—¿Vas decir algo al respecto o este se volverá uno de los momentos más incómodos de mi vida? —Bella finalmente me pregunta con una risa silenciosa.

—Lo siento —me disculpo, sabiendo que ella ya puso sus cartas sobre la mesa y yo solo estoy mirándola como un imbécil. Trago saliva antes de volver a hablar—. A mí también me gustas.

Oh, Dios mío. Lo admití en voz alta.

—¿Te gusto de gustar? —pregunta en voz baja con una ceja levantada.

—Sí —me río entre dientes, sintiendo la tensión abandonar mi cuerpo al finalmente decir las palabras—. Me gustas de gustar.

—Está bien. Así que nos gustamos a los dos, nos gustamos de gustar —dice haciéndome reír de nuevo.

—Supongo que sí —estoy de acuerdo. Ella asiente, sus ojos aun ardiendo en los míos. Los dos estamos en silencio por un momento, solo mirándonos el uno al otro. Abre la boca para decir algo más, pero luego su estómago ruge con fuerza y ambos nos reímos. La tensión entre nosotros se rompe un poco.

—¿Quieres algo de comer? —le pregunto, como si ella no acabara de hacer mi jodido año.

—Sí —Bella asiente con una pequeña sonrisa. Ambos nos levantamos de la cama y bajamos las escaleras a la cocina. Me dirijo al congelador y agarro una de las pizzas antes de girarme para mirarla una vez más.

—¿Se te antoja la pizza?

—Claro. Veo que usarás todas tus habilidades culinarias —bromea, apoyándose contra el mostrador y señalando el paquete congelado.

—¡Oye! No todos podemos ser la Chef Swan —respondo sarcásticamente haciéndola reír.

Mientras pongo la pizza en el horno, me sorprende descubrir que las cosas entre nosotros no son nada incómodas, a pesar de nuestra reciente conversación que nos cambió la vida. Ambos sabemos que hay un "enamoramiento" flotando en la atmósfera entre nosotros y, sin embargo, no parece haber cambiado nada dramáticamente. Sé que quiero hablar con Bella sobre lo que significa este nuevo conocimiento para nosotros, si existe la posibilidad de un "nosotros", pero tal vez eso pueda esperar hasta otro momento. Tal vez por ahora, todo lo que necesitamos ser es un flechazo.

—Así que, ¿quieres ver televisión o algo así?— le pregunto—. La pizza estará en unos veinte minutos.

—Está bien — asiente antes de seguirme a la sala de estar y dejarse caer en el sofá—. Oh, Dios mío, este sofá es tan cómodo —gime, recostándose en una esquina y estirando las piernas frente a ella.

—Sí, lo sé —río mientras me siento a su lado—. Mamá realmente odia los sofás incómodos. Cuando compró este, literalmente había estado en todas las tiendas desde aquí hasta la frontera con Oregón.

—Urgh, nuestro sofá es horrible. Estoy bastante segura de que los resortes se han ido en una parte —dice, arqueando un poco la espalda mientras se pone cómoda. Mis ojos se mueven inmediatamente a su pecho.

¡Abajo, chico!

—Entonces, ¿qué quieres ver? —pregunto, encendiendo la televisión y obligando a mis ojos a enfocarse en la pantalla y no en la morena a mi lado.

—No me importa. Cualquier cosa... excepto el horror —dice. No puedo evitar reírme un poco.

—¿Entonces no eres fanática de un clásico de terror?

—No, me asusto muy fácilmente —dice seriamente y no puedo evitar reírme más por su expresión.

—Está bien, anotado. No hay horror —respondo, asintiendo mientras miro las opciones. De repente, Bella se sienta erguida y se inclina hacia adelante.

—Oh, Dios mío. ¿Tienes los Sims? —chilla, se levanta del sofá y se inclina frente al mueble del televisor, mirando los diversos juegos en el estante.

—Oh, sí. Era de Alice pero no lo hemos jugado en años —explico—. ¿Por qué? ¿Eres fan?

—¿Estás bromeando? ¡Tienes que amar un poco a los Sims! —dice, agarrando el estuche y mirando la parte de atrás. Mientras la observo, las palabras salen de mi boca antes de que pueda detenerlas.

—¿Quieres jugarlo? —pregunto. Gira la cara para mirarme.

—¿En serio? —responde. Me encojo de hombros en respuesta.

—Si quieres.

—Está bien. Te diré una cosa. Te haré y tú puedes hacerme —sugiere.

Estoy de acuerdo, así que tomo el estuche de sus manos y cargo el juego antes de escuchar que el temporizador del horno se apaga. Rápidamente me dirijo a la cocina para agarrar la pizza y dos bebidas. Cuando regreso coloco la pizza entre nosotros y le paso un vaso.

—Gracias —dice, tomando un sorbo de su bebida—. Está bien, vamos a jugar.

