Bala XX
El club de Rowan estaba tan animado como de costumbre.
Aparte del bar de Bao, el club de striptease era una de las poquísimas zonas neutrales de Roanapur, ya que Rowan prefería no relacionarse con las mafias y pandillas locales, y también era un santuario para que los hombres y mujeres pudieran relajarse un momento. Ronnie sintió una punzada de culpa por tener que arruinar la tranquilidad y por causarle problemas a Rowan, pero no era nada personal, solo negocios.
El hombre lo entendería...probablemente.
Él y sus hombres se abrían paso entre la gente, a veces a empujones, pero después de dar varias vueltas por el lugar, no encontraron a ningún sujeto con las vagas descripciones que había dado Emilio. Y eso estaba irritando a Ronnie, pero también preocupándolo.
Él no era un tipo precisamente paciente, pero Verrocchio lo era aún menos. Si él regresaba con su jefe con las manos vacías, Verrocchio se cabrearía con él y lo mataría. Daba igual si era su mano derecha o no, su jefe ya había tenido tres manos derechas antes de que Ronnie llegara a ese puesto.
Así que Ronnie decidió cambiar de táctica y les dio nuevas instrucciones a sus hombres. Si ellos no podían encontrar a esos dos idiotas, Rowan debería saber dónde están. Nadie entraba al club sin que Rowan lo supiera, así que lo mejor y más fácil seria ir a preguntarle directamente a él.
Pero cuando él estaba pensando que encontrar al dueño del club en ese hormiguero de gente iba a ser igual de complicado, Ronnie divisó a Rowan al otro extremo del club.
Ronnie se detuvo en seco. Pero como sus hombres los seguían en forma de fila, uno de ellos chocó su espalda y accidentalmente causó un efecto de ola en los demás… así que todos ellos terminaron cayendo sentados. Al ver esto, varias personas comenzaron a reírse a carcajadas y a silbarles.
Ronnie se volteó a verlos. "Qué diablos hacen?"
"¿Qué diablos haces tu deteniéndote de repente?". -Replicó Emilio, quien fue el primero en caer, solo para recibir una patada. "Ow!"
"Cállate, y todos ustedes póngase de pie.". -Ordenó Ronnie, regresando su atención hacia donde estaba su objetivo. "Parece que encontramos a nuestro pequeño pichón."
Sin embargo, él también notó que Rowan iba acompañado de alguien más. Un hombre y una niña que él no conocía… y la jodida Revy Two Hands. Ronnie chasqueó su lengua. Estupendo, la última persona que él quería ver en el mundo también estaba aquí.
Pero eso no iba a detener a Ronnie. "Venga, muevan el culo, hay que alcanzarlos antes de que se nos escapen."
Como le habían ordenado, Rowan lideraba el camino hacia el cuarto privado donde se encontraba Chaka, seguido por Revy, Rock y Gretel. Así que una vez más, ellos tres se sumergieron en el bullicioso club y se abrían paso en dirección hacia los cuartos privados.
"Así que…una experta en látigos, ¿eh?". -Dijo Rock con desinterés.
Revy puso los ojos en blanco. Por supuesto que ese imbécil no dejaría pasar ese pequeño detalle. Sin embargo, ella se negaba a mirarlo, porque sabia que él le estaba dirigiendo una de esas sonrisas que la hacían cabrear. En cambio, ella mantuvo su vista hacia el frente, que lamentablemente resultó ser la espalda de Rowan y su horrible traje.
Ella consideró seriamente en darle una golpiza al hombre por ser un boca floja.
"Ninguna maldita pregunta sobre eso.". -Gruñó Revy.
"No hice ninguna pregunta.". -Replicó él, inocentemente. "Solo fue un comentario."
"Entonces, sin ningún maldito comentario sobre eso."
"Puedo hacerte dibujitos si quieres.". -Revy le lanzó una de mirada de advertencia. "Oh, no me mires así, sabes que me estoy metiendo contigo porque estoy un poco nervioso… y porque es divertido."
