Medea no supo cómo sentirse cuando se despertó.
Estaba cansada, sus ojos apenas se abrían y no quería moverse de donde estaba. Ella solo quería quedarse como estaba un rato más, de verdad que se sintió cómodo…
Entré abrió uno ojo y vio a Emiya quien parecía también despertar debido a que ella se había movido. Fue raro, normalmente era el hombre quien se levantaba primero para preparar todo, pero ahora que lo veía tan tranquilo solo pudo sonreírle dulcemente.
Emiya quien se estaba despertando vio aquella sonrisa tonta en el rostro de Medea, para sus ojos fue una sonrisa simple y sincera. Movió su mano y le tocó la mejilla a la mujer, la cual acurrucó su rostro en su palma.
Los ojos del hombre se abrieron ante aquel gesto tan dócil y afectuoso. Ambos habían pasado casi toda la noche juntos. El sexo no fue algo que no hubiera hecho, pero aquello fue en vida, ¿ahora?
No recordaba tal cálides… fue realmente reconfortante, lo único que jugaba en su cabeza y no dejaba de molestarlo era de la persona la cual estaba sintiendo tal cosa.
Caster Medea de entre todas las personas… ¿era por haber renacido en un cuerpo más humano que su yo original que podía sentir las emociones fluctuar de tal manera dentro suyo?
Si ese fuese el caso tampoco era que le molestase.
— ¿Qué tal has descansado?
Emiya fue el primero en hablar rompiendo aquel silencio que se había formado mientras que ambos se habían estado viendo.
—Bien, fue una hermosa noche —la sonrisa y la luz en la mirada de Medea hizo que la boca de Emiya se abriera un poco en sorpresa.
¿De verdad esa mujer estaba bien con alguien como él?
Ese pensamiento le dio un mal sabor de boca al instante a Emiya. Si bien fue él quien habló de que la mujer le resultó interesante al final eso no quitaba la culpa que se cargaba en encima.
— ¿Llamas hermoso a gritar y arañar? —la sonrisa de burla de Emiya solo hizo que el rojo viniera a la cara de Medea ante el recuerdo.
—Con toda la charla que diste pensé que serías más… caballeroso… —ella realmente no estaba del todo de acuerdo con lo que hizo anoche.
Pero simplemente lo hizo y ya. Tampoco ella podía catalogar eso como espontáneo o como si una parte de ella no quisiera saber nada. Aquella noche fue algo unánime en su cabeza, eso fue lo que hizo que se sintiera como una tonta ahora.
Lo había disfrutado demasiado al final y era más que evidente por como el hombre a su lado estaba tan cómodo a diferencia de todo este tiempo que también había disfrutado bastante de aquella noche juntos.
—No puedo creer que terminaras así, digo, piensa en la guerra y como nos conocimos y luego pon esto en mente, ¿tiene sentido alguno? —Medea se sentó y vio como Emiya estaba viéndola con detenimiento.
Emiya alzó una mano y la llevó a uno de los mechones que caían al lado de la cara de Medea, jugando con este.
—Mi vida hasta ahora ha sido una montaña rusa de cosas sin sentido, aunque esto es algo lo cual nunca lo hubiera imaginado, tampoco veo malo el resultado.
Medea miró a Emiya y como este parecía tan tranquilo ante todo esto, era muy diferente a su yo normal paranoico y sin ganas de hacer nada que no fuese por obligación o por necesidad.
El verlo relajarse de la nada le dio curiosidad como algo de tranquilidad y consuelo, eso por ver como al menos si estaba a su lado Emiya podía ser descuidado.
¿Quizá ese era el honor máximo que uno podría quitar del hombre tosco a su lado?
Una sonrisa seguida de una pequeña risa salió de Medea cuando pensó en como Emiya hacía las cosas más inútiles para sí mismo.
— ¿Qué es tan gracioso? —Emiya alzó una ceja ante la reacción repentina de la mujer.
—Eres un gran idiota.
…
—Los preparativos para el festival han terminado como se esperaba, la promoción junto con todo lo referente al evento ha llegado a cada parte del imperio, la celebración de la competencia será en dos días —Run reportó lo que se refería al evento que la General había estado pidiendo por un tiempo.
