Muy buenas a todos y a todas , lamento mucho haber tardado tanto.

Recomendaciones antes de leer:

historia desde el principio.

2. No odiar a la escritora.

3. Disfrutar de la lectura.

4. Perdonar a la Autora.

¡Que disfruten!

Nota: Los personajes no me pertenecen, son del gran Masashi Kishimoto. La historia sí.


Capítulo 4.- «Libre atadura»

«Lo que cuenta no es la fuerza del cuerpo, sino la fuerza del espíritu (J.R.R. Tolkien)»

Se sentía mal...

Estaba al borde del precipicio.

¿Confesar o no confesar?

¿Decirle o no la verdad?

¿Seguir leyendo o no el diario de Neji y confirmar sus sospechas sobre los sentimientos del Hyûga hacia su esposa?

Debía de admitir que aquello lo incomodaba, por no decir aterraba.

Tomó la decisión hace ya mucho tiempo y él, no retrocedía sus palabras, Iba a leerlo, si o si con todo lo acarrease.

Entonces... ¿Por qué mierda había abierto la boca tan imprudentemente?

-Hinata, te he mentido. - Soltó sin poder contenerse ocultando su rostro en su cuello suspirando su aroma cual narcótico. A la vez que recordaba el título de la siguiente entrada...

"Libre atadura"

- ¿Qué? -

.

.

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Mentir no era la mejor de las opciones para una persona como Uzumaki Naruto, sin embargo, el fin justificaba los medios …

Confesarle a Hinata que había profanado lo que serían las memorias de su querido primo no era una opción viable, pero si, una que lo estaba consumiendo.

¿Su nombre?

Curiosidad

Y...

Dejarse seducir por la curiosidad no es mala elección.

¿Entonces?

La miro a los ojos con intensidad.

Ella a él con curiosidad.

Ya había decidido.

- ¿Naruto? - Interrogo Hinata mientras se alejaba sutilmente de su esposo, extrañada de sus palabras.

El rubio, sin embargo, cerró los ojos y suspiró con fuerza.

Ocultar la verdad.

Sonaba mejor así.

-. ¿Naruto, en que me has mentido? - él la miro a los ojos alejándose sutilmente mientras una de sus manos tapaba su boca a la vez que cerrando los ojos.

-Naruto...-siseó ella con énfasis, mientras que el rubio agachaba la mirada, liberando su boca para posar sus manos en su cintura.

-Hinata...-tomo aire elevando la vista. -Siento mucho no haber dicho la verdad…-

-Naruto me estas asustando, ¿Qué pasa? ¿Es grave? -La Hyuga empezó a ponerse nerviosa.

-No es grave, pero...creo que ...no se si podré estar con ustedes en navidad...-Fue lo primero que se le ocurrió. No iba a confesar.

¡No ahora!

Tenía que leer ese bendito diario.

- ¡ah! Por dios Naruto …que susto...pensé que sería algo peor. - suspiró aliviada posando su mano en su pecho

-Hinata...-pronunció su nombre con dejé dramático. - Si lo es, yo no quiero perderme las navidades por culpa del trabajo y no estoy seguro de llegar a tiempo…-Musitó.

Aquello que decía era verdad, no mentía, el volumen de trabajo que tenía era excesivo y a la larga le preocupaba perderse varios momentos familiares.

Las circunstancias eran estas...no lo sabía con exactitud, pero esa pequeña confesión de cierta manera ayudaba aliviar su culpa.

Una cosa por otra.

-Bueno, no te preocupes. Tu intenta venir Lo más pronto posible. Yo me encargo del resto, pero ahora ...-pronunció ella mientras empuja sutilmente a tu esposo hacia las escaleras. -ve a darte una ducha yo me ocupo de dejar esto limpio y te espero en la cama. -sonrío mientras observaba al rubio subir las escaleras con una sonrisa relajada.


El agua de la ducha caí sutil sobre su cuerpo quitando los últimos restos de jabón sobre él.

Se pregunto de cierta manera como es que en un lugar así los seres humanos tenían la capacidad para reflexionar mil y una cosa en un habitáculo tan pequeño o grande, según tú nivel adquisitivo. E incluso se atrevían a cantar.

¿Sería el sonido del agua?

¿Sería acaso el hecho de sentirse relajado?

¿O tal vez fuese el cansancio?

No lo sabía. Pero lo que sí sabía es que había vuelto a pensar en todo lo que había leído hasta ahora.

Debía admitir que Neji escribía y se expresaba de maravilla. Eso se podía apreciar en la evolución de sus relatos. Incluso, llegó a sentir cierta envidia de esa forma tan … ¿Cómo podría decirlo? ¿Atrayente? ¿Maravillosa manera de escribir? Cada vez eran mejores, Tanto así, que había empezado a vivir sus sentimientos.

No sabía cómo describirlo con palabras, de alguna forma Neji tenía un vocabulario amplio, exquisito, variado, era increíble leerlo, debía de admitir que de vez en cuando tenía que echar mano del diccionario para saber algún que otro significado.

Suspiro, mientras movía su cabeza de lado a lado sacudiendo el agua que caía de su cabello.

Aquello podría ser bueno o malo según se vea, el vivir sus sentimientos a través de la lectura, le resultaba contrariado en su foro interno, sobre todo lo que sentía por Hinata.

Destacando este último.

De cierta forma o manera se sentía orgulloso por haber ayudado al Hyuga.

Después de leer desde la perspectiva de Neji, como fue su enfrentamiento, lo que significó para el genio, no se imaginó a que grado o, mejor dicho, no era consciente de cómo ayudó al Hyuga a cambiar su visión de la vida, su destino ...dejando atrás esa personalidad fatalista que había desarrollado desde la muerte de su progenitor.

Bueno, no estaba seguro, pero, si podía afirmar que había revivido todos y cada uno de los sentimientos que ambos habían tenido durante su combate.

Tomo una toalla mientras secaba su cuerpo a la vez que su mente viajaba al mundo de las preguntas sin respuestas

Cosas que a lo mejor él suponía o daba por hecho, pero, cabía la posibilidad de ser ciertas, como de no.

¿Quién escondió el diario allí?

¿El propio Neji antes de irse a la guerra?

¿Hinata habría leído el diario y fue ella quien lo dejó ahí?

¿Hasta dónde habría escrito el Hyuga?

¿Por qué estaba escondido?

¿Cuáles eran sus verdaderos sentimientos?

¿En qué pensaba?

¿Qué soñaba?

¿Con quién soñaba?

¿A quién amaba?

¿Por qué en aquella foto de Hinata había escrito: "Porque eres tú lo que realmente quiero proteger... Hinata-sama"?

¿Por qué le asustaba descubrir algo que implique a Hinata...?

¿Por qué?

Con esas preguntas termino de vestirse ajeno a unos ojos perla que lo miraba con cierto disimulo detrás de la portada de un libro.

Hinata disfrutó el observar a su esposo vestirse después de tomar una ducha.

Lo atisbo minuciosa, detallando cada gesto, cada movimiento…Su semblante serio, su pelo mojado, su torso atlético marcado por el sello del nueve colas…

Podrían decir que era un sello maldito, pero ella nunca lo vio así…Para Hinata era todo lo contrario.

Debía confesar que ese dibujo en su abdomen era excitante, erótico, perversamente sensual… le daba un toque…que no sabría como descubrir porque el único lenguaje que venía a ella era obsceno.

Ella lo había tocado, besado, lamido y era delicioso…

Suspiro ardiente mientras Naruto terminaba de dejar las cosas en su lugar ajeno a los pensamientos libidinosos de su mujer.

A su mente llegaron una serie de imágenes pornográficas en las cuales Hinata Hyuga y Naruto Uzumaki eran los únicos protagonistas.

¡Y no era para menos!

No por nada Naruto tubo como maestro al gran Jiraya, aparte de ser un ninja excepcional, también había sido un buen maestro en las artes de la narrativa erótica.

Y Naruto, como buen aprendiz, había practicado cada una de ellas con su cuerpo, y no pudo, ni quiso resistirse al cosquilleo en su entrepierna demandando por lo que Naruto tenía metido en sus bóxers.

Dejó el libro en la mesita de noche presa de su excitación inminente, se encogió de rodillas apoyando en ellas sus brazos y posterior su cabeza, oteando con intensidad como Naruto se acercaba a la cama.

-. ¿Todo bien? -interrogó él.

Hinata asintió afirmativamente, observando como su rubio se metía entre las sábanas.

-Estoy tan cansado…-Dijo recostándose de lado admirando la preciosa figura de su Hinata-chan.

Ella sonrió antes de contestar.

-Te esfuerzas demasiado Naruto-kun…-Arrastro sus palabras lacerando su lujuria.

¿Podría sentirse culpable acaso de necesitar llenarse de él?

Sabía de sobra que Naruto estaba agotado, pero ella también tenía agotada la paciencia en lo que concierne a sus necesidades como mujer.

Deseaba a su hombre más que a nada en ese momento…y ciertamente le resultaba más fácil culparlo a él de su deseo sexual. Ya que había sido el propio Naruto quien había despertado en ella a la bestia de la lujuria.

- ¿Tú no estás cansada hoy Hinata? - Inquirió con suspicacia al atisbar como los ojos de su mujer parecían debatirse en decirle algo…

¡Espera!

Algo hizo "click" en su cerebro.

¿Acaso Hinata había descubierto su secreto?

¿A lo mejor fue ella quién escondió el Diario?

Trago saliva. No podía ser.

Preso de un pánico que parecía delatarlo, intento disimular, sonrió esperando que ella contestara su pregunta.

-Estoy un poco cansada, pero no mucho, la verdad es que…- ¿Por qué no podía decirle que lo necesitaba? - Te estaba esperando para darte un masaje…- Fue lo primero que se le ocurrió, no quería que Naruto se durmiera. Pero tampoco quería que Naruto se esforzara tanto…estaba agotado…y ella quería sentirlo dentro…

Por su parte, Naruto respiro aliviado, pero a la vez la lanza de la culpa lo hinco de nuevo.