"Sí, muy divertido.". -Dijo Revy, inexpresivamente. "Si tienes tiempo para soltar pendejadas, entonces dime cuál es el siguiente paso."
"El siguiente paso es bastante simple en realidad.". -Dijo Rock, aflojando el nudo de su corbata. "Solo tengo que repetirle a esos tipos lo mismo que le dije a Balalaika, y luego rezar para que no me peguen un tiro."
"Oh, eso va a ser jodidamente difícil.". -Dijo esta vez Gretel, sonriendo. "Tienes un cartel pegado en el pecho que dice 'DISPARAME'."
"Creí haberte dicho que las réplicas sarcásticas y comentarios inteligentes eran cosa mía, jovencita."
"Lo que dije no es ninguna de esas dos cosas, es un hecho.". -De repente, la sonrisa de la niña se borró. Su tono de voz se hizo más serio. "Así que asegúrate de tener cuidado, ¿está bien, Boss?"
"…Ya me conoces."
"Si, ¡es por eso digo que tengas cuidado!"
"Ah-ah, lo estás haciendo otra vez."
Revy gruñó al estar de acuerdo con la mocosa, ella tampoco estaba muy convencida ante la idea de Rock. Pero en este punto, no serviría intentar detenerlo. Él no se iba a echar para atrás y ella no era alguien lo suficientemente hábil con las palabras como para poder convencerlo de lo contrario. Aunque también estaba la opción de noquearlo y encerrarlo en un cuarto hasta que la actual tormenta de mierda pasara.
Seguro que ella obtendría unas cuantas reacciones divertidas allí.
"En cualquier caso...". -Dijo Revy, para rechazar la tentadora idea. "No me saldrás con esa mierda de que esto otra loca apuesta 50/50…"
"…"
"Rock."
"De acuerdo, de acuerdo. Puede que sea así, pero oye, salió bien la última vez."
Ella puso los ojos en blanco. Por supuesto que era una loca apuesta. "Ya tentaste tu suerte en Taiwán, varias veces, y hace rato lo hiciste de nuevo con Sis. ¿Cuánto tiempo más quieres seguir forzando tu suerte?"
"Hasta que la pueda escuchar gritar por misericordia."
En realidad, su situación era de todo menos graciosa, pero, aun así, Revy tuvo que reírse. "Imbécil.". -Ella negó con la cabeza. "Pero hablando en serio… ¿Crees que vas a ganar, o esto terminará en un baño de sangre?"
"Bueno, yo diría que tengo una buena posibilidad de ganar.". -Dijo Rock, encogiéndose de hombros. "Quiero decir, nunca antes he hablado de negocios con un jefe Yakuza, pero tuve éxito con Balalaika. Y me cuesta imaginar a otro jefe mafioso, aparte de Chang, que sea igual o másdifícil de tratar que ella.".
"Pero te olvidas que esto es la maldita Roanapur, Boss.". -Dijo Gretel. "¿No se supone que aquí nada puede pasar sin un baño de sangre de por medio?"
"Oh, cierto.". -Dijo Rock con amargura. "Esta ese pequeño detalle."
De nuevo, Revy estuvo de acuerdo con la niña.
Ella había visto muchas alianzas entre jefes criminales que terminaba en un baño de sangre, especialmente cuando Balalaika estaba involucrada. Su modo de actuar era demasiado directo, cruel y que exigía total obediencia. Revy no veía nada malo en eso, porque de estar en su lugar, ella también haría lo mismo.
Sin embargo, no muchos criminales del bajo mundo, que ascendieron lo suficiente en la jerarquía como para ser lideres de sus organizaciones, estaban dispuestos a aceptar eso. Por lo que muchas veces, las alianzas con Balalaika se rompían al poco tiempo de haberse formado…. de una manera muy violenta. Pero Rock no necesitaba saber eso.
