Hola hermosas, espero tengan un feliz Miércoles.

A TRAVÉS DE MIS OJOS

XXXVI

CANDY

Aquella mañana habíamos llegado un poco más tarde que los días anteriores, nos dirigimos directamente hacia el lugar donde debíamos comenzar con los ejercicios, mientras yo ayudaba a Anthony una de las enfermeras llegaba para indicar los ejercicios que había dispuesto el Dr. Reynolds.

-Muchas gracias. – Le respondí con una sonrisa. Ella le sonrió tímida a Anthony y se retiró del lugar. – Por lo menos no se quedó con nosotros. – Dije un tanto molesta, él me sonrió por mi comentario y tomó mi mano entre las suyas para besarla con ternura, sus ojos azules me miraban con un brillo intenso mientras depositaba un corto beso sobre mi dorso, aquellas acciones eran las que hacían calmar los celos que yo sabía era tonto sentir, porque él jamás me había dado siquiera un motivo para hacerlo.

-Me gusta cuando te pones celosa. – Me dijo con travesura, y yo le sonreí de lado un tanto apenada por haber sido descubierta, me acerqué a él para darle un rápido beso en sus labios. – No. – Me dijo cuando me alejaba de él. Me sorprendí al momento que sostuvo mi rostro entre sus manos evitando me alejara y me proporcionó un beso mucho más largo y tierno. – Mejor así. – Me dijo besándome de nuevo y yo a pesar de la pena que sentía le correspondí cerrando los ojos, dejándome llevar por las sensaciones que despertaba dentro de mí, una vez que dejó de besarme recorrí la sala en la que estábamos para cerciorarme que nadie nos hubiese visto.

Para mi sorpresa cuando enfoqué la mirada justo detrás de Anthony pude ver el rostro molesto de Terry, quien estaba junto a Susana, sus ojos estaban fijos en mí y pude advertir por sus movimientos que se acercaría a nosotros sin dudarlo. Anthony giró su silla para mirar al lugar que yo observaba y enfocó su mirada en la figura de Terry, cruzando ambos sus miradas, comprendiendo que había llegado la hora de enfrentarlo. Mi pulso se sentía acelerado, mi corazón estaba latiendo con verdadera rapidez y un miedo se apoderó repentinamente de mí al ver la mirada filosa que Terry dirigía a Anthony, sabía que era una persona bastante explosiva y temía que pudiera aprovecharse de la condición en la que estaba Anthony y él no pudiera defenderse como debía.

-¡Terry! – Dije temerosa al ver que él comenzaba a caminar hacia dónde nos encontrábamos. Su mirada fría se encontraba con la de Anthony y de pronto me miraba a mí como reclamando mi presencia en este lugar.

-Tranquila mi amor, no hacemos nada malo. – Me dijo Anthony intentando que me tranquilizara, tomó mi mano con delicadeza, sin embargo la tensión que sentía en ese momento era mucha y ni la cercanía de Anthony o su tranquilidad ayudaban a que yo me mantuviera tranquila.

-¿¡Qué estás haciendo aquí!? – Me preguntó de manera brusca, como si tuviera que darle explicación alguna cuando nuestra relación había terminado tiempo atrás y jamás había tenido la intención de buscarme siquiera. Aquella pregunta en lugar de tensarme lo que hizo fue enfurecerme más provocando que el temor que había pasado por mi cabeza quedara en segundo plano.

-No te permito que le hables así. – Dijo Anthony como siempre defendiéndome ante todos. Terry volvió a mirarlo y una sonrisa cínica surcó su rostro.

-No te hablé a ti… - Le dijo con cinismo, como si su presencia no le importara en absoluto. El trato que le daba hacia que yo me molestara más con él, recordando las veces que en el Colegio había sido un malcriado.

-Estoy ayudando a Anthony con su rehabilitación. – Respondí un poco más decidida, la manera en la que Terry se comportaba había hecho que yo sintiera más confianza en mi relación con Anthony y sabía cómo defenderme de sus ataques.

-Veo que sigues siendo una sentimental. – Dijo recorriendo a Anthony de arriba hacia abajo, con desprecio, mientras él también le mantenía la mirada firme.

-Terry… - Dijo Susana detrás de él intentando llevárselo del lugar. Ella también lucía sorprendida por mi presencia en el centro, sin embargo Terry no la estaba tomando en cuenta, su trato hacia ella era muy diferente al trato que le había dado la noche en la azotea del hospital, en donde ni siquiera me miró cuando la sostenía en brazos.