-No tienes por qué, no te preocupes, es mejor que lo dejemos para otro momento, lo más sensato es que nos durmam…-

-Insisto. – Sentenció sin dejarlo terminar su argumento. - Es más, siéntate a la orilla de la cama, sé que has estado muy estresado estos días, y estoy segura de que tendrás muchos nudos en la espalda, por favor…-Suplico en un tono errante, enigmático para el gusto de Naruto…Y…esos ojos perlas parecían devorarlo. -Deja que hago esto por ti, por favor…Naruto-kun…-Los oídos de Naruto captaron algo que le provoco un delicioso escalofrió y un tirón en sus bóxers.

Hechizado por ese tono de voz y la mirada que había usado Hinata acato de inmediato, cual esclavo obedeciendo a su ama.

Se sentó en el borde de su lado de la cama dándole la espalda, intentando descifrar que hechizo había usado su esposa para provocarle esa sensación que, ahora mismo que sentía sus delicadas y preciosas manos en su espalda estaban taladrando sus sentidos.

-Por favor quítate la camiseta Naturo-kun…- Y así lo hizo, se la quito y la dejó a un lado.

Cerro enseguida los ojos al sentir sus manos sobre su piel, ese no era un masaje cualquiera, lo podía intuir de la forma en que Hinata movía sus manos sobre su espalda.

Hacia círculos, formas geométricas, subía y bajaba martirizando su lado salvaje y libidinoso. Sin duda alguna estaba haciéndole perder el norte.

Resoplo con sonoridad cuando sintió el aliento de ella en su cuello junto a un inocente beso, el vello de su nuca se erizo dándole una corriente eléctrica que fue a parar a sus pantalones de dormir que, parecían formar una tienda de campaña.

Echo su cabeza hacia atrás cuando Hinata paseo sus manos por su torso y abdomen avivando las llamas de la pasión en su interior.

-Hinata-chan…-Suspiró extasiado. - ¿Qué pretendes …? -Arrastro su pregunta cada vez más caliente.

-Shhhh…Tú solo disfruta Naruto-kun…-Contesto inocente.

-Hinata…Yo no me merezco esto…de verdad …-Se estaba perdiendo en su obsceno sentir mientras su cerebro lo martirizaba con su pecaminoso acto de mentira.

-Hinata…-Suspiró su nombre perdido entre la culpa y la lujuria. -No sigas por ahí…-Advirtió al sentir como ella paseaba discretamente sus dedos por el elástico de su pantalón de pijama.

- ¿No…No te gusta el masaje…? -Pregunto perdida en su deseo egoísta y lascivo.

Naruto se tensó y mordió su labio inferior cuando el dedo corazón de su esposa levanto el elástico de su pantalón rozando su miembro hinchado incitándolo a pedir más.

-Claro que me gusta…-Contesto seducido por el deseo. -Es más…-Enunció girándose para quedar frente a ella agitado y más duro que una vara de metal. -Te voy a hacer el amor ahora mismo y te puedo asegurar que eso sí que me quita el estrés. -

La besó y ella lo recibió más que gustosa. Abrió su boca para dejar que sus lenguas siguieran hundiéndolos en sus más bajos instintos.

Naruto se encontraba de pie frente a la cama mientras Hinata estaba de rodillas alzando su cuerpo rodeándole el cuello con sus brazos para profundizar así el beso, mientras jugaba con el pelo rubio de su amante en un gesto de victoria personal.

Naruto se restregó descaradamente al sentir la dureza de sus pezones contra su pecho. Ese sujetador de tela transparente era toda una tentación.

-Mmmmm…Que buena estás Hinata-chan…-Ronroneo entre sus labios tomándola de las nalgas restregándose más aún mientras las apretaba con fuerza y ansias.

Hinata por su parte gimió gustosa no pudiendo aguantar más. Se lo dejó claro y sin Tapujo.

-Hazme tuya Naruto-Kun…-Mordió el labio inferior de su esposo bajo su atenta mirada. -Quiero que estés dentro de mí…-Lo beso con vehemencia. - Qui…quiero correrme…-Oír aquello le bastó para perder la razón.

La apegó más a él aún. La ropa era un estorbo de la cual se iba deshacer de inmediato.

Hinata acaricio su torso con ansias, mientras él le quitó el camisón y el sujetador dejándola solo en braguitas para su gusto perverso y personal.

-Hinata…-susurró acalorado. -Intenta no gritar, y si lo haces…-La besó sofocado de placer. -Bésame y méteme la lengua hasta la campanilla si quieres...-La besó profundo masajeando sus pechos escuchándola gemir contra sus labios. -Y Clávame las uñas con fuerza, quiero sentir tu deseo en mi cuerpo…-

¿De dónde había salido ese Naruto tan descriptivo?

-Mmmm…Si…-Susurro gimiendo mientras besaba su barbilla.

-¿Si?…-Musito ronco mordisqueando y lamiendo el lóbulo de su oreja mientras Hinata se agarraba con fuerza a sus hombros suspiran un "por dios" que lo hizo sonreír cuando su mano vendada se metió en sus bragas acariciando descaradamente su trasero ,trazando un camino que tuvo como resultado final la entrada de su dedo corazón en su húmeda vagina.-Pues no te veo hacerlo, porque estas gimiendo y no me estás besando...-Resoplo malicioso observando como esos ojos perla lo estaban devorando como si fuese el más exquisito mangar.

Hinata tomó su rostro entre sus manos y lo besó tan apasionadamente que Naruto tembló del gusto. Hinata le estaba transmitiendo toda la necesitada que él mismo sentía por ella.

El puto trabajo…se maldijo a sí mismo por estar descuidando a su mujer en ese aspecto.

Mordió, succiono y hundió su lengua en su cavidad hasta que les faltó el aliento. Hinata le hizo maldecir por cortar aquel genuino beso. Literalmente su esposa se lo estaba comiendo y él no iba a quedarse atrás.

Se bajo los pantalones y los calzoncillos de un tirón mientras sus pies se encargaban de retirarlo por completo y echarlos a un lado.

Los besos se empezaron a esparcir por cada parte de sus cuerpos. Naruto besaba su mentón mientras sus manos apretaban y acariciaban su cintura, su trasero, envolvió sus pechos con ambas manos estrujándolos con suavidad, mientras bajaba hacia ellos para lamer sus pezones.

Hinata por su parte, apretó sus labios para no jadear sonoramente al percibir como su rubio esposo masajeaba, lamía de arriba abajo sus adoloridos y excitados pezones, pero no pudo retener un gemido cuando Naruto los chupo.

-Aaaahhhhh…Mmmm…Así, así…-Gimoteó disfrutando del placer de la carne. - Más, más…-Inquirió ansiosa atrayendo la cabeza de Naruto hacía el interior de sus senos.

El séptimo Hokage De la Villa de la hoja olvido por completo quien era en ese momento, porque enterró su rostro entre las tetas de su mujer entrujando su cara entre ellas con ayuda de sus manos gimiendo ronco de placer.

Por su parte Hinata estaba perdida en oleadas de placer incompletas, cada vez quería más. Sin embargo, una parte de ella era consciente de que Naruto tenía que madrugar mañana y no quería hacer que trasnochara así que, lo mejor sería que ella se encargara esta vez de hacer el trabajo de cardio.

-Naruto-kun…-Lo llamo con esfuerzo mientras alzaba con suavidad su rostro.

Aquello que sus ojos perlas vieron fue impactante. Su corazón latió aún más rápido y sus mejillas se colorearon más de carmín.

¡Era un dios griego lo que tenía por esposo!

- ¿Hinata…? -preguntó agitado y extraño al ver el semblante sorprendido de su mujer.

Naruto Uzumaki era un hombre bello, guapo, atractivo y de eso fue consciente siempre Hinata y las que no eran ella. Más de una vez pudo ver como varias mujeres se le insinuaban y el cortésmente las esquivaba. Pero lo que nadie sabía, ni sabría nunca, es que Hyuga Hinata de Uzumaki sería la única mujer en la vida del Séptimo Hokage De la Villa de la hoja que vería su rostro excitado y lujurioso, sucumbiendo solo y para ella.

Sus ojos zafiros se oscurecían y pasaban hacer llamas azules. Su boca ligeramente entre abierta brillante por la saliva esparcida es sus pechos resbalando sutilmente por su comisura mientras intentaba coger bocanadas de aire y, Su piel bronceada sonrosada y sofocada por el placer que solo ella le brindaba…

Volvería loca seguro a cualquier mujer. Pero ella no era cualquiera, ella era su mujer, su hembra como decía él muchas veces. Por ello esta noche ella le daría placer, mucho placer.

- ¿Hinata…? -Volvió a llamar.

-Naruto-Kun…déjame a mí…-él la miro un tanto extraño, pero se olvidó por completo de lo que fuera que iba a decir o pensar cuando Hinata empezó a dibujar un camino de besos calientes y húmedos por su rostro, bajando por su cuello, succionó ligeramente su manzana de Adán haciéndolo gemir roncamente.

-Aaaahhhhh…Hinata… ¿En…en qué estás…mmmm…pensando…Ughhh...-?

-En…-Beso y lamió ligeramente su sello. -Hacerte disfrutar…-Bajo aún más haciendo que Naruto pegara un respingo y tragara duro cuando su aliento rozó su miembro. -

-No…No me quiero cor…Oooohhh…Mmmmm…Hina…-

Ni tiempo le dio hablar cuando su dulce mujer se introdujo con suavidad su miembro en la boca haciéndolo echar la cabeza hacia atrás, cerrando complacido los ojos, gozando así de su pecado capital favorito.

La lujuria.

Le había enseñado demasiado bien, y se felicitó por ello porque Hinata lo estaba haciendo gemir con fogosidad. Haciéndelo perder la cordura, la conciencia, y a él mismo.

Por otra parte, Hinata se sentía poderosa, porque tenía sumisamente en sus manos al gran héroe de la Hoja suspirando, temblando y gimiendo de placer por y para ella. Subió y bajo a lo largo de su falo, jugando con su lengua en su glande mientras él hacía lo imposible por no relinchar como un caballo.

Sintió como Naruto acariciaba su cabello y la ayudaba con los movimientos del acto. Se apoyó de sus manos para masajear sus testículos, luego hizo lo mismo con su miembro mientras lamía sus huevos.

