-La historia y los personajes no me pertenecen en lo absoluto sino que son de la completa autoria de Masashi Kishimoto más la narración y/o utilización de los hechos son de mi absoluta responsabilidad para la dramatización, sentido y cronologización de la historia :3 los eventos de este fic tienen lugar en medio de los acontecimientos del Capitulo 66 de Boruto: Next Generation y dentro de los futuros capítulos de mi otro fic "El Sentir De Un Uchiha". Les sugiero oír "Physical" de Dua Lipa para Sakura, "My Escape" de Ravenscode para Sasuke, "Right Here Waiting" de Richard Marx para Naruto, "Heaven " de Dj Sammy & Yanou Do para Hinata y "Premonition" de Tommee Profitt para el contexto del capitulo.


Se ven duros, pensó Sakura al observar a los demás candidatos—hombres y mujeres por igual, todos mayores que ella cuando menos un año—mientras estiraba sus brazos y piernas preparándose para la prueba que tendría lugar y que si bien sonaba sencilla podía llegar a ser todo menos eso; en su porta shuriken llevaba un pergamino de color violeta que le habían entregado y que debía dejar en determinado punto de su recorrido tomando otro para continuar, luego dejar este en otro punto pero tomando un tercero con el debería llegar a la línea de meta. El recorrido planteaba una misión contrarreloj de un Shinobi en solitario pues si bien en su carrera como Genin lo importante era aprender a trabajar en Equipo, como Chunin se esperaba que liderara un escuadrón o pudiera trabajar por su cuenta y en lo que ella no tenía problema. Los diez participantes se encontraban ante la línea que los separaba del espeso bosque mientras que y a varios metros de distancia en improvisadas gradas se encontraban sus respectivos Senseis o compañeros de Equipo en el caso de Sakura, dirigiendo una sonrisa a Naruto y Hinata quienes casi brincaban de emoción por ella…y en contraste Sasuke estaba tan tranquilo como siempre más recordándole con una mirada lo mucho que confiaba en ella. Con las manos en los bolsillos y sin leer su libro esta vez, Kakashi se aproximó a su alumna para tener una última conversación:

—Sakura— saludó el Hatake observándola de arriba abajo pero sin verla nerviosa.

—Sensei— correspondió la Haruno con un asentimiento. —¿Algún consejo?— inquirió confiando en su instrucción.

—Solo uno— advirtió Kakashi teniendo toda la atención de ella. —Estas pruebas aplacan hasta a los Shinobis más rudos; solo da el máximo y no lo olvides, ganar no es todo lo que importa— incluso quienes llegaban al final no siempre acababan siendo Chunin. —Tomate tu tiempo y observa— eso al final le daría la victoria.

—Lo sé, y gracias— sonrió Sakura, apreciando todas sus enseñanzas para con ella.

—De nada— menospreció el peligris sonriendo bajo su máscara y no sintiendo merecer todo el crédito. —Estoy orgulloso de ti, mucha suerte— deseó inclinándose para besarle la frente en señal de afecto.

Confiando en las palabras de Sakura y admirando la fortaleza en sus ojos, Kakashi le dio la espalda y regresó a su lugar junto a sus otros dos alumnos y la heredera Hyuga para esperar que iniciara la prueba de Sakura, que se preparó para correr en la línea de partida, sin sentirse amedrentada por los otros participantes mayores que ella y que la veían como su inferior...supieran. El recorrido era sencillo; darle la vuelta a la aldea a través de los campos de entrenamiento pero sin usar genjutsu, ninjutsu o taijutsu, ningún arte ninja sino solo la supervivencia, recorrer el lugar con sus habilidades propias, intercambiando los pergaminos en su recorrido lo más rápido posible y sorteando los obstáculos que encontraran únicamente guiándose por su experiencia. Con todos los participantes en la línea de partida, Sakura inspiró aire profundamente, mentalizada para esto y corriendo lo más rápido posible tan pronto como Hayate Gekko—encargado de esta prueba—les dijo que comenzaran, pero mientras que los demás continuaban corriendo recto por el camino ante ellos, la Haruno no tuvo reparos en trepar velozmente a uno de los árboles más grandes, valiéndose de las ramas para saltar de una en una, conociendo el lugar en que estaba y sabiendo cómo moverse. Viendo y sintiendo que las ramas se estrechaban, Sakura dio una voltereta en el aire, balanceándose con ayuda de las ramas y apoyándose en estas para continuar moviéndose de una en una y antes de darse cuenta otros la siguieron.

El deber primordial de un Shinobi no era solo cumplir con una misión sino el cómo, el conocer el terreno en que uno se hallaba y valerse de este empleando una estrategia, pero eso no implicaba jugar limpio, incluso siendo aliados y Sakura lo comprendió cuando uno de los participantes que la seguía empujó a otro haciéndolo caer para no tener mayor competencia, recordándole que no podía distraerse y que debía cuidarse las espaldas. Lentamente el bosque fue abriéndose para dar paso al campo de entrenamiento número 3 que Sakura tanto conocía—era el lugar de entrenamiento habitual para el Equipo 7—, pero justo cuando los participantes pensaron que podrían confiarse, una trampa se activó moviendo dos enormes troncos atados con cuerdas en su dirección; los menos concentrados fueron golpeados y cayeron al suelo irremediablemente, otros como Sakura se arrodillaron en su lugar y dejaron que estos enormes troncos pasaran sobre sus cabezas, mientras que los más astutos saltaron a estos para evitar ser golpeados. Tan pronto como sintió el tronco pasar sobre su cabeza, Sakura se levantó de su lugar y siguió corriendo, viendo muy cerca el pequeño rio del campo de entrenamiento y que sabía le permitiría moverse más rápido, saltando desde la última rama y arrojándose al agua, sacando la cabeza del agua un instante después, nadando lo más velozmente que pudo.

El tener que bajar la cabeza cuando fuera necesario, el ser veloz para cumplir con lo que se esperaba, el sortear o evitar trampas en su camino…esa era la vida de un Shinobi si de un campo de batalla se trataba y Sakura lo sabía, no podía olvidar lo que había experimentado durante la Cuarta Guerra Ninja y por lo que nadó lo más rápido posible sin olvidar que esta era una prueba tanto de resistencia como de velocidad. Mientras nadaba con la cabeza fuera del agua, Sakura frunció el ceño para sí al ver a lo lejos una especie de altar improvisado—conformado por rocas—y donde reposaba un pergamino color violeta, el mismo color que el suyo y por lo que redirigió su camino hacia este altar, sintiendo su ropa pegarse a su piel por causa de la humedad pero sin importarle ello ni el agua que empapa completamente su cabello sino que corriendo desde la orilla hasta este altar lo más rápido posible e intentando no tropezar con las pequeñas rocas en su camino, no teniendo tiempo que perder. Moviendo una de sus manos al porta shuriken contra su muslo izquierdo, Sakura extrajo el pergamino violeta que le habían dado antes de iniciar la carrera y que deposito en el lugar del que tomó, sobresaltándose sin poder evitarlo cuando esta acción activo una bengala—del color de su pergamino—violeta y que pareció delatar su posición, pero ella no pudo concentrarse en ello sino que en su lugar siguió corriendo.

—¡Es la primera!, ¡Sí!— celebró Naruto desde su lugar, extasiado de alegría.

Brincando infantilmente en su lugar, el Uzumaki envolvió sus brazos alrededor de Hinata quien correspondió a su sonrisa, igualmente feliz que él por el éxito de Sakura en un contraste muy marcado ya que Sasuke se mantuvo indiferente en apariencia, esbozando una ligera sonrisa ladina mientras observaba el hilo purpura que la bengala había dejado en el cielo igual que Kakashi quien se encontraba boquiabierto bajo su máscara, mas no tardando en sonreír de orgullo por su alumna. No dejando que este triunfo encegueciera su visión, Sakura emitió un ligero quejido cuando el terreno pasó de una amena pradera a una especie de cañón con hierba alta y rocas, con pocos arboles pero si arbustos que entorpecían su visión del camino, haciendo que sus piernas hicieran demasiado esfuerzo al moverse pero no claudico por ello sino todo lo contrario, se esforzó lo más posible, articulando una sonrisa para si al ver a lo lejos otro altar de roca con un pergamino esperándola y hacia el cual corrió, sin detenerse ni sobresaltarse esta vez al cambiar el pergamino que llevaba por este y haciendo que la bengala violeta se disparara para anunciar donde se encontraba; era la última etapa ahora, solo necesitaba llegar a la meta…pero justo cuando la pelirosa tuvo este pensamiento, sus piernas ya agotadas fallaron haciéndola caer de rodillas al suelo y quejándose por un dolor en el tobillo se vio obligada a detenerse, por ahora.

