Solo un recordatorio, no te reserves ningún comentario.

Ah si, esto está muy largo, deberías ir por algo de tomar.


Víspera del treceavo aniversario de Animacity.

Después del clásico festival organizado por la municipalidad, una vez que terminaron todos los eventos en conjunto con la presentación de Nazuna Hiwatashi, uno de los eventos favoritos del festival, ahora todos se dedicaban a llenar sus estómagos y a pasear por la plaza principal.

Un par conocido compuesto por una tanuki y un lobo, había pasado la mayor parte del festival uno al lado del otro, ocasionalmente tomados de la mano, comiendo delicias, bebiendo a su gusto y jugando en juegos de feria en los puestos, si fuera común en la ciudad, a Michiru le hubiese encantado usar un yukata para enseñárselo a Shirou.

Aunque su blusa de tirantes negra, shorts de mezclilla ajustados azules con medias negras largas y zapatillas deportivas rojo-cereza, tampoco se veían nada mal, aunque el cambio era poco significativo considerando que su sudadera roja seguía siendo parte del conjunto.

Shirou también vario un poco, una cazadora de cuero café y una playera blanca debajo.

Enserio disfrutaba de su tiempo a solas con su novio, pero se entristeció al saber que Nazuna se había ido del festival antes, por pedido de su avariciosa manager Marie Itami.

Mas tarde, la multitud en la plaza empezó a volverse menos densa y algunos puestos empezaron a cerrar después de agotar sus mercancías, marcando así las horas finales del festival, cuando ambos creían que su noche estaba por terminar, alguien llamo a Michiru por su teléfono.

La misma Marie les informo de una post fiesta en un condominio en el centro y les extendió una invitación a ambos por ningún motivo en particular, aun con toda la resistencia que Shirou puso para convencerla de no ir, por el mal presentimiento que tenía al respecto con los antecedentes de Marie y sus fiestas, Michiru insistió, por el hecho de que Nazuna estaría ahí, pues la fiesta era para celebrar su presentación en el festival principal, para su equipo de publicidad y algunos fans que habían pagado un sorteo por estar ahí para convivir con Nazuna.

Además, ella no le dio la opción de no ir, porque quería que fuera con ella.


Así fue como se convenció así mismo de que su razón para estar aquí era para evitar tragedias.

Pese a que no era el mejor amigo de Marie, termino hablando con ella cerca de la barra mientras Michiru pasaba el tiempo con Nazuna en otra mesa a unos metros de ellos.

Shirou no era el alma de las fiestas, pero sabia suficiente etiqueta de fiesta para no llamar la atención intentando "no llamar la atención", sentándose en un lugar visible, bebiendo, haciendo algo y hablando con alguien para evitar que alguien intentara entablar una "charla de hombre solitario" con él.

Hablando de bebida, le advirtió a Marie que metería a todos en una celda y les afeitaría las cabezas el mismo si alguien intentaba darle una bebida adulterada a Michiru.

Solo pasaron alrededor de dos horas desde que habían llegado a la fiesta, la atención de Shirou se partía en vigilar los alrededores, a Michiru y escuchar a Marie tanto como podía, tenía que fallar en una de esas tareas.

"Estaba segura de que solo te aparecerías si esto se convertía en un deshastre, ¿Alguien te hizo cambiar de opinión?" A este punto Marie ya estaba bastante ruborizada por la copa que rellenaba en cada oportunidad con una bebida cuyo nombre no había escuchado en su vida, queriendo mellar en su duro exterior a base de provocaciones, buscando chismorreo del lobo.

"comadreja…" Pronuncio frente a ella, después de bajar su… quien sabe cuál tarro de clásica cerveza, mirando la barra, se dio cuenta de que no estaba midiendo su ingesta de bebida producto del aburrimiento, el tipo que las servía parecía molesto con él.

Su visión no parecía coordinada, ¿realmente estaba borracho? … había olvidado como se sentía.

Ah, sí, Marie… parecía prepararse para rebanarle el cuello.

"She que no somos cercanos, ¿pero quierres que te patee el culo o…?" Se levantó de su taburete mirando fúrica a Shirou mientras se transformaba en su peludo alter ego y afilaba las garras.

"no, comadreja" Shirou señalo detrás de ella, viendo efectivamente a un beastman comadreja dirigiéndose a la salida del lugar con uno de los equipos de sonido de la fiesta en sus manos, al percatarse de que había sido delatado, este corrió a toda velocidad a la salida.

"¡Hey!" Marie bramo iracunda antes de ir tras él, llevándose a dos de los gandules que vigilaban la fiesta.

Fallo en tener alguna reacción importante, su atención se dirigió al bar tender.

"No le voy a servir más…" El chico de cabello castaño largo de no más de su falsa edad, le dijo antes de llevarse el ultimo de sus tarros a lavar con obvio fastidio.

No había dicho nada…

"¡Shirou! ¡Unos tipos quieren ligar a Nazuna!" Una vez se quedó solo, Michiru se acercó a él casi corriendo, por la expresión que tenía, el cómo caminaba y lo roja que estaba su cara, supo de inmediato que también estaba ebria… juraría que no la vio con alcohol la última vez que fue a revisarla.

Afortunadamente no parecía estar bajo otro efecto además del alcohol, por lo cual los traseros de todos aquí estaban a salvo.

Shirou la sostuvo mientras se tambaleaba contra él "vaya, es malo, pero ¿qué quieres que haga?" la respuesta correcta era que eso era decisión de Nazuna, pero en su estado actual, eso sonó como una queja valida.

"lánzalos por la ventana…" Le pidió en la voz más dulce mientras pegaba su mentón en su pecho, estaban en un séptimo piso si mal no recordaba.

"no seas tonta, se pueden morir" No se le ocurrió alegarle nada más, como lo demente que era el solo pedírselo, Michiru se sujetó las cienes intentando pensar en otra cosa.

"Entonces… ¡ayúdame a sacarla de aquí!" agitando los brazos lo guio a donde estaba Nazuna, atravesaron a una multitud de bastante gente disculpándose justo después de chocar con alguno.

Finalmente encontraron a la estrella fugaz de Animacity, sentada sola en la mesa donde ambas habían estado bebiendo, se percató de que esta parecía… ¿decaída? Tenía los brazos cruzados y la cara escondida entre ellos, también seguía usando el vestido de la presentación de esta noche, falda negra con adornos de estrellas, con escote azul, sin espalda, que apenas y cubría el inicio de sus muslos, además, no había nadie por ahí, ni siquiera los supuestos ligones.

Al percatarse de su presencia, esta solo los miro perezosa… también con algo de molestia, parecía haber llegado a su límite con el alcohol.

"¿A dónde se fueron?" Michiru pregunto amenazante mirando alrededor.

"…Creo que dije algo feo y se fueron" Les informo desganada mientras se restregaba los ojos.

Shirou no era experto en idols, pero estaba seguro de que la imagen pública era importante para ellas, extrañamente quería saber que era lo que la usualmente amanerada, complaciente y convenenciera Nazuna les había dicho, pero no era tan metiche como para preguntarle.

"… Nazuna, vamos a casa" Michiru le pidió suplicante a su somnolienta amiga, aunque Shirou estaba seguro de que ella tendría una protesta en puerta para Michiru, por hacer de su niñera o salvadora para variar, esta se puso de pie a la orden.

"oki…" Bueno, si no era una sorpresa lo obediente que estaba siendo.

Antes de salir se encontraron a Marie que volvía con su equipo robado

"Llevaremos a Nazuna a su casa, no se siente bien" Shirou le informo de antemano, señalo a las dos chicas detrás de él, como si estuviesen formadas en una fila de patos.

"Meh, está bien, la mayoría de los mocosos que pagaron ya se fueron de todos modos, solo tengan cuidado con ella, esa cara bonita vale bastante" Marie le pidió mientras llevaba a él electrónico a su lugar.

"Lo haremos" Justo después de que Shirou dijera eso como una garantía, Nazuna choco con el marco de la puerta golpeándose la frente, afortunadamente solo lo suficientemente fuerte como para hacerla decir "ouch"

Michiru la tomo de la mano y la guio el resto del camino.

Si conducir ebrio era irresponsable, no quería ni imaginarse el saltar entre edificios o volar, así que pidieron un taxi por primera vez en un tiempo, Nazuna en medio y ellos dos a cada lado, aunque Michiru intentaba hablar cualquier bobada con Nazuna, esta parecía cabecear por momentos, en un instante su cabeza se apoyó en el hombro de Shirou alertándola y haciéndola sentarse erguida.

Shirou apenas y reacciono al respecto, desvió su mirada de vuelta a la ventana con el objetivo de tomar suficiente aire fresco y evitar caer en la sensación de mareo.

Desde que se conocieron hace solo unos años, la relación del lobo y la volpe empezó siendo ampliamente distante, era evidente que había animosidad en relación a lo ocurrido durante su estadía con el culto y las consecuencias, además de sus opiniones entre ellos, pero al tener a Michiru como un punto en común se vieron obligados a "Crear" una convivencia amigable, gracias a eso al menos podían saludarse o hablar como personas normales.

Y con el tiempo ella fue aprendiendo de Shirou… su dedicación desinteresada para proteger a la ciudad era mucho más que un trabajo y viéndose envuelta en problemas de vez en cuando por su polémica presencia, Shirou la auxilio en más de una ocasión sin darle explicaciones o pedirle algo a cambio, suponía que en cierta manera era… genial.

Pero su impresión de el no llego mucho más lejos… y la razón era Michiru.

Tal vez nunca lo había dicho o si quiera tomado como un pensamiento real, pero siempre asumió que Michiru y ella nunca tendrían algo romántico con nadie, los chicos eran la última prioridad de Michiru y Nazuna, aunque no los quería lejos, prefería tener fanáticos a un novio.

Incluso la propia tanuki en sus días de secundaria le había dicho que ellas no necesitaban a nadie excepto a ellas como mejores amigas, aunque Nazuna en su momento le había dicho que eso sonaba raro… de alguna manera también era lindo.

Y después de ser usada, masticada y escupida por Sylvasta, realmente llego a pensar que en este mundo solo tenía a Michiru…

Por eso, cuando su mejor amiga le conto alegremente acerca de que ella y Shirou se habían vuelto una pareja, un montón de preguntas llegaron a su mente, una de ellas era simplemente ¿Por qué? ¿Por qué ellos siendo tan diferentes, eran o tenían que ser algo? pero en vista de que no tenía derecho a hacer ninguna, solo le dio a Michiru una felicitación tan convincente como pudo.

Después de ese anuncio, no le tomo mucho notar que, aun siendo novios, no eran los más dulces estando juntos, incluso llego a pensar con cierta gracia que su relación se tornaría aburrida con el tiempo y no duraría mucho más de un año.

Hasta que presencio uno de los momentos raros, cuando eran MUY dulces.

