Eran casi las seis de la mañana en la ciudad de Kuoh, una ciudad ubicada en la isla Honshu de Japón. Los pájaros cantan y las brisas de verano soplaron haciendo que las hojas de los árboles se mecieran. Las personas se prepararon para comenzar sus agendas diarias como el trabajo, la academia, al gimnasio o alguna otra actividad que hacían diariamente.

En un vecindario cerca de la prestigiosa academia Kuoh, en el patio trasero de una de las viviendas, un joven se colocó sus guantes de boxeo y comenzó a lanzar jab al aire.

"Las vacaciones de verano ya están aquí" dijo, ha nadie en particular. "Por fin podré relajarme un poco y sólo ver las nubes sin ningúna preocupación"

El muchacho movió su cabeza hacia un lado, como si hubiera esquivado un fuerte jab de alguien.

Sus ojos azules eléctricos se movieron al rabillo y sus labios se curvaron en una sonrisa.

Alzó su guardia y movió su cuerpo hacia un lado mientras se desplazaba unos centímetros al frente y lanza un uppercut al aire.

"¿Aun no logro conectar un golpe sólido?" dijo el muchacho, pareciendo irritado.

De pronto, una silueta translúcida se hizo visible frente al muchacho. Era alto, de unos 1.78 de altura, con un cuerpo musculoso y bien trabajado. Sus ojos reflejaban una furia con la que era conocido.

Delante del muchacho se paró en toda su gloria el mismísimo Mike Tyson.

Tyson se encorva y lanza jab rápidos y con una fuerza sobrehumana detrás los golpes.

El muchacho teje entre los golpes mientras se protege el rostro y abdomen con su guardia e intenta conectar un gancho en las costillas de Tyson. Tyson se encorva hacia atrás y esquiva el golpe por los pelos. El boxeador estadounidense gira su cadera y descarga un poderoso golpe en el lado derecho del rostro del muchacho.

El muchacho se agacha y lo esquiva, antes de igualar su movimiento, girando su cadera para tener un impulso y golpear su puño en el estómago de Tyson. Para nada sorprendente, Tyson tanquea el golpe de frente y lanza uno propio directo al rostro del muchacho pero este logra desviar el golpe hacia su hombro derecho usando su antebrazo.

Sintió su hombro temblar violentamente ante el golpe. Apretó los dientes e ignoró el dolor de su hombro. Lanzó su brazo izquierdo como un látigo y golpeó el rostro de Tyson. Tyson esquivó el golpe y se adentro dentro de la defensa del muchacho haciendo que este abriera los ojos como platos.

Los ojos azules del muchacho vieron el puño traslúcido de Tyson atravesar su cráneo con ese uppercut que le lanzó.

Se quedó ahí, inmóvil por unos segundos antes de parpadear un par de veces y notar que ahora estaba solo.

El poder de la mente. Aún recordaba cómo su entrenador lo guió desde que comenzó esta trayectoria en el boxeo. Cualquiera pensaría que estaba loco su entrenador pero desde que dominó a cierto nivel las enseñas de su entrenador, ha mejorado a pasos agigantados.

Aún se me hace difícil creer que mi imaginación puede hacerme sentir dolor. Pensó, mientras se quitaba el guante izquierdo y se agarraba su hombro que palpitaba en dolor. Mike Tyson es mucho para mí... Demasiado diría yo.

"¡NARUTO!"

El joven se dio la vuelta y miró dentro de su casa donde provino el grito de su nombre.

"¡Ve y báñate para que puedas desayunar e irte a la academia!" gritó una voz femenina desde la cocina de la casa.

Naruto suspiró y se quitó el otro guante para después arrojarlos sobre su hombro izquierdo.

"Madre problemática y gritona" murmuró Naruto mientras se acercaba a su casa.

Entró a su casa y pasó junto a la cocina donde echó un rápido vistazo donde logró ver a su madre poniendo un plato en la mesa que contenía tres sándwiches junto con un vaso de jugo naranja con algunos pequeños cubos de hielo flotando en el jugo.