Pudo ver como Esdeath estaba algo fuera de sí y como no estaba del todo centrada en lo que mencionó. Run no dijo nada y esperó con paciencia que la general respondiera.
— ¿Debería hacerlo? —después de unos segundos Esdeath murmuró antes de girar sobre su silla. Ella estaba en la habitación que se le había dado en la residencia del ducado de Medea. Los estantes y muebles finos junto con el espacio solo podían ser considerados como algo de un palacio real.
Pero esa vista fue insignificante para Esdeath en ese momento.
— ¿Puedo preguntar a qué se refiere con eso? —Run inclinó la cabeza hacia un lado ante el repentino cambio de la general.
—Archer —Esdeath habló nombrando a aquella persona—. ¿Lo invito a que sea un juez o que pelee contra el ganar del torneo?, puedes responder con libertad.
—No veo necesario que él pelee contra el ganador, el resultado sería el mismo, usted misma tuvo problemas con él —Run habló de manera cortes y de forma en la que no recalcara la derrota que ella había sufrido a manos de "un simple arquero"
―Es curiosidad más que nada, si él evalúa al momento que la persona a seleccionar es adecuada entonces no tendría problemas ―Run alzó una ceja ante el tono de voz de Esdeath.
― ¿Puedo preguntar algo? ―la general parpadeó unos segundos antes de dar el sí―. La noto con menor emoción que en un principio sobre este torneo, ¿aún desea que se realice?
Esdeath se quedó callada y pensó en su actuar y pensar actual. De hecho, la emoción y el ferviente deseo de poder conocer a alguien para poder encontrar el amor se mermó de golpe en ella, ¿era por reconocer que no era la más fuerte?
No, quizá en un mejor combate pudiera ganar a Archer al final, si bien el hombre bromeó con lo de su derrota, era algo que también destacó que ella no se puso en serio hasta que recibió suficiente daño como para que sus reflejos se aflojasen y su consciencia se quedara fuera.
―No es necesario el cancelar el evento, eventualmente si es apto para el puesto lo sabremos, pero quería saber la opinión de Archer…
―Señora ―Run habló con una sonrisa e inclinó la cabeza como dudando antes de volver a hablar―, ¿no será que usted solo desea verlo pelear?
Esdeath lo pensó unos segundos y abrió su boca ante la realización de eso, la mujer se puso de pie y golpeó su escritorio de golpe y sonrió antes de tomar su gorro y sonreír.
―Posiblemente eso es lo que más me está dejando ideas al azar ahora ―Esdeath se paró de brazos cruzados ante el mapa que tenía en frente―, has dicho que se celebrará el festival en dos días, ¿no?
Run no entendió como iba la situación actual pero solo asintió.
―Bien ―Esdeath miró el mapa que tenía ante ella y vio los puntos que le habían dado para conquistar―. El sur tiene un viaje de ocho horas en el peor de los casos, creo que será una buena forma para volver a concentrarme.
― ¿Irá a conquistar ese puesto de avanzada? ―Run parpadeó con sorpresa, pero suspiró y comenzó a tomar notas y pensar en las aprobaciones necesarias.
Conociendo a Esdeath probablemente querrá que todo esté listo para salir hoy en un par de horas. Run maldijo su suerte y el haber quedado como el ayudante o secretario de la mujer, esto era demasiado trabajo, a su capitán le encantaba que todo esté listo a tiempo.
No se vía a sí mismo durmiendo en los próximos días.
…
― ¿Cómo te sientes? ―Medea se volteó cuando vio a Emiya llegar con su comida como siempre. Ella se sentó y estiró los brazos antes de sentarse en la cama y ver al hombre bajar todo sobre la mesa a su lado.
―Bien, se siente rara toda esta atención así… ―Medea cerró los ojos unos instantes antes de entre abrir uno de sus ojos y ver a Emiya que estaba sonriendo de lado esperando a que ella se mueva.
―No veo diferencia entre lo que fue antes de tu despertar con lo de ahora.
―Eso fue cuando yo estaba… digo yo no… pero yo… ―Medea intentó formular lo que quería―, olvídalo, solo me sorprende que puedas ser amable y no un bastardo como siempre.
