Aqui otro cap, espero les guste.


Capítulo 15

Despertar

Dormir era algo que todos hacen. Era una manera en que pueden recuperarse y pueden prepararse para un día más. Pero…

Para uno dormir sin sentir nada, era extraño. La mente, el alma o el corazón hace que uno vea en sueños, lo que serían cosas que uno trata de olvidar o a imaginado.

Eso era lo que él sentía. Es más, no quería abrir los ojos aún, a pesar de que la sensación de despertar estaba presente desde hace unos segundos.

-Link…. – Oyó una voz llamarlo. - Link es hora de despertar… arriba joven héroe, la hora ha llegado.

La voz que se escucho era la de un hombre mayor… Link sintió gran flojera, no quería levantarse…pero por instinto sus ojos se empezaron a abrir.

Al abrir los ojos, lo primero que vio era que estaba en un lugar extraño, había agua y muchas otras cosas… El centro de la cámara tiene una plataforma en donde se encuentra el símbolo de la Trifuerza y a su alrededor se encuentran los símbolos que había visto en el Pedestal de la Espada Maestra.

Aclaró la cabeza y fijo su vista al frente y vio a un señor muy mayor.

-Es bueno ver que has despertado Link… Mi nombre es Rauru y soy el sabio de la Luz, al fin despiertas tras 7 años.

¿Qué acaba de decir? 7 años… Eso era una locura. Ese hombre le estaba tomando el pelo. Pero el ver como el hombre le daba una risa triste.

-Veo que no me crees. – Pues no, no lo hacía. - ¿por qué no miras tus manos para que veas la verdad de mis palabras?

El joven hizo caso y miró sus manos y casi cae al suelo por lo que vio….

Sus manos eran más grandes y llevaba puesto unos guantes de cuero que no cubrían sus dedos.

-¿¡Qué demonios!?- Link gritó y notó que su voz era algo más grave. No tan profunda pero tampoco aguda.

Link fue desesperado fue al agua a verse y no creyó lo que esta mostraba…

Eran sus ropas, solo que estas parecían haberse arreglado. Llevaba una camisa blanca bajo la túnica verde, así como unos pantalones blancos. Su gorro estaba en su lugar, además que en su espalda estaba el escudo Hyliano que ya no le pesaba nada.

De verdad era un adulto… o un adulto joven. Pero, ¿Cómo era eso posible si él…?

-Navi… ¿¡Navi!? – Link buscó a su amiga con la mirada, dado que se preocupaba de que ella…

-Ya… ya desperté… - Navi salió de lo que era el sombrero de Link y soltó un bostezó. - ¿Qué tanto hemos dormido?

-7 años al parecer…

-Ah, 7 años… ¿¡7 años!? – Navi despertó en su totalidad. Solo para ver a… - ¿Link…? ¿¡Eres tú!?

El hada vio al joven que estaba frente a ella. Frotó sus ojos y lo miró de nuevo… No es cierto…

Frente a ella no estaba el niño Kokiri que había acompañado estas semanas, en frente a ella estaba un joven de 170 cm de altura, rubio, ojos azules… muy guapo si le permiten la opinión. Agh, no es el momento.

-¿¡Link!? ¿¡Que te pasó!?

-Eso es lo que deseo saber.

Link mismo no entendía que estaba pasando. Es más, solo pasó a ver a Rauru, quien parecía estar esperando de manera paciente que ellos terminen con lo que estaban haciendo.

-Rauru, ¿no?

-Así es. – El hombre asintió al muchacho.

-¿Qué está pasando…? – Link afiló la mirada. – Esto… Esto no es normal.

-Lo sé. Pero como dije, han dormido 7 años. Esa es la verdad.

-¡No lo diga como si fuera lo más normal del mundo! – Navi alzó la voz, dado que no quería que ese sujeto se ponga a solo pensar que las cosas simplemente son así porque si. - ¿¡Como es posible que hayamos dormido 7 años!?

-Verás pequeña Navi. Cuando Link trató de sacar la Espada Maestra de su pedestal, este era muy joven para poder blandirla como era debido. – Los dos miraron al hombre como tratando de ver si les mentía. Él solo siguió. - Por eso la espada lo puso a dormir hasta que tuviera la edad biológica aceptable para hacerlo.

-Pero yo soy un Kokiri. Crecer es imposible… - En eso, Link pareció entenderlo. – A no ser que…

-Lo has entendido. ¿no? – Rauru comprendía el estado de ánimo del muchacho al entender una verdad absoluta. – Link, tú no eres un Kokiri. Eres un Hyliano al igual que la princesa Zelda… - Link y Navi siguieron sin decir nada ya que esperaban más respuestas. - Link…tu padre era el General en el ejército del rey y tu madre una simple hija de comerciantes. Ellos te tuvieron casi a finales de lo que fue la Guerra Civil.

-Eso es… - Link se llevó la mano derecha a la cabeza. - ¿Cómo es que…?

-Tu padre luchó contra unos invasores, pero pereció en batalla. Tu madre, que estaba en el pueblo que fue atacado, huyó, pero estaba herida de muerte. De alguna manera, llegó al Bosque Kokiri y…

-… Me dejó con el Gran Árbol Deku. – Link lo entendió al fin. – Por eso no era capaz de hacer la magia Kokiri, jamás fui uno. Jamás pertenecí ahí…

-El Gran Árbol Deku te quiso como uno de los suyos. No debes de olvidar ese lazo que existió. Es más, no olvides a Saria.

Link bajó la mirada. Era fácil de decir, pero él no fue el que pasó años de burlas y demás, por ser diferente. Y ahora sabe el porque lo fue… Era un Hyliano… Eso lo cambia todo. Para él… para su modo de ver las cosas.

-Link… - Navi voló hacia su amigo. – A mí no me importa que seas un Hyliano.

-…. No soy Kokiri. No debes de…

-Escúchame. – Ella se puso firme. – El Gran Deku me encomendó en ser tu hada guardiana, aun sabiendo lo que eras. Y eso no cambiará jampas nada de las cosas que hemos logrado juntos. Nada. – Navi lo miró con cariño. – Somos compañeros. Y que jamás se te olvide.

Link se le quedó viendo a su amiga varios segundos, para luego sonreír. Esas palabras lo calmaban. Pensó que al no ser un Kokiri, ella se iría. Pero saber que estaba aun con ella, le alegraba mucho.