Y se repitió muchas veces…

Ella solo podía apartar la mirada y fingir que no los veía, incluso a veces obtuvo el mal habito de "pensar" en voz alta para que recordaran que no estaban solos.

Lo que tenía… ¿eran celos? ¿envidia? ¿de quién? ¿Y porque exactamente?

Ahora mismo no podía resolverlo ella sola…

Cuando llegaron a su edificio, Nazuna ya se había quedado dormida en el asiento del transporte, así que, entre los dos que aún estaban despiertos, la arrastraron desde la recepción hasta su piso, ayudándose de las llaves del bolso de la chica, lograron abrir su puerta ingresando al departamento, al compartir una sola lucidez, en lugar de llevarla a su habitación, terminaron dejándola en el sofá de su sala/Cocina.

De nuevo ambos se sentaron cada uno a un lado de ella, Michiru parecía verla dormir con cierta apreciación, entreteniéndose con las suaves expresiones que Nazuna formaba al dormitar, Shirou solo se limitó a estar ahí hasta que la chica peli azul quisiera irse.

Entre esto, miro al mayor con bastante afección "gracias por ir con nosotras" le agradeció con una sonrisa olvidando susurrar.

"gracias por obligarme a ir contra mi voluntad" Le dijo con demasiada sinceridad y un humor que parecía hasta alegre, al final había visto una o dos cosas interesantes así que se la había pasado bien comparado con otras fiestas.

Pero para su elección de palabras… cualquiera, incluso el, sabría que eso había sido un paso de muerte, afortunadamente… "Pfft˜ ¡HAHAHAHA˜!" Michiru estaba tan desubicada por el vodka en su sistema que solo atino a reírse escandalosamente al respecto, haciendo sonreír también a Shirou.

Estaba muy oscuro, pero aun eran capaces de distinguirse entre ellos, ambos empezaron a acercarse, el olor envinado que los impregnaba a ambos era notorio, pero les daba igual, estaban seguros de que solo sería un besito simplón, pero luego de unos roses ambos terminaron en algo más incriminatorio.

Nazuna empezó a resentir lo poco cómodo que era el sofá en comparación a su mullida cama, por lo cual empezó a moverse levemente, y lo primero que vio al abrir los ojos fue a ellos comiéndose las lenguas frente a ella.

"¡HYAAAAAAAH!" Grito a todo pulmón, espantando a ambos para luego salir de entre ellos casi cayendo al suelo "¿¡También sobre mí!? ¿¡Enserio!?" Los miro fúrica, en especial a Shirou, ambos aun terminaban de procesar que era tan malo sobre todo eso "¡Estoy feliz por ustedes, lo intento, pero no tienen que echármelos en la cara!" Luego de un breve silencio ambos ahogaron unas risas que la hicieron enfurecer más.

"Es *restregándotelo" Shirou la corrigió plano, empeorando la expresión de enojo de Nazuna.

Unas lágrimas rebeldes amenazaron con escapar de sus ojos por la frustración, pero no iba a romperse frente a ellos dos, por muy ebria que estuviese, primero se arrojaría de cabeza desde su balcón.

Antes de pensar en pedirles que se fueran, la mano de Michiru la llamo para volver su vista hacia ella, le ofrecía ayudarla a ponerse de pie… con algo de duda, ingenuamente la tomo solo para ser jalada de vuelta al sofá, odiaba como Michiru era exponencialmente más fuerte que ella, para su desgracia, termino en medio de ambos, los cuales la miraban con una rara atención que empezaba a ponerla nerviosa, como si ella fuera lo más interesante en la oscura sala.

"Na-zu-na˜…" la llamo por su nombre infantilmente "¿Estas enojada conmigo?" le pregunto de los más casual.

… No, en absoluto, ella no tenía motivos para estar enojada.

La chica peli azul entro en su espacio personal "O es que… ¿quieres un beso˜?" le susurro de frente en una voz que nunca la había escuchado usar, su de por si limitado razonamiento fue desafiado al punto de que detuvo su único proceso, mantener una expresión humana, ¿cómo respondes a algo como eso? Miro tímidamente hacia atrás divisando a Shirou, contrario a lo que pensaría encontrar, el mismo parecía curioso de que respondería.

Ella… ¿enserio quería?

Probablemente esta sería una ocasión única… así que ¿por qué no seguir un poco la corriente?

"e-está b-bien" apenas responder criminalmente ruborizada, Michiru la tomo de los hombros y se aproximó a su espacio, no pudo ni dar un respiro antes de que la tanuki uniera sus labios delicadamente con los suyos, el olor a alcohol seguía presente en ambas, pero no era desagradable, su primer beso era extrañamente adorable para las circunstancias.

Pero dejaría de serlo en cualquier momento…

Michiru la domino en solo un segundo, probablemente por el hecho de que a diferencia de Nazuna, ella tenía con quien practicar, el beso se tornó acalorado cuando sus lenguas se encontraron por primera vez en todo el tiempo que se conocían desde su infancia, su circulación aumento de golpe acelerando su corazón y haciendo que su forma animal saliera para complementar la de la peli azul.

A pesar de que Shirou tenía la vaga sensación de que debería estar más consternado por lo que estaba viendo, la vista era bastante… fascinante, interrumpir sonaba como algo que no quisiera hacer.

Al final fue la propia volpe la que escapo de los dulces labios de Michiru, retrocediendo por un momento para recuperar el aire chocando con Shirou detrás de ella al tiempo que este la atrapo con sus manos, al volver la mirada a su amiga, esta parecía más que encantada a la vez que se lamia los labios "¿te gustó˜?" le pregunto con cierta anticipación a la vez que guardaba el sabor de Nazuna en lo profundo de su memoria.

"s-sí" sin aliento y con el corazón desbocado respondió como pudo, si no fuera por su transformación, en este momento estaría sudando a mares.

"¡SIII!" la chica peli azul vitoreo asustándola, luego hizo un silencio momentáneo como si estuviese invocando otra ocurrencia con todo su poder cerebral "¡Ahora con Shirou!" la señalo a ella y al mencionado.

"¿…eh?" Le asustaba haber interpretado eso correctamente.

Michiru no parecía tener intenciones de pedirle que se moviera o de acercarse al lobo, y empezó a pensar que en efecto ella decía lo que pensaba.

"¡Mi-mi-Michiru! ¡N-n-n-n-o puedo hacer eso!" Su cara ahora brillaba de rojo mientras su cola se erizaba.

"pero me besaste a mi…" ¿Como se le ocurría el blandir eso como lógica y con una cara tan inocente?

Shirou chasqueo la lengua al tiempo de que negaba con la cabeza.

"Michiru… no la presiones, no es bueno molestar a las personas con esas cosas" La voz agotada y seria de Shirou a sus espaldas le hizo pensar que tal vez ya había visto suficiente.

"¿Ehhh?" Michiru exclamo aniñada, la chica zorro pensó que el mayor en este momento era la misma voz de la razón viniendo a salvarla, tal vez podía haber consentido a Michiru en su última maniobra, pero siendo alguien integro seguro no se prestaría tan fácilmente a un juego así.

"a menos que ella quiera…" La misma voz de la razón le dijo algo que la paralizo en su sitio

Al voltearse Shirou estaba a una distancia mínima, el sofá no era grande después de todo "Y bien Nazuna… ¿no quieres?" Preguntarle eso debería ser ilegal estando como estaba y menos en esa voz tan profunda.

Shirou la miraba hacia abajo denotando que había una diferencia de estatura notoria entre ellos, ambos estaban evitando respirar por la boca para evidenciar su leve aliento a alcohol, sus ojos verde lima parecían brillar en la oscuridad.

Solo tenía que decir que no… era lo único que tenía que hacer.

A diferencia de Michiru el espero una invitación, una vez le dio una dudosa luz verde con un asentimiento, este se inclinó levemente hacia adelante para darle un beso simplista, solo usando sus manos para sostenerla por la cintura, el cuerpo de la peli rosa estuvo tenso en todo el proceso, pero fue capaz de relajarse cuando encontró comodidad a tan poca distancia de él, un beso de tan solo quince segundos y estaba tan alelada que Shirou fue el que le recordó que tenían que separarse, abandono sus labios llevándose un poco de su aliento con él.

¿Qué mierda había hecho? tenía que parar esto ya, enserio tenía que…

No dejo de repetirse lo mismo mientras Michiru la manoseaba por detrás y Shirou le robaba otro beso, el vestido hacia un pésimo trabajo protegiendo su piel, en vista de que no puso nada de oposición cuando su mano roso sus muslos por error, Shirou empezó a tocar otros sitios…

"Haah˜" Gimió, como una mujer, por primera vez frente a otras personas, al percatarse de ello la vergüenza casi la hace llorar, pero en cambio, sus acompañantes parecían maravillados con su reacción, el peli níveo siguió frotando su venus con dos dedos amenazando con deslizarlos dentro junto con su ropa interior, todo con la expresión más enfrascada que había visto en un hombre… de los pocos que conocía.

Michiru ya había deshecho el listón que sujetaba el vestido a su persona y bajado las copas del mismo para exponer sus pechos a la vista del lobo haciéndola gritar internamente, su amiga empezó masajear esos montículos con tanta delicadeza como podía, de vez en cuando atrapando sus pezones rosados entre sus dedos y dándoles un pequeño pellizco juguetón, también beso y mordió suavemente su cuello desde atrás haciéndola gemir.

"¿…puedo?" Shirou pregunto con una voz ronca e intimidante, abandonando sus labios por un segundo.

"…s-si" Espera… ¿a qué había accedido?

Por debajo de su vestido, el albino tomo sus bragas blancas entre sus dedos y empezó a sacárselas alarmando a la chica enormemente, no pudo oponerse antes de que la despojaran de la prenda más importante de una chica, un hilo de su humedad dejo un rastro en el sofá poniéndola más roja todavía, mientras eso acaparaba su atención, Michiru finalmente derroto el seguro de su falda sacándole el vestido, ahora estaba completamente desnuda a excepción de sus medias, sonrojada y aterrada se limitó a cubrirse como podía.

Ella podía detener esto en cualquier momento, ella era el freno invencible que podía devolver a estos dos a tierra, no dejaba de repetírselo, todo mientras Shirou transformado la cargaba y la llevaba a su habitación con Michiru por delante, en camino para convertirla en la más puta de la ciudad, una vez la dejaron en la cama estos empezaron a desvestirse frente a ella.

Desde la secundaria, por medio de los exámenes físicos y de salud, sabia como era el cuerpo de Michiru y los cambios que tuvo hasta la preparatoria, ambas solían comparar el cuanto habían crecido en un juego tonto, y nunca se había avergonzado de verla desnuda fijamente, pero llegando a esta situación, empezó a contemplar a su amiga en el sentido sexual.

