Desde pequeña, Orihime Inoue siempre se consideró a sí misma como una persona poco común, y no, no lo decía exactamente por poseer poderes, sino más bien por la visión que tenía del mundo. No es que ella viviera en un mundo de fantasía, por favor, el dolor emocional siempre fue una constante en su vida; sino que a pesar de las desdichas creía fervientemente que ella había nacido para un propósito en particular. Un propósito en el que lastimosamente no debía estar su familia, de ahí que le fueran arrebatados por la vida a temprana edad.
Cuando conoció a Kurosaki-kun, creyó estar viendo a la personificación de ese propósito. Se enamoró perdidamente del valeroso joven y por mucho tiempo, creyó haber hallado su lugar en el mundo. Pero cuando los Hollows aparecieron, la convicción de Orihime flaqueó. Decidió ir para proteger a sus amigos, sí, pero a medida que pasaba tiempo ahí, se sentía más atraía por lugar.
Superficialmente, Hueco Mundo aparentaba ser un lugar desértico, muerto, vacío, y daba la impresión de que sus habitantes eran semejantes a él, sin embargo, ella supo ver más allá. Afuera había ¿fauna? Bueno, seres vivos originarios de la zona…Mortales, si, pero era su ecosistema al fin y al cabo y ella no juzgaría. Entonces aprendió lo primero, Hueco Mundo no estaba muerto, a su manera estaba repleto de vida.
Posteriormente, conoció a sus habitantes más evolucionados: Las Espadas. Ante ella se mostraban letales y sumisos, pero, cuando Aizen no estaba, en ocasiones alcanzaba a escuchar una que otra conversación entre ellos que le llamaba poderosamente la atención. Por ejemplo, el alto aprecio que había entre Coyote Stark y su subordinada, los celos entre los mismos Espada, la rivalidad de Grimmjow hacia Ulquiorra, el deseo de conocimiento de Szayelaporro, entre muchas otras coas más. En conclusión, Hueco Mundo también tenía interacciones de todo tipo y sentimientos, lo más importante de todo. Al principio creyó que estaba enloqueciendo gracias a la tortura psicológica de Ulquiorra, pero este último siempre recurría a sus amigos y justo cuando reflexionaba sobre ese lugar, no pensaba en sus amigos.
Sus amigos…Se preguntaba qué pensarían ellos si descubrieran su fascinación por el mundo Hollow; si se enterarán de que le parecía un lugar agradable que no la asustaba. Es probable que les diera un infarto.
Tatsuki de seguro la encerraba en un manicomio, especialmente si le dijera que cada vez que los ojos esmeraldas de Ulquiorra la miraban, sentía como si un imán atrajera su corazón hacia el pelinegro. Una sensación curiosa si tomaba en cuenta que el susodicho carecía de dicho órgano. Pero era irresistible para ella. A si fuera un sentimiento unilateral, Orihime solo hallaba verdadera tranquilidad cuando Ulquiorra estaba cerca de ella. Quiso convencerse a sí misma de que solo estaba confundida, pero la atracción que sentía por él era muy fuerte, ni siquiera se comparaba a lo que sentía por Kurosaki-kun.
Todo su cuerpo temblaba cuando escuchaba su voz – y no necesariamente por miedo-, le agradaba lo dominante de su forma de ser, pero quizá lo que más le atrajo fue que él le permitía de vez en cuando sentirse superior. Cada vez que conversaban y él respondía o hacía un gesto de no comprender ella se anotaba un punto a su victoria personal; sabía más que él sobre algo y eso, lastimosamente era un lujo que no se podía dar con sus amigos. Todos sin excepción la sobreprotegían en exceso de ahí que, aunque se esmerara por mejorar sus poderes no llegaba a mostrarlos al cien porque la relegaban a un segundo plano.
Pero en Hueco Mundo era importante. Aunque Aizen quisiera sus poderes para algo maligno – que claramente ella no aprobaba -, entendió que en ese lugar sus poderes alcanzaban un nivel muy grande; era como si se potenciaran por el simple hecho de estar ahí y aún más, al estar al lado de Ulquiorra.
