Disclaimer: los personajes no son míos, les pertenecen a sus respectivos dueños.
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Capitulo 6: Desde este punto
–wow ¿De dónde sacaron el oro?
Wade vio los bolsos llenos de monedas apoyados en la mesa. La ciclope se echó en la silla con una lata de cerveza, estirando sus piernas.
–Lo encontramos en la cueva, tal vez esté relacionado a lo que mencionó Drake con esos tipos raros…
–Lo más importante es que Kim y esa cosa gris estén bien… ¿Quién es ella?
–Ella intentó matar a Kim con una ballesta. La trajimos aquí a ver si suelta algo… entre nosotros, negro…
–Wade…
–Si, eso; esa mujer que le explota el busto, esas cosas con hongos, ninjas ¿No sientes que algo pasará?
El moreno dejó de teclear unos momentos para tomar una postura pensativa. Tomó un sorbo de su malteada aún pensando en lo que escuchó. Luego de eso, giró sin levantarse de la silla y miró a Cherri Bomb.
–Si eso es lo que piensas, hay que estar listos. Siempre alerta.
La cíclope miró como Wade continúo tecleando en su computadora, para después mirar como Kane junto con Lynch, la prisionera y Kim con Glenn entraban a una tienda.
Colocándola en una silla atándola a ella, de pies y muñecas, y una cinta en la boca para que no hable demás mientras el dúo continuaban asegurando de que no se escape.
Alejados de ello, Kim Possible y Glenn Arias hablaron en privado.
–Suerte que no les pasó nada ¿Un gusano gigante?
–Si, Glenn. Y lo más importante: el gusano era controlado por el cordycep.
El empresario recordó aquel horrible momento.
–Los estudios de Isley fueron la base para que Wesker terminara de convertir ese hongo en un arma bioquímica – Kim se cruzó de brazos, mirando hacia el interior de la tienda – Lo que me hace pensar, es que ella robó esos estudios, o los compró. La verdad, no tengo idea.
–¿Me estás dando permiso de interrogarla? – Dijo confuso Arias.
–No te pases… yo volveré con el otro grupo, debo llevar las vacunas. – Kim miró el Jeep.
–Seria más rápido si Silver lo hace. – Recomendó Glenn.
–Silver debe reposar, le tuve que inyectar adrenalina para que nos salvemos de ser ahogados. Su pierna no sanará si sigue moviéndose. Que se quede con ustedes, si Talia intenta hacer algo, él la detendrá.
–Haré que se sienta como en un hotel de cinco estrellas, Kim. Las llaves del Jeep están colgadas en el espejo retrovisor, recomiendo que vayas con la motocicleta…
–No iré sola.
Glenn le sonrió. Kim levantó el pulgar y continúo caminando hacia el Jeep.
Brigitte encontró las vacunas contra el cordycep dentro de uno de los helicópteros. Fueron Silver y ella los primeros en vacunarse. Le entregaron una a Cherri Bomb y sin problemas se vacunó sola.
–¿Y sin que te duela? ¿Cómo lo hiciste? – Preguntó el erizo.
La ciclope sólo lo miró alzando su ceja. Wade ya sabía que tenía experiencia con jeringas.
–No quiero saber… – Brigitte agitó las manos.
–Ey ¡Kim!
El grupo vio que la pelirroja se acercó con el Jeep, colocó el freno de mano y bajó del vehículo.
–Debo entregar esas vacunas ¿Vienen conmigo? – Dijo Kim. – Él se quedará aquí, tiene que descansar unos momentos.
–Sabemos que Silver se puede quedar solo. Vamos, Kim. – Brigitte se subió a la parte de atrás del Jeep.
–Okey muñeca – Cherri Bomb saltó hasta el lado del acompañante – Pido ser el copiloto.
–Enseguida voy – Dijo Kim mientras caminaba hacia Wade – Silver, allí hay una tienda vacía. Si quieres puedes estar ahí.
–Quiero estar aquí con él.
–¿Nos dejas solos un momento..?
Silver entendió que querían tener una charla privada, a lo que sin dudas se fue a la tienda junto con una vianda de comida.
–Wade ¿Alguna noticia de Bruce?
