Finalmente llegó la primera noche en que Lilith compartiría la habitación del pelirrojo, realmente no sabía qué esperar, sí, habían hecho algunas cosas, pero aún no intimaban por completo. La pelirroja terminaba de alistarse en el baño, tomó sus cosas y salió, por un momento casi entraba a donde había sido su habitación, recordando que su camino era otro; Lilith se detuvo frente a la puerta y tocó de forma suave, casi inaudible.
– ¿qué haces? – el pelirrojo llegó a la puerta – no necesitas tocar, esta también es tu habitación – Lilith se disculpó
Se sentó en la cama, Yuriy estaba leyendo algo bajo la luz de la lámpara en el escritorio y no pudo evitar observarlo, pero se dio cuenta que miraba demasiado, agitó su cabeza y se metió en las cobijas pensando en una forma de ayudar a que conocieran mejor a Alyss y le dieran una oportunidad, pensaba en una salida…
Cuando Lilith reaccionó, la luz estaba apagada y sintió los brazos de Yuriy a su alrededor, aparentemente se había quedado dormida planeando su salida, se acomodó para dormir, al moverse, el cuerpo dormido del pelirrojo la apretó, se sintió bien entre los brazos del chico y decidió dormir, llevándola a soñar con un recuerdo…
—
Su única amiga en toda su vida, la invitó a estar con ella y Brooklyn, Lilith no quería interrumpirlos, pero insistió y la convenció al final.
– Buenas tardes senpai –
Lilith saludó nerviosa temiendo que Brooklyn se molestara por no poder estar a solas con su novia, pero como siempre, senpai sonreía de forma gentil y la hizo sentir bienvenida.
– ¡Brooklyn! –
Los tres chicos voltearon, un chico bastante alto, fornido y moreno saludó al peli naranja.
– Te he estado buscando, vamos a… –
Se detuvo al notar a las chicas, Brooklyn presentó a su novia y a Lilith como la amiga de ella.
– ¿No te da pena estar con los novios? –
Preguntó con tono un tanto coqueto, la pelirroja asintió avergonzada a pesar de que ambos chicos habían dicho que no había problema.
– ¿Qué tal si me quedo con ustedes? Así no harás mala compañía –
El moreno le guiñó el ojo, Brooklyn no se veía muy cómodo con la idea pero aceptó.
– Me llamo Garland, ¿Y tú? –
– Lilith… – respondió bastante retraída
Garland y Lilith se llevaron bien desde el inicio, el chico era amable y gracioso, sin darse cuenta, la pelirroja empezó a sentirse cómoda con él y se volvió su amiga, era normal que los cuatro siempre estuvieran juntos, cosa que ayudó a que fuera más difícil que molestaran a la pelirroja.
Cuando terminó el último año de los chicos en el instituto y Brooklyn tuvo que marcharse del instituto, su novia se notaba triste y a Lilith no le gustaba dejarla sola, durante el último año de ambas en el internado ambos varones las visitaban con cierta regularidad; después de que las chicas también terminaran el instituto, su amiga la animó cuando Garland, pidió a la pelirroja tener una cita. Lilith estaba nerviosa, era la primera vez que estaba a solas con un chico.
– Por fin podemos hacer algo fuera del internado – la pelirroja asintió algo avergonzada – ¿nos vamos?
Durante su salida fueron a un museo, la invitó a comer y después por un helado, el cual comieron en el parque.
– Lilith – la pelirroja volteó a verlo – me gustas –
Dijo con seguridad mientras recargaba sus brazos en sus piernas mirando frente a ellos, Lilith se sonrojó sin saber qué responder cuando Garland la volteó a ver con un toque de seriedad.
– ¿Quieres ser mi novia? – Garland, finalmente le confesó sus sentimientos
La pelirroja lo miró, realmente no quería perder la amistad del moreno si las cosas no salían bien, pero seguramente si decía que no, de igual forma perdería a su amigo, asintió bastante retraída y el chico se mostró feliz.
Después de tratarla por mucho tiempo, Garland sabía cómo era Lilith con respecto a las relaciones. la abrazó y le dio un beso en la frente, pues sabía que ella además de jamás haber besado a alguien, le avergonzaban las muestras de "amor" en la calle, siempre le comentaba sobre eso cuando Brooklyn y su novia se besaban.
En medio del abrazo, todo alrededor de Lilith y Garland desapareció y se volvió obscuro, se asustó mientras él permanecía tranquilo y la abrazó con fuerza, la pelirroja no podía moverse y aquel abrazo ya no se sentía agradable
– ahora eres mía… – le dijo al oído
—
La pelirroja despertó abruptamente, estaba agitada e incluso estaba sudando.