Movió sus ojos hacia un reloj cerca de una pared aún lado de la puerta principal, se dio cuenta que iba tarde y aceleró el paso a su habitación para tirar los guantes de boxeo en su armario y rápidamente desnudarse para luego cubrirse con una toalla. Salió disparado hacia el baño donde tomó una rápida ducha de agua caliente y con la misma velocidad volvió a su habitación para vestirse con el uniforme de su academia.

Luego de vestirse volvió a bajar las escaleras al primer piso y se sentó en el comedor de la cocina, moviendo sus manos rápidamente hacia el primer sándwich y comenzar a comérselo como si no hubiera un mañana.

"¡¿QUE PASA CONTIGO?!" gritó su madre, acercándose asombrosamente rápido a su lado y golpeando su nuca con fuerza. "¡¿CRIÉ UN HUMANO CON MODALES O HA UN CERDO?!"

*Tos, tos*

Naruto tosió violentamente al ahogarse con su comida. Rápidamente alcanzó su jugo y lo bebió en un instante mientras golpeaba su pecho con su puño.

Golpeó el vaso en la mesa y miró molesto a su madre.

"¡¿Quieres matarme, madre?!" cuestionó Naruto. "Más respeto por los que comen, mujer"

Naruto volvió a su desayuno pero algo hizo clic en su mente.

Estoy tan jodido...

"¿Qué fue eso, cariño?"

Naruto comenzó a sudar a balas al sentir el suave agarre de su madre en su hombro derecho. Sintió como la fuerza de su agarre comenzó aumentar lenta pero firmemente.

No quería mirar hacia atrás, sabía cuál sería la espantosa y tenebrosa escena que le esperaba.

"¡Oh mira la hora!" dijo Naruto. "¡Ya debo irme, nos vemos luego mamá!"

Su madre fue tomada con la guardia baja por su rápido movimiento de tomar el resto de su desayuno y soltarse de su agarre en menos de un segundo.

"¡¿ADONDE CREES QUE VAS, PEQUEÑO MOCOSO?!" gritó su madre, mientras su cabello rojo comenzaba a levitar en nueve colas.

Naruto observó con horror cómo su madre alcanzaba la escoba y la alzaba sobre su cabeza, para posteriormente descargar un golpe con ella sobre él.

Se hizo aún lado del pelo de la escoba y rápidamente comenzó con la huida.

"¡Te amo mucho mamá!" grito Naruto mientras alcanzaba su mochila y saltaba a través de una ventana abierta que daba al patio delantero.

La mujer pelirroja sacó su cabeza por la ventana y sacudió su puño en el aire con furia más que evidente.

"¡No será agradable cuando vuelvas, muchacho!" grito.

"¡Callar la boca, Kushina!" grito alguien desde la casa de al lado. "¡Son las seis de la mañana y trabajo de noche! ¡Un poco de paz por favor!"

"¡Me importa una mierda, Fugaku!" gritó Kushina. "¡Disciplinar a mi hijo es más importante que tu maldita paz!"

||Camino a la academia Konoha||

Naruto dejó de correr mientras miraba hacia atrás y soltó un largo suspiro de alivio al estar muy lejos de su vecindario.

Tendré que hacer otra cosa más que andar de vago luego de clases para no llegar a casa temprano... Problemático, pensó Naruto.

"Veamos" Naruto abrió su mochila y comenzó a rebuscar en ella. "No me dio tiempo para cepillarme... ¡Oh!" Naruto encontró su cepillo de dientes y asintió con alivió. "Ahora ha la academia"

Mientras caminaba hacia Konoha high school, tuvo que pasar frente a la prestigiosa academia Kuoh. Observó en silencio como las múltiples mujeres comenzaban a entrar al campus por medio de la entrada principal.

"Oye mira..."

Naruto se encogió de hombros al sentir múltiples miradas en él.

"Es guapo..."

"Deberías darle ese folleto"

"¡Oh, cierto!"

Naruto escuchó a alguien acercarse a su espalda y respiró varias veces para calmarse.

Había escuchado sobre las alumnas hormonales de la academia Kuoh y como prácticamente se lanzaban al primer hombre que despertaba un interés en ellas.

Naruto sintió una mano tocar suavemente su hombro, incitándolo a darse la vuelta.

Se tomó su tiempo antes mirar hacia atrás y encontrarse de frente a una hermosa adolescente de cabello rosado y ojos verdes.