–Sé que su satélite debe estar apuntando aquí, pero ni siquiera hizo contacto. Debe estar ocupado. Sabes que es mas Batman que Bruce.
–Debe estar buscando a ese Zero fuera de Ciudad Gótica. Hmmm… okey, me voy. – Kim regresó al Jeep, sacando el freno de mano – ¡Luego nos vemos! – Saludó mientras conducía por la playa.
El vehículo desaparecía se su visión. Ya con las vacunas listas, era tiempo de terminar la expedición en la isla.
Glenn Arias asentó y antes de entrar a la tienda, se fue a preparar un trago.
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Latveria. 04:30 Hrs.
Se le hizo unos pequeños ajustes antes de poder usar ese traje. Era completamente negro con bordes rojos al igual que el símbolo del murciélago en el pecho, como el traje del vigilante de Gótica. Usando de guía el libro de Alastor, el Doctor Doom construyó la armadura para controlar las piedras que se mencionaban.
–Pude traducir algunas páginas más, y unos símbolos se repetían muchas veces y descubrí que era una B y una K. ¿Sabes quién es Baiken?
–No lo sé… – Respondió Zero a Víctor – Alastor es un poco reservado con lo que dice ahí. No sé que dirá por lo que hayas encontrado ahí.
–Mientras se mantenga fuera del bando enemigo, me conformo – Dijo Batman mientras caminaba hacia la armadura – Estoy listo para probarla.
Mientras Víctor preparaba la computadora para iniciar el traje y Batman metiéndose en ella, Sombra llamó al chacal con la mano.
–¿Crees que sea buena idea darle la Phantom Ruby? Recuerda cuando apenas la encontró Deadeye Joe, actuó en horas.
–No vas a comparar a un loco desquiciado con él… – Dijo Zero – Parece fuerte…
–Te aconsejo que Bruce perdió a sus padres en plena infancia. No vaya a ser cosa que por ese trauma, el rubí lo use en su contra.
–Olivia, recuerda que se está construyendo ese traje para tener juntas las otras piedras. Para que tipos como Joe, Bahamut o alguien peor las tenga. – El chacal se sacó el rubí de su armadura, sosteniéndola con la mano – Chakan haría lo mismo.
Zero se desplazó hacia Batman, en donde colocó la Phantom Ruby en la abertura del pectoral. Doom apretó Enter y el traje se encendió.
Dentro de la armadura, podía ver al resto a través de ese visor, sus pulsaciones cardíacas, la medición en donde estaban, grados, oxígeno, nivel de energía del traje hasta cuanto duraría. La Phantom Ruby comenzó a hacer su magia. Batman sintió el poder que recorría cada centímetro de su cuerpo.
Los rayos que salieron de sus palmas perforaron la pared del castillo hasta impactar en las montañas; haciendo volar a las aves que aún dormían. Batman tras probar ese mínimo poder armamentístico, un ligero recuerdo comenzó a tomar forma lentamente.
Regresó a la base en donde la armadura se abría y salió con rostro serio. Batman regresó el rubí a su portador.
–Funciona…
Olivia y Zero intercambiaron miradas como Víctor que no entendía lo que sucedió.
Batman salió fuera del laboratorio hasta llegar al mirador donde tenía una vista panorámica de Latveria. Tomaba aire tras revivir su pasado a través del rubí, fue como volverlo a ver en persona. Lo que se decía de esa piedra era verdad.
–¿Qué te mostró la Phantom Ruby?
Zero lo siguió y para aprovechar que estaban a solas, intentarían hablar.
–El día en que mi inocencia murió. Era como… no sé que decir ¿Cómo es posible que a ti no te afecte?
–Los que me vieron con esto se preguntaban lo mismo. – El chacal tocó con su dedo el rubí – Hasta Chakan intentó matarme la primera vez que me vio usándolo, pero viendo que no me controlaba calmó las cosas.
–Sabia de su existencia – Dijo Batman – ¿Antes o después de que Alastor tenga ese libro?
–Tal vez antes. La conoce tan bien como las demás piedras. Me había hablado de una batalla y me contó del dios que quería esas piedras.
–¿Dios? ¿Cómo dicen las religiones? – Batman seguía atónito.
