Personajes: Ron, Hermione, Harry
Aviso: au
— ¿Un evento de qué? —preguntó Ron tumbado en el sofá con una revista entre las manos.
— Relaciones amorosas en las polis griegas —respondió Hermione poniendo los ojos en blanco, era la tercera vez esa semana que se lo decía, pero parecía que Ron reseteaba la información de su cerebro muy rápidamente cuando no tenía que ver con su trabajo o el fútbol..
— ¿En las qué?
Su novia se sentó frente a él a ponerse los zapatos y tomar paciencia para volvérselo a explicar, por tercera vez también.
— Por lo visto tiene que ver con la tesis doctoral del nuevo novio de Neville y nos lo quiere presentar.
— Suena a latazo —refunfuñó el pelirrojo, volviendo a su revista.
— Harry me ha dicho que irá. Vamos, —Le tiró de la manga para que se levantara del sofá, con un puchero— luego hay un picoteo, hace siglos que no vemos a Nev.
Ron despegó los ojos de su revista a regañadientes y contempló a su novia con un poco más de atención.
— Ese vestido es nuevo —afirmó.
— Sí —respondió ella, dando una vuelta sobre sí misma para que viera lo bien que le sentaba—. Venga, Ron, será entretenido.
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Horas más tarde, sentados en la pequeña cocina del piso de Ron y Hermione, los tres amigos iban por la segunda copa de vino cuando Harry se decidió a sacar el tema por fin.
— ¿Vosotros lo sabíais? Lo de Neville.
— ¿Que su novio no estudia las polis griegas o que en realidad tiene dos? —masculló Ron un poco enfurruñado.
Hermione dejó la copa sobre la mesa con un poco de violencia y se giró para encarar a su novio con el ceño fruncido, estaba harta de sus bufidos intolerantes.
— ¿Qué es lo que te molesta tanto Ron? —le preguntó con los brazos en jarras.
—¡No es natural! —protestó, echando la barbilla hacia delante, beligerante.
— ¿Pero tú has escuchado algo de la conferencia? —elevó aún más el tono Hermione.
— A mí todo esto me ha recordado a... a aquello que pasó —interrumpió Harry su previsible discusión, con voz insegura.
Ron miró a su mejor amigo con un poco de pánico y se rellenó la copa de vino. Hermione los miró a los dos, con los labios en una fina línea.
— Han pasado dos años ya.
— Dijimos que no volveríamos a hablar de eso, Hermione —le recordó Ron entre dos tragos de tinto.
— Ron... —quiso hablar Harry.
— Fue el alcohol —lo cortó tajante el pelirrojo.
— ¿Tú crees? —se encrespó su amigo un poco, molesto
— Claro que sí —aseveró.
Harry se levantó de la mesa, se acercó, lo cogió por la nuca y lo besó con dureza.
— ¿Hoy también es el alcohol? —preguntó, señalando el comienzo de erección que se marcaba en sus vaqueros.
— Tengo veinte años, Harry, se me pone dura del roce de la ropa.
Su amigo lo miró, dolido, y salió de la habitación.
— Maldita sea, Ron —protestó Hermione, saliendo detrás.
Ron gruñó, apartó la copa y colocó los codos sobre la mesa, para esconder la cara entre las manos. Habían pasado dos años, y a pesar del pacto que habían hecho de olvidarlo, aquello seguía ahí, desestabilizando su amistad. Conocía a Hermione muy bien, en cuanto había escuchado el tema real de la charla a la que les había llevado había sabido que el tiempo de tener esa lejana noche guardada en el cajón había terminado. Y no podía engañarse, ver a Neville feliz presentándole a sus dos novios le había generado un sentimiento de envidia.
Se puso de pie, empujando con fuerza la silla hacia atrás, las patas rechinando contra el suelo. Los encontró sentados en el sofá de la pequeña salita, bastante juntos. Esperó los celos, los mismos que había sentido al despertar tras esa noche y ver a Hermione dormida en brazos de su mejor amigo, los que habían motivado que exigiera que olvidaran la noche que habían pasado juntos y que, con el tiempo, Harry se hubiera distanciado de ellos.
— Lo siento —se disculpó mientras se sentaba en el sillón más cercano.
— ¿Soy el único que ha sentido envidia de Neville hoy? —preguntó Harry al cabo de unos segundos de incómodo silencio, pasando los ojos verdes del uno al otro.
Hermione negó con la cabeza y los dos miraron a Ron. El pelirrojo suspiró y se echó hacia atrás en el sillón.
— Reconozco que sí me ha dado envidia.
— Yo... no me gusta esta distancia entre nosotros —susurró Harry, mirando sus propios dedos.
El tono de Harry le retrotrajo al niño que había conocido en la escuela, el huérfano abandonado por el sistema en manos de familias de acogida negligentes. Habían estado siempre juntos desde entonces, a través de la primaria y la secundaria. Harry se había convertido en parte de su familia, había llorado junto a él la prematura muerte de uno de sus hermanos y se había enamorado de su hermana pequeña con dieciséis años.
Después de que Ginny le dejara, Harry se vino abajo. Los tres compartían piso cerca de la universidad en la que estudiaban Harry y Hermione, y pasaron una gran cantidad de tiempo con él, viendo películas, saliendo a caminar cuando la casa se quedaba pequeña. Pero entonces llegó la pandemia y con ella la cuarentena.
El encierro forzado cambió la dinámica, especialmente cuando, tras un mes de encierro, en una noche de borrachera habían acabado los tres en la cama.
Ron volvió a suspirar y se levantó para hacerse un hueco en el sofá, junto a Harry. Le pasó el brazo por los hombros y lo estrechó contra él. Vio la pequeña sonrisa de Hermione antes de que se levantara y fuera a la cocina a por las copas.
— No estaba borracho aquella noche —le confesó Harry, apoyando la cabeza en su hombro—. Quería que pasara, Ron, y sigo queriendo.
— No fue solo sexo para ti —Ron afirmó, no preguntó.
— ¿Cómo podría serlo?
— He pensado muchas veces en lo que pasó y en mi reacción al día siguiente—confesó por fin el pelirrojo mientras Hermione dejaba las copas de nuevo llenas sobre la mesa—. Reconozco que me dio miedo pensar que... bueno, que Hermione podía preferirte y yo me quedaría atrás como había hecho Ginny contigo.
— Eso no pasó. Fui yo el que salió perdiendo.
— ¿Y ahora qué? —habló por fin Hermione.
— Conociéndote, le habrás pedido bibliografía sobre poliamor a Neville y ahora nos vas a informar ampliamente sobre nuestras opciones —comentó Ron mientras tomaba su copa, tratando de relajar un poco el ambiente.
Harry y Hermione rieron con suavidad. Y se acomodaron los tres para hablar de un futuro en común.
Vamos a ver, echarme este prompt a mí... tenía que salirme por la tangente de alguna manera porque os tengo aburrides ya de tanto poliamor. Por si no ha quedado claro, uno de los novios de Neville está haciendo su tesis sobre poliamor, el resto es un montaje de Hermione, que en lugar de sacar el tema directamente lía esta pequeña encerrona.
