TsukaMina Week: Una Historia de Amor

NOTA: Para la TsukaMina Week se me ocurrió hacer una pequeña historia de 7 capítulos en la que narraré una perspectiva de Tsukasa y Minami universitarios. Espero que esto sea de su agrado y lo disfruten muchísimo.

NOTA 2: Nuevamente pido perdón por mega atrasarme con la TsukaMina Week. Al final no conseguí terminar la historia para participar en los Wattys tampoco, porque mi trabajo empezó a ponerse demasiado intenso y pues me atrapó a niveles descomunales, y el trabajo de Maxine Winters (mi amiga que me hace los dibujos) también se ha tornado demasiado pesado y… pues nada… todo se nos complicó. Pero no desisto de esta ni de la SenHaku Week. Cumpliré con toda certeza.

Día 6

Tema: Fantasías.

Capítulo 6: Recuperación.

La recuperación de Minami había sido más lenta de lo que había imaginado Tsukasa, así que su boda había sido pospuesta definitivamente, y se pasaban los días principalmente en el fisioterapeuta o realizando ejercicios en casa con ayuda de un especialista que el castaño había contratado. Él había tomado un reposo en su trabajo y había afirmado que no volvería a las luchas hasta tanto ella no estuviera completamente recuperada y, sinceramente, no podía dejar de sentirse mal de tan solo pensar en cómo él se estaba preocupando por su salud.

Más de una vez había intentado dejar de sentirse un estorbo para su novio, porque era extraño que él estuviera tan dedicado a ella, pero al mismo tiempo se sentía muy feliz por tenerlo a su lado.

Los días pasaron y su cabello empezó a crecer un poco más, y logró también caminar mucho mejor, siendo las terapias relegadas sólo a la casa, en donde generalmente recibía atención del fisioterapeuta y luego se quedaba con Tsukasa, quien le hacía unos masajes que el mismo fisioterapeuta le había enseñado.

Pero había un problema que estaba experimentando ella: Que las sesiones de masajes cada vez se hacían más desesperantes para Minami, ya que, en muchas ocasiones, cuando masajeaba los muslos, las caricias que hacía eran una completa tortura. Y no dejaba de fantasear todos los días con que los masajes terminaran en una tarde de sexo desenfrenado antes de que Mirai regresara a casa.

¿Por qué era un problema? Pues porque Tsukasa no había tomado la iniciativa para ello y ella se sentía avergonzada por ser quien tuviera que propiciar las cosas, debido a que tenían mucho tiempo sin sexo y no quería parecer una desesperada.

*Grupo: Reino Científico. Lado Femenino*

*Coutta envía un artículo sobre la importancia de una vida sexual activa para mantener la salud*

Suika: Suika morirá joven, porque es más virgen que la diosa Artemisa.

Coutta: No te preocupes, Suika, eso es porque he visto estados de ciertas personas que parece que no están recibiendo atención sexual.

Kiri: Yo estoy bien.

Yuzu: Haces que me avergüence con cómo hablas tan libremente de esos temas, Elise-san.

*Yuzu envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Kohaku: ¿Eso es conmigo? ¡Ja! Senku está muy atareado últimamente con algunos proyectos y hemos tenido que reducir a dos veces por semana, pero no se escapará de mí la semana que viene.

Homura: Hyoga-sama ha tenido mucho trabajo en el dojo por el torneo.

*Homura envía un emoji llorando*

Amaryllis: Yo apenas me casaré el año que viene.

Debo conservar mi virginidad hasta el matrimonio.

Coutta: No dije nombre…

Nikki: ¡Ey! Apenas tengo un mes saliendo con él. No puedo entregarme tan fácilmente.

*Nikki envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Minami: ¿Se nota demasiado?

*Minami envía un emoji llorando*

Luna: ¡Dra. Coutta! ¿Qué clase de comentarios son esos?

*Luna envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Coutta (en respuesta a Amaryllis): Aburrida… buuu.

Ruri: Oh… bueno… Chrome tiene mucho trabajo con Senku.

Y yo no sé cómo sacar el tema a colación.