Michiru no era superdotada, pero era atlética y su busto era de un tamaño proporcionado y bien definido, un vientre plano ligeramente moldeado, su trasero y caderas estaban en sintonía con toda su complexión… en pocas palabras, Michiru era una belleza.

Al menos si se trataba de Shirou y su abundante pelaje ella no tendría problemas para verlo de frente, había tenido la ocasión para verlo en el ataque de Sylvasta a la ciudad, aun si esa mota de pelusa parecía esconder algunos músculos, Shirou seguía viéndose extrañamente inofensivo e incluso abrazable.

… o lo pensó hasta que se dio cuenta de cómo se veía la roja y palpitante erección del enorme y gordo pene de un lobo beastman.

Nazuna cubrió sus ojos mientras chillaba por dentro.

Estando distraída por el arma blanca de Shirou, Michiru se metió entre sus piernas y sin dejarla preguntar, empezó a darle besos en las caras internas de sus muslos, bajando lentamente hasta darle una degustación a su cereza "¡Ah˜! ¡mierda˜!" Nazuna se aferró a las sábanas al sentir lo que era recibir su primer oral, aun si era la primera vez que Michiru tenia a otra chica en su cara, esta sabia por cortesía de cierto lobo, que botones presionar para hacerla cantar a su antojo.

Al mirar a Shirou, pudo observar que este no ocultaba su predilección por su novia, pues este se aproximó para alinearse con su entrada y luego deslizarse dentro de ella por detrás, mientras esta levantaba las caderas para darle fácil acceso, sin que esta dejara de saborear sus carnosos labios inferiores, entre jadeos y gemidos, no perdió detalle de como algo tan grande podía albergarse dentro de Michiru, deslizándose de adentro hacia afuera como si estuviese hecho a la medida, los intermitentes empujones de las embestidas del mayor hacían a Michiru moverse entre sus piernas.

Un par de minutos pasaron, empezó a sentir un cosquilleo eléctrico desde sus interiores, como si todo dentro de ella estuviese teniendo espasmos, quiso pedirle a Michiru que se hiciera a un lado, pero esta se empeñó aún más en lamer su coño cuando sintió todo el cuerpo de Nazuna estremecerse ante la llegada de su primer orgasmo inducido por ella, y no iba a dejarla perderse un solo segundo de ello "¡Nhhggggggaaaah˜!" Nazuna apretó sus labios intentando no gritar, pero al final su voz logro un escape.

Michiru le dio algo de espacio mientras se aseguraba de recordar bien el sabor de su mejor amiga, dejando su temblorosa vagina chorrear como una fuente de miel.

"Huff˜ hah˜ ¡!Ngaaahhh˜!" Inadvertidamente Michiru también dejo salir un poco de tensión mientras se sujetaba la borde de la cama, de su unión con Shirou empezó brotar una fuente de líquido blanco, que, en un fino hilo, llego hasta el suelo, la cabeza azul se derrumbó frente a la cama de rodillas con una sonrisa satisfecha en su cara.

Nazuna trago un montón de saliva que se acumulaba en su boca, a pesar de haber tenido un orgasmo hace nada, su venus parecía ansiosa por tener algo más dentro, y el miembro erecto de Shirou aun parecía en forma para complacer a alguien más…

¿realmente ella podía pedir eso en voz alta? No tuvo ni que pedirlo

Michiru se puso de pie torpemente, aun goteando la semilla del mayor de su zona baja, se colocó detrás de ella actuando como respaldo, asegurándose de que sus pelajes se sintieran y que sus pechos tocaran su espalda, mientras sujetaba uno de los senos de Nazuna con una mano, con la otra la hizo abrir las piernas junto con los pliegues de su flor con dos dedos para la vista del albino, este se subió a la cama y se colocó sobre ella en una posición adecuada para unirse, el corazón de Nazuna estaba a mil por hora, pero estaba tan ansiosa que no le importaba lo mal que esto estaba.

Justo antes de que sus cuerpos embonaran, Shirou se quedó en blanco sobre ella…

"no traje protección…" El lobo pareció recordarse en voz baja avergonzado, pero ambas lo escucharon de todas formas "si quieres parar ahora…" ¿y ahora era cuando empezaba a sonar razonable?

Michiru pareció estar decepcionada, como si eso fuese un hecho invencible.

Nazuna lo tomo del pelaje del pecho y lo hizo acercarse a ella.

"Tomare una píldora mañana… date prisa y cógeme" En su vida había tomado una píldora, pero francamente estaba dispuesta a tomar el riesgo, ya la habían arrastrado hasta aquí y no iban a dejarla tirada frente a las puertas del cielo.

Detectando una pizca de asertividad en la voz de la idol desde que se había despertado, no pudo evitar que eso lo pusiera aún más duro, sonrió ampliamente antes de dirigir su carne a su entrada, la chica zorro tomo la mano de su amiga al notar como el primer contacto con su coño virgen era apretado.

"aguanta solo un segundo…" La voz de Shirou se volvió bastante consolativa, eso solo sonó a que esto iba a doler, tomo una bocanada de aire guardándola en sus mejillas para evitar hacer un sonido que no quisiera escuchar.

Para resumir la sensación que vino después… sentía que la estaban abriendo como un pavo de navidad, aun con lo húmedos que estaban y lo cuidadoso que era el lobo al moverse, sentía que sus interiores estaban siendo restirados al recibir un huésped completamente desconocido para el cuerpo de una idol.

Una vez que lo tuvo todo adentro excepción de su nudo, dejo escapar el aire que tenía guardado empezando a jadear notoriamente mientras sus ojos se humedecían con pocas lágrimas, el dolor era equiparable al depilarse con cera… solo que desde adentro.

Shirou evito moverse para darle tiempo para acostumbrarse, contemplándose con detenimiento, aprecio que ahora parecían un sándwich con Nazuna en medio.

Pasados unos segundos entre jadeos y caricias discretas de los tres, el dolor empezó a desvanecerse dejando en su lugar una sensación más cálida y placentera, su vagina estaba tan ajustada a la hombría de Shirou que podía sentir el más mínimo movimiento en sus interiores, como resultado, empezó a gemir en voz baja delatándole al mayor que era hora de moverse, deslizo su carne hacia afuera haciendo que Nazuna sintiera la exquisita fricción en lo profundo de su ser, para luego insertarla de nuevo y besar su cérvix con la punta de su pene.

Solo una probada de esa sensación fue suficiente para hacerla envolver sus piernas en la cintura del mayor y tomar el pelaje de su espalda con fuerza queriendo hacerlo penetrarla de nuevo.

En un instante terminaron cara a cara, muchas personas daban testimonio de lo intimidante que era el mayor cómo un lobo blanco, su aspecto le gritaba a todo el mundo que era alguien de cuidado y para Nazuna en este momento, su mirada era simplemente feroz y dominante, no encontró como expresarse correctamente hasta que su hocico entro en su espacio.

Como antigua humana, realmente encontró inusual besar a Shirou así, pese a sus impulsos iniciales, logro corresponder el beso como se debía, acaricio su melena mientras sus lenguas se encontraban tímidamente en la punta de sus bocas, no era ni la mitad de invasivo de lo que había sido Michiru y era hasta dulce, sus bocas departieron dejando que Shirou fuera a su busto, aspiro el olor de entre sus senos encontrando una delicada esencia a perfume, luego les dio una lamida antes de embestirla de nuevo, cuando hubo establecido un ritmo fue cuando empezó a cogerla como se debía, rápido, constante y con muchos ruidos húmedos.

"Ah˜ ¡hah˜! ¡Shirou˜!" Nazuna lo sentía entrar y salir de su dilatado coño, mientras la empujaba sobre Michiru, seguía chupando sus pechos, lamiendo el seno y luego volviendo a consentir a sus sensibles pezones.

Detrás de Nazuna, el albino pudo divisar la cara berrinchuda de Michiru, que lo miraba con recriminación, probablemente por acaparar a Nazuna o no prestarle suficiente atención, no estaba seguro y no podía concebir muy buenas ideas en este momento, pero algo tenía que hacer al respecto.

"Nazuna…" La llamo haciendo que levantara las orejas en el acto.

"¿si˜?" Suspiro ese monosílabo entre jadeos.

"Date la vuelta…" Le pidió… más bien le ordeno, confundiéndola de sobre manera.

"¿eh…?" Tomándola por los glúteos y sin salir de ella, la ayudo a girar sobre su propio cuerpo, Nazuna termino de frente con una igualmente confundida Michiru, los pechos de ambas chicas terminaron tocándose, al igual que sus delicados pezones, también sus feminidades estaban a una distancia peligrosa.

Con la nueva vista de Nazuna y su posterior, le dio una firme y sonora nalgada haciéndola chillar "Buena chica˜… tan obediente˜" froto su glúteo derecho cortésmente delineando su ano con el pulgar, ante el extraño cumplido sintió como si todo su cuerpo se encendiera, su pecho se sentía caliente y aunque nunca había dejado que pasara en público, su cola empezó a menearse por excitación frente a un divertido lobo.

Shirou reanudo su trabajo de pistón, las constantes embestidas empujaban a Nazuna hacia adelante haciendo que su cuerpo se frotara con el de Michiru, el rosado clítoris de la peli rosa conoció brevemente el de la peli azul haciéndolas temblar y gemir, dejaron de oponer resistencia y dejaron que sus sexos se encontraran en un beso mientras una de ellas era penetrada, los jadeos y los gemidos de ambas se mezclaban en el poco espacio que había entre sus bocas, sintió que los labios de Michiru la llamaban, se juntó con ella dejando de lado su timidez, esta vez tomando la iniciativa y dejando que su lengua jugara con la de su amiga de la infancia con libertad.

Entre el vaivén, los roses y los besos, Nazuna fue la primera en sentir ese cosquilleo en sus entrañas que le avisaba de la venida de un orgasmo, sus jadeos se hicieron agudos mientras escondía su cabeza junto a la de Michiru, perdía movilidad mientras se ponía más tensa, así que estaba en manos de Shirou, sintió como la tensión se acumulaba en su región pélvica para luego ser liberada en una sola descarga de puro placer picante.

"¡HAAAh˜! ¡Ngaaah˜!" Se desencajo en un gemido agudo mientras se aferraba más a su desnuda amiga que también llegaba al orgasmo junto a ella, no podía dar crédito a que eso fue incluso mejor que un oral, y lo mejor era que Shirou seguía embistiendo prolongando más esa exquisita sensación.

Luego vino algo nuevo, sintió algo abultado entrando dentro de ella y rascándola más profundo, una viscosidad caliente se esparcía por sus interiores llenándola hasta desbordarse, era como ponerle crema batida a un pastel de por si perfecto, la base del miembro de Shirou empezó a hincharse creando un perfecto tapón para que esa semilla se quedara donde debía estar, Nazuna estaba demasiado agotada y temblorosa como para intentar escapar, así que ni se molestó en intentarlo.