Miro durante un instante a Naruto quien se encontraba con los ojos cerrados y tapando su boca con su mano vendada. Ver aquello la hechizo incitándola a hacerlo aún más lascivo. Se la metió por completo en la boca mientras sentía chorrear y palpitar su propio sexo.

El tiempo se hizo abstracto, y no supo cuánto estuvo complaciéndose a ambos, pero lo que sí sintió y oyó fue a su esposo corréese en su boca haciéndola sentir satisfecha.

-uh…Ugh…aaahhh…esto se siente…-acarició con un poco de brusquedad la melena de su esposa en busca de más. -aaahh…jodidamente…Uhggg…bien Hinata-channnn…-Agarro con fuerza su cabeza cuando sintió aquella corriente eléctrica de placer que lo iba a dejar en la inconsciencia.

Echo su cabeza hacia atrás, cerros sus orbes azules y empujó la de su amante hacia así.

-Me…corro…-susurró ronco entre dientes mientras su orgasmo lo golpeaba.

Hinata lo recibió gustosa, estaba caliente en todos los sentidos. En cuanto percibió que se había vaciado se alejó de él unos centímetros para observarlo.

Naruto estaba sofocado, con su rostro sudoroso y un poco desorientado por el orgasmo. Y eso la fascinaba.

El Uzumaki abrió lentamente los ojos para encontrase con la imagen que más amaba en su vida.

Su Hinata lo observaba perdida en la lujuria y él estaba perdidamente enamorado de ella. Nadie conocía ni conocería esa faceta de Hinata, lo volvía loco literalmente, más aún cuando se lo tragaba.

Qué mujer tan ardiente tenía y tendría toda la vida. De eso se iba a encargar personalmente él.

Poco le importaba que los demás siguieran pensando que era dulce, sumisa e inocente, solo él sabía quién era realmente la princesa del Byakugan.

-Te amo, te amo mucho…-Le dijo mientras tomaba entre sus manos el rostro de su mujer para besarla con fervor. -Hinata…suspiró enamorado su nombre. -No estas ni tibia si piensas que con estos es suficiente. -Sonrío ladinamente mientras una ojiperla sentía como su espalda tocaba el mullido colchón mientras sus piernas eran abiertas sutilmente y su cadera se quedaba a la orilla de la cama haciéndola suspirar entre el asombro y la excitación.

- ¡Espera, Espera, ¡Naruto! Tienes que descansar y…-No le dio tiempo a terminar la frase que fue silenciada por los dedos de su esposo.

-Shhhh…Aún faltas tú amor mío…-Deposito un tierno beso en sus labios y otro en su frente. -No planeo dormir toda la noche después de eso Hinata. -

Ella le sonrió con ternura tomando su rostro para besarlo con delicadeza.

-Te amo mi Naruto-Kun…-

-Y yo te amo más que a mi vida ¡Dattebayo! .-

Se volvieron a besar, pero esta vez el beso fue tortuosamente lento, amoroso, cargado de necesidad, saborearon cada parte de sus cavidades a conciencia mientras él le quitaba las bragas.

Naruto se separó de su esposa agitado, pero sonriendo malicioso ante el pensamiento lascivo que tuvo, Hinata se quejó silenciosamente por su despego.

Porque si ella estaba hambrienta, él estaba famélico.

Se arrodillo ante la atenta mirada de una ojiperla que apretaba sus labios intentando frenar sus ansias por sentirlo dentro. El séptimo Hokage la hizo arqueas su espalda, apretar con fuerza las sábanas de su lecho cuando sintió su juguetona lengua en su sexo.

-Aaahhhh…Ugh…mmm…-Gimió Hinata al sentir como su rubio esposo empezaba a torturarla deliciosamente.

Rozó con la punta de su lengua su clítoris, haciéndola temblar del gusto. Dejo caer su cuerpo sobre el colchón cuando Naruto metió sus dedos en ella sucumbiendo al ritmo perverso que la estaba haciendo perder la cabeza. Cerro los ojos gozando del placer del sexo incitándolo a continuar moviendo sus caderas al compás de esa danza infernal hasta caer en los brazos de su orgasmo.

Percibió como Naruto mimaba uno de sus pechos haciéndola hipar con ganas, ya casi había olvidado que no eran los únicos habitantes de esa casa, por ello agradeció y se excito más cuando su esposo metió uno de sus dedos en su boca.

Lo lamió y lo saboreó con gusto haciendo chorrear de preseminal el falo a su esposo al ver tal majestuosa estampa.

Estaba más que caliente, estaba en ebullición, había pasado tanto tiempo sin sentirse así de amada y deseada que no quería parar, quería cada vez más, quería desfallecer sobre él, quería que ambos murieran de placer juntos.

No pasó mucho tiempo cuando sintió aquella sensación que echaba tanto de menos. Su vientre cosquilleo, ardió, su cuerpo se tensó y de un momento a otro su clímax llegó haciéndola jadear con vigor.

Naruto la observó fascinado, relamiéndose los labios, decir que estaba cachondo se quedaba corto. Le dolían los huevos, y eso que Hinata se había encargado de él hace unos instantes. Verla retorcerse de placer era un pecado por cual iría gustoso al infierno.

No le dio tiempo a que recuperara el aliento. Enseguida elevo sus caderas penetrándola sin contemplación haciéndolos soltar un jadeo al unisonó.

-uh…Ugh…aaahhh…esto se siente aún mejor Hinata-chan…-Echó ligeramente su cabeza hacia atrás mientras movía sus caderas a un ritmo tortuoso.

Posiciono sus bellas piernas en sus hombros mientras besaba sus tobillos amoroso. Hinata lo observo con ojos semicerrados empapada completamente por el placer lascivo de la lujuria.

Los embates comenzaron hacerse fuertes y profundos, tanto que ambos estaban perdidos en el goce, sincronizados en el baile pecaminoso del cual estaban saboreando grotescamente.

De un momento a otro, Hinata exclamo una protesta en forma de quejido al sentir como Naruto salía de su interior para tomarla de la mano y llevarla hasta su boca. Él la besó con fervor, con ansias, susurrándole lo mucho que la amaba y lo mucho que lo hacía sentir cada vez que estaban juntos en la intimidad entre caricias suaves y bruscas. Ella correspondía con besos más exigentes ronroneando aquellas palabras obscenas que tanto le gustaba oír al Uzumaki.

Sabía a la perfección lo que hacía perder la cordura a Naruto. Él se había encargado de hacérselo saber todos estos años, al igual que ella había descubierto los suyos, y, El septimo Hokage sabía cómo hacer perder el juicio a la princesa del Byakugan.

Y una de ellas, era hacerlo contra la pared.

-Vamos, sube…-Murmuró besando su cuello a la vez que subía la pierna de su amada a su cadera.

Hinata no tardó mucho en subirse encima rodeando su cuello con sus brazos ansiosa.

-Naruto-kun…-Se quejó suspirando al sentir como sus manos separaban sus glúteos preparando la entrada de nuevo del maravilloso miembro de su marido. -

-Shhhh….Hinata…Déjame follorte como te gusta amada mía.-

¿Para qué quería oír más?

¿No se suponía que era ella la que iba a darle placer? ¿La que lo iba a montar hasta hacerlo desfallecer?

¿Entonces por qué ahora estaba deliciosamente atrapada entre la fría pared y el fornido, sudoroso y caliente cuerpo de su amado Naruto-kun jadeando en su boca sin control?

-Aaaaahhhh….así, así…más, más fuerte….Aaaahhh….-

Hinata lo abrazaba con fuerza, gimiendo contra sus labios, en su cuello, en su oído, mordiendo su hombro, haciéndolo perder la sensatez. Poco les importaba a esas alturas el volumen de sus voces o el de sus propios cuerpos.

Estaban perdidos en su propio deleite.

Volvieron a besarse, acariciarse, desesperados como si fuese la primera vez que sus almas y cuerpos se reencontraban.

Sus senos se aplastaban en su torso subiendo más la temperatura del deseo. Hinata mordisqueo sutilmente el lóbulo de su oreja, su cuello y su hombro haciéndolo resoplar sonoramente.

El vaivén era un frenesí que el climax la golpeo primero a ella haciéndola clavar sus uñas en la espalda masculina de su amante quien no tardó mucho en derramarse en su interior con un alarido apaciguado por el cuello de su amada.

Naruto apoyó una mano en la pared salvaguardando así el equilibro para ambos después de tal orgasmo, sujetando con la otra el cuerpo de su mujer agitados.

Tras unos instantes de disfrutar de su clímax, Naruto la llevó a la cama depositando su cuerpo con cuidado para no aplastarla. Ella se encontraba boca arriba mientras él se apoyó sutilmente sobre su pecho escuchando el sonido de su corazón mientras una de sus manos los tapaba con las mantas.

Ambos sonrientes, felices y satisfechos escuchaban el ruido de una cisterna y el portazo del cuarto de baño de fuera.

Hinata abrió los ojos apagando la luz de su mesita de noche con rapidez. Naruto la observó con una ceja levantada.

-¡Oh, dios! ¿Crees que nos habrán oído los niño!?.-Susurro espantada.

-Hinata, no ha escuchado medía Konoha. -Respondió él divertido.

-¡Na…Naruto! ¡No…No me digas eso! - Articulo abochornada tapando su cara con ambas manos.

Naruto rió bajito. Había cosas que no cambiarían nunca, hace unos momentos Hinata era una fiera, una mujer caliente, seductora, una que se lo estaba follando Insaciable. Y hora volvía a ser la aquella chica que se avergonzaba con tan solo mirarlo.

Sonrió aún más al verla apenada. No podía creer lo que veía, era preciosa.

Sin duda alguna, él era un tonto enamorado que no podía más que amarla. Su corazón latía contento, feliz, extasiado y agitado por su encuentro íntimo.

La estúpida sonrisa de la cara no se la iba a quitar nadie, ni nada ahora mismo.

Miro sutilmente el reloj mientras rectaba de nuevo hacia los labios rojos y deliciosos de Hinata. Mañana mandaría un clon a la oficina.