– ¿qué pasa? – Yuriy despertó aún algo adormilado hasta que notó agitada a Lilith – ¿estás bien? – se sentó con ella
– perdón, te desperté – forzó una sonrisa – vuelve a dormir, iré al baño – se levantó y salió de la habitación
En vez de ir al baño en el piso de arriba, bajo al medio baño, cerró la puerta, como siempre evadió el espejo, pero alcanzó a distinguir su reflejo en el espejo, empezó a llorar tratando de no hacer ruido.
– eres mía… – recordó las palabras del sueño, su cuerpo temblaba y se abrazó tratando de calmarse
– todo estará bien – se dijo – estoy lejos… – se dio un par de ligeros golpecitos en el rostro para calmarse y salió del baño
Cuando volvió a la habitación, notó al pelirrojo sentado esperando por ella.
– ¿todo bien? – Lilith asintió mientras se metía de vuelta en las cobijas
Nuevamente se acomodaron para dormir, pero esta vez Lilith se acercó al pelirrojo, quien la abrazó
– hace frío – se acurrucó más
Yuriy la abrazó más fuerte y la pegó a su cuerpo, a Lilith le agradó sentir la cercanía del chico y se giró para abrazarlo de frente, el pelirrojo le dio un pequeño beso en la frente y Lilith acercó su rostro al de él para acurrucarse.
En un momento los ojos de ambos se cruzaron, lograron distinguirse aún en la obscuridad, lentamente ambos rostros se acercaron hasta besarse, Lilith deseaba muchas veces no ser tan tímida y poder ser más sincera, así cuando la mano de Yuriy entró bajo su holgada playera larga, se estremeció pero no lo detuvo.
Yuriy iba despacio, no quería que se repitiera lo de la otra vez, dejaba que su novia le hiciera saber hasta dónde podía llegar, pero para su sorpresa, Lilith también lo tocó bajo la ropa de dormir.
Para Lilith aún era increíble que alguien como Yuriy estuviera con ella, el beso entre ambos fue escalando hasta que ambos terminaron descubiertos en la parte superior del cuerpo, sonaban agitados, y Lilith asintió, haciéndole saber al pelirrojo que estaba bien y podía seguir.
Así, Yuriy la abrazó y empezó a desabrochar el sostén de la pelirroja, cosa que no fue sencilla considerando los cinco ganchos que se interponían para ver aquella recompensa anhelada. Cuando le retiró la prenda, los tocó y empezó a besarlos y succionar despacio; poco a poco Yuriy terminó sobre Lilith, quien estaba agitada, pero había tomado su decisión, no detendría a su novio.
La mano del pelirrojo entró al pantalón de la chica y empezó a tocar la zona, que no tardó mucho en estar húmeda, siguió tocándola, Lilith se estremecía poniendo la almohada sobre su rostro para no hacer ruido, en especial cuando tuvo un orgasmo.
Para sorpresa del pelirrojo, su novia le hizo saber que estaba bien seguir cuando asintió avergonzada. Yuriy se desnudó y frotó su miembro en el cuerpo de la chica, creyendo que lo detendría cambiando de opinión, pero la pelirroja tocó su pene acercándolo a su entrepierna, dejando ver que ella también lo deseaba.
Yuriy se acomodó y lentamente empezó a entrar en Lilith, quien trataba de no hacer ruido, pero el mismo pelirrojo gemía con la sensación del contacto entre ambos cuerpos. Gracias a la lubricación, entró por completo con facilidad , se detuvo un par de segundos para ajustarse a la sensación y comenzó a moverse.
Aquella relación sexual era algo completamente a lo que la chica conocía, el miembro del pelirrojo tocaba todos los lugares correctos, nada de lo que le hacía dolía; la espera del pelirrojo hizo que tuviera mucha energía guardada, la cual no dudó en liberar, primero sobre ella jalándola de los brazos hacia él, luego la giró, aún sin terminar, poniéndola en cuatro, en ese punto la pelirroja hundía su cara en la almohada para ahogar sus ruidos, pero nada de eso ayudó en la tercera y última pose del pelirrojo, donde nuevamente la giró, pero esta vez levantó la pierna de su novia llevándola sobre su hombro, la fuerza y velocidad que usaba contra el cuerpo de Lilith se intensificaba, el pelirrojo la tomó por completo con fuertes e intensas estocadas que los llevaron a alcanzar el clímax juntos, el pelirrojo olvidó todo y se permitió vaciar todo lo que guardaba desde antes para Lilith dentro de ella. La pelirroja no pudo evitar gritar aún tapándose al sentir el viscoso calor llenando el interior de su cuerpo, el semen de Yuriy fluyó en abundancia hasta que aún estando dentro de ella, la semilla del chico empezó a salir.