En cambio, para tratar aligerar un poco el ambiente sombrío, Revy sonrió y le dio un codazo a Rock. "¿Entonces éstas asustado por ir directamente hacia la tormenta de mierda?"
"Tengo un sano respeto por el desafío que nos espera, sí.". -Dijo Rock, cuidadosamente para no morder el anzuelo. "Pero yo no calificaría eso como estar asustado."
"No te preocupes por eso, baby.". -Dijo ella, todavía sonriendo. "No dejaré que te pase nada."
"Lo sé. Me echarías de menos si alguien me matara."
"Nadie te va a matar, Boss, excepto yo.". -Declaró Gretel con firmeza. "Y tal vez Hansel."
"...Eso no me hace sentir más seguro, sabes."
Antes de que Revy pudiera soltar una respuesta sarcástica, una nueva y conocida voz se escuchó por encima del ruido de la música. "¡Oye, Rowan! ¡Detén tu trasero justo ahí!"
"Oh, mierda.". -Murmuró Revy. "Es el jodido Jaws."
Rock sintió un nudo en su estómago al ver como un grupo de hombres vestidos con trajes se acercaban rápidamente a ellos, abriéndose paso entre la gente a empujones. Y a juzgar por la reacción de Revy, él hizo bien al sentir un poco de preocupación. Pero solo un poco.
"Son amigos tuyos?". -Le preguntó a Revy, dándole un ligero codazo.
"Diablos no, ellos son del grupo Visconti."
"Oh, cierto, por supuesto que son ellos. ¿Cómo no pude darme cuenta antes, si todo el mundo los conoce?"
"No hay necesidad del jodido sarcasmo, ¿está bien?". -Gruñó Revy. "Los Visconti son una jodida mafia italiana, y Jaws tiene un pésimo sentido del humor, así que cuidado con tus pendejadas, Rock. Estos tipos son tan cabrones como los rusos."
"Bueno, es una ciudad grande…". -Dijo Gretel, alineándose de manera protectora frente a él. Ella no sacó su arma, pero había llevado su mano cerca de donde la tenía guardada. "Puede que solo estén aquí por otro negocio con el pedófilo."
"Como qué?". -Preguntó Rock.
"Como comprar películas pedófilas?"
"Oh… cierto."
El que lideraba a los demás italianos se detuvo justo frente a Rowan. Era un hombre rubio, un poco bajito y con peinado hacia atrás con unos mechones sobresaliendo en su frente. Tenía un rostro afilado y de muy pocos amigos, sin embargo, Rowan no parecía en lo absoluto preocupado por eso.
"¡Oh, es el buen Jaws!". -Exclamó Rowan. "¡Tanto tiempo sin vernos, hermano!"
"No me llames así, imbécil. Dime Ronald, o Ronnie."
"Oh, deja de ser una perra llorona, sabes que Jaws es un buen apodo.". -Respondió Rowan, sonriendo." ¿Y bien? ¿Que necesitas de mí, amigo? ¿Chicas, drogas, películas porno?"
"Estoy buscando a dos tipos japoneses que vinieron aquí, uno de ellos es un rubio y el otro mide más o menos unos dos metros de alto."
En ese momento, Rock y Revy le dirigieron una mirada inexpresiva a la niña. "De acuerdo.". -Dijo Gretel, con sus ojos en blanco. "Tal vez esta no es una ciudad tan grande después de todo."
"¿Pero qué diablos pasa aquí? ". -Dijo Rowan, rascándose la cabeza. "¿A quién hizo cabrear Chaka para que todo el mundo lo esté buscando a él y a su amigo?"
Jaws dio otro paso hacia Rowan, impaciente. "¿Y bien? ¿Sabes en que agujero de tu club están metidos?"
