Hola! Hablamos abajo ¿Si?
"cursiva entre comillas" pensamientos de los personajes
"entre comillas normal" Titulos de algo o nombres de algo
Cursiva normal recuerdos
Oxoxoxox salto a corto, mediano o largo plazo / cambio de escena
Estoy enamorado de ti
Aquellas palabras habían salido de la boca de Degel en un suave canto, sin embargo, pero ella no terminaba de entender la situación.
- ¿Qué? – fue lo único que Albafica atino a decir exaltada, y se avergonzó al instante al darse cuenta que sin querer su voz había sonado más ruda de lo normal a causa del desconcierto, aquello la había tomado por sorpresa y sin poder evitarlo, su cuerpo comenzó a acalorarse, sin saber si era vergüenza por su reacción o por lo que Degel le había dicho.
Albafica miro perpleja al chico, quien tras decir aquellas palabras, se había quedado mirándola atentamente desde el otro extremo de la habitación y fue ahí cuando noto por primera vez las bolsas oscuras que se habían formado bajo los ojos del caballero, abrió los ojos con sorpresa al darse cuenta de que las veces anteriores que habían estado juntos, no había notado el estado del chico y lo examino detenidamente con la mirada, notando que no solo eran sus ojeras las que le daban un aspecto famélico a su amigo, sino que también su piel se había tornado de un preocupante tono pálido, haciendo que la presencia del chico se viera más cansada y hasta cierto punto frágil.
Recorrido con la mirada el rostro del chico, descubriendo como una herida surcaba sus rosados labios, mientras un pequeño corte le adornaba la mejilla y cuando su mirada se cruzó con la del santo de Acuario, un caluroso bochorno recorrido cuerpo.
Sin saber que decir, abrió ligeramente sus carnosos labios rojos e indecisa de si había escuchado bien a su amigo o no, parpadeo un par de veces, mientras apartaba de su boca el pomelo que había empezado a comer y por acto reflejo, dio un paso lejos de la silla que se encontraba cercana a la pared frente a la cama en la que se encontraba Shion, apartándose aún más de él y de Degel.
Degel cerró los ojos tranquilamente y una suave sonrisa de comprensión surco su rostro níveo, después de todo había intuido que aquella seria la reacción que la chica tendría tras escuchar como él se sinceraba. Soltó lentamente el aire que había estado conteniendo en sus pulmones y le dedico una débil sonrisa a Albafica con la intención de calmarla y hacerla sentir más cómoda. Inhaló y exhalo lentamente al ver que había logrado su objetivo cuando la chica relajo un poco sus hombros, para dedicarele una mirada que era la mezcla perfecta entre curiosidad y nerviosismo.
- se que es repentino – comenzó a hablar en chico, cuidando que cada palabra que salía de su boca sonara lo más calmada y suave posible, todo esto con la intención de no perturbar a una Albafica que había llevado a su pecho la mano con la que sostenía su fruto. Soltando un débil suspiro al contemplar como la luz dorada del sol se colaba por la única ventana de la habitación para reflejarse juguetonamente sobre las hebras de cabello celeste que formaban la sedosa cabellera de la chica – pero después de lo que paso ese día en el jardín – continuo, reprimiendo su deseo de cortar la distancia que había entre los dos para hacer aquel momento mas intimo, después de todo, estaba seguro de que si daba un paso hacia adelante, solo invalidaría el deseo interior de la chica de estar lejos, haciéndola sentir incómoda y lo que menos deseaba era justamente eso – me di cuenta de que es verdad que ya no puedo seguir ignorando lo que siento – continuo hablando con una voz profunda que hacía todo lo posible por enmascarar esa reciente sensación de picazón que había empezado a instalarse en su garganta, amenazándolo con hacer que su voz saliera entrecortada o simplemente no saliera – y antes de volverme cenizas con este abrasante sentimiento, quiero ser egoísta y compartirlo contigo.
Sintió como las yemas de sus dedos se adormecían, mientras un cosquilleo en su rostro comenzaba a aumentar su intensidad y no pudo evitar mirar hacia un costado, sabiendo que mientras más tiempo pasara observando el rostro de Albafica, más intenso se haría ese cosquilleo.
- Degel… yo… - comenzó a hablar Albafica pausadamente, analizando en cada pausa una a una las palabras que iba a decir, sin embargo, al instante se quedó sin palabras ¿Qué iba a decir? ¿Qué significaba lo que él le había dicho? ¿Él había mencionado "enamorado"? y eso era diferente a gustar o querer ¿No? - no entiendo… – soltó suavemente.