―Eso duele ― Emiya llevó una mano a su pecho e hizo un gesto de que había sido herido.
―Deja de jugar ―Medea abrió los ojos y vio a Emiya que estaba aún con la mano en el pecho. ella se acomodó y se sentó colgando sus pies en la cama para luego palpar el lugar a su lado.
Emiya dudó unos segundos antes de sentarse y sentir como Medea se recostó en su hombro. Ambos se voltearon y para verse.
― ¿Aún sientes dudas? ―la pregunta fue de parte de Caster quien ahora tenía curiosidad por lo que motivaba al hombre.
―Disfruto tu compañía, eso es todo lo que necesitas saber ―no era una mentira de parte de Emiya, el volver a tener su memoria completa junto con su juicio restaurado.
Hizo que muchas de las características que habían avanzado en este mundo retrocedieran de golpe, pero había algo al menos que aún sentía y era ese leve apego a la mujer a su lado.
No se iba a molestar si es que esa era la única emoción que se quedaba en su ser de igual forma. Estaba lo suficientemente cansado de todo para poder pensar en otra cosa ahora, si esto era temporal no importaba, si esto era eterno tampoco, solo deseaba poder estar un poco más así.
En paz sin necesidad de matar a nadie y vivir la vida como tal.
― ¿Lo que necesito saber?, esa no es una buena forma de decirle a tu pareja que tienes secretos ―Emiya alzó una ceja ante las palabras de la mujer a su lado.
― ¿Medea? ―Emiya preguntó pensando en la personalidad de este mundo.
―Ambas ―las manos de Medea subieron y tomaron las mejillas de Emiya, el hombre vio como la mujer se sentaba de rodillas en la cama y lo miraba desde abajo―, antes me dijiste que deseabas vida, pero viendo ahora no logras convencerme en nada de eso.
Emiya entrecerró los ojos ante lo que había dicho la mujer.
¿Por qué de golpe sonaba tan posesiva y activa en torno a su persona?
―Lo hice, pero como puedes adivinar, no tengo la experiencia para decir que "he tenido una vida bien vivida", en mis términos salvé a muchos en vida, para mí eso fue una buena vida, pero por lo que aprendí esa no es una buena vida al final.
―No lo es, dar lo todo por otros es algo que solo un idiota haría.
―Me estás insultando de una forma que no tienes idea ―un leve gruñido fue dado de parte de Emiya, tomó a la mujer de la cintura y la volteó dejando a Medea bajo suyo en la cama―, una bruja sin escrúpulos sobre su seguridad como siempre.
― ¿Hablando el suicida? ―Medea llevó una mano a la mejilla del hombre, su otra mano había sido sujetada contra la cama. Ambos estaban con una sonrisa en este momento.
― Puede ser, para estar en una situación como esta con alguien tan malo como tú… ―Emiya vio como la sonrisa de Medea crecía―, si me sigues mirando así tendrás que comer tú desayuno algo frio.
Un vuelco más de las dos personas hizo que Emiya abriera los ojos al ver como Medea estaba sobre el con una sonrisa y viéndolo sin pestañear.
―Tú comida será igual de buena como siempre.
― ¿Me han reemplazado a mi bruja por un súcubo? ―la burla no fue contestada por el hecho de que ambos se besaron una vez más.
Se suponía que tenían una reunión en el castillo del emperador en unas horas, más ninguno le tomó importancia en aquel instante.
…
― ¿Quedamos con la participación de Tatsumi en el torneo entonces? ―Mine habló viendo a los presentes. El único que realmente parecía prestarle atención era el propio Tatsumi.
―Es el más calificado para esto ―Mine agradeció cunado Lubbock respondió a pesar de que estaba con un libro en mano y una mirada de desinterés.
―Bueno, veremos si nuestro pequeño amigo puede ganar algo ―la sonrisa de Leone creció cuando se puso detrás de Tatsumi y le dio un abrazo ahogando a Tatsumi por la posición.
―Si me presento no me contendré, así que no creo que sea buena idea ―Cú se limitó a comentar en su estado acostado en el sofá y con una revista sobre su rostro.