…
En una ocasión, Aizen decidió hacer unas pruebas. Para ello tendría que liberar gran parte de su energía, por lo que ordenó a Ulquiorra mantenerla lejos para no ser afectada. El pelinegro la llevó a otra habitación al extremo contrario de Las Noches y, al principio todo marchó relativamente bien, hasta que el riatsu de Aizen empezó a alcanzarlos y por ende ella se sintió algo mal. Ya que las órdenes de Aizen habían sido que mantuviera a la mujer estable, Ulquiorra decidió liberar su propia energía para contrarrestarla y estabilizarla, pero el resultado fue algo nunca antes visto.
En cuanto el riatsu de Ulquiorra alcanzó a Orihime, esta liberó el suyo inconscientemente y ese choque a su vez, provocó una onda que se extendió por el castillo y anuló todas las energías de Aizen dejándolo sin poderes por unos cuantos minutos. Cuando el entonces rey buscó la fuente de tal fenómeno, encontró a Ulquiorra respirando con dificultad y a Orihime desmayada. En ese momento, Aizen descubrió que la unión entre Ulquiorra y Orihime formaban la fuerza natural más poderosa de Hueco Mundo al punto de anular sus poderes y volverlo un simple humano. Ese hallazgo lo hizo pensar en algo mejor aún…un ser nacido a partir de Ulquiorra y Orihime…Podría ser la semilla para conquistar el mundo, o destruirlo.
…
Cuando los Hollows y Aizen fueron "derrotados", ella creyó que las cosas volverían a la normalidad, y en efecto lo hicieron, solo que no para ella. Nuevamente, fue relegada a un segundo plano; prácticamente era la inútil del grupo y era en esas ocasiones cuando extrañaba el reino vacío, cuando lo extrañaba a él.
Pocos años después, se puso de novia con Kurosaki. Un sueño hecho realidad, ¿su propósito al fin lo cumplía? Creyó que sí, hasta que notaba lo distante que era el pelinaranja. No le faltaba el respeto ni la trababa mal, claro que no, es más, sentía que Ichigo sentía un enorme aprecio por ella, pero era eso lo que la lastimaba. La apreciaba y mucho, más no la amaba. Con ella cambiaba su actitud, se volvía serio y de vez en cuando le regalaba una que otra caricia y sonrisa, pero cuando Rukia visitaba su mundo, Ichigo volvía a ser Ichigo. Ese del cual se había enamorado solo lo era cuando la pelinegra estaba.
Al principio se molestó y claro que sitió celos, pero luego examinó mejor la situación y entendió dos cosas:
Primero: Ella siempre supo que Ichigo tenía sentimientos por Rukia, solo pensó que los suyos serían más fuertes y lo alcanzarían haciendo que la amara tanto como, según ella, a él.
Segundo: Sus sentimientos dejaron de alcanzar a Ichigo desde que la rescataron porque ahora pertenecían a Ulquiorra y Hueco Mundo, solo que ella los forzó a nuevamente volver hacia el pelinaranja, sin éxito.
Terminaron su relación. Continuaron siendo amigos y sintiendo mucho aprecio el uno por el otro y al fin ambos eran libres de las cadenas del compromiso. Él decidió continuar con su vida y ella con la suya.
Orihime se dedicó entrenar sus poderes al máximo e incluso entró a la Sociedad de Almas con el fin de aspirar a un puesto en el que sus amigos la vieran como iguales, aunque, sus aspiraciones cambiaron en cuanto se enteró del trato que le estaban dando a los Hollows de Hueco Mundo. Prácticamente los tenían viviendo como prisioneros en su propio hogar algo que la molestó de sobremanera. Alegó por ellos, sin embargo, uno de los principales dirigentes acometió en su contra y – para su descontento – desestimó todos sus argumentos para defender Hueco Mundo. Esta acción no pasó desapercibida por sus compañeros quienes la cuestionaron por su actuar, más ella, con valentía les respondió a todos dejándolos perplejos:
-¿Yo les preocupo? Los que deberían preocuparse son ustedes. Los están tratando de forma inhumana…La sociedad está haciendo algo incorrecto. ¡No lo permitiré!