Su voz sonaba realmente preocupada, pero Degel pudo comprender que el motivo de la preocupación de Albafica no era la declaración en sí, o sus sentimientos, si no que la razón radicaba en que ella no entendía a que se refería cuando decía que estaba enamorado. El chico sonrió con comprensión y dándole una fugaz mirada a su compañero de armas que se encontraba postrado en la cama, decidió que aquel no era el lugar adecuado para hablar con Albafica de aquello. Regreso su mirada a la chica que se veía notablemente confundida y se lamento por que sus palabras la hubieran perturbado de aquella manera, pero no estaba dispuesto a dar marcha atrás a lo que había iniciado. "Lo siento Shion" pensó el chico sabiendo que su compañero aún sin darse cuenta, también sentía lo mismo que el por la chica "Pero esto es algo que debo hacer".
- te lo explicare – hablo Degel con una voz profunda y pausada - ¿Podemos salir a caminar? - pregunto directamente, decidido a explicarle a Albafica todo en aquella caminata.
Él era consciente de que ella posiblemente no correspondería sus sentimientos y eso para el estaba bien. Podía vivir con un rechazo, pero no con la idea de seguir ocultando lo que la santa le hacia sentir con una simple mirada o sonrisa. Quería ser sincero con la persona que era tan importante para el, para que en el futuro esta no creyera que todo lo que hacia por ella era con la intención de obtener algo a cambio... Le dejaría las cosas claras, la adoraba, adoraba pasar tiempo a su lado, adoraba hablar con ella, sentarse a platicar o compartir comida hecha por el en las escaleras de su templo, siempre lejos el uno del otro, pero con sus corazones cerca, o al menos el de él, pero que el la adorara de esa forma no la obligaba a ella a adorarlo a él también.
Vio como Albafica le daba una mirada fugaz a Shion en la cama y suspiro sabiendo que la relación que ella tenía con el santo de Aries, era muy diferente y quizá mas profunda que la que él tenía con ella y eso estaba bien… lo sabia, pero aun así no podía evitar sentir como algo en su pecho se retorcía y aunque era muy inmaduro de su parte, no podía evitar molestar al santo cada que podía, sabiendo que su reciente comportamiento infantil se debía a los celos que sentía por la cercanía entre Aries y Piscis.
Albafica asintió suavemente con la cabeza a la petición que le había hecho Degel y sin poder decir mas camino hacia la puerta una vez que el chico dejo la habitación, agradeciendo que los pasillos exteriores fueran amplios, ya que así podía estar mas lejos del chico y evitar cualquier tipo de contacto accidental.
Una vez afuera de la habitación, miro con atención como Degel la miraba tranquilo, siempre manteniéndose lo mas alejado de ella, cosa que realmente agradeció. Quería mucho a Degel, el siempre le hacía sentir incluida en algo, siempre la impulsaba a querer saber un poco más de todo, le prestaba sus libros, la trataba como su igual a pesar de saber que era una chica, siempre intentaba comprenderla y cuando podía, la hacia sentir segura sobre si misma en cuanto a su veneno. Gracias a él había aprendido un poco de Blue Graad y justo como indicaba el nombre del chico, con sus constantes visitas había logrado derretir una parte del hielo que había aparecido en su corazón después de haber asesinado a su maestro.
Le quería… y sabía que él la quería ¿Pero su querer era diferente al de ella? ¿Ella lo quería como quería a Shion? Y más importante el enamoramiento de Degel ¿Se refería al mismo tipo de amor que sus maestros sentían por ella? Se sentía verdaderamente rara, solo había amado a pocas personas en su vida y solo había recibido lo que se conocía como amor por parte de su maestro, y después de cómo habían terminado las cosas después de recibir amor, hasta cierto punto, le temía a aquella sensación. Y aunque era cierto que era mejor sentir el dolor causado por amor a no sentir nada, no quería volver a ver a alguien morir por ella con la excusa del amor o el deber.
Degel le había hablado de lo hermoso que era el amor y gracias a eso ella sabía un poco más acerca del concepto de amor que el manejaba… sin ninguna restricción, Degel había escarbado en sus sentimientos y había sabido como hacer que ella expulsara toda esa energía negativa que se había acumulado en su corazón después de la muerte de su padre… él la conocía y eso a ella no le molestaba, pero esta vez, sentía como no podía seguirle el paso… tal vez… ¿Era por la diferencia de edad? ¿Era por qué Degel era quien mejor gestionaban sus emociones? O ¿Qué era lo que no estaba contemplando?
- Albafica – el chico la llamo mientras comenzaban a caminar y la chica lo miro atenta mientras siguiendolo por el camino que se abría a lo largo del pasillo – te explicare lo que siento, no como una confesión de amor, si no mas bien como una muestra de sinceridad de mi parte – continuo el chico y Albafica pudo ver como fruncia el ceño y entrecerraba los ojos - no espero que me correspondas, tampoco quiero hacerte responsable de lo que siento y quiero que por favor me digas si lo que llegue a decir te incomoda.