― ¿Vas a culpar a todos por ser débiles? ―Mine preguntó viendo como Cú ni siquiera se dignó en mirarla para responder.
―Cuando un guerrero te responde con toda su fuerza es obvio que hagas lo mismo por respeto, pero no puedo terminar destruyendo la capital aún ―Cú comentó aquello sin pensar.
―Claro, claro chico grande, porque con esa lanza obviamente puedes destruir una ciudad ―Leone se burló de Cú quien se inclinó dejando a la vista un ojo y una sonrisa salvaje bajo uno de los bordes de la revista que tenía en su cara.
― ¿Quieres apostar? ―la respuesta había sido dada con total seriedad y había un tono más que de burla en la voz de Cú, era el tono cuando era retado y sabía que podía ganar.
―Si realmente pudieras hacer algo como eso entonces toda esta guerra sería inútil ―la respuesta de Mine hizo que Cú se riera ante ese comentario.
―En una guerra se tiene que calcular mucho más que "ganar al enemigo", pero claro, como eres una niña dudo que lo entiendas ―Mine se puso roja ante la burla del hombre perezoso.
―Parece que sabe demasiado por eso es que no valora a sus compañeros ―el comentario salió de Tatsumi haciendo que el silencio llegue de golpe. Lubbock se volteó y miró al castaño que mencionó aquello.
La única respuesta de Cú fue una risa fuerte y escandalosa.
―La guerra no es bonita, no hay héroes o ganadores, todos somos perdedores, lo que importa es cuanto puedas mostrar para que el mundo no te tome como el villano de la historia.
― ¡Buscamos la libertad de los demás!, darles una vida digna y liberarlos de ese lugar corrupto donde la muerte está más que presente para todos ―Tatsumi gritó antes de ponerse frente Cú, tomó la revista y la quitó de su rostro.
― ¿Y? ―la pregunta de Cú hizo que el rostro de Tatsumi se deformara.
― ¿Y?, ¿Cómo es qué puedes preguntar solo eso? ―la furia en Tatsumi solo crecía al ver al hombre acostado con comodidad.
De lejos el más fuerte del grupo y el que menos apoyó en toda operación.
―Salvas a todos y después, ¿qué? ―Cú preguntó antes de sentarse y estirar su cuello―. La vida sigue, la lucha no termina solo porque una guerra se detuvo, la vida es una batalla constante.
Tatsumi vio como el hombre de pelo azul se puso de pie lo miró con aquellos ojos que no parecían humanos.
―Tenemos que protegerlos, si eres más fuerte, ¿por qué está mal proteger al débil? ―Tatsumi vio como la sonrisa de Cú solo creció ante su comentario.
Nadie en la sala había dicho algo, el silencio solo fue algo que se quedó después del primer comentario de Tatsumi hacia Cú.
―Nadie te ha dicho que está mal, puedes hacer lo que quieras, solo te estoy recordando que una vida después de ser salvada aún tiene que ser vivida ―Cú solo miró a Tatsumi que parecía confundido con lo que había dicho.
―Nosotros…
―Ya hablamos de esto una vez, no somos héroes en la historia, solo un grupo de asesinos del montón ―rebajarse a un punto en el cual nunca pensó.
Aquella era la realidad actual de Cú, pero más había hecho una promesa, una que al menos cumpliría después podría ver que hacer al final.
No podría permitir que su palabra sea rota antes de que ese día llegue.
Cú ignoró los comentarios de Tatsumi para recordar aquella vez.
…
―Escuché que eres fuerte ―Cú alzó la cabeza y miró hacia el frente. Había estado acostado solo abrazando su lanza en el frio, lo que vio fue a una persona sonriente y una mirada dulce.
― ¿Quién demonios eres? ―su respuesta fue algo burda, tosca y sin ganas. Había estado tres días sin comer después de haber perdido dinero en un trabajo que no le pagó nada al final.
Solo le quedó quedarse fuera en las calles e intentar dormir.
Ante sus ojos había una mujer con el cabello blanco y ojos purpuras que le sonreír con confianza, detrás de esa mujer había muchos hombres con armaduras, los reconoció de inmediato, eran parte del imperio, la armadura los destacaba bastante.
