Disclaimer: Naruto no es mío; le pertenece al alto, bronceado y guapo, Masashi Kishimoto.
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CAPITULO VI
El príncipe artista regala demasiadas flores
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— Hima está muy rara desde que volvió de su misión —comentó Boruto, durante la cena.
Cuando Himawari volvió de su misión, después de saludar y conversar brevemente, fue directo a su habitación y no había salido ni siquiera para comer.
— Solo está descansando, por favor, súbanle el almuerzo, no quiero que se quede sin comer —ordenó Hinata, antes de salir, llevaría comida a su marido y luego haría una visita a Ino para ultimar detalles sobre el arreglo floral del cumpleaños.
— Llévale la comida, Kawaki
— Hazlo tú —Kawaki cambiaba de canal en el televisor.
El día anterior habían decidido que Inojin sería el príncipe de Hima, hablaron con él, e Inojin no se impresionó cuando se lo dijeron, así como lo habían hecho los anteriores chambelanes. Himawari también lo tomó normal, fue lo primero que le dijeron cuando llegó a casa, no parecía especialmente alegre, así que los muchachos se relajaron.
El porqué nadie subía la comida era simple, si Himawari estaba enferma como lo sospechaban, entonces estaba de mal humor y si era así, nadie NADIE debía molestarla.
— Kawaki —Boruto se paró frente a él— ¿Recuerdas cuando te salvé de Kara? La gran batalla donde casi pierdo mi vida
— Yo te salvé a ti, idiota
Se salvaron mutuamente, en más de una ocasión. La última vez que pelearon juntos fue hace un año, cuando por fin pudieron deshacerse de los marcianos, controlar el Karma fue difícil, cuando Kurama regresó fue todo un reencuentro con su padre, aún tenían un vínculo y podrían comunicarse. A pesar de toda la destrucción, las cinco naciones se habían recuperado rápidamente. Pero, ahora Boruto y Kawaki discutían enumerando las veces que se habían hecho favores y de quién era el turno ahora.
— Te presté dinero para tu taiyaki.
— Te excusé con Mitsuki cuando no querías verlo.
Eso era lo último que ocurrió, Mitsuki era un amigo muy intenso. Eso había sucedido ayer así que Boruto no tenía nada después de eso, a menos que…
— Lavé los platos por ti, dattebasa —tomó los servicios y se puso a lavar.
Kawaki no podía apartarlo, corría el riesgo de que algo se rompa y entonces Hinata se molestaría. Las Uzumakis de esa familia eran muy amables, hasta que las provocaban. Resignado Kawaki tomó el plato de la menor y subió al cuarto de la susodicha. Tampoco estaba mal, solo debía dejarle la comida y además, se libraba del quehacer.
— Hima, tu comida.
— No tengo hambre, gracias —se escuchó del otro lado.
— Al menos recíbelo, y tú te las arreglas con tu mamá —no quería que Hinata se enfadara con él, pero también quería saber qué pasaba, ¿Por qué su Hima se comportaba tan esquiva?
Silencio.
— ¿Himawari? —se estaba preocupando, si no respondía, rompería esa puerta. Estaba a punto de abrirla cuando…
— Kawaki, ¿Puedes hacerme un favor?
Los favores con Himawari eran distintos que con Boruto, con ella no llevaba la cuenta, el único favor al que se había negado era a quedarse a la fiesta, por obvias razones debía olvidar sus sentimientos y lo mejor era no verla en ese evento. Por lo demás, era un ¡Sí! Rotundo a cualquier cosa que ella le pidiera.
¿Quería una hamburguesa antes de la cena? Se la compraba.
¿Escondía un animalito en su habitación como hogar temporal? La ayudaba.
Es que, si le pedía que se cortara una pierna, él preguntaba "¿Cuál?"
Pero no estaba preparado para el pedido que ahora le hizo, y estaba seguro que ningún hombre lo estaba.
— Puedo decirle a Hinata cuando regrese —trató de excusarse Kawaki, completamente sonrojado.
— ¡No, se lo contará a papá! —dijo Himawari, igual de sonrojada, del otro lado de la puerta.
— Quizás, Boruto pueda…
— ¡No! Sabes lo chismosos que son en casa, si alguien más se entera, todos lo sabrán —abrió un poco la puerta, dejando ver la mitad de su rostro— Te lo pido, a ti, por favor…
— De acuerdo —desvió la mirada. Nunca la vio tan suplicante y vulnerable, además el argumento era válido, en esa casa no existía la privacidad —¿De qué tipo tengo que comprar? Supongo que hay tallas y eso…
—N-no lo sé, es… la primera vez que me pasa…
Himawari tuvo su primera menstruación; con el conocimiento básico del tema, pero sin la información ganada por la experiencia y con los nervios de una primera vez; tuvo que pedirle ayuda a la persona que más vergüenza le daba, pero en quién más podía confiar.
Y así, Kawaki salió a comprar toallas femeninas.