"¡Hola!" la chica sacudió su mano en forma de saludo. "¡Mi nombre es Katase Yui y soy la capitana del club de Kendo de la academia Kuoh!"

Naruto la miró desconcertado por su actitud entusiasta. No hablabas con un extraño tan casualmente como esta chica lo hacía.

"¿Cual es tu nombre, rizos de oro?" preguntó Katase, mientras extendía su mano.

¿Rizos de oro? Pensó Naruto confundido.

"Uzumaki Naruto" dijo Naruto, estrechando la mano de Katase.

"¿Remolino pastel de pescado?" preguntó Katase con sus labios temblando. "Nombre... Muy inusual y... Único"

"Si, si, si. Como digas" dijo Naruto con una de sus cejas temblando. "Si me disculpas, voy un poco tarde a clases" Naruto comenzó a retirarse. "Fue un gusto conocerte, Katase-san"

"Wow, wow. ¡Espera un momento, rizos de oro!" grito Katase, deteniendo a Naruto al tomarlo de su brazo. "¿Puedes escucharme tan solo unos minutos? ¡Será rápido, lo prometo!"

Naruto suspiró y se volvió hacia ella. Se rasco la nuca y la miró expectante.

"Gracias" Katase sonrió al obtener su atención. "Cómo debes saber, Kuoh Academia es sólo un lugar exclusivo para las mujeres. Pero luego de las vacaciones de verano se comenzará la aceptación a los varones"

Mientras Katase explicaba cómo los hombres ahora tienen la oportunidad de ingresar a la mejor academia de Japón. En los pasillos de la academia Kuoh, las estudiantes corrían en dirección contraria de dos mujeres de cabello negro y lentes que caminaban con calma.

"¡Las clases están a punto de comenzar!" grito la más baja de las chicas de lentes. "¡Vayan a sus respectivas aulas! ¡Ahora!"

"Sona-sama" la adolescente más alta suspiro al ver como unas estudiantes pasaban a su lado con la cabeza gacha. "Es muy dura con las estudiantes, debería tomarlo con un poco más de calma"

Sona frunció su ceño y se arregló las gafas mientras miraba de reojo a su acompañante.

"Tsubaki, ¿las personas siguen las órdenes de un líder débil y sin personalidad?" pregunto Sona.

Tsubaki abrió la boca para hablar pero Sona se adelantó y siguió hablando.

"¡Absolutamente no!" Sona frunció aún más el ceño. "Debo mantenerlas a raya para así mantener el honor de esta escuela en lo alto, ¡como la mejor de Japón!" la convicción brilló en los ojos de Sona. "Si no puedo con esto, ¿cómo podré ser capaz de liderar a mi familia correctamente?"

"Tiene razón, Sona-sama" dijo Tsubaki, aunque no pensara lo mismo que Sona.

"Muy estricta como siempre, Sona-chan~"

Tsubaki se dio la vuelta y su rostro tranquilo y sereno se transformó en una mirada de miedo e incomodidad.

"Es hacerlo bien o no lo hagas. Yo lo hago más que bien, Rias" Sona dijo, se dio la vuelta y encaró a una belleza sobrenatural de cabello carmesí salvaje junto con unos ojos azules verdosos que revoloteaban con entusiasmo por todo el pasillo.

"Debe ser aburrido ser tu, Sona-chan" Rias sonrió mientras ponía una mano en su cadera. "Ya sabes, tener un horario estricto, estudiar, otra vez estudiar, otra vez más estudiar... ¿Supongo que no haces más que estudiar y no disfrutar de la vida?"

"Me preparo lo mejor que puedo para cuando llegue el momento de ser la cabeza de mi familia" dijo Sona.

"Apesta ser tu, Sona-chan" los ojos azules verdosos de Rias revolotearon hacia Tsubaki y su sonrisa se amplió tal que pareciera que fuera a partir su rostro en dos. "Hola a ti también, Tsubaki-chan"

Tsubaki se encogió de hombros. Se sentía desnuda ante la mirada de Rias que pasaba sus ojos por cada parte de su cuerpo.

"Rias, te agradezco que dejes a mi reina en paz" dijo Sona, apareciendo frente a Tsubaki de manera protectora.