-Me alegro de ver que su amistad es fuerte. Y es lo que se necesita en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo. – Raruru retomó la palabra.

-¿A qué se refiere? – Navi tomó la palabra, dado que eso último no le gustó nada.

-Ganondorf aprovechó que trataste de sacar la Espada Maestra, la última barrera del Reino Sagrado para entrar y hacerse de la Trifuerza.

-¿¡Qué!? – Link alzó la voz y Navi se horrorizó. - ¡Pero eso significa que…!

-Tranquilo. Deja que te diga, que no logró hacerse con toda. Solo un trozo. El del Poder, la esencia que representa a Din. Pero eso le ha bastado para hacer que Hyrule sea… un infierno.

Link se sintió culpable al oír ello. Si solo no hubiera tratado de sacar la espada, si solo se hubiera ido con Zelda y el resto…

-Zelda… ¿¡Que pasó con Zelda!? – Fue la la pregunta desesperada del muchacho.

-Ella está bien. Gracias a tus acciones y las del rey, Ganondorf jamás sospechó que la princesa sepa algo. Lo que ha hecho que ella, su madre y unos cuantos estén escondidos en los bordes del Reino. Bordeando otro reino aliado.

-… ¿Buscan aliados para…?

-Así es. – Navi vio como Rauru alzó la mirada. – Es un reino aliado. Pero a su vez, dudo que sus fuerzas basten para detener a Ganondorf.

-Eso es de esperarse, ese sujeto usa magia. Y es poderoso… Con solo verlo lo supe. Y dudo poder hacerle frente aun ahora.

Rauru vio a Link y sonrió al notar que el muchacho tenía una buena cabeza a pesar de todo.

-Es bueno dudar, pero no lo hagas en el momento de la verdad. Recuerda, un momento de duda, puede ser fatal en tu misión.

-¿Misión? – Link alzó la mirada. - ¿De qué está…?

-Hay una esperanza para Hyrule. No… para el mundo entero. Y esa eres tú, Link. – El muchacho vio a Rauru con rareza. ¿De qué está…?

-¿Cómo que Link es la esperanza que necesitan? ¿Qué es lo…?

-Link es el Elegido por las Diosas para enfrentar este mal. Ellas le dieron acceso al pedestal donde descansaba la Espada Maestra. – Rauru sonó nostálgico. – Hace años, un grupo de magos trató de hacerse con la Trifuerza y con Hyrule. Eran poderosos, pero al final… logramos repelerlos. Aun así, el daño estaba hecho.

-Oí de ellos. Los Espíritus de la Luz que están en diferentes fuentes ayudaron. Y mandaron a esos seres a una dimensión diferente, a través de un espejo. El Gran Deku me contó de ello hace años.

-Correcto Navi. Yo y los demás Sabios, entendimos que era un error tener la Trifuerza a la vista de todos. Más si es que no había Princesa heredera de Hylia o un Héroe Elegido para defenderla. Por lo que construimos el Templo del Tiempo, para sellar la entrada a la Trifuerza, usando la Espada Maestra como la llave final. Dado que sólo el Héroe Elegido la podría sacar. Pero no contábamos que el tiempo, haría que la Magia y las Leyendas fueran olvidadas. Y eso es culpa nuestra.

-¿Por qué dice eso? – Link no lo entendió. ¿Por qué se culpa?

-Porque al final, solo fuimos observadores. Un Rey rogó por la ayuda divina, en una guerra que azotó Hyrule. No hubo respuestas y eso lo hizo odiar las Leyendas que habían creado la base del reino. Él hizo una campaña que redujo todo eso, a solo cuentos de hadas. No más. – Rauru miró a Link. – Ya debiste de ver lo que la gente pensaba de la magia y las leyendas, cuentos eran nada más.

-Si, es lo que vi. Pero pensar que era…

-Las Diosas tienen un modo curioso de actuar. Solo mandan a sus Elegidos cuando saben que los mortales no pueden superar esa dificultad. Pero ese rey no lo veía así. – Rauru se mostró más triste. – Tras ello, muchas cosas se perdieron. Muchas tradiciones. Y al final, el Templo del Tiempo se volvió una simple atracción que pocos usaban para seguir rezando a las Diosas.

-… Pero las Diosas no los olvidaron. Usted lo dijo…

-Link. Las divinidades como ellas, jamás lo harán. Dado que aman estas tierras y su gente. Pero saben que no pueden meterse en el asunto de los mortales. Por eso, es que tienen Elegidos. Uno de ellos, eres tú. Naciste para proteger Hyrule. Por tus venas corre la sangre de gente que ha luchado por la paz de Hyrule. Y ahora mismo, eres el último de ese antiguo linaje.

-… ¿De verdad puedo hacer algo? – Rauru asintió. - ¿Qué debo de hacer?

-Los sabios…. – Fue la respuesta del anciano. - Si logramos despertar a los sabios que protegen Hyrule lograremos sellar a Ganondorf. Lamentablemente, debido al poder maligno que afecta el reino, los templos que eran los encargados de llamarlos no han podido hacerlo y estos yacen ignorantes al llamado.

-Los Sabios. ¿Son los mismo de antes?

-No… - Rauru negó con la cabeza. – El poder de Ganondorf se hizo cargo de eliminar a los Sabios, yo quedando como el último. Y aquí he estado, vigilándote. Esperando a que despiertes.

Link sintió lástima por Rauru. Perdió a sus amigos y ahora quedaba él solo.

-Los Nuevos Sabios, una vez despiertos, recibirán el conocimiento de sus predecesores. De esa manera, podremos actuar. Pero para ello, necesitamos tu fuerza, Link. Nada de eso, será posible sin ti.

Link tragó saliva, en un intento de calmar sus nervios. Alzó la mirada y asintió.

-Cuenta conmigo, Rauru.

Ver la cara del muchacho, el Sabio pudo ver miedo en sus ojos. Pero a su vez, determinación. Se sentía mal de tener que dejarle esta responsabilidad a este chico… Pero este era el designio de las Diosas. Alzó la mano y en eso, un destello de luz se hizo presente.

Link de repente vio en frente suyo un medallón de color dorado… lo tomó en sus manos y sintió una enorme energía en su cuerpo.