"Sí, de hecho, justo iba a- "
Pero antes de que el dueño del club pudiera continuar, Revy lo interrumpió al interponerse entre los hombres. Ella había cortado la distancia de un par de zancadas. Aunque al hacerlo de manera tan brusca, ella terminó empujando al pobre Rowan en el proceso. "Aguarda un segundo allí, Jaws."
"No me llames así, perra estúpida."
Ella lo ignoró y lo apuntó con su dedo, dejándolo a centímetros de su nariz. "Nosotros llegamos primero aquí para reunirnos con esos amantes del pescado crudo.". -Declaró Revy, para luego dar unos golpecitos a la nariz del hombre. "Así que mejor saca tu jodido culo italiano de aquí y ve a preparar fideos o salsa para pizza."
El hombre ahora identificado como Ronnie apartó el dedo de Revy de un manotazo. "Me importan una mierda los negocios de la compañía Lagoon que tengan con ellos. Ahora deja de entrometerte en mi camino y ve a vender tu culo por ahí, como la buena puta que eres."
"La única buena puta aquí, es tu madre.". -Replicó Revy.
"Deja a mi madre fuera de esto, perra."
"En realidad…". -Intervino Rock, al ver como la discusión no iba a llegar a ningún lado. Excepto tal vez en Revy asesinando a esos hombres. "La compañía Lagoon no tiene nada que ver en esto."
Ronnie le dirigió una mirada dura. "Y quién carajos eres tú?"
Oh, bien, ¿y como diablos se supone que él iba a responder exactamente a eso? "Mi nombre es Rock, y digamos que soy el representante de la señorita Balalaika en esta espinosa situación."
"¿Que?". -Ronnie frunció el ceño." ¿Qué tiene que ver la perra rusa en todo esto?"
Revy resopló. "¿Y tú que crees, idiota? Balalaika nos ordenó reunirnos con esos tipos."
"De hecho, ella a ti no te ha ordenado nada.". -Intervino Gretel. "Solo éstas aquí porque eres una metiche."
"Cállate, perra."
"En cualquier caso, lo que Revy dice es cierto.". -Continuó Rock. "Ahora, si aun quieres ir por esos tipos, pues adelante, no quiero tener problemas con la jodida mafia italiana. "
"Una inteligente decisión.". -Dijo Ronnie. ""Bien, entonces nosotros- "
"Pero…". -Interrumpió Rock, alzando un dedo. "Si sigues adelante, tú estarás entrometiéndote en los negocios de Balalaika y… ¿de verdad hace falta que te explique lo que puede pasar si haces eso?"
Rock notó que el ceño fruncido de Ronnie se profundizó aún más, su rostro palideció levemente.
Los demás hombres que vinieron con él se removieron en sus lugares, incomodos. Rock detectó el miedo en todos ellos. No de una manera tan abierta como en Rowan momentos atrás en el camarín, pero el miedo seguía estando ahí. Él no pudo evitar maravillarse con el efecto intimidatorio que producía el solo nombrar a esa mujer.
Pero, ahora que pensaba en eso, Rock notó que el dueño del club no estaba en la escena. "¿Dónde está Rowan?"
Entonces, una nueva y desconocida voz apareció repentinamente… de nuevo. "¿Y quién es el hijo de perra que me está buscando?"
Las expresiones estúpidas y el silencio absoluto de aquel grupo de hombres vestidos con trajes costosos, la niña que por alguna razón estaba allí, y aquella nena sexy, aseguraron a Chaka que no podía haber hecho una entrada más dramática. Él les concedió un momento para que ellos reaccionasen, aprovechando para cruzarse de brazos y sonreír de manera arrogante.
Sin embargo, su sonrisa se borró al instante en que todos ellos sacaban sus armas, incluidas la mocosa y la nena sexy. La única excepción, era aquel tipo que traía una camisa blanca en vez de un traje, el cual puso sus ojos en blanco. "Oh, por supuesto que ellos sacarían sus armas.". -Dijo él.