Sentándose un momento, entre jadeos de cansancio y esfuerzo entremezclados, Sakura examinó su tobillo derecho, apretando los dientes al tacto y dándose cuenta de que se trataba de una torcedura, lo que la hizo bufar para sí mientras lentamente se ponía de pie y continuaba su camino con andar lento, ¿Qué podría hacer?, ¿Cómo continuar…? Por una suerte o coincidencia dependiendo como se viera, Sakura se dio cuenta que—si bien ella se encontraba en desventaja aparentemente—el terreno volvía cambiar para formar un bosque, lo que le daba oportunidades y por lo que hizo un nuevo esfuerzo por correr lo suficiente para alcanzar uno de los árboles entre quejidos de dolor, subiendo a este con ayuda de sus ramas hasta llegar a lo más alto, ahogando un quejido para si al saltar de rama en rama cuando no le era posible balancearse entre estas pero siendo capaz de recuperar el ritmo que llevaba en la carrera, aun siendo la primera y sonriendo al ver la línea de meta a solo unos cuantos metros. Sosteniendo con firmeza el pergamino en su mano derecha y saltando de la última rama, Sakura corrió los metros que le quedaban apretando los dientes y tratando de no ser lenta por la torcedura en su tobillo, siendo la primera en cruzar la meta, desplomándose de rodillas nada más hacerlo y tras ella pasaron los demás competidores. De rodillas ante la línea de meta mientras recuperaba el aliento, Sakura se percató del momento en que el Tercer Hokage se situó frente a ella.

—Lord Hokage— saludó Sakura, levantándose e inclinando la cabeza ante él.

—Felicidades— sonrió Hiruzen, bajando la mirada por la forma en que ella apoyaba su pie derecho. —¿Estás lastimada?— más bien afirmo tomando eso como nota.

—Solo una torcedura en el camino— minimizó la pelirosa, tratando de no recargar su peso. —Acostumbro correr pero no tanto— añadió con una ligera sonrisa nerviosa.

—Sin embargo no te detuviste ni menguaste tu recorrido por ello— reconoció el Sarutobi admirando su compromiso. —¿Por qué?— indagó queriendo conocer sus ideales.

—Un Shinobi entiende el significado del honor y dar su palabra— respondió la Haruno sin dudarlo. —Si no podía terminar el recorrido como era debido, ¿Cómo podría llamarme Shinobi?— nunca se debía olvidar el sentido del deber al cumplir una misión.

—Precisamente— afirmó el Tercer Hokage, admirando su conciencia. —Ser Shinobi no es ganar siempre ni por el placer de hacerlo; ser un Shinobi es hacer lo necesario, cumplir con tu palabra y anteponer otras cosas sobre lo que tú sientes— declaró en vos alta para todos los presentes. —Ningún Shinobi puede considerarse como tal si no sigue esos ideales— y la joven ante él los seguía plenamente. —Kakashi— llamó haciendo que el líder del Equipo 7 se aproximara hasta ellos.

—Lord Hokage— correspondió el Hatake situándose a la diestra de su alumna.

—Tienes una gran alumna, y una Chunin que sin duda destacara en lo que elija— declaró Hiruzen con una sonrisa. —Felicidades, Sakura Haruno— ella tenía todo lo necesario para convertirse en una gran Kunoichi…como su alumna Tsunade en su día.

—Gracias, lord Hokage...— sonrió la pelirosa, abrazando espontáneamente al líder de la aldea antes de caer en la cuenta de ello, —perdón— se disculpó rompiendo el varazo y recordándose el mantener las formas.

—Está bien— consintió el Sarutobi envolviendo uno de sus brazos alrededor de los hombros de ella que lo abrazó con gusto.

Siempre había sentido la necesidad de probarse a sí misma, pese a ser una de las Kunoichis más celebres de su tiempo y encontrarse entre los mejores Shinobi como una de los tres Sannin, Sakura sentía la necesidad de perfeccionarse y mejorar continuamente, un rasgo que para bien o para mal le había legado a Sarada y un rasgo que también compartía con Sasuke, por lo que ahora se sintió orgullosa de sí misma mientras abrazaba al Tercer Hokage que alzó la mirada hacia Kakashi con un sutil asentimiento mientras el Hatake sonreía ampliamente bajo su máscara, sumamente orgulloso de su alumna. Tan pronto como Sakura se separó del Tercer Hokage, fue abordada por Naruto quien corrió a abrazarla a tal punto que casi la hizo caer tanto por su efusividad como por la lesión en su tobillo y que no pudo disimular; igualmente entusiasta pero más contenida, Hinata también la abrazó pero envolviendo con cuidado sus brazos alrededor de ella a la par que tratando de servirle de apoyo mientras Naruto la felicitaba una y otra vez haciéndolas reír a ambas mientras se sonreían. Muchísimo menos efusivo y con las manos monótonamente en los bolsillos aunque solo en apariencia, Sasuke se acercó a Sakura pero manteniendo las distancias al mismo tiempo, sosteniéndole la mirada antes de sonreír ladinamente y ante lo que ella sonrió más que con cualquiera de las felicitaciones recibidas porque la suya era la que más contaba para ella aunque vendría más tarde y cuando estuvieran solos.

Nuevamente era una Chunin.


—¡Sasuke!— chilló Sakura sin poder evitarlo cuando él la cargó en brazos.

Tan pronto como estuvo libre de responsabilidades, pudiendo disfrutar de tener la tarde solo para ella y sin poder evitar sentirse importante por ser ahora una Chunin—y estar por encima de los traseros Genin de su tonto amigo rubio y de su adorable esposo—, Sakura decidió regresar a casa para descansar pero al momento de despedirse Sasuke se "ofreció" a acompañarla a casa para ayudarla a caminar debido a su torcedura de tobillo, y Sakura decía "ofreció" con unas grandes comillas porque Sasuke solo había dicho eso por las apariencias ya que tan pronto como se despidieron no emprendió rumbo al hogar de la familia Haruno sino a su apartamento, haciendo sonreír a Sakura quien sin embargo no tuvo forma ni pensó en protestar. Separándose brevemente de Sakura para abrir la puerta de su apartamento, Sasuke se volvió hacia ella cargándola sorpresivamente en brazos y haciéndola reír al ingresar, cerrando la puerta tras de si con su espalda y dirigiendo sus pasos hacia la habitación dejándola sana y salva sobre la cama, recargando su peso en sus brazos para no aplastarla debajo suyo. Teniendo el rostro de Sakura tan cerca del suyo para su deleite, Sasuke inclinó su rostro sobre el suyo para encontrar sus labios, acunando el rostro de ella con una de sus manos, sintiéndola arquearse hacia sí y envolver sus brazos alrededor de su cuello, profundizando el beso al encontrar su lengua con la suya con vorágine, sin darle tregua hasta sentir la respiración agitada de su esposa al romper el beso.

—Que efusivo— jadeó Sakura casi sin aliento, —si solo tenía que aprobar la evaluación estando tu presente, lo hubiera hecho mucho antes— rió con su rostro muy cerca del suyo.

—Molestia— sonrió Sasuke ladinamente, rozando su nariz contra la suya. —¿Sabes lo orgulloso que estoy de ti?, ¿Lo sabes?— cuestionó satisfecho porque todos hubieran visto lo mismo que él; lo maravillosa que ella era.

—Creo que sí— consideró la pelirosa en voz alta con expresión pensativa, —pero nunca estaría de más que me lo demostraras— desafío con una picara sonrisa.

Por supuesto que esas eran palabras de dientes para afuera, sabia cuan orgulloso estaba Sasuke de sus logros como Kunoichi o como Shinobi porque ambos se veían como iguales; ella estaba orgullosa de ser la esposa del Shinobi más poderoso de su tiempo—a la par con Naruto, claro—y a su vez Sasuke estaba orgulloso de ser el esposo de la Kunoichi más célebre de la Aldea de la Hoja, pero escucharlo de vez en cuando y más si ese elogio salía de los labios del otro era sumamente satisfactorio. Sonriendo ladinamente ante las palabras de su esposa, Sasuke se inclinó para besar la mejilla derecha de ella, descendiendo lentamente sus labios por su cuello mientras una de sus manos bajaba cadenciosamente el cierre de su vestido sintiéndola sonreír a su paso por el valle entre sus pechos donde demoró sus atenciones con inevitable favoritismo, bajando los hombros de la tela y remarcando cada poro de piel a su paso como suyo; sin desvanecer su sonrisa ladina y teniendo a su esposa debajo suyo en ese cuadro que no se cansaba de contemplar, Sasuke situó sus manos sobre las caderas de ella y deslizó las medias por sus piernas escuchándola reír mientras Sakura no apartaba sus ojos de su rostro. Sin moverse de donde estaba y ansiosa por la forma que tenía en mente su esposo para demostrarle lo orgulloso que estaba de ella, Sakura levanto las manos para mantenerlas voluntariamente encima de su cabeza mientras él le separaba las piernas y regresaba brevemente a su altura para volver a estar frente a frente.

—¿Debería tener miedo de las intenciones que veo en esos ojos?— preguntó Sakura, emocionada por lo que él tuviera en mente.

—Y mucho— confirmó Sasuke únicamente y sin dar más detalles. —Voy a aprovecharme de ti, molestia— advirtió con una sonrisa ladina.