-Este es el Medallón de la luz, te dará la protección necesaria contra la energía maligna del reino. - Link asintió y guardo dicho objeto en la alforja. – Pero no bastará, debes de llevarte la Espada Maestra. Una vez regreses a la realidad, esta aparecerá en su pedestal. Debes de sacarla de ahí y empezar tu viaje.

-… Muy bien. – Link asintió.

-Link… tú cargas ahora un fuerte destino. Tal vez más que cualquiera… en esta batalla no solo enfrentaras el poder maligno sino también la maldad de las personas. – Dijo eso con pesar, pero debía de tener al muchacho preparado para lo que se estaba por venir. – No temas, eres fuerte. Lo he visto desde que saliste del Bosque.

Link y Navi notaron que él hablaba como…

-… El búho… usted es… - Navi no lo creía. El búho era este hombre.

-El título del Héroe del Tiempo se le da solo al que tenga la convicción para pelear contra este mal. Lamento no poder hacer más por ti, que rogar a las Diosas por tu buena fortuna. – Link asintió, a la vez que veía como el lugar brillaba. – Debes de irte. De ser posible, busca a Zelda. Ella sabrá que hacer para que sepas del lugar de los Templos restantes.

Link y Navi se vieron expulsados de la Cámara de los Sabios, no sin antes escuchar lo que serían las últimas palabras de Rauru.

-Libera a los Sabios. Protege a Hyrule.

Y tras oír ello, no hubo nada más.


Cuando el destello de luz murió, Link vio como la columna de luz que emergía del pilar moría. Alzó la mirada para verse en… ¿El Templo del Tiempo?

-¿Qué ha pasado aquí…? – Navi notó que este se encontraba casi en ruinas, casi parecía que una explosión había ocurrido dentro de la misma edificación. – Que horrible… - Navi dio un vuelo rápido a la zona donde estaban.

El pedestal donde la espada estuvo varios años estaba intacto, pero había daños en la zona cercana a este.

-Si el Templo esta así… no me quiero imaginar la situación afuera. – Link pasó a ver el pedestal y como Rauru le dijo, la espada estaba ahí. Esperando.

Link se acercó a ella, alzó la mano con miedo, temiendo volver a dormir por acción de la Espada. Pero el ver como esta empezó a soltar un brillo cuando su mano la estuvo por tocar, sintió que… no había nada que temer.

La tomó con las dos manos y la empezó a alzar del pedestal. Salió con facilidad, y una vez la sacó, la Espada Maestra se vio libre tras miles de años en su pedestal.

Link sintió una extraña nostalgia al tenerla en su mano. Como si tuviera en sus manos, a una amiga que no ha visto en años.

La espada soltó otro brillo que esta vez fue a la espalda del muchacho y por arte de magia, una funda apareció para que la pueda guardar. Esta era de color azul, pero tenía ciertos detalles dorados, así como una Trifuerza grabada en la zona del medio de la funda.

-Wow… parece que la espada desea que la guardes ahí. Se ve que es una funda digna de ella. – Navi no sabía que pensar. Por alguna razón, sentía que la espada era… más que solo un arma. – Hay que salir.

-Si…

-Mejor miremos que tenemos. Digo, ahora que has crecido, algunas armas ya no te sirven.

Link asintió y reviso su alforja para ver lo que tenía….

La espada Kokiri, el escudo Deku, el tirachinas, el Boomerang y el brazalete Goron…. nada de esto le iba a servir dada su altura actual y tanto que le costó tenerlas…

-Esto ya no lo podré usar. – Link pensó en que quizás tirarlas, pero tenían un cierto valor sentimental ahora. Por lo que las dejó en su lugar y siguió viendo.

Vio que todavía llevaba unas bombas y unas bombchu. Una que otra semilla Deku, varas Dekus, que tampoco le iban a servir.

Lamentablemente hasta que encuentre algo más se las tendrá que arreglar con la Espada Maestra y el Escudo Hyliano. Y tal vez uno que otro hechizo.

-¿Listo…?

-No… Pero es lo que debemos de hacer. – Link sabe que no importa lo que pase, tienen que avanzar. Ver el estado del mundo.

Link y Navi salieron del Templo y no tardaron en tomar el camino que los llevaría hacia la Ciudadela o lo que quede de ella.

Siguiendo de frente, ambos se vieron ya en lo que alguna vez fue un lugar lleno de vida y alegría, las casas destruidas, la tierra muerta y estéril…. rastros de cadáveres. Todo lo que pasó hace 7 años, seguía ahí.

-… Oh Diosas… - Navi bajó la mirada. – No lo puedo creer.

-Ni yo… - Link no sabía que pensar ni que decir.

Alzó la mirada y pudo ver a lo lejos, lo que parecía ser el nuevo castillo que ahora estaba aquí. Estaba sobre el que estivo antes… Y no duda de que Ganondorf debe de estar ahí.

-… Maldita sea… - Link apretó los dientes. La culpa lo estaba embargando.

-Link, hay que salir de aquí. No me siento bien.

Es verdad, la energía maligna del lugar también lo estaba molestando. Aun con el medallón de la Luz. Corrió a la salida más cercana, que era la sur y al llegar a lo que recuerda era el mercado, solo vio ReDeads.

-¡AH! ¡Son esas cosas! – Navi se asustó al ver a esos muertos. - ¡La canción del Sol! ¡No creo que desees pelear con ese grupo de cadáveres!

En eso le daba la razón. Sacó la Ocarina del Tiempo y cuando estaba por tocar…

-… ¿Cuál era la Canción del Sol…?

-¿¡LINK!? – Navi vio al muchacho con horror, a la vez que esas cosas se les acercaban. - ¿¡Como la pudiste olvidar!?

-¡Solo la usé una vez! – Hasta Link se estaba desesperando. – Ahm… Era esta… - sopló… - No…

Navi veía como Link parecía querer recordar la canción, pero no le ayuda que estaba viendo a esas cosas ya más cerca. Y Link aun no la recordaba.

-¡LINK!

-¡Ya recordé! – el chico tocó la canción, pero con una variación, repitió una tonada y… - Ay, creo que me equivoqué… ¡Woah!

Se vio como de la Ocarina salió un destello de luz que pareció imitar el sol. Cegando a todos de manera momentánea. Y cuando el destello murió, se pudo ver como los ReDeads estaban congelados por la luz que les dio de lleno. Pero… aun era de día. No pasó el tiempo como la primera vez…

-¿Qué acaba de…?