- si – alcanzo a decir Albafica y continuaron caminando por el pasillo, esta vez en un silencio que lejos de ser incomodo, se sentía natural.
Sus pisadas resonaban en un eco a lo largo del corredor, amortiguadas únicamente por el cantar de los pájaros que se colaba a través de las ventanas dispuestas a los costados del corredor. Las baldosas color aguamarina relucían en el piso como si alguien acabara de pulirlas, dándole un armonioso toque complementario a las doradas enredaderas que adornaban las paredes del corredor, dándole un toque de tranquilidad al pasillo, mientras cada ventana daba una amplia vista hacia los jardines exteriores.
Aquel pasillo conectaba al templo principal con la pequeña construcción improvisada en la que los miembros de la orden de Afrodita curaban a sus enfermos y heridos, construcción que hasta hacía poco nunca había sido usada debido al optimo estado físico de las sensaciones. Sin embargo, aunque era un pasillo cerrado, en algún punto, las paredes se desvanecían, dejando únicamente los pilares de soporte como columnas dispersas que se extendían a lo largo de un hermoso jardín de jacintos que se extendían hasta la puerta trasera del templo principal, aquel templo en el que habían sido recibidos tras su llegada. En inmediatamente pensó el lo que la diosa Harmonia le había dicho con anterioridad…
oxoxoxox
Albafica se encontraba parada en el centro de la habitación de huéspedes que la diosa Harmonia le había otorgado para su estancia. Su húmeda cabellera se pegaba a su rostro desordenadamente, evidenciando que acababa de salir de tomar un largo baño después de haber pasado horas intentando capturar al Grifón. Sin embargo, mas que relajada, se encontraba preocupada, su cabello en todo ese tiempo había comenzado a crecer rápidamente e incluso, su ropa había empezado a encogerse. Sin embargo, su mayor preocupación radicaba, en que su cuerpo había comenzado a tomar una forma mas femenina, a pesar de la marcada musculatura que había ganado gracias a su constante entrenamiento. Y sumada a aquellas preocupaciones, estaba que Shion aun no despertaba y que tanto los dioses Eros, Anteros y Harmonia habían comenzado a ir a verla a su cuarto todas las noches. A veces para platicar de banalidades, otras veces Eros le pedía que le leyera algo y casi siempre para sentarse en su cama y ver como ella se desenvolvía en la estancia.
- querida… ¿Sabes? el tiempo en este lugar es diferente – comenzó a hablar la diosa Harmonia mientras se dejaba caer en la cama de Albafica – mientras aquí pasa un mes, en el mundo humano pasan dos años – soltó la diosa despreocupada, rodando en la cama para quedar boca abajo, apoyando sus codos en el colchón con la intención de usar sus manos como soporte para su cabeza – y como ustedes son humanos, se rigen por las leyes del tiempo humanas, entonces, su cuerpo crece como es debido, siguiendo sus leyes temporales – finalizo la diosa, observando con sus fríos ojos avellana a la chica, provocándole a Albafica un escalofrió.
- ¿Entonces ahora tengo catorce? – pregunto temerosa Albafica, sin terminar de comprender la situación.
- ¡Exacto! ¡Felicidades! – soltó la diosa con una sonrisa que no llegaba a sus ojos, aterrando a Albafica aun mas y aunque la diosa era demasiado amable, realmente le aterraba aquel rasgo en sus ojos que seguramente había heredado de su padre.
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- por favor sígueme – pidió Degel interrumpiendo los pensamientos de la chica y tras recibir una afirmación por parte de Albafica, se desvió del camino de pilares, para adentrarse al jardín de jacintos seguido por Albafica, que no dejaba de maravillarse por la manera en la que las flores se apartaban a su paso para posteriormente volver a agruparse en su posición original, pensando en lo eficiente que sería aquello si lograba aplicarlo a las escaleras que conectaban a su templo con la cámara del patriarca "Si logro que se aparten solo ante cosmoenergias aliadas, sería algo más practico que crearlas y dispersarlas cada que un dorado tiene que subir ante el patriarca" pensó la chica, en un intento de distraerse. Sin embargo, el hilo de sus pensamientos, le jugo una mala pasada al recordarle aquel momento en el que la diosa Harmonia le había besado, logrando que se sonrojara furiosamente mientras sentía un hormigueo violento en sus mejillas al caer en cuenta que en aquella ocasión lo que la había exaltado había sido el beso con la diosa como tal y no el contacto. Y ahí fue cuando empezó a reprocharse mentalmente por no haber pensado en si el veneno dañaría a la diosa ¡Cielos! podría ser lista, pero realmente dejaba de pensar correctamente en algunas situaciones…
Aquel era un día bastante tranquilo, el sol se alzaba sobre ellos dando una sensación agradable que calidez que no llegaba a quemar la piel desnuda de sus rostros, sino que más bien les daba un placentero hormigueo que se extendía por todo su cuerpo. A cada pasó Albafica sentía como su cuerpo se relajaba más y más, mientras una refrescante brisa jugueteaba con las hebras de su cabellera, meciéndola a un relajado compas que en todo momento expedía una dulce fragancia a frutos rojos, e influenciada por la tranquilidad del lugar, tomo un mechón de su cabello entre sus manos y lo llevo a su nariz, aspirando lentamente el dulce aroma que contrastaba completamente con el de sus rosas, que a pesar de oler como una rosa normal, casi siempre tenía una débil nota metálica que siempre le recordaba a su sangre venenosa.
