Duelo por los vivos

Por Nochedeinvierno13


Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Esta historia participa en el Drabblectober de "[Multifandom] Casa de Blanco y Negro 3.0" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".

Prompt: Mentir.


Marzo, 1998. Londres.

Era el tercer día del tercer mes de ese año aciago cuando Oliver Wood irrumpió en su apartamento hecho una furia.

No le dio tiempo a pronunciar su nombre, a alegrarse por su inesperada visita. Los puños de Oliver se cerraron con fuerza sobre su pecho, haciéndolo retroceder hacia atrás y tropezar con el sillón.

—¡Me mentiste! —gritó—. ¡Me dijiste que la habías visto! ¡Qué estaba bien!

No tenía que ser muy inteligente para saber que estaba hablando de ella, de Penny.

—Puedo explicarlo, Oliver —balbuceó Percy. ¿Había visto a Penny? ¿Ella le había contado de la carta que él ignoró?— Muchas cosas han cambiado. No estoy viviendo aquí por que quiera. Yo no veo a mi familia desde…

—Hace años, Penélope me dijo que eras egoísta —le interrumpió, sin dejar que se explicara— y yo no le creí, pero tenía razón. —Oliver nunca lo había mirado de esa forma tan fría, tan distante—. ¿Es cierto que te pidió ayuda y tú la ignoraste?

No tenía sentido negárselo. Él ya sabía la verdad.

—Mientras que tú le dabas la espalda, a Penny la despidieron del Ministerio solamente por su sangre. La consideraron una paria solamente por tener sangre muggle en las venas. Tuvo que dejar el piso que estaba alquilando porque no tenía cómo pagarlo y regresar a casa de su padre.

»Ella está viviendo un infierno. Percy. ¿Nunca te preguntaste por qué no pasaba los veranos en su casa? —Él negó—. ¡Porque solo piensas en ti!

—Oliver nunca voy a entenderte si me hablas por la mitad —contestó Percy. No tenía derecho a exasperarse y, sin embargo, no soportaba que se hiciera el enigmático—. ¿Qué le pasó a Penny?

Sus ojos se empañaron; el corazón de Percy se encogió al escuchar la respuesta.

—Su hermana se suicidó. Se arrojó en el aljibe del patio trasero después de… —Lloró. La voz se le quebró—. Abusaron de ella Percy. Su padre no le creyó. Le dijo que era su culpa por su vestimenta, por su comportamiento. Poco después, murió de un infarto al saber quién era el agresor de su hija.

Percy Weasley sintió que le faltaba la respiración. Se sentía como si le hubieran golpeado en el esternón y las costillas le apretujaran los pulmones. Escondió el rostro entre sus manos, asimilando todo lo que Oliver le acababa de decir.

—Te pidió ayuda y…

Percy no lo dejó continuar. No estaba dispuesto a cargar con toda la culpa.

—Yo no le respondí, Oliver, pero ¿qué hay de ti? ¿Qué te impedía buscarla, ir a verla? Tuvo que dejar de escribirte para que te dieras cuenta de que algo sucedía.

Oliver lo miró con los ojos inyectados en sangre.

Le borró las palabras a golpes, le tiró del pelo y le dejó las uñas marcadas en la espalda. Percy se entregó a su violencia, a su ira. Sabía que por más moratones que le dejara, él no dejaba de tener razón.

Oliver también le había fallado.