Se quedaron ahí uno encima de otro, jadeantes y calientes, una vez que Shirou dejo ir a Nazuna con un surtido dentro de ella, todos empezaron a buscar un lugar en la cama, era muy tarde, en su razonamiento, ya no tenía sentido ir a la cooperativa si tenían un lugar cómodo justo ahí.

Nazuna no lo aprecio en su momento, pero nunca había dormido más cómoda en su vida.


Al día siguiente, Nazuna conoció a un nuevo amigo… la resaca, aun con todo lo que paso ayer, el par se quedó con ella hasta que el infernal dolor de cabeza bajo, no pudieron tener un lindo despertar para contemplar con detenimiento lo que habían hecho, pero era muy fácil deducirlo y no estaban tan cortos de memoria.

Para decepción de Nazuna todo desemboco en...

"¡No sé en qué pensaba!… por favor no te enojes con Shirou" Ella intento asumir toda la culpa de lo ocurrido, los recuerdos no eran tan borrosos como para pretender que nadie recordaba nada, pero estaba segura de que ella había empezado todo y que sería menos dura con ella que con el mayor.

"Michiru, no soy un niño, se bien lo que hice y se supone que soy el responsable, debí haberlo parado todo, también estoy avergonzado" Contradijo a Michiru ganándose una mirada feroz de ella, ¿no veía que intentaba arreglarlo por los dos?

Nazuna realmente no quería una disculpa, llamo la atención de los dos con una sonrisa insegura.

"yo tampoco hice nada para pararlo… creo que no hay culpables, solo es algo que paso" La intervención de Nazuna los contrario a ambos.

"pero… ¿estas bien con eso? Es decir… tu nunca habías…" Nazuna se molestó más por la insinuación de la palabra "virgen", era la última de sus consternaciones, pero decidió mantener su expresión reconfortante.

"Estoy bien… n-no me hicieron nada que me desagradara" En silencio espero que alguno captara el segundo mensaje, aunque Shirou pareció intrigado, decidió no abrir la boca.

"¿Estamos bien?" Michiru pregunto con alivio, viendo que su amistad con Nazuna no parecía peligrar.

"… como siempre" Nazuna lo dijo resignándose con una falsa sonrisa, Michiru le dio un abrazo reviviendo varios recuerdos turbulentos de anoche, pero ya no podía excusarse de estar ebria para hacer nada además de corresponder el abrazo.

Antes de que ambos partieran, Michiru le dio entrega de una de las píldoras que empezó a usar cuando ella y el mayor empezaron a tener intimidad, una forma de borrar todo lo que paso ayer para pesar de Nazuna, los dos tenían que irse para explicarle a los Horner porque no habían llegado anoche.

A espaldas de Michiru, Shirou le dedico una mirada inquisitiva antes de salir de su departamento.

Nazuna no pudo evitar quedarse con una sensación de vacio.


Tres meses pasaron volando para el resto del planeta, para Nazuna se sintieron como tres años.

Algo que podría haber sido una bomba de profundidad en cualquier noviazgo normal, para el raro noviazgo de Michiru fue como un guijarro cayendo sobre el un bunker nuclear, no debía malentenderse, estaba feliz de no haber arruinado la relación de su mejor amiga…

¿Pero enserio ni les hizo pestañear?

Dejando eso de lado, empezó a analizar su propia persona y si lo que realmente le pasaba es que solo se sentía… sola… así que, para tratar su pequeño complejo, decidió que tal vez era hora de tener citas, o al menos lo intento…

De entre el staff de Marie, que tenía algunas caras bonitas, los amigos de Michiru, sus propios amigos… que no eran muchos (No considero a sus fans por obvias razones) no encontró a nadie que despertara un sentimiento en ella.

Las aplicaciones de citas estaban fuera de discusión…

No era que fuera demasiado exigente… solo que nadie despertaba algún sentimiento especial en ella, no como el de aquella noche, viendo que podría llegar a herir a alguien, decidió evitar molestar a cualquier persona para no crear más estúpidos malentendidos.

Lejos de encontrar una mejoría en el distanciamiento preventivo con Michiru y Shirou, también empeoro con el tiempo, empezó a tener sueños… sueños húmedos.

Ya fuera reviviendo todo lo ocurrido esa noche como si fuese su película favorita o en situaciones irrealistas y sexuales involucrando a la pareja, ya fuese con ambos o alguno de los dos por separado, se sentía horrible por no ser capaz de evitarlo, pero eso solo venia una vez que despertaba en la cama, sola, a punto de jugar con su cuerpo.

Realmente le sorprendía que esas fueran sus preferencias…

El resto del tiempo podía aparentar sentirse bien, pero la sola existencia de esa insatisfacción consigo misma solo la hacía miserable a un nivel emocional.

Todo este tren de pensamientos paso mientras iba a comprar comestibles, solo la carne, los vegetales y los cereales que usaría los próximos días para hacer la comida estaban en su bolsa de tela, una vez formada en la caja, noto que la persona adelante era bastante familiar…

Shirou volteo a observarla sujetando sus propias compras.


"Se que dijiste que era urgente, ¿pero porque en el Karaoke?" El albino no oculto su inquietud confundida con disgusto, los lugares animados no eran lo suyo.

Estaban sentados en lados opuestos de una mesa en una sala privada, sus compras estaban junto a ellos en un cómodo sofá aterciopelado.

"No se me ocurrió nada más (Y francamente me aterra la idea de llevarte a mi departamento)" Uno de los karaokes en Animacity que emula los de su vecino Tokio cruzando la costa, con las salas privadas, servicio por teléfono y toda la cosa.

… y ahora que lo pensaba con detenimiento, esto era tan malo como llevarlo a su departamento.

Reconsiderando sus opciones de vida en silencio, fue Shirou el que demostró tener la iniciativa para resolver las cosas como adultos… tan adultos como podían ser.

"¿Quieres hablar de lo que paso?" Para Shirou no había ningún otro motivo para que ella hablara con él, a pesar de lo silencioso que había estado todo, sabía que no se olvidaría tan rápido sin importar cuanto fingiera.

Nazuna no tenía idea de dónde empezar…

¿Por qué confiar en Shirou? Era simple, los terrores nocturnos que había tenido los primeros días desde su pequeño exceso con el alcohol y el sexo, había sido que le producía pavor que Shirou pudiese escupir información delicada sobre ella a algún conocido en un alardeo y que eso pudiese destruir su carrera al ser catalogada como una zorra sin frenos… o lo otro, que intentara extorsionarla por dinero, haciendo que Marie renunciara para evitar pérdidas y dejándola en quiebra.

Sí, pura paranoia, el albino se había mantenido recatado y callado al respecto, podía ser gruñón y tacaño, pero inmaduro no era en absoluto.

Suponía que era cierto, los caballeros no tienen memoria.

"¿no estas… ni un poco molesto por lo que ocurrió?" pregunto tímidamente, era el mejor inicio que podía pensar, al peli níveo pareció hacerle gracia.

"Creí que tu estarías molesta" Por un momento tuvo la delusión de que esto sería una charla muy corta.

"Si, creo que ese es el inicio de mi problema" se froto la nuca, mientras su cara mimetizaba el color rojo.

"¿… Problema?" Nazuna se volvió a preguntar si enserio hablaría esto con Shirou, solo quería sacarse esto del pecho.

"me siento rara desde que todo paso, no estoy enojada o disgustada, solo me siento… triste, aun no entiendo cómo pueden actuar como si eso fuese algo que solo paso y ya" Lo coloco en la menor cantidad de palabras que podía.

No sabía que quería de él.

"¿En otras palabras…?"

"Creo que… me deprime saber que fue algo que ya no volverá a pasar…" Lo susurro, una parte de ella esperaba no haber sido escuchada, pero la expresión que Shirou tenía cuando levanto los ojos era de bastante inquietud, luego le siguió un suspiro y una mirada complicada dirigida a ella.

"¿te gusta Michiru…?" sí, pero eso no era todo el asunto, no la dejo responder, Shirou siguió hablando "Cuando llegó a la ciudad… no dejaba de mencionarte, incluso antes de que te aparecieras junto con el culto del lobo plateado, luego de pasar solo un día contigo, se veía devastada, aun me da miedo preguntar que podrías haberle dicho para abatir así a alguien como Michiru" Aun con ese tono sereno, eso tuvo cierto peso en ella, y lo decía porque se sintió como una pedrada en su cabeza "pero aun así… ella te adora, incluso aunque estamos juntos, no creo que eso cambie o que salgas de su vida muy pronto, así que no tienes que preocuparte por eso" Shirou le dijo con algo parecido a la resignación o a un humor agridulce, que pronto se tornó en severidad "pero, si lo que esperas es que me esfume yo de su vida… eso no va a…"

"No quiero eso…" Lo interrumpió con apresuro, viendo a donde iba a parar la conversación "Ella está bien contigo… lo que quiero decir es que… esto fue mala idea" se resignó a medio camino, pero Shirou tuvo una impresión que sonaba ridícula viniendo de él, pero que tomaba sentido recordando algunos de los eventos de aquella noche, todo se resumió en una sola pregunta…

"Nazuna" Le llamo la atención con una mirada de consternación "¿Te gustan los chicos o las chicas?" de nuevo la sangre en la circulación de Nazuna tomaba su respectivo lugar… en su cara.

"¡N-n-n-no puedes preguntarme eso!" Le grito olvidándose que esto era un negocio y que había gente al lado, suponía que no importaba desde que el lugar estaba hecho para hacer ruido.

"Si puedo, el que no deba es otra cosa" Le dijo de una manera bastante vaga, es un… "¿y bien…?" la alentó a responder de manera muy desconsiderada.

La sola pregunta era una trampa, ella sabía cuál era la pregunta oculta detrás, pero caer en ella parecía tan… liberador.

"ambos…" De nuevo en voz diminuta, pero sin perder detalle de la reacción de Shirou.

El hombre de ropajes negros mantuvo una mirada perdida, luego aspiro ampliamente por la nariz y luego exhaló con toda la calma que podía…

¿Qué demonios significaba eso?

"n-no sé cómo sentirme al respecto… por lo que Michiru dice eres maravillosa… pero no creo que sea buena idea que te guste yo… junto con Michiru, menos aún que sea porque tuvimos sexo" la amonesto evitando sonar parcial o aversivo, pero manteniéndose realista.

"para mí fue más que solo sexo…" Miro otro lado severamente afligida, a Shirou realmente le alarmo verla así.

La imagen de Michiru diciéndole que fuera más sensible se apareció sobre su cabeza.

"bueno… no es que sea algo malo, no te conozco tan bien así que no sé qué responder… creo que es mejor que seamos amigos por ahora" para Nazuna no sonaba nada prometedor, pero al menos había logrado evitar caer en un pozo… o eso creyó "… hablare con Michiru al respecto y vere que opina" se levantó de su lugar, tomo sus cosas y se aproximó a la salida… Nazuna se transformó alarmada y le salto encima.