Técnicamente aquella no era únicamente una forma que tenía Sasuke en particular de demostrarle lo orgulloso que estaba de ella sino de demostrarle cuan pleno le hacía sentir el provocarle placer a ella únicamente, de hecho ella misma tenía ocasiones en que disfrutaba de generar únicamente ese sentir en él por el placer de hacerlo, sin embargo Sakura no pudo contener un profundo gemido cuando Sasuke descendió sus labios desde el valle entre sus pechos a su vientre, acomodando sus piernas sobre sus hombros y devorando su intimidad de tal manera que ella tuvo que cubrirse los labios con una de sus manos para no gritar su nombre, jugando con el rebelde cabello azabache azulado de su esposo con su otra mano. Sin apartar en ningún momento la mirada de su esposa que echaba la cabeza hacia atrás y se arqueaba de placer ante sus atenciones, Sasuke sofocó un gruñido de placer contra la feminidad de Sakura al escuchar su nombre abandonar melodiosamente sus labios mientras él alzaba sus manos para amasar sus pechos, venerando y admirando todo cuanto ella era en todos los sentidos, como hombre no era el mejor portento si de expresarse con palabras se trataba pero si podía compensar ello demostrándole a Sakura lo única e invaluable que era para él en todos los sentidos; sin cesar en su labor de brindarle placer, sintiéndola temblar y escuchándola gemir más a cada momento, apretando el agarre de sus piernas sobre sus hombros, Sasuke se sintió inmensamente satisfecho...


Mientras atardecía, la calma reinaba en la Aldea de la Hoja, pero era una calma extraña para aquellos que—como Naruto y Hinata—eran conscientes o tenían conocimiento de la invasión que estaba por venir y sí que eran pocos; voluntariamente ajeno a lo que pasaría cuando menos por ahora, decidido a enfocarse solo en su esposa, Naruto terminó su quinto tazón de ramen sin poder evitar sonreír al volver la mirada hacia Hinata quien hizo lo mismo pero con su octavo plato haciéndolo sentir entre humillado—porque aún no podía alcanzarla ni superarla—a la par que orgulloso de ella y su dulce sonrisa dirigida hacia él. En momentos como ese Naruto caía en la cuenta de todos sus errores, y lo mucho que le había tomado darse cuenta de que ella era la persona con quien estaba destinado a compartir la vida, pero cada vez que lo recordaba no podía evitar sonreír y quedarse embelesado contemplando a la mujer que tenía a su lado; hermosa, dulce, divertida, adorable pero también seria, sabia, sensata y muy cabal, su polo opuesto en muchos aspectos y su ángel guardián. Mientras se relamía los labios y sin dejar de sonreír, Hinata descendió una de sus manos a los bolsillo de su pantalón en busca de su monedero con plena intención de pagar por la comida de ambos, no tenía la obligación ciertamente ni Naruto se lo pedía, pero era un placer que podía permitirse al ser la heredera del clan Hyuga.

—Yo pagare esta vez— advirtió Naruto leyéndole el pensamiento y sacando de su bolsillo al pequeño Gama; su monedero de ranita.

—Naruto…— intentó protestar Hinata sabiendo la importancia del dinero para él.

—Hinata, por favor, si no lo hago me sentiré como un zángano— insistió el Uzumaki con halito suplicante y necesitando hacer eso cuando menos.

—Quiero que cuides tus ahorros— recordó la Hyuga intentando mantenerse firme.

—Comeré menos para tener dinero extra— determinó él con la única intención de convencerla. —¡Por favor!— rogó a punto de echarse a llorar de ser preciso.

—Está bien— suspiró ella sabiendo que no tendría caso insistir ante su empecinamiento.

—¡Sí!— chilló de emoción el rubio haciendo reír a su esposa.

Sonaba como una tontería y en cierto modo lo era pero Naruto no quería hacer que su esposa pagara por todo, en el presente no debía pensar en eso pues como Hokage que era—y aunque quizás eso no estuviera bien—ella tenía privilegios que la distinguían solo por ser su esposa, privilegios que por cierto no existían aun en la realidad en que estaban y por lo mismo es que con esfuerzo quería pagar hasta que volvieran a existir de ser posible; abriendo al pequeño Gama y extrayendo dinero suficiente para pagar las cuentas de ambos. Entornando disimuladamente sus ojos perla, Hinata se sintió afortunada por ser la esposa—en el futuro, claro—de un hombre tan consciente de lo que estaba bien o mal y que nunca olvidaba tener gestos para quienes le importaban, con ellas los tenía a diario y esta era solo una de esas ocasiones pues en otras—tanto en su presente como en la actual línea de tiempo en que estaban—llegaba con todo tipo de sorpresas; sus flores favoritas, su comida favorita o espontáneamente se le ocurría invitarla a dar un paseo y estar juntos sin tener que pensar o preocuparse de nadie más, y llevaban más de una década casados. Ya acostumbrados a tener casi a diario en su local a Naruto y su bella novia—él no lo declaraba así pero era evidente—la heredera de los Hyuga, Teuchi y su hija Ayame volvieron la mirada para despedir a la pareja con una sonrisa mientras los veían levantarse casi al mismo tiempo.

—Muchas gracias, señor Teuchi— apreció Hinata mientras se levantaba de su lugar.

—Gracias a ustedes por venir— correspondió él, siempre feliz de recibirlos ambos.

—Hasta pronto, viejo. ¡Adiós, Ayame!— se despidió Naruto efusivamente, tomando de la mano a su esposa mientras salían del lugar. —¿Te llevo a casa?— sugirió coquetamente.

—Sabes que no podrás entrar, Naruto— recordó la Hyuga temiendo matar su ilusión.

—Lo puedo intentar— difirió el Uzumaki haciéndola reír por sus ocurrencias. —¿Qué tal tu entrenamiento con Neji?— curioseó fingiendo no estar interesado.

—No te diré como vencerlo— rió ella identificando de inmediato su estrategia.

—No, eso ya lo sé— suspiró él delatándose como siempre. —Imagino que no has sido una oponente fácil— agregó con una sonrisa al conocer sus habilidades.

—Lo he enviado al suelo más de una vez— aceptó Hinata con un deje de inevitable orgullo.

—Eso es lo que quería oír, así me sentiré culpable si le gano— un poco, se dijo Naruto mentalmente.

—Claro que lo harás— sonrió ella conociéndolo muy bien.

La relación entre Naruto y Neji era una especie de rivalidad, en el pasado—mismo en que ahora estaban pero en su línea de tiempo—se había debido a que Naruto había peleado para desafiar los ideales de Neji luego de que él la derrotara en los Exámenes Chunin, pero ahora y con los ideales de Neji cambiando para dejar atrás el pasado; todo se trataba de Naruto intentando demostrar a Neji y quizás a si mismo que era digno de estar con ella o de pretender desposarse un día pues en esta línea de tiempo no estaban casados después de todo. Frotándose la parte posterior del cuello con nerviosismo al saberse descubierto—aunque no era tanto una sorpresa, después de todo su esposa lo conocía mejor que nadie—, Naruto rió únicamente bajo la mirada de Hinata quien simplemente negó para sí mientras apartaba la mirada para no incomodarlo aún más. Pensando en proteger esa sonrisa y dulzura que lo hacían sentir seguro, Naruto pensó en la Invasión a Konoha y que tendría lugar en…¿Una semana? Estaba mentalmente preparado para ello y ya había recibido un mensaje de parte de Gaara de que el plan estaba en movimiento gracias a su colaboración—se los había hecho saber a Sasuke y a Sakura por supuesto pero no les había dado todos los detalles—, incluso había mantenido a Hinata en cierto nivel de desconocimiento hasta estar seguro de que resultaría, ¿Era momento de hablar de ello?

—Quería preguntarte algo, Naruto— inició la Hyuga mientras caminaban por la calle. —¿Has sabido de los planes de Sasuke y Sakura para la invasión de Orochimaru?— inquirió deseando formular aquella incógnita desde hace tiempo.

—Temo que no— suspiró el Uzumaki conteniéndose para no entornar los ojos. —Ambos son muy reservados, me dijeron que tenían un plan, mas no en que consiste ese plan— hablaban de todo entre sí mas no compartían esas conversaciones. —Pero confió en ellos— sabía que si alguien podía evitar aquella situación, sin duda eran ellos.

—También yo— asintió Hinata de inmediato, —solo me gustaría poder contribuir de ser posible— no quería que todos actuaran solos si ella podía hacer algo.

—Tranquila, yo tengo mi propio plan y tú eres fundamental— sosegó Naruto, encontrando la oportunidad perfecta para hablar de eso con ella.

—¿En serio?— se sorprendió ella antes de esbozar una radiante sonrisa. —Cuéntame— alentó cada vez más curiosa.