-¿Na…Naruto que..qué haces…mmmm?- Interrogó y gimió al sentir de nueva cuenta el miembro erguido de su rubio en su interior.

-Ya te lo dije antes mi amor…-Enunció empujando en el interior de su ojiperla resoplando satisfecho. - Follarte me quita el estrés… ¿Y eso es lo que tú querías, No? -

Hinata arqueó un poco su cuerpo acoplando el ritmo de las suaves embestidas, suspirando con una sonrisa de felicidad y satisfacción.

-…Siii….-respondió abrazando su cuerpo para volverse a perder en el delicioso gozo lascivo del amor.- Te amo…Eres mi vida…-

-Y tú…la mía Hinata-chan…-

Volvieron hacer el amor una vez más, pero esta vez más sutil que la última. No quería encontrase mañana a un mini-clon suyo enfadado por haberle interrumpido su sueño y molestado a su querida madre.

Rió para sus adentros aumentado el ritmo de las embestidas, si tan solo supiera que había sido su querida, dulce e inocente madre la que se lo había comido.


Decidió darse un par de días de descanso con respecto a la lectura del diario para concentrarse en su trabajo y poder llegar a tiempo a celebrar la navidad con su familia.

Después de la noche de pasión que había tenido con su dulce y caliente Hinata, es lo se merecía. Centrarse en su trabajo.

Pero Ese par de días se convirtieron en una semana que dedicó a avanzar en su trabajo todo lo que pudiera para tener tiempo.

Tiempo.

Ese efímero ser que pasa sin ton ni son y cuando quieres darte cuenta eres adulto, con una barbaridad de responsabilidades y sin vida para hacer nada.

En fin...pero así es el ciclo de la vida.

¿No?

A ello es a lo que llaman «crecer»

Eso lo sabía de sobra un shinobi de su nivel y todos los de su generación.

Se la había pasado tecleando, firmando, leyendo, contestando al teléfono, en reuniones y no recordaba ya cuando fue la última vez que ceno en su casa.

Lo único que hizo fue: ducharse, dormir, luego sonaba el despertador y vuelta al trabajo.

Y así se resumía su semana. En una mierda de semana.

Estaba harto...

Estaba cansado...

Y para colmo le dolía la cabeza...

No estaba de humor.

Sin mencionar que el ser perverso de la curiosidad se había liberado de su ser y la impaciencia de volver a leer el diario de Neji se había vuelto ya una obsesión que hoy no podía frenar.

-¡Aaaaahh! ¡No puedo más! ¡Estoy harto! ¡Estoy cansado y hambriento! - se quejó levantándose de golpe de su silla, para golpear la mesa con ambas manos. -¡shikamaru! ¿Dónde estás? .-

-Aquí estoy, no sea tan ruidoso, ¿Que te pasa ahora? - enunció Nara mientras cerraba la puerta tras entrar en el despacho del séptimo con un pequeño taco de papeles que depositó en el escritorio del rubio.

Naruto miro a su compañero con un tick en la ceja.

-No puede ser…-susurró para sí al ver esos Benditos papeles.

- ¿qué sucede? -exclamo el moreno observando divertido la expresión del séptimo.-¿No querías ser Hokage?

- ¡Sí joder, pero no así! Me estoy hundiendo entre montañas de papeles. -

-No te quejes que no es para tanto. -

- ¡Pero…si cada vez que creo que me queda poco por terminar o creo que he terminado, llegas tú con más papeles y cosas que hacer! -protestó Naruto a la vez que se sentaba en su silla haciendo un puchero.

- ¿Y qué culpa tengo yo? .-

-Supongo que ninguna...-respondió con sarcasmos chasqueando su lengua mientras se cruzaba de brazos girando ligeramente su silla para observa por la ventana.

Tras unos instantes de calma sonrió motivado por aquello que sus ojos azules observaban.

- ¿Es bonita verdad? - pregunto Naruto apreciando lo maravillosa que se veía la villa de la Hoja con aquellos juegos de colores navideños.

-Si...-Respondió Shikamaru mientras tomaba asiento recalcando aquel ambiente, permitiéndose relajarse unos instantes.

Un pequeño silencio se hizo en la habitación mientras ambos hombres retrataban su ciudad.

Esos puntitos coloridos eran poderosamente llamativos captando por completo su interés: azul, verde, rojo, dorado, plateado...la afluencia de la gente, las risas, la tranquilidad que se respiraba en aquel ambiente acogedor que representa la navidad.

Abstrajo a cada uno en sus pensamientos.

Sin embargo...

-Naruto, si quieres puedes irte a casa. Ya has terminado todo lo que tenías pendiente para este año. -interrumpió el moreno.

- ¿Cómo? - interrogó el rubio arqueando una ceja sin dejar de mirar la venta.

Shikamaru por su parte, suspiró cansado.

-He dicho que te vayas a casa, hace dos días que terminaste con todo el papeleo de este año y estos días haz avanzo mucho con los del próximo. -

- ¿Y por qué no me lo dijiste antes? - bramó el Uzumaki asombrado, girando su silla para quedar frente al Nara.

-Porque eso es lo que querías, ¿No? Avanzar todo lo que pudieras para estar con tu esposa e hijos. -

- ¡Si! -chilló. -pero, ¿por qué no me lo dijiste antes? -

-Tenía que aprovechar tu motivación. - rio al ver la cara de su amigo.

Naruto por su parte sólo pudo protestar con gestos siseando un par de maldiciones.

-Serás...cabrón...-Musito provocando una pequeña carcajada entre los hombres ante su singular conversación.

Todo fue risas y bromas, Hasta que el rubio tubo un flash que conectó su curiosidad con el siguiente relato de aquel libreto que hoy continuaría.

-Ey, Shikamaru, ¿Recuerdas cuál fue la primera misión importarte que tuviste? - cuestionó con segundas intensiones

El moreno arrugó un poco el entrecejo ligeramente sorprendido por la pregunta de su amigo haciendo un poco de memoria, La verdad, es que no olvidaría nunca cual fue.

¿Cómo olvidarla?

Si aquel suceso marco quien es hoy como Shinobi.

- Aquella en la que fuimos a recatar a Sasuke.

- Ni siquiera has dudado tu respuesta. -

- Claro que no, fue muy importante para ambos, ¿O me equivoco? -

-Claro que sí, pero... ¿Puedo preguntarte cómo te sentiste? Es decir, ¿Por qué es esa misión y no otra? -

-Por supuesto. - Shikamaru se acomodó recargando por completo su espalda en su asiento, enunciando sus primeras palabras en forma de pregunta.

- ¿Recuerdas todo lo que paso verdad? -

- Si, pero no del todo, bueno, sé que los chicos lo pasaron mal y se recuperaron. -

- Claro, pero no supiste en sí, que tan graves fueron sus heridas. -

- ¿A qué te refieres?

- Déjame que te cuente, la segunda parte de esa historia. -

Naruto se incorporó en su silla, posando sus codos encima de la mesa, luego, entrelazo sus manos formando un «puente» donde apoyo su barbilla para escuchar con atención la parte de aquella historia desconocida en esa misión fallida.

-Chouji, estuvo bastante grave debido a las píldoras que se tomó, esas que son especiales y que pertenecen a su clan. Tenía por entonces un ligero conocimiento de su uso y efectos, pero nunca supe con exactitud como afecta al cuerpo la última píldora. Es decir. - tomo aire. -La última le otorga un poder increíble, pero como consecuencia a tanto poder, acelera tanto el metabolismo que destruye las células a una velocidad abismal. -

-vaya…No tenía ni idea que existía algo así...-susurro el kitune asombrado. - y como consiguió…-

-Tsunade. Gracias a las investigaciones que se hicieron en su momento pudo crear una medicina que detuvo la destrucción celular. Si ellas la aceleran la contrario es ralentizar. Por tanto, si ralentizas la destrucción de las células, estas vuelven a su ciclo natural. Volviendo a la normalidad el metabolismo de Chouji.-

- Y esa investigación fue hecha por el clan Nara, imagino. -

-Exacto. -

- ¿Pero se pudo recuperar bien? -

-Si claro, le tomó tiempo, pero sí. - El moreno se frotó el ojo derecho debido al cansancio mientras proseguía con su relato.

-Si mal no recuerdo, tardaron más de dos horas en estabilizarlo, para que estuviera fuera de peligro. -

Hizo una breve pausa antes de continuar, Observando un matiz sobrio sobre Naruto.

- Kiba termino bien, dada la circunstancia. Pero salvo su vida gracias Akamaru, quien estuvo un tiempo sin poder andar, debido al gran daño de las heridas sufridas en sus patas. -

- No sabía nada de eso, nunca me lo contaron …-expreso apesadumbrado.

-Y bueno, él que peor termino sin duda fue Neji…-

- ¿Neji? … ¿Qué le ocurrió? – Inquiero con interés.

-Si mal no recuerdo, estuvo más de tres horas intervenido debido a la gravedad de sus heridas. Los médicos sin duda hicieron un buen trabajo. -Hizo una breve pausa antes de continuar observando la reacción de su amigo. -Lo hirieron varias veces por la espalda, pero la herida que fue casi mortal, sin duda, fue la que recibió en el hombro izquierdo rozando una vena del corazón. Para salvar su vida utilizaron su propio cabello cortándole un trozo de su coleta. Sé por Shizune, que tuvieron que usar a varios médicos, debido al nivel de concentración y manejo de chakra para que cada cabello de Neji regenere las células en su interior, vinieron hasta los médicos del clan Hyügas a atenderlo. -

Naruto abrió sus ojos con admiración. No tenía idea del daño que habían sufrido sus amigos.

Y menos aún que Neji, estuvo al borde de la muerte. Sin duda alguna, el siguiente relato trataría sobre su batalla con Kidomaru. Y sinceramente, ahora se sentía más ansioso que nunca por leer el bendito diario.

-Realmente eras fuerte...-susurro para sí en voz alta abstraído en sus pensamientos, sin embargo, el moreno lo oyó.

- ¿Yo? - rio con desgano. -para nada, lo que viene ahora es lo mejor.

- ¿Que? - pregunto Naruto desconcertado por la respuesta de su compañero, que pensó que el alago era para él.