Una vez estuvieron lo suficientemente alejados del camino que conectaba al templo, Degel detuvo su andar y dio media vuelta, para encarar a Albafica, encontrándose con la imagen del santo dorado de Piscis con los ojos cerrados mientras olía su cabello, enfundado en su brillante armadura dorada, la cual relucía ante el sol con un resplandor etéreo, casi divino, que logro hacer que las piernas del chico temblaran, a veces olvidaba que Albafica era conocida como el santo mas hermoso dentro de toda la orden de Athena, incluyendo a las amazonas.
Sin ser capaz de controlar el temblor de sus piernas se dejo caer con cuidado sobre piso, cuidando que su cuerpo no dañara accidentalmente a ninguna de las flores que se apartaban de él, sintiendo el césped que había quedado bajo las yemas de sus dedos.
Albafica lentamente abrió los ojos y observo como Degel la contemplaba embelesado, mientras una sonrisa calmada adornaba su pálido rostro, notando por primera vez los pequeños hoyuelos que se formaban bajo las comisuras de sus labios, que combinado con la profundidad con la que la miraba el santo a través de sus ojos violáceos, le daban al santo una expresión de sabiduría. La chica soltó un suspiro calmado y procedió a sentarse frente a Degel, a quien volvió a observar detenidamente, sabiendo que de todos, el era al que más le había afectado aquel crecimiento acelerado e involuntario.
- Antes que nada – comenzó a hablar Degel – quiero agradecerte por permitirme hablar con mas profundidad sobre mis sentimientos por ti – dijo el chico mientras dejaba escapar un poco del frio de su cosmoenergia para calmar el calor que comenzaba a apoderarse de sus mejillas - ¿Te parece bien escucharme decir todo y al final hacerme las preguntas que consideres convenientes?
Albafica no pudo evitar soltar una pequeña risita al escuchar aquello - ¿Cómo en una clase? – pregunto divertida, intentando relajar un poco la tensión.
El santo no pudo evitar reír ante aquel comentario y sin mas el nerviosismo que lo había estado atormentando comenzó a desvanecerse.
- sí, algo así – contesto con la voz impregnada de alegría, sin embargo, su semblante volvió a ponerse serio casi al instante – Albafica ¿Recuerdas la primera vez que hablamos del amor? – pregunto el chico, recibiendo una afirmación por parte de Albafica – en ese entonces hablamos a grandes rasgos sobre lo que el amor que representaba – el chico se detuvo a tomar aire y miro a Albafica, buscando entre sus expresiones algún signo de incomodidad y al no encontrarlo continúo hablando - Albafica, aquella vez hablamos de la hermosura de un amor libre, sin barreras y desinteresado, sabes lo que significa y lo has recibido por parte de las personas a tu alrededor, sin embargo hay algo importante que debes saber del amor – continuo hablando Degel y mientras Albafica lo miraba atentamente, la suave brisa que recorría el jardín, arrastraba consigo ocasionalmente diminutas flores de jacintos que sin más terminaban pegándose a su ondeante cabellera – según los griegos existen en realidad cuatro tipos de amor: Eros, Storgé, Philia y Ágapé, cada uno regido por un dios que forma parte del sequito de la diosa Afrodita – explico Degel – y a veces, el amor que recibes de alguien, no siempre es el mismo tipo de amor que recibes de otras personas… - "esto parece mas una clase" pensó para sus adentros Degel avergonzado – de tu padre recibiste el amor Stroge, ósea un amor fraternal, amistoso y comprometido que se relaciona con las relaciones familiares y de amistad, es un amor leal y protector – ejemplifico Degel – de nuestros camaradas recibimos un amor Philia, ósea un amor que existe entre amigos, que busca el bien común y se expresa a través del respeto, solidaridad, cooperación y compañerismo – continuo Degel y un "Dudo que Aspros le tenga ese tipo de amor a alguien" atravesó la cabeza de ambos chicos, quienes intuyendo lo que el otro había pensado, soltaron una risita cómplice – luego esta el amor Eros – anuncio Degel y al instante sus mejillas se colorearon de un rojo intenso que ni el pudo controlar y sin querer evidenciar mas su bochorno, elevo su energía para enfriar un poco más el ambiente – algo importante que debes saber de este tipo de amor es que se caracteriza por experimentar la atracción física, sexual e instintiva, muchos lo relacionan con el amor efímero e idealizado, pero también puede ser el primer paso para llegar a un amor más profundo y duradero si se sabe canalizar su intensidad – agregó Degel más calmado, a lo que Albafica asintió con un débil sonrojo que apenas y coloreaba sus mejillas de un suave rosa, no era que le hablaran por primera vez de reproducción, su maestro le había enseñado de aquello como algo natural, sin embargo, aquella sin duda era la primera vez que lo escuchaba de la boca de Degel y eso realmente la descolocaba un poco.