―Estás frente a un general del Imperio, te sugiero que cuides tú boca ―Cú miró a uno de los tantos soldados que rodeaban a la mujer, el mayor distintivo de entre los demás y este eran las hombreas y medallas.
Alguien con más rango, pero no superando a la general, además por la actitud que presentó… ¿un noble quizá?
No le importaba.
Vio como la mujer de cabello blanco alzó su mano en señal de que su subordinado guardara silencio. Una sonrisa y luego un bufido de diversión salió de Cú cuando vio como el rostro del hombre se deformó en molestia, pero obedeció la orden de igual forma.
― ¿Importa si puedo ser fuerte o soy alguien débil? ―la respuesta sin ganas del hombre de pelo azul hizo que el hombre que se había alterado con anterioridad mirase con molestia una vez más. No pudo evitar reírse de ello.
―Puede ser, escuché rumores de un hombre con una lanza color rojo que detuvo una invasión de bestias en la frontera con la región norte ―Najenda caminó hasta quedarse frente a Cú quien estaba sentado abrazando su lanza.
―Existen muchas lanzas de color rojo, he visto que las pintan para tener más suerte ―la respuesta simple Cú sacó una breve risa de Najenda.
― ¿Es así?, supongo que también tienen largo pelo azul atado y visten de forma horrible ―Najenda comentó viendo la forma de vestir de Cú.
― ¡Oye!, es perfectamente normal además tiene estilo ―Cú protestó, pero al decir aquello reconoció que era de quien se hablaba―, y bien, no creo que alguien como un general se dé el lujo de ver a un simple lancero solo porque detuvo un par de bestias.
―Había dos de clase omega y una superior en el grupo de cadáveres ―Najenda le informó al hombre de pelo azul quien no entendió si realmente se trataba de las mismas bestias que cazó.
Para él todo fue un borrón y un empujón, no había resistencia, no, desde que volvió a tomar su lanza, desde que volvió a recordar quien era… no había quien pudiera estar cerca de su nivel de igual forma.
―Quizá su sistema de medición estaba mal, ¿realmente eres un general de este lugar? ―Cú alzó una ceja y sonrió a la mujer que ahora tenía un rostro de desconcierto―, vamos, una cara bonita como la tuya estaría más como en un bar como mesera o en un baile de la nobleza.
Cú esperó todo tipo de reacción de parte de la mujer frente a él, al ver como sus subordinados parecían tan sorprendidos pensó que la mujer entraría en colera y luego intentaría discutir aquello, pero esa risa amena que le dio fue todo lo que no esperó recibir de esa extraña mujer ante él.
―Puede ser ―la respuesta simple hizo que Cú alzara una ceja cuando la mujer pausó un poco su risa―, he escuchado eso varias veces, ¿sabes?
Una risa salió del hombre de pelo azul cuando escuchó esa respuesta.
―No me sorprendería, pero a la vez sé por experiencia que mientras más bella sea la rosa más dolerán sus espinas ―Cú recordó a su maestra, esa mujer loca que era el mejor ejemplo que tenía de no juzgar un libro por suportada.
― ¿Intentando ligar en nuestro primer encuentro? ―era obvia la diversión en la voz de la mujer.
― ¿Puedes juzgarme por intentarlo? ―Cú sonrió ante eso.
Ambos rieron y terminaron hablando él día, con Najenda despidiendo a su escolta y quedó con aquel lancero con una fuerza irreal.
…
Cú caminó hasta quedarse cerca del límite de la base.
Donde sabía dónde estaría ella.
―No pensé que me seguirías hasta aquí, ¿te has tomado en serio lo de ser un perro?, porque no pienso ser tú dueño ―Cú sonrió cuando escuchó la voz desganada y sin emoción de Najenda.
Estaba preparando su bestia para salir a buscar lo que sea que ella iba a buscar.
―Sí, sí, no quiero escuchar ese insulto otra vez ―movió su mano restándole importancia a las palabras de Najenda para quedarse cerca de ella―. Los chicos están con poco ánimo, la muerte de Sheele y Bulat los dejó desanimados.
― ¿No es lo mismo para ti? ―Najenda preguntó haciendo que Cú resoplara.
