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N/A 1: K.O.F y sus personajes son propiedad de SNK.
N/A 2: Imaginen a los personajes con los rostros y anatomías de "The King of Fighters for Girls".
Tan hermosa como de costumbre. Reluciente, un imán de caballeros, causante de que varios de ellos babearan como lobos al acecho cuando la notaban con su vestido de noche. Chizuru Kagura bebió un poco más de su copa sin despegar el agarre del brazo de su compañero con el suyo; rieron por un chiste dicho por uno de sus amigos y siguieron conversando amenamente.
—Iré a tomar un poco de aire fresco al jardín. No tardo. —le sonrió a su pareja.
—Ve con cuidado. Te esperamos. —
Tras asentir la hermosa motociclista salió de la zona de deportistas y empezó a caminar saludando de repente a algunos conocidos; por momentos reía para sí misma al recordar las ocurrencias que sus compinches habían dicho. Estaba consiente de que el evento musical estaba en curso, ya después se encargaría de preguntarle a su compañera de habitación qué tal le había ido.
No supo qué tanto se había alejado ya de la zona pero su copa cayó al suelo cuando al doblar una esquina vio un cuerpo tirado en el césped con sus ropas manchadas de sangre y vidrios rotos a su alrededor.
—¡No puede ser! —gritó, tomándose de sus mejillas y yendo al lugar. —¡10,000 yenes! —dijo, pasando de largo el cuerpo y recogiendo el efectivo. —Hoy es mi noche de suerte. —
La chica estaba a punto de retirarse del lugar, sin embargo se detuvo cuando aquel cuerpo moribundo gimió de repente y la tomó por el tobillo. Kagura hizo una expresión graciosa debido al pánico que sintió en esos instantes, acompañado de un peculiar chillido de gato como si estuviese siendo bañado, acto seguido prestó su atención al cuerpo y abrió sus ojos con sorpresa.
—¿Yagami? —
Los guardias de seguridad que se encontraban hasta atrás del lugar observaron entre la muchedumbre cómo sus compañeros eran lanzados por los aires, gritando de miedo por lo sucedido.
Después de huir del lugar para resguardarse cerraron la puerta del cubículo y se abrazaron entre ellos, rezando que esta resistiera. Se escucharon tres poderosos golpes e instantáneamente un crujido de que esta había sido arrancada desde las bisagras. Yuki entró al cubículo avanzando a paso feroz y se acercó a los dos capitanes de seguridad. Los centinelas empezaron a llorar y a suplicar que no les hicieran nada, miraron como si los ojos de esa linda jovencita estuvieran centellando y más tuvieron miedo al ver su estado de ira.
—¡¿DÓNDE ESTÁ MI KYO?! —rugió, tomando a ambos de los uniformes.
—T-tenga paciencia, señorita, estamos haciendo todo lo que podemos. —lloró uno de ellos.
Yuki lo lanzó hacia afuera y cuando el cuerpo cayó al piso una pequeña explosión de bomba atómica se produjo del cuerpo del guardia. Las pupilas del compañero se limitaron a dos pequeños puntos mientras que varias gotas de su cabeza salían disparadas.
—Por favor, señorita, no me haga nada. ¡Haré lo que sea! ¡Lo que sea! ¡Lameré sus zapatos! —
—Tus llaves y linterna. —masculló con más ira en sus palabras.
La joven Asamiya estaba demasiado cansada de hacer presión con el destapador de inodoros. Se limpió un poco de sudor y prosiguió con el trabajo sin que sus mejillas dejaran de arder debido a la vergüenza, ¡Vaya desastre que había hecho! No le sorprendía haber tapado el W.C. del sanitario. Quiso llorar de la impotencia que sentía en esos momentos pues desconocía si alguna chica estaba esperando a que se desocupara. Bien podía tele-transportarse pero si lo hacía iba a ser 1,000,000 veces peor que no hacerlo.
—Awwww… ¿Por qué no hay un temblor cuando se necesita? —un río de lágrimas fluyeron de sus ojos.
Su cabello se le erizó como a un gato cuando tocaron la puerta.
—Athena-sama. ¿Está todo bien ahí dentro? —
Esa había sido la manera más educada e indirecta para hacerle entender que ya saliera del sanitario, maldita sea.
—Claro, en un segundo estoy afuera. —
Hizo mayor presión con el artefacto y empezó a rezar para que "se fuera por el tubo". Rio de forma estúpida cuando notó cómo al fin —y tras varios intentos— se iba por el drenaje. La ídol sonrió de manera triunfal y empezó a llorar de alivio.
—¿Está llorando Athena-sama? —
—¡AH! No es nada. Lo siento, es que se me rompió una uña. —
Ahora solo necesitaba tele-transportarse a su habitación del hotel y tomar su aromatizante, generar un poco de viento para que el aroma combinado se fuera y volver a repetir, pero para eso tenía que concentrarse para aparecer en su cuarto.
Andy negó repetidas veces mientras se tapaba los ojos con una mano, es decir, era consciente de que su hermano era un experto para hacer el ridículo y que le saliera de forma natural pero eso era demasiado, aún para él.
Kensou al parecer sí que estaba disfrutando del show improvisado pues se le notó riendo de vez en cuando por lo que Terry hacía mientras comía de sus palomitas y bebía de su soda.
—¿Para esto cancelamos nuestro fin de semana romántico y viajamos hasta Osaka? ¿Para ver a tu hermano hacer el ridículo? Lo pudimos hacer la semana entrante y gratis. —le recriminó su novia al hacer un puchero.
—¡Sí! ¡Pon esa cosa horrorosa ahí! ¡O verás! —bailaba claqué [tap] rápidamente y movía sus manos a lo imbécil. —¡Qué horror! ¡Qué horror! —
El rubio tuvo que agachar su cabeza para no ser golpeado por una silla.
—Esto vale oro. B.O.F.… saluden a internet. —sonrió Shermie sin dejar de grabar el numerito de Bogard.
Después de algunos abucheos más Mary estuvo a punto de entrar a ayudarlo cuando de pronto el productor ejecutivo del área musical subió al escenario. Terry se refugió detrás de él agradeciéndole en voz baja.
—Ammm… atención. Atención. Hemos recibido noticias inquietantes con respecto a un participante del evento. —
Los murmullos empezaron a resonar en el área asignada.
—¿Yagami-san? ¿Kyo-san? —musitó Nakoruru, observando a los demás.
—Por favor, escuchen. Por ende no podremos seguir con el evento. Así que sean amables de pasar al área de alimentos y bebidas para que puedan seguir con esta noche. También son libres de recorrer las demás áreas de patrocinio o celebridades, tenemos muchas disponibles para que disfruten. Gracias. Es todo por esta noche. —
Se pudieron escuchar algunas maldiciones al aire mientras se disipaban por la zona. Muchos de ellos fueron a la barra y a otras zonas. Cuando casi todos se habían ido Terry bajó para reunirse con sus conocidos.
—Estuviste formidable, Terry. A eso le llamo coraje y determinación. —le sonrió la sacerdotisa.
—Gracias, Nako. Dame esos cinco. —
El rubio golpeó la mano herida de la joven.
—¡UAHHHH! ¡UAHHHH! —gritó con la boca bien abierta.
Mary corrió hasta su novio y le soltó una patada voladora en la cara, logrando que el baterista se estrellara contra una pared, la mitad de su cuerpo quedó atrapado en el muro.
—Lo siento. —se escuchó apenas de entre el concreto.
