Las seis (veinte, de hecho) etapas de la separación

Sumario: Dicen que hay seis etapas que debes vivir tras separarte de alguien a quien amabas. Pero las de Draco incluyen a su enemigo y de pronto todo es un poco confuso.

Género: Hurt/comfort. Romance (lento).

Claves: Drarry/Harco, sexto año. Voldy ya no está, digamos que le han ganando en el Ministerio en quinto año. Puedes llorar, pero hay final feliz.

Disclaimer: la última vez que revisé, HP todavía le pertenecía a la Innombrable.


Etapa 19: Te has enamorado de tu enemigo

Febrero. 1998.

Bien. Era momento de admitirlo.

Harry no había pensado demasiado en esto. Era cierto que la "cuestión sentimental" no era su fuerte. Podía entender que se sentía de cierto modo, y aun así, no preocuparse por analizarlo hasta el menor detalle y definir cada aspecto de la emoción. No sabía si era o no un error de su parte.

Lo cierto es que, a estas alturas, podía decir en voz alta que estaba enamorado de Draco Malfoy y sabía que era la verdad.

De hecho, sí lo dijo en voz alta.

A Ron, no a Draco.

Estaban sentados en los bordes de sus camas en la Torre, ambos inclinados hacia adelante, como si estuviesen hablando de un tema que no era conocido por el resto de sus compañeros.

Casi era San Valentín y Ron quería prepararle algo a Zabini, ya que a él le gustaba la festividad y sabía que le daría un obsequio. Harry quizás hizo unas preguntas sobre esto, y de algún modo, acabó diciéndolo en voz alta por primera vez a alguien diferente de su reflejo en el espejo.

Ron parpadeó hacia él un par de veces y se movió lentamente para enderezarse.

—Compañero…lo sé, tranquilo. Todo el mundo lo sabe. Estoy seguro de que hasta Dumbledore lo sabe. Incluso en Hogsmeade lo saben, amigo.

Harry se retorció un poco en su lugar.

Claro, supuso que fue un poco obvio para el resto de las personas, pero eso no hacía que fuese menos importante para él hacer tal admisión en voz alta y a su mejor amigo.

Ron debió notar de qué se trataba, a pesar de su primera reacción, por lo que le dio una palmadita en la rodilla.

—¿Han hablado de eso?

Harry meneó la cabeza.

—¿Ya se besaron?

Otra sacudida de cabeza. Ron soltó un largo "uhh".

—Esto va a sonar extremadamente cursi y voy a culpar de todo a Blas, pero…¿qué tal, ya sabes, hacerle algo por San Valentín y probar suerte? No es como que te vaya a rechazar, eso también te lo podrían decir hasta en Hogsmeade, sólo…no sé, prueba.

—¿Algo como qué?

Ron se encogió de hombros.

—Amigo, aunque ahora estemos en un mismo sitio sin pelearnos y hasta podamos divertirnos, no he llegado al punto de saber qué le gusta a Malfoy, además de ti. Bien podrías envolverte con un moño y aparecer frente a él…

—Eso suena a algo que haría Blaise.

—Merlín, ojalá lo haga —exhaló Ron.

Harry le dio una patada sin fuerza.

—¡Ron, concéntrate!

—Sí, sí…déjame pensar…—Ron arrugó un poco la nariz—. Compañero, no sé, algo sencillo. ¿No decías algo sobre unos dulces que le llegaban…? Ah, no recuerdo, algo sobre dulces, sé que era algo sobre dulces. La verdad es que siempre le has prestado demasiada atención a Malfoy, ya deberías hacerte una idea de qué podría gustarle en…

Sí, Harry entendía el punto. Prácticamente se levantó de un salto y le gritó un "¡gracias!" mientras abandonaba el cuarto, dejando detrás de sí a un muy consternado Ron, que decidió que era un efecto del enamoramiento y se encogió de hombros.

Tenía que visitar la cocina.