―Hice una promesa, después de cumplirla puedo lamentarme lo que quiera.
―Ya veo… ―Cú se quedó callado cuando vio como Najenda retomó el ajuste de las correas en la bestia que tenía frente a ella.
Extrañaba a la mujer que sonreía y se burlaba de igual manera, la mujer que antes se reía y podía bromear sin más, aquella mujer que tenía confianza en sí misma. La Najenda ante él no era más que un reflejo de lo que alguna vez fue.
―Tatsumi será el que participará, Archer estará presente por lo que nos dijeron, pienso hablar con el bastardo ―Najenda alzó una ceja y se giró para ver como Cú estaba con su lanza sobre los hombros y una postura relajada.
― ¿Por qué?, pensé que no querrías tener nada que ver con él ―la curiosidad ahora fue más que audible.
―Me gustaría saber si podemos alinear condiciones para que nos deje invadir el imperio sin que intervenga ―la respuesta de Cú hizo que Najenda frunza el ceño.
― ¿Le tienes miedo? ―una risa salió de Cú ante aquel comentario.
―No por mí, por ustedes, por los soldados, he visto lo que puede hacer, un ataque en masa solo será un blanco más fácil para él.
― ¿No crees poder derrotarlo entonces?
―Puedo hacerlo, sin dudarlo ―Cú sonrió con confianza, después de todo, su fuerza estaba más que mejor ahora, por no mencionar que a diferencia de como su estado como sirviente él tenía acceso a todo su repertorio como alguien vivo, aún no estaba en su cúspide, pero sí era más fuerte que solo como el simple Lancer de la guerra.
El problema era que no sabía el potencial completo de Archer por lo que tampoco podía decir que podría enfrentarse y también estaba el segundo factor.
Caster estaba despierta o al menos en parte, era el objetivo más fácil de momento, pero tampoco podría subestimar a nadie, no lo haría en esta vida.
No lo volvería a hacer.
―Entonces no veo el problema si puedes encargarte de él ―el sonido de la correa de cuero ajustarse en el lomo de la bestia enorme hizo que Cú cerrara los ojos unos instantes antes de suspirar.
―Antes de que se acerquen a la capital todos morirán, necesitaré una apertura individual o un duelo ese día o en el momento en que se presente la situación para terminar con él, sino cualquier intento de avance al imperio será detenido a kilómetros de comenzar.
Najenda se giró y cruzó los brazos cuando Cú comentó aquello.
―Mein tiene su teigu ella-
―No es rival para él, no hay forma en la que ella le gane en un encuentro a distancia ―Cú frunció el ceño por la negativa constante de Najenda.
― ¿Qué es exactamente lo que puede hacer?
―Hablas como si no confiaras en mí ―Cú comentó viendo la mirada fija sin cambio que le dio Najenda en todo este tiempo.
―No sé qué pensar de ti ahora ―la sinceridad de la mujer fue seguida de la búsqueda de un cigarrillo―. Antes podía decir que te conocía, pero mientras más busco y busco sobre ti menos pareces alguien de fiar, esa guerra tuya, ¿Qué fue de verdad?
―… ―Cú guardó silencio ante la última pregunta.
―Sé que no responderás, solo quería preguntar de igual forma, sé que no confías en nadie más que en ti mismo para ir contra este Archer y Caster, pero no nos subestimes.
―Morirán, es por eso que digo esto, sabes lo fuerte que soy, sabes de verdad que tan rápido soy ―el hombre no alardeó porque sí, estaba dando un hecho.
― ¿Y es más fuerte y rápido que tú o igual?
―No lo es, pero eso es lo más aterrador, en combate a corta distancia no habrá posibilidad para ninguno de los miembros, la única que podría ir de frente y durar un par de segundos sería Akame, pero ella no sería capaz de cortarlo.
― ¿Por qué? ―se notaba la impaciencia ante el subir del humo en el cigarrillo en la boca de Najenda.
―Porque no podrá alcanzarlo, es así de simple, siempre supiste que era irregular, no veo porque ahora estás tan decidida en esto ―Cú rechistó la lengua cuando Najenda lo ignoró y empezó a darse la vuelta.