- ¿Sabes por qué fue tan importante para mí esa misión? -

-No. -

-Temari y mi padre. -

- ¿Que? ¿Qué tienen que ver tu esposa y tu padre? Explícate. -

-Es complicado, pero…-miro unos segundos al techo y sonrió de lado enamorado. -En primer lugar, ella me "rescato". - dijo entre comillas haciendo el gesto con sus manos mientras Naruto lo miraba arqueando una ceja. - Yo me encontraba en la sala de espera del Hospital…como decirlo… estaba hecho polvo, me sentía mal, culpable, responsable de como habían terminado mis amigos tan gravemente heridos por no ser un buen líder, por no haber hecho mejor las cosas. Por poco y los pierdo a todos. Estaba tan mal que llegue a la conclusión de que no servía para ser ninja, y ella…me sermoneó, me regañó…-

-Dime algo que no sepa. -intervino el Uzumaki divertido.

-Si, bueno, como sea…Mi padre estaba allí. -Naruto observó como el rostro de Shikamaru se tornaba melancólico a la par de feliz. -Y básicamente me dijo que era un cobarde por no saber afrontar mi fracaso y sentirme culpable por el resultado de la misión, me dejó entrever que ya sea yo u otro líder si quería proteger a mis amigos tenía que mejorar, aprender de mis errores y así salvarlos a todos. -

-Y eso fue lo hiciste, mírate ahora amigo mío. - El moreno lo miro con atención. -Quiero decir, que ahora tú y yo trabajamos juntos para proteger a nuestra familia, nuestro hogar. Tú padre estaría muy orgulloso de ti. - Shikamaru sonrío con satisfacción y deje de orgullo ante el comentario de su rubio amigo.

-Supongo que tienes razón. -ambos sonrieron por unos instantes para poco después pasar un breve silencio que fue roto por Naruto quien no paraba de darle vueltas a una infernal pregunta.

-Entonces…-Naruto se replanteó el preguntar por un interés que había crecido de forma insana en su ser. Se debatió en esos breves segundos de pausa interrogar a su amigo sobre la relación entre Hinata y Neji. Por qué imaginaba que ella habría ido a verlo al hospital. Tal vez…el habría visto algo…

- ¿Entonces qué, Naruto? - Animo el moreno.

No obstante …

-Entonces, deberíamos irnos a casa y disfrutar de la compañía de nuestra maravillosa familia. -Respondió levantándose de la silla. Ya habría otra oportunidad para preguntarle a su consejero si sabía algo sobre la relación entre Neji y Hinata. O si él, con su nivel de observación habría visto más allá del genio Hyuga.


Metió la mano en su bolsillo para buscar las llaves y abrir la puerta de su hogar.

En cuando cruzo el umbral de esta, su pecho se sintió cálido. Amaba esa sensación de calidez y felicidad que sentía cada vez que llegaba a su casa. Era su refugio, era la mejor sensación del mundo.

La tenue luz que encontró en el lugar le daba una clara señal de que su familia estaba descansando, aunque dudaba que Hinata estuviera dormida. Ella solía esperarlo hasta muy tarde, y seguramente hoy no sería la exención, claro está, a no ser que estuviera muy cansada.

Tener dos niños pequeños no era un trabajo fácil y menos aún si él no podía ayudarla como quisiera. Su trabajo por desgracia, opacaba casi todo su tiempo.

Suspiró cansado descalzándose con el menor ruido posibles. Luego, fue directo al baño de la planta baja para lavar sus manos y ojear si había alguien en la estancia. Cuando vio que no había rastro de su esposa en el salón optó por subir a la planta principal e ir a ver a su apreciada familia.

Paso en primer lugar por la habitación de su primogénito quien dormida plácidamente en una posición bastante…poco usual, aquello le provocó una pequeña risilla. Posteriormente fue a la habitación de su hija, quien dormía al igual que su hermano plácida abrazada a su peluche de oso panda. Ver aquel oso le probó un pequeño escalofrío atrayendo un mal recuerdo, dado que, por culpa de Boruto su pequeña Himawari le dejó K.O. Cerró su puerta sacudiendo la cabeza borrando así ese mal souvenir, caminando a paso ligero a su dormitorio.

Una vez llego a la puerta de la habitación que compartía con la mujer que se adueñó de su ser, Naruto, en un gesto de admiración se recostó en el marco de la puerta con los brazos cruzados fascinado por la belleza de su esposa. Pudo ser el contraste de luz, el juego de sombras, o el amor que sentía por ella, pero parecía una hermosa diosa griega.

-Mi amada y hermosa diosa griega. - susurró para sí sonriente.

Allí estaba su esposa, su mujer, la madre de sus hijos, el amor de su vida, su compañera, su Hinata.

Suspiró cual adolescente enamorado y lleno de hormonas revolucionadas al verla dormir sobre su cama boca arriba dejándole una vista celestial de sus pechos. Por acto reflejo se mordió el labio inferior y cerros los ojos bajando la cremallera de su camisa naranja dejando al descubierto la blanca interior, Dejando volar así su imaginación al mundo lascivo que compartía con Hinata.

Cuando los abrió, sus zafiros se oscurecieron al ver como la ojiperla se daba la vuelta y los tirantes de su camisón de seda marrón caía con gracia y sensualidad de sus hombros regalándole una vista privilegiada de sus redondo y deliciosos senos que se acoplaron a la posición que la gravedad les dio, haciéndolos sobresalir de aquella maravillosa tela. Una posición perfecta en la que sus manos podrían masajearlos, chuparlos, besarlos y proveerlos del delicioso pecado de la lujuria.

Dio un paso adelante, dio otro más y se acercó al borde de su cama. Suspiro con necesidad de sentirla, así sin más de un momento a otro, necesitaba llenarse de amor y pasión entre la ardiente y deliciosa entrepierna de su mujer, de sus besos, de sus caricias , de sus palabras de amor y de aquellas vulgares que lo llevaban a la inconsciencia y demencia del placer más bajo y delicioso que había probado en su vida, pero… algo dentro de él no le permitía continuar su asalto a media noche y revolcarse en su cama con su mujer como bestias en celo, porque muy dentro de él, Naruto palpaba como era carcomido por su pecado.

El maldito Diario de Neji Hyuga.

Con pesar, cerro sus orbes azules frustrado, dirigiéndose a la ducha a bajarse un poco la calentura para seguir por el camino pecaminoso que había escogido al leer la intimidad de una de las personas más queridas por toda su familia, pero en especial por Hinata.


Una ducha rápida le ayudó a despejarse, así como, bajar un poco el nivel de libido que había sufrido hace un momento.

Entro a su despacho cual ladrón cerrándolo con suavidad para dirigirse aquel cajón que contenía aquello que había estado esperando durante una semana.

Se sentó con tranquilidad, encendió la lámpara de su escritorio abriendo el cajón sacando de allí el origen del mal que estaba sufriendo.

La jodida curiosidad.

-Veamos Neji, que me tienes que contar. -suspiro. - Cuéntame cómo fue tu combate con Kidōmaru. -Tragó saliva a la vez que extendía el libreto por donde lo había dejado. Poso con suavidad la foto infante de su mujer y sus ojos azules empezaron a leer la primera frase del diario.

"Libre atadura"

Podría empezar diciendo tantas cosas, describiendo tantas emociones, tantos sentimientos, que no podría ni siquiera expresar con palabras todo lo que he vivido. Nunca antes me había sentido así...Libre.

Tan libre como un pájaro que alza su vuelo por primera vez extendiendo por completo sus alas para cruzar libremente el cielo azul, tan azul como los ojos de la persona que ha hecho que cambie mi vida y haya tenido el mejor combate de mi corta existencia.

Naruto suspiro sonriente al leer tal alago.

Por vez primera en toda mi vida he sentido la autodeterminación de salvar y ayudar a alguien que no me importaba en absoluto. Y aunque hallamos fracasado, siento que he salido airoso de esta situación, tanto física como anímicamente.

Tan airoso como las ganas de volverme aún más fuerte que antes para poder proteger a las personas que son importantes para mí.

Aunque también he sido testigo del deseo egoísta del amor de Haruno Sakura. De beneficiarse, valerse, aprovecharse del sentimiento amoroso que Naruto siente por ella, Implicándolo en una promesa egoísta, codiciosa al pedirle; aunque estoy seguro que fue más un acto de amor de ella hacía Uchiha, el suplicar a Naruto que lo trajera de vuelta para ella, más que para la villa de la hoja.

Pero será mejor empezar desde el principio para poder dejar que las palabras fluyan en mí y poder Transcribirlas en este libreto.

Naruto por su parte abrió los ojos con sorpresa y los cerró con un ligero sentimiento de rabia. Porque sabía a la Perfección a lo que se refería el Hyuga en ese instante.

-Mierda…-Siseo. -Seré imbécil…-Neji Hyuga había sido testigo de esa etapa de su vida, y encima le acaba de recordar la situación en la que se dio cuenta del verdadero sentimiento que Sakura sentía por Sasuke y los que sentía por él.

- ¿De qué te sorprendes? -

-No es que me sorprenda Kurama…-Bufo. -Pero no puedo evitar que esto que acabo de leer me joda, y mucho. -

El zorro de nueve colas que se encontraba en su interior solo suspiró ante la respuesta de su amigo.

- ¿Es que acaso ese momento no fue importante para ti? ¿Qué es lo que te jode realmente Naruto? .-

-Kurama por favor…no lo hagas, no lo digas…no empieces…-

-No lo diré, lo harás tú. - sentencio antes de continuar. - Pero admítelo de una vez por todas, no estoy diciendo que no ames a Hinata. Porque soy consciente de lo que sientes por ella. Pero haz de aceptar lo que ocurrió en ese momento de tu vida. -

Naruto por su parte tensó la mandíbula a la vez que se mojaba los labios con la lengua. De repente se le había secado la boca y acelerado ligeramente las pulsaciones.

-Mira, he estado contigo desde que naciste, se lo que sientes, he vivido y sentido cada una de tus emociones desde las más placenteras hasta la más atroz de las tristezas. Así que por lo que a mí respecta, no puedes engañarme. Puedes engañarte a ti mismo, pero no a mí. -

-Lo sé, soy consciente de ello Kurama, pero hay cosas, situaciones que a veces preferiría olvidar. -.