"¡Nononononononono! ¡no le digas por favor!" Lo arrastro a su propio sillón, a Shirou lo tomo con la guardia baja lo fuerte que era para ser tan delgada y para su estatura.

Nazuna quería retirar todo lo que había dicho, quería borrarlo de la existencia.

Shirou la tomo de las manos con tanta delicadeza como pudo para evitar que siguiera enterrándole las garras.

"tranquila, si se trata de ti no reaccionara mal" Intento calmar ese pánico asesino.

"… por favor no" le volvió a suplicar con un miedo indescriptible en sus ojos, tenia pavor a varias cosas, perder su amistad con Michiru o peor, no perderla y solo hacer el ridículo.

Shirou suponía que solo ella se entendía… tal vez no le correspondía proporcionar soluciones… al diablo lo haría de todos modos.

"¿… y que harás si lo hago?" la voz y expresión de Shirou cambiaron súbitamente desapareciendo esa amabilidad y dejando a la chica con un hombre inmensamente apático de sus sentimientos.

Nazuna se sintió completamente desolada, intento desviar la mirada lejos de él, pero la tomo por el mentón y la obligo a verlo de frente, una sensación muy familiar llego y se alojó en su pecho, sus manos se rehusaban a moverse, ella juraría que "Algo" iba a pasar y ella no se resistiría.

Algo dentro de ella le decía que él podía solo arrancarle la ropa, follarla aquí mismo y probablemente estaría bien con eso.

Pero nunca paso, solo siguió mirándola a una distancia muy insegura, haciéndola sentir desesperada "yo no lo hare, tú le dirás" al captar a que se refería, Nazuna se aterro por la idea.

"Se honesta con ella, no pasara nada malo" volvió a su tono mesurado y agotado, devolviéndole a Nazuna su espacio personal.

"… no lo sé" aun siendo raramente apoyada por Shirou… se sentía mortalmente insegura para hacer nada.

"Solo haz lo que hiciste hoy, se estúpidamente impredecible y escúpeselo sin pensar en consecuencias" eso pareció una especie de reprensión y la fastidio sin fallar.

"…oye" quiso enfadarse, pero no le nació, decidió atender otra interrogante "¿no te molesta que se aproximen a Michiru así nada más?"

"Claro, si fuera cualquier otra persona, ya estaría clavada en la pared" Dicho con tanta normalidad sonaba hasta aterrador, Shirou se acercó a ella y la abrazo hundiéndola en su ropa como si fueran viejos conocidos "pero eres tú, así que lo dejare pasar" sonaba tan torcido y a la vez tan tierno que se dejó hundir en ese abrazo "además…" Se acerco a su oreja "no me causaras problemas, porque… yo se lo buena chica que eres˜"

De nuevo tuvo esa descarga de sentimientos salvajes de aquella noche, más específicamente los recuerdos la posición vulnerable y comprometedora en la que había estado la primera vez que había escuchado esas palabras, sintió como su corazón empezó a retumbar al mismo tiempo que su cuerpo se tensaba y calentaba, en especial su zona pélvica, pero sin dejarla desahogarse o proporcionarle alivio alguno, Shirou la soltó y tomo distancia.

"tu cola…" Señalo inapropiadamente su trasero remarcando que en efecto su cola se movía emocionada de lado a lado, ella la sujeto con las dos manos para detenerla, avergonzada de muerte "ya va a terminar la hora de renta… vámonos" Shirou volvió a su humor característico como si lo de recién no hubiese pasado e incluso abriendo la interrogante de que tal vez lo había alucinado, tomo ambas bolsas y lidero hasta la salida, a pesar de que ella había pedido la sala, fue Shirou quien pago por ella.

Una vez afuera, le dio sus compras ya no tan congeladas y la acompaño todo el camino hasta su intersección.

"Ah claro, si no lo haces tú, le diré yo…" Le dijo antes de separarse de ella e ir a su edificio.

"¿¡QUE!?" No le dijo nada más… ni cuánto tiempo le daría, la dejo ahí en la acera con su bolsa goteando por el descongelamiento.


Paso una semana, Nazuna había estado aterrada todo ese lapso de tiempo, cada vez que veía que el sol se ocultaba, temiendo que Shirou hubiese perdido la paciencia y cumplido su amenaza, pero por lo tranquila que estaba Michiru suponía que no era el caso.

Habían sacado un par de sillas al balcón, tomando el fresco aire de la noche y comiendo las golosinas que habían comprado junto con te helado.

Después de un largo tiempo, ambas se habían dado permiso para una salida normal, después de ir de compras y tontear un rato por el centro, habían llegado al departamento de Nazuna al anochecer, aquel lugar donde había ocurrido todo, ahora ya no quedaba algún indicio de esa noche, pero la chica volpe la revivía solo de mirar sus sabanas.

"¿en qué tanto piensas?" Era la segunda vez que atrapaba a su peli rosa amiga con la mirada perdida en la nada.

"N-no es nada" Aparto su mirada del interior de su habitación y la dirigió a las luces nocturnas de la ciudad, desde la alcaldía hasta la llamativa torre "Sylvastardo".

Sin darse cuenta, la bolsa de golosinas estaba ahora vacía.

"sabes, me alegra que quisieras salir conmigo hoy… no habíamos pasado el rato desde…" Michiru se acercó a un borde sensible, pero cerro la boca viendo a donde iba esa sugestión.

"¿el aniversario…?" Completo circunspecta, aunque secretamente complacida de que lo mencionará.

"perdón…" disculparse fue un reflejo, bajo la mirada junto con sus orejas.

"no estoy enojada, solo me puso un poco en perspectiva" dijo algo melancólica.

"¿sobre?" El interés de Michiru se manifestó en breve.

"… me dan envidia, Shirou y tu" No era un intento de manipulación, era verdad… pero no envidia en el sentido que uno pensaría "hace un mes incluso pensé en tener cit…"

"¿¡Qué!? ¿¡Por qué!?" Michiru invadió su espacio al instante.

"tranquila no encontré a nadie que me interesara… oye, gracias por verte tan aliviada, es bueno saber que quieres que muera sola" le reprocho obviamente molesta haciendo que Michiru desvaneciera dicha expresión de su cara al instante.

"n-no fue mi intención" cerro los ojos con fuerza y junto sus manos frente a la chica.

Michiru volvió a su silla, ambas entraron en una pausa, dejando que el tema se enfriara mientras seguían mirando el panorama de la ciudad.

"¿qué piensas de lo que ocurrió esa noche?" además de disculpas, no había escuchado nada más de lo que opinaban ellos… bueno, por lo menos Shirou no se veía molesto.

"n-no sabría qué decirte" Michiru aparto la mirada mientras su cara brillaba en rojo.

"bese a Shirou y también a ti… ¿no te molesto?" había ocurrido mucho más que un beso, pero tampoco quería iniciar una pelea sugiriendo algo sin querer.

"… para nada, tú lo dijiste, fue solo algo que paso" por alguna razón no podía frustrarse por Michiru siendo tan densa, tenía una expectativa irrealista de lo que podía pasar, así que ¿quién era ella para exigirle algo a Michiru? aun así, decidió entrar de lleno en el lodo…

"¿… pero, fue agradable?" Su tono estoico se volvía cada vez más inseguro.

"¿a-agradable?" Michiru se aseguró de haber escuchado bien.

"¿t-te g-gustó?" Rectifico mientras miraba a cualquier sitio menos a Michiru y su cara se volvía aún más roja que la de ella.

"s-si no te vas a enojar… si, diría que sí, fue muy divertido y realmente me gusto estar tan cerca de ti… ¿qué tal tu?" le paso esa papa caliente de inmediato, Nazuna se tomó su tiempo para pensarlo, pero una vez teniendo una confirmación de Michiru no tenía mucho que decir.

"… fue la mejor noche de mi vida" tomando en cuenta que su primera presentación fue un desastre de proporciones apocalípticas y que no había tenido una graduación de preparatoria u universidad, podía darle el primer lugar sin problemas.

"¿¡lo dices enserio!?" Michiru no oculto su emoción y asombro.

"si…" había dado el salto de fe, pero realmente no sabía dónde caería.

"¡p-p-podemos repetirlo si quieres!" Se acerco de nuevo a su espacio, tomando sus manos y diciéndoselo como si fuera lo mejor del mundo.

"¿enserio? quiero decir ¿Shirou estará de acuerdo?" hablando de él, tenía razón, solo basto con decírselo.

"¡Claro que lo estará, le diré en cuanto lo vea!" Le afirmo con toda la seguridad del mundo….

Demasiada para gusto de Nazuna… de hecho, ni siquiera lo dudo…

"¿… cómo lo sabes?" su faceta paso rápidamente de la emoción a la recriminación, Michiru se mordió la lengua.

"b-bueno…"


La cooperativa estaba bastante silenciosa, sin Michiru o los Horner, encontró algo de tiempo para estar a solas.

Shirou decidió tomar este tiempo para recostarse y vaciar su mente, no le apetecía hacer nada más, ni siquiera leer un libro, incluso ojeo su teléfono en un acto poco usual, Michiru le había creado una cuenta de Facelook contra su voluntad, así que inevitablemente recibía algunas notificaciones, más que nada de cosas que Michiru creyó que le gustarían… increíblemente se encontró viendo algunas por pura curiosidad, el silencio le ayudo a detectar un próximo batir de alas y el sonido de algo intentando abrir su ventanal.

Una vez que pudo abrirlo, Nazuna se arrastró dentro evidentemente fúrica, gateando en sus primeras andadas corrió al sofá gritando y luego se le abalanzo encima.

Kuro empezó a volar alrededor de la habitación, asustado y graznando.


Tras una breve pelea en el sillón, al final la chica zorro termino agotándose sin poder hacer mucho, además de darle algunos arañazos con esas poco amenazantes garras, si hubiera usado sus poderes esto habría terminado en un desastre, así que cuando mucho, Shirou sabía que tuvo moderación, además, el parecía hasta divertido en cierta manera, una vez se hartó de forcejear y termino tomando distancia sentada en el mismo mueble.

Jadeo un poco recuperando el aliento.

"Te voy a sacar los ojos con un picahielos…" le bufo amenazante con algunos vestigios de su rabieta.

"¿tienes el picahielos?" le pregunto con curiosidad.

"… lo olvide" Se cruzo de brazos aun mirándolo molesta "¿¡porque le dijiste!?"

"te dije que lo haría si no lo hacías tu" Por cierto, creyó haberle dicho a Michiru que guardara el secreto y solo fuera con la corriente.

"¡eso fue horrible, eres un tarado…!" De nuevo le reprocho, apretando los dientes, con la cara roja y sin dignarse a verlo.

"¿qué te dijo?" Shirou ignoro la densa atmosfera y le pregunto viendo su teléfono que arrojo otra notificación.