Su determinación hizo que sus amigos dejaran de cuestionarla, algo que agradeció, pero de corazón esperaba que sus palabras calaran en ellos.
. . .
"Ulquiorra está vivo. Es el rey de Hueco Mundo."
Cuando escuchó esas palabras provenientes de dos secretarias se detuvo. ¿Acaso escuchó mal? ¿Estaba de vuelta? Ulquiorra estaba ¿vivo?
Su corazón empezó a latir a mil y con prisa corrió hasta el portal que tenía la Sociedad hacia Hueco Mundo. Cuando estaba a punto de llegar, fue interceptada por un hombre alto y fuerte que la sostuvo hasta inmovilizarla. Mientras pegaba su rostro al suelo, unos zapatos masculinos se acercaron a su rostro y al levantar la mirada notó que era el mismo hombre que le negó su protesta por Hueco Mundo.
-Orihime Inoue…Veo que ya te diste cuenta de la noticia…- le dijo el hombre robusto con altanería.
-¡Suélteme! ¿Qué cree que hace? – replicó con furia la pelinaranja desde el suelo. No se dejaría intimidar por ese cretino.
-Me temo que no puedo dejarte andar por ahí a la libre. La Sociedad debe mantener a raya a Hueco Mundo y ahora que alguien tan peligroso como Ulquiorra apareció, no nos podemos dar el lujo de perder a lo único que nos podría controlarlo. – le dijo el dirigente.
Orihime lo miró sin entener. ¿Ella lo único que podría controlar a Ulquiorra?
-Dicen los rumores…Que cuando fuiste secuestrada, Ulquiorra desarrolló una debilidad por ti. Veremos qué tanto le afecta tu existencia.
Acto seguido, la encerraron en una habitación totalmente sellada y en la cual no lograba usar sus poderes. Por más que gritó y trató de escapar, no lo logró. Estaba colérica. No se creía que la Sociedad de Almas estuviera cayendo tan bajo, y sus amigos…¿Dónde rayos estaban? Estuvo en la habitación cerca de tres horas y para cuando la puerta se abrió y dejó ver nuevamente al hombre robusto, Orihime sonrió.
-¿Por qué me encerraron? – preguntó directo. Sus ojos grises observaban con tranquilidad al hombre.
-Obligamos a Ulquiorra a pelear con Kurosaki Ichigo. – la revelación la dejó perpleja. ¿Acaso otra vez…?
-¿Cuál fue el resultado? - cuestionó temerosa de la respuesta.
-Un aparente empate. – dijo el hombre con disgusto. – Pero me temo que Ulquiorra es más poderoso de lo que creíamos. Aun así, lo que efecto comprobamos, es que no le eres indiferente…- el hombre se le acercó y, con intenciones lascivas la recorrió la mirada. – Aunque me hago una idea de por qué.
Orihime tragó grueso. Durante el tiempo que estuvo encerrada ideó un plan que le permitiría acabar con la tiranía hacia Hueco Mundo. Era descabellado, pero debía intentar.
-Señor…Si la Sociedad puede usarme como herramienta para controlar a Ulquiorra y así mantener la paz en nuestro mundo, permítame ir a Hueco Mundo como una espía. – pidió con firmeza.
Así fue enviada al desierto como una "intermediaria", pero en cuanto sus pies pisaron Las Noches y en sus orbes grisáceos se reflejaron las Espadas y Ulquiorra sentado en su trono no pudo evitar sonreír con alegría genuina.
. . .
"-No volví para ser tu premio de consolación porque el shinigami te dejó."
Aquellas palabras la hirieron. Se culpaba a sí misma porque fue la responsable de que Ulquiorra tuviera esa clase de pensamientos ya que, cuando lo conoció, tenía la convicción de que su corazón pertenecía a Ichigo. No hablaron durante varios días, Ulquiorra se dedicó a sus actividades como rey, mientras ella observaba la nueva vida de los habitantes de Las Noches y llenaba informes sobre ellos para enviarlos a la Sociedad. Cada vez que escribía una hoja de papel miraba por la ventana…Todo lo que informó durante ese tiempo fue falso.
