La historia y sus derechos me pertenecen, los nombres de los personajes a S. M. NO AL PLAGIO
Una madre sin esposo (SAGA LA VIDA DE ELLAS)
VI Contigo: pan y cebolla… música también
Angielizz (Anbeth Coro)
En su primera cita en el veterinario, descubrieron que su conejo -para alivio de todos- no iba a morir. Se había intoxicado con alguna comida y con los medicamentos adecuados había salvación. Edward pagó la consulta, y ella las medicinas. Era lo justo.
Compartieron números y ella pensó que eso sería todo. Porque ¿quién en su sano juicio querría volver a salir con ella después de semejante encuentro?
Para su sorpresa había pasado apenas un día cuando el celular vibró.
—¿Hola?
—Digamos que llevo años sin hacer esto, ¿Cuánto debería esperar para llamarte y no parecer desesperado? —Bella se encontró sonriendo lavando trastes con el celular entre su mejilla y hombro.
—No llames el mismo día, porque eso baja las expectativas. Pero tampoco se aconseja dejar pasar más de tres días porque parecerá que no estás interesado.
—¿Debo llamar mañana, es así?
Bella arrugó su nariz sonriendo.
—Parece un buen plan. ¿Y hay que hablar sobre los temas de conversaciones que puedes tener? Porque me parece que hay temas de conversaciones complicados que es mejor evadir.
—Totalmente de acuerdo. Ni política, ni religión ni temas complicados del pasado. ¿Eso estaría bien?
—No hables de animales moribundos, eso siempre ahuyenta a los hombres —bromeó Bella de sí misma.
—¿Segura? —aunque el tono de Edward pareció mostrar su desacuerdo.
—Totalmente.
—No parece que sea así.
La sonrisa de ella creció. Dejó por un rato los trastes sucios y caminó hacia
—No, no lo parece.
—¿Y de qué debería hablar en esa llamada?
—Depende de ti, por supuesto. Evita esos temas que no dominas, los que te harán parecer presumido, mejor ve a los temas que sí conoces como música o comida.
—Me gusta la música y la comida, la verdad es que no podría vivir sin ninguna de esas dos cosas.
—Qué suerte que trabajo en un restaurante. Ahí siempre tenemos música de elevador.
—Amo la música de elevador, tengo varios CD´s de eso.
—¿CDs? ¿Quién tiene de esos?
Escuchó la risa de Edward y se encontró riendo también.
—Las tiendas de música —dijo al fin Edward cuando las risas lo dejaron hablar.
—Creo que llevo años sin pararme en una de esas.
—¿Te gustaría ir conmigo?
—¿Estás invitándome a salir a una tienda de discos?
—¿Te gustaría?
—Sí.
La verdad es que a Bella le habría gustado ir con él a donde fuera y él, si no estuviera tan desahuciado en lo que se debía hacer o no con una mujer, la habría llevado a cualquier lugar que ella mencionara, así que cuando le dijo que no había ido a una tienda de música, la invitó a ir.
Cortito, pero bonito. Prometo que el que viene será más largo.
Nos leemos el miércoles