–Lo decapitó, fue hace 200 años. – Dijo Zero mirando la ciudad – ¿Sabes, Batman? Siempre creí que sería un don nadie, acabando con mi vida de la manera más tonta. Era un incrédulo con la autoestima por el suelo, hasta dejé que un coronel y su mano derecha dejaran que me manipularan a su antojo, matando por ellos. Fue Chakan quien me abrió los ojos…
–¿Fue él, o fue otra persona? – Batman supo a quien se refería.
–Olivia y yo desarrollamos una fuerte amistad. Tal vez si. Creí que la Phantom Ruby me mostraría lo peor de mi, y me equivoqué.
–Entonces el hombre eterno no se equivocó contigo, Zero. Eres especial.
–¿Cree que las demás piedras estarán a salvo conmigo? – Preguntó el chacal mirándolo.
Batman dejó de observar Latveria y posó su rostro serio en Zero.
–Mientras tengas una buena guía, si.
El vigilante regresó adentro.
El chacal alzó la vista viendo las incontables estrellas iluminando el cielo. Temía que el plan no funcionara con los demás, tendría que esperar.
Observando unos momentos la Phantom Ruby, Zero regresó dentro del castillo.
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Mu 2:30 Hrs
La sangre recorría su cabeza hasta que la gota tocó el suelo. Ninguno de los dos se molestó en atenderle los golpes que recibió cuando no quería estar atada a la silla. Supo que ellos no eran de esos tipos blandos que interrogarían amablemente.
Kane se acomodó en el banco colocando derecha su espalda, sin soltar su mano de la MP5. Por otra parte, Lynch se mantenía en pie apuntando el cañón de su escopeta directo al pecho de la prisionera mientras fumaba un cigarrillo común y corriente.
Las cortinas de la tienda se abrieron y los muchachos junto a la golpeada Talia Al Ghul lo vieron entrar. Su mano sostenía un rocks con whisky y la otra la tenía metida en el bolsillo de su pantalón.
Agarró la silla plegable hasta colocarla frente a la prisionera y sin dejarla de ver a los ojos, Glenn Arias se sentó.
–Hace 7 años intenté matar a Kim Possible , las razones eran de que necesitaba de mi esposa para salvar a los infectados de New York cuando el brote de cordycep apareció. Sé que hay variantes de ese hongo pero una científica lo hizo evolucionar como un arma biológica.
Antes de continuar, Glenn dejó medio vaso con whisky. Se acercó lo bastante para darle un cabezazo en cualquier momento. Kane y Lynch apoyaron sus dedos índice en el gatillo de sus armas.
–Sé que conociste a Albert Wesker, y algo me dice que sabes quién colocó la cura del cordycep a mi esposa.
Talia soltó un burlesco suspiro.
–Ni siquiera sabes en lo que te estás ¡AHH!
El cachetazo de Glenn no la dejó terminar. Los muchachos estaban listos para disparar.
–¿Ni siquiera… – escupió sangre que cayó en los zapatos de Arias – vas a tener piedad de una mujer?
–Eres todo, menos mujer.
Kane y Lynch vieron como le hundió su puño en el medio del estómago.
Terminó el whisky dejando el vaso sobre las cajas y con ambas manos la agarró de los hombros, aún faltaba muchas cosas que sacarle.
–Sé que de alguna manera le robaste o trabajaste con Wesker. ¿Qué hacen aquí en la isla? ¿Buscan lo mismo que nosotros? ¿PARA QUIEN TRABAJAS?
Talia comenzó a reírse débilmente con las exigencias del tipo.
–Tu… ni tus simios sabes lo que está por venir…
Glenn Arias la empujó; entre los tres se veían mientras ella hizo una sonrisa sangrienta. De su bolsillo sacó una taser apretando el botón, demostrando que estaba cargada al cien. Si no podía sacarle información, lo haría con otros métodos.
…
Silver podía escuchar desde su carpa que estaban ocupados con la prisionera aún teniendo los auriculares y esa radio que encontró en la mochila del suelo. No queriendo meterse en esos asuntos personales, se levantó y caminó hacia el puesto de mando.