Tras aquellas palabras el ambiente se quedó en completo silencio, ya no se escuchaba el piar de las aves y mucho, menos el batir del viento que pasaba entre los jacintos, solo se podía escuchar la tranquila respiración de ambos santos, la cual después de unos instantes se había sincronizado, dando como resultado un suave compas, por unos instantes Degel se había quedado sin saber como abordar el ultimo tipo de amor y lentamente bajo la mirada hacia el suelo, encontrándose con las azules inflorescencias de uno de los jacintos que se encontraban junto a el y con sumo cuidado acerco sus dedos a la planta, tocando uno de sus dedos uno de los seis pétalos que formaban a una de las tantas flores dispuestas a lo largo del tallo de la planta "Es como un colorido cielo estrellado" pensó Degel relacionando la forma de cada flor con una estrella y relajando los hombros que hacía poco se habían tensado, volvió a mirar a Albafica, quien lo miraba expectante y agradeció que la chica estuviese esperando atenta a sus palabras.
- El ultimo tipo de amor – comenzó a hablar Degel – es el amor Ágape – dijo firmemente - un amor que según Platón se refería al amor que una persona da a otra de manera desinteresada y, a veces, sacrificada – continuo hablando el santo, mirando atentamente a Albafica, quien le sostenía la mirada, atenta a lo que el santo le decía – se refiere a un amor por el cual se entrega todo para sustentar y hacer feliz a la persona amada, se dice que Ágape no busca su placer propio, al contrario, encuentra satisfacción al dar amor y es por eso que es considerado como un amor sensible, tierno, cuidadoso y amable – el santo volvió a bajar su mirada al jacinto, descubriendo con sorpresa que esta vez era color blanco, una sonrisa cruzo el rostro del chico y volvió a mirar a Albafica, que de igual manera había bajado su mirada para observar al jacinto – este tipo de amor no es pasional y te puedo asegurar que quienes aman de esta manera están dispuestos a apartarse de la relación por el bien del ser amado – al decir aquello una ventisca meció con más fervor las flores del campo, haciendo que todas las que estaban a su alrededor se tornaran de un brillante amarillo – y este tipo de amor, es el que yo siento por ti – pauso sus palabras un momento al ver como la boca de Albafica se abría ligeramente y continuo al ver que ella volvía a cerrarla lentamente, sellando sus rosados labios en una gentil sonrisa que le indicaba a Degel que lo escucharía hasta el final – Albafica, no me di cuenta de como paso, tampoco es algo que yo planee, incluso, hasta antes de llegar aquí yo no tenia claro que era lo que sentía -confeso Degel y con una voz susurrante continuo - al principio mi mente me decía que era solo un encariñamiento entre compañeros de armas – el chico pauso su discurso para soltar un suspiro y luego continuo – después, cuando el cariño no hizo más que aumentar… ¡Me sentí frustrado! pensé que sentir esto era una traición hacia ti… ¡Una ofensa! – exclamo con la voz cargada de tintes de angustia – me dije a mi mismo, que debía enterrar ese sentimiento en lo mas profundo de mi ser, así como siempre había enterrado todo, sin embargo, no pude – soltó en un suspiro – y ahí fue cuando el dolor comenzó, mi propia mente jugaba conmigo haciéndome sentir insuficiente, haciendo que me detestara a mí mismo… y día a día, esa sensación solo empeoro – la voz de Degel se quebró ligeramente – quería ayudarte, pero nunca pude hacerlo, quería animarte, pero yo no era inteligente emocionalmente como Shion o intenso y decidido como Kardia, sabia que mi personalidad es la mas insípida, así que lo único que pude hacer todo el tiempo, fue intentar alimentar tu intelecto, para que asi estuvieras mas preparada para las cosas que indudablemente tendrías que afrontar en el futuro… - agrego apenado – y te confieso que de no haber sido por el dios Anteros, nunca te hubiera dicho lo que sentía – dijo con una media sonrisa – pero es verdad que de no expresar mis sentimientos en alto, solo conseguiría dañarme física y emocionalmente.