Yuriy estaba agitado y no podía moverse, jamás esperó eyacular tanto y fue ahí que recordó que no usó protección, considerando que había "llenado" a su novia, era algo tarde para pensar en protección.
– tendré que comprarte algo en la farmacia – dijo mientras recobraba el aliento
– ¿eso quiere decir que… esta noche podemos estar así? – preguntó avergonzada pero con cierta seguridad, su novio asintió
La primera noche de los pelirrojos pese a controlar sus ruidos, fue intensa y muy satisfactoria, Lilith no se arrepentía de finalmente haberse entregado a Yuriy, quien la había hecho olvidarse de las nubes negras en sus recuerdos que le acecharon en su sueño.
Fue en la mañana que la evidencia de lo sucedido apreció, no sólo Yuriy estaba de buen humor mostrando algo que se asemejaba a una sonrisa, cosa que era inusual de ver en casa, también ambos se mostraban cansados, pero Boris tuvo que limitar sus chistes cuando mientras la pelirroja estaba en la cocina, comentó sobre la felicidad de su amigo, quien parecía estar a nada de matarlo con la mirada.
– atrévete a decir algo y esta noche dormirás en la calle – fue la amenaza que el pelirrojo dijo con un tono tan tranquilo que terminó con cualquier intento del platinado de decir algo más
Para sorpresa de todos, Lilith hizo hotcakes, se notaba bastante alegre. Quizá Alyss no la conocía por mucho tiempo, pero podía ver que la pelirroja se comportaba diferente.
– vaya, hotcakes… – no eran su comida favorita – al menos no los hiciste con forma de corazón o algo cursi – Lilith se avergonzó – supongo que anoche lo pasaste bien – la miró con travesura
La pelirroja la miró con duda, Alyss movió sus ojos hacia el pelirrojo y luego de vuelta a Lilith, quien después de unos segundos entendió a qué se refería Alyss, se puso tan nerviosa que al intentar negar e irse tropezó sin caer, pero la voltearon a ver.
Alyss se acercó a la pelirroja, rio y lo que dijo fue escuchado por los rusos – y no querías irte con el pelirrojo – mostró una mirada juguetona – pero lo pasaron bien, ¿no? – Lilith los miró avergonzada, sintió que la juzgaban, aún cuando nadie lo hacía – ¿qué pasó? – Alyss no entendía por qué aquella expresión en la chica – no tiene nada de malo, son novios –
Yuriy lanzó una mirada de odio a Alyss, cosa que incluso Lilith notó, recordando que su novio casi corrió a su amiga la noche anterior y trató de calmarse.
– e… el… desayuno está listo… – nerviosa, trató de cambiar el tema y entró a la cocina
– será mejor que cuides tus palabras, vagabunda – ahí estaba la amenaza del pelirrojo
– no peleen… – la pelirroja volvió con las cosas para los hotcakes
Yuriy miraba con disgusto a Alyss quien tratando de evadir al pelirrojo le dijo a la pelirroja
– este es para mí – agarró el hotcake más grande – por que soy especial – el comentario hizo que el pelirrojo alzara una ceja, tenía que ser broma
– bueno – la pelirroja respondió tranquila a lo que dijo Alyss
Las chicas empezaron a reír como si nada hubiera pasado, dejando a un pelirrojo bastante molesto con la presencia de aquella chica, cosa que causó cierta satisfacción en Kai, pues era difícil que alguien o algo lograra sacar a Yuriy de sus casillas
La única ventaja que eventualmente el pelirrojo le veía a la presencia de Alyss, era que Lilith ya no se perdería camino a la escuela, pues ambas chicas iban y volverían juntas. En el transcurso del desayuno la pelirroja vio un pequeño instante en el que se atrevió a hablar.