-Ahorita no Susana. – Le dijo con fastidio, se notaba que estaba molesto con ella y no le importaba disimularlo. Susana bajó su mirada avergonzada y se aferró a las muletas que la sostenían. – Anthony… - Dijo mirándome de nuevo, buscando en su memoria las veces en las que yo lo había mencionado, sabía que era así porque yo recordaba perfectamente el malestar que le causaba cuando le hablaba de él, sin embargo su actitud era como si en esos momentos tuviera que recordar como si solo lo hubiese mencionado alguna vez. – Qué no era el muerto… - Dijo de nuevo con esa voz que intentaba intimidarnos a ambos, pero contrario a que eso pasara mi temor se iba disipando. Me sentía mal porque a pesar de todo no deseaba hacerle daño, sabía que nuestra separación había sido también en contra de su voluntad y podía ver en sus ojos que estaba confundido tal vez al captar la sortija que yo presumía en mi mano y que me anunciaba que estaba comprometida.

-Cómo puedes ver no estoy muerto. – Mencionó Anthony en respuesta al comentario que había hecho Terry, mientras yo me quedaba en silencio buscando la manera de explicar algo que era demasiado largo para resumir en unas cuantas palabras.

-Pero por lo que veo no quedó mucho de ti. – Le dijo una vez más con desprecio, intentando humillarlo y hacerlo sentir mal por la condición en la que había quedado después del accidente sufrido. La voz de Terry era como de triunfo, como si se sintiera superior en ese momento a Anthony y eso me lastimaba, ya que para mí era todo lo contrario a lo que él sentía y pensaba.

-¡Terry! – Le dije ofendida por el comentario que había hecho, mirándolo con reproche por la manera en la que le hablaba, reprochándole de nuevo su actitud. Pude darme cuenta que a pesar del tiempo, la madurez aún no llegaba al cerebro de Terry. – Anthony tiene un problema pero se está recuperando. – Dije intentando defender la situación de Anthony, sin embargo Terry sonrió de lado como si no le importara lo que yo tuviera que decir de él.

-Veo que te está chantajeando al igual que Susana me chantajeó a mí. – Me dijo una vez más, haciendo sus propias conclusiones de lo que él veía en nuestra relación, todo a su conveniencia no queriendo aceptar que yo estaba con Anthony por amor, no por obligación como un día él me había confesado lo estaba con Susana.

-¡No es así! ¡Yo estoy con Anthony porque quiero estar con él! – Le respondí realmente ofendida por las palabras que decía, sintiéndome impotente porque sabía de la terquedad que él poseía y que siempre quería tener la razón, creía que con solo ver las cosas él podía descifrarlo todo al instante.

-¿¡De verdad crees eso!? – Me preguntó con sus manos apuñadas, sabía que le molestaban mis palabras, sabía que le hacían daño, pero no estaba dispuesta a permitir que ofendiera a Anthony o que le generara dudas acerca de los sentimientos que yo tenía por él. Yo amaba a Anthony y ahora estaba más segura de mis sentimientos por él que antes.

-¡Por supuesto! ¡Anthony es mi prometido y nos vamos a casar! – Dije aclarando lo que había entre Anthony y yo, dispuesta a enfrentarlo, segura de que él intentaría convencerme de que lo amaba a él, pero ya no era así, Anthony había regresado a mi vida y con ello había regresado mi confianza en el amor, en la vida, dejando atrás el trauma que padecía al confesar en voz alta cuanto lo amaba, unas palabras que yo no podía expresar en voz alta desde que él había desaparecido.

-¡No ves que te está manipulando! – Dijo de nueva cuenta, insistente en que mi relación con Anthony era igual a la que él mantenía con Susana. Miraba a Anthony como acusándolo de frente, intentando según él descubrirlo ante mis ojos, como si yo estuviera ciega o negada a ver la realidad que vivía.

-Sería incapaz de manipular a Candy. – Respondió Anthony con tranquilidad, seguro de lo que sabía había entre nosotros y el escucharlo hablar de esa manera hacía que mi corazón saltara de gusto.

-¡Tú no te metas! ¡No voy a permitir que te aproveches de la bondad de Candy! – Volvió a arremeter contra él, fijando su mirada sobre mi príncipe con verdadero odio, con una mirada filosa que yo conocía a la perfección, aquella mirada que un día había dirigido hacia mí en el pasado.

-¡Anthony no se aprovecha de mí! – Dije realmente exasperada por su comportamiento, parecía un crío que no tenía lo que quería en el momento, cuando él mismo había decidido su destino e intentaba cambiar el mío como si fuera realmente un salvador, proyectándose en la vida que había elegido por voluntad propia. Mis palabras salieron un poco alto por la impotencia que tenía al verlo necio en lo que él creía era lo correcto.

-Tranquila princesa. – Me dijo Anthony para que me tranquilizara, él podía ver que yo estaba perdiendo el control a pesar de que sería más normal que no lo hiciera ya que yo era la que conocía más a Terry que él mismo y sin embargo Anthony era el que mantenía sus impulsos más controlados a pesar de que sabía que también estaba molesto por la actitud de Terry. Mis ojos estaban a punto de soltar las lágrimas por la manera en la que Terry intentaba minimizarlo. - Déjame hablar con él. – Dijo para mi sorpresa, sintiendo de pronto que mi corazón dejaba de latir por el temor de dejarlos a solas aunque fuese unos instantes.