-¡Luego! ¡Corre!

Buena idea. Link empezó a correr a la salida, sin mirar atrás. No quería arriesgarse a que esas cosas revivan si las ve.

….

Ya muy cerca de lo que era la salida sur, Link tomó un respiro. A la vez que Navo se pregunta que rayos…

-¿Qué fue eso? ¿Acaso fue un destello de luz del sol? – Navi miró a Link con duda y él se encogió de hombros. - ¿Qué hiciste?

-Toque la Canción del Sol… Pero añadí una tonada más al final. – Link miró la Ocarina del Tiempo. - ¿Crees que haya…?

-Puede ser… Digo, ¿Recuerdas el accidente con el molino de Viento en Kakariko?

Link desvió la mirada ante la mirada acusatoria de Navi. Prefería olvidar ese detalle, gracias…

-…. Fue un accidente…

-¡Dañaste el Molino y el pobre hombre estaba furioso! Aun no sé cómo hiciste que lloviera ahí dentro. Es una suerte que no sabes que tonada fue… Aunque dudo que al tipo se le haya olvidado.

Link se sintió más culpable con cada palabra de su amiga. Eso no era lo que él quería recordar, pero al final…

-Mejor vámonos. Debemos de buscar a Zelda.

-¿Y cómo lo vamos a hacer? – Navi voló frente a él. – No sabemos nada del estado actual de Hyrule. Mucho menos sabemos que tanto ha cambiado. Ni tenemos un mapa. – Link se quedó en silencio. – Debe de haber una manera de que nos hagamos con un maldito mapa.

En eso, los dos notaron lo que era como… una luz en una casa que estaba cerca de la salida. ¿Aún vivía alguien aquí?

Ambos se vieron las caras antes de asentir. Investigarán…

Fueron a la puerta, la tocaron un par de veces, pero no hubo respuesta de ningún tipo.

Optaron por ser más atrevidos y abrieron la puerta para ver quien estaba en su interior. Y al hacerlo, se vieron con lo que parecía una casa que solo tenía… luces en frascos, pero que soltaban lamentos.

-Oh, un cliente…

-¡AH! – Link gritó de la sorpresa al ver al tipo frente a él…

Era un sujeto que usaba una gabardina morada con capucha que le tapaba la cara, pero dejaba ver en algo su rostro. Se notaba que el tipo era… deforme por lo poco visible. Llevaba consigo una vara de madera, además que daba un aire escalofriante.

-Ahm… ¿Hola…?

-Bienvenido a la Tienda de Poes. Eres mi primer cliente en estos últimos 4 años. Dejaron de venir, cuando se hizo imposible estar en la Ciudadela por el poder de Ganondorf. – el tipo miró unas jaulas. – Como puedes ver, soy coleccionista de Poes.

-Ya lo vi… - Link no sabía que decir. La verdad, se quería ir. – Ahm… ¿Vende mapas?

-Si. Es algo que tengo desde que muchos de los viajeros que venían morían. Debía de recoger sus cadáveres y ver que tenían de valor. – El sujeto sacó de su gabardina un mapa y se lo mostró a Link. – Son 2 almas de Poe.

-… ¿Qué…? – Link no entendió. – Dos Poes… ¿Qué no puedo pagar en rupias?

-No. – El sujeto regresó el mapa a su ropa. – A mi solo me interesan los Poes, el dinero… no me importa. – Mercader que no le importa el dinero… vaya… - Sin Poes, no hay mapa.

-¿¡Pero donde saco Poes!? – Link no podía perder tiempo. - ¿Y si le pago con esto? – Le sacó nueces Deku.

-No.

-¿Esto? – Bombas…

-No me interesa.

-¿¡Que tal esto!? – Le mostró el Boomerang, pero…

-Nah…

Navi vio como Link trataba de llegar a un traro con el Coleccionista de Poes… esto era algo bizarro. Pero sabe que ese mapa debe de estar con ellos o….

-¿¡Y esto!? – Link sacó lo único que le quedaba. Era el frasco con la energía maligna que había tomado del monstruo en Lord Jabu Jabu. – Ah… No creo…

-Ooooooh. – El Coleccionista vio lo que estaba dentro de la botella con un brillo en… ¿su ojo? – Que belleza…

-… ¿De verdad…? – Link no puede creer que haya servido. – Es decir… Lo es, ¿no?

-Por supuesto. – El sujeto tomó la botella analizando con la vista lo que estaba dentro. – Tanta malicia. Esto es algo que no se ve en ningún Poe.

Sacando la esencia del frasco, la colocó en un nuevo contenedor, que brilló como una lámpara.

-… Este mundo lleno de dolor es un buen negocio para los Poes. En cada lugar, puedes ver uno. – Le devolvió a Link el frasco, a la vez que le daba el mapa y otro frasco de vidrio. – Sé que no deseas más, pero deja que te diga esto chico… lo que verás allá fuera, será tan horrible que dudo que tu linda cara quede… intacta, si no tienes cuidado.

Link retrocedió cuando el tipo le tocó la cara con la mano, a la vez que tomaba las cosas y se daba la vuelta para irse.

-Un consejo más… - El tipo le habló una vez abrió la puerta. – No dudes de sacar esa espada tuya en las praderas… si deseas vivir. Jejeje.

Link no dijo nada. Solo salió de ese lugar con prisa. Se quería alejar de ahí lo más pronto posible.

….

A las afueras de la Ciudadela…

-Que tipo más repugnante. Parecía que disfrutaba lo que está pasando… - Navi salió del gorro de Link, al verse al fin capaz de respirar sin que le cueste.

Link asintió, solo para ver las praderas y…

La vegetación estaba… muerta. Era como si poco a poco, las praderas de Hyrule se estuvieran volviendo un desierto que tarde o temprano, se iba a extender.

-La flora…

-Algo malo debió pasar en el bosque. – Navi miró a su amigo con preocupación. – Ya debió de haber nacido el sucesor del Gran Deku para este tiempo. Él debía de hacerse cargo ya de las plantas.

Link miró a Navi con sorpresa. ¿El Gran Deku iba a tener un sucesor? Parece que debía de ser así. De todos modos, no es que puedan saberlo en estos momentos.

El Bosque Kokiri queda algo lejos y sería una locura irse a ver qué hay ahí en estos momentos. Más cuando el camino puede ser peligroso.

