Capitulo 4: Privación de los Sentidos
—Esto es...— Mu mira su alrededor, todo estaba debidamente organizado, cada detalle— me encanta.
—Me alegra escucharte —el rubio lo rodea con sus brazos.
Se notaba que su adorado rubio se había esmerado en la organización y decoración.
—No quería dejar pasar esta fecha así no más— comenta haciendo referencia a que ese día estaban cumpliendo tres meses desde que bueno su ilustrísima los había encontrado haciendo algunas cosas no muy propias de estos dos caballeros y pues que en vista de la situación y la presión de la que fueron víctimas, habían hecho pública su relación.
Ellos no eran muy partidarios de hacer este tipo de celebraciones, pero no estaba de más probarlo aunque fuera una vez.
—Supongo que iremos a la Sala Gemela— comenta y le da un beso en la mejilla. A Shaka sí que le molestaba ser interrumpido, y al parecer los demás santos parecían saber cuándo estaban ellos juntos, pues les daba por atravesar su templo una y otra vez.
—No, nos quedaremos aquí— indica con tranquilidad mientras lo invita a sentarse —,quiero que esta noche sea diferente.
—Está bien, yo soy feliz solo estando contigo— que más daba ser cursi, si eran sinceras sus palabras.
El hindú quería disfrutar tanto como pudiera de esa noche, pues ya se imaginaba lo que le esperaba al siguiente día. Un muy molesto Shion lo esperaría para reclamarle por ser tan imprudente y usar sus poderes en beneficio propio. Ya podía escuchar los reclamos provenientes del anterior santo de Aries, Lo más seguro era que su acciones lo harían estar lejos de Mu. Si se ponía a pensar, le había dado motivos suficientes para que los mantuviera alejados por un buen tiempo.
Pero que más podía hacer si sus muy queridos compañeros no hacían más que molestarlo, haciendo que los preparativos para pasar una noche junto a la persona que amaba fuera algo impensable. En un principio había buscado la colaboración de quienes creía eran una personas serias y conocedoras del tema, pero Afrodita terminó por comentarle a Death sobre los planes que tenía Shaka con Mu, así que el santo de cáncer no desaprovechó la oportunidad para burlarse y hacer toda clase de comentarios sobre la finalidad de la velada.
El pobre Shaka cansado de tener al cangrejo haciendo comentarios desagradables sobre lo que debía hacerle a Mu, optó en un principio por enviarlo a uno de los 6 mundos, pero el italiano se las ingeniaba y escapaba. Así que no tuvo más opción que privarlo del sentido del gusto.
Pero no fue el único al que tuvo que aplicarle su ya conocido ataque, como Milo no hacía más que enséñales diferentes tácticas para coquetearle Mu hasta volverse irritante, Shaka lo privó del sentido de gusto, de la visión y del tacto, pues al menor detalle que distinguía en el templo de Virgo le daba una utilidad. Esto era demasiado, Shaka no era tan calenturiento como Milo.
Pero desafortunadamente las víctimas no habían parado ahí, en algún momento Aioria quiso participar y ayudarlo, pero había terminado por comerse lo que el hindú le había estado preparándole a Mu con tanta dedicación, además que en lugar de ayudar a organizar la casa, bueno había dejado un desastre por donde pasaba. Harto de su comportamiento lo dejo sin visión, sin gusto, sin tacto y sin olfato.
Y bueno como era de esperarse, el chisme sobre lo que Shaka andaba haciendo con quienes querían ayudarlo o molestarlo, se corrió por todo el Santuario. Una guerra de mil días no era una opción para nadie, por lo mismo y viendo lo que Shaka era capaz de hacer, ninguno de los caballeros dorados si quiera pensó en acercarse a la casa del carnero. Tanta tranquilidad era extraña pero necesaria.
En Piscis, Afrodita intentaba ayudar en lo que podía a Death, aunque era complicado. Algo similar sucedía en Acuario, la diferencia era que Camus buscaba sacar provecho, si bien amaba a Milo, que estuviera un rato tranquilo sin poder hablar o ver le permitía andar semidesnudo mientras le hablaba de varios temas que le parecían interesantes y que había leído en unos libros.
—¡Esto es inaudito!— exclama Aioros mientras abraza a su pobre hermano — Shaka se volvió loco.
—Bueno, ¿y qué esperamos para ir con el patriarca?, Él tiene que saber esto— cruzado de brazos permanecía Saga.
—Sí, tiene que saberlo, pero estaba ocupado o eso dijo el Viejo maestro hace un rato— dice Shura levantándose de la silla en la que permanecía sentado para ir con su pareja y el hermano de este.
—¿Hasta cuándo va a permanecer así? —besa su frente mientras lo estruja un poco—, no soporto verlo así.
—Mmmm...se supone que hasta mañana, cuando despierte estará como siempre. Eso fue lo que me dijo Shaka cuando lo transportó a mi templo— señala tranquilo.
—¿Y lo dices como si se tratara de cualquier tontería Shura?
—Aioria sabía en lo que se metía, ambos vimos como Shaka atacó a Milo— niega con la cabeza —, se advertí, le dije que no hablara ni se le acercará, pero no me escuchó y fue, según sus palabras a ayudarle — masajea su nariz mientras suspira.
—No importa que mañana Aioria y los demás se despierten como si nada, esto lo debe saber el Patriarca, se supone que no debemos usar nuestros poderes en beneficio propio— el comentario de Saga hacía referencia a una mala experiencia que había vivido, al enviar a otra dimensión a Seiya y Shiryu para que ya no molestaran y pudiera pasar la noche en Sagitario.