*Ruri envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Coutta (en respuesta a Minami): Cuenta ya.

¿Qué problema tienes?

Aquí estamos para ayudar.

Estoy completamente dispuesta a compartir mis trucos.

Coutta (en respuesta a Ruri): Senku es un explotador.

Y todas las mujeres tenemos necesidades.

Y merecemos respeto y que nos atiendan esas necesidades.

*Homura envía un emoji de ojitos*

Amaryllis (en respuesta a Coutta): Eres demasiado golfa… ¡JUM!

Pero bueno… yo también quiero saber.

*Amaryllis envía un emoji de ojitos*

Yuzu: Que vergüenza, Elise-san.

*Yuzu envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Kiri: Que pena, pero…

*Kiri envía un emoji de ojitos*

Chelsea: Ah, caray… esto me interesa.

*Nikki envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Coutta (en respuesta a Amaryllis): Yo sí soy una golfa.

¡Oh, sí! ¡Y adoro serlo!

*Coutta envía un emoji de diablito*

Suika: ¡Suika no debería estar viendo estas cosas!

*Suika envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Coutta (en respuesta a Amaryllis): Puedes aprender.

Minami: Es que… desde que salí del hospital, Tsukasa ha estado dedicado a atenderme todos los días, me prepara la comida, se ocupa de las cosas de la casa…

Y…

*Minami envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Minami: Bueno… me hace unos masajes que me han hecho volar la imaginación, porque imagino que sube más por mi entrepierna y… ¡AH!

¡No puedo creer que esté contando esto en este grupo!

*Minami envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Suika: Que vergüenza leer esto.

*Suika envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Coutta: No te cohíbas, estás entre amigas.

Todas estamos hemos pasado por lo mismo en algún momento.

Incluso yo.

En especial recientemente.

Es normal que en un punto no sea… tan frecuente.

*Coutta envía un emoji llorando*

Coutta: Mi pretty boy ha estado muy delicado conmigo con esto del embarazo.

Y a mí también se me quitan las ganas por el tema de la "disminución de la libido".

Minami: Y la verdad quiero decirle que suba más o algo, pero no sé cómo.

*Minami envía un emoji llorando*

Minami: Quiero que él sea quien tome la iniciativa, especialmente después de tanto tiempo sin hacerlo, desde antes de que se fuese a la gira con Gen.

Coutta: ¿Y por qué no podrías tomar la iniciativa?

Tienes derecho también.

Y… mmm… podría ser el chocolate tu solución, siempre es una buena solución.

Yuzu… ¿puedes preparar ropa interior sexy para Minami?

Minami (en respuesta a Coutta): No lo sé.

Son costumbres japonesas.

Yuzu (en respuesta a Coutta): Pues sí.

Si quieren hago un lote de ropa interior para todas.

Ya que… Elise-san nos compartirá sus trucos.

*Yuzu envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Luna (en respuesta a Minami): Yo también espero que tomen la iniciativa.

Aunque… me encantaría desinhibirme.

Minami (en respuesta a Coutta): ¿Qué debo hacer con el chocolate?

Coutta (en respuesta a Yuzu): Excelente.

Coutta (en respuesta a Minami): Bien… tienes que quedarte a solas con él.

¿Los masajes son a solas?

Minami: Sí, son a solas.

Luego de que se va el fisioterapeuta.

Él va a despedirlo y yo tomo un baño y me coloco una ropa cómoda.

Coutta: ¿Y en todo ese tiempo no pudiste quedarte en ropa interior?

*Minami envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Coutta: Bueno… te bañas y te quedas en ropa interior.

El reto de Yuzuriha será hacer la ropa interior más sexy posible.

*Yuzu envía un emoji de ojitos*

Coutta: Vas a tener escondido el chocolate y cuando él esté masajeando las piernas, te sacarás el brasier, intentando ser sigilosa, para luego colocarte el chocolate en los pechos.

¡Y listo! ¡No podrá contenerse!

Kohaku: ¿Es lo que haces con el murciélago, chica mapache?

Coutta: Nah… mi pretty boy se hace el difícil a veces.