Abrió el mapa y pudo ver que…

-Navi. Las letras han cambiado. No las entiendo…

-Esta al revés genio.

-Oh. – Link se dio cuenta de su error y soltó una risa nerviosa.

Navi negó con la cabeza. Se notaba que Link aún era el mismo. Lo que la preocupa.

-… Estás nervioso, ¿no?

-¿Tan obvio…? – el muchacho miró al hada, quien suspiró. – Perdón…

-No. No es que sea obvio. Es que te conozco bien. Y en el tiempo que estamos juntos, sé que sientes el peso de lo que te han pedido. Lo hiciste con las Piedras. Ahora con esto de los Sabios.

-Si. – Link vio el camino en el mapa y notó que está puede ser la ruta más segura por así decirlo.

Empezó a caminar por ahí, a la vez que Navi seguía hablando.

-Link, no debes de aparentar ser fuerte conmigo. Sabes que no te voy a juzgar.

-Sabes la verdad Navi. Sabes que aunque tenga este cuerpo, no tengo la edad que debería. Que son… Ahm…

-17.

-Eso. 17… - Link aún no podía creer que pasó 7 años dormido. - ¿Qué pensaría la gente que parece creer en mí? No les puedo decir que tengo 10 aún en la cabeza…

Navi entendía de que estaba hablando su amigo. La gente parece que esperará a alguien que sabe lo que hace. Pero Link no es así. Él estaba tan perdido como el resto.

La única diferencia, es que parece que si sabe que tiene que hacer para ir a un lado. Y eso era cruel de cierta manera.

-Link…

-Mira. Parece que el Rancho Lon Lon sigue abierto. – Mostró el mapa. – Tal vez si vamos allá, podamos pedir un caballo o algo. Y preguntar si saben algo del paradero de Zelda.

-Es una buena idea. - Navi aprobó la idea. – Por cierto, quizás en los momentos que descansemos puedas practicar con la Espada Maestra.

-¿Eh? Pero si yo sé…

-Con una espada pequeña y con un cuerpo de niño. – Navi detuvo sus palabras. – No con el cuerpo adulto y una espada del estilo de la Espada Maestra. No querrás tener problemas con el primero enemigo que se nos cruce, ¿no?

Verdad. Era lo que menos deseaba y sería patético morir bien inicia la aventura.

-… Avancemos todo lo que podamos el día de hoy. Ya cuando acampamos, entrenare.

Navi asintió conforme, a la vez que Link seguía su camino. Aunque…

-Te apetece algo de música para el camino.

Link sacó la Ocarina del Tiempo y ella rio un poco. No era mala idea.

Ambos siguieron su camino, a la vez que Link tocaba las tonadas que se le venían a la mente en la Ocarina.

Algo de paz al menos. Porque para ellos, eso no sería un lujo.


El flujo del tiempo transcurrió de manera tranquila, el sol se empezó a ocultar y el atardecer ya era algo que se veía en el horizonte.

Link y Navi seguían su camino, a la vez que poco a poco notaban que se acercaban al río de la última vez.

-Un poco de agua no me vendría mal. – Link se secó el sudor, dado que ya llevaba horas caminando sin parar.

-Si… jamás pensé que tendría tanta sed. – Navi estaba sobre la cabeza de Link, ya que se había cansado de volar mucho rato.

En eso, los dos vieron el río que tantas veces habían cruzado en los últimos días… ¿años? Agh, que confuso era esto de los viajes en el tiempo.

Pero no importaba. Al menos algo de agua para…

-… Navi. Dime qué estoy viendo bien. Pero el agua está violeta…

Link al acercarse al río a beber el agua de esta, sólo pudo ver lo que era… líquido violeta.

-Ngh. Esta… contaminada. – Navi olió con asco el agua. – No puedo creerlo. ¿Cómo terminó así el agua? Se supone que viene del Lago Hylia.

Link soltó un suspiro. Adiós sus planes de beber agua. Y eso lo hizo maldecir un poco. ¿Qué puede hacer ahora?

De repente, oyó sonidos. Sus orejas se movieron por el repentino movimiento de algo.

Se giró para ver que puede ser, pero al hacerlo, no vio nada. Se puso de pie y se acercó al árbol que estaba cerca del río.

-Oye. ¿no te parece raro de que este árbol no esté tan mal como debería?

-Si. Pareciera que si tiene algo de… ¡eso es! ¡Link, pon tu oreja en el suelo donde están las raíces de ese árbol!

-¿Eh? ¿Para…?

-¡Sólo hazlo!

El chico rodó los ojos. Al menos puede pedir por favor.

Link se agachó y puso la oreja en donde estaba la raíz. Cerró los ojos y… oyó la caída de Gotas de agua.

-¿Agua?

-Si. Parece que la raíz de este árbol en parte, está conectado a un túnel subterráneo donde hay agua.

-… ¿Y como voy a llegar? – Link tenía el agua tan cerca, pero tenía la Tierra como obstáculo.

Fue en eso, que vio que la tierra de cierta parte cerca del árbol era más… sensible al tacto. Quizás…

Sacó de su alforja una bomba y la prendió. La dejó sobre esa tierra suave, retrocedió y esperó.

Al hacerlo, la explosión ocurrió y Link pudo ver que al disiparse el humo, había un orificio. Una entrada a esa cueva…

-¡Eureka! ¡Bien pensado Link! – Navi voló hacia donde estaba el orificio.

Entró a este y…

-¿Navi?

-¡Hay agua aquí, la suficiente para beber y guardar! Y mucho espacio… perfecto para dormir.

Link sonrió al oír ello. Fue al orificio y dio un salto.

Al pisar tierra de nuevo, pudo ver que era verdad. El lugar era amplio para lo que necesita. Además de que había un cúmulo de agua, donde una raíz del árbol de arriba tenía contacto.

-Debe de ser agua de las lluvias que hay. – Link vio a Navi analizar el agua. – No es del Lago Hylia.

-¿Cómo lo sabes…?

-Je. Las hadas podemos reconocer el origen de cosas que vienen de la naturaleza. – Parece que de verdad ella sabe lo que dice.

-De todos modos, bebamos algo.

Link sacó una de las botellas vacías que tenía y sacó algo del agua que estaba ahí empozada.