Al margen de la creencia…común, Naruto no era ningún bobo sino que simplemente no pensaba ni actuaba como haría la mayoría, podía inventar los planes más increíbles y las estrategias más descabelladas o inesperadas en un abrir y cerrar de ojos, en especial si se encontraba contra reloj como en esta oportunidad y por ende Hinata se emocionó ante la sola idea de que su esposo tuviera un plan para la inminente invasión de Orochimaru aún sin saber en qué consistía ese plan exactamente. Cuando Naruto le hizo una señal para que se acercara pero sin dejar por ello de caminar, Hinata tuvo que cubrirse los labios para no jadear estruendosamente a causa de la impresión y llamar innecesariamente la atención, extasiada por lo que escuchaba mientras Naruto le contaba su plan, no molestándose en atraer atención pues Hinata parecía encargarse muy bien de ello por ambos mientras él le contaba todo; primero y tan pronto como habían terminado los Exámenes Chunin se había encontrado una última vez con Gaara antes de que partiera con sus hermanos a la Aldea de la Arena, explicándole en un extenso mensaje la invasión que tendría lugar, agradeciendo que el Sabaku confiara en él y luego pidiéndole que intercediera ante su padre el Kazekage para que Sunagakure respaldara a la Konoha al momento de la invasión, y hace solo unos días había recibido respuesta de Gaara que contaba con el apoyo de su aldea.

Todo estaba listo.


Una de las mayores virtudes del Sharingan y que Sasuke menos empleaba—pero si conocía, habiendo sido una de las primeras habilidades de las que había escuchado de niño—era el poder copiar cualquier tipo de letra, después de todo el Sharingan básicamente se trataba de copiar una técnica o movimiento a la perfección como había ocurrido durante los Exámenes Chunin y en que solo le había bastado copiar los movimientos del lápiz de alguien que parecía saber las respuestas para obtenerlas, a ese nivel se podía llegar si de habilidad se refería pero no fue hasta ese momento que Sasuke realmente lo puso en práctica copiando la forma de escribir que tenía su hermano Itachi para resumir en una serie de pequeñas notas la invasión por parte de Orochimaru y que tendría lugar el día en que se celebraría la tercera etapa de los Exámenes Chunin. Conteniendo una sonrisa ladina, Sasuke sabía que estaba mal usurpar la caligrafía de su hermano pero usar la propia sería demasiado arriesgado, la de Sakura ni se diga, y de cualquier modo él no estaba en la aldea ni tenía porque saberlo. Sentada frente a él y guardando cada nota en un sobre cerrado que dejaba sobre la mesa baja ante la que estaban sentados en la terraza del apartamento del Uchiha, Sakura le dirigió a su esposo una ligera sonrisa imaginando la preocupación que daba vuelta por su mente mas haciéndole saber que no había razón para ello.

—Listo, es la última— suspiró Sasuke tendiéndole la última nota y que ella sopló para secar la tinta antes de guardarla dentro de un sobre. —¿Estás segura de que podrás entregarlas?— preguntó viendo a su esposa entornar los ojos. —No dudo de ti…— todo lo contrario, pero hacerlo no sería menos riesgoso para ella.

—Tranquilo, corderito, sé cómo colarme en lugares sin ser vista— sosegó Sakura usando ese apodo que lo hacia sonreír por lo irrisorio que era. —El hogar de Ino es lo más fácil, justamente pensaba en hacerle una visita, y luego puede que haga que ella me lleve a casa de Shikamaru, o a la de Choji…y el resto sería historia— tierna como era, tenía la estampa perfecta para hacer algo así.

—Espero que el imbécil de Naruto pueda dejar esto en el hogar de los Hyuga, o tendremos que pedírselo a Hinata— señaló el Uchiha aceptando que necesitarían apoyo. —Resultaría demasiado obvio si ella lo hace, se darían cuenta— o culparían a Neji lo que sería igualmente contraproducente.

—Encárgate de Kakashi e Ibiki, ya veremos cómo repartir las demás— intentó sosegar la Haruno, prefiriendo enfocarse en el presente. —También debes continuar entrenando, falta una semana para los Exámenes Chunin— recordó pudiendo y queriendo concentrarse solo en él por ahora. —¿Mañana al despuntar el alba?— consultó solo por costumbre y ya sabiendo la respuesta.

—En el cañón, como siempre— afirmó con una sonrisa ladina solo para ella.

No era algo en lo que Sasuke quisiera pensar pero siempre llegaba el doloroso momento diario de la despedida y en que tenía que recordarse que en esa realidad Sakura y él aun no estaban cansados, y aunque también le doliera a ella Sakura tuvo que recordárselo, levantándose de la mesa y reuniendo los sobres que le correspondería entregar para guardarlos en su bolso y tras esto se inclinó para besar en la mejilla al Uchiha que se esforzó por no demostrar emociones mientras la veía partir, no sin antes volver la mirada por sobre su hombro y dirigirle una de sus hermosas sonrisas, pero desapareciendo de una modo u otro lo que le devastaba el corazón a Sasuke...Alrededor de tres días después los miembros del legendario trio Ino-Shika-Cho se reunieron en su restaurant favorito para hablar de los Exámenes Chunin que tendrían lugar dentro de un par de semanas lo que les provocaba mucha nostalgia, pero también para hablar de los misteriosos sobres que habían encontrado exactamente sobre sus respectivos escritorios en sus casas, ¿Cómo?, ¿Quién había logrado entrar en su entorno más privado y dejarles cartas en que los alertaban de una invasión por obra de Orochimaru?, ¿Debían creer en ello o descartarlo? Lo segundo no parecía en lo absoluto una opción en especial porque el Tercer Hokage también había recibido una nota igual junto con el Sensei de sus hijos y sus respectivos colegas; Asuma Sarutobi, Kurenai Yuhi y Kakashi Hatake, además de los líderes de los clanes.

—¿Recibieron la misma nota?— preguntó Choza siendo el primero en romper el silencio mientras servía sus tragos de sake.

—Sí, y la caligrafía es indetectable— afirmó Shikaku tomando su vaso de sake de un solo trago, —he sondeado a todos en la aldea durante años y ninguna se le parece— ningún Shinobi de la aldea tenía esa caligrafía.

—¿Vendrá de fuera?— inquirió el Akimichi sin saber que pensar realmente.

—¿Quién se atrevería a entrar solo para dejar notas?— cuestionó Inoichi intentando pensar en la verdad que podía haber tras esto.

—¿Y creemos en lo que dice?— preguntó Choza sabiendo que sus amigos estaban igual de confundidos que él.

—¿Por qué mentir con algo así?— suspiró el Yamanaka preocupado por su esposa e hija.

—Ya hable discretamente con lord Hokage y considera correcto ver esto como algo serio, solo por si las dudas— reveló el Nara por su parte, callado pero preocupado.

—Bien— aceptó el Akimichi si nada se podía hacer al respecto. —¡Oiga, amigo!, ¡Por favor traiga todo lo de aquí!— pidió al encargado a viva voz. —Si vamos a pelear, debemos comer bien— señaló a sus amigos que no pensaron en negarse.

—Y traiga más sake— agregó Inoichi teniendo permiso para regresar un poco ebrio a casa, —necesitamos sopesar esto estando menos sobrios— no siempre se recibían noticias como esa.

—Que fastidio, no estamos en edad para esto— gruñó Shikaku sintiéndose como un anciano a causa de la nostalgia.

Los Exámenes Chunin, sus hijos—en el caso de Shikaku su hijo Shikamaru ya que los hijos de Choza e Inoichi; Choji e Ino respectivamente, no participarían de esta última etapa por haber perdido anteriormente en su combates—teniendo que madurar y crecer de un modo que quizás ellos no quisieran asumir por ser chicos de solo doce o trece años, y ahora la latente amenaza de Orochimaru…solo hacía falta agregar una Guerra y todo sería una reminiscencia de lo que ellos habían vivido y que no deseaban ocurriera. Todos en la aldea o al menos los Shinobi de mayor edad—los Genin eran demasiado jóvenes e inexpertos como para saber todo lo que este criminal había hecho—eran plenamente conscientes de quien era Orochimaru y todo lo que había hecho, lo perniciosa que era su existencia por haber creado la Aldea del Sonido, por cómo había experimentado con otros seres con el puro afán de obtener poder, el cómo había insultado al Tercer Hokage que había sido su Sensei...y el abrumador resentimiento que tenía a Konoha sintiendo que debía cobrarse algo destruyéndolos, una amenaza que había hecho en el pasado; asombrosamente no había aparecido ni hecho nada para amenazar la aldea hasta este momento de los Exámenes Chunin, ¿Pero era acaso solo la calma que antecedía a la tormenta?, ¿No era esta advertencia la prueba de que un peligro los asechaba? No conocían la respuesta pese a tener que prepararse para ello, pero la verdad ya la sabrían dentro de una semana...