Como si su declaración fuera una señal, los clientes del club comenzaron rápidamente a apartarse del área, pero sin armar escandalo o causar una estampida de pánico. La música se detuvo, se encendieron las luces y las chicas sexys se bajaron del escenario. Casi parecía que los clientes y las bailarinas estuvieran siguiendo instrucciones preparadas para situaciones como esta.
Todo el ambiente entretenido y amigable se detuvo. Ahora reinaba una atmosfera tensa, de esas en las que una pelea se desataba porque alguien estornudaba o algo así. Chaka lo sabía, porque él había estado en esas mismas situaciones más veces de lo que podía recordar… generalmente iniciadas por él, claro.
Con probablemente una expresión estúpida en su propio rostro, Chaka se volteó lentamente hacia Rowan para no ser el disparador del tiroteo. El hombre negro ahora estaba bastante blanco por el miedo. "¿Qué carajos, hombre?"
"Lo siento, amigo.". -Dijo el dueño del club, encogiéndose de hombros. Él también había sacado su propia arma. "Yo tampoco me esperaba esta mierda. Quiero decir, pensé que ellos solo querían hablar contigo."
"Sí, que un montón de imbéciles te apunten con pistolas es una encantadora manera de hablar.". -Replicó Chaka.
Él pensó que ahora sería buen momento para que Ginji y su espada mágica desviadora de balas entraran en acción. Pero el hombre había desaparecido en algún punto del camino, cuando Rowan los sacó del cuarto privado y los condujo a esta trampa mortal. Si esto era su venganza por cerrarle la puerta en la cara, Chaka debía reconocer que el cabrón lo había hecho bien.
Si no, el hombre simplemente era un idiota inoportuno.
"Escucha bien, imbécil de ojos rasgados.". -Dijo uno de los tipos con traje, el que estaba junto a la nena sexy. "Esto te pasa por estar masacrando a nuestros clientes!"
Chaka ladeó su cabeza con genuina confusión. "Lo siento, he masacrado a muchas personas últimamente. ¿A quién dices que maté?"
"Deja de hacerte el idiota. Tú y tu amigo grandulón se la pasaron matando esos Yakuzas todo día."
Oh, eso. Chaka hizo una mueca, molesto porque Rowan fue a interrumpir su baile privado por esa pendejada, y asqueado porque creyeran que Ginji era su amigo. "Y qué? ¿Acaso eres el jodido defensor del sindicato Yakuzas o algo así?
"Yo soy Ronnie, mano derecha de los Vis- "
"Sí, realmente no me importa, hijo.". -Interrumpió Chaka, hurgando su oreja con su dedo meñique. "Sí, matamos a esos hijos de perra, y sí, seguiremos matando a esos hijos de perra. Si eso te molesta, ve a quejarte con alguien que le importe, como un policía, un juez, o tu puta madre."
Su pequeña declaración bravucona hizo que la nena sexy soltara una carcajada. Chaka sonrió. Excelente. "Ya oíste al hombre, Jaws.". -Dijo ella. "Ahora saca tu culo italiano de aquí antes de que me cabree y te pegue un tiro."
"Vete a la mierda, Two Hands."
"No, tu vete a la mierda, perra."
Entonces, mientras esos dos discutían, y los demás estaban distraídos con eso, Chaka pensó que ese era un buen momento para iniciar una retirada silenciosa. Pero entonces, cuando ya había dado tres pasos hacia atrás, su espalda chocó con alguien. Él se volteó, molesto al pensar que era Rowan.
Pero no, no era el dueño del club. "Oh, finalmente apareciste cabrón."
Era Ginji. "¿Que carajos hiciste ahora, Chaka?"
"...De acuerdo, tal vez mi historial de iniciar peleas y tiroteos no hable a mi favor, pero yo no inicie esta mierda."
Su compañero alzo una ceja. "No me sorprende."