Se le veía limpia y eso le bastaba para poder suspirar. No quiere enfermarse por ingerir algo que no está bien.

Mientras que Navi se lanzaba al charco a beber y remojarse, Link se quitó su gorro.

Bebió del agua y jamás pensó que sentiría su garganta tan agradecida por el agua. Su cuerpo ha pasado años sin agua. Y eso era extraño. ¿Cómo vivió tanto tiempo en…? Debe de ser cosa de magia.

El muchacho tomó otro sorbo de agua, a la vez que con la mano tomaba un poco y se la llevaba al cuello.

Sintió el líquido frío en la nuca. Que bien se sentía…

-Link. Quizás sería ideal pasar aquí la noche. – Es verdad, era lo mejor.

Ya estaba cansado de caminar y la noche ya había llegado. Sólo le quedaba descansar para el día de mañana.

El muchacho sólo sacó la Espada Maestra y pudo ver cómo esta aún en la oscuridad del lugar, parecía brillar con luz propia.

-… Aún no puedo creer que tengo esto en mis manos.

-Pues créelo. La Espada que repele el Mal. El Gran Árbol Deku me contó historias del pasado, de gente que buscaba la Espada Maestra para hacerse de ella, pero que nadie jamás la pudo sacar de su pedestal.

-¿Nadie?

-Nadie. Por eso surgió el mito de que la Espada elige a quien la puede usar. Sólo alguien digno en su criterio.

Link miró la espada. ¿era él digno de usar esta arma?

Se puso de pie, dejando algunas de sus cosas en el suelo y…

Navi vio como él agitaba la espada, de seguro en un intento de acostumbrarse a la diferencia de la que usaba antes. No sólo ello, también debía de acostumbrarse a la idea de que…

Lo vio mover la espada con más fuerza, haciendo movimientos que parecen imitar que peleaba con alguien. Sólo para soltar un sonido de frustración. De seguro sintió que así no era.

El hada se quedó viendo el como Link siguió agitando la espada varias veces, como si peleara con alguien.

Los primeros intentos los acababa rápido, mostrando frustración. Pero luego de unos cuantos, empezó a ser más constante y duradero en ese entrenamiento. Cómo si ya supiera como mover al menos la espada.

-¿Así entrenas? – Le hizo la pregunta a Link desde su lugar.

-Si. – Link agitó la espada. – Dado que jamás tuve alguien que me enseñe, todo lo aprendí sólo.

Link hacia movimientos rápidos, precisos. Ya de había acostumbrado a la longitud de la Espada Maestra.

Era extraño, pensó que le tomaría más tiempo acostumbrarse al arma. Pero lo había hecho rápido. La podía usar como si nada. Eso era raro…

Sentía que la espada era como una parte de su cuerpo.

Se atrevió a hacer movimientos más atrevidos y rápidos. Era ya una serie de estos, que Navi vio con asombro. Hasta que…

Link se detuvo al dar una estocada al aire…

-Navi. ¿Crees que podamos hacer esto?

Era una pregunta que ella también tenía. Y si Link la tenía, era porque él también no sabía si lo lograrían.

-… No lo sé Link. Pero lo que si sé. Es que no podemos darnos por vencidos. – Navi simplemente le dio ánimos a su amigo. – Creo que en estos momentos, dudar no nos llevará a ningún lado.

Puede que no. Y él lo sabe. Aún así, estaba asustado de que…

Link miró la Espada Maestra, sentía que cómo esta pesaba menos en su mano de manera física. Pero de manera emocional, era diferente. ¿Es digno de esta espada?

No lo sabe.

Pero lo único que sabe. Es que… no puede retroceder. No ahora…

Siguió con el entrenamiento lo que le pareció horas. No hubo más sonido que el de la espada cortando el aire y el de su respiración.

En un momento dado, tomó el Escudo Hyliano y lo empezó a usar también. Debía de acostumbrarse a él, a los movimientos con ambos.

Link empezó a emplear los movimientos más que necesarios para poder seguir con lo que sería un estilo diferente. Un estilo que era más que ortodoxo. No había práctica de lo que uno llamaría, caballeresco.

Era el estilo de alguien auto enseñado. Nada más. Pero que era consciente de que si desea llegar a un lado, debe de hacer esto.

Siguió y siguió hasta que los brazos no le dieron para más.

Link sintió el cansancio y soltó un suspiro. Pasó a ver a Navi, quien ya estaba dormida sobre su sombrero.

Sonrió un poco y caminó ha donde estaba ella. Dejó el Escudo Hyliano a un lado, enfundó la Espada Maestra para dejarla cerca de él. Se recostó y sacó lo que usaba para dormir en la intemperie.

Solo que al ver la bolsa de dormir, notó que era muy pequeña para él. Al menos le servirá de almohada…

La colocó en el suelo, recostó su cabeza en esta y miró el techo de la cueva que hallaron por fortuna.

Si en el pasado las Praderas se llenaban de esas cosas en la noche…

Suprimió un escalofrío al pensar en ello y se recostó para poder dormir.

Y a los segundos que cerró los ojos, el sueño le ganó. Quizás el poder dormir voluntariamente, era lo que… necesitaba.

….

Link se retorcía en sus sueños, era como si todo lo que no soñó en 7 años, viniera a él de golpe.

Veía la Ciudadela siendo destruida. La gente muriendo… la persona que él mató. Al soldado que vio morir.

A ese sujeto. A Zelda… a ella siendo…

-¡No! – Se levantó de golpe al llegar a la parte en que vio a la princesa siendo…

Se llevó las manos a la cara, tratando de suprimir ese mal sueño. Esas sensaciones que ahora lo estaban afectando tras años de haber dormido sin soñar.

Que cruel broma…

Alzó la mirada y pudo ver, por el orificio que estaba en esta cueva subterránea en el techo, de que estaba amaneciendo.

Decidió ir a lavarse la cara, ya no quería dormir. No tenía ganas de hacerlo.

Una vez llegó al agua y se llevó algo de esta con las dos manos a la cara, vio en el reflejo del agua algo que lo hizo sentir que el corazón se le paró.

Era su reflejo, pero este tenía los ojos rojos, el cabello blanco y todo el resto de él era… de color negro. Le dio una sonrisa que le dio nervios, haciendo que él retroceda de golpe y se caiga de espaldas.

