Buenos días, tardes o noches, dependiendo de su horario. Les saluda su autor favorito(?).
Muchas Gracias por los comentarios, ayudan a recordarme que debo tarer una actualizacion mas temprano que tarde.
El próximo capítulo quizas demore mas de los esperado pues la vida universitaria me asfixia. Lo siento por eso.
Pdta: Es posible que, en un futuro, traiga la historia en inglés. Hatsa entonces, seguire con el idioma predetermiando de mi región.
Rokujou Minori arde de entusiasmo
La academia Tenbi, o ciudadela similar al estereotipo de academia rica, presenta una infraestructura principal en forma de U con abertura hacia la montaña. En sí, todo el lugar gira en torno al alumnado, es decir, sin la vista de estudiantes, cualquier lugar desierto parece.
Común a poderes especiales se refiere, se encuentra en un lugar apartado de la sociedad (posiblemente un reservorio natural en Gifu); sin embargo, como las ciudadelas isekai promedio, cuenta con todo un pueblo para abastecerse de cualquier necesidad o entretenimiento en lo legalmente posible. No es ninguna broma. El camino hacia los dormitorios está lleno de color y vivacidad(bullicio), tanto que prefiero correr hacia mi cuarto tan pronto salga de aquí. Por suerte, vivo solo. Sería demasiado doloroso compartir la habitación con alguien más. No por esa persona, sino por mi pacífica existencia en meditación con Vita-chan. En el peor de los casos, una chica terminaría dándome una bofetada por cada vez que ingreso al baño y ella no ha cerrado el bendito seguro.
Aparte de contar con una torre inglesa, la escuela posee numerosos edificios desconocidos en otras escuelas más comunes. Una piscina olímpica, canchas deportivas con todos sus implementos, un enorme gimnasio y, sobre todo, un parque enorme en sus alrededores donde puedes comer en paz y armonía con la brisa natural del bosque. Por lo poco que recorrió el lugar, no existe algún edificio antiguo o abandonado; o no hay muestras de ello. O sus instalaciones se renuevan cada cierto tiempo o esta es una estructura reciente, ambos son respuestas que presentan sus propios inconvenientes que no me molestan en pensar.
¿Por qué pensar y no volver a mi cruda realidad? Con frecuencia, solo sirve para volver al pasado y lamentarte los próximos minutos.
Entonces, ¿estoy retorciéndome de furia por no disfrutar mi tiempo fuera (llamado descansar) de la escuela por un capricho superior? No, solo estoy molesto.
En eso se reanuda mi caminata hacia quien sabe dónde. Puede que mi rencor haya mermado al ser tratado como un joven más, puede que este tentado a subordinarme en la camarilla de alguna chica refinada con tintes de ojou-sama o seguirle las conversaciones a Garetto para insertarme como un estudiante más. Yo respondo: no. No debo acostumbrarme porque, en menos de lo que huyo al final de la clase, mi "sigilo" obviara mi existencia. Solo que desconozco cuanto tiempo tomará.
debería seguir funcionando con personas normales, pero este lugar es menos que normal. Por suerte, el ritmo de vida agitado pasó hace unas semanas. Y seguiría esta rutina, sino fuera por cierta mujer temperamental.
Dicha persona fastidia los pasillos con pasos pesados, como los juguetes a pilas que simulan una caminata. ¿No conoce la vergüenza? A estas alturas, me compadezco de sus conocidos.
Para cualquier joven hormonal, caminar junto a una belleza y ser objeto de atención por parte de muchas mujeres, lo tendría de buen humor y, por lo consiguiente, después tendría el valor suficiente para postularse como el presidente del aula. ¿Yo? busco todavía cualquier indicio de mujer en ella y solo veo a una idiota impulsiva.
¿Quién dijo que mi intención de salvar un perro me llevaría a este lugar? ¿Cómo el karma me juzga para darme este castigo?
Sea cual fuere mi destino, en estos instantes, voy rumbo a lo desconocido. También llamada decisión por incertidumbre. Mis probabilidades de sobrellevar esta situación descienden desde el 50%. En el mejor de los casos, resultaría ser un club y, por ende, tras un breve período de incomodidad por mi presencia, ellos mismos me eliminarían. Así terminaría el pésimo intento de una mujer mayor por reclutar a un inocente alumno. ¡Mejor suerte para la próxima! ¡Estoy adelantado 100 pasos por delante de cualquiera! ¡En términos de lucha, soy el más fuerte pues he perdido más de 100 batallas!