– ¿por qué no salimos todos juntos a hacer algo? – miró hacia abajo y agregó – para que todos podamos llevarnos bien –
– ¿salir con ella? – Kai rezongó, se levantó – además, a diferencia de ustedes, tengo cosas importantes que hacer, vengo a trabajar, no a perder mi tiempo –agregó antes de ponerse el saco de su traje para marcharse
Todos en la mesa se notaban molestos con el comentario, menos Lilith, quien sintió que una vez más había hecho todo mal y molestado a todos
– bueno, no necesitamos a Kai para divertirnos – fue Boris quien rompió el incómodo silencio – de echo es mejor si no va –
– pero, ¿no es su amigo? – la pelirroja sonaba preocupada y Boris e Ivan no pudieron contener la carcajada
– vive aquí por ciertas razones, pero realmente no somos amigos – fue el rubio quien respondió la pregunta
– podríamos ir a cenar – todos menos Lilith se percataron del intento de coqueteo de Alyss a Sergei
– pero acabamos de desayunar… – el comentario de la pelirroja fue tan natural, que Alyss no supo qué decir ante la interrupción de la chica a su "conquista"
– me refería a más tarde, u otro día – terminó respondiendo resignada
– aaah… – expresó al entender lo que quiso decir – bueno –
El tono tan tranquilo y natural con el que respondió dejó perplejos a los rusos y Alyss, a tal grado que tardaron en reaccionar cuando la pelirroja había levantado con gran naturalidad los trastos para llevarlos al lavadero
– ¡vagabunda! – Yuriy fue el primero en notar que aquella situación no era lo que se acordó y su exclamación hizo voltear molesta a Alyss – ¿no te estás olvidando de tu pago? – agregó el pelirrojo, dejando notar que no olvidaría que parte del pago era que ella haría los deberes de la casa ese mes
Fue cuando después de recordarle su deuda que el pelirrojo salió como siempre, sin dar explicaciones.
– ¿no te da curiosidad? – Lilith no entendió la pregunta de su amiga – se fue y no te dijo nada – la pelirroja sonrió un poco forzado
– no creo que tenga que decirme todo lo que hace – su voz era baja – quizá necesita espacio – miraba al suelo, a decir verdad, no quería preguntarle a su novio y hacerlo enojar por invadir su privacidad
Pero el pelirrojo tenía una misión importante en mente, una que requería discreción y debía ejecutarse cuanto antes. Salió de casa como si fuera a la estación del tren, cruzó las vías y una vez al otro lado de la avenida, caminó hasta llegar a la farmacia. Entró al local sin prestar atención a la gente, necesitaba comprar dos cosas en particular, ahora que él y Lilith había pasado al siguiente nivel, necesitaría tener protección, pero lo más importante era comprarle pastillas a la pelirroja para evitar algo que aún era demasiado pronto para considerar.
La salida de Yuriy no fue muy larga, nadie le preguntó nada, se acercó a Lilith, mencionando que quería decirle algo en privado, cosa que la avergonzó, mostrando su rostro ruborizado.
– ¿pasó algo? – después de seguirlo a la habitación, preguntó con miedo de haber hecho o dicho algo mal, en especial cuando el pelirrojo asintió
– bueno más bien, quería darte esto – extendió su mano, fue la primera vez que Lilith vio a Yuriy (ligeramente) ruborizado, incluso no la miraba directamente – ya sabes… para que no… – la pelirroja puso sus manos sobre la del chico sin dejarlo terminar y tomando la cajita
– Gr… gracias – ambos pelirrojos estaban nerviosos, aunque en Lilith se notaban más, hubo un silencio incómodo
– también te traje esto – dejó una botella con agua en el escritorio – te daré espacio… – salió tratando de no mostrar que estaba nervioso
El pelirrojo se dirigió al baño en el piso de arriba, en verdad estaba nervioso de que una noche pudiera tener consecuencias permanentes, pero más que eso, al mirarse en el espejo, lo que siempre había sido su preocupación hizo que su mano temblara un poco
– no serviría para esto – en su reflejo vio un antiguo fantasma que acechaba su pasado – carajo –
Yuriy salió ahora molesto, los rusos reconocían buen cuando algo importante molestaba al pelirrojo, pues su semblante siempre era el mismo, ninguno dijo nada
En el cuarto, la pelirroja miró la cajita y el agua, se notaba triste y el color de sus mejillas había bajado un poco, aquella situación le recordó algunas cosas que no deseaba recordar, pero sabía que al menos esa parte, tendría que hablarla antes de lo esperado.