"¡Oh vamos!" Rias se quejó. "No hacía nada malo. Sólo miraba como Tsubaki-chan se ha vuelto más dotada desde la última vez que nos vimos"

"Y-yo..." Tsubaki tartamudeo al intentar hablarle a Sona. "M-me adelantare, Sona-sama"

Sona miró en silencio como Tsubaki camino en dirección contraria a ella y Rias a paso rápido. Cuando Tsubaki desapareció en una esquina, se dio la vuelta y miró fijamente a una Rias sonriente.

"Vamos, no me mires así que me intimida~" dijo Rias.

Sona no dijo nada, solo la miró fijamente por unos minutos más antes de chasquear la lengua y pasar a su lado.

"¡Oye, Sona-chan!" grito Rias. "¡No me dejes aquí sola! ¡Sabes como odio estar sola! ¡Además tenemos una charla pendiente!"

Tsubaki se apoyó en una pared mientras respiraba con dificultad. Sus ojos miraron el techo y trato de calmarse.

"Aún no lo superó..." se dijo a sí misma Tsubaki.

Un recuerdo cruzó por su mente, un mal recuerdo que ella en verdad ha intentado superar lo mejor que podía... Pero no lo ha conseguido.

Alzó su mano hasta sus ojos y observó cómo no dejaba de temblar.

Cerró su mano en un puño y apretó los dientes con fuerza mientras más y más recuerdos inundan su mente.

Comenzó a sentir mareo, miró alrededor del pasillo y vio cómo todo se ondulaba.

Susurros llenaron su mente. Comenzaron bajos y suaves antes de aumentar hasta volverse gritos insoportables.

Tsubaki se agarró la cabeza mientras se tapaba los oídos y sus ojos se abrían hasta más no poder y ganaba una expresión de miedo absoluto.

"Déjenme... ¡DÉJENME!" grito Tsubaki.

"¡Oye, en verdad debo irme!"

Tsubaki parpadeo. De un momento a otro los susurros se habían ido y todo a su alrededor estaba como si nada.

"¡Voy tarde, luego me sigues explicando"

"¡No! ¡Ya casi termino! ¡Espera un momento, por favor!"

"¿Katase Yui?" murmuró Tsubaki confundida al reconocer la voz femenina, sin embargo, no conocía la voz masculina.

Tsubaki se dirigió hacia una ventana que daba directo a la entrada principal del campus de la academia.

Justo a unos pasos de la entrada, se encontraba Katase Yui reteniendo del brazo a un joven de cabello rubio puntiagudo que vestía el uniforme de la academia Konoha.

Tsubaki entrecerró los ojos al hacérsele conocido. Ella tenía ese fuerte sentimiento de haber escuchado de él en algún lugar.

Se arregló su uniforme y miró en la ventana. Suspiro y mentalmente se dio ánimos antes de volver a su expresión sería y relajada. Se dirigió hacia la entrada del campus a paso lento, no le tomó mucho tiempo llegar y al hacerlo vio a Katase aferrada al chico de cabello rubio.

"¡Vamos, por favor al menos dime un lugar para encontrarnos y seguir con nuestra charla!"

"Mujer molesta... ¡Suéltame de una vez que voy tarde!"

¿Cómo una chica puede tener semejante fuerza? Pensó Naruto, intentando zafarse del agarre de Katase. Debe ser una travesti y esos pechos deben ser relleno del bueno.

"¿Qué sucede aquí?" hablo Tsubaki, dando a conocer su presencia luego de observar en silencio unos segundos.

Como si fuera más rápida que la luz, Katase soltó a Naruto y se inclinó levemente ante Tsubaki.

"¡Buenos días vicepresidenta! ¡Adiós vicepresidenta!" Katase corrió con todas sus fuerzas y pasó al lado de Tsubaki. "¡Nos vemos luego, Naruto-san"

Naruto miró en silencio como la carrera de Katase dejaba una cortina de polvo en el aire.

"¿Naruto?" preguntó Tsubaki. "Sabía que te conocía de algún lado"

"¿Ah mi?" Naruto se señaló a sí mismo.

"Campeón de boxeo intercolegial de la ciudad de Kuoh dos veces seguidas" dijo Tsubaki. "Tsubaki Shinra" extendió su mano a Naruto.