Navi solo siguió durmiendo, a la vez que Link abrazó sus piernas en un intento de calmarse.

Estaba teniendo un ataque de ansiedad. ¿acaso el sueño que tuvo lo estaba afectando en la realidad también?

Sintió sus ojos arder, a la vez que las ganas de llorar venían con fuerza.

Sabía que esto iba a pasar. Que no iba a poder con esto, pero no pensó que sería tan pronto.

7 años. La gente ha tenido tiempo de entender que ha pasado en este tiempo. Él no…. Él solo ha dormido y bien despiertan, le piden que haga algo para salvar Hyrule.

¿Quién en su sano juicio le pide eso a alguien que no sabe ni dónde está? Todo lo que conoce a cambiado. 7 años puede ser nada para un Dios. Pero para él, era mucho tiempo.

Y ahora le piden que sea adulto cuando no ha tenido el tiempo de siquiera… crecer como era debido.

El deseo de quedarse ahí y llorar era fuerte. Estaba por hacerlo, hasta que su mano derecho tocó el mango de la Espada Maestra.

-No se sienta mal, Amo Link. – Esa voz… - Sé que es difícil para usted afrontar todo lo que está pasando. Y lamento no poder hacer más para ayudarlo. – la voz sonaba triste, a pesar de que era de que sonaba neutral. - Pero no se rinda. Sé que puede con esto… al fin y al cabo, usted es valiente. Yo lo sé…

Link abrió los ojos de golpe y pasó a ver dónde estaba la Espada Maestra. Su mano tocaba ligeramente el mango de esta.

El arma seguía en su funda. Pero él tomó el arma y la sacó. El ver la Espada lo hizo sentirse más calmado. No sabe porque…

-¿Link? – la voz de Navi lo hizo dejar de ver la espada. - ¿Estás… bien?

El hada volaba a su lado, despierta. Y sentía la preocupación en ella. Él…

-… No Navi. Pero lo estaré… - Link soltó un suspiro. – Debo de afrontar esto… lo que me ha tocado. No es hora de actuar como un niño y llorar.

Navi vio como Link se puso de pie, su mirada más decidida que la de ayer. Pareciera que llorar un poco era lo que necesitaba para estar más tranquilo.

-Vamos, hay seguir nuestro camino.

-Bien. – Navi asintió, algo más feliz tras verlo más relajado.

Ella pasó a ver la Espada y puede jurar que no es un arma común. Porque, ¿desde cuándo un arma suelta la voz de una mujer?


Tras salir de la cueva subterránea y llenar unas botellas con el agua de ahí, Link y Navi siguieron su marcha.

El camino de las Praderas era el mismo, sólo que el paisaje no lo era.

La belleza del lugar había sido eliminada en estos 7 años. Y no sólo ello, pareciera que ya nadie recorre los Campos.

Quizás ya nadie quería salir de sus casas en los pueblos que hay en Hyrule… si es que aún queda uno.

Link trató de no pensar en eso, a la vez que seguía su camino. El rancho aún estaba algo lejos, puede que le tome hasta la noche llegar allá…

-Link, ¿no oyes eso?

La pregunta de Navi lo hizo detenerse y cerrar los ojos. Sus oídos captaron… pasos.

No, era el sonido de un caballo corriendo y jalando algo. Abrió los ojos de golpe, para ver cómo a lo lejos un caballo que jalaba una carreta huía de unos seres que eran…. Extraños.

-¡Bokoblins! ¡Se supone que ellos están en las zonas más alejadas del reino! – Navi se sorprendió al ver a esas cosas. - ¿Acaso Ganondorf los ha traído a estas zonas del reino?

-No lo sé. ¡pero esa persona necesita ayuda! – Link pudo ver a qué alguien estaba sobre la carrera, tratando de que el caballo se calme.

Navi vio a Link correr en dirección a dónde estaba pasando todo. Soltó un suspiro. Ese chico no cambia.

Link corrió a donde estaba yendo la carreta. Es más, pudo ver cómo el caballo hizo un movimiento que hizo que la persona que estaba en la carreta, casi de caiga.

Logró ponerse frente al caballo y este se asustó al ver al extraño, alzándose en sus dos patas traseras.

Link tomó las riendas del caballo para calmarlo, dado que si sigue así…

-¡Link, ahí vienen!

El grito de Navi lo hizo mirar a un lado, tres seres que parecen unos duendes venían a él.

-¡Cuidado! – la voz femenina le advirtió del peligro.

Pero Link afiló la mirada, al ver que el caballo pisaba de nuevo en sus cuatro patas, él alzó la mano izquierda hacia el mango de la Espada Maestra.

Cómo si fuera un switch, sus dudas y miedos se fueron. Sólo tenía en mente a los Bokoblins y en detenerlos.

El primer tajo cortó al que estaba más cerca de él, matándolo de golpe. Sin miramientos, ante la sorpresa de los otros dos.

Estos al ver a su aliado caído, se enfurecieron. Sacaron sus armas, espadas, que parecían viejas y oxidadas, para atacar.

Y eso hicieron, pero Link usó su Escudo Hyliano para defenderse del primer ataque, para luego usar el escudo para dar un golpe en la cara del Bokoblin, quien se desoriento por el ataque, dándole a Link la oportunidad de decapitarlo.

Y quedando sólo uno, es que Link dio una estocada con tal fuerza que, aunque este se cubrió con su improvisado escudo, fue mandado hacia atrás para caer de espaldas.

Y no dándole oportunidad a que se levante, Link dio un salto sobre este y con un movimiento preciso, le clavó la Espada Maestra en el pecho.

El Bokoblin sólo dio un sonido de queja, antes de dejar de moverse.

Sacó la espada de un movimiento y pudo ver con la sangre de la bestia parecía disolverse tras un destello del arma.

Así que también hace eso para que su filo no se vea menguado… interesante.

-¡Link, eso fue espectacular! – Navi voló para estar frente a su amigo, no ocultando su impresión y alegría.

-¿De verdad…? – Aunque él se mostraba algo apenado…

Aunque al recordar que tenían que ayudar a alguien, hizo que ambos pasen a ver cómo estaba la chica.

La muchacha bajó de la carrera, como un intento de que su cabeza se haga a la idea de que lo peor ya pasó. Aunque las piernas le flaquearon y casi se va de cada contra el suelo.

-Woah, te tengo. – Link la atrapó a tiempo. – Ya pasó todo.