"… si quiere" su rabia se derritió lentamente en una sutil timidez.

"te lo dije" A pesar de que no había vagamente alguna emoción en ese "te lo dije" igual la molesto, pero enfadarse con él no la llevaría a algún lado.

El lugar estaba extrañamente callado, juraría que Michiru empezaría a perseguirla apenas se fue.

"¿por qué eres tan abierto al respecto? creí que alguien como tu sería más… conservador" conocía a Shirou de pocos años, pero siempre daba la impresión de ser un estirado y vio en un par de ocasiones ahuyentar a uno que otro pesado de la presencia de Michiru.

"Las relaciones no siempre son ideales, los beastman fuera de la ciudad en su mayoría viven en comunidades pequeñas, y si las familias empiezan a tener poca decendencia puede llegar a ser grave, así que la poligamia viene más seguida de lo que te imaginas, por eso no es tan inusual para los beastman, aunque la mayoría en la ciudad prefiere las relaciones monogámicas" no era un dato muy reconfortante en absoluto.

"¿tu querías algo así?" levanto cierta sospecha sobre él, mirándolo con una vaga inquisición, Shirou no se ofendió en absoluto.

"no como para buscarlo, pero si Michiru está feliz contigo alrededor, nadie más se mete y no la lastimas, por mi está bien" se explicó tomando reposo en el respaldo.

Una nueva pausa se hizo presente.

"¿… yo te gusto?" era otra inquietud que tenía, no quería que el hiciera esto solo por obligación.

"Ew no" respondió con los ojos cerrados como si fuera lo menos importante del mundo.

"¡Oy…!" antes de que se desplantara en un reclamo, Shirou le sello la boca con la suya, a pesar del confuso mensaje, termino captando que solo era una patraña, era como recibir una dosis de una droga que solo había probado una vez y se había vuelto adicta.

Una vez que tuvo suficiente del placentero sabor de la fémina, Shirou creyó que sería divertido infringirle abstinencia, se separó de ella sin darle una probada más, volvió a su antiguo lugar en el mueble pretendiendo mirar el vacio.

Antes de preguntarle el porqué, unas pisadas se escucharon en el exterior de la oficina, Michiru abrió la puerta de golpe, algo agitada por la carrera desde su aterrizaje en la azotea hasta acá, perdió de vista a Nazuna en cuanto salió del departamento y tardo en reastrarla, el apuro que tenia se desvaneció al ver que ambos parecían estar bien.

"huff˜ ¿todo está en orden?" les pregunto a ambos, Nazuna seguía sin ubicarse muy bien.

"dijo algo de sacarme los ojos" Shirou escupió sin ninguna mesura, las reacciones de ambas fueron diversas entre la ira y la confusión, pero eso fue solo el inicio de la noche.


Establecer condiciones en una relación nunca era necesario, era algo que solo ocurría cuando había química entre personas y el afecto suficiente, pero para una ocasión tan poco común… se prometieron que nadie estaría atado a nada, la relación de Nazuna con ellos seria independiente de la relación de Michiru tenía con Shirou, por tanto, cualquiera podría abandonar en el momento que quisiera.

Querían que fuera lo más informal y también lo más discreto posible, si de por si Nazuna tenía una reputación frágil, no querían ni pensar que pasaría si se descubriera que la chica comía de dos restaurantes distintos… y aun se estaba acostumbrando.

"no intentes meterla toda de una vez, empieza lamiéndola" Michiru intentaba enseñarle lo que era tan grandioso de dar una felación a propio cuestionamiento de Nazuna, en su departamento, que era el lugar más privado que podían tener.

Shirou hacia un esfuerzo genuino de no delatar alguna expresión vergonzosa, pero realmente la vista era simplemente incitante, nadie en esta habitación estaba vestido, a pesar de que solo necesitaban que se quitara los pantalones, Michiru le insistió en quitarle todo.

Aunque la chica volpe ya conocía la mitad baja de Shirou, aún tenía cierto miedo a acercar su cara a su "palo" cuando él era un animal, pero después de acostumbrarse al sabor de su carne y lo caliente que se sentía, ahora solo tenía que aprender a hacerlo debidamente, además de que empezaba a ver la liviandad del acto, el calor que se acumulaba en su vientre la incomodaba al punto de hacerla mover las caderas con impaciencia, su cola había obtenido la costumbre de delatar lo emocionada que estaba.

Los dedos de Michiru en su entrepierna la recompensaban por hacer su mejor esfuerzo, pero solo la mantenían al borde mientras seguía su degustación, el líquido que escapaba de la punta, a pesar del raro sabor, solo le ponía más caliente la cabeza.

Finalmente capturo el ritmo, un movimiento de cabeza que ella nunca creyó tener que aprender, aún estaba retraída por su timidez, pero con tantas sensaciones a la vez, era difícil recordar que era tan importante sobre el pudor o porque le había importado alguna vez.

La mano de Shirou, quien se había reservado de hablar mientras la miraba asombrado, se situó en su tez, con alta delicadeza, acarició su suave y sedoso cabello.

Sin saber cómo lo tomaría, en un acto de puro descaro le acaricio las orejas, tal vez era una mezcla rara de indignación y efervescencia sexual, pero mientras la acariciaban como si fuera una mascota, Nazuna empezó a respirar agitadamente al mismo tiempo que aumentaba la velocidad y la profundidad con la que engullía su pene.

Aun para consternación de Michiru, el lobo siguió alterándola con sus mal intencionadas caricias, haciendo que la chica empezara a usar un obsceno juego de lengua que prometían hacerlo subir a las nubes, el albino empezó a gruñir mientras enseñaba los dientes y se encorvaba hacia adelante, finalmente su voluntad no llego para más, se descargó dentro de la boca de una inadvertida Nazuna, cuyas mejillas se inflaron momentáneamente mientras un néctar de raro sabor se escapaban de sus labios, se separó del miembro del mayor, jadeando y con una rara sensación marcada en su cabeza, trago lo que no se había caído de su boca y se lamio los labios, era indescriptible, el olor la volvía loca, ni mencionar el sabor, nunca había probado nada igual, pero sentía que podía probarlo una y otra vez sin dar una sola arcada.

Michiru se dio cuenta de que los dedos que había estado usando para darle algo de alivio a su amiga estaban empapados, Nazuna se dio cuenta de que era a la que estaban viendo raro…

"e-esto no p-prueba nada…" titubeó mientras se limpiaba lo que podía de su pelaje blanco y rosado.


"HAH˜ Ahh˜ HAH˜" de nuevo no podía controlar lo ruidosa que era al jadear, Shirou, detrás de ella, tomándola por sus pechos masajeándolos como si fueran unas masillas, la hacía dar sentones en su regazo, permitiéndole a su rosado tronco salir y entrar de su empapada cueva con soltura.

Cada rose era una nueva corriente eléctrica que se extendía de su entrepierna a su cabeza, sus manos guiaban a las de Shirou en su masaje de pechos, quien maliciosamente pinchaba y estiraba sus rosados pezones para hacerla gemir aún más fuerte, por delante, Michiru se acercó a su desaliñada amiga para darle otra probada a sus labios, con lo alterada que estaba su respiración solo pudieron jugar un poco con sus lenguas.

Una de las manos de Nazuna se dirigió a la entrepierna de Michiru, devolviendo el favor de satisfacerla como ella lo había hecho hace unos minutos, sus dedos se deslizaron dentro con cuidado de no herirla con sus garras, haciendo que la tanuki se pegara aún más a ambos casi subiéndose sobre Nazuna.

"¡SI˜! ¡M-mierda˜! ¡NGHAAaaaa˜!" dejo escapar en una voz aguda, la cabeza de Nazuna se quedó en blanco mientras sentía su vulva dilatarse y tener contracciones mientras descargaba su orgasmo sobre su querida polla de lobo, en un gruñido pronunciado que la habría asustado en otras circunstancias, Shirou abrazo su cuerpo, sujetando especialmente sus pechos, mientras metía su pene lo más profundo que podía hasta meterle el nudo, de nuevo la sensación de ser llenada de crema pastelera la hizo morderse los labios de pura embriaguez sexual, ahogando más gemidos y ruidos que no podría hacer frente a nadie más.

Constando de que una excitada Michiru no estaba prestando atención al poco equilibrio que tenían, se abalanzo sobre ellos, los tres cayeron hacia atrás en el mullido colchón.

Aun si ambos estaban en el límite, la chica de cabello azul parecía no poder aguantar un segundo más por su turno…

Necesitarían agua.


Después de vaciar una nueva botella de agua de la reserva del refrigerador de la idol en su garganta, el mayor le dedico una mirada agotada a las chicas en la cama, abrazadas desnudas una a la otra, amenazando con escapar al mundo de los sueños, las sábanas, almohadas, las cubiertas, todo era un revoltijo que estaba desparramado en la cama y en el suelo.

Sentía las caderas y la entrepierna hormiguearles, tenía algunos problemas para mantener el equilibrio al andar.

Busco lo que fuese que diera la hora en la oscuridad nocturna, que ya había envuelto la habitación de la chica zorro, encontró el despertador de Nazuna tirado de cabeza en un rincón.

"Son las dos de la mañana… llegamos a las nueve aquí" suspiro antes de tomar dos botellas de agua ya no tan fría y llevarlas a la cama...

Algo adormecida, Michiru recibió la invitación de del peli níveo para beber y rehidratarse, al encontrar el preciado líquido que le faltaba en su sistema, acoplo los labios en la botella y luego bebió por sí misma.

"Shirou… ¿qué hora es?" susurro adormilada, tallándose los ojos, para luego terminar de beber hasta vaciar la botella.

"tarde… ¿Te molesta si nos quedamos?" se dirigió a una semi-lucida Nazuna, que bebía de la botella aun sostenida cerca de sus labios por Shirou.

"… no hay problema" una vez lo suficientemente despierta les autorizo.

Entre los tres, en la oscuridad, hicieron el mejor esfuerzo por dejar la habitación como estaba, una vez que se vio suficientemente decente, se metieron en la mullida cama para poder rescatar tantas horas de sueño como pudieran.

Nazuna en medio y los dos a los costados, justo como la primera vez que durmieron juntos…


En la habitación de Michiru, en el edificio de la cooperativa, dos amigas se habían reunido como de costumbre, la amistad (Si es que seguía siendo una amistad) de las dos chicas nunca había estado mejor, e incluso Nazuna había encontrado un "amigo" bastante maduro y responsable en Shirou, en quien podía confiar cuando requería de una opinión más basta o una mano más firme para lidiar con sus problemas, en respuesta, el lobo era cada vez más abierto con ella, al punto en el que la trataba tan bien como a la problemática Michiru.

Además de los tratos que ya recibía de ambos.