Sonrió con amargura…En su mente se repetía una palabra en particular: "Traición" ¿Estaba traicionando a los suyos? ¿O más bien estaba con los suyos?
. . .
Ese día en particular despertó sintiendo su cuerpo pesado y no mucho tiempo después sintió algo espeso salir involuntariamente de su zona íntima. Corrió al baño y notó la mancha rojiza que se alzaba sobre el agua del inodoro. ¿Su período? No es que fuera anormal que lo tuviera ya que cuando estaba en el mundo humano siempre lo tuvo, pero en Las Noches nunca menstruó. Creyó que su ausencia se debía al estrés que experimentó, pero luego de un tiempo en el que sopesó su estadía en el lugar y adquirió un poco más de tranquilidad tampoco llegó.
Se colocó un trozo del papel y volvió a su cama. Poco tiempo después, la puerta de la habitación se abrió abruptamente dejando ver al pelinegro. Sintió su pecho brincar de felicidad al notarlo tan preocupado y, la descolocó por completo el hecho de que, después de una breve ausencia por parte de Ulquiorra, éste volviera y la llevara hasta una habitación enorme. Eran sus aposentos como rey.
"-Es mi habitación, pero será tuya por los últimos días. No saldrás de aquí a menos que yo lo ordene. Y por esta vez, simplemente obedece. Será para garantizar tu seguridad únicamente."
Le había dicho haciéndola temblar.
Los días posteriores no salió, únicamente dormía gracias a una infusión que le traía una sirvienta. Sin embargo, a pesar de la protección que Ulquiorra mantenía sobre ella, en una ocasión una Hollow se coló en la habitación. Se había excusado de que acompañaría a la sirvienta, pero, de un momento a otro la expulsó de la habitación quedándose a solas con ella. Ante esta acción, Orihime se puso en guardia, se sentó en la orilla de la enorme cama sosteniendo la taza con té.
-Eres la mujer a quien Aizen secuestró hace años. – afirmó la mujer de cabellos rojizos.
-Así es. – respondió Orihime mirando su taza.
Desde su posición, Inoue podía sentir la mirada iracunda que le dedicaba la mujer a su persona, sin mencionar que percibía su instinto asesino.
-Esos humanos bastardos forzaron a mi señor a pelear contra un shinigami. Quise comprobar con mis propios ojos si aquello que utilizaron para amenazarlo valía la pena, pero te miro, y me pareces repugnante. Desde que tengo memoria, únicamente sirves para llorar como magdalena. – le soltó la Hollow con desprecio.
-¿A dónde quieres llegar? – Orihime cortó el monólogo, hastiada. Algo que definitivamente no volvería a permitir era ser humillada ni mucho menos maltratada físicamente. Si esa hollow quería una batalla, la tendría.
La mujer de cabellos rojizos se acercó a Orihime con intenciones de intimidarla, más no se esperó que la peli naranja se levantara haciendo resultar su altura y la encarara.
-Si crees que podrás quedarte con Ulquiorra-sama estás muy equivocada. Él es mío y la señora de Hueco Mundo seré yo. – amenazó la Hollow desde su posición.
Orihime acortó aún más la distancia entre sus rostros y, susurró:
-Buena suerte.
Solo segundos después de separar su rostro de la mujer de cabellos rojos, Orihime sintió la presencia de Ulquiorra a sus espaldas. El pelinegro miró amenazante a la hollow y en cuestión de segundos la echó de la habitación, más tarde pidió a Szayelaporro que la castigara por su osadía.
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Durante los días posteriores sintió mariposas revolotear en su estómago ante las atenciones que Ulquiorra tenía para con ella y, lo que más le gustaba era lo demandante que era. Honestamente, siempre deseaba verlo y estar a su lado, pero entendía que como rey tenía cosas importantes que hacer y ella debía continuar haciendo los reportes falsos.
Esa noche el coche de la cena traído por la sirvienta le pareció especialmente llamativo. Venía acompañado de una sugerente bata de dormir; cuando la miró bien, sus mejillas se sonrojaron.