Así que tengo que recurrir a mi "voz hentai".

Suika: Demasiada información para Suika.

Suika no podrá ver a Gen a la cara.

Minami (en respuesta a Coutta): Lo intentaré, aunque…

Es vergonzoso.

*Minami envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Yuzu: Tendré lista la ropa interior sexy de todas para mañana a las 07:00 horas.

Aunque la tuya la llevaré esta noche, Minami.

Haré algo que seguro le encantará a Tsukasa.

*Yuzu envía un emoji pervertido*

Kohaku: ¡Ja! ¿Quién iba a imaginar que Yuzuriha también sería una pervertida?

*Yuzu envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Yuzu: Bueno, Taiju y yo tenemos un buen ritmo.

Minami: Luego les contaré cómo me va.

Esa noche Yuzuriha pasó por la casa de Tsukasa y Minami llevando la ropa interior que había hecho y un frasco de chocolate que la rubia le pidió el favor de comprar también. Minami la observó después a escondidas en el baño y se sorprendió, pero sabía que todo era por satisfacer sus fantasías. Así fue como la chica terminó el día muy contenta y esperando al día siguiente para hacer lo que le había dicho la pervertida novia de Gen.

Como siempre, la rutina fue normal: Mirai salió temprano, Tsukasa hizo el desayuno, ella esperó al fisioterapeuta, realizó algunos ejercicios, el fisioterapeuta se fue, Tsukasa la acompañó al cuarto, entró a bañarse y él se quedó esperándola a que saliera del baño. Ella se colocó la ropa interior y encima se cubrió con una toalla para tener la excusa de que se vestiría luego.

Se sentó en la cama y él la vio cubierta con la toalla y la miró arqueando una ceja, extrañado de que no se hubiera colocado el pijama como siempre. Y estiró las piernas para el masaje.

Tsukasa se posicionó a su derecha primero y colocó las manos primero sobre la pierna, realizando el masaje como le habían explicado para ir subiendo hacia el muslo. Minami notó que él tenía toda su concentración puesta en su pierna derecha y se quitó suavemente la toalla, sin que él notara, además, soltó el sujetador, que por suerte Yuzuriha le había colocado un broche por delante, por lo que no necesitó quitarlo, sólo dejarlo abierto.

Así fue como Minami creó un camino de chocolate desde su abdomen hacia la región entre sus pechos, sabiendo que podría terminar llevando a Tsukasa a la locura cuando por fin se diera cuenta.

Vio que por fin él había llegado a sus muslos y presionaba siguiendo las indicaciones del fisioterapeuta. Él notó en ese momento las características de las bragas de Minami y desvió su mirada hacia arriba, detallando el camino de chocolate que había hasta sus pechos y el sujetador abierto, cubriendo lo suficiente para tapar los pezones, pero asi dejando sus pechos al aire.

Hubo un ligero cambio en la mirada de Tsukasa y le dijo:

—¿Te sientes bien? —Minami estuvo a punto de indignarse, pero él se corrigió—: Digo… es que… pensé que te dolían algunas partes del cuerpo aún y no quiero lastimarte si me… excedo un poco… con mi fuerza —aclaró.

Ella se sonrojó, pero no podía evitar sentirse mucho más deseosa con esas palabras. Realmente sí disfrutaba lo salvaje que podía llegar a ser Tsukasa en el sexo y no pudo evitar sonrojarse ante esa idea.

—Está bien… si tú quieres —respondió un tanto avergonzada y desvió la mirada, pero se vio obligada a volverse hacia él cuando percibió suaves y cálidos movimientos sobre su abdomen.

Así notó que el castaño estaba lamiendo el chocolate y subiendo con cara de león hambriento sin detenerse ni por un momento mientras recorría el camino de chocolate, sacándole un gemido a Minami, quien estaba cada vez más necesitada de contacto. Pero decidió que tenía que ser fuerte y mientras lo veía subir por su cuerpo, se sacó el sujetador y colocó chocolate directamente en sus pechos, logrando que chorreara por sus pezones y haciéndola sentir un cosquilleo en sus genitales por el frío contacto del líquido en esa área tan sensible.