Pero el tiempo no perdona…

Si antes el tiempo había sido lento con ella, ahora juraría que cuatro meses se habían ido en un parpadeo, el invierno estaba a la vuelta de la esquina y en seis meses también otro nuevo aniversario para la ciudad.

Y más importante aún, las buenas nuevas de Michiru…

"¿Estas embarazada?" Su impresión hubiese sido mortífera hace tantos meses, pero ahora, aunque sorprendida, no lo estaba lo suficiente para sobre reaccionar, después de todo, ella sabía que tanto estos dos eran un par de animales… bueno ella también era culpable, pero no tendría hijos muy pronto si ella podía impedirlo.

Una idol tiene que guardar ciertas apariencias.

"Jeje˜ creo que empecé a confiarme y a faltar con mis anticonceptivos sin darme cuenta, el doctor ya lo confirmó, son dos meses" se le notaba el nerviosismo, pero estaba feliz considerando que de Nazuna esperaba una reacción más explosiva.

"¿Cómo esta Shirou al respecto?" pregunto con cierta gracia considerando que se perdió la reacción inicial del estirado lobo.

"Empezó a hablar solo, pero parece estar bien" Nazuna guardo una risilla escandalosa en sus mejillas hasta hacerla desaparecer.

"¿…van a… tenerlo?" enserio esperaba que no fuese una pregunta riesgosa.

"Lo discutimos un poco, no tenemos impedimentos y realmente suena lindo tenerlo mientras soy joven" le dolía dejar el deporte y el trabajo por un tiempo, pero mientras tuviera una buena edad podría volver a ello cuando diera a luz y terminara la recuperación.

"¿Le contaste a tus padres?" Exploto en curiosidad al recordar a los Kagemori.

"Ehmmmm, mamá me dio sus felicitaciones… papá también, pero… me las dio mientras lloraba, mamá dice que él está teniendo terrores nocturnos y que se le está cayendo un poco el cabello, aunque sé que es por lo mucho que se preocupa por mí, queremos arreglar una visita especial para ellos para que vean que todo está en orden" La primera vez que Shirou interactuó con sus padres fue para presentarse como un amigo y su cuidador, la segunda fue para decirles que había empezado a salir con su hija… y la tercera fue para estar presente durante el anuncio de su embarazo.

La madre de Michiru era una zona segura, pero no podía imaginarse cuál era la opinión de su protector y recatado padre sobre Shirou.

"¿Van a vivir con los Horner mientras…?" Michiru detuvo la divertida indagación de Nazuna en seco con una mirada de nerviosismo, luego llevo su índice a sus labios.

"Shhhhh˜, ellos no lo saben, les diremos un poco después, no quiero que sepan que Shirou y yo hacemos cosas en el edificio, y no, vamos a mudarnos en unas semanas, Shirou consiguió un lugar increíble" Su expresión se volvió más alegre mientras más hablaba.

A pesar de que podía sentirse incalculablemente feliz por Michiru, no dudaba que este suceso también marcaba el final de su relación abierta, con un bebe de por medio, era evidente que ella no podría estar en escena, pero había hecho muchas buenas memorias de estos meses, así que no podía ser infeliz… o eso se decía a sí misma.

"también tengo una noticia…" Nazuna desvió el tema con cierta amargura.

"cuenta" Michiru pensó que sería algo igual de feliz, pero la expresión de Nazuna le dijo lo contrario.

"…yo también voy a mudarme" con una sonrisa y una voz triste le comunico, Michiru sintió una punzada en el pecho.

"¿¡… p-p-por!? ¿¡A dónde!?" cierta alarma le presagiaba algo malo, era mejor explicarse antes de que Michiru sacara sus propias conclusiones.

"El alquiler de hotel volvió a subir y sigo teniendo pocas presentaciones… si intento seguir viviendo en él, probablemente tenga que empezar a comer solo una vez al día" le explico con un humor agridulce, después de todo seguía siendo una mala noticia.

Michiru sabía que Nazuna había estado teniendo problemas con el dinero, pero ante la negación de Nazuna a recibir ayuda y sus garantías de que todo estaba bien, pensó que solo era algo temporal.

Aparentemente Nazuna había iniciado una especie de tendencia… a la gente en Japón parecen gustarle mucho las chicas "Kemono" que bailan y cantan, muchas agencias fuera de la ciudad empezaron a reclutar a "idols beastman" … por lo cual, el mercado de Nazuna se inundó de la nada.

"¿Qué hay de Marie, no hará algo al respecto?" Era su representante y exprimía la imagen de Nazuna hasta dejarla seca, tenía que procurarla de alguna manera.

"Me ofreció un par de lugares… son baratos, pero los estoy dejando como último recurso" Dijo en un tono un tanto derrotista, el recordar el aspecto, cantidad de espacio, estado y olor de los pisos que Marie tenía a su disposición, era un horror, pero analizando cierta nueva información, tuvo un rayo de luz de una nueva idea "Oye… si ya no vas a estar en la cooperativa, ¿los Horner podrían dejarme usar tu habitación?" sus ánimos subieron de golpe, no era un departamento gigante con un balcón, pero estaba tan familiarizada con este sitio que no podría pasarlo mal, aun si no tenía tanto dinero, podía pagarles a los Horner la misma renta que Michiru e incluso un poco más.

Pero la expresión de su amiga se llenó de pena…

"hace un tiempo… Anna intento trasladarse a la cooperativa para trabajar en el centro de la ciudad y ayudar a sus padres, los Horner le dijeron que estábamos llenos, pero que la tendrían en una lista de espera, ese espacio se abrió en cuanto les dijimos que íbamos a mudarnos, así que Anna está esperando para mudarse" jugo con sus dedos y bajo las orejas en toda esa explicación, la expresión de Nazuna paso de un puchero recriminatorio a una cara de total derrota.

(N/A; Anna, chica de la edad de Michiru, pelo largo con un moño, chica gato, del manga de BNA, nadie sabe su paleta de colores)

Suponía que al final aceptaría el espacio que Marie le ofrecía.

"oye…" Michiru la llamo, en su semblante se estaba dibujando una enorme sonrisa de media luna, que le recordaba al proceso de la chica al tener una idea estúpida, misma que había visto en la secundaria y preparatoria, como intentar convencer al consejo de dejar a Nazuna presentarse en un festival o hacer una guerra mediática contra el equipo de voleibol por usar las canchas.

"¿Qué pasa?" se sintió enormemente insegura de si quería o no saber, la chica peli azul la tomo por los hombros, se le acerco a una distancia de quema ropa.

"múdate con nosotros…" le susurro con una euforia aterradora.

"… Michiru, no" intento sacudir la propuesta como si hubiese sido una broma.

"Si" Esa sonrisa desapareció, la contradijo de inmediato como si no le estuviese dando otra opción, se volvió bastante necia de repente.

Tenía que suministrarle sentido común.

"Michiru, vas a parir, si tienen una habitación extra debe ser para él bebe, además Shirou ni de broma va a…"


"Está bien…" después de darles una positiva, el peli níveo que se veía algo cansado, volvió a su lectura.

"¡SI!" la tanuki abrazo a la peliblanca afectuosamente casi levantándola, mientras esta aun digería el shock, se apresuró en atosigar al albino.

"espera… ¿cómo pretendes darme alojo? ustedes van a…"

"¡Shhhhhhh˜!" fue el turno de Shirou de sisearla, Nazuna se mordió los labios y se tapó la boca con algo de fastidio "tenemos espacio de sobra, solo no hagan escandalo al respecto" se refirió a ambas "nos iremos en dos semanas, dile a Marie que te consiga una mudanza y que lo cargue a mi cuenta" luego volvió a lo que estaba leyendo, que extrañamente no era un libro, era un catálogo de interiores y de mueblería.

El espacio no será problema…

"Exactamente ¿qué tipo de casa compraron?"

Shirou de nuevo saco la cara de su guía, la miro con circunspección… luego le dijo que no se preocupara por esas cosas.

Nazuna, con la maleta de sus posiciones más preciadas en mano, aun no se movía del frente o quitaba cierta mirada de incredulidad de la fachada del hogar de sus amigos…

Los cargadores de Marie incluso le dedicaron largas miradas a la estructura al entrar y salir de la misma, pero no había lugar para mala intención alguna, Marie había sido muy clara, de intentar tener la mano larga o creerse más listos de lo que en realidad eran, podría salirles muy caro y de ser el caso.

Ella los desconocería al instante frente al lobo feroz.


Nazuna saco lo más que pudo del departamento para hacer su nueva habitación en el segundo piso lo más parecida posible a su viejo lugar, con excepción de los muebles que vinieron con él lugar en un principio, cosa que la afligió de sobre manera, más aún cuando tuvo que dormir en una cama individual con un colchón normal en mucho tiempo.

Se suponía que eso era lo normal… pero, aun así.

"¡UGhhhh! ¡me malcríe durmiendo en esa queen size!" se remolineo en la cama, vestida con un delgado camisón color pastel bastante pegado a su figura, recordando su mullido colchón de nube, enserio lo extrañaba, pero no podía costear otro y no era tan descarada para pedirle a la pareja uno igual.

Era la primera noche de todos en esa casa, se preguntó si no era la única fallando en conciliar el sueño.

Se aventuro a salir de su habitación y deambulo por la casa, encontró a Michiru quien sorprendentemente estaba durmiendo plácidamente en la habitación maestra, la más grande, y con la cama aún más ridículamente grande… intento no exteriorizar su envidia.

Pero la ausencia de cierta persona la motivo a seguir su recorrido, en las habitaciones bajas encontró un cuarto con iluminación, quiso reservarse sus impulsos, pero al final toco la puerta.

"pasa" la voz monótona de cierta persona la invito a pasar.

Al entrar, se tomó su tiempo para ojear el lugar que era el espacio privado del albino, que estaba vestido en un inusual y relajado conjunto para dormir, nunca lo había visto tan informal, estaba leyendo, sentado en el familiar sofá en la habitación.

"había escuchado que uno vuelve a donde fue feliz, pero esto es un exceso" le murmuro mirándolo con delación, parecía que había arrancado un pedazo de su oficina y haberla metido a su habitación privada.

Kuro estaba apaciblemente dormido en su percha que habían traído desde la cooperativa, provocándole un poco de envidia a la chica.

"solo traje los favoritos de mi colección, los demás tendrán que quedarse allá" no respondió por el escritorio o el sofá en el cual seguía sentado, pero a pesar de ser idénticos a aquellos en la cooperativa, noto que estos eran nuevos.

Se invito sola a sentarse junto a él "¿no puedes dormir?" busco algo de conversación, considerando que aun cansada no creía poder conciliarse muy pronto.

"lo hare en unos minutos, estuve todo el día en la mudanza y quería relajarme un rato" le explico en calma, una más notoria que en lo mundano.

"¿te molesta si estoy aquí?" subió los pies al sillón y abrazo sus rodillas.