(…)
Después de un sencilla cena, la pareja de enamorados se dirigió al techo de la casa de Virgo, para disfrutar de la hermosa noche estrellaba. El lemuriano recostado sobre el pecho del hindú le contaba un poco de lo que había hecho durante el entrenamiento de Kiki, los avances y lo feliz que estaba.
Como siempre Shaka lo escuchaba atento y de vez en cuando aprovechaba la cercanía para besar su frente, mejillas y labios. Esa actitud era extraña en el rubio pero no negaba lo mucho que le gustaba.
—Gracias por esta noche —aprieta la mano de Virgo y se levanta un poco para acerca sus rostros —, todo ha sido maravilloso...— dice mientras corre algunos mechones rebeldes que no le dejaban ver el rostro perfecto de Shaka.
—Por ti y por verte feliz, sería capaz de todo— acaricia su mejilla antes de juntar sus labios.
(…)
—¿¡Qué Shaka qué!? — sin detenerse a pensar en las palabras dichas por Dohko, Shion se levanta de su asiento.
—Bueno, tú lo notaste, ¿o no Shion?— pregunta no muy seguro.
—Si, pero pensé que había sido por un momento y que solo uno había sido víctima de su ataque — se soba la sien—, además... es que no les regresó sus sentidos— sin dudarlo se dirige con rapidez a la salida.
—¡Oye Shion! — hace un gesto de preocupación— Espera no es para tanto, además... más de uno se lo merecía.
—¿Lo estás justificando Dohko?—parecían que sus tikas se iban a juntar — y bueno, ¿a qué se debió esto? ¿Qué clase de motivo fue el que llevo a un caballero a actuar de forma deliberada y egoísta?
El santo de libra se encoge de hombros, sin saber cómo abordar ese tema sin que terminara en una batalla entre el caballero de Virgo y el Gran Patriarca.
—Ah...entiendo, no me lo dirás— continúa su camino por las casas del zodiaco encontrándose con las desafortunadas historias de las víctimas de tan vil ataque. Aunque en ningún relato se mencionó a Mu o al verdadero motivo que había llevado a Shaka a usar uno de sus ataques contra sus compañeros. Todos sabían que eso podía terminar en algo muy parecido a la guerra Santa.
El enojo de Shion llegó a su límite al encontrarse con una escena que le era tan desagradable y ofensiva. Los santos de Virgo y Aries estaban el techo del sexto templo, besándose sin ningún pudor.
—¡Shaka de Virgo! ¿Como te atreves?— toma aire en un vago intento por tranquilizarse —.Te ordeno que te alejes de Mu ahora mismo, y bajes para que me des una explicación sobre lo que hiciste con Milo, Aioria y Deathmask y ¿Por qué los privaste de sus sentidos?
Las esmeraldas de Mu se abren de golpe al escuchar la voz de su maestro cuasipadre. Aunque lo que más le llamó la atención, fue lo dicho —¿Shaka? —no podía creer eso.
Oh qué bien, no sólo debía escuchar los reclamos del patriarca sino que ahora su corderito estaba molesto o decepcionado, no sabía bien. Tuvo que alejarse, si siquiera poder defenderse.
—Oye mi lindo borreguito, mira... entiendo que Shaka hizo mal en atacar a sus compañeros, pero no es algo que no se pueda solucionar — intenta tomarlo del brazo.
El hindú baja y se pone enfrente del lemuriano mayor— lo siento su ilustrísima, sé que mis acciones no fueron las más acertadas y que no existe justificación alguna...
—¿Lo escuchaste Shion? Mira está aceptando que se equivocó, eso es bueno— habla Dohko lo que lo hace merecedor de una mirada asesina de parte del borrego mayor.
—Shaka me sorprende que actúes de manera tan egoísta. Tanto Athena como yo hemos sido claro sobre las reglas que deben cumplir en el Santuario. Es verdad que hay cosas que han cambiado, pero aun así está prohibido que usen sus poderes con fines personales.
—Tiene razón, yo no debí...
—¡Ay Shion!, te recuerdo que cuando eras joven tu usaste tus poderes para tu beneficio y también te saltaste una que otra regla del Santuario, y no una vez sino varias veces. ¡Ja! Como si no lo supiera— parecía que Dohko disfrutaba hacer quedar mal Shion, pero su finalidad era que tanto Shaka como Mu no se sintieran tan mal.
—¡Dohko! ¡Cállate!
—Pero es que... por amor uno a veces puede hacer locuras —le guiña el ojo.
Las palabras del viejo maestro de libra hacen que Mu sonría y levante la mirada del suelo. Su adorado rubio había hecho hasta lo impensable para que tuvieran una linda velada. Quizás no era la forma, pero si debía reconocer que había disfrutado de cada detalle.
—Te ordeno que le devuelvas los sentidos a Milo, Aioria y Deathmask ahora mismo y que te disculpes con ellos —habla con notoria molestia.
Conocía a su maestro, esto no se iba a quedar ahí. Solo le quedaba resignarse y esperar quien sabe cuánto tiempo para poder ver o estar cerca de Shaka.
La velada no había terminado solo se había pospuesto. Y si bien debían hablar sobre las acciones de Virgo y sus consecuencias, lo primordial era terminar con aquel acto en que el amor y el deseo estaban presentes.