-No tengo nada que hablar contigo, es con ella con la que tengo que hablar. – Dijo Terry con molestia, seguro de que tenía que hablar conmigo y no con Anthony, aunque la verdad yo tampoco me sentía con mucho ánimo de hablar con él. Temía que aquel carácter explosivo surgiera una vez más y con ello Anthony corriera peligro al no poder defenderse adecuadamente, su condición no le permitía hacerlo o medirse en fuerza con alguien que gozaba con todas las ventajas para hacerlo y que estaba segura para él sería un verdadero triunfo lograrlo.

-Podrás hablar con ella, si ella quiere hacerlo. – Respondió Anthony ante la necedad de Terry de hablar conmigo. Lo miré con sorpresa porque no me imaginaba que él estuviera dispuesto a dejarme decidir si debía o no hablar con él, negué con mi mirada ya que no quería hablar con Terry, sabía que todo había sido dicho entre nosotros y no tenía caso continuar con un tema que para mí ya estaba cerrado, aunque podía ver que para Terry no era así, además me negaba a dejarlos a solas. – Estaré bien. – Me dijo con una bella sonrisa, confiando en que todo saldría bien, yo seguía confundida y con temor porque no sabía para qué quería hablar con él.

-Vamos Candy, si el medio muerto quiere hablar conmigo hablaré con él. – Dijo de nuevo, intentando sacar de quicio a Anthony, quien podía notar que se estaba conteniendo porque yo estaba con él. Me sonrió de nuevo pidiendo en silencio lo dejara hablar con él y no me quedó de otra que aceptar indecisa a que hablaran por un momento.

-Estaré cerca. – Le dije a Anthony, sin embargo mi mirada después se posó en la de Terry advirtiéndole con ella que no se atreviera a lastimarlo. Anthony me sonrió agradecido y yo me alejé unos cuantos pasos, asegurándome que donde estuviera pudiera ver qué era lo que sucedía entre ellos y si podía escuchar su conversación para mí mejor, me sentiría más tranquila de que así fuera.

Podía ver a la distancia que Terry seguía a la defensiva, con su cuerpo me advertía que estaba molesto por lo que había descubierto, mientras del otro lado de la sala Susana estaba sentada con la mirada también puesta en ellos, pendiente de lo que sucedía a pesar de que ella podía escuchar mucho menos de lo que yo podía hacerlo.

Terry se acercó amenazante a la silla de Anthony y eso hizo que yo me acercara aún más hacia donde ellos estaban, quería ayudarlo, quería defenderlo de él temiendo que lo lastimara. Una angustia se generó en mi corazón al ver a los dos mirarse con reto, sabía que ninguno estaba dispuesto a dejarse intimidar y eso era lo que me hacía preocuparme más por Anthony, quien estaba en total desventaja ante Terry.

-¿Qué es según tú lo que puedes ofrecerle? – Alcancé a escuchar que Anthony le respondía a lo anterior que él había dicho. - Porque sé perfectamente al igual que todo Nueva York que la señorita Marlowe es tu prometida. – Dijo de nuevo, las palabras iban y venían y yo no podía escuchar bien lo que ambos decían, lo poco que identificaba era cómo Anthony también le reclamaba su comportamiento.

-Eso se puede arreglar… - Dijo Terry provocando que yo me sintiera ofendida por su manera de responder, ya que en el pasado él no había estado dispuesto a dejar pasar de lado el compromiso que había adquirido cuando Susana le salvó la vida.

-Aun así, Candy no es un objeto al que puedas manejar, ella debe decidir qué es lo que quiere hacer. – Dijo Anthony una vez más, como siempre dejándome en libertad de tomar mis propias decisiones, decisiones que yo ya había tomado y que nadie me haría cambiar de nuevo. Ya no estaba dispuesta a dejar ir lo que amaba, mi amor por Anthony era tan grande que no concebía nuevamente un mundo sin él, ya había comprobado cómo era vivir sin él y no estaba dispuesta a volver a enfrentarlo.

Terry bajó el tono de su voz, sin embargo por la manera en la que vi que el cuerpo de Anthony se tensó pude advertir que no había sido nada amable lo que le dijo. Se alejó de él soltando la silla de ruedas y eso me hizo sentir un poco de tranquilidad al ver que ya no lo estaba amenazando.

-Será mejor que midas tus palabras. – Dijo Anthony con molestia, aquella respuesta me confirmaba que Terry lo había ofendido y nuevamente mi corazón se aceleró inquieto. – Podrás hablar con Candy cuando gustes y ella decidirá si quiere quedarse a tu lado. – Dijo de pronto para mi sorpresa, sintiendo una profunda tristeza de que él permitiera que Terry y yo habláramos, sentía como si ellos hubieran tomado una decisión por mí sintiéndome verdaderamente lastimada, jamás hubiera pensado que alguien más decidiera por lo que yo deseaba hacer, pude entender la frustración de Archie y del mismo Terry en ese momento cuando yo había decidido por ellos en aquella ocasión.