"… no" pensó en vacilarla un poco, pero realmente no estaba tan de buen humor para bromear.

Se alegro un poco de escucharlo, pensó en cualquier cosa que pudiese romper el hielo.

"Esta casa, ¿tiene algún origen?" Además del precio, que Shirou se negaba a decirle, esperaba al menos tener una nueva pista al respecto.

Se lo pensó un poco "Es una vieja propiedad de Flip… la puso a la venta hace algunos años, probablemente él vivió aquí con su hija cuando la familia apenas se estaba estableciendo en la ciudad" rememoro en voz alta, considerando que el lugar estaba muy bien cuidado, en un buen vecindario y Flip pareció algo generoso con el precio, eso fue un detalle menor en la compra.

"Oye, ¿no voy a encontrar un arma detrás de las tablas o en una pared verdad?" bromeo un poco con la nueva información.

"no te preocupes, ya revisé" inusualmente, Shirou pareció seguir el juego, no pareció exteriorizar humor alguno, pero si logro hacer reír a la chica.

De nuevo el silencio reino, Nazuna intento ponerse lo más cómoda posible, la noche estaba tan callada…

Tenía sentido, ahora estaban en los suburbios de la ciudad, en comparación con el ruidoso centro, aquí podían escucharse incluso las anomalías más simples, esa podría ser una de las razones por las cuales no podía dormir.

En algún momento logro poner la vista en el texto que tenía Shirou en mano y que lo distraía tanto, logro distinguir ciertas palabras, estas le parecieron… la reacción de su cara fue brillar y tomar el color de una cereza.

"¿¡e-estas leyendo eróticas frente a mí!?" le recrimino en susurros considerando que gritarlo sería muy escandaloso.

"… estaba solo hace un momento" sin dejar de leer, sonrió de lado y le recordó "además, ya hemos estado más íntimos que esto, verme leer un libro no debería ser más indecente de lo que he visto de ti" ese recordatorio… era un…

El bochorno y esa información dejaron de ser sorprendentes después de un rato, se hizo más tarde y al final fue hora de volver arriba, no le apetecía quedarse a oscuras en la planta baja, así que el mayor la acompañó hasta su puerta.

"¿Tú no puedes dormir?" esa pregunta llego algo tarde, pero era bien intencionada.

"no me he acostumbrado… es todo" le resumió con buena cara para evitar robarle más tiempo.

"¿quieres dormir con nosotros?" le pregunto en un tono indescifrable.

No podía diferenciar si lo había dicho como si se burlara de ella por actuar como una niña pequeña o si se lo estaba proponiendo como una insinuación.


Lo que fuese, había terminado en la enorme cama de la pareja, que resulto ser significativamente más cómoda para ella, pero ahora ya no lidiaba con estar incomoda, ahora solo estaba intranquila por la cercanía con los dos, Shirou, quien estaba entre ella y la dormida tanuki, no pareció tardar nada en lograr dormirse, pues de espalda parecía tan apacible.

No quería moverse para evitar despertarlo, pero quedarse quieta era difícil, intento cambiar discretamente de posición, se quedó en ella unos minutos mientras intentaba mantener los ojos cerrados para encontrar que era fútil.

"¿Aun no?" una voz somnolienta la llamo, al darse la vuelta Shirou la miraba con algo de empatía.

"sigh˜ perdón…" al verse descubierta solo atino a disculparse por no ser capaz de estar quieta.

"¿quieres que te ayude a dormir?" le ofreció sin dar detalles, pero lo hizo como si fuese algo fácil para él.

"pfft˜ ¿puedes hacerlo?" le hizo algo de gracia el voluntariado del albino…

Suponía que intentar no haría daño.


Tuvo ciertas alertas, como cuando le pidió que se quitara el camisón y la ropa interior, pero, aunque le dio todas sus interrogantes con una resistencia mínima, decidió obedecer.

"hah˜ hah˜ hah˜" Por orden del mayor, solo podía jadear en voz baja, pues había gente durmiendo ahí.

Manteniendo un abrazo firme detrás de ella, pegándola lo más posible a su cuerpo igualmente desnudo de manera que pudiesen sentir el calor de sus pieles, todo mientras masajeaba delicada pero firmemente sus pechos, amasando sus aureolas para luego sujetar sus pezones y darles un pequeño tirón y jugar con ellos con sus dedos.

No tenía una sola idea de cómo esto la ayudaría a dormir, pero no le iba a pedir que se detuviera, ella mantenía las manos a sus costados, pues él le había advertido que habría una reprimenda de intentar meterlas en su juego.

A pesar de tener las manos tan ásperas, su tacto no era tosco, incluso era gentil.

Una de esas manos abandono uno de sus pechos y bajo por su vientre, uno de sus dedos paso por su ombligo y le hizo una leve caricia, llego hasta su pubis, en lugar de bajar más como ella lo esperaba abriendo levemente las piernas, Shirou empezó a masajear su vientre bajo, no había nada ahí que debería ser sensitivo y aun así se las arregló para producirle placer, como si estimulara algo dentro de ella.

Sus manos se retorcieron constantemente en impotencia al no poder tocar nada, esa frustración la hizo buscar la entrepierna del mayor que estaba muy cerca de su trasero, encontró que su miembro estaba erecto y caliente, eso la hizo morderse los labios en excitación, con sus manos lo masajeo insistentemente para corresponder el intercambio de favores que llevaban a cabo, pero la expresión de Shirou no cambiaba, aun con el diabólico juego de manoseo que le daba o aunque ella lo masturbara con tan rápido como podía.

Nazuna volteo dejando sus labios vulnerables, Shirou se apodero de ellos mientras su mano terminaba de bajar y tomaba su clítoris entre dos dedos, ahogando un sonoro gemido con el beso, siguió masajeando su rosado y húmedo coño hasta hacerla mover las caderas como le gustaba, cuando tuvo certeza de que estaba suficientemente húmeda, deslizo dos dedos dentro de la chica para seguir haciéndola sentir en el paraíso.

"¡AHHHN˜!" inmediatamente después de hacer "ese" sonido, se llevó su única mano libre a la boca con una expresión de espanto.

Shirou la miro con reprobación.

"es algo tarde para eso, despertaste a Michiru hace rato" inmutable, el mayor le informo, al voltear a ver sobre el cuerpo de su invasor, vio que, en efecto, Michiru estaba completamente despierta, con una sonrisa incriminatoria, sentada sobre la cama con las piernas cruzadas, aunque aún en una pijama de unos shorts y una playera holgada, esta parecía a punto de deshacerse de ella, su mano estaba metida en dichos shorts.

"Esto sería realmente jodido si no fueras también mi amante Nazuna˜" nunca había usado la palabra amante en voz alta, pero para su confusión le había gustado bastante oírlo, trago grueso mientras el mayor seguía jugando con ella para hacerle aún más difícil pensar "pero ya que todos estamos de buen humor… Shirou˜ ¿puedes dejarme ver mejor?" la chica peli azul pidió en una voz de lo más melosa.

Nazuna casi grita cuando Shirou, aun masajeando sus pechos y sus interiores, le dio la vuelta por encima de él y luego la hizo sentarse entre sus piernas, dándole a Michiru una vista más completa de su desnuda amiga, que se sentía inusualmente vulnerable y abochornada a la vista de la peli azul que parecía comérsela con la mirada, el lupino en forma humana siguió dedeando sus interiores mientras dejaba que la tanuki la viera retorciéndose de placer.

Michiru no perdió más el tiempo, se sacó la pijama revelando su figura, además de evidenciar que no estaba usando ropa interior debajo, luego gateo hasta el par, sin hacer una sola pregunta, poso una de sus manos en el pecho que el dominante albino no estaba atendiendo, la otra mano bajo hasta su venus y empezó a masajear su desesperado e hinchado botón rosa, un gimoteo de una volpe saturada de placer se escuchó mientras la tanuki tomaba sus labios para compartir su lengua con ella.

Los dedos de Shirou siguieron rascándola por dentro para hacer salir más dulces sonidos de su boca, su masaje de pechos también la volvía loca, más aún cuando Michiru abandono sus labios y empezó a chupar insistentemente su seno, sin poder controlarse, el pelaje rosa creció por todo el cuerpo de Nazuna a la vez que su cola se asomaba entre sus piernas, pero ni eso hizo que el mayor se detuviera.

"HAAH˜ NGHAA˜ ¡AHHH˜!" una pronunciada humedad salpico las sábanas en cercanías de Nazuna, una vez que su cuerpo fue drenado de energía, finalmente saco su mano de entre sus piernas, trayendo una peculiar esencia impregnada en sus dedos, antes de que Shirou hiciera nada con ese néctar, Michiru atrapo sus dedos entre sus labios, una vez haberlos limpiado a base de lamidas y chupadas para la vista de un perplejo par, la tanuki le dio un profundo beso a Shirou asegurándose de hacerlo saborear a su amiga, luego repitió lo mismo con Nazuna, poniendo todo su peso, los empujo a ambos hasta derribarlos sobre la cama.

Con la repentina explosión hormonal de Michiru, nadie podría dormir esa noche…


No hacía falta ser muy observadora para ver que no había nada en la nevera.

"estuvimos tan ocupados con la mudanza que olvidamos comprar comida… Melissa era la que se encargaba de la despensa así que lo olvidamos por completo" Michiru le informo desde la mesa con cierto pesar, su cabello era un desastre y tenía una mirada agotada.

Después de su noche bautizando la casa, no había comida para saciarlos, Shirou entro al comedor viéndose igual que ellas.

"pidan algo a domicilio, iremos luego por las compras" el mayor les pidió con nula energía y unas evidentes ojeras, sin su café, no tenía fuerzas para nada, fue su pequeña ocurrencia de última hora la que se había convertido en un trio de toda una noche, habían despertado a las dos de la tarde y eso no lo hacía nada feliz… no era como si se arrepintiera claro.

Mientras Michiru se aseguraba de que hubiese algún restaurante abierto, Nazuna, con una maraña de cabello incluso más desordenada que la de la chica de cola de mapache, empezó a ponderar lo que había ocurrido y lo que ocurriría después… una de las cosas que temía al aceptar vivir con ellos dos, era la posibilidad de que terminaran convirtiéndola en una especie de juguete sexual.

"¿qué tanto sonríes?" Shirou le cuestiono cuando la atrapo mirándolo con una sonrisa boba, mientras bebía tanta agua como podía para reponer su líquido.

Y estaba más que aliviada de que fuera justo así.


Esto fue muyyy largo lo sé, pero espero que les diera abasto para entretenerse, también esto marca el final de esta historia (A menos queee), espero que me sigan leyendo y que vuelvan aquí para refrescar sus memorias, se aceptan todos los comentarios, si les gusto, pueden votar o darle fav a la historia, también pueden revisar el resto de mis historias para ver más contenido de BNA, espero verlos luego.

Hasta otra.