La chica asintió varias veces, parece que si había estado asustada.

Alzó la mirada para ver quién la había salvado, sorprendiéndose de una manera grata.

La chica sentía que quien la había salvado era como esos caballeros en esos libros que leyó de niña, además que su salvador era apuesto. Lo sabía, dado que sus mejillas empezaron a arder al tenerlo tan de cerca.

Link por su lado, miró a la chica bien. Era pelirroja de una tez clara, llevaba un vestido de una pieza de color celeste, sandalias y un adorno en el cabello que parecía ser una flor. Era una chica linda, no lo va a negar.

Pero se le ha quedado viendo y eso lo pone algo nervioso…

-Ahm… ¿Estás bien?

-¿Eh? ¡Oh sí! – Fue la respuesta de la muchacha, de manera apresurada. – Ahm… gracias por salvarme.

La chica se empezó a poner de pie, a la vez que soltaba un suspiro. Juraba que la había visto negra y pensó que sería su fin.

Ella miró su caballo y Carreta. Al menos estaban bien.

-Gracias por la ayuda. Es… complicado venir por estos lados en estos días. – La chica sonrió algo apenada. – Pero que hace un chico como tú en medio del camino…

-Pues… - No le puede decir que se alejaba del castillo… - Trataba de ir al Rancho Lon Lon.

-¿En serio? Yo voy también para allá. – la chica se mostró feliz de que parecían tener el mismo destino. - ¿Quieres que te lleve?

-Nos encantaría. – ella alzó una ceja al oír eso. – Ahm… Pues…

Link vio como Navi se puso a su lado y la muchacha abrió los ojos con sorpresa.

-… Y yo decía que mi prima estaba loca…

….

En la carreta, ambos jóvenes estaban dejando que el caballo los lleve a su destino.

-Me llamo Marín. Y soy la prima de Malon Lon Lon. Tú debes de ser el chico hada que ella me habló hace años.

Link no esperaba que esta chica fuera la prima de Malon… ¿y en serio lo presentaba así ante todo el mundo? En serio Malon…

-Prefiero que me digas Link…

-Jejejeje. Creo que Señor Héroe te queda más. Me salvaste y te lo agradezco.

Link se rascó la nuca algo apenado, más al ver como ella lo miraba. ¿por qué lo ve así?

-Ajem. – Navi hizo acto de presencia, para que no olviden que tienen compañía. – Soy Navi. Compañera de viaje de Link.

-Pensar que vería un hada de verdad. A pesar del susto de muerte de antes… ¡este día es increíble! – Marín sonaba muy emocionada.

-¿Qué hacías tú sola en medio de la Pradera? Por lo que vi, el lugar es peligroso. – si lo compara hace 7 años, lo era.

-Venia a ver a mi prima. Hace un año que no la veo… no desde el funeral de mi tío. – Link se tensó al oír ello. – Oh, supongo que no lo sabes. El Tío Talon murió hace un año…

Link sintió que le dieron una patada en el estómago. Navi perdió algo de su brillo.

Ambos recordaron al buen granjero que los había ayudado. Lo amable que era…

Link sintió las lágrimas acumularse en sus ojos y Marín sintió pena por él. Pero vio cómo las limpió y miró al frente.

-¿De que…?

-Exceso de trabajo. – Marín sonó muy triste. – Desde que Ganondorf se hizo del poder en este reino, muchas cosas han cambiado. En especial para los granjeros. Mi tío trató de tener el Rancho a flote. Pero… el esfuerzo fue mucho para él. Eso lo mataba lentamente, hasta que un día enfermó y…

-Entiendo. – Link asintió. No deseaba oír más. - ¿Y Malon?

-Mi prima se quedó en el rancho. El Señor Ingo tomó control del rancho, a la vez que trata de ganar más favores de Ganondorf. Muchas cosas cambiaron en el rancho. – Marín siguió con lo suyo. – Por eso he venido, a visitarla y proponerle que venga conmigo y mi padre al borde con el reino vecino. Ahí están muchas de las personas que han perdido sus hogares por culpa de Ganondorf.

-¿Qué es lo que ha pasado estos años…?

-¿No lo sabes?

-… He estado lejos de casa mucho tiempo. – Link tuvo que mentir. – Un día decidí regresar y…

-Vimos el estado del reino. Todo lo que conocíamos había… - Navi no pudo seguir. - ¿Qué sabes?

-Lo mismo que todos. Ganondorf dio un golpe de estado contra el Rey. Las razas se han separado y no hay control en Hyrule. Es… tierra de nadie en estos días. Aunque todos los que parecen ser malhechores respetan a Ganondorf. Muchos incluso han venido para unirse a sus fuerzas y tener algo de poder.

-Entiendo. – Link apretó los puños. Parece que tendrá mucho que hacer. - ¿Qué es lo que hay al borde del Reino?

Marín pareció dudar un poco. Cómo si fuera un secreto. Pero ella lo miró y sabía que podía confiar en él.

-Una Resistencia se anda creando. Los que desean derrocar a Ganondorf, reúnen aliados y recursos para ello. No es fácil, dado que no muchos confían en que haya éxito. Ganondorf es poderoso… la verdad, no sé qué planea la Princesa Zelda en…

Marín sintió como Link la tomó de los hombros y ella se asombró y sonrojó al ver la enorme emoción que había en la cara del muchacho.

-¿La princesa…? ¿sabes dónde está?

-S-Si…

-¡Link, tenemos una pista!

Navi sonó feliz como no lo había hecho en tiempo. Y Link se dio el lujo de sonreír de verdad desde que despertó…

Zelda estaba bien. Y si las cosas van bien, la podrá ver pronto.

Pero eso tendrá que esperar, el Rancho Lon Lon estaba a la vista.


A las lejanías de las praderas de Hyrule, al borde del Reino con otro… se podía ver al lado de un pequeño lago como una chica de vestimenta simple y largo cabello rubio tocaba una Ocarina. Como si el sonido la calmara.

En eso, ella sintió el viento correr. Cómo si le dijera algo.

La chica alzó la mirada y no supo porque sintió nostalgia. Cómo si…

-Link… Espero aún el día en que regreses. – La chica llevó la Ocarina su pecho.

La princesa Zelda estaba esperando el regreso de su querido amigo… aún ahora, ella creía en él.