El chico detuvo su discurso para tomar aire, sintiendo como en ningún momento, Albafica apartaba su mirada de él, sin saber que la chica agradecía profundamente aquella explicación detallada, después de todo, ahora comprendía un poco mas como Degel se sentía con respecto a ella.
- Albafica – continuo hablando el chico – te adoro más que a cualquier otra cosa en la vida y verdaderamente te admiro como el santo dorado que eres, tu inteligencia, tu bondad, tu entrega y tu perseverancia son características que no todos tienen – dijo firmemente – se que eres tan fuerte que derrotarías a un rival en solo un instante y a pesar de eso, yo en verdad quiero protegerte, una parte muy grande de mi quiere ser la luz que se asegure de que nadie va a dañarte nunca, daría incluso mi vida para evitar que sientas dolor y estar a tu lado acompañándote mientras me aseguro de borrar tu soledad para siempre – el chico suspiro y dedicándole una mirada cargada de amor a Albafica, continuo – pero Alba, que yo sienta todo esto, no te obliga a sentir lo mismo que yo ¿Sabes? con ser tu amigo me conformo, con ver como triunfas en todo estoy bien y como se que esto que siento no se ira fácilmente, por favor, permíteme sentirlo en silencio – finalizo Degel, sintiendo como su corazón se volvía mas ligero y una sonrisa involuntaria se dibujó en su rostro, sintiendo como el abrasador calor de su pecho se calmaba hasta transformarse en un cálido fuego que le daba a su cuerpo la sensación de encontrarse en la calidez de su hogar y ahí fue cuando se dio cuenta de que nunca se retractaría de las cosas que había dicho.
Albafica sintió como un furioso sonrojo se había apoderado de su rostro tras escuchar aquellas palabras, no era algo que esperaba, pero se sentía tan bien, tan natural, tan cargado de la esencia de Degel que soltó un suspiro. El chico le estaba dando todo y al mismo tiempo no le pedía nada, dejándolo hablar había logrado entender sus sentimientos y aunque no sabia si ella se sentía de esa manera por el o por alguien comprendía el valor que el santo de Acuario había tenido que reunir para decir aquello.
Dirigió su mirada al cielo y contemplo con tranquilidad como los blancos cúmulos de nubes flotaban sobre ellos libremente, ajenos a la gran cantidad de sentimientos que el santo había permitido salir de su corazón libremente, observo como de cuando en cuando una nube se interponía entre el sol y la tierra, bañando los bordes de esta de un brillo dorado superior al de su armadura, un brillo placentero, sobrenatural y perfecto que hacia que la vista se volviera maravillosa, dándole un ambiente apacible a aquel jardín.
- Degel – llamo Albafica al santo, quien poso su mirada en la chica, admirando el brillo dorado que su cuerpo irradiaba, sonriendo al darse cuenta de que mientras mantenía su mirada en el hermoso cielo, el la contemplaba a ella – no te imaginas lo mucho que agradezco tu sineridad y no sabes lo especial y halagada que me siento por ser la persona en la que has depositado ese tipo de amor – continuo – la verdad yo no se si el cariño que siento por ti es el mismo que el que tu sientes por mi – confeso la chica para después girar su rostro hacia Degel – lo cierto es que coincido en algunos puntos contigo – sonrió Albafica y dios, aquella simple reacción solo logro que Degel se sintiera como si su alma hubiera dejado su cuerpo para irse junto con las nubes – pero prometo que así como tu me dijiste claramente tu sentir, yo descubriré lo que siento por ti y te lo diré – prometió Albafica y se dejo caer sobre el campo de flores con los brazos extendidos en su totalidad – y aunque no pueda tocarte o dejar que me toques, acepto tu petición de estar cerca de mi, por que de la misma manera yo también quiero estar cerca de ti.
Concluyo la chica cerrando los ojos, aspirando con calma el suave aroma que los jacintos despedían, escuchando al poco rato como Degel se recostaba de igual manera que ella, sonrió y por primera vez en aquel viaje, olvido gran parte de sus preocupaciones, sin embargo, casi de inmediato volvió a sentir una ansiedad recorrer su cuerpo y se preguntó a sí misma que es lo que pasaría si descubría lo que sentía por Degel ¿Estaría junto a él? Y aunque le dolía pensar en Shion en ese momento, en su mente y corazón se preguntó ¿Qué era lo que sentía por él? Y ¿Por qué su cabeza no dejaba de pensar en lo mucho que deseaba que despertara? Y ¿Por qué se molestaba por que el estableciera contacto con otras chicas? ¿Era acaso porque era posesiva con sus amigos o algo más?