ANTHONY

Candy se acercó en silencio hacía mí, mirando como Terry se alejaba de nosotros para irse al lado de Susana, de inmediato me ayudó a sentarme de nuevo, sin embargo no me dijo ni una sola palabra, sabía que había escuchado lo último que yo había dicho a Terry y sabía que estaba ofendida por lo que yo había decidido sin pedirle opinión, sin embargo tampoco me sentía con la libertad de prohibirle hablar con alguien como si fuese su dueño.

-¿Te encuentras bien? – Me preguntó una vez que me dirigía hacia la salida, había decidido abandonar el centro y yo estuve de acuerdo, después de lo sucedido no podía concentrarme en los ejercicios.

-Estoy bien. – Le respondí con una sonrisa, sonrisa que ella respondió tristemente.

La espera de Jackson y el camino hacia la mansión fue en silencio, ella no se atrevía a externar lo que había sucedido y yo esperaba que me expresara su molestia. Llegamos a la mansión en el mismo silencio en el cual habíamos abandonado el centro.

-Buenas tardes, ¿Cómo les fue? – Preguntó mi tío quien se encontraba en el salón junto a Stear y Archie.

-Estoy cansada, me iré a descansar un momento. – Fue la respuesta que Candy dio. Los demás la miraron confundidos, sin embargo sus miradas se pusieron en mí para saber el motivo por el cual lucía tan triste y desanimada.

-¿Pasó algo? – Preguntó Albert preocupado.

-Nos encontramos con Terry. – Dije suspirando frustrado por lo que había sucedido en el centro.

-¿Le hizo algo? – Preguntó Archie casi de inmediato, al escuchar la mención del actor rápidamente pensó lo peor.

-¿Qué sucedió Anthony? – Preguntó Stear, quien era el que estaba más enterado de la situación que vivíamos Candy y yo desde que descubrimos que Terry y Susana eran pacientes del mismo centro al que asistíamos.

-Como ya se imaginarán Terry nos enfrentó y me acusó de estar manipulando a Candy para que esté conmigo por lástima. – Dije explicando a grandes rasgos lo que habíamos hablado, también yo me sentía cansado de aquella disputa que habíamos mantenido.

-¡Es un imbécil! – Dijo Archie realmente molesto por lo que yo decía.

-Terry tiene que entender que tú y Candy se aman de verdad. – Dijo Albert seguro de nuestros sentimientos, yo sonreí de lado ya que en estos momentos lo que ella sentía por mí no era precisamente amor.

-Quiere hablar con ella. – Dije de nuevo para que los tres estuvieran enterados de las intenciones del actor.

-¿Y qué le respondiste? – Preguntó Stear intrigado por conocer mi respuesta, él sabía que yo estaba dispuesto a permitir que ellos hablaran acerca de sus diferencias.

-No podía negarme, si es algo que Candy quiere hacer. – Dije seguro de que Candy tendría algo qué decirle o qué aclarar con él.

-¡Por supuesto que sí! – Dijo Archie de inmediato. - ¡Ella es tú prometida! – Dijo molesto por que yo permitiría que ellos hablaran al respecto.

-Técnicamente Archie tiene razón. – Dijo mi tío para mi sorpresa. – Candy al ser tu prometida pasa a depender de ti y en nuestra sociedad el prometido tiene todo el derecho de opinar respecto a las decisiones que ella tome. – Dijo de nuevo, yo sabía aquello, sin embargo estaba consciente al igual que él que yo no sería capaz de imponer mi decisión ante ella, mucho menos si ella no estaba de acuerdo.

-Sabes que yo no estoy de acuerdo con ello. – Dije en respuesta, mi tío asintió tranquilo, compartía la misma opinión que yo al creer que las personas éramos libres.

-¿Candy está de acuerdo en hablar con él? – Preguntó de nuevo mi tío para saber el motivo por el cual Candy estaba tan deprimida.

-La verdad no lo sé, me tomé la libertad de decirle a Terry que podría hablar con ella siempre y cuando Candy lo permitiera. – Dije en respuesta, y a pesar de que sentía en mi interior una negación a que eso sucediera, sabía que no podía oponerme.

-O sea que le dijiste que hablara con Candy porque no puedes negarte a hacerlo, pero prácticamente la obligas a ella que hable con él y tal vez no quiere hacerlo. – Dijo Stear haciendo que me sintiera frustrado con sus palabras. Yo asentí comprendiendo hasta ese momento lo que había hecho.

-¡No lo puedo creer, Anthony! – Dijo Archie molesto, él era el que más enojado estaba de todos.

-¿Hablaste con ella? – Me preguntó mi tío mirándome a los ojos, con la mirada negué mi respuesta. – Habla con ella. – Me dijo de nuevo y yo sonreí dispuesto a ir a buscarla.

Stear me acompañó hasta la habitación de Candy y a pesar de que me sentía un tonto por haber decidido por ella, a pesar de que creía que era mejor que lo hiciera ella me abrió la puerta, cuando estaba en todo su derecho a negarse a hablar conmigo.