- ¿Por qué olvidarlas si son parte de ti? .-

- ¿Por qué? Porque me siento ridículo de solo pensar como actué en ese instante. – Resopló ligeramente airado.

-No deberías avergonzarte, ni mucho menos arrepentirte, cada acción nos ha llevado a donde estamos. Te diré que no seré yo quien te describa con elegancia ese momento, lo leerás tú mismo en el relato del Hyuga. Allí comprenderás más cosas de las que te imaginas. -

- ¿Por qué lo dices? ¿Será tal vez por el hecho de que Neji y todos sabían lo que Hinata sentía por mí y yo, el gran imbécil era el único que no se dio cuenta hasta que fue tarde? - trago saliva mientras se pasaba la mano por la cara en un gesto claro de frustración. Realmente no se empezaba a sentir bien consigo mismo. - Y encima, yo…yo… ¿yo que carajos sabía del amor en ese entonces? - Exclamó con un deje de rabia.

-Naruto, tranquilízate y déjalo estar, sigue leyendo y puede que te ayude a entender cosas que ni tú mismo has sido capaz de comprender. -

- ¿Lo dices por Sakura? - La bestia en su interior por respuesta solo resoplo sin pronunciar palabra. -Gracias por la respuesta…-Acuso sarcástico ante el silencio de su amigo.

Así que, resignando, una vez más lleno sus pulmones de aire decidido a continuar con la lectura, con los nervios ligeramente crispados, tragó duro y prosiguió.

Esta entrada no le iba a gustar, con lo bien que había empezado…

Después de todo a veces pienso que la vida es caprichosa con cada uno de nosotros. Sé que no fui el mejor compañero de equipo, pero tampoco fui tan malo como pueden pensar algunos. Simplemente me enfoque en mis intereses, en el destino fatalista que me había enfrascado por los secretos del clan al que pertenezco, pero, aun así, he podido sobreponerme y empezar a cambiar ciertas cosas de mi vida. Y una de ellas ha sido mi relación con Lee.

En los exámenes de Chuunin demostró ser un espectacular contrincante y un gran ninja, digno de admiración, ganándose a pulso el respeto de todos en el que me incluyo. No soy bueno con las relaciones personales o las emocione, de hecho, no se me dan bien, pero he estado ayudando en todo lo que he podido a mi compañero de equipo, sobre todo a sobreponerse de su operación, de ahí que le agradezca el hecho de ir a dar un paseo para encontrarnos por casualidad con mis camaradas.

Estábamos teniendo una ligera conversación cuando nos percatamos que Shikamaru, Kiba, Naruto y Chouji nos estaban observando con un semblante severo. Y no era para menos, no me esperaba aquella misión de rango S y, no era una misión cualquiera.

Cuando nos explicaron la situación, pude ver la decepción de no poder acompañarnos en el rostro de Lee, pero hizo lo que debía ante la sorpresa de todos los presentes, se quedó a recuperarse.

Después su decisión, Nara Shikamaru nos explicó en qué consistía esta misión de rescate a contra reloj.

Consientes éramos que el enemigo nos iba a emboscar, pero Nara tenía un buen plan pensado. Admito que para el poco tiempo que tuvo para prepararlo fue la mejor de las opciones. Lo que no sabía ninguno es que esta misión sería más que eso.

Una formación perfecta en fila, encabezada por Kiba y finalizada por mí. Una estrategia que cubría todos nuestros puntos débiles, sin embargo, no contábamos con la fuerza del enemigo ni ellos con nuestra determinación.

En cuanto termino de hablar Shikamaru, revisamos nuestro equipo. Cuando todo estaba preparado para partir, escuchamos su voz.

Y fue ahí, justo antes de irnos que ella llegó, Haruno Sakura.

Naruto se reclino en su asiento y apretó los labios con disgusto sintiendo en su garganta un ligero nudo que no dejaba pasar bien la saliva que acababa de tragar.

Estaba claro por qué su cuerpo reaccionaba de esa manera a las emociones que sentía, iba a leer algo que realmente le molestaba, por ello su corazón latía cada vez más rápido.

Se sentía tan absurdo en esos momentos. Realmente deseo olvidar algunas cosas.

Naruto pronuncio su nombre con sorpresa y alegría, pero Shikamaru fue tajante y contundente con sus palabras: "ya me lo ha contado la Hokage, lo siento, pero no puedo llevarte en esta misión. Ni siquiera fuiste capaz de convencer a Sasuke, ¿No?"

Sus palabras me dejaron estupefacto, y no solo a mí, sino a todos los presentes, en especial a su compañero de equipo, y he de recalcar sin duda alguna, que la reacción de Uzumaki Naruto fue aún más destacable.

Pero Nara no se quedó ahí, prosiguió: "Así que no nos queda más opción que usar la fuerza para convencerle de que vuelva. Sakura tu trabajo ha terminado"

La observe, la analicé unos segundos y pude ver más de lo que me hubiera gustado.

El rostro de esa chica, realmente reflejaba la tristeza de haber perdido una parte de sí, ella amaba sinceramente a Sasuke.

Se veía vulnerable, desesperada, rota, como si no valiese nada para la persona que amaba… Y creo que la entiendo de cierta forma.

La persona que ama acababa de dejarla, ¿Cómo? No lo sé ¿Qué paso entre Sakura y Sasuke? Ni lo sabré, pero tampoco es mi competencia. Sin embargo, entre nosotros había alguien mucho más interesado en lo que pasó la noche anterior entre ellos.

Las palabras de Naruto no tardaron en salir de su boca: "¿Eso quiere decir que hablas con Sasuke, Sakura-chan?"

Fue la pregunta que hizo entre sorprendió y enfadado, diría yo por sus expresiones fáciles.

Ella por respuesta se encogió en sí misma indefensa, más aún de lo que se mostraba. De repente empezó a llorar para estupor e incomodidad del grupo.

Pero lo que realmente marco a Naruto fueron sus palabras: "Naruto, es el único favor que jamás te pediré…" enuncio entrecortada por el llanto dejándonos sentir una mezcla de su dolor.

"Trae a Sasuke de vuelta. No pude convencerle. No pude detenerle. Estoy segura que la única persona que puede detenerle…que pude salvarle…eres tú Naruto"

Afine mis ojos y mis sentidos para descifrar lo que aquellos ojos zafiros reflejaron…esa mira, era tristeza, era angustia, era aflicción de ver a la persona que amas pidiéndote ayuda sin importarle tus sentimientos, usándote para su beneficio.

Sin contar que tú mejor amigo se marchaba con el enemigo. Demostrando su deslealtad en busca de poder y fuerza.

Fue a mi parecer una tortura ver todo ese espectáculo.

Íbamos a una misión importante, no a ver Romeo y Julieta al cine.

No obstante, las emociones que reflejaban esos ojos azules ya las había visto antes, y no una, sino varias veces en Hinata-sama. Y admito, que eso me llena de rabia, ¿Por qué? Aún no lo sé, y de cierta forma me da miedo descubrirlo.

Resignación y dolor.

Una desilusión.

Un corazón roto.

Eso fue lo que vi en Naruto tras las palabras de Sakura.

¿Será verdad o mentira lo que estoy diciendo? Nunca lo sabré. Solo transcribo lo que percibí, lo que vi desde mi perspectiva.

Naruto, realmente no solo eres fuerte físicamente, sino también emocionalmente. Y eso es de admirar. Puedes dejarte llevar por tus emociones, porque eres un tipo ruidoso, pero cuando se trata de ti, de lo que sientes, de aquello que te puede hacer daño, eres un gran mentiroso, escondes tus sentimientos detrás de una sonrisa y positividad Mientras te vas hundiendo en tu propia miseria.

Tú mismo te diste cuenta en ese momento que no tenías oportunidad de triunfar o ganarte el corazón de aquella chica pelirosa que te pedía ayuda para traer de vuelta a la persona que ella amaba, ante su incapacidad y nulidad de que sus sentimientos no fueron suficientes para retenerlo. Fue más grande su deseo de venganza que su bienestar.

La decepción, la frustración que sentiste al saber la partida de tu amigo, no te deja en una posición nada agradable tampoco.

"Lo amas de verdad, ¿eh?" fue lo único que Naruto atino a decir ante ese instante.

¿Qué más podía hacer o decir?

Sin duda alguna eres demasiado bueno, tienes un corazón fuerte y noble. No es justo que tus sentimientos no sean tomados en cuenta, que no los valoren, que los ultrajen, que los pisoteen, es demasiado injusto…Pero, de cierta forma tú le haces los mismo a Hinata-Sama, ¿No, Naruto?

Aquel párrafo lo dejo petrificado. Cerro los ojos, ladeo su cabeza ligeramente hacia la derecha sintiendo una punzada de aflicción en su corazón…parecía como si el propio Neji Hyuga le había dado todo un ¡Zasca!

Respiro con suavidad para calmar sus emociones, sin duda alguna leer eso dolió más que un puñal.

Aunque ahora mismo las cosas eran diferentes entre ellos, porque él ama a Hinata profundamente, más que a su propia vida y el imaginar lo idiota que fue con ella, su comportamiento, todo, todo le venía grande ahora mismo, caer en la cuenta de que él le hacía daño a Hinata constantemente con sus estupideces, como invitar a Sakura a tener una cita o pedirle que sea su novia y mil tonterías más…era, era, …. No estaba listo para recordar esa etapa de idiotez.

Se empezó a comer la cabeza en de un momento a otro, a preguntase cuantas veces su esposa habría sentido ese sentimiento de dolor, de aflicción, de decepción, de desilusión, el mismo que el experimento por primera vez a sus doce años y que se magnifico en su edad adulta.

Dejo el diario sobre su mesa, y agacho la cabeza afligido.

-No te tortures por eso Naruto. Estas con ella. -

-Lo sé, simplemente no quería recordar esa parte de mi vida…-Exclamo con desagrado.