Una semana después

El día tan esperado por fin había llegado y los ocho participantes correspondientes habrían de enfrentarse en esta nueva etapa de los Exámenes Chunin; Naruto, Sasuke, Neji, Kankuro, Temari, Shikamaru, Kiba y Shino, formados en fila cual carta de presentación mientras eran ovacionados por todos los presentes al evento y que se encontraban ansiosos de presenciar las batallas que tendrían lugar pues participarían dos de los novatos más prometedores; el último de los Uchiha y el heredero del legado Hyuga. En lo alto de la segunda planta, por encima de las gradas en que se hallaban los demás asistentes y aguardando se encontraban Sakura y Hinata, la pelirosa teniendo pase especial a esa área como Chunin y que había extendido a Hinata con la excusa de que le estaba enseñando Ninjutsu Medico y que por ende ambas podrían ser útiles de atender las heridas de los participantes tras los combates, una excelente coartada; pero también se encontraba presente Gaara el hijo del Kazekage, acompañando a sus hermanos mayores. Desde su lugar en lo alto de todo, el Tercer Hokage Hiruzen Sarutobi y el invitado Kazekage Rasa Sabaku—cuyos hijos Temari y Kankuro participarían en los Exámenes—observaron con atención a los jóvenes Genin presentes antes de que el Tercer Hokage—intercambiando una mirada con su igual de la Aldea de la Arena—se pusiera de pie para dirigirse tanto a los jóvenes Shinobi como a su aldea por el acontecimiento que tendría lugar

—Bienvenidos, estamos agradecidos por su presencia en la Aldea de la Hoja para la selección Chunin de este año— inició el Tercer Hokage, honrando la presencia de su aldea vecina. —Hemos llegado a la competencia con los ocho candidatos que superaron los preliminares— señaló enfocando su atención en los jóvenes Shinobis presentes. —Les pedimos que no se retiren hasta que hayan terminado todos los encuentros; ahora, disfrútenlo— deseó con una cálida sonrisa.

—Podrías habernos dicho que el Kazekage estaría vivo— murmuró Sasuke de pie junto al Uzumaki y esforzándose por no parecer sorprendido ante este detalle.

—Pude haberle advertido de algo a Gaara— comentó Naruto como si fuera algo casual. —Ustedes tienen sus secretos, nosotros los nuestros— agregó refiriéndose a su relación y actividades secretas junto a Sakura.

—Perdedor— masculló el Uchiha únicamente pero aceptando su forma de proceder.

—¿Listos? Escuchen, el terreno es diferente pero las reglas son las misma de antes así que no hay reglas; el encuentro continua hasta que un candidato o el otro reconozca la derrota o muera— aclaró Genma Shiranui, encargado de esa fase del examen. —Ya deben saber que si yo determino cuando se acaba esto, puedo entrar y detenerlos cuando sea. No se permiten alegatos, ¿entendido?— ojala no tuvieran que llegar a tanto. —Los oponentes para el primer encuentro serán Naruto Uzumaki y Neji Hyuga, el resto puede ir al área de espera— designó señalando la planta superior.

Los combates ya habían sido acordados al final de la etapa anterior de los Exámenes Chunin; Naruto enfrentaría a Neji, Shikamaru a Temari, Sasuke a Kankuro y por último Kiba a Shino, por lo que ninguno de los demás participantes objeto en retirarse pero antes de hacerlo y compartiendo una mirada con Naruto—no deseándole suerte porque sonaría tonto—, Sasuke chocó uno de sus puños contra el suyo a modo de aliento antes de seguir a los demás; sonriendo ante el gesto de su amigo pero también emocionado en su lugar y acomodando su banda ninja, Naruto volvió la mirada hacia la planta superior encontrando su mirada con la de Hinata quien le dedico una de sus deslumbrantes sonrisas, lo que lo lleno de aliento. Sin perder detalle de este intercambio de miradas entre el Uzumaki y su prima a quien veía como una hermana pequeña que proteger pues era demasiado joven e inocente como para entender que quizás no todo podía ser tan idílico como ella pensaba, Neji frunció el ceño mientras observaba cada movimiento de Naruto con sus orbes perla, no sabiendo si confiar en él. Esta pelea que los enfrentaría—ambos frente a frente solo que con alrededor de un metro—estaba pensada como un combate de exhibición y para que probaran sus capacidades como Shinobi, sin embargo Neji estaba decidido a usar la instancia para probar a este individuo y que tan honesto era.

—Estaba esperando por enfrentarte— confesó Naruto enfocando su atención en el Hyuga.

—Lo mismo digo— asintió Neji pero sin suavizar su mirada, —espero que con esto entiendas lo que son los límites— agregó con toda esa intención.

—Desconozco la palabra, para mí no existen barreras de ningún tipo— difirió el Uzumaki entendiendo a que se refería exactamente. —Por lo que intenta enseñarme lo que eso significa— quería ser puesto a prueba también.

—Mucho mejor para mí— sonrió para si el Hyuga pues así no tendría remordimiento.

—¿Listos?— preguntó Genma por protocolo aunque la respuesta fuese obvia. —Que comience el primer encuentro, ahora— consintió retrocediendo con una sonrisa ladina.

Decir que no estaba emocionado sería una mentira inmensa para Naruto que no pudo evitar sonreír con su característica alegría y arrogancia entremezcladas mientras observaba a Neji que por su parte se mantuvo estoico y receloso, activando su Byakugan y colocándose en posición defensiva para no bajar la guardia pues descuidarse no era una opción; impulsivo, Naruto corrió para arrojarse hacia Neji con toda intención de darle un golpe lo que desde luego no dio resultado ya que el Hyuga bloqueó su golpe sujetando su brazo derecho mientras lo evadía, lo que solo animó aún más a Naruto que dio una vuelta en el aire para volver a arrojarse contra el ojiperla que sonrió ladinamente para sí mientras evadía o bloqueaba con sus palmas cada uno de sus golpes, ¿Qué más se podía esperar de ese tonto que un ataque frontal? Sin dejar de sonreír, pudiendo pelear con Neji usando todas sus fuerzas sin sentirse culpable pues el Hyuga al fin y al cabo era un prodigio, Naruto comprendió que intentar dar golpe tras golpe a Neji no serviría, por lo que tomándose un segundo saltó hacia el Hyuga de manera aparentemente irracional lo que Neji aprovechó para alejar al Uzumaki con un golpe de su palma derecha impregnada en chakra y alargando su mano izquierda lo golpeo con los dedos pulgar, índice y medio en el hombro derecho, haciendo que Naruto retrocediera ante el dolor de la agresión que afortunadamente fue una falsa alarma ya que no había golpeado su red de chakra.

—Acéptalo, no tienes forma de vencerme— determinó Neji no queriendo hacer llorar a su prima si lastimaba al Uzumaki.

—Solo estaba calentando— se defendió Naruto sin hacer desaparecer su sonrisa. —¿Comenzamos?— desafió levantándose del suelo. —Jutsu clones de sombra—realizó la posición de manos correspondiente, invocando cuatro clones.

—No te esconderás para siempre— menospreció el Hyuga percibiendo su estrategia de destruir el chakra uniformemente entre los clones para confundirlo.

—Eso crees— retó el Uzumaki sin dejarse amedrentar. —Nunca me subestimes— aconsejó únicamente o su victoria le resultaría todavía más humillante a él.

Distribuir su chakra entre sus clones de sombra y el mismo era una estrategia inteligente pues evidenciaba que era consciente de la infalibilidad de su Byakugan pero eso no alteró a Neji en absoluto mientras veía a los clones del Uzumaki correr hacia él mientras el rubio parecía permanecer en su lugar como un espectador, ¿Era tan arrogante para hacer algo así? Apoyando sus palmas sobre las espaldas de dos de los clones, Neji evadió los ataques de estos y luego las de otros dos clones que se arrojaron hacia él kunai en mano, no resultándole un desafió en lo absoluto. Congelado en ese último golpe defensivo, Neji fue sorprendido por una veloz patada por parte del Uzumaki y decía sorprendido porque aparentemente el rubio había enviado chakra a sus pies para aumentar su velocidad, pero el Hyuga pronto se recuperó aterrizando en cuchillas sobre el suelo, antes de evitar a gran velocidad los golpes que los clones del rubio intentaron propinarle, aprovechando esta instancia para golpear de lleno a dos de los clones que se lanzaron contra él a modo de ofensiva haciéndolos desaparecer. ¿Él bobo realmente creía que vencerlo iba a ser tan fácil? Neji no pudo evitar ahogar una carcajada para sí, deshaciéndose de los otros dos clones con dos secos golpes en la espalda. Sin moverse de su lugar y observándolo todo con halito impasible, Naruto parecía tener todas las de perder mas no era así.

Tenía un as bajo la manga.