Wade seguía la ruta de Possible desde las computadoras. En una de ellas tenía conectado el audio del otro grupo que aún seguía explorando aquel templo. En otra pantalla se mostraban las señales que aparecían en el cielo, por si alguien las captaba.
–¿Estás ocupado?
El moreno tardó reaccionar ya que él también tenía puesto auriculares. Se los sacó al notar que Silver estaba a su lado.
–Todavía no puedo acostumbrarme a ti ¡Ja! ¿Estás mejor? – Le dijo Wade con confianza.
–Quería dormir un poco pero no puedo.
–Si ya se porqué es. Aquí tenemos una historia con un tipo peligroso, la mayoría estamos conectados indirectamente. Cambiando de tema: Sonic mencionó a un amigo que según Eggman, se parece a mí.
–¿Tails? Si, también se me haces parecido.
–¿En verdad tiene dos colas? Eso quiere decir que… no importa, pensé en voz alta.
–Je… no quiero ser un metiche, pero ¿Porqué tanto empeño en..?
–¿Albert Wesker? – Wade lo interrumpió. Sabía a dónde quería ir – Es, muy complicado ese tema.
–Parece que si. Nosotros teníamos ese tipo de problemas; la mayoría pudo superarlo. ¿Qué es lo que le molesta tanto a Kim?
Wade tensó su boca, recordando viejos tiempos.
–Ella perdió a su pareja, Silver. Fue en un momento y en un lugar equivocado. Me dijeron que tu también perdiste seres queridos, y no ando de preguntón.
El erizo supo que tocó un tema sensible, no quería preguntar demás para evitar conflictos, pero no lo quería dejar pasar.
–Perdón si fui grosero, Wade. No quería ser muy insistente. – Silver se disculpó.
–Si lo sé. Tratamos de evitar hablar de él, Kim lo que más necesita es apoyo moral y sentimental. ¡Ey! Lo siento si fui un poco duro al decírtelo.
–Tranquilo Wade, tal vez se lo pregunte más tarde – El erizo ladeó la vista, intentando cambiar de tema – ¿Qué es lo que seguirá ahora? Con Drake siendo un experto en arqueología saldremos de ésta isla cuanto antes.
…
–¿Enserio planeas volar esa cosa?
Shego quedó de brazos cruzados viendo indignada como Nathan Drake seguía poniendo dinamita en aquella puerta circular. Sonic no quería traspasarla, aunque Eggman escaneó el otro lado, no quería hacerlo.
–Si tienes una mejor idea, me la puedes decir… ¿Qué es ese ruido? – Drake miró hacia arriba como el resto.
El grupo se quedó tranquilo al ver a Kim Possible sana y salva; con eso confirmaron de que Silver también está muy bien. Brigitte alzó el termo con las vacunas para evitar el contagio del cordycep.
–Me tranquiliza mucho saber que estás bien muchacha, eso es lo que imagino ¿No?
–Si así es, Rachel. Son las vacunas para ellos. – Dijo Kim.
–¿Vacunas? – Sonic la miró confundido.
–¿Acaso quieres ser un hongo viviente? A ver, presta el brazo. – Cherri Bomb preparó la jeringa.
–Si es para evitar eso… – Nack fue el primer voluntario.
–¿Ya te vacunaste? – Le preguntó Amelie a Brigitte.
–En el campamento, Silver también. Faltan ustedes.
–Vamos Brigitte, vacúname. – Gabriel Reyes se desnudó el brazo derecho, recibiendo la jeringa.
–¿Tanto revuelo por un hongo? – Eggman de rio mientras recibió el pinchazo.
–Créeme, gordo. No quieres saber. – Le respondió Shego seriamente.
–Ya que estás aquí Cherri, coloca la mecha en los cartuchos de dinamita. – Dijo Drake.
–Un "hola ¿Cómo estás?" sería lo mejor – Murmuró la ciclope – ¿Te enteraste lo que encontramos?
–Espero que repartan el oro, sean bondadosos – Fue Nack que hizo mención sobre el tesoro.
–Mira.
Brigitte lanzó la moneda que oro a las manos de Drake, que esté casi se le cae al suelo. Observó las letras que estaban escritas con una punta afilada.
–Parecen runas ¿No? – Dijo Hellboy mirando el objeto.