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Lejos del jardín de jacintos, en una de las tantas salas comunes dentro del templo principal de la diosa Afrodita, una trifulca protagonizada por los tres dioses del amor comenzaba a escalar a tal grado que incluso, varios de los jarrones que anteriormente decoraban aquel salón se habían convertido en fragmentos regados a lo largo de la estancia, siendo ahora solo vestigios de lo que con anterioridad eran perfectas y ostentosas piezas de cerámica
- ¡No me gusta nada lo que has hecho! – aquel reproche salió de la boca de la diosa Harmonia, resonando en toda la habitación como un violento rugido que había logrado hacer cimbrar las paredes.
- Era mi deber – respondió otra voz firmemente.
- ¡No! ¡No lo era Anteros! – grito nuevamente Harmonia con la voz cargada de furiosa frustración - ¿Qué parte de "ellos son aliados" no entiendes? – replico llevando sus manos hacia su cabeza en frustración, enterrando sus delgados dedos en el mar carmesi que era su cabello – nosotros no nos metemos en los asuntos amorosos de los aliados.
- No solo rompiste una promesa Anteros – agrego el dios de hermosa cabellera dorada y profundos ojos aguamarina – ¡Deliberadamente has mantenido en este lugar a los santos de Athena! – reprocho escandalizado - ¡A nuestros aliados!
- Era necesario – contesto Anteros dedicándole una fría mirada a sus hermanos, mirada que en combinación con el cobalto de sus ojos daba una penetrante sensación de hostilidad.
- ¡Secuestraste a uno de ellos en un sueño imbécil! - contesto al instante Eros, quien había logrado acercarse a su hermano y ahora se encontraba tomándolo violentamente del peto de su impoluta armadura carmesí – una acción así rompe los acuerdos de nuestra alianza con Athena – escupió con la voz cargada de rabia.
- Y no contento con eso, has hecho que los otros tres también perdieran dos años reales de vida– agrego Harmonía tratando de controlar la intensa rabia que en ese momento sentía - ¿Y todo por qué? Por un capricho estúpido, por una suposición que errónea o no, no nos da el derecho de arruinar una alianza que nuestra propia madre formo, estas irrespetando su legado.
- justo por ella fue que lo hice – contesto Anteros, empujando con hastió a su hermano que aun lo sujetaba del peto de su armadura – por su legado.
- mientes Anteros - contesto Eros molesto – esto lo haces por ti, por que eres egoista, por que eres todo lo contrario al amor que representas y por que siempre, desde que has sido un niño, has creído que estas bien solo por que tu amor es puro…
Sin embargo, el dios no pudo continuar su discurso debido al certero golpe que su hermano le había propinado en el rostro, rompiéndole el labio y haciendo que su icor se derramase por su barbilla hasta caer al pulido suelo del templo.
- ¡Anteros! – grito en reproche Harmonia, sin embargo, antes de decir algo más, Eros ya estaba encima de su hermano, propinándole una serie de golpes que hacían retumbar el templo. Un par de lagrimas salieron de los ojos avellana de la diosa y sin perder mas tiempo, elevo su dunamis violentamente, llamando la atención de ambos dioses, quienes al instante detuvieron su pelea – ¡Ambos me han decepcionado! – grito la diosa con furia – se supone que son mis hermanos mayores pero siempre actúan como unos idiotas – y sin más comenzó a llorar desconsoladamente – yo también extraño a mama Anteros – comenzó a decir entre hipidos – pero eso no significa que manipulare y privare de su libertad a cualquier persona que se le parezca.
- Harmonia… - susurro dolido el dios de cabellera azabache, dolido de ver a su hermana llorando y sufriendo.
- Si quieres saber si es mama o no puedes investigarlo – hablo esta vez Eros – pero no la manipules o estarás ensuciando los principios que nuestra madre nos inculco.
- Libera al santo de Aries de su sueño, déjalos irse - ordeno Harmonia con un hilo de voz – a cambio yo no le diré nada al patriarca, pero será la primera y única vez que te cubriré – sentencio la diosa limpiando sus enrojecidos ojos – y si quieres seguir pendiente de si ella es la encarnación de mama, entonces ve a verla en su templo.
Finalizo Harmonía poniendo una expresión terroríficamente seria.
- ¡Maldicion! – fue lo único que Anteros contesto antes de salir estrepitosamente del salón.
- ¿Lo hará? – pregunto Eros mientras limpiaba con su pulgar el poco icor que aun salía de su labio.