Si eso era lo que Neji quería, Naruto debía confesar que había estado reservándolo para el final pero en ese instante no dudo en correr hacia el Hyuga que lentamente se volvió hacia él en posición defensiva lo que agradeció el Uzumaki porque era perfecto para el plan que tenía mente, estirando su brazo derecho hacia el frente con la palma abierta e infundida en chakra en el característico golpe-defensivo de los Hyuga, el puño suave, lo que sorprendió a Neji que tuvo que evadirlo, intentando encontrarle una explicación mientras Naruto se arrojaba contra él con un golpe idéntico, ¿Cómo un bobo impulsivo e irrespetuoso como él había aprendido a emplear el puño suave? Desde su lugar de honor en las gradas reservadas a la elite de los clanes Shinobi, Hiashi Hyuga alzó la mirada hacia la planta alta encontrando su mirada con la de su hija mayor que sonrió con nerviosismo a modo de disculpa; ahora que habían tan pocos Uchiha no era malo que su hija tuviera cierto control sobre el Jinchuriki del Kyubi ni fuera cercana a él, ¿Pero no era contraproducente enseñarle una habilidad propia del clan Hyuga? Pensando precisamente en ello, Neji se alejó del Uzumaki, aceptando que ya no podía verlo con superioridad o el rubio lo sorprendería con un golpe en su red de chakra terminando la pelea en segundos, puede que el Uzumaki no fuera un experto en el puño suave pero aprender esa técnica ya era un logro.

—¿Cómo?— cuestionó Neji, pero intuyendo que Hinata tenía algo que ver en ello.

—¿Creías ser el único que se pasó todo este tiempo entrenando?— contradijo Naruto únicamente. —Fue difícil pero pude aprender el puño suave— Hinata era una excelente maestra después de todo. —Vamos, ¿Ya te desgastaste?— retó teniendo aún mayores razones para pelear y ahora como iguales.

—Detén esta locura, no ganaras— advirtió el Hyuga si esta pelea podía terminar ya. —No tengo nada personal contra ti— si se relacionaba con su prima…era otra historia.

—Que ternura, me vas a hacer llorar— rió el Uzumaki con sarcasmo. —Tampoco tengo nada contra ti, pero quieres probarme, ¿o me equivoco?— comprendió viendo al Hyuga fruncir el ceño por lo fácil que resultaba de leer. —Olvidemos el Examen, esto es entre tú y yo, ¿te parece?— sugirió realmente queriendo pelear con él.

—Muy bien— asintió el ojiperla volviendo a su posición defensiva y siendo imitado por el Uzumaki.

Ciertamente el Uzumaki no era un experto en el arte del puño suave pero de quien lo hubiera aprendido—Hinata evidentemente pues Neji sabía que el bobo rubio no tenía contacto con otros miembros del clan Hyuga y nadie más le habría enseñado algo así—evidentemente lo había hecho bien, lo suficiente como para que Neji no pudiera confiarse por temor a un impacto de las palmas del rubio lo que terminaría con la batalla y le significaría una humillación. ¿El prodigio de los Hyuga derrotado por la técnica en que mejor se desempeñaba? Pero Naruto Uzumaki tenía razón en una cosa, esta pelea no era una mera exhibición de fuerza ni para contentar a nadie sino que era para que Neji resolviera sus dudas y supiera si él era digno o siquiera posiblemente un candidato aceptable al corazón de su dulce prima, la joya del clan Hyuga…Como de costumbre, su pequeña prima—no era la menor porque esa era Hanabi que era aún más pequeña—Hinata estaba entrenando junto a su padre lord Hiashi en el arte del puño suave, la técnica característica que se transmitía dentro del clan Hyuga, esforzándose visiblemente pese a su naturaleza pacifista lo que el pequeño Neji sabia valorar observando el entrenamiento desde su lugar en el salón sentado junto a su padre Hizashi, hermano gemelo del líder del clan. Era el deber de la rama secundaria proteger a la rama principal del clan pero el pequeño Neji no lo veía así.

Neji, ¿tu destino está claro para ti?— preguntó su padre Hizashi en voz baja. —Solo vives para proteger a la pequeña Hinata y para preservar el poder de la familia principal de nuestro clan— ese era el deber de la rama secundaria del clan.

Lo entiendo, padre— asintió Neji sin dejar de observar a su prima mientras entrenaba.

Ser parte de la rama secundaria era una especie de esclavitud y responsabilidad entremezcladas, pero pese a ser un niño pequeño Neji no veía eso ingenuamente sino que con madurez; su prima era inocente, bondadosa y fuerte aunque no mostraba esta cualidad a cualquiera lo que le resultaba admirable y contradictorio al mismo tiempo, ¿No representaba ella acaso la causa más que justa por la que pelear? Neji no pudo evitar cavilar en aquel recuerdo mientras sostenía la mirada al Uzumaki que se arrojó hacia él, impulsivo en contraste con el arte del puño suave que estaba empleando permitiéndole al Hyuga bloquear sus golpes pero no sin esfuerzo. Tras la fase anterior de los Exámenes Chunin su tío y líder del clan, lord Hiashi, le había entregado un pergamino con la última voluntad de su padre quien había muerto en circunstancias confusas y trágicas para Neji, y tras leerlo había entendido que su padre había muerto por su voluntad y velando por el futuro del clan que era Hinata a quien Neji perdonó todo volviendo a amarla como la hermana menor que nunca había tenido, y por ende su mayor deseo era que su prima de alma noble fuera feliz, ¿pero esa felicidad estaba con Naruto Uzumaki? Esa era la cuestión para él, bloqueando un nuevo golpe del rubio que se alejó de él para marcar las distancias mientras ambos se observaban el uno al otro y teniendo a todos los presentes o asistentes observándolos, sin embargo sentían como si estuvieran solos, peleando por aquello que les era importante y nada más.

—Sé de tu sueño de ser Hokage, y quizás puedas lograrlo si te esfuerzas lo suficiente— mencionó Neji en voz alta, viendo un gran futuro para el rubio. —Pero ser digno de Hinata es solo una fantasía ridícula— diferenció necesitando una prueba de sinceridad de su parte. —Ella es la heredera del clan Hyuga, aspira a algo mucho más grande que un…donnadie— sabía quién era el Uzumaki, pero necesitaba conocer sus intenciones.

—Lo sé, pero la cuestión es que ella me quiere a mí y yo la quiero a ella— contrarió Naruto con una sonrisa de fingida arrogancia pero diciéndose interiormente que ella era todo y él nada. —Hinata me contó de ti, de la marca en tu frente y de tu padre— mencionó sorprendiendo al Hyuga que se esforzó por mantenerse indiferente. —Entiendo que sientas que debes protegerla, pero esto va más allá. Lo que yo quiero es protegerla también; eres como su hermano y no planeo ocupar tu lugar sino que quiero que aprendamos a llevarnos bien— sabía que Neji era muy importante para Hinata y quien fuera importante para ella siempre sería importante para él.

—Aspiras a demasiado, como siempre— menospreció el Hyuga, tocado emocionalmente mas necesitando probar que él era digno de su prima. —Solo podremos sentarnos a dialogar si me vences, y eso lo veo muy difícil— si el rubio lo derrotaba, podrían conocerse y verse como iguales…pero eso no será fácil.

—Me gustan los retos— asintió el Uzumaki encantándole aquella idea.

Realizando la posición de manos correspondiente para concentrar su chakra, esta vez Naruto se enfocó en proyectar parte del chakra del Kyubi para tener la victoria absoluta en este enfrentamiento que le estaba resultando muy divertido, haciendo visible el chakra rojo de Kurama a su alrededor lo que sorprendió visiblemente a Neji que si bien era consciente de quien era Naruto Uzumaki, no pudo evitar estremecerse, siendo sorprendido cuando el rubio apareció en frente suyo en un instante sin que él hubiera visto ninguno de sus movimientos. Es más rápido que antes, pero ¿Cómo?, se preguntó Neji intentando entender lo que pasaba mientras bloqueaba los golpes del Uzumaki, respondiendo a su agresión concentrando su propio chakra en sus golpes haciendo que la fuerza de sus golpes uno contra el otro los alejara, haciéndolos chocar duramente contra el suelo en agujeros que se crearon bajo su peso. El primero en levantarse fue Neji quien, jadeando, se aproximó a donde estaba inconsciente el Uzumaki, ¿Todo había terminado? Apenas el Hyuga tuvo este pensamiento, escuchó el ruido de algo resquebrajándose debajo suyo, bajando la mirada para ver como la tierra se abría a sus pies y de esta emergía Naruto propinándole un contundente golpe en el mentón que lo envió a varios metros de distancia, chocando duramente con el suelo mientras el rubio se acercaba con andar lento hacia él, dirigiéndole una ligera sonrisa…lo imposible había ocurrido, Naruto Uzumaki había ganado.

—Debí adivinar que usarías tu Jutsu Clones de Sombras, después de todo es tu especialidad— consideró Neji en voz alta y esbozando una lenta sonrisa ladina. —Baje la guardia— asumió, reconociendo que había cometió un error.

—A todos nos pasa— menospreció Naruto no queriendo que él se sintiera mal por ello. —Hoy gane, pero me gustaría que entrenáramos juntos, así mejoraremos— sugirió queriendo que se llevaran mejor en esta línea de tiempo.