-¿Y-Y esto? – preguntó cohibida.
-Debemos mantener su ropa limpia mi señora, y anteriormente me llevé toda su ropa por lo que le traigo esto en lo que el resto se seca. – le informó.
A Orihime aquello no le pareció extraño, por lo que luego de cenar, se cambió. Cerca de una hora después, empezó a sentirse incómoda. Su zona íntima, para ser exacta, se sentía húmeda y aquella prenda la hacía sentirse sexi y excitada. Ulquiorra…Como deseaba que el pelinegro estuviera ahí, como deseaba confesarle sus sentimientos y que la hiciera suya. Los candentes pensamientos la sofocaron, tanto que se metió a la bañera con agua fría sin siquiera quitarse el vestido. El riatsu de Ulquiorra la despertó de su letargo y en cuanto lo vio en la habitación no pudo contenerse.
-T-Te necesito, Ulquiorra. – suplicó la oji gris sobre sus labios. – No quiero a nadie más. Te amo, Ulquiorra. – confesó dejando salir sus sentimientos a la luz.
Esa noche, consumaron su amor una y otra vez, Orihime perdió la cuenta luego de su cuarto orgasmo de la noche. Los Hollows eran resistentes al acto sexual por naturaleza, pero debía admitir que la asombraba el hecho de haber podido seguirle el ritmo a un hombre tan demandante en la cama como Ulquiorra. Pero honestamente, Orihime admitía que se sentía como poseída por algún demonio sexual o algo así ya que, conforme más lo hacía, más se excitaba. Ambos se sumergieron en un frenesí.
A la mañana siguiente, despertó sintiendo su cuerpo preso de la fatiga, pero lo que más le llamó la atención fue ver al hombre a su lado profundamente dormida boca abajo. La imagen le trajo gratos recuerdos de cuando lo encontró dormido por primera vez, lucía adorable. Los ojos esmeraldas se abrieron al instante en que la cálida mano femenina acarició el pálido rostro.
-¡Oh! ¡Lo siento! No quise despertarte Ulquiorra. – le dijo apenada.
-Está bien. – fue lo único que respondió el peli negro.
Al principio su actitud fue fría, al punto que Orihime creyó que su noche de entrega y pasión fue más bien un desliz, pero en un veloz movimiento, Ulquiorra la tomó por la cintura acercando su rostro a su cuello, más exactamente a donde la noche anterior la había mordido. Lamió la delicada piel haciendo que Orihime emitiera un suspiro de gozo, luego de ello, Ulquiorra emitió un gruñido grave y le dijo:
-Mi riatsu está en tu cuerpo, se ha mesclado con el tuyo.
-¿E-Eso significa algo malo? – preguntó la peli naranja con preocupación.
-Eso significa que eres mi hembra ahora. – respondió el pelinegro mientras la tomaba por el cuello y la besaba apasionadamente.
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Esa misma noche, las Espadas y Hollows se encontraban arrodillados rindiendo pleitesía y jurando fidelidad hacia el señor y la señora, Ulquiorra Ciffer y Orihime Inoue, el Rey y la Reina de Hueco Mundo.
Desde su posición Szayelaporro sonreía…El reloj empezaba a moverse a la espera del heredero.
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Aquí el tercer capítulo.
Honestamente me encantó muchísimo narrarlo haciendo una mezcla de la perspectiva de Orihime con otra más omnisciente y, debo admitir que este fic está llegando a un punto no planeado, pero no por eso menos amado jaja. Planeo que haya un cuarto capítulo porque la trama inesperada me gustó más de lo que creí así que hay que explotarla XD.
Saludo especial a luisma-san…Gracias por estar tan deseoso por la continuación de este fic, te ganas mi amor infinito.
De paso aclaro que si no actualizo pronto es por cuestiones meramente laborales, esto de ser adulto es un constante enfrentamiento con el final boss XD
En fin, espero que disfruten leyendo el fic tanto como yo disfruté hacerlo para ustedes. No olviden darle amor dejando reviews.