–Con algo de ¿Árabe? Hay un águila, no se que conclusión sacar… Toma.
Drake le devolvió la moneda a Brigitte de la misma forma, pero ella la agarró sin ningún problema.
Volviendo a los explosivos, fue Kim que se preocupó por el ruido; probablemente el temblor atraiga al gusano que enfrentó. Aunque son más y con la mayoría armados, se sintió un poco más segura, aunque no descartaba que usar TNT para abrir esa puerta sea mala idea. Cherri Bomb levantando el pulgar confirmó que los explosivos estaban listos para detonar. Conectó los cables al botón y se colocó detrás de las columnas junto al resto.
–Bueno ¿Quién tendrá el honor? – Drake levantó el detonador.
–¡Yo yo yo! Siempre quise hacer eso – Sonic alzó la mano.
–Eso compensará lo que no hiciste – Dijo Fisher.
–Déjalo – Dijo Eggman – no sabemos que hay atrás de…
–¡Tres!
Sin avisar a los demás, Sonic presiono el botón. La explosión bajó la puerta de piedra sin ningún problema, levantando polvo y el olor a pólvora se hacía sentir. Esperaron a que sea seguro entraron por el camino que abrieron. Se tuvo que prender las linternas ya que no había ni una pizca de luz en ese pasillo oscuro. Al llegar a una enorme sala, cada uno iluminó lo que contenía.
–Bengalas.
Jacob las encendió y las arrojó en las esquinas, mostrando con su luz roja lo que estaban buscando.
–Esperen… ¿Hicimos todo este viaje solo por..? – Drake se acercó con su linterna y alumbró un extraño brazalete de metal con cuero. – ¿Un adorno de fiesta?
–Que extraño – Hellboy lo agarró con cuidado, había telaraña vieja y polvo de mucho tiempo – por algo lo dejaron ¡wow!
Todos se sorprendieron al ver que de ese brazalete salió una cuchilla oculta, oxidada.
–Se convirtió en un cuchillo para untar manteca – Dijo Drake aún decepcionado.
–A ver, déjenme verlo – Pidió Eggman el artefacto, comenzando a mirarlo – Tiene un mecanismo dentro de esta placa, como si se activará moviendo la mano. Nunca vi algo así, tan avanzado para la época en la que se construyó.
–No puede ser que estemos buscando esto – Dijo Kim – ¿Y si es una llave?
Drake tomó esa hipótesis como guía: una llave ¿Para qué puerta? Había tantos lugares donde buscar que les llevaría años encontrarlos, hasta con la tecnología de Doom. Pero no era una derrota, tenían en su poder a lo que realmente estarían buscando.
El grupo comenzó a subir, dejando atrás las antiguas ruinas. Cómo era de esperarse sintieron un temblor, y no era de otra explosión. Kim Possible maldijo por lo bajo.
Tanto los ojos de los que vinieron de Mobius como los demás, estaban aterrados de lo que surgió de la tierra: el gusano gigante; otra vez regresaba y con mucha agresividad, mucho más de lo que la pelirroja enfrentó en la cueva.
–¡¿QUE ES ESA MIERDA?! – Cherri Bomb gritó a todo pulmón.
–¡CÚBRANSE! – Todos hicieron caso a la orden de Sam Fisher.
Se dividieron en dos. "evitar ser mordidos" había dicho Kim entre la batalla. La ciclope comenzó a tirarle bombas mientras Sonic corría a su alrededor esquivando los ataques, aprovechando las distracciones los demás disparaban a las partes blandas dónde la coraza no protegía.
–¡Lo tengo!
Nack recargó su revolver y vacío el tambor en los ojos llamativos del gusano, haciéndolo enojar más de lo que ya estaba. Los que estaban junto a la comadreja saltaron justo a tiempo antes de que la cabeza del monstruo los aplaste.
–¡SONIC!
–¡Te escucho! – Le respondió a Kim.
–¡Hay que colocarle TNT en la boca!
–Tengo una idea mejor. – Dijo Gabriel.
Con el Jeep que habían venido las chicas, encendió el motor y sin dudarlo se subieron Amelie, Eggman y Nack junto a todos los explosivos que traían consigo.