-Adelante. – Me dijo haciéndose a un lado para que yo entrara. Sus ojos lucían rojos, pude advertir que estaba llorando.

Me levanté de la silla y la tomé de la mano para acercarla a mí.

-Lo siento. – Le dije acariciando su rostro con ternura, mientras ella tenía su mirada puesta en el piso, incapaz de verme a los ojos.

-¿Ya no me amas? – Me preguntó de pronto, mi corazón se sintió adolorido por su repentina pregunta.

-¿Por qué me preguntas eso mi amor? Si sabes que tú eres lo más importante de mi vida. – Le dije muy cerca de sus labios, las lágrimas comenzaron a caer de sus bellos ojos una vez más con mayor intensidad y ella se abrazó a mi cuerpo de manera desesperada.

-Porque yo no quiero hablar con Terry, sin embargo tú le has permitido que lo haga. – Dijo sintiéndose realmente triste por mi atrevimiento.

-Sé que debí preguntarte primero para saber si tú estabas de acuerdo en hablar con él, pero tú mejor que nadie sabes que Terry no se quedaría de brazos cruzados al creer que yo te prohibía hablar con él o que te estaba manipulando para que no lo hicieras. – Dije explicando los motivos por los que había dicho que permitiría que hablaran.

-Escuché que le dijiste que si yo quería quedarme a su lado no lo impedirías. – Dijo con verdadero pesar, sintiendo en el alma aquellas palabras que me habían costado tanto decirle al actor.

-Y es verdad. – Le dije seguro. – Si tú estás dispuesta a darte una oportunidad con él yo no lo impediré. – Dije pasando saliva con dificultad. – Pero será algo que tú decidas, no porque yo te di un anillo quiero que pienses que si otros son tus deseos yo te voy a obligar a que cumplas con algo que no desees. No me mal entiendas, te amo… te amo más que a mi vida… te amo tanto que soy capaz de sacrificarme si tú me lo pides. – Le dije en un susurro muy cerca de sus labios, deseando que ella se quedara a mi lado, rogando que nuestro amor fuese más fuerte que aquel desacuerdo que ambos teníamos.

-Yo te amo a ti, yo te elegí a ti desde hace tiempo, tú eres al único que quiero en mi vida y me duele que hayas pensado siquiera que quiero quedarme al lado de Terry. – Dijo abrazándome por el cuello, aferrándose a mi cuerpo con ansiedad, deseosa de que tomara sus labios porque no dejaba de rosar sus labios con los míos.

La besé con ternura, mi boca se adueñó de sus labios y comencé a besarla con verdadera ansiedad y pasión, introduciendo mi lengua para buscar la de ella, la cual me encontraba con verdadera desesperación, jugueteando dentro de su boca entre sí, alimentándose una a la otra, reconociéndose una vez más, acariciándose para demostrarme y demostrarle lo mucho que la amaba y que ella me amaba.

-Sé que me amas pecosa, pero necesito que él comprenda que no estás a mi lado por compasión. – Le dije una vez que dejamos de besarnos, ambos unidos en un fuerte abrazo, ella me sostenía por el cuello y yo la sostenía por la cintura con fuerza, pegada a mi cuerpo. Necesitaba tenerla así, extrañaba volver a sentir el calor que desprendía cuando nos demostrábamos nuestro amor.

-No importa lo que él crea. – Dijo Candy una vez más, demostrándome que a ella no le importaba lo que él pensada de nosotros.

-No, no importa, sin embargo seguirá insistiendo porque él cree que así es y no sé si volveré a tener la paciencia que tuve hoy para no darle un golpe y no estoy en condiciones para hacerlo. – Dije frustrado por no poder defenderla como se debía, molesto porque él se había atrevido a mucho el día de hoy, me había humillado, había dudado de mi hombría y tenía que admitir que me había lastimado el orgullo y a pesar de que yo era paciente, sabía que hoy además de Neal aquel actor había acabado con mi paciencia.

-Entonces hablaré con él. – Me dijo con una sonrisa tierna, comprendiendo mis motivos por los cuales yo prefería que hablara con él.

Comencé a besarla una vez más, queriendo llenarme de sus besos nuevamente, quería saciarme de su sabor y fundirme en sus labios plenamente. Ella correspondió con la misma intensidad que yo la besaba y pronto levantó su rostro para jalar aire, yo continué con mis besos hacia su mentón y poco a poco fui bajando hasta su cuello, el cual estaba cubierto por el vestido que usaba, sin embargo la ansiedad que me dominaba en ese momento me hizo hacer un lado la tela que lo cubría para continuar mi recorrido, atreviéndome a recorrer su blanca piel con mi lengua, dejando un rastro húmedo sobre ella, escuchándola gemir de manera sensual.

-¡Anthony…! - Dijo en un susurro, aquella voz tan sensual que salió de su boca provocó que mi cuerpo se estremeciera y encendió en mí una llamarada en mi interior que me pedía continuara con aquella muestra de amor.