Chaka puso los ojos en blanco. "Lo que sea, hombre. Solo larguémonos de aquí antes de que esto se vuelva un verdadero infierno."
Ginji lo miro por unos instantes, para luego regresar su mirada hacia la discusión entre la nena sexy y el tal Jaws. Entonces, para sorpresa de Chaka, el hombre desenvainó su espada, llamando nuevamente la atención de aquel grupo, y, de nuevo, todos los apuntaron con sus armas. Eso le dio igual a Ginji y dio un paso hacia al frente.
"¿¡Pero qué diablos haces!?". -Exclamo Chaka. "Se que eres un loco de mierda, ¿Pero ahora también te volviste estúpido?"
"No, es solo que finalmente pude encontrar un desafío, a alguien que vale la pena matar.". -Dijo Ginji, con su vista fija en el grupo armado. Específicamente, en la nena sexy"...Tsū hando."
Chaka no entendía a que se refería su compañero, pero antes de poder soltar una pregunta, Ginji se abalanzó sobre el grupo.
Justo como Ginji esperaba, esa mujer fue la única de ese grupo armado que reaccionó lo suficientemente rápido para evitar el corte de su espada.
Ella se agachó y rodó por el suelo, evitando ser decapitada como el hombre con traje que estaba tras ella. La sangre salió a chorros del cuerpo, salpicando el rostro y ropa de Ginji y de los demás. Eso los hizo reaccionar. Los hombres se separaron, dos de ellos dispararon sus armas, pero Ginji bloqueó con su espada y le regresó sus disparos.
Ambos cayeron muertos.
Él escuchó unas detonaciones a su espalda y tuvo que dar un salto hacia un costado para evitar los proyectiles de la mujer, que pasaron de largo e impactaron en otro de los hombres con traje. El hombre sufrió una fuerte sacudida al recibir los impactos y luego se derrumbó, con su cuerpo soltando chorros de sangre por al menos una docena agujeros.
La mujer no se detuvo y Ginji tampoco lo hizo, si él se quedaba quieto, acabaría igual que ese hombre. Los demás también comenzaron a dispararle, aumentando más la presión. Ginji corría a toda velocidad, con las balas zumbando furiosamente a centímetros de él, e impactando en las paredes y el suelo. Pero luego de unos segundos, los disparos de sus oponentes se detuvieron repentinamente.
Ellos debían recargar sus armas, justo lo que él estaba esperando.
Ginji dio otro salto para caer justo sobre una mesa, que se partió en dos al recibir todo su peso, y luego él dio una patada a los trozos de la mesa, enviándoselos directamente a la mujer. Ella pudo esquivar eso fácilmente. Pero eso no era nada más que una finta para poder ganar algunos segundos extra y ser capaz de encargarse de los demás hombres que ya habían recargado sus armas y volvían a disparar.
Ginji dio barrido con su espada para regresar los disparos contra ellos. Los dos cayeron, pero al no tener tiempo para redirigir correctamente las balas, él no estuvo seguro si ellos estaban muertos.
Sin embargo, esos segundos de distracción los pagó con sangre.
La mujer había vuelto a disparar, y aunque Ginji se había movido rápidamente para esquivar, dos proyectiles impactaron en su brazo izquierdo, un tercero en su hombro. Una cuarto bala le pasó rozando la cabeza y cortó una línea recta en su nuca. Él no podía recordar la última vez que recibió tanto daño a manos de un enemigo.
El dolor se sintió bien. Lo hacía sentir vivo.
Pero Ginji sabía que, si continuaba prolongando la pelea, él acabaría perdiendo. Ella tarde o temprano acertaría un disparo en una de sus piernas y podría detenerlo, entonces él moriría. Él debía acortar la distancia entre ellos, pero para eso, necesitaba esos escasos segundos en los que la mujer recargaba sus armas.