Se acercó y la tomó del hombro e hizo que lo mirara.
―Hablas como si te preparas para morir al enfrentarte a ese sujeto ―Najenda le golpeó la mano e hizo que la soltara.
―Estoy preocupado por ustedes ―la molestia ya fue más que evidente en el hombre de pelo azul.
―No somos tan débiles para que sientas tal-
Fue solo un agitar, solo un movimiento, solo un balanceo de su lanza.
La fila de árboles cortados a la mitad, la tierra partida incluso extendiendo decenas de metros desaparecían en el bosque oscurecido por la noche.
La cara Najenda se quedó neutra y sin cambio, pero su ojo por pequeño que fuese mostró la sorpresa.
―No soy un salvador, no soy un héroe, soy un guerrero, pero tengo mi orgullo ―Cú movió su mano con la lanza de vuelta a su hombro―, él hombre que enfrentaras no tiene orgullo propio, cualquier método estará bien para él y Caster no está alejada de la misma realidad, solo ellos dos son variantes que van a cambiar una pelea a escala a favor del imperio, no puedo protegerlos a todos, eso es lo que quiero decir.
―No necesité tú protección cuando el imperio me traicionó.
― ¡¿Te estás escuchando?!
―Sí, y está bien con lo que quieras hacer, sí ayuda a terminar esto de la mejor forma hazlo ―Najenda suspiró cuando vio como Cú sonrió ante aquello―, no necesitabas mi aprobación para esto.
―Fue una promesa.
―Si haces juramentos tan fuertes alguien terminará matándote por esa idiotez ―la risa de Cú estalló cuando Najenda dio aquel comentario―. No creo que haya dicho algo divertido.
―No, no lo has hecho, pero me has recordado algo ―la risa de Cú mermó con los segundos antes de mirar el brazo y ojo de la mujer.
Quizá Caster tenga una idea de cómo hacer algo más adecuado.
―Tampoco quiero verte morir, por cierto ―Cú abrió los ojos cuando vio como Najenda se subió en la bestia y está empezó a extender sus alas.
Era una mantarraya enorme que estaba en tierra y volaba, las bestias de este mundo eran bastante raras.
― ¿Preocupada por mí? ―la sonrisa de suficiencia de Cú volvió a ver a la mujer que lo vio de reojo.
―Lo estoy ―la voz sonaba molesta. Cú sonrió ante el recuerdo de la vieja Najenda que conoció alguna vez.
―Incluso si tengo que atarme a una piedra para seguir de pie y luchar lo haré, cumpliré-
―No me preocupa la promesa, me preocupas tú y tú falta de consciencia, hablas de que no eres héroe sino un guerrero pero solo actúas como un héroe de novela ―Najenda se giró y movió las correas para elevar la bestia.
―No moriré tan fácil.
―Lo sé, pero me preocupa que digas eso en vez de decir que sobrevivirás.
― ¡Ja!, soy demasiado bueno para morir, deja de pensar en cosas innecesarias y ve por los nuevos amiguitos de los niños.
―De verdad… eres un idiota ―aquel fue el último comentario de Najenda antes de partir en el aire.
Cú solo cerró los ojos y pensó en lo venidero.
Esperaba que por más mínimo que fuese, se pudiera razonar con Archer y Caster.
Girando sobre sus talones comenzó a caminar hacia la base una vez más.
―La armadura te hace invisible pero aún hay quienes pueden sentirte chico ―Cú se detuvo antes de girarse hacia un árbol más del montón.
Pasaron unos segundos antes de que Tatsumi apareciera con la armadura.
―Yo…
―No necesito escuchar la charla de "te juzgué mal" o esas cosas innecesarias, vamos, quiero un trago y mañana tienes un festival que ganar.
…
―No pensé que tendríamos un lugar tan privilegiado para ver en este dichoso torneo, por cierto, ¿hace cuánto tiempo llegaste? ―Emiya estaba parado detrás de Medea quien estaba en una especie de trono al lado de Esdeath quien estaba sentada de igual forma en un asiento similar.
―Hoy por la mañana, mi viaje fue más fácil de lo que creí ―Esdeath sonrió al ver como Medea solo estaba reposando su mano sobre una mano, estaba sentada con las piernas cruzadas.