-Tampoco fue para tanto, ¡Joder eras un puto crio! ¿Qué ibas a saber tu del amor o la desilusión, sino sabía ni lo que era? Tú lo que sentías por Sakura era simple capricho, una obsesión tonta, porque era bonita y sobre todo porque le gustaba tu mejor amigo, barra rival. -

-Eso también lo sé. Lo tengo muy claro. - Respondió incorporándose, tomando de nuevo el diario entre sus falanges un poco más tranquilo que antes- Pero igual, el pensar o recordar aquello hace que me moleste conmigo mismos. -

-No deberías, es una tontería ¿O es que acaso olvidaste lo de Toneri? - Agrego el zorro de nueve colas con malicia.

-Ahora tú no me vengas a recordar a ese maldito. – Agrego el rubio en un tono celoso.

- ¡Ja,ja,ja,ja,ja,ja! Ahí sí que las pasaste putas ¿Eh? - añadió Kurama burlón recordándole ese "maravillo souvenir" en el que sí supo lo que era sufrir verdaderamente por amor.

- ¿Sabes qué? Paso, necesito leer esta entra y dormir. -Sentencio acomodando su cuerpo retomando la lectura.

-Lo que quieras, pero ahora entiendes la diferencia entre sufrir por amor y sufrir por una desilusión…-Zanjo el nueve colas.

Naruto por su parte, achicó los ojos molestos, pero debía admitir que Kurama tenía razón, no debería sentirse así, simplemente aquello era el pasado, y pasado, pasado esta.

Lección aprendida.

Suspiro una vez más, y continúo.

Pero Naruto se repuso y continuo, había cosas más importantes en las que enfocarse: "Puedo entender muy bien por lo que estas pasando." Sentencio Uzumaki con una sonrisa levantando el ánimo.

Fue en ese momento que vi como Sakura cambiaba su opinión de Naruto.

Pero no se quedó ahí la cosa, lo dijo tan fuerte y claro a pesar de estar pasando por un momento desagradable que fue impresionante, tanto que nos animó a todos.

"Traeré a Sasuke de vuelta. Es una promesa." Dijo.

Y ahí estaban de nuevo las mismas palabras que una vez me dijo Hinata-sama en nuestro combate:

"jamás restiro mis palabras ese es mi camino ninja"

De solo recordar nuestro enfrentamiento, el cómo actué con ella, las cosas tan desagradables y viles que le dije cegado por la venganza…siento como algo dentro de mí, muy al fondo, algo que no sé qué es …se va resquebrajando poco a poco…dejándome sentir una opresión terrible en el pecho…no soy capaz de descifrarlo… Y me frustra, me ofusca…y tengo cierto recelo de hablar de nuevo con Hinata-Sama …pero sé que no es momento para enfrascarme en desentrañarlo.

Naruto hizo un parón largo al leer ese último fragmento.

- ¿Qué quieres decir con eso Neji? ¿Qué es ese dolor que sientes por mi Hinata? -Preguntó al viento como si el protagonista del diario estuviera frente suya para responder a una cuestión carente en ese momento de respuesta.

Se echo hacia atrás apoyando su espalda y cabeza en la silla, dejo el libreto sobre la mesa y se llevó su mano derecha al corazón…

"Pum, Pum, Pum…"

Naruto estaba seguro que si cerraba sus ojos en ese momento sus sentidos se embotarían con el latir alterado de su corazón…ese latido ya lo había sentido antes, era, era de

¿Miedo?

Miedo tal vez al presentimiento que si más adelante, leí que Neji sabría como expresar lo que sentía por Hinata…Él…no sabría cómo actuar.

Abrió los ojos abruptamente sacudiendo su cabeza con fuerza para desvanecer cual ápice de temor de leer algo que presentía y no quería admitir ahora, y que a partir de hoy rezaría para no hacerlo.

Espero unos minutos antes de reanudar la lectura. Esto debía de terminarlo ya, porque si no lo terminaba estaba seguro que le daría un paro cariaco con tantos sentimientos encontrados.

Después de ese tenso momento nos fuimos dejando a una Haruno Sakura llorando. cayendo en cuenta seguramente de lo equivocada que estaba con respecto a Naruto.

Emprendimos la misión a paso ligero, todo lo rápido que nuestras pierna y estrategia nos permitían ir. Tuvimos que sortear varias trampas y Shikamru fue un excelente líder, calculando con rapidez cada movimiento que dábamos y en lo que podría desencadenarse.

A pesar de todos nuestros esfuerzos al final fuimos descubiertos y capturados por los secuaces de Orochimaru, quienes llevaban a Sasuke que un barril sellado.

Nos atrapo un tal Jirobo. Quien nos metió en una especie de cúpula que nos absorbía el chakra. Después de unos minutos analizando la situación, shikamaru descifró cómo salir de allí. Aunque a mí me toco explicarles el plan a Naruto y Kiba quienes no entendieron la estrategia de Nara para poder escapar de aquella trampa.

Cuando nos liberamos de aquella jaula nos preparamos para el combate. Aunque sorprendentemente Chouji nos dio la oportunidad de continuar con nuestra misión arriesgando su vida enfrentándose solo al enemigo.

Admirable y noble de su parte. Un gran ninja sin duda alguna. Todos confiamos en que lo conseguiría por ello fuimos dejando señales para que nos siguiera cuando hubiese derrotado a Jirobo.

Lamentablemente nuestros planes no salieron bien del todo, descubrieron la estrategia que Shikamru había trazado transformado en Jirobo. Lo cual desencadeno de nuevo una pelea contra otro de los ninjas del sonido. Su nombre no lo olvidaré jamás.

Kidōmaru.

Lo cierto es, que ninguno pudo asestarle un golpe, y no fue hasta que me atrapó entre sus telarañas que no supe cómo podría ser derrotado, pero al igual que hizo Chouji, esta vez me tocaba a mí sacrificarme por el bien de la misión.

Naruto contuvo el aliento al leer ese último párrafo.

Usaba una técnica increíble. Utilizaba su propio chakra para fabricar sus telarañas expulsándolas por la boca, algo que solo yo fui capaz de ver gracias a mi línea de sangres.

Así que lo supe enseguida, yo era el indicado para esta lucha. Shikamaru lo había dicho ya. Lo más seguro era que cada uno de nosotros tendría que enfrentarse en un combate singular con ellos, para dejar que los demás continuaran con la misión.

Así que acepte lo antes dicho por nuestro líder, esta vez era mi turno. Todo por el éxito de la misión y poder traer a Sasuke de vuelta.

Cuando dije que sería yo quien lucharía contra Kidōmaru, Naruto tuvo una reacción poco usual en él.

¿Preocupación, tal vez?

Parecía no estar muy conforme con mi decisión.

Lo sé, Uzumaki, no puedes pedirnos que luchemos para recuperar a tu amigo, pero es más que eso. No sé si lo entiendes, o lo entenderás algún día, pero tienes un don, tienes el don de sacar a las personas de su oscuridad, conmigo lo hiciste, debes hacer lo mismo con Sasuke, debes rescatarlo, de allí mis palabras, mis actos.

"Tus ojos son mejores que los míos. Sasuke está ahora dentro de la oscuridad. Apresuraré, ve, os alcanzaré más tarde"

Eso fue lo que dije, pero no pude cumplirlo. Sabía que al igual que Chouji no llegaría a reunirme con ellos.

Naruto no muy convencido avanzó a rescatar a su amigo. Pero pude sentir su preocupación, no solo por mí, sino por todos.

Lo entiendo Uzumaki, no quieres dejar a nadie atrás, pero las cosas no son como uno quiere a veces.

Naruto llevo su mirada hacia el techo Dejándose llevar por sus recuerdos de niñez…recordó cómo fue cada uno de esos momentos, en cómo le afectó ver como cada uno de sus amigos se fue quedando atrás para que él pudiera salvar, o, mejor dicho, intentase salvar a Sasuke.

Realmente el precio fue caro.

Bajo sus orbes con lentitud hacía el diario que sostenía entre sus falanges dejando que la nostalgia se fuese en forma de suspiro.

-Neji…-Susurró su nombre lastimero. -Eras un gran ninja…-sonrió con añoranza.

Volvió su par de zafiros de nuevo al libreto sonriendo nostálgico, y prosiguió.

En cuanto partieron, mi oponente intento frenarlos, pero no se lo iba a permitir por nada del mundo, así me costase la vida.

Nuestro enfrentamiento empezó en ese instante, utilice mi Byakugan para saber cómo usaba el chakra para fabricar esas fastidiosas telarañas. Su primer ataque fue demasiado rápido y en una cantidad que no pude proveer. Me capturo, y dedujo que usaba el Jyuuken para cortar con precisión sus telarañas. Pero, yo no soy cualquier ninja.

Me liberé de sus fauces para su sorpresa usando Hakke Rokujyu yonshou sesenta y cuatro golpes. Lamentablemente fallé.

Kidōmaru uso su técnica como un escudo ante mi ataque. Ambos dedujimos como actuar, él sabía que el combate cuerpo a cuerpo sería su derrota, por ello se valió de ataques a distancia para luchar contra mí. No sé qué truco uso, pero me tendió una trama, misma que no pudo hacer nada contra mi defensa absoluta ante su estupor.

De repente, su aspecto cambio y caí en la cuenta que usa el sello maldito, mismo que usó Sasuke, pero de marcas diferentes. Intento detener mi giro rodeándome de cuerdas, pero no pudo hacer nada, las corte todas. Volvió a usar otra trampa, esta vez desde arriba, pero conseguí esquivar una, a una, cada uno de sus ataques: arriba, abajo, izquierda, derecha, frontal, detrás…había demasiadas arañas, tantas que no podía usar mi Kiaten. Todo iba "bien" hasta que una me rozó el hombro derecho y ese detalle no pasó desapercibido por mi contrincante.

El muy maldito había descubierto el punto ciego de mi técnica dando como resultado que varios proyectiles dieran en mi cuerpo, no podía pararlo todo, incluso la cinta de mi pelo también fue cortada. Evité que sus ataques dieran en mis órganos vitales, pero no pude impedir que varios me hirieran por la espalda.

