Disclaimer: El Potteverso es propiedad de Jotaká.
II
Mudanza
"En un agujero en el suelo, vivía un hobbit."
- J.R.R. Tolkien
"¿Enloqueciste, Charlie?" Había preguntado Ginny.
"Cuando mamá lo sepa, te enteraras." Fue el aporte de Percy.
Estaba de acuerdo, su decisión podía parecer apresurada. Pero era el tutor legal de Hugo. Su hermano lo había juzgado prudente. Por lo tanto, se haría cargo de la situación a su manera.
"¿En qué rayos estabas pensando?" Romina, la mujer al frente de las cosas realmente importantes, como la comida, había sido desde su comienzo en el santuario, una guía en su camino.
"Ilusamente creí que me apoyarías, Ro."
El tic en el ojo de la mujer comenzaba a agravarse.
"Escucha Charlie, entiendo. Todo esto es abrumador, pero ¿No pensaste que un sitio repleto de dragones, dragones reales podía no ser apto para un niño de nueve años?
El semblante de Charlie decayó y de pronto, las marcas de la edad eran increíblemente notables en su rostro. Romina pudo apreciar las ojeras acumulándose bajo las cuencas de sus ojos y toda la jovialidad que solía habitar en él, se había disipado.
Ella no había visto a Charlie Weasley de esa forma en un buen tiempo. Y aunque era plenamente consciente de la edad del hombre, él en verdad emanaba una energía que resultaba refrescante. Y verlo ensombrecerse, no le agrado.
La voz de Charlie interrumpió sus pensamientos.
"¿No pensaste que lo había considerado? Vamos Ro, aun me queda algo de cerebro, aunque no puedas creértelo."
Ella le lanzo una mirada de advertencia.
"Lo que me lleva al siguiente punto, no puedo seguir viviendo aquí" Charlie que podía ver la alarma en los ojos de la mujer, se apresuró a agregar "Encontré un lugar en el que Hugo podría ser feliz."
"¿Con exactitud en donde es eso? Porque a menos que no lo hayas notado, estamos rodeados de riscos."
"El mundo muggle."
El rostro de Romina denotaba que se encontraba genuinamente sorprendida.
"Adelante, dilo. Dime que soy el director del santuario y que estoy demente. Vamos."
"¿Puedo conocerlo?"
"Eres el jodido director, del jodido santuario Charlie. ¡No puedes largarte!"
Charlie que masajeaba el puente de su nariz, esperaba completamente esa reacción de esa parte de su personal.
"¿No puedo, Velkain?"
El hombre se detuvo de inmediato. Solía no tener problemas para expresar sus opiniones, pero últimamente se mantenía al margen. Charlie sospechaba que se debía a lo que pudo interpretar como empatía. Aunque algunas veces, dudaba que el hombre fuera capaz de tal sentimiento. Una parte de él quería medir su resistencia. Pero hablaba seriamente, iba a mudarse del santuario.
"No va a marcharse." Interrumpió Razvan, "Solamente busca un lugar seguro para el chico. ¿No es así, jefe? ¿Cierto?"
Aunque el tiempo había seguido su curso, Razvan aun vibraba cada vez que algo lo preocupaba. Charlie no podía evitar verlo como un hermano menor, inmaduro y tonto al que debía proteger. Aunque se tratase de un adulto, uno en que había puesto su confianza y su vida a lo largo de los años.
"Solamente quiero que él este a salvo. Y si alguien me necesita, me aparezco y problema resuelto."
Razvan y Velkain compartieron una mirada preocupada, pero asintieron.
¿Qué opinas?
Hugo dejó la jaula de Mungo junto a la entrada y examinó las habitaciones, una por una. Permitiendo que la luz que entraba por las ventanas, le diera directo en el rostro. Una calidez lo inundó inmediatamente.
¿Cuál es el mío, tío Charlie?
Charlie sonrió. Había estado esperando la oportunidad de sorprender a su sobrino desde el instante en que había dado con la propiedad.
"Arriba."
Un acogedor y rústico ático comprendía el segundo piso de la casa a las afueras de un pequeño poblado al norte del país. La luz se colaba a través de una ventana de ojo de buey pivotante. O al menos así la había llamado el agente de bienes raíces que había consultado. Las paredes ostentaban un verde azulado desgastado y el aroma del petricor inundaba el ambiente.
"¡La ventana gira! ¿Lo has visto? ¡Es perfecta para Mungo!"
Charlie apenas podía reprimir una sonrisa.
"¿Entonces eso es un sí? ¿Te gusta?"
Y la expresión en el rostro del pequeño al momento de decir, "Me encanta tío Charlie, ¡La amo!" Lo hizo sentir que al fin podía respirar. Después de semanas y decenas de personas cuestionando sus decisiones, podía anotarse una pequeña victoria.
Apenas notó cuando Hugo corrió escaleras abajo para poder subir la jaula de la lechuza que esperaba ansiosa por poder salir.
En medio de su momento de gratificación, algo hizo clic en el interior del hombre. Un clic muy fuerte.
"Espera un momento, ¡Hugo, no corras en las escaleras!"
Una vez que se hubiesen adaptado a la casa y finalizado la mudanza, escribiría una carta a sus padres. Todas las veces en que había estado a punto de matarse él mismo o en compañía de sus hermanos, le daba un nuevo aprecio por los cuidados de sus padres. Quizás su madre no gritaba en vano después de todo.
Romina, Razvan y Velkain son personajes recurrentes en la mayoría de fics que escribo sobre Charlie. No es necesario leerlos para llevar la continuación de la historia, pero siempre aprecio las pequeñas referencias.
Dicho eso, gracias por leerme :)
P.d. Imagino el nuevo hogar de Hugo como algo parecido a un agujero de Hobbit. Confortable y acogedor. La ventana en la fabulosa habitación de Hugo está inspirada en la puerta de Bilbo Bolsón.