—Suena como un plan— asintió el Hyuga gustándole la idea, —y quiero conocer a quien está interesado en mi prima para juzgar si es digno— confiaba en el Uzumaki que le sonrió instantáneamente, pero aun no llegaba a una decisión al respecto.

—El ganador es Naruto Uzumaki— anunció Genma Shiranui, siendo evidente ya que el combate había llegado a su fin.

Genma se encontraba visiblemente sorprendido pero en el mejor de los sentidos, admirando la fortaleza que el Uzumaki había ganado teniendo en cuenta el modo en que había afrontado el Examen de Graduación de la Academia y eso todos los Jonin lo sabían, ¿Ante que prospecto se encontraban?, ¿Cuán lejos llegaría y ellos ni siquiera podían imaginarlo? Naruto Uzumaki sin duda se convertiría en un Shinobi muy curioso, sin importar lo que hiciera o decidiera hacer. Desde su lugar en la planta alta junto a los demás participantes de los Exámenes Chunin, Hinata tuvo que cubrirse los labios para no chillar de la emoción como si hizo Sakura a quien sí que abrazó efusivamente antes de correr hacia las escaleras, necesitando felicitar a Naruto y abrazarlo con idéntica sino es que con mayor efusividad. Y por cierto, Naruto fue muy condescendiente con Neji, permaneciendo junto a él hasta que llegó el personal médico para atender sus heridas, sonriéndole hasta el último momento y con una transparencia tal que le dejo más que claro a Neji que sus intenciones con Hinata eran sinceras. Porque así era, solo que esta vez—y Naruto debía reconocerlo—si consideraría la opinión y/o aprobación de Neji en su relación, no olvidando el hecho de que el Hyuga había muerto en su línea de tiempo antes de que Hinata y él fueran pareja y se casaran, pero esta vez todo sería diferente…


—¡Naruto!

—¡Lo hizo!

—¡Es genial!

Como Jinchuriki del Kyubi que era y desde el momento posterior a su nacimiento por el desastre del Zorro de Nueve Colas, Naruto era visto como una amenaza o una representación de peligro para la Aldea de la Hoja y como tal—habiendo vivido para presenciar aquello o bien habiendo crecido escuchando de lo ocurrido por boca de familiares o conocidos—muchos elegían ignorar su existencia, pero en ese momento y tras haber sido testigos del que era por lejos el combate más impresionante que habían presenciado y siendo apenas el primero de esta parte de los Exámenes Chunin, los presentes estaban más que extasiados, aplaudiendo efusivamente mientras el Uzumaki abandonaba la arena. Sonrojado por tanta celebración en torno a la persona, Naruto sonrió nerviosamente a la gente que lo felicitaba a su paso por las gradas y en su camino hacia los niveles superiores donde estaban sus otros compañeros; como Hokage estaba acostumbrado a lidiar con la atención en el presente pero eso no quería decidir que eso lo hiciera sentir menos abochornado o abrumado, sonriendo como un bobo. Sin embargo el nerviosismo de Naruto se desvaneció cuando, en su camino hacia la planta alta, vio aparecer a Hinata que corrió hacia él y el Uzumaki no dudo en hacer lo mismo, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de su esposa y elevándola del suelo entre risas mientras ella se sujetaba de sus hombros.

—¡Sí!, ¡Gane!— gritó de emoción el Uzumaki, aun más emocionado al escuchar reír a Hinata contra el costado de su cuello mientras lo abrazaba,

—Minato estaría orgulloso— juzgó Jiraiya desde su lugar y con una sonrisa ladina.

—Mucho— asintió Kakashi a su lado y con idéntica opinión, —estoy seguro de que lo está viendo, allá donde este— pensaba en ello casi todos los días.

Jiraiya solo había decidido asistir brevemente a los Exámenes Chunin precisamente para juzgar los resultados del entrenamiento al que había sometido a Naruto durante estas semanas y por lo que se levantó de su lugar para retirarse no sin antes intercambiar una mirada de complicidad con Kakashi quien asintió únicamente mientras sonreía bajo su máscara, regresando su mirada al campo de batalla para esperar por los próximos combates como también hacían Kurenai y Asuma sentados a su lado. Sin dejar de sonreír bajo su máscara, Kakashi siguió con la mirada a Naruto hasta perderlo de vista, orgulloso de ver lo mucho que estaba creciendo y como pese a tener tanto en contra estaba labrando su propio camino, ganándose poco a poco el respeto de la Aldea de la Hoja…como su Maestro Minato seguramente habría deseado y también lady Kushina. Tras tan espectacular—pero sin olvidar—primer combate, debía tener lugar el siguiente combate y por lo que la primera de los respectivos participantes en presentarse en el campo de batalla y sin necesidad de invitación fue Temari, moviendo su pesado abanico para apersonarse con gran elegancia, ganándose una sonrisa ladina del réferi Genma Shiranui, pues ver tanto entusiasmo nunca era negativo…sin embargo quien debería mostrar idéntico entusiasmo debía ser el contrincante de la valiente Sabaku, ¿Pero dónde estaba? Aun en la planta alta y observándolo todo como si no le correspondiera pelear ahora.

—El siguiente enfrentamiento será entre Temari Sabaku y Shikamaru Nara— anunció Genma esperando alguna reacción por parte del Nara, mas no fue así. —¡Oye!, ¡Ven acá!— gritó al Nara que se mantuvo en su sitio.

—Que fastidio— gruñó Shikamaru desde su lugar. —¿Por qué tengo que pelear con una chica?— ¿Por qué tenía que pelear solo para empezar?

—No seas así— regañó Sakura ante su actitud, —ten algo de ánimo, tal vez te enamores de ella— mencionó con toda intención y sabiendo lo que traería el futuro.

—Si, como no— masculló el Nara con una visión bastante menos romántica que ella.

—¡Piensa rápido!— advirtió Sasuke entonces, cansado de aquella diatriba sin sentido.

Quizás no fuera la decisión más sensata del mundo—el mismo no se consideraba como alguien sensato—, pero recordando lo que Naruto y la propia Sakura le habían dicho del combate entre Shikamaru y Temari, Sasuke decidió aportar su propio grano de arena para el futuro, chocando su mano derecha fuertemente contra la espalda del Nara que—con las manos ligeramente apoyadas en el barandal y observando el campo de batalla o a su contrincante más bien—estaba ligeramente distraído, empujándolo con la suficiente fuerza para que perdiera el equilibrio y cayera directamente al campo de batalla, aterrizando de espaldas y con aquella monótona expresión de cansancio que tanto lo caracterizaba. Cubriéndose distraídamente los labios con una de sus manos para no reír, esforzándose por contenerse, Sakura volvió la mirada hacia Sasuke quien únicamente se encogió de hombros en respuesta mientras se situaba más cerca de ella, hombro con hombro mientras Naruto y Hinata llegaban a tiempo para poder presenciar el siguiente combate, más que satisfechos con la acción del Uchiha. Con una expresión seria a la par que aburrida, muy semejante a la de su contrincante, Temari no se impresionó en lo absoluto por la forma tan poco elegante en que Shikamaru se presentó en la arena, teniendo una expresión distraída y aprovechando su posición—boca arriba—para ver las nubes e intentar serenarse mientras maldecía interiormente a Sasuke Uchiha por haberlo empujado.

Adiós a causar una buena primera impresión.


Pese a tener la reputación de ser el vago del pueblo, dicho de la forma más elegante por supuesto, increíblemente para todos los presentes en el Examen Chunin Shikamaru Nara dio uno de los combates más asombrosos que se hubieran visto, no se trataba de técnicas deslumbrante como había ocurrido con Naruto y como con seguridad ocurriría con Sasuke—no en vano muchos de los presentes se encontraban ahí para ver pelear al heredero de los Uchiha—, fue diferente; todo se basó en la astucia y en tratar de alcanzar al otro con el único problema de que Temari era casi o tan inteligente como el Nara pudiendo darle alcance y bloquear su Jutsu de Posesión de Sombra, hasta...que valiéndose de un agujero en la tierra creado durante el combate de Naruto y Neji, Shikamaru pudo alargar su sombra y alcanzar a Temari, teniéndola bajo su poder. Genuinamente impresionada por el intelecto y brillantez de su oponente, Shikamaru Nara—un nombre que se prometía no olvidar, era el primero que la vencía en mucho tiempo y sí que había sido un enfrentamiento muy parejo—, Temari tragó saliva en espera de que él le diera el golpe final, era lo apropiado al fin y al cabo la había derrotado, pero no ganaría sin luchar pues aunque él la amenazara con el filo de un kunai contra su cuello, la Sabaku se negaba a rendirse…mas no tuvo que pensar en lo uno ni en lo otro cuando el Nara dejo caer ambas manos.

—Bien, se acabó, me rindo— determinó Shikamaru con tono cansado como siempre.

—¿Qué?, ¿Qué dijiste?— cuestiono Temari sin creer lo que estaba oyendo.