A diferencia de los hermanos Uzumaki, él sí estaba informado sobre la sexualidad, no de forma pervertida, sino con sentido común. Aún así, sintió nervios al tener que elegir algo en la tienda ¿Qué se supone que debía elegir? No iba a tomar lo primero que vea, debía escoger lo mejor para Hima, pero sin preguntar a nadie, no podía levantar sospechas de que estuviera comprando algo para la Uzumaki o más temprano que tarde sus padres y toda la aldea se enterarían. Analizó los productos y eligió uno que le pareció adecuado, no había personas en esa sección y la única persona que vió fue el cajero, más nervioso que él.
Mientras regresaba a casa, pensaba en que era agradable que Hima confiara en él para algo tan personal, con el tiempo él incluso podría estar al tanto de sus ciclos, reconocer el material adecuado para su piel, tendría que conocer su cuerpo y… paró en seco al darse cuenta de las estupideces que pensaba. Menos mal, nadie podía escuchar esos pensamientos.
—Kawaki, ¿vas a casa? Te acompañaré —apareció de repente Inojin, cargando una flor. Kawaki sospechaba lo peor
— ¿A qué vas?
— A ver a Hima-chan, por supuesto. Mamá y la sra. Hyuga están en la tienda y escuché que ella ya regresó de su misión —dijo, sin notar el tono defensivo del mayor— Por cierto, te veías un poco alterado ¿Estás bien?
— ¿Y las flores que llevas, qué? —no respondió a su pregunta, pero sostuvo con más fuerza la bolsa con las toallas femeninas.
— Son para Hima-chan, soy el príncipe después de todo, debo comportarme a la altura.
No es que pudiera evitarlo, ayer se enteró que no era la primera vez que Inojin le regalaba flores a su Hima. Pero Boruto lo había convencido que Inojin era así, para él era normal, habían descartado las intenciones románticas, sin embargo ya no estaba del todo convencido, bastaba con verlo, ese pálido rubio no era de fiar.
Llegaron a casa, Inojin esperó en la sala donde estaba Boruto jugando videojuegos. Kawaki subió y entregó el paquete sin mucho drama, porque ahora su mente estaba ocupada en el pálido príncipe que estaba en la sala.
— Inojin está abajo esperándote ¿Le digo que se vaya?
— ¿Eh? Eso es descortés, por favor entretenlo, yo… quiero tomar una ducha primero —lo último lo dijo muy bajito.
Himawari parecía una niña pequeña que había hecho una travesura y se sentía muy mal por ello. Nunca la había visto tan tímida y apenada, y le parecía totalmente encantadora e irresistible, podía ser un pequeño secreto que use para atormentarla cada vez que la quiera ver sonrojada. Pero eso era egoísta, hasta para él. No, él iba a reconfortarla.
— Hima, no te sientas apenada, lo que te pasa es natural, tarde o temprano sucedería, no te agobies demasiado, eres más fuerte de lo que crees.
Con cada palabra de aliento, la chica habría los ojos más y más grandes. Las palabras de Kawaki le habían dado mucha tranquilidad, la que debió tener desde un principio. Esperaba que no la haya visto como niña asustadiza, lo que decía Kawaki era cierto, solo necesitaba que alguien se lo dijera.
— Gracias, Kawaki —murmuró.
En la sala, los tres ninjas conversaban. Bueno, decir que conversaban era algo exagerado. Inojin hablaba y los dos hermanos lo miraban fijamente.
Que Hima dijo esto, que Hima hizo aquello, etc, etc.
Himawari bajó y tuvo una amena conversación con los tres, ya no sentía pena alguna y había vuelto a ser la Hima de siempre; logró aliviar la tensión en el ambiente como solo ella sabía hacerlo; pero que rápidamente era alterado por cada comentario que hacía Inojin.
— ¿No quieres quedarte un rato más? —la sonrisa de Himawari era poderosa, pero tras ella las miradas asesinas eran aún más fuertes.
— No puedo, pero sabes qué, para compensar que no podré estar tan al pendiente, te enviaré una flor cada día.
— Es muy lindo de tu parte, pero no tienes que hacerlo.
— Quiero hacerlo
— Gracias, no se me ocurre como agradecerte.
— A mí se me ocurren muchas formas en que puedes agradecerme.
¿Acaso dijo lo que creo que dijo? ¿Habló con doble sentido delante suyo?
— Dímelo cuando tengas tiempo —inocente Himawari.
— Inojin ya tiene que irse —Boruto lo empujó hacia a la salida.
Puso las flores en el florero que Kawaki compró años atrás.
Al otro lado de la puerta, dos hermanos y un futuro cádaver tenían una seria conversación.
— Entonces, ¿Qué intenciones tienes con mi hermana? —preguntó Boruto, con un tono serio.
— La haré mi novia.
— ¡¿Qué dijiste?! —gritaron. Ambos sostuvieron al rubio de la remera quedando unos centímetros del suelo. La altura de esos hermanos era envidiable.
— Tranquilos, para empezar ustedes preguntaron —dijo Inojin, aún levantado por los hermanos— ¿Pueden bajarme para que pueda continuar?
— Dejemos que hable.