Recorrí una vez más su cuello hacia el lado contrario y llegué de nuevo a su mentón, con mis manos busqué el seguro que afianzaba el abrigo que aún llevaba y la despojé de él para después soltarlo al piso. La prenda cayó y con ello dejó su cuerpo liberado de su protección, sentí su cuerpo arder sobre el vestido que llevaba y mi cuerpo se estremeció al sentirlo.

-Te amo Candy… te amo… - Le decía mientras me daba cuenta que su cuello estaba libre de telas y con gusto arremetí de nuevo contra él, besándolo una y otra vez, subiendo y bajando con mis besos, dejando un rastro húmedo en su piel, queriendo marcar cada milímetro de su piel con mis caricias. Ella acarició mis cabellos y yo sentí desfallecer, mis piernas se sentían sin fuerza y no era por mi problema, sino por la pasión que comenzaba a debilitarme al sentir la reacción tan firme que se marcaba bajo mi pantalón y que me obligaba a unirme más a ella.

Ella ladeó su cabeza para permitir que pudiera besarla con mayor libertad y yo sonreí agradecido por su gesto. Comenzaba a perder el control de mi cuerpo y mis manos viajaron hacia su espalda, acariciando lentamente su derrier, bajé de nuevo mi agarre hasta su cintura y por inercia lo subí lentamente de nuevo, pero esta vez recorrí sus costados hasta rosar el nacimiento de sus senos, un movimiento sutil y atrevido que ella no se negó a que lo hiciera, bajé una vez más mis manos y llegué hasta sus caderas aferrándolas con fuerza a mis manos para unirla a las mías provocando que ella sintiera más fácilmente mi reacción. Nos detuvimos en nuestros besos y nuestras miradas se encontraron prendidas de deseo, pude ver que sus pupilas se encontraban dilatadas, sus labios separados porque respiraba por ellos, ninguno nos movíamos, simplemente nos quedamos unos segundos ahí unidos, yo aferrándola por las caderas para después acariciar sus glúteos con un firme agarre.

-Candy… Anthony… - Dijo la voz de Stear quien con pesar nos interrumpía nuevamente. – Siento interrumpir, pero buscan a Candy. – Dijo con la voz apagada. Candy y yo nos mirábamos un tanto confundidos, aún no comprendíamos lo que Stear decía, continuábamos perdidos en nuestras emociones, en nuestro sentir y no captábamos lo que estaba sucediendo.

-¿Qué sucede Stear? – Pregunté intentando controlar mi voz para no ser descubierto en lo que estábamos haciendo.

-Es Terry… - Dijo simplemente. Candy me miró sorprendida, lo mismo que yo quien no me esperaba que se presentara tan pronto para hablar con ella.

-En un momento bajo. – Dije separándome de ella para después sentarme en la silla de ruedas y comenzar a respirar de manera más tranquila, buscando la forma de minimizar mi cuerpo.

-No esperé que viniera tan pronto. – Dijo Candy también confundida por la interrupción que habíamos tenido. – Hablaré con él. – Dijo con mayor confianza. Yo sonreí ante su comentario, sin embargo noté que su cuello no estaba del todo presentable.

-Creo que será mejor que te pongas tu abrigo. – Le dije levantando la pieza que había quedado cerca de mi silla.

-No tengo frío. – Dijo con una sonrisa tímida, sabía que no tenía frío, yo estaba igual de acalorado que ella, podía verlo en su respiración agitada y en el sonrojo que reflejaba su rostro, sin embargo las marcas que había dejado en su cuello por mis caricias eran bastante notorias.

-Yo tampoco hermosa, pero deberías verte en un espejo. – Dije apenado por haberla marcado de esa manera.

-¡Dios! – Dijo Candy cuando se vio ante el espejo al descubrir que había líneas rojas que no serían muy difíciles de descifrar por la familia si ella se presentaba de esa forma, mucho menos al saber que estábamos a solas en su habitación.

Se colocó el abrigo con timidez y yo pude observar lo hermosa que era, sintiéndome verdaderamente afortunado por tenerla a mi lado, por lo mucho que me amaba y lo valiente que era al decidir estar conmigo a pesar de que aún no tenía por completo la movilidad de mi cuerpo.

Bajamos juntos y al llegar al salón en donde Terry aguardaba, pudimos ver que Albert intentaba contener a Archie, quien miraba con verdadero desdén al actor.

-Eres un sinvergüenza, después de lo que hiciste a Candy ¿Cómo es posible que te presentes aquí con esa desfachatez? – Dijo Archie en reclamo al actor.

-Contigo no vine a hablar elegante. – Le dijo con desprecio, de la misma manera que me había hablado a mí horas atrás. – Vine a ver a Candy, vine a salvarla del manipulador de tu primito. – Le dijo necio con su opinión sobre mí. Negué controlándome una vez más.