Tsukasa en ese momento le sonrió juguetón y lamió rápidamente ambos pezones, quitando el exceso de chocolate y haciéndola gemir nuevamente con ese tacto tan directo. Minami no podía creer lo que sus ojos veían, pues parecía como si su novio tuviera una lucha interna para no ir más allá.

—No quiero que se desperdicie el chocolate y quiero disfrutar de esto lentamente —le dijo con una voz tan masculina que definitivamente empezó a sentir su cuerpo al borde del descontrol, mientras él continuaba su camino, lamiendo cada centímetro de las áreas cubiertas de chocolate y haciéndola llegar a un punto de no retorno en el que estaba completamente segura de que sus bragas estarían empapadas sólo esperando pasar a la acción.

Vio cómo el castaño por fin terminaba de quitar casi todo el chocolate, dejando sus pechos para el final, pero en vez de ir directo a succionar sus pezones, la acomodó en la cama en una posición en la que él quedó completamente acostado sobre ella y pudo empezar a succionar alternadamente cada uno, hasta que no quedara ni una gota de chocolate. En este proceso, se encargó de frotar su abdomen con el área genital de ella, logrando que ambas acciones en conjunto la enloquecieran y le generaran desesperación. Minami no podía más, necesitaba que él bajara y atendiera las necesidades de su intimidad.

Con sus débiles manos tomó las greñas de su novio y empujó su cabeza hacia abajo un poco para darle a entender lo que quería, pero lo que consiguió fue una mirada arrogante de su parte.

—¿Tan desesperada estás? —preguntó él mientras con una de sus manos se adentraba entre sus bragas para acariciar sus genitales, y el roce de las ásperas y enormes manos de él fue suficiente para que ella gimiera fuertemente.

—Por favor, Tsukasa, no me hagas rogar —pidió completamente enrojecida.

—Ah, ¿sí? ¿Quieres más de esto? —cuestionó Tsukasa presionando el clítoris de Minami con sus dedos y sacándole un gemido—. ¿O quieres un poco de esto? —Introdujo uno de sus dedos en la vagina de ella y presionó internamente su punto de mayor placer, lo que la hizo arquear la espalda, mientras sintió sus ojos nublarse—. ¿O quieres otra cosa? —Sonrió juguetonamente.

La desesperación que estaba sintiendo Minami era tremenda, pero él parecía disfrutar esa dulce tortura que estaba haciendo, por lo que trazó un camino de besos sobre su abdomen, hasta llegar a su intimidad. Le saco rápidamente las bragas y ella bajó su mirada para observar detalladamente qué es lo que su amado primate más fuerte hacía, y vio esa mirada de león hambriento que tanto la enloquecía mientras acercaba su boca hacia su área genital, al tiempo que apretaba sus muslos firmemente para no permitirle moverse.

Y así fue cómo empezó a sentir los labios de él succionando su clítoris, dándole debida atención a ese botón tan sensible.

—Tsuka… no puedo… más.

—Córrete —dijo él sin despegar mucho la boca de su intimidad y jugueteando mucho más con esa área tan sensible, para luego quitar una de las manos de su muslo e introducir dos dedos juguetones en su vagina, lo que definitivamente la llevó al orgasmo, sintiendo cómo todo su cuerpo se retorcía entre los fuertes brazos de su amado, por lo que terminó presionando sus muslos en su cara—. No creas que he terminado, porque ya que me convenciste de esto, vas a tener que atenerte a lo que sigue.

Esas palabras sólo la emocionaron mucho más, y quiso decir algo, pero su corazón acelerado y su cuerpo completamente extasiado por el placer no le permitieron moverse. Apenas y vio que Tsukasa se quitaba toda la ropa rápidamente, dejando ver su enorme pene que podría haber asustado a cualquiera, pero Minami lo deseaba, lo necesitaba dentro de ella y sólo abrió las piernas para darle paso a su interior.