Inojin tenía derecho a sus últimas palabras, pensó Kawaki. El tipo era una amenaza directa, de frente había admitido gustar de Hima y declaró sus intenciones, un rival hecho y derecho. ¿Rival? No, él mismo no podía estar con Hima de todas formas, no era una competencia, aún así, ese tipo no era adecuado para ella, su intuición se lo decía.
— No tienen que preocuparse, de hecho yo ya me declaré —dijo Inojin, rascando su cabeza con algo de pena.
Eres
Hombre
Muerto
— Fue hace un par de meses, pero ella me rechazó.
— Si ya te rechazó, ¿porque lo volverás a intentar? dattebasa
— Bueno, el ambiente y estado de ánimo será distinto, quiero ver si esta vez me da una oportunidad.
— Sabes que ya no serás el acompañante de mi hermanita, ¿cierto?
— Lo suponía, creo que fui muy directo —Inojin sonrió burlonamente. Alisó la ropa una vez que lo soltaron— De todas formas no podrán esconcer a Hima-chan por siempre.
— ¿De qué hablas? —preguntó Kawaki
— Bueno, hoy estaban muy a la defensiva, supongo que se comportan así con todos los chicos
— Sólo queremos lo mejor para ella dattebasa
¿Sólo quiere lo mejor para ella? Es lo que ha estado tratando de convencerse todo este tiempo, por qué dudaba ahora…
Inojin se despidió, a pesar que no sería el príncipe de Hima, como ya lo sospechaba, al menos esperaba tener una oportunidad para cortejarla con flores diarias y declararse en la fiesta. Lo que no sabía es que sería asignado a una misión en Suna; cortesía de Lord Hokage, luego de ser informado de ese día.
Fue Kawaki quién le dio la noticia a Himawari, así que nuevamente otro chambelán quedaba descartado.
— Es una lástima, habría sido muy divertido salir con él —puso una segunda flor en el jarrón, y a pesar de que quedaba descartado, las flores seguirían llegado a su puerta diariamente hasta el día de su fiesta como él había prometido.
Para Hima, la historia se estaba volviendo muy repetitiva, los chambelanes no le duraban ni un día, no es que pudiera quejarse, su hermano y Kawaki estaban haciendo todo el trabajo por ella, pero por Kami-sama ¿podían ser un poco más discretos?
— Oye, Hima ¿Inojin te dijo algo importante? —preguntó Kawaki sacándola de sus pensamientos, la veía muy concentrada en las flores de ese idiota.
— ¿Eh? —Hima no entendía a qué se refería, pero lo que más la desconcertaba es que Kawaki haya iniciado la conversación, como tan pocas veces lo hacía.
— Algo importante, como hace un par de meses, talvez en un lugar elegante o en un festival — Kawaki debía saber más de esa supuesta confesión del albino.
Himawari puso su mano en el mentón y trató de recordar si había algo relevante.
— Nada importante que yo recuerde, una vez interrumpió la clase de dibujo para decirme lo mucho que le importaba…
—Y ¿Qué más te dijo? ¿Qué le dijiste?
— Y que me quería, yo también le dije que lo quería mucho y que me importaba como todos mis amigos, estaba usando una pintura especial de secado rápido así que volví al lienzo para no arruinar el dibujo.
Lo friendzoneó y ni siquiera se dio cuenta.
Himawari no se había dado cuenta de las intenciones del directo Inojin; podía usar eso a su favor, ya que ella no reconocería intenciones románticas de sus pretendientes. Pero, por otro lado, tanta ingenuidad podrían ponerla en peligro con las personas equivocadas.
Inojin, pasaba a la lista negra de esa casa, aunque lo hayan descartado como chambelán seguía siendo un peligro.
Más adelante sabría que no él no iba a ser el mayor de sus problemas.
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— ¿No tienes compañeros normales?
— Al parecer no
Los chicos salieron por unos tragos y a pensar con claridad. Descartaron a todo el grupo de amigos de Boruto.
— Lo del pálido idiota fue tu culpa, ¿qué podías esperar del hijo de la pareja más pervertida de Konoha?
—Definitivamente, descartamos a cualquier chico mayor que Hima, tienen malas intenciones dattebasa
— El problema es Hima, es demasiado buena con todos, todos son sus amigos —dijo Kawaki casi escupiendo esa palabra, ¿Por qué su princesa tenía que ser tan sociable y carismática?
— ¡Eso es! Hay que elegir a alguien que no sea precisamente su amigo.
¿Alguien que no sea amigo de Himawari? Imposible — ¿A quién tienes en mente?
— Su rival
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Continuará.
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Es el ship que menos me gusta, no sé ni cómo nació el ship xD Aún quedan un par de príncipes y con ellos espero sacar una mejor interacción. Se supone que era un fic de humor y quise retomar eso, pero ya me di cuenta que está tomando otros rumbos, voy a seguir así a ver a donde llega este híbrido. Gracias por sus comentarios, me hacen el día y me inspiran a seguir.
Pd. Kawaki es frio y cortante, pero con Hima tienen excepciones, así que en mi headcanon él es un caballero con Hima y nadie podrá convencerme de lo contrario.
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Gracias por leer
¡Holybendiciones!