0—

Harry lo citó la noche antes de San Valentín en el campo de Quidditch, que había acomodado libre de nieve y con luces mágicas que mantendrían el lugar cálido, intentó (en vano) peinarse un poco y fingió que Draco no se daría cuenta de que faltaban horas para el catorce de febrero y eso tenía un significado.

Por supuesto que no estaría siendo Draco si no se hubiese percatado de este detalle.

Nada más llegar, examinó las luces mágicas puestas en los bordes y exhaló.

—Por un momento, temí que llegaría y encontraría cupidos cantando y confeti rosa…

Harry sintió que todo el rostro le ardía mientras Draco se llevaba una mano al pecho y simulaba estar aliviado. Fue un poco más difícil continuar con su plan después de esto y el otro notó que su comentario le afectó de algún modo, por lo que suspiró, se sentó a su lado y sacó algo de su bolsillo que luego le tendió.

A Harry le temblaban un poco las manos al sostener la caja. Era una colección personalizada de dulces de Honeydukes, nada tan impresionante, pero quería decir que Draco tuvo que escogerlos él mismo entre los productos de la tienda para armar el pequeño regalo.

En serio intentaba contener su sonrisa, porque sería demasiado obvio todo si no lo lograba. Más obvio de lo que ya era.

—Supuse que parecerías un crup desamparado si no me daba cuenta de que querías pasar San Valentín conmigo —alegó Draco, con cierta diversión.

Harry titubeó y se balanceó un poco, fingiendo que encontraba muy interesante el césped bajo él.

—Técnicamente no es San Valentín, es la noche antes de San Valentín, porque no sabía si que fuese San Valentín te daría alguna idea equivocada sobre que te estoy apresurando o, uhm, algo…

Se calló cuando Draco puso una mano en el costado de su cabeza de esa manera que había descubierto que le gustaba muchísimo a Harry, porque podía recargarse en su palma.

—Sólo estoy pensando en qué hiciste o qué piensas hacer para andar tan nervioso, Potty.

Harry emitió un débil quejido por el apodo, pero fue fácil ignorarlo porque Draco acarició su cabeza y llevó la mano a su mejilla después.

Supuso que este era el momento en que actuaba como el Gryffindor valiente que debía ser.

Harry sacó de su bolsillo una caja encogida y la agrandó con un hechizo. Luego se la ofreció.

No, no era la colección de dulces en caja de corazón de Hogsmeade, eso sería demasiado para él y para Draco también. Le dejaba esas cajas a Pansy y Hermione y el intercambio de regalos que harían en la mañana.

Esta era una caja rectangular con un lazo sencillo. Draco la sostuvo, miró de reojo a Harry y una sonrisa bailó en sus labios.

—¿Lo abro de una vez?

Harry asintió. Él desató el lazo con extremo cuidado para no dañarlo, y en cuanto abrió la tapa, se encontró con hileras de bombones dorados.

Snitches que abrieron sus alas y abandonaron la caja para girar en torno a él.

Draco ya tenía una sonrisa más grande en ese instante, contemplando el vuelo de los bombones. Se echó a reír cuando uno se posó sobre el cabello de Harry.

No los estaba controlando él. Se suponía que se moverían hasta que Draco quisiera cerrar la caja o los sujetase.

Hasta entonces, era Draco el que los controlaba, aunque tal vez no fuese consciente en ese momento.

Lo "rescató" del cabello de Harry y las alas se guardaron de inmediato para convertirlo de nuevo en un bombón común con envoltura dorada. Draco lo abrió y mordió la mitad.

Le ofreció la otra mitad. Harry la tomó de las puntas de sus dedos, sin quitarle la mirada de encima mientras se inclinaba para esto. Draco tampoco dejó de verlo.

Una vez que probaron el bombón y Harry podía asegurar que era tan bueno como le prometieron, Draco observó otro bombón. Debió haber notado en algún punto que podía controlar su movimiento mientras sostuviese la caja, porque este voló de nuevo hacia Harry.

