La tienda era colorida y hermosa, un aroma dulzón se respiraba en el ambiente y había una pancarta gigante que mostraba más de 200 sabores de helado. «No sabía qué helado elegir, había tantas opciones y combinaciones». Harry y los demás se acercaron al mostrador y ella seguía leyendo una y otra vez las múltiples posibilidades.

Decidió escuchar las opciones de sus amigos:

Harry pidió un helado de gran tamaño de dos sabores; chocolate y frambuesa, Pansy un simple helado de pistacho con chispas de chocolate y coco rallado, Blaise pidió una combinación inusual de banana con pizza hawaiana, Draco un cono de mango y vainilla y Theo para su sorpresa ordenó un helado arcoíris de una bola. Cuando llegó su turno decidió pedir un cono doble de marshmallows y limón.

Decidieron sentarse en una mesa ubicada en la pequeña zona al aire libre del local. Todos disfrutaban de sus respectivos helados. Pansy al acabar el suyo trató de robarle un poco a Draco, pero este le frunció el ceño y le dio la espalda. Ella hizo un puchero y Harry al notarlo le sirvió una porción generosa de sabor frambuesa en el vaso vacío de cartón frente a ella. Pansy lo miró agradecida a lo que Harry le hizo un gesto sin importancia y le indico que comiera.

«Un momento, algo estaba pasando ahí, que ella recordará Harry era muy celoso al comer»

Al parecer no fue la única en notarlo porque Draco, Theo y Blaise compartieron miradas interrogativas. Se le ocurrió una gran idea para olvidar el momento y conocerse mejor.

—¿Jugamos algo?

—¡Sí! —La apoyó Blaise.

—¿Cómo qué? —preguntó Theo terminando de comer la punta del cono de su helado.

—¡Hum! —Se quedó pensando.

—Ya sé juguemos un juego de hacernos preguntas como lo hacíamos en tus fiestas Blaise ¿recuerdan? —Mencionó Pansy emocionada degustando una cucharada generosa.

«¿Qué clase de juego sería? Sabía por rumores que los Slytherin daban las mejores fiestas en su sala común»

Draco asintió y procedió a decir:

—Sería genial, pero no sería lo mismo sin el veritaserum —dijo lo último en un susurro.

Blaise sonrió de lado, se levantó rápidamente y se alzó la camisa, donde de un cinturón bien ajustado a su cintura colgaban unas micro botellas. Señaló un frasco en el que se leía en la etiqueta la poción antes mencionada.

«El veritaserum era de uso restringido en Hogwarts» Lo iba a mencionar, pero se quedó con la palabra en la boca cuando Pansy le bajo la camisa presurosa y vociferó:

—¡Por las barbas de Merlín! —Theo le agarró del brazo y le manifestó que recordara donde estaban, ella pareció entenderlo porque después con una peligrosa voz tranquila dijo— Blaise, tú estás loco cómo se te ocurre cargar con eso.

—Pans, es en pequeña cantidad. Nunca está de más cargar un poco, quién sabe cuándo la situación lo amerite y la situación lo amerita. Tú propusiste el juego y yo casualmente cargo con esto—Dijo palmeando su cintura.

«En defensa de Blaise, la situación si lo ameritaba porque Draco lo sugirió. Y no sería lo mismo sin la poción. la poción al parecer agregaría chispa al juego»

—Sí, pero no me refería a…

—¿Vamos a jugar o no?—interrogó Theo despreocupado.

Pansy iba a replicar, pero se vio interrumpida por Draco.

—Yo le entro. Potter, Luna que opinan ustedes, ¿tienen algún problema?

—No, juguemos.

«Si Harry no tenía problemas, ella tampoco. ¡Iba a ser divertido!»

— Entro también.

—¿Pans, juegas o pasas? —Dijo Blaise sonriendo divertido. La mencionada rodó los ojos y contestó:

—Ni modo, si no puedes con ellos úneteles .

Blaise inmediatamente procedió a decir:

—Muy bien, antes de empezar todos tomaremos un sorbo de mi botellita. El juego es sencillo cada uno hará una pregunta, para ser justos y mantener la expectativa giraremos mi varita de forma aleatoria, a quien apunte la punta de la varita será el interrogado y al que señale el otro extremo será el que realice la pregunta ¿Entendido?

Todos respondimos afirmativamente al unísono.

—¿Alguien tiene una objeción o sugerencia?

—Blaise, empezáremos con preguntas suaves, si ya quieren subirle el nivel allá cada quién.

—OK Theo.

Blaise se sentó, soltó la botella de su cinturón y tomó un sorbo, se la pasó a Draco y así sucesivamente hasta que todos terminamos de beber. Como buen anfitrión, giro primero la varita sobre la mesa y me apunto a mí.

—A ver Luna, ¿qué te puedo preguntar?

—Lo que quieras.

—¡Uy! tentador, pero como dijo aquí mi colega Theo, iniciaré fácil mencióname cuatro cosas que te guste hacer.

Pensó por un momento y dijo:

—Me gusta aprender sobre las criaturas mágicas y muggles, elaborar mis propios accesorios, bailar y enterrar los dedos de los pies sobre la arena.

—Interesante—dijo Pansy.

—Giras tú Luna—Le dijo Harry.

Ella giró y esta vez la varita apuntó a Draco él la miró curioso a lo que ella sonrió y preguntó:

—¿Qué juguete amabas cuando eras pequeño?

—Mi mini-escoba de última edición.

—¡Luna, cómo es que le preguntas algo tan simple! Perdiste una oportunidad.

—Ya Blaise, estamos empezando suave.

Se le quedaron mirando impresionados a ella por lo que en respuesta solo sonrió de manera maquiavélica.