– ¿estás bien? – Alyss tocaba la puerta y Lilith salió para verla
– sí, no pasa nada – sonaba tranquila, pero no miraba a Alyss
– ¿quieres ver la película con nosotros? – se dio cuenta que no quería hablar de lo que sea que hubiera pasado, la pelirroja asintió
Lilith no tardó en notar la ausencia del pelirrojo, no preguntó nada, pero no puso atención a la película, pensaba en la reacción del chico. Fue hasta más tarde que Yuriy volvió, se acercó a su novia e interactuó con ella como si nada hubiera sucedido, cuando estuvieron solos, listos para dormir, esperó a que la pelirroja se acostara para hacer lo mismo, la abrazó por atrás y creyéndola dormida, le susurró
– lo siento… – se acurrucó con Lilith
Aunque el pelirrojo no contó con que su novia estaba despierta, Lilith soltó una lagrima en silencio, sabía que pronto tendría que decir algo poco agradable.
Con todo lo sucedido con la llegada de Kai y el descubrimiento del secreto de Lilith y su inquilina secreta, cumplir con aquella salida que quedó al aire prácticamente había quedado en el olvido, a excepción, claro está, de la pelirroja, pues creía fervientemente que con eso los rusos se llevarían bien con su amiga y las "perdonarían" por haber mentido.
En los intentos fallidos de Lilith por organizar algo para que se llevaran bien, la pelirroja no se percató de un pequeño detalle, a decir verdad, nadie se había dado cuenta, Alyss, después de no encontrar una respuesta por parte de Sergei a sus coqueteos, terminó teniendo relaciones con Boris cada que tenían la oportunidad, así pasó una semana hasta que finalmente, después de que la misma Alyss fue quien sugirió salir a cenar algo.
Salieron a cenar, fuera de la casa parecían llevarse bien, al menos con Kai, pues Yuriy seguía sin aceptar a Alyss. Yuriy tomó la mano de su novia y caminaron frente a los demás, Kai seguía sin entender como ESO pasó, no parecían tener nada en común.
– ¿Cómo es que a Ivanov le gusta alguien sin chiste? – hizo el comentario a los otros rusos
Pudo sentir la mirada molesta de Alyss con el comentario, mismo que molestó al pelirrojo y avergonzó a Lilith. Alyss se adelantó separando a la pelirroja de Yuriy, quien reclamó. Alyss llevó de la mano a su amiga mientras caminaban por la ciudad, le sonrió al ver que el comentario del japonés la había afectado.
– te va a gustar este lugar, es uno de mis favoritos – la jaló para ser las primeras en entrar, y de paso hacerla olvidar el comentario de Kai
Llevaron al lugar y Alyss se sentó con la pelirroja, evitando que Yuriy se sentara con ella, estaba molesta por que no defendió a la pelirroja, aunque realmente con su interrupción, no lo dejó decir nada. Kai no pudo evitar burlarse del pelirrojo.
– Parece que perdiste tu lugar no sólo como su novio –
Boris comenzó a reír con el comentario, pero fue callado por Yuriy y ninguno de los otros dos rusos se atrevió a reír, pero Sergei intentó calmar el asunto.
– Creo que todas las mujeres dan más miedo – era evidente que Alyss estaba molesta
Su comentario lejos de calmar a los chicos, causó que Boris centrara sus burlas en él.
– Ah, con que es por eso que nunca has tenido novia –
Los chicos comenzaron a reír mientras el rubio trataba de ignorarlos.
– Ahora entiendo todo… – suspiró Alyss en un tono un tanto derrotado causando más risas por parte de Boris, quien conocía los intentos de la chica por conseguir la atención del rubio.
– ¿Por qué se ríen de Sergei? –
Lilith preguntó en voz baja al ver que su todos parecían haber encontrado divertido el comentario, pero Boris alcanzó a escuchar.
– Linda, eso quiere decir que nuestro amigo quizá es gay –
La risa de burla de Boris causó un golpe de parte del rubio, haciéndolo callar, antes de que Boris pudiera decirle que sólo era una broma, una Lilith emocionada se levantó casi corriendo y tomó ambas manos de Sergei, en su mirada se veía emoción.
– Yo te apoyaré –
El rubio no supo que contestar al entender que Lilith ahora lo vería como su amigo gay y ninguno pudo contener las risas.
– No se burlen, no tiene nada de malo que le gusten los chicos – sonaba seria
Lilith los miraba con desaprobación mientras sus risas se volvían más fuertes. Yuriy se acercó a su novia, y le dijo en un tono bajo
– Sergei no es gay, sólo lo estaban molestando –
Lilith volteó a ver al rubio quien evidentemente no estaba nada cómodo con los comentarios y burlas
– ¡Y yo dije que es gay! –
Gritó haciendo que todos en el lugar voltearan, causando aún más risas de los chicos. Lilith comenzó a disculparse con el ruso quien fingió una sonrisa para detener la lluvia de disculpas y que se sentara.