Pasó frente a sus ojos un par de veces y casi lo mareó antes de que Draco lo atrapase.

—Oh, más puntos —Un muy divertido Draco lo sorprendió al inclinarse y besar un poco por encima de sus lentes, que fue donde rozó la "snitch" antes de que la tomase.

Harry sentía que incluso si respiraba demasiado fuerte, podía cambiar algo en ese momento. Otra de las "snitches" voló hacia el rostro de Draco y él se rio cuando se posó sobre la punta de su nariz y no se movió aunque sacudiese la cabeza.

Vio hacia Harry con una sonrisita divertida y él entendió sin que le dijese algo. Sólo se inclinó un poco hacia adelante para "atrapar" la snitch, poniéndose de rodillas, y ya que estaba en eso, dejó un ligero beso sobre la nariz de Draco.

Estaba tan distraído viendo los ojos grises y brillantes que lo observaban a su vez que no entendió que el roce en su barbilla era porque Draco "capturó" otra snitch que estuvo por tocar su cara. E inmediatamente después, Draco se estiró y presionó los labios contra su mentón.

Harry estaba seguro de que su corazón ya había superado la velocidad promedio de las mismísimas snitches.

"Atrapó" uno de los bombones que voló sobre Draco y dejó un beso en su frente. Se apartó sólo tras unos segundos. Draco "capturó" otra snitch que le rozó la mejilla y dejó un par de besos en la misma, muy lentos y suaves, haciendo que Harry quisiera girar el rostro y dejar que presionara el siguiente en sus labios.

Harry fue más deprisa porque en serio quería seguir besándolo y atrapó uno que pasó junto a su mejilla. Dejó besos en ambas, haciendo sonreír a Draco.

Le había sostenido el rostro antes de hacerlo, y como seguía arrodillado, estaba un poco por encima de él, mirándolo desde arriba. Sus alientos se mezclaban y hacía algo de calor dentro del área de las luces mágicas que servían para crear una pequeña "primavera" allí adentro.

Harry se quedó muy quieto cuando percibió el roce en los labios. Eran los dedos de Draco capturando uno de los bombones mágicos. Pero después estuvo de regreso, repasando sus labios con suavidad y Harry entreabrió la boca sin pensar, todos sus sentidos puestos en el tacto del pulgar de Draco contra su labio. Nada más importaba en ese instante.

Draco le hizo un gesto para que bajase un poco la cabeza y Harry se movió casi en trance, como si lo soñase, porque sí que había soñado algunas veces que esto sucedía.

Fue tortuosamente lento, porque no quería cometer un error. Draco sólo se estiró lo justo para rozar sus labios y que sintiese la sonrisita que se le formaba y Harry juraba que se iba a colapsar ahí mismo, justo antes de que se adelantase lo que le faltaba. Lo siguiente que capturó fue su boca.

Ya tenía un completo entendimiento de por qué lo detuvo la primera vez: es que después sería casi imposible.

En cuanto Draco lo besó, Harry se inclinó más sobre él y se quedó prendado de su boca. No quería soltarlo hasta tener perfectamente memorizado el sabor de Draco y el chocolate y él tampoco parecía tener intenciones de apartarse pronto.

Lamió, mordió, volvió a besar, sólo roces, de nuevo más profundo. Draco fue cayendo hacia atrás, hasta que su espalda tocó el césped y ni siquiera entonces se apartó, sino que le echó los brazos alrededor del cuello y lo invitó a caer con él.

Y si podía seguir besándolo, por supuesto que Harry iba a caer también.

Se besaron durante bastante tiempo, bajaban el ritmo para que no pasase a nada más, no esa noche, pero luego Harry recordaba que se moría por besarlo, que era real, que estaba pasando, y no podía detenerse tan pronto. Tener a Draco completamente sonrojado y con los labios húmedos y enrojecidos todavía se le hacía "poco", podía besarlo más, estaba seguro.

Así que seguía haciéndolo y Draco sonreía contra su boca y mantenía el agarre en torno a su cuello.