–¡SONIC! ¡Intenta llamarle la atención, vamos a rodar! – Reyes le dijo el plan al erizo y éste lo captó en segundo.
Guiñando el ojo, Sonic inició la trampa. Le dio tiempo a que se marcharan con el vehículo.
–¡GUSANO HORRIBLE! ¡AQUIIII! – El erizo se detuvo unos instantes meneando la cola, golpeándosela – ¡AAH!
Sonic comenzó a correr, teniendo al monstruo detrás suyo.
–¿Qué van a hacer? – Brigitte aún seguía confusa.
–Creo que harán explotar a esa cosa que emergió – Dijo Jacob – y el erizo es el cebo.
–¿Y que hacemos? – Sam Fisher los siguió con los binoculares.
–Regresaremos al campamento como podamos, no quiero encontrarme con otra cosa de esas – Kim tomó lo que pudo y comenzó a moverse.
–¿Hay más?
Rachel se oía preocupada, Kim sin dejar de aumentar el paso la ojeó de reojo.
–Que yo sepa, no. ¡Vamos!
Con la pelirroja adelante guiando al grupo, iniciaron el regreso al campamento. Drake guardó la "hoja oculta" en su bolso, a salvo.
Sonic debía mantenerse en una velocidad estable, o era arrollado por el Jeep o era devorado por esa asquerosidad que los perseguía.
–¡¿CUANDO ME VAN A PASAR LA DINAMITA?!
–¡Espera! – Le gritó Eggman al erizo.
Extendió su brazo y le disparó con su láser al gusano, haciéndolo enojar aún más. La carcajada de Eggman tapó el innombrable insulto que le dijo Sonic.
–¡Eggman! Toma, arrójaselo a Sonic y él lo tiene que tirar en la boca de esa cosa, ellos sabrán que hacer – Reyes miró por el retrovisor a Nack y Amelie, preparando sus armas.
Cómo se planeó, Eggman agarró la mochila de dinamita y la arrojó hacía Sonic, que éste saltó y la lanzó en dirección hacía la boca del furioso gusano. Amelie tenía una postura firme al tener el Jeep en movimiento; en cambio Nack le costó un poco más aparte de que no contaba con un ojo extra. Con el TNT en la mira, ambos dispararon.
Sonic era el que estaba más cerca de esa cosa horrorosa. La cabeza del monstruo explotó al instante con el resto de su cuerpo haciendo espasmos musculares.
Ya sin la amenaza persiguiéndolos, continuaron en dirección hacia el campamento, como el resto del grupo.
Kim Possible y los demás escucharon los motores del Chinook con los que vinieron, poniéndolos a salvo, fueron Kane y Lynch los que piloteaban el helicóptero. Ya a salvos en el interior, la aeronave fue en dirección al área segura.
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Con la misión cumplida, era momento de regresar a la civilización y dejar éste infierno verde. Desarmaron las defensas como las tiendas, los aparatos de comunicación a larga distancia como la supercomputadora de Wade, que éste se quejó como Cherri Bomb apagó la cpu y sacó los cables.
Para llevar a Talia Al Ghul como prisionera se le colocó las mejores esposas en las muñecas y atada de piernas, boca tapada y una bolsa negra en la cabeza por seguridad. Kim vio las manchas de sangre en la camisa de Glenn Arias; no quería iniciar una pelea.
–¿Qué le pudiste sacar? – Preguntó ella.
–Buscaba lo mismo que nosotros, pero no creía que era un brazalete – Glenn después de hablar con amabilidad, se acercó al oído – Tengo que hablar contigo, Kim. En privado.
La chica tensó su rostro ¿Qué fue lo que descubrió Glenn en el interrogatorio? Al pasar Shego cerca, Kim le sonrió dando tranquilidad.
–En tu yate, cuando volvamos. – Le respondió en murmullos la pelirroja.
Glenn Arias observó como Possible se subió al bote, junto con la prisionera y Rachel que iban hacia la embarcación privada. Los demás ya estaban arriba de los helicópteros sin dejar nada en la isla. Asentó y fue con las chicas, no sin antes ver por última vez la isla.
A partir de este momento, las cosas para todos empezarían a hacerse tensas.
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Continuará….