-¡No te permito que hables así de Anthony! ¡Tú prometida es la que se aprovecha de que eres un imbécil! – Dijo Archie, mientras Terry intentaba golpearlo y Albert se interponía entre ellos.

-¡Basta! – Dijo Albert molesto con ambos por su comportamiento. – Se me calman los dos y tú Terry más vale que te comportes porque no estoy dispuesto a escuchar un insulto más a cualquiera de mi familia. – Le dijo retándolo por su manera de expresarse. Archie le sacó la lengua como un niño chiquito y a pesar de saber que era inmadura su acción me causó gracia que lo hiciera.

-Tranquilo Archie. – Dijo Stear quien era el más sensato, aún así podía ver que también había intentado reírse.

-Ya estoy aquí. – Dijo Candy mirando a Terry a los ojos, decidida a hablar con él. Terry volteó a verme y yo tenía que reconocer que tenía las agallas suficientes para enfrentar a todos los Ardlay al mismo tiempo.

-A solas. – Dijo mirándome una vez más como si yo tuviera la intención de estar con ellos cuando hablaran. Candy volteó a vernos a todos y comprendimos su solicitud. Me sonrió una vez más asegurándome que estaría bien, yo le correspondí de la misma forma haciéndole ver que ahí estaría por si me necesitaba.

-Nos hablas si este impertinente se atreve a ofenderte Candy. – Dijo Archie antes de empujar la silla de ruedas para dejarlos hablar a solas, como él lo había solicitado.

CANDY

Nos quedamos a solas en el salón, sin embargo sabía que Anthony estaría al pendiente de mí, me lo había hecho saber cuándo bajábamos para encontrarme con Terry, yo aún no me recuperaba de lo sucedido en la habitación y me sentía un poco confundida y abrumada con lo que estaba pasando.

-¿Qué quieres hablar Terry? – Pregunté sentándome frente a él, quien esperó a que yo lo hiciera para tomar él mismo asiento.

-Quiero que entiendas que estás cometiendo un grave error. – Dijo de manera desesperada, yo lo miré confundida para que me explicara los motivos que tenía para decir lo que decía con tanta seguridad. Sabía que a sus ojos así era. – Ese tipo se está aprovechando de su situación para que te quedes a su lado. – Decía insistente, queriendo comparar su situación con la mía.

-No es así Terry, Anthony y yo nos amamos…

-¡No es así! – Dijo desesperado callando mis palabras en su insistencia de tener una sola verdad. – También creí al principio que Susana me amaba, y llegué a pensar que por que me gustaba podría desarrollar un sentimiento de amor hacia ella, sin embargo no es así, mírate en mi espejo y date cuenta de lo que puede ser tu vida al lado de alguien que manipula y miente. – Dijo convencido de sus palabras, seguro de que su vida era mi vida.

-¿Qué miente? – Pregunté un tanto confundida por lo que decía. - ¿A qué te refieres? – Pregunté para que me explicara. Terry asintió con su cabeza.

-Él sabía de mí hace tiempo y puedo asegurarte que no te había dicho nada al respecto. – Dijo intentando que yo desconfiara de Anthony. Sonreí por sus palabras porque a pesar de que Anthony sabía de él hace tiempo, no sabía su identidad mucho menos quién era realmente.

-Anthony me confesó que tú y Susana eran parte del centro de rehabilitación. – Dije para su sorpresa, mientras él me veía ahora confundido.

-¿Por qué no me buscaste? ¿Te lo prohibió? – Preguntó molesto. Negué intentando ser lo más convincente posible.

-No tenía caso que lo hiciera, yo había prometido a Susana alejarme de ti, además lo que había entre nosotros es parte de nuestro pasado. – Dije sabiendo que podría lastimarlo, sin embargo yo no quería seguir alimentando sus esperanzas.

-Mi vida ha sido un infierno al lado de Susana. – Me dijo mirándome a los ojos, yo sentí un verdadero remordimiento en mi pecho, me dolía verlo sufrir porque precisamente él me había pedido ser feliz el día que nos separamos definitivamente.

-Siento que así sea. – Le dije siendo honesta en mi sentir.

-No quiero que pases por lo mismo, mucho menos cuando sé que todavía te amo. – Dijo de pronto, tomando mis manos entre las suyas para suplicarme una vez más. – Te amo Candy, olvida ese tonto compromiso, él no te puede dar lo que yo puedo darte. – Dijo con los ojos suplicantes. Yo le sonreí con tristeza.

-Siento escuchar que no eres feliz con Susana… pero yo si soy feliz al lado de Anthony. – Dije convencida de mis palabras, mirándolo a los ojos para que en ellos él encontrara la verdadera respuesta a lo que yo quería comunicarle. Terry se levantó de pronto soltando mis manos, cambiando su mirada una vez más por una mirada llena de rencor, una mirada que yo conocía muy bien.

-Tú me condenaste a esta vida… - Dijo responsabilizándome de lo que vivía en un claro reproche de lo que yo había decidido por él en aquel momento a pesar de que él lo había decidido mucho antes de que yo llegara aquel fin de semana.