– eres tan adorablemente torpe – Alyss le sonrió a su amiga
– por eso me caes bien, linda – agregó Boris acercándose a acariciarle la cabeza a la pelirroja, cosa que no agradó mucho a Yuriy
La salida terminó con todos volviendo a casa aún molestando al rubio, pero ahora de como es que Lilith no había dudado ni un instante en que era gay.
– perdón, te causé problemas… – se disculpó con el rubio al llegar a la casa
– no es tu culpa que esos tres se burlen de todo – se excusó y se retiró
Yuriy miraba con desagrado a Alyss quien seguía riéndose con Boris e Ivan, Kai como siempre había desaparecido a su cuarto sin decir nada. El pelirrojo le dijo a su novia que se adelantara, pues había olvidado algo. Lilith subió a la habitación y Yuriy se acercó al trio de burlones.
– será mejor que no vuelvan hacerla sentir mal, a menos que quieran desaparecer – se retiró
Ivan dejó de reír y también se fue, esperando evadir la amenaza, pues Alyss siguió como si nada aunque Boris había titubeado con el comentario del pelirrojo
– ¿por qué le temen a tu amigo? Digo, sí tiene mirada de asesino y todo eso, pero es su amigo, ¿no? –
– es algo compilado de explicar, Yura no es malo, pero si lo haces enojar, seguro te hará pagar por ello –
Alyss odiaba que, al igual que Kai, no entendía cómo es que una chica tan diferente a la personalidad "asesina" del pelirrojo fuera novia de Yuriy
– olvidemos eso – el platinado cambió el tema – mejor, vamos a divertirnos – Alyss no vio inconveniente, pues todos se habían ido a dormir y ellos podían hacer uso de la sala
La pelirroja por su parte, trató de evadir a su novio, fingió estar dormida, cuando escuchó entrar a su novio
– ah – suspiró harto – si no fuera por que la defiende tanto, no tendría a esa loca en la casa – se quejaba mientras se cambiaba, miró la cama, su novia parecía estar dormida. Yuriy se metió a la cama después de cambiarse y apagar la luz
– ¿por qué no la quieres? – el pelirrojo entendió que su novia escuchó sus quejas – es mi amiga – pudo sentirla temblar entre sus brazos mientras sollozaba
– lo sé, por eso no digo nada, pero no me agrada su forma de ser – besó su mejilla por atrás – no la mandaré a ningún lado – la abrazó con fuerza hasta que se quedaron dormidos
Sergei era por mucho el más amable de los rusos y era quien ayudaba a Lilith cuando faltaba algo en casa para ir a comprarlo. Así, volvía a casa con algunas compras, cuando no pudo evitar notar una figura entre los árboles cerca de casa. Se acercó con cautela, pues no sabía de quién se trataba, aunque bien podía ser Boris tramando algo; pero lo que vio lo preocupó, una linda chica de hermoso y largo cabello negro, aunque sus atributos no eran muchos, sus delicados labios lo hicieron sonrojarse, estaba en el piso. Trató de despertarla, pero notó que había caído inconsciente, la cargó y la llevó a casa.
Una vez en casa, Sergei iba a pedir ayuda a las chicas, pues al parecer estaba herida y no quería ser inapropiado, pero no había nadie en casa. Había decidido dejarla descansar en su habitación, la recostó y se disponía a salir cuando se quedó mirando un detalle que no pudo dejar pasar,
El rubio estaba confundido por la chica, miró con detenimiento cada detalle de su bello rostro, quería tocar sus labios rosados cuando miró hacia los pantalones y lo vio de nuevo, un bulto en la entrepierna de aquella chica.
Sergei se puso nervioso, no podía ser un chico ¿O sí? Respiró para calmarse, debía revisar que no tuviera heridas, así que comenzó a desvestirlo con cuidado. Retiró la parte superior de su ropa, su piel era blanca y al estar descubierto, resaltaba su cabellera, cuando retiró su ropa negra de su pecho no pudo evitar notar un tatuaje de dragón, el chico seguía inconsciente, notó que su cabello estaba lleno de hojas y tierra, probablemente de cuando estaba tirado en el piso, Sergei se puso nervioso, pero lo levantó suavemente, noto que no había heridas evidentes.