En ese punto, el cansancio se hizo presente, había sabido esquivar sus ataques, pero el chakra no es infinito y mal herido, podía ver que cada vez tenía menos oportunidades de ganar. Me lanzo un ataque potente, una flecha que pude esquivar por los pelos. Pero me dio de lleno, sentí un dolor atroz, 15 cm más y hubiese muerto en ese instante. No tenía mucho tiempo para pararme analizar la situación, así que actúe por instinto de supervivencia mientras intentaba pensar cómo salir con vida de allí.

Después de ese ataque, Puede deducir que sus agresiones constantes eran parte de su plan para encontrar el punto débil del Byakugan. Caí en cuenta que de todos los oponentes que me he enfrentado hasta ahora, él era el más poderoso.

Era consciente de que estaba atrapado y que en cualquier momento atacaría para matarme, de eso no había duda.

Me quede detrás de ese árbol agotado, esperando su ataque final. Me sentía desesperado, no pensaba con claridad, no podía ver donde estaba …no sabía por dónde vendría, si podría o no vencer, pero…sus palabras sonaron como eco en mí dándome el último aliciente para continuar, no podía dejarlo ir.

Cerré los ojos un segundo para recordar las palabras de mi padre: "Neji, has sido dotado del mayor talento de los Hyuga, que he visto nunca, vive Neji, vive."

En un macro segundo la cinta cayó al suelo dejando al descubierto mi sello y realmente pensé que había muerto, pero …unos centímetros más y esa jodida flecha me habría atravesado la cabeza.

Supe que no tendría oportunidad contra él…era mucho más fuerte que yo…no me quedaba mucho chackra y no podía saber si podría realizar o no mi último ataque…pero allí estaba de nuevo él.

Uzumaki Naruto.

"Definitivamente te venceré"

Recordé su juramento con la sangre de Hinata-Sama escurriendo de sus dedos mientras a ella se la llevaban mal herida por mi culpa. Y me pregunte, le pregunte a él, a Naruto, como si estuviese en mi lugar.

« ¿Qué harías tú en mi situación? » Sonreí.

Pero no pude ser tan fuerte como tú Naruto, en esa situación sólo pude reírme de mí, de mi debilidad y me rendí. Te pido disculpas si te decepcioné en ese momento.

Naruto sacudió su cabeza en negativa como contestando a su oración, emocionado de saber que Neji realmente lo tenía en una estima muy alta. Mientras él vilmente le pagaba leyendo su diario personal.

El desasosiego que sintió leyendo eso último lo acompaño hasta el final de la lectura.

Dolió, dolió demasiado, atroz, sentí como mi cuerpo era atravesado a gran velocidad por esa maldita flecha. Fue tan potente que el proyectil se incrustó en el árbol junto a mi cuerpo.

Pero ya lo tenía, la jodida cuerda, si con su chackra formaba sus flechas, entonces estas serían su sentencia de muerte. Allí en medio de ese maravilloso bosque íbamos a morir los dos. La agarre, la sujete con todas las fuerzas que me quedaban y use el Jyuunken en ella para llegar hasta él usando todo el chackra que tenía antes de desfallecer dañando todos sus órganos internos.

Estaba tan cansado, exhausto…mi cuerpo apenas respondía, la hemorragia que sufría no se hizo esperas, escupí sangre, un pobre intento de mi cuerpo de aliviar la presión de mis heridas, intentando tristemente no colapsar.

Sentí, vi, oí los pájaros alzar el vuelo, alejándose de nosotros, intenté detectarlos, pero no fue capaz de encontrar al último de ellos…" ¿Dónde está? Me pregunte sin saber si había matado a mi adversario.

¿Qué más podía hacer?

"perdedor"

Y allí estabas de nuevo tú Naruto, otra vez en mi cabeza sonando como un eco perenne, alentándome...

Te llamé perdedor, te dije que no podrías escapar de tu destino, de tu derrota contra mí, y mírame, me derrotaste, me ensañaste a no rendirme, a que podía ser libre y elegir mi destino, tal y como hizo mi padre…

¡No me rendí!

Naruto Uzumaki, tú me inspiraste, tú me confortaste, nuestro enfrentamiento fue tan importante para mí que te recordé en mi último ápice de aliento hasta el día que me muera… Estoy convencido que tú serás quien cambie todo en este mundo. Estas destinado hacer algo tan grande que no eres consciente de lo que podrías hacer.

Serás Hokage y cambiarás al clan Hyuga, de eso estoy seguro.

¡Por qué si a ti te llaman perdedor!

¡A mí me llaman genio!

Corte la cuerda que me ataba a aquel árbol, ¡No puedo perder! ¡No, no, no! Me dije mil veces aún no Neji…aunque tu cuerpo este dañado, no importa cuán fuerte sea tu enemigo, tienes una razón para levantarte y luchar. Me dolía todo como un demonio, y no paré hasta encontrarlo, se vio tan sorprendió por mí que no espero mi ataque.

Era mi oportunidad.

Era mi victoria.

Le di de lleno, su cuerpo cayó al suelo, yo estaba preparado para lo que viniese, soy un genio, son un Hyuga, y nunca me rendiré.

Antes de morir, me pregunto cómo era posible que siguiese vivo. Sé mejor que nadie de mi debilidad y al no poder esquivar por completo sus ataques la mejor opción era recibirlos evitando morir.

Fue consciente de sus palabras, seguramente moriría en ese lugar, y lo haría con orgullo, en paz conmigo mismo, aunque también pensé que me hubiera gustado poder resolver otros asuntos.

Se lo dije fuerte y claro mis últimas palabras: "Eres el tío más fuerte al que me he enfrentado, pero tengo una razón para no perder, porque el más fuerte al que me había enfrentado me dijo:

"porque no eres un perdedor como yo"

Sonreí con orgullo diciéndole hincado de rodillas en el suelo: "siempre he sido conocido como un genio, por eso no puedo perder, especialmente por el bien de aquello que creen en mi fortaleza y confían en mí." Hice una breve pausa sabiendo que ambos íbamos a morir allí mientras la sangre se escurría de mis labios.

"Es el destino de gente como tú es ser vencido, esas fueron tus palabras" le recordé mientras escupía sangre De nuevo. "Mira esta situación, el destino o lo que sea no es algo que pueda ser decidido por alguien"

Estaba exhausto y semi inconsciente…mi cuerpo se desplomó de un momento a otro y no podía impedir caer al suelo…

No obstante…

No iba a darle el lujo de verme caer, así que de donde no tenía fuerzas apoyé mi mano derecha con solidez sobre la tierra, siendo el único sostente entre el terreno y mi cuerpo.

Podía sentir las gotas de sudor resbalar por mi rostro candado. Respirado entre cortado con dificultad, pero el tío no se callaba. No sabía ya cuánto tiempo podría aguantar.

Me dijo que moriría allí con él, y eso no iba a permitirlo, porque yo tenía una promesa silenciosa con mi padre…

"Neji, debes vivir. De todo el clan tú has heredado las mayores habilidades"

Como pude, cogí aire tortuosamente, tanto como mis pulmones me lo permitieron, mientras mis mechones de pelo se adherían a mi demacrado rostro.

Me giré lo suficiente para encararlo con la mayor de las satisfacciones, arrogancia y orgullo de mi victoria.

"No puedo morir tan fácilmente" recuerdo haberle dicho.

Me hablo sobre lo que Sasuke había decidido por voluntad propia. Sin embargo, yo más que nadie sabía que Uchiha Sasuke estaba vagaba sin rumbo, entre las tinieblas de la venganza. Aun así, era consciente de que la única persona que podría ayudarlo iba en camino y yo había ayudado a conseguirlo.

Porque yo sabía por experiencia propia que Naruto lo haría, él lo ayudaría tal y como hizo conmigo. Uzumaki, tú me sacaste de esa oscuridad.

Por ello espero tener la suficiente longevidad para agradecértelo.

No supe en qué momento caí al suelo, ni siquiera me dolió, la sangre se olía por todos lados, mis ojos se cerraron lentamente sin yo poder hacer nada…realmente me sentí bien, liviano, todo había terminado…me sentí libre…mi jaula estaba abierta y mis alas preparadas para alzar el vuelo.

Si vivía o moría, no tenía importancia, había cambiado para bien, Naruto me regalo una oportunidad para ver más allá de lo que jamás pensé ver…y era maravilloso…había tenido un combate extraordinario, me demostré a mí mismo que podía vencer a alguien más fuerte que yo…la suavidad del viento, el silencio de un día soleado y maravillo fue testigo de mi libertad…rompí las ultimas ataduras que tenía…la suavidad de una pluma cayó en mi mano…era libre.

Lo único que lamentaba era el no poder pedirle perdón a Hinata-sama.

Naruto terminó la lectura sobrecogido. Con las lágrimas al borde de sus azules ojos. Cerro el diario y se lo llevo a su pecho suspirando dolor.

Qué manera tan…tan...tan…no te tenía palabras describir lo que sentía.

Sin dudas alguna, Neji Hyuga acaba de describir su renacimiento, su resiliencia ante todo lo que había pasado en su corta existencia.

A sus doce años Neji, el genio Hyuga había muerto y vuelto a nacer convirtiéndose en un futuro en el excepcional ninja que fue hasta el día de su muerte.

Aún con sus orbes cegadas podía palpar como centímetro a centímetro era atravesado por la filosa daga de la culpa hiriéndolo por dentro. El cargo de consciencia que portaba se hacía cada vez más pesada a cada capítulo del Diario.

Pero ni siquiera le dio tiempo a regocijarse en su miseria, ni a liberar sus emociones o pensamientos, ni siquiera a soltar el aire de sus pulmones, Porque ni siquiera se dio cuenta que la puerta del despacho se abrió ante él.

Y cuando lo hizo fue tarde.

- ¿Qué haces aquí? -


Espero que hallan disfrutado de la lectura , prometo no tardar tanto para el próximo capitulo que esta en marcha.

Es un descaro pedir esto pero , dejen su comentario para motivar a mis musas y seguir con esta historia.

Muchísimas gracias a todos y a todas por su paciencia. Les pido disculpas por tardar tanto , aunque no me creáis os apareció mucho, por eso he vuelto.

TT_TT

PD: Gracias N.

Un saludo de...

Tenshou Gtesuga