-Muchas veces pensé que yo te había dejado libre para estar con Susana. – Dije con tranquilidad, poniéndome de pie para verlo de frente. – Sin embargo, hoy mismo me acabas de comprobar una vez más que no fue del todo así. – Dije segura, sintiendo una paz en mi interior al comprender que realmente no habían sido las cosas como mucho tiempo me lo había planteado en mi cabeza.

-¿A qué te refieres? – Preguntó de nuevo sin dejar de mirarme con enojo.

-A que tú habías decidido quedarte a su lado desde antes que yo llegara a Nueva York, además acabas de decir que ella te gustaba y que pensabas que ese sentimiento podría convertirse en amor. – Terry me miró con los ojos confundidos como buscando en su memoria en qué momento me había dicho que Susana le gustaba. – Nuestro tiempo pasó Terry… - Dije con dificultad, me dolía lastimarlo a pesar de que él intentaba esconder su sentir con aquella apariencia fría que siempre demostraba cuando sufría, intentando mostrar una imagen débil que él mismo despreciaba en las personas.

-Espero no te arrepientas un día como lo hice yo… - Me dijo dando la vuelta para salir del salón. Caminé detrás de él y en el pasillo principal nos encontramos con Anthony, quien estaba esperando a que termináramos de hablar. – Algún día te darás cuenta que la lástima se termina… - Le dijo a Anthony con verdadero rencor, queriendo lastimarlo una vez más.

-Candy es incapaz de estar por lástima a mi lado, es una persona lo suficientemente inteligente para diferenciar el amor de la pena, no como otros que a pesar de que saben en donde están metidos siguen ahí aguantando porque se niegan a reconocer que hay un sentimiento de por medio. – Dijo Anthony insinuando que él tenía un sentimiento por Susana, tal vez no propiamente amor, pero podía advertir que entre ellos había algo más que una promesa de matrimonio.

-¿¡Dudas de mi amor por Candy!? – Le preguntó sintiéndose ofendido por sus palabras. Anthony se puso de pie para enfrentarlo a la misma altura que él. - ¡Sabía que solo eras un manipulador! – Dijo una vez que lo vio de pie. Lo tomó de la solapa con fuerza y él se soltó de la misma forma haciendo que diera dos pasos hacia atrás.

-¡Terry! – Dije corriendo hasta donde estaban, acercándome rápidamente para evitar que lo lastimara..

-¡Te dije que solo te está manipulando Candy! – Dijo señalando a Anthony con su índice mientras me veía impaciente. – ¡Él sabía que estaba aquí desde hace tiempo y no te dijo nada, evitó que nos viéramos para que no regresaras a mi lado! – Comenzó a acusarlo de que había mantenido oculta su presencia.

-¡Anthony no me ha ocultado nada! – Insistí una vez más de manera decidida, apuñando mis manos para que él me escuchara, necio en lo que él creía y que nadie lo haría cambiar de opinión.

-¡Son tal para cual! – Dijo Terry molesto, comenzando a caminar hacia la salida, pero antes de hacerlo empujó a Anthony quien no se lo esperaba y se fue de espaldas contra el piso.

-¡Anthony! – Grité desesperada hacia donde había caído, mientras Terry volteaba a ver sorprendido lo que había ocasionado. - ¿Estás bien? – Pregunté angustiada por verlo en el suelo, con el rostro completamente sonrojado de dolor, sin embargo podía apreciar que se estaba conteniendo para no preocuparme.

Continuará…

Y hasta aquí termina el capítulo de hoy, espero de todo corazón que les haya gustado o como siempre les digo por lo menos les haya entretenido. Espero sus comentarios.

Julie-Andley-00. Hola hermosa, gracias por responder. Nuncamente ante mí Anthony se agachara frente a Terry, creo que ya lo han puesto de agachón en muchas historias (según me cuentan) y definitivamente Anthony nunca fue así, intento seguir la línea de cada uno de los personajes a pesar que no siempre lo logro. Muchas gracias por comentar hermosa, te mando un fuerte abrazo.

Cla1969. Ciao bella, grazie mille per le tue parole, è un bene che il matrimonio ti sia piaciuto. Hai ragione Albert e Anthony hanno un bel rapporto. Terry è una persona che l'autore dice "Non è mai cambiato", quindi dal mio punto di vista è sempre lo stesso ragazzo viziato e irascibile che Candy ha incontrato a San Pablo, che "è maturato" solo quando era con Candy ma non stava con ha continuato con il suo modo di essere intransigente e arrogante. Grazie per aver letto e commentato, come sempre ti mando un grande bellissimo abbraccio.

TeamColombia. Hola hermosas, sé que a ninguna de ustedes les gusta Terry, es más debería decirles "Club enemigas de Terry" jajaja pero saben que tengo que a veces tengo que incluirlo un poco en las historias porque como me han dicho por ahí él es la pimienta de