Sergei miraba aquel delicado rostro, si no lo hubiera visto, jamás hubiera creído que podía haber un niño tan hermoso. Se detuvo al darse cuenta de la suave piel del chico en sus manos, acomodó al joven con cuidado y trató de calmarse. Notó su ropa llena de tierra, así que lo despojó de sus pantalones para lavarlos. No pudo evitar mirar que aquel bulto seguía ahí, definitivamente era un chico y encima tenía una erección. Sergei juntó la ropa del chico y la llevó a la lavadora, Sergei volvía para colocarle algo de ropa al chico, era tan delgado que no sabía si tendría algo que le quedara.
Se acercó con una manta a cubrirlo mientras buscaba algo de ropa, pero al acercarse el chico abrió los ojos. Miró a Sergei a los ojos, sintió la manta sobre él y miró bajo la misma para notar que estaba usando sólo su bóxer.
Sergei trató de explicar lo sucedido pero el pequeño saltó sobre él tirándolo, a pesar de su tamaño tenía fuerza y encima tomó al rubio desprevenido; se sentó en el pecho del ruso mirándolo con desprecio, cuando Sergei le dijo que no le había hecho nada. Se levantaron y Sergei explicó todo, el chico se sentó de nuevo en la cama colocando su cara cerca de sus rodillas sintiéndose avergonzado por haber atacado a quien lo rescató. Sergei acercó nuevamente la manta para cubrirlo, el chico lo miró a los ojos, estaban demasiado cerca, Sergei no se movió
– Puedes decirme Glen –
Sonrió para el rubio, quien notó nuevamente sus labios y sin pensar en las consecuencias y dejándose llevar lo besó. Glen no tuvo tiempo de reaccionar, antes de poder objetar, el rubio ya lo había recostado sin dejar de besarlo. Lejos de detenerlo, comenzó a sentir aquella lengua en su boca y la siguió, enredando sus brazos sobre el ruso. Sergei comenzó a bajar lentamente por el cuello de Glen quien no pudo evitar gemir. Sus ojos se cruzaron y Glen sentía que le faltaba el aire, sin dejar de mirarlo, Sergei frotó suavemente el pezón de Glen haciendo que gimiera, Sergei lo besó bajando muy lento su mano hasta la entrepierna de Glen, tocó su pene, Glen no pudo resistir aquel extraño cosquilleo en su cuerpo e instintivamente abrió sus piernas para que el ruso pudiera tocar mejor.
Sergei retiró la única prenda de ese cuerpo y miró aquel pequeño pero erecto pene. Glen trató de detener las cosas en su mente, pero su cuerpo no respondió y el ruso bajó su cara al pene de Glen y comenzó a darle un oral, las piernas de Glen temblaban y terminaron envolviendo la cabeza de Sergei, no sentía dolor, pero ¿Qué era?
Cuando Sergei levantó sus caderas y lamió su ano supo que había llegado muy lejos con aquel extraño. La lengua de Sergei entro en el ano de Glen haciéndolo estremecer, coloco su nudillo en la boca tratando de no hacer ruido. Cuando el lugar estaba humedecido, Sergei metió un dedo con cuidado y Glen casi grita de no ser porque Sergei lo besó. El rubio no podía detenerse, no entendía qué era, pero aquel chico había despertado algo en él y ahora no podía parar. Glen pudo sentir su sabor en la boca del rubio, quien jugueteaba en su ano, Glen comenzó a acostumbrarse a sus movimientos y Sergei le sonrió. Glen se sentía bien, jamás sintió algo como eso, sonrió de forma genuina por primera vez en mucho tiempo, cuando sintió una enorme presión en su ano, sus ojos se blanquearon, su cuerpo se sintió caliente y pese al dolor que acompañó los primeros segundos inmediatamente sintió que no quería que lo que sea que estuviera pasando terminara.
– ¿Te gusta? – Preguntó el rubio en su oído al notar la cara de éxtasis en Glen.
Sergei comenzó a moverse lento sobre Glen, quien no podía creer lo bien que se sentía, abrazó con fuerza el cuello de Sergei aún con la mirada perdida y un poco de saliva escurriendo de su boca.
– Quiero sentir más – Sergei sonrió, se levantó saliendo de Glen.
– ¿Por qué paras? – Miró al rubio, ese enorme pene erecto mojado había estado en él. Glen no pudo creer el tamaño del rubio, no podía dejar de mirarlo. – De nuevo… mételo de nuevo – Glen se lanzó sobre Sergei y lo besó mientras el rubio lo acomodó sobre su pene.