Naruto no pudo contenerse y miró detenidamente a Tsubaki. Ella era hermosa para el, con un hermoso cabello negro largo y liso que se extiende hasta sus rodillas, con flequillo dividido y sus ojos... Esos ojos con heterocromía, su ojo izquierdo violeta y su ojo derecho marrón claro. Sus ojos le encantaron mucho más que su figura bien dotada.

"Uzumaki Naruto" Naruto aceptó la mano de Tsubaki.

"Espero que tomes en cuenta las palabras de Katase. ¿Ella te invitaba a nuestra academia que pronto sería mixta, no?" preguntó Tsubaki, obteniendo un asentimiento del rubio. "Nos vendría bien a un atleta como tú en nuestras filas"

Tsubaki soltó el apretón y se dio la vuelta, caminando de vuelta dentro de la academia Kuoh.

"Espero volvernos a ver, Uzumaki-san" dijo Tsubaki.

Espero lo mismo... Pensó Naruto.

||Academia Konoha||

Naruto salió del baño de hombres luego de cepillarse. Camino por los pasillos solitarios de la academia, las clases ya habían comenzado hace veinte minutos pero en realidad no se preocupaba, sabía que su sensei tampoco había llegado al aula así que no había problema en llegar tarde.

Cuando dobló en una esquina, se detuvo y miró fijamente a la otra persona del otro lado del pasillo, con un libro de portada naranja en sus manos.

El hombre con cabello gris que desafiaba la gravedad, movió su atención del libro hacia Naruto.

Ambos se quedaron mirando en silencio, ambos sin moverse ningún centímetro.

Naruto miró el pasillo que tenía que tomar para llegar a su aula. Miró de nuevo al hombre y dedujo que estaba a la misma distancia.

*Suspiró*

El hombre de cabello gris cerró su libro, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y miró con los ojos entrecerrados a Naruto.

"Nos encontramos de nuevo... Mi querido boxeador Uzumaki" habló el hombre debajo de esa máscara que cubría su boca.

"Pero no en una situación favorable para mí" respondió Naruto con cautela.

"Tienes razón... Esto no está a tu favor" dijo el hombre, con una sonrisa antinatural de ojos. "Lo dejaría pasar y no te reportaría por llegar más de veinte minutos tarde..."

"¿Haría eso por mi?"

"Pero eres el único al que no le he puesto un reporte por llegar tarde, Naruto"

Naruto salió disparado hacia el pasillo con pánico. Miró como su sensei hizo lo mismo y ambos se encontraron chocando hombro con hombro.

Miro el pasillo y se le hizo muy largo. Su aula estaba al final y debía entrar primero oh dañarían su racha de puntualidad... Y su madre lo mataría por eso.

"¡¿COMO DEMONIOS LLEGAS TARDE A LA ACADEMIA SI SALES TEMPRANO DE CASA?!" Naruto se estremeció ante la sola idea de su madre aún más enojada de lo que estaba.

El hombre de cabello gris se rió malvadamente en su mente. Sabía cómo era la madre de Naruto y quería ver al chico venir el último día de clases con algún moretón.

Naruto tomó el brazo de su sensei e intentó tirarlo hacia atrás. El hombre se tambaleó ante aquello pero se recompuso rápidamente e intentó una barrida de piernas. Naruto saltó esquivando, pero casi se dobla un pie al caer lo que provocó que se tambaleara y chocará contra una pared.

"¡Es tu fin, boxeador!" grito el hombre de cabello gris tomando la delantera.

"¡Sobre mí cadáver!" Naruto grito.

El hombre de cabello plateado miró hacia atrás con una mirada de victoria que rápidamente se transformó en una de horror al ver a Naruto saltar sobre él y taclearlo al suelo.

"La victoria es mía, Kakashi-sensei" dijo Naruto, mientras irrumpía en el aula gritando.

Naruto frunció el ceño y miró a sus compañeros. El aula se sentía muy silenciosa.

"Buenos días para ti, Naruto-kun"

"¡Buenos días para usted también, director Hiruzen" Naruto rápidamente se inclinó y fue a sentarse a la parte de atrás.