Así que mientras tanto, Ginji continuó corriendo por el club a toda la velocidad que le permitían sus piernas, moviéndose entre las sillas y mesas que acaban destrozadas al recibir los furiosos impactos de balas, acortando cada vez más la distancia entre ellos. Pero ella estaba demasiada concentrada en intentar acertarle con sus balas para darse cuenta de esto.
Y por la sonrisa salvaje en su rostro, también disfrutando del combate.
Por segunda vez, ella detuvo sus disparos. Una distancia de solo unos 30 metros los separaba.
Era el momento.
Ginji cargó directamente contra ella mientras contaba los pocos segundos que tendría antes de que ella pudiera recargar sus dos pistolas. Ginji avanzaba hacia ella con una velocidad sobrenatural, devorando con cada zancada el espacio que los separaba…pero no fue lo suficientemente rápido. Él estaba a diez metros cuando ella levantó las pistolas, apuntó y empezó a apretar los gatillos tan rápido como le era posible. Ginji no se detuvo en su carrera.
Ella comenzó a reírse a carcajadas, sin dejar de disparar. Sin tiempo para apuntar, la espada de Ginji era un destello borroso que soltaba chispas al desviar los disparos en todas direcciones, paredes, techo, suelo.
Entonces, por tercera y última vez, ella se quedó sin balas. Ginji dio un salto y quedó justo frente a ella. Él hizo un barrido con su espada para cortarle la cabeza y acabar con la pelea de una buena vez.
Pero la mujer dobló sus rodillas e inclinó su cuerpo hacia atrás en el último segundo. La hoja de la espada pasó a centímetros de su rosto y cortó un mechón de su cabello.
Entonces, todo dio vueltas para Ginji y luego sintió el duro impacto en su espalda y cabeza. Ella de alguna manera se las había arreglado para derribarlo, pero también acabó en el suelo.
Ginji gruñó al rodar hacia un costado, y puso todo su peso en sus piernas para dar un último salto con su espada en lo alto.
Al caer pesadamente sobre ella, Ginji bajó su espada y la mujer usó sus dos pistolas para detener a duras penas la hoja de la espada. Sin su otro brazo, él no tenía la fuerza suficiente para continuar bajando su espada, pero, por otro lado, ella tampoco era capaz de liberarse a pesar de que se retorcía en el suelo.
Además, si ella movía sus pistolas, la espada de Ginji le cortaría la cabeza en dos. Ambos estaban en un punto muerto, y forcejeaban para tener la ventaja.
"Warukunai yo, on'na. Anata wa korosu no ga muzukashīdesu. (Nada mal, mujer. Eres dura de matar.)". -Dijo Ginji, enseñando todos sus dientes en una sonrisa feroz.
Ella le respondió, también sonriendo, pero era una lástima que él no pudiera entender lo que le dijo. "Háblame en inglés, perra."
Entonces, Ginji vio de reojo que alguien se paraba justo a su lado. Pero no pudo girar la cabeza para ver quien era, porque inmediatamente después, recibió un fuerte impacto en la cabeza que lo dejó aturdido. El golpe fue duro, y de nuevo, todo dio vueltas.
Lo último que Ginji pudo ver antes de que todo se oscureciera, fue la expresión estúpida en la cara de la mujer, ya que probablemente ella tampoco se esperaba ese ataque sorpresa.
Oh, maldita sea, este capítulo fue especialmente difícil de escribir por dos grandes razones.
1): No sé hacer escenas de acción. Quiero decir, tenía la escena en mi cabeza, podía verla al detalle, pero escribirla fue una cosa totalmente distinta. Y aunque la he reescrito varias veces, y corte muchas cosas, realmente no se si quedó bien.
2): Ginji y Revy simplemente están demasiado rotos. Encontrar la manera de que ambos pelearan a muerte, pero sin llegar a matarse, casi me funde el cerebro.
Pero qué diablos, al final todo fue divertido.
Y, por cierto, muchas gracias por las reseñas, en serio.