Sergei estaba un tanto confundido, pero decidió dejarse llevar, al parecer ambos lo estaban disfrutando de la misma manera. A penas entró, Glen comenzó a mover sus caderas, se sentía increíble y quería más de aquel ruso. Sin dejar de penetrarlo, Sergei se levantó y cargando al delgado y pequeño cuerpo de Glen lo giro de espaldas a él, Glen bajó sus piernas y Sergei lo recargó a la pared, su cara parecía querer volverse parte de la pared con los movimientos de Sergei, quien le levantó una pierna subiéndola a su hombro. Glen no podía creer bien que eso se sentía. Sergei entró a lo profundo del recto de Glen, lamió su oído
– No puedo contenerme ¿estás listo para recibirlo todo? – Glen no sabía de qué hablaba Sergei, pero dijo que sí, lo que sea que fuera, lo quería todo y lo quería ya.
Sergei tapó la boca de Glen con ambas mano y comenzó a empujarlo penetrándolo con toda su fuerza, su velocidad subió, Glen había perdido la cabeza, nada importaba, solo deseaba seguir sintiendo ese placer, cuando Glen sintió que su cuerpo estaba por explotar, una sensación caliente llenó el interior de su recto a la par que un grito ronco proveniente del ruso en su oído y aquel placer, lo hizo eyacular con un chorro potente, no podía dejar de sentir placer mientras sentía como aquel ruso lo llenaba y aquel pene palpitaba dentro de él.
Sergei salió y su semen escurrió en las piernas de Glen, quien se dejó caer aún con cara de éxtasis. Sergei, aún vestido, procedía a guardar su pene cuando Glen arrodillado lo detuvo y metió el pene de Sergei en su boca. Sergei no lo podía creer, se había dejado llevar por aquel delicado rostro, pero ahora aquel chico necesitaba del pene de Sergei. Glen bajó los pantalones de Sergei, quien acabó de desvestirse. Glen encontraba aquel sabor del pene del ruso delicioso, miró el fornido cuerpo del ruso y se lanzó a él
– Dame más –
Sergei no dudo en tomar a Glen nuevamente, pero lo penetró llenándolo de su semen hasta que su pene quedó vacío y Glen quedó satisfecho bañado en semen, y con ambos, su estómago y su recto lleno del ruso quien, a pesar de ya no tener energía para otra ronda, disfrutaba ver aquel Glen excitado. Metió sus dedos en el recto de Glen presionando su interior, el cuerpo de Glen estaba demasiado sensible, Sergei picaba el ano de Glen con fuerza y añadió su boca a la labor, Glen no pudo más y eyaculó con fuerza en la boca del rubio, Sergei juntó semen en su boca sin pasarlo y besó a Glen, forzándolo a beber su propio semen.
Sergei se vistió, cubrió a Glen y lo dejó descansar. El rubio bajó a buscar la ropa del chico, vio que los demás estaban de vuelta en casa, así que se retiró sin decir nada, aunque Boris notó la ropa que llevaba, pero no le tomó mucha importancia.
Cuando Glen despertó y se levantó, le dolía cada rincón de su cuerpo, no podía caminar y su ano ardía, lo toco suavemente y se estremeció al recordar al rubio. Se recostó de nuevo, no se sentía capaz de caminar, cuando entró Sergei con su ropa. Glen tomó la mano de Sergei impidiendo que se fuera, lo jaló y lo besó.
– ¿Me lo harías en el baño? –
Sergei sonrió y cargó a Glen al baño; aquel pequeño desconocido tenía un enorme apetito sexual y Sergei tenía la herramienta necesaria para llenarlo de placer. Mientras a pesar del dolor, sentía el pene de Sergei abriendo su ano de nuevo, Glen supo que había encontrado su debilidad y que el rubio se había dado cuenta.
Cuando al fin Glen quedó satisfecho una vez más, el rubio lo llevó de vuelta al cuarto, cuidando no ser vistos, una vez acostado en la cama, finalmente Glen preguntó el nombre de Sergei, quien rio, le dijo su nombre y lo besó.
– Siempre que quieras más, sabes dónde buscarme – Sergei salió para verificar que nadie los hubiera visto
Glen se quedó mirando el techo, aquel ruso le había hecho conocer un mundo nuevo y ahora no sabía si podría alejarse de aquel placer.
– ¿estás bien? – Ivan se acercó al notar que algo escondía
– sí, sólo no quiero hablar aún con Boris –
– sabes como son sus bromas, no le des mucha importancia – Ivan se alejó
Sergei se quedó parado en el pasillo, pensó en todo lo que había hecho con aquel extraño mientras recordaba lo que había sucedido en aquella cena
– Entonces, ¿sí... soy gay…? –
Se preguntó a sí mismo antes de volver a la habitación