—Las damas primero —digo, entregándole el control. Ella me sonríe antes de volverse a la pantalla, yo agarro una rebanada de pizza.

—Está bien, entonces quiero hacer un hombre... —murmura, presionando varios botones en el control.

—Estoy agradecido de que lo notes —respondo haciéndola reír.

—Está bien, así que, su contextura debe ser... —dice antes de girarse para mirarme. Sus ojos se mueven arriba y abajo de mi cuerpo, la acción hace que mi piel se caliente—. Que sea… Atlético. El cabello es... —sus ojos se deslizan hacia mi cabello— marrón rojizo y los ojos son... — me mira una vez más, viendo de cerca mis ojos — verde bosque.

—¿Verde bosque? Eso es muy específico.

—Soy un tipo de chica específica —responde haciéndome reír—. Bien, ahora la ropa...

Bella continúa haciéndome en forma de Sim, discutiendo si mi «ropa formal» debería ser un esmoquin o no antes de que finalmente me entregue el control para que pueda hacerla.

—Está bien, mi turno —digo, sentándome un poco más derecho y mirando la pantalla.

—Será mejor que me hagas jodidamente caliente Cullen.

No puedo evitar la risa que brota de mi boca.

Así será jodidamente fácil.

—Está bien, está bien. Quiero hacer una mujer —murmuro, imitándola y a su vez, haciéndola reír.

—Gracias por notarlo.

Ah, claro que lo noté.

—La estructura corporal es... —la copio, moviendo mis ojos de arriba abajo por su cuerpo. Noto que sus mejillas se tornan ligeramente rosadas y no puedo evitar la emoción que me atraviesa al saber que la afecto al menos un poco—. Voy a irme con delgada. El cabello es marrón chocolate y los ojos son… —la miro una vez más y siento esa familiar chispa de corriente eléctrica entre nosotros cuando nuestros ojos se encuentran —. Avellana.

—Ahora la ropa... —tarareo, hojeando las opciones. Decido provocarla eligiendo un horrible vestido floral.

—Oh, tienes que estar bromeando. ¡Elegí lindos jeans para ti, Edward! —chilla, señalando a la televisión.

—¡Bien, bien! —Me río con ella. Eventualmente, elijo bien su ropa antes de presionar reproducir y elegir una casa. Continuamos jugando por un tiempo, Bella principalmente usando el control y yo dando una opinión aquí y allá.

—Deberíamos intentar tener un bebé —Bella me dice de repente después de comer un bocado de pizza. La declaración hace que me atragante con mi bebida y toso ruidosamente, tratando de sacar el líquido de mis pulmones agonizantes. Bella me da una palmada en la espalda antes de colapsar de risa en el sofá a mi lado.

— ¿Intentar qué? —gruño.

—¡Me refería a los Sims, pero deberías haber visto tu maldita cara! —chilla, riendo aún más fuerte—. ¡Esa fue una de las cosas más divertidas que he visto!

No puedo evitar reírme con ella, el sonido es contagioso. Después de un rato se las arregla para calmarse, limpiándose una lágrima perdida debajo de su ojo.

» Quiero decir, deberíamos intentar tener un bebé en Sims como con nuestro proyecto biográfico. Podría mostrarnos qué rasgos surgirían cuando nos mezclaras —dice, señalando a la televisión.

—Está bien, ¿cómo hacemos eso entonces? —pregunto, frunciendo el ceño un poco.

—Tenemos que… ya sabes, hacer el woo-hoo (1)—dice, moviendo las cejas hacia mí y haciéndome reír.

—¿Woo-hoo? ¿Es en serio? —le digo con una ceja levantada.

—¿Qué? Así es como se le dice aquí —me dice, volviendo a la televisión.

Mi mente se inunda de inmediato con imágenes del real woo-hoo con Bella, pero las sacudo cuando siento que mi ingle se tensa. Ella selecciona la opción de «woo-hoo» y vemos a nuestros personajes caminar hacia la cama y desaparecer bajo las sábanas virtuales, rodeados de estrellas, fuegos artificiales y el sonido de risas. Después de un momento, nuestros personajes reaparecen y rápidamente se van a dormir.

—Bueno... eso fue... raro de ver —murmulla con una risita, sus mejillas ligeramente rosadas.

—Ni que lo digas —murmuro.

—Te quedaste dormido muy rápido —ella comenta un momento después.

—¿¡Perdón?! ¡Te quedaste dormida al mismo tiempo! —discuto, haciéndola reír a carcajadas. El sonido me hace reír, pero pongo los ojos en blanco, cruzando los brazos con ira fingida. Se muerde el labio inferior para dejar de reír antes de que sus ojos se encuentren con los míos.

—Aw, lo siento. ¿Insulté tu destreza sexual?

Como si incluso tuviera destreza sexual...