- si - contesto Harmonia – ahora ayúdame a pensar en una buena excusa para decirle a los santos, siento su energía acercarse hacia aquí y estoy segura de que querrán saber por que mi dunamis se elevó tan violentamente…
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Shion corrió por el pasillo en línea recta, desprendiendo a su paso pequeños guijarros de las maltrechas baldosas, su rostro se veía descompuesto en una mueca de dolor y como podía cubría con su palma la enorme herida que tenia en el pecho, en un intento desesperado por evitar desangrarse. Continuo por el pasillo esta vez mas lento hasta llegar a unas largas escaleras que se extendían a lo lejos, hasta desaparecer de su vista y sin poder elegir otro camino, comenzó a subir lo más rápido que su maltrecho cuerpo le permitía.
No tenia idea de que escapaba o hacia donde iba, pero de lo que estaba seguro era de que de vez en cuando escuchaba la voz de sus compañeros de armas llamarlo desde la lejanía.
Subió sin descanso por las desgastadas escaleras de losa solida y al llegar a la cima, con horror observo que sobre la plancha de concreto que se encontraba en el centro del amplio suelo circular, se encontraba el cuerpo desfigurado de un hombre, un hombre que se parecía infinitamente a el y ante tal imagen, el chico no pudo evitar soltar un desgarrador grito.
¿Qué demonios estaba pasando? ¿Por qué no había visto a sus compañeros desde hacia tiempo? ¿Seguía vivo acaso?
Recordaba haber llevado su cosmos al limite para crear una barrera irrompible, sin embargo, todo lo demás era borroso… No lo podía creer ¿En serio había muerto? No, era imposible, podía sentir energía fluir por su cuerpo y muy lejos de ahí, sentía una conexión que lo llamaba y le pedia no rendirse… ¿Entonces que pasaba?
¿Por qué estaba solo ahí? ¿Por qué sus amigos no aparecían?
Sin poder resistir mas cerro los ojos con fuerza y se dejo caer sobre el frio suelo de concreto, extrañaba a Dohko, incluso extrañaba a Degel y Kardia, pero mas importante, extrañaba a Albafica y entonces sollozo, este no podía ser el fin, no, aun no, no podía perderse ahí sin haber arreglado las cosas con ella y no quería morir sin que ella supiera lo mucho que sentía todo lo que había estado pasando aquellos meses.
Apretó aun mas su cuerpo contra si y de un de repente, sin aviso, todo se volvió blanco y de nuevo volvió a oler el perfume de frutos rojos que tanto caracterizaba a Albafica…
Uhhhhm jajajja hola, hellou… antes que nada no me maten
Yo se que ha pasado muchiiiiiiisimo tiempo xD pero antes de decir una excusa tonta preguntare ¿Cómo están?
Ahora si (procede a aceptar la funa), les sere sincera, no tengo mas excusa que la vida laboral, decepciones amorosas y un estrés por parte de mi tan anhelada maestria.
Se que no es la forma de decirlo, pero, realmente no había tenido tiempo de escribir. Si soy sincera, veía sus mensajes, sus comentarios y me animaba a querer escribir, pero la idea nunca paso de un ¿lo hare?
Tuve que volver a leer completo DRYOD para sacar algo que tuviera un hilo real en la historia y aunque se que estoy oxidada, creo que logre traerles algo al nivel del capítulo anterior.
¡Dios! Ahora si soy el Kentaro Miura de los fanfics de SS.
Ofrezco una disculpa y si estas leyendo esto después de que haya yo desaparecido y volviste al ver la notificación, te lo agradezco, en verdad… siempre dije que DRYOD no iba a quedarse como una historia inconclusa y espero poder cumplirlo…
Gracias Alice, por estar ahí para mi oneshot, por leer esto, por seguir hablándome.
Gracias Io Ao por que aunque ya no hemos hablado, gran parte de tu apoyo ha logrado que esta historia no haya sido abandonada.
Gracias Celeste, por que aun después de mi último capítulo, me mandaste comentarios
Hola cerisehood2424, bueno, ya paso algo de tiempo, pero aquí esta el siguiente y en un corto tiempo estará otro, esta vez de a debis
Hola Yanet Bucchi gracias por decir que DRYOD es uno de tus fanfics favoritos, eso realmente me llena el corazoncito
Por favor no pierdan la esperanza de verle un final a este fic, yo la perdí un tiempo atrás, pero gracias a ustedes la recuperé… perdón si estoy oxidada
Esta vez no habrá pregunta random, en este momento solo preguntare ¿Cómo han estado? ¿Todos están bien? Espero que si fueron heridos o se sienten mal, esto les hubiera ayudado aunque sea un poquito
Y espero que si están bien, sigan asi por mucho tiempo
TODOS LO ESTAN HACIENDO DE MARAVILLA
Hasta pronto, lo prometo