"Director Hiruzen, si puedo preguntar ¿qué hace aquí?" preguntó Kakashi entrando al aula. Le dio una rápida mirada a Naruto que lo ignoró completamente a favor de comer unas frituras que su compañero gordo le ofreció.

"No es nada Kakashi importante, Kakashi-kun" dijo Hiruzen muy tranquilo. "Solo les doy unas palabras a los alumnos sobre lo que vendrá el próximo semestre para ellos. Ya me iba de todos modos, puede comenzar con la clase"

Kakashi asintió y se paró frente a sus estudiantes.

"¡Llega tarde, Kakashi-sensei!" grito una estudiante de cabello rosado.

Kakashi la miró aburrido y respondió de la manera más casual posible.

"Me perdí en el camino de la vida"


Sólo había ruinas y muerte en ese lugar. No había más que desesperación y miedo por parte de los humanos que intentaron defender lo que creían.

Entres los escombros emergieron unas enredaderas que sostenían al único humano sobreviviente de esta masacre.

"La espada venus..." las enredaderas acercaron al humano a una persona de largo cabello castaño, piel muy blanca y ojos de color lavanda. Las venas se marcaban en sus sienes y su ceño se mantuvo fruncido. "¿Dónde está?"

El humano susurró unas palabras que el hombre de cabello castaño no logró escuchar.

"Acercarlo un poco más, Gaia..."

Las enredaderas acercaron al humano justo al frente del hombre de ojos raros.

El humano alzó la mirada y escupió un fajo de sangre en la cara del hombre.

"Vete a la mierda, asqueroso demonio" dijo el humano, dando una mirada furiosa y llena de odio. "Incluso si supiera donde está, preferiría morir antes que decirte algo"

"Eso se puede arreglar~"

Por todo el lugar se escucharon gritos espeluznantes junto con la carne desgarrándose.

"Gaia, aún no debías matarlo..."

Gaia se acercó a su compañero. Vestía lo mismo que él, una larga túnica roja y sobre esta un abrigo blanco con nubes negras con borde rojo.

"No sabía nada, Ichiro" dijo Gaia. "Además me faltaba un cuerpo para completar mi obra de arte~"

Ichiro miró en silencio la obra de arte de su compañero. Cualquiera hubiera vomitado de sólo verlo e incluso se hubieran desmayado.

Cientos de cuerpos mutilados se encontraban crucificados y otras cientos de cabezas en estacas. Una escena muy difícil de describir gráficamente.

Ichiro miró un cuerpo completo crucificado, pero no tenía ojos ni lengua. Murió con una expresión de horror con la boca abierta y los ojos como platos. Era como si aquellas cuencas vacías que lloraban sangre lo miraban.

"¿10/10?" preguntó Gaia sonriente.

Ichiro rodó los ojos ante sus palabras.

Un círculo mágico apareció en la oreja de Ichiro. Este se quedó en silencio escuchando.

"Muy bien"

"¿Muy bien? ¡¿Solo muy bien?!" cuestiono a Gaia. "¡Esta obra de arte merece más elogios que un simple 'muy bien'!" gruño Gaia.

"No te decía a ti" dijo Ichiro mientras el círculo mágico desaparecía. "Tenemos nuevas órdenes del Maou Lucifer"

Ichiro comenzó a caminar, Gaia corrió detrás de él.

"¿Nuevas órdenes? Aún no acabamos con estas" dijo Gaia.

"Esta misión fue reasignada a otro demonio de clase alta"

"¿Clase alta?" cuestiono Gaia burlonamente.

"Conformate con eso, Gaia" dijo Ichiro.

"Al menos dime que ya saben dónde está esa estúpida espada"

"Ciudad de Kuoh"


Aquí el final del primer capítulo. ¿Qué les pareció?

Aquí entre nosotros. Quisiera que me dieran algunos consejos sobre cómo escribir diálogos y las escenas, quiero mejorar en eso ya que a veces me quedo en blanco al escribir.

El primer arco se basa en la espada venus y en la presentación de los antagonistas principales de la historia en general así como el antagonista del primer arco.

¿Naruto x Tsubaki? O ¿Naruto x Harem? Ustedes decidan.

Por favor dejen su reseña y sigan la historia, eso me ayuda mucho y me dan más ganas de seguir con la historia.