—Jódete —murmuro, haciéndola reír de nuevo. Ella me mira y nuestros ojos se encuentran por un momento antes de que frunza los labios para ocultar una sonrisa y vuelve a mirar la televisión.

Continuamos comiendo pizza y jugando videojuegos durante bastante tiempo hasta que escuchamos que se abre la puerta principal y el sonido de voces que se acercan. Mamá y Alice aparecen a la vuelta de la esquina después de un momento. Mamá sonríe cuando nos ve, pero los ojos de Alice se posan en los míos antes de mostrar una pequeña sonrisa.

—Hola cariño, ¿cómo estás? —Mamá dice cuando ve a Bella sentada en el sofá.

—Estoy bien, gracias, ¿la pasaron bien en el cine?

—Sí, vimos esa nueva comedia romántica. Fue buena —Alice responde, sentándose en el brazo del sofá. Bella y yo asentimos—. ¿Qué han estado haciendo? —pregunta, sus ojos encontrando los míos una vez más.

No eso Allie. Lamentablemente no es eso.

—Hicimos algo de nuestro proyecto y luego comimos pizza y jugamos Sims.

—Oh, hace mucho que no jugamos, Teddy — dice Alice, mirando la pantalla con nostalgia—. Bonito atuendo, Bella —dice, empujando su brazo y haciendo un gesto hacia el personaje de Bella en la pantalla.

—Ese fui yo, en realidad —le digo a mi hermana con orgullo. Alice mira y se ríe un poco.

—¡Quién diría que tienes tanta destreza cuando se trata de moda!

—Compensa otras cosas —responde Bella, sus ojos bromeando y encontrando los míos. No puedo evitar reírme de la broma interna entre nosotros. Veo a Alice levantar una ceja levemente pero lo deja pasar, afortunadamente

» Bien, mejor me voy —Bella dice después de un momento, levantándose del sofá y ayudando a limpiar nuestra comida y coca.

—Te llevo a casa —le digo.

—No tienes que hacerlo, Edward —me contesta en voz baja.

—Quiero —respondo para que solo ella me escuche. Ella me sonríe y decido que me gusta tener este enamoramiento secreto entre los dos. Me gusta no saber lo que estoy haciendo o adónde voy. Me gusta simplemente seguir su ejemplo, dejando que Bella tome las riendas. Es refrescante, diferente y emocionante.

—Está bien.

Mientras Bella corre escaleras arriba para tomar sus cosas, le digo a mamá que voy a llevarla a casa antes de que ambos salgamos por la puerta principal. Caminamos la corta distancia hasta mi auto antes de que encienda el motor y regrese a la calle. Mientras conduzco, Bella y yo nos sentamos en un cómodo silencio y, antes de que me dé cuenta, me detengo frente a su casa.

—Así que... gracias por esta noche. Fue agradable —murmulla y sus ojos se encuentran con los míos en la oscuridad.

—Sí, gracias por venir —respondo. Nos miramos el uno al otro por un momento más antes de que ella me dé una pequeña sonrisa y comience a volverse hacia la puerta.

—Espera —digo rápidamente. Bella gira la cabeza para mirarme, con una ceja ligeramente levantada. Trago con dificultad antes de moverme lentamente hacia ella. Veo sus ojos pasar entre los míos y caer a mis labios y le doy un rápido beso en su mejilla, antes de que pueda arrepentirme. Me retiro y observo su reacción. Ella me mira por un momento antes de darme una sonrisa y dejar escapar una risa entrecortada.

—Hasta mañana, Edward —dice en voz baja.

—Sí —le respondo con una sonrisa—. Hasta mañana.

Con eso, se da la vuelta y sale del auto, dirigiéndose hacia la puerta principal. La observo abrir la puerta antes de volverse una vez más y despedirse con la mano antes de desaparecer dentro. Una vez que está fuera de mi vista, enciendo el coche y lentamente me dirijo a casa, sonriendo todo el camino.

Le di a Bella un beso en la mejilla.

Le gusto de gustar.

Y a mí me gusta ella, de gustar.

Tenemos un flechazo el uno con el otro.

Tenemos un enamoramiento secreto el uno del otro.

Cuando llego a casa, les digo a mamá y a Alice que voy a trabajar en mi habitación con algunas tareas más. Subo las escaleras antes de colapsar en la cama con una gran sonrisa en mi rostro. Mientras me acuesto allí, cabello castaño y ojos color avellana bailan en mi cabeza. Un pensamiento se arremolina en mi mente.

No puedo esperar a ver qué sucede después.


(1): WooHoo es una interacción utilizada en la serie Los Sims, a partir de Los Sims 2, como un eufemismo para las relaciones sexuales. Las interacciones WooHoo se pueden llevar a cabo entre dos Sims, sin importar el género, y tienen que estar interesados románticamente el uno con el otro.


Qué bonitos. ¡SE GUSTAN DE GUSTAR! Jajajaja

¿Qué piensan?

¿Merece review?