—Use todo mi chakra en ese Jutsu de Posesión de Sombra, me quedan unos diez segundos nada más— justificó el Nara sin intención de hacerla sentir inferior. —Se acabó y ya tenía otros doscientos movimientos en mi cabeza, pero mi chakra está muy gastado— y no quería seguir peleando a decir verdad, mas no tenía nada que ver con ella. —En fin, si hubiera ganado esto tendría que trabajar aún más— se quejó no perdiendo en ningún momento su característica actitud.

—¡La ganadora es Temari!— anunció Genma, absteniéndose de entornar los ojos.

Lo que siguió al anuncio fue un silencio cortante segundos antes de que finalmente detonaran los vítores y aun así existía una sensación extraña en el ambiente porque todos habían esperado que el combate fuera más largo, habían estado tan atentos a ello que los tomó por sorpresa que la victoria se declarara más rápido y todavía más que esto se debiera a que el Nara decidiera rendirse, pero era su decisión, nada podía hacerse al respecto y Temari se lo repitió mientras sostenía la mirada al Nara, ahora libre del Jutsu de Posesión de Sombra. Esta chica llamada Temari era problemática como todas las féminas que había conocido, sin excepción, pero…era menos frustrante, irritante y—valga la redundancia—problemática que las otras chicas que había conocido, era una gruñona loca sin duda pero muy inteligente y astuta, no menospreciaba a sus oponentes sin razón sino que primero los juzgaba por su intelecto, y—volviéndose para dejar el campo de batalla y regresar a las gradas—debía reconocer que era muy bonita. Desde su lugar en las gradas de la planta alta reservadas para los participantes y ciertos miembros selectos—como Hinata y Sakura—, Sasuke suspiro sonoramente y negó para sí de brazos cruzados tras observar aquel combate, una reacción muy parecida a la de Naruto quien mantuvo las manos apoyadas en el barandal mientras suspiraba ante lo que acababa de pasar.

—No me molesta decir que Shikamaru era un idiota en el pasado— habló Sasuke finalmente y emitiendo una honesta opinión.

—Quisiera defenderlo, pero no sé me ocurre como— negó Naruto completamente de acuerdo con él.

—Yo me pregunto qué le vio Temari— consideró Sakura por su parte, —es un gran tipo y todo pero su flojera y manía de ver todo como un fastidio es irritante— Sasuke podía ser irritante a veces pero Shikamaru rebasaba todos los limites.

—Temari siempre dice que puede obligarlo a hacer lo que ella quiera— comentó Hinata a su lado. —Entre ellos se entienden— rió para si ya que tampoco podía entender el cómo ambos tenían un matrimonio tan sólido.

Sonriendo para sí y negando mientras intercambiaba una mirada con Hinata, ni Sakura ni ella quisieron profundizar en aquel tema. Todas las parejas tenían algo que las distinguía o diferenciaba de las demás; Naruto y Hinata eran pura ternura pero al final del día Hinata podía imponerse y sabía que de uno u otro modo Naruto acabaría haciendo lo que ella quería si estaba enojada, intentando aplacar su ira; Sakura y Sasuke por otro lado eran pasión y fuego puro y como tal se confrontaban el uno al otro, encendiéndose y apagándose por su compenetración en un tira y afloja que los enardecía; y otras parejas como Shikamaru y Temari se basaban en ser conscientes el uno del otro y no intentar pelear porque eso significaría perder tiempo, por lo que al final uno de los dos elegía dejar que el otro tuviera el control, en este caso Temari. El momento del siguiente enfrentamiento por fin había llegado y Sasuke no pudo evitar sonreír ladinamente, por un lado por lo ansioso que se sentía de pelear para destensarse pero también porque sabía que la verdadera confrontación estaba a punto de empezar y no sería contra Kankuro realmente sino contra los invasores que servían a Orochimaru y lo confirmo volviendo la mirada hacia el Sabaku del otro lado de las gradas, asintiendo secamente como única señal y viéndolo hacer lo mismo, pero tendrían una pelea digna de tanta espera si es lo que los presentes tanto querían.

—A continuación el siguiente encuentro; Kankuro Sabaku y Sasuke Uchiha— anunció Genma finalmente.

—Ya era tiempo, se estaban tardando— comentó Sasuke con fingida arrogancia y para no perder costumbre.

—No seas tan arrogante— regañó Naruto pese a saber que no tenía caso. —Da una buena pelea y recuerda que Kankuro es un amigo— mencionó conociendo muy bien a su mejor amigo.

—No me haré responsable si me saca de quicio— se excusó el Uchiha por cualquier exceso que surgiera de su parte. —En el pasado no me agradaba— como mucha gente cabe añadir.

—Ni tu a él seguramente, pero eso te da igual— obvió Sakura acercándose a él para acomodarle el cuello de la camiseta. —Reduce tu locura, por favor— pidió en voz baja.

—No prometo nada— contestó él entrelazando su mirada con la suya.

Aunque tuviera un control tan férreo de sus sentimientos, Sasuke no era capaz de realizar lo que podía considerarse una pelea de exhibición, ¿Qué quería decir esto? Que como Uchiha que era y al verse inmerso en una batalla simplemente no controlaba lo que pudiera pasar y peleaba con todo cuanto tenía porque no conocía otro modo de hacerlo, mas en esta ocasión sabía que debía contenerse porque ocurriría algo muchísimo más importante como para solo concentrarse en su victoria, pero sí que trataría de darle a los presentes—que vitorearon al solo escuchar quienes se enfrentarían en esta oportunidad—aquello por lo que habían venido, por una vez. Despidiéndose de su hermano Gaara así como de su hermana Temari que acababa de regresar a las gradas tras su victoria, Kankuro bajo las escaleras en su camino al campo de batalla plenamente consciente de lo que sucedería gracias a las advertencias que el Uzumaki les había dado al final de la anterior etapa de los Exámenes Chunin; en contraste con él y queriendo terminar con todo rápido, Sasuke bajo de las gradas de un salto aterrizando en cuclillas sobre la arena para gran entusiasmo de los presentes pero ello no pareció importarle mientras se erguía y volvía la mirada por sobre su hombro, enfocándola en Sakura quien asintió como única respuesta de que se encargaría de todo como habían acordado. El plan estaba en movimiento…


PD: Saludos mis amores, prometí que actualizaría esta semana y lo cumplo, disculpándome por haber tardado tanto tiempo en actualizar esta historia pero quería redactar apropiadamente el capitulo y he de decir que estoy muy conforme con el resultado, agradeciendo como siempre su apoyo, deseando siempre que mi trabajo sea de su agrado:3 las próximas actualizaciones serán "El Sentir de un Uchiha", luego "Dragon Ball: Guerreros Saiyajin" y por último "A Través de las Estrellas" :3 esta historia esta dedicada a mi querida amiga y lectora DULCECITO311 (dedicándole cada una de mis historias como siempre, disculpándome por tardar en actualizar), a mi hermosa Ali-chan1996 (adorando sus hermosos comentarios y dedicándole esta y todas mis demás historias por su amabilidad), a Guest (a quien dedico este fic de todo corazón por ser quien aprobó la historia en primer lugar) a abrilfrijo03gma (agradeciendo su aprobación y dedicándole esta historia), IxSpaceCadetxl (dedicándole esta historia como siempre y esperando que cada nueva actualización sea de su agrado), mei24 (agradeciendo que la historia sea de su agrado y dedicándole esta historia), a manu (prometiendo realizar fics o capítulos así más adelante, no tengas duda), a lari5 (disculpándome por tardar tanto en actualizar), a Nina Lee (agradeciendo su apoyo, y esperando que este nuevo capitulo sea de su agrado), a carlos29 (agradeciendo su amabilidad y dedicándole este capitulo), thaliacdr324 (esperando que la actualización sea de su agrado), Rouss (dedicándole este capitulo por su amabilidad), a Lucy.H2 (agradeciendo que el Sasuke que representó sea de su entero agrado), y a todos quienes siguen, leen o comentan todas mis historias :3 Como siempre, besitos, abrazos y hasta la próxima.

También les recuerdo que además de los fics ya iniciados tengo otros más en mente para iniciar más adelante en el futuro: "Avatar: Guerra de Bandos" (una adaptación de la película "Avatar" de James Cameron y que pretendo iniciar pronto), "La Bella & La Bestia: Indra & Sanavber" (precuela de "La Bella & La Bestia"), "Sasuke: El Indomable" (una adaptación de la película "Spirit" como había prometido hacer), "El Siglo Magnifico; Indra & El Imperio Uchiha" (narrando la formación del Imperio a manos de Indra Otsutsuki en una adaptación de la serie "Diriliş Ertuğrul") :3 Para los fans del universo de "El Conjuro" ya tengo el reparto de personajes para iniciar la historia "Sasori: La Marioneta", por lo que solo es cuestión de tiempo antes de que publique el prologo de esta historia. También iniciare una nueva saga llamada "El Imperio de Cristal"-por muy infantil que suene-basada en los personajes de la Princesa Cadence y Shining Armor, como adaptación :3 cariños, besos, abrazos y hasta la próxima :3