El primate más fuerte sonrió, y la levantó como si fuese una muñeca de trapo para manipular su cuerpo y dejarla posicionada en cuatro patas. Y sí, oh, sí, Minami sabía perfectamente que iba a tener que resistir la fuerza de su novio introduciéndose en su vagina con completa agresividad. Gimió de sólo notar esa posición en la que estaba, pero luego sintió el pene de Tsukasa arremeter con fuerza en su interior, lo que la hizo sentir un leve, pero delicioso dolor. Tenía tanto tiempo sin hacerlo, que su vagina ya no estaba tan acostumbrada, pero eso no minimizó el increíble placer que su hombre la hacía sentir.

Gozó cada movimiento, la fuerza con la que él la embestía, el hecho de que había agarrado sus brazos para sostenerla en la misma posición, obligándola a recibirlo con la agresividad que a él tanto le gustaba. Y así fue como Tsukasa la hizo alcanzar el orgasmo dos veces más en esa posición antes de correrse en su interior y dejarla completamente extenuada sobre la cama.

Al día siguiente, Minami sentía aún sus piernas adoloridas, especialmente al momento de llegar el fisioterapeuta para los ejercicios del día, pero también a partir de ese día, fue bastante común para Tsukasa y Minami tener maravillosas sesiones de sexo después de los masajes que él le daba. Y, por algún motivo, ella no dejaba de pensar que eso era lo que la había ayudado mucho más en su recuperación.

Y, justamente por eso, no fue sorpresa cuando unos meses después se enteró que estaba embarazada, y más bien todas las chicas siguieron muy emocionadas de saber que su amiga volvería al trabajo sólo momentáneamente, pues Tsukasa no tenía intención de dejarle trabajar durante el embarazo.

*Grupo: Reino Científico. Lado Femenino*

Minami: Voy a tener un bebé.

*Minami envía un emoji emocionado*

Minami: Tsukasa y yo nos casaremos en diciembre por eso.

Para que mi familia no tenga problemas con ello.

Coutta: Que bueno que haya otra boda… y otro bebé.

Desde la boda de Senku y Kohaku, Gen evita en lo posible que Elioth y yo salgamos.

Y me aburro mucho.

Suika: ¡Sí! ¡Yo también quiero ir!

Nikki: ¿Ya tienen una fecha clara?

Minami: Antes de que se me note demasiado el embarazo… jeje.

Kohaku: ¡Ja! Parece que los trucos de la mapache funcionaron.

Yuzu: ¡Yo haré el vestido!

*Yuzu envía un emoji con ojitos de estrella*

Amaryllis: ¡Ya quiero casarme!

Ustedes sólo cuentan historias sexuales para hacerme sentir mal.

Homura: Hyoga-sama también disfruta mucho eso del chocolate.

Nikki: Yo también sigo virgen, Amaryllis.

Suika: Suika también, me entregaré a la doctrina de la diosa Artemisa.

*Minami envía un sticker riéndose a carcajadas*

Coutta: Buuu… aguafiestas todas.

El sexo es lo mejor.

Mi pretty boy es maravilloso.

Yuzu: ¡Elise!

*Yuzu envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Suika: ¡Suika se siente avergonzada!

*Suika envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

*Nikki envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

*Amaryllis envía un emoji de osito cubriéndose la cara*

Kohaku: ¡JA! En eso apoyo a la mapache.

Definitivamente sus amigas estaban demasiado locas. Pero ella estaba completamente feliz de tener amigas como esas y de tener a una persona como Tsukasa a su lado.

Holis. Muchas gracias a los que me leen todavía esperando que termine la TsukaMina Week. Hice un momento rikolino porque quería reivindicarme después de todo este atraso. ¡Perdón!

En fin… como saben, los personajes de Dr. Stone no son míos, pertenecen a Inagaki y Boichi, salvo Elise, que ustedes saben que es mi preciosa OC. Perdón porque mi Elise sea tan… erótica.

Recuerden pasarse por la cuenta de Twitter de Maxine Winters (MWintersArts), para que vean el dibujo de Minami y Tsukasa del Día 6 de la Week.

Besitos. Se me cuidan, los quiero.