(Hachiman Hikigaya no se hace responsable por las posibles inferencias de tales mensajes, tampoco se garantiza una victoria después de 100 derrotas ni algún rasgo de pelea que valga la pena resaltar por más que se haya mencionado "batalla" en los gritos de monólogos)
Pasados unos minutos, solo cambiaba el relieve de las paredes. Solo queda pensar. También podría observar, pero eso sería ceder ante las hormonas. Al final, solo me esperaría más incomodidad, peor ahora con la capacidad física de las mujeres aquí presentes.
¿Solo es un club?
Es cierto que no me preocupo por eso, sé cómo acabará; pero eso solo ocurre en ciertos escenarios. Un club de literatura no suena tan mal. Claro, si es que mi estrella brillara de suerte.
Rokujou Minori se caracteriza por su extrema dedicación a corazonadas o decisiones irrazonables , según nuestros pocos encuentros. Entonces, si ella dijo un "cambio e influencia", puede que esté hablando del "consejo estudiantil" o "comité disciplinario". Esos dos son los omnipresentes en cualquier institución educativa. Dudo que este sea la excepción, al considerar el temario que llevan y la plana docente tan completa. O sea, ¿Cómo demonios tienes clase de idiomas extranjeros? ¿No es simplemente japonés e inglés ?
Ya que la incomodidad, quizás solo mía, aumenta al ser el foco de atención en mi recorrido con la directora hasta el one piece; me veo en la necesidad de entablar alguna especie de conversacion. Tal vez, su personaje ha olvidado cuál es su motivo al traerme.
En el camino, antes de que sacara mis dudas a flote, el punto rojo delante mío se detiene. Por alguna razón inexplicable, un escalofrío cae por mi espalda. Peligro.
- Oh, Minori-chan
— ¿Aki?, oh. Vienes en un buen momento
— ¿En serio?
— Sí, no sé dónde se encuentra la sala del club Maken-ki
Por Dios, Rokujou-san, usted... Para qué me molesto, sigues siendo tan despistada como siempre, a pesar de que eres la directora; ya arruinó su imagen de adulto competente más de una vez en todas las ocasiones donde nos hemos visto. ¿Quiere romper algún disco?
Además, ¿Maken-ki? Ahora una sala solo necesita tener el apelativo de maken y ya es un club formal ¿Ninguna dificultad adicional?
- Perder perder. Ahora, muestra el camino.
Desde ahora, le doy las gracias, Aki-sensei, por acortar mi suplicio. Aunque usted nunca lo sepa.
— Por cierto, ¿Quién es ese joven que traes, Minori-chan?
— Oh, él es Hikigaya Hachiman, no te asustes, aunque luzca peligroso, lo tengo controlado.
— ¿Desde cuándo asumes que soy una mascota para controlar?
Lo siento, cerebro-san, pero un ataque directo a mi orgullo es demasiado para mí. No soy el mejor en mi año, ¿siquiera importar en mi situación?, pero no pueden denigrar mi brillante inteligencia, máxima capacidad entrenada en los terrenos soledad. Aparte de Komachi, es mi único logro como ser humano.
— Nunca fuiste buena con las mascotas, Minori-chan. Fufufufu.
Cierto, no he despegado mi vista desde el reino de la imaginación. Mínimo, debo conocer a mi salvadora.
Solo mirar causando un extraño magnetismo en mi vista. Mis ojos, como cualquier parte sensible al movimiento, no dejaron de orbitar alrededor de las dos grandes masas en rebote. No, serenidad. paz mental. ¡Buda! Maldición, no dejes que la tentación malogre tu inexistente vida social. ¡Prefiero ser visto como solitario que como un pervertido sin remedio!
Piensa en otra cosa, en CUALQUIER cosa distinta del aroma que genera o el atractivo opuesto; reniega de tus sentidos y sé racional. C ogito ergo sum, C ogito ergo sum, C OGITO ERGO SUM.
— ¿Qué es ese Maken-ki?
Sí, solo es necesario recordar algunas palabras dichas. Puede que sea un animal (descripción dudosa) directo al matadero, pero pienso aprovechar cualquier oportunidad para zafarme de esta situación. Reunir todo el coraje y preguntar nunca se sintio tan liberador. Tampoco es que fuera tan difícil, solo es incómodo. No, no tengo algún síndrome de comunicación y, aunque lo pareciera, créeme que no sería popular.
— ¿Eres nuevo, Hachiman-san?
— En sentido estricto, sí. Soy el nuevo recluso. Por favor, aligere mi condena, Aki-sensei.
¿Qué tal ese chiste de cuarta categoría? Ahora, deje de acercarse tan amigablemente a los demás. Ya no está con puras mujeres como antes. Si sigue así, algunos niños inocentes caerán en su trampa melosa como insectos en venus.
— Fufufufufu.
¿Cómo puedes reírte de algo así?
— Como siempre, Aki sigues con ese humor desfasado.
— Vamos, fue un buen remate.
— No, no lo ha sido. Debes aceptar que tu humor es de vieja escuela. Quizás por eso no te has casado todavía.
— ¡MINORI!
— Esta bien, no lo volveré a mencionar. No te enfades que solo fue una broma.
Un grandioso silencio ocurrió tras esas últimas palabras. Se puede inferir más suposiciones por esta pequeña conversación, sin embargo, no tengo la necesidad de preguntar.
Ah, este sinónimo de quietud... ¿Por qué no puedo experimentar tal sensación a menudo?
Cierto, porque es artificial. Algo artificial está condenado a ser efímero. ¿Por qué sigo aquí?
— Bien, mucha charla. Aki, vamos al club.
—Entendido. Síganme, los demás deberían estar allí.
Ahora, todo se esclarece. Existen dos opciones, ambas con destinos nada gratuitos. Para empezar, supongamos que mi firma fue falsificada y se envió una hoja de solicitud. Surgen varias excusas en la futura conversación con la persona a cargo, tales como "ni apenas conocía su existencia", "tampoco estoy familiarizado con el lugar en sí", "me enfermo muy a menudo" y un largo etc., por lo que , después de una derrota a manos de Hiperactiva-san, seré el encargado de supervisarlos.
UN MOMENTO, revisamos otra vez el caso.
No puede unirme al club porque ... Bueno, simplemente, "no quiero desperdiciar mi tiempo de ocio-entrenamiento en lidiar con montañas de papeles o supervisarndo clubes sin propósito alguno más allá de la auto complacencia". Decir tantas verdades con una apariencia poco agraciada aumentara las posibilidades de alguna negativa. Aunque después termine estando ubicado a la fuerza por el poder mismo de la directora como un subordinado.
ESPERA, revisamos una última vez, ¿vale? No, mejor no gasto más energía. Ah, que amargo momento. Y, heme aquí, sin ninguna dulzura en forma de néctar ¿Cuánto debo pagar por alguna lata de MAXX COFFEE?
Sea cual sea la situación, estoy condenado. Bueno, resignarse no quita mérito a mi intento. Los cobardes siempre pueden ver otro amanecer.
Al parecer, acepte el duelo de mis tardes pacíficas demoró lo suficiente pues llegamos a nuestro destino. Desafortunadamente, la información que salió de sus conversaciones no aportó ninguna pista. Sin embargo…
— Un momento, Rokujou-san, no necesitas mi presencia prolongada en este lugar. Si se trata acerca de ser más realistas y todo eso puedo ser su asesor o su tesorero ensombrecido. Mi presencia solo romperá la unión del grupo por poco tiempo, no es muy recomendable si quiere hacerlos madurar o sentarse la cabeza. Tampoco soy un buen prospecto de enemigo con estadísticas decentes. Por lo tanto...
Mi éxito era previsible. Actuar de manera pusilánime y desganada tiene sus beneficios. Puede que me vea como un neurótico murmurando incoherencias, pero todo sea por la paz mundial. A pesar de que esforcé al máximo mis cuerdas bocales e ignoré la resequedad en mis labios, la duda me carcomía. Y, en verdad, con frecuencia, la realidad es decepcionante.
Hikigaya-kun
¿Oh, no? Esos ojos comprensivos, esa mirada de dolor y las lágrimas, esa postura digna de un manga shoujo. PERDER PERDER. SÉ QUE MI ESFUERZO ES EN VANO, PERO NO NECESITO TU LÁSTIMA, MUJER.
Hiki… no, Hachiman, nunca pensé que vieras tan a futuro por tu propia iniciativa, pensé que huirías a la menor distracción. Parece que mi tiempo de orientación valio la pena.
¡ESO ES LO QUE ESTOY HACIENDO MUJER DENSA!
¡¿TIEMPO DE ORIENTACIÓN?! ¿SIQUIERA SABE LA DEFINICION DE ORIENTAR?¡
Antes de que todas las verdades se operen al exterior. Un golpe silenció la actuación Rokujou. Gracias, Aki-sensei. Me salvó de una probable expulsión-paliza posterior.
Vamos, Hikigaya-san; tú también, Minori. No hagamos esperar a los demás.
Ah, la realidad. ¿Cómo confundí las emociones de una persona completamente transparente? ¿Perdió una de mis 108 habilidades innatas?
Mientras sufría mi crisis de mediana edad, adelantada por el estrés del contacto humano, la puerta reveló un mundo nuevo.
Y terminamos en un prado de ensueño. Ya quisieras eso, chuunigaya.