El vestido negro y purpura que llevaba dejaba un pequeño corte para ver las piernas de la mujer debido a como estaba sentada.
― ¿Es así? ―la mujer de cabello amatista preguntó viendo a Esdeath quien se giró a ver la arena―. ¿Cuánto tiempo durará esto?
Esdeath lo pensó unos momentos antes de llevar una mano a su barbilla. Los tres estaban en el palco principal del coliseo, los custodios estaban a los lados, pero no lo suficientemente cerca para que escucharan algo.
―Quizá hasta la puesta de sol, las primeras rondas serán por eliminatorias por grupo que luego pasaron a combate individual ―Esdeath se giró y vio como Emiya estaba de pie al lado de Medea viendo la arena frente a él con bastante interés―, ¿candidatos potenciales?
―Estoy viendo a un viejo amigo, posiblemente pasaré a saludarlo después ―Medea se giró y vio el rostro de Emiya que estaba viendo un punto fijo, movió sus ojos hacía esa dirección y lo vio.
Un hombre de pelo azul largo con una enorme sonrisa que estaba saludándolos como si fuese lo más natural del mundo.
―Lancer… ―Medea arrugó el rostro al ver al hombre.
― ¿Lancer? ―Esdeath probó la palabra en su boca, sonaba igual al titulo de "Archer", por lo que posiblemente… ¿eran antiguos compañeros?
― ¿Estás cómoda con el asiento?, parece demasiado bajo ―Emiya señaló viendo como a pesar de estar cerca del borde del palco, el asiento no parecía permitir que Medea pudiera ver todo el estadio.
―Hablando de ello… ―Medea abrió los ojos ante una idea. A ellos se les explicó que no pudieron conseguir un asiento para Emiya porque a pesar de un conde el rango era demasiado bajo para ocupar un lugar, por lo que solo se plantó un asiento extra para Medea al lado de Esdeath.
Medea se puso de pie desconcertando a Emiya, el hombre vio como la mujer caminó hasta ponerse a su lado y empujarlo hasta quedarse de espaldas contra el asiento. Emiya no entendió nada, mucho menos cuando Medea lo empujó con ligeres, él pensó que quería que caiga por lo que se dejó ser, sentándose en el asiento en el cual Medea había estado hace unos segundos.
Casi al instante Medea se sentó en su regazo y recargó su cabeza sobre su pecho.
―Mucho mejor ―Emiya no pudo ver el rostro de Medea, pero si el rostro de sorpresa de Esdeath. Los sirvientes miraron con algo de asombro de igual forma tal escena, si bien había rumores sobre ellos nunca hubo una demostración de afecto como tal, eso hasta ahora.
―Parecen mucho más cercanos ahora ―Esdeath de verdad estaba sorprendida, ella solo había visto una relación caótica pero buena de parte de Medea y Archer, no algo como eso. La sonrisa de Medea creció ante la sorpresa de Esdeath.
Ella no estaba celosa y no estaba haciendo esto porque la mujer estaba cerca, solo lo hizo por comodidad.
―Se puede decir que tuvimos una charla que resultó bastante bien ―la voz calmada de Medea junto con la enorme sonrisa de complacencia solo desconcertó más a Esdeath.
Más lo dejó por ahora.
El sonido del cuerno en medio de la arena junto con el primer grupo dentro daba indicio de que el festival había comenzado.
…
Que puedo decir a parte de que tanto para por fin avanzar algo en torno a la relación de ambos, bien hay cosas que están ya e intentaré actualizar esta historia como prioridad ahora y luego volveré a mi ritmo.
Los meses pasados con mi trabajo, el estudio y demás me pasó factura, por así decirlo, estaba emocionado y empecé a escribir como un loco, actualicé en dos meses probablemente mucho más de lo que he hecho en los últimos dos años.
Como sea, estoy mejor ahora y si bien descubrí alguna que otra noticia que no esperaba tampoco es algo del otro mundo o que me dificulte todo por completo de seguir esto.
Gracias a todos los que leen esta historia.
Gracias a Gonzalothechaldean por la corrección también.
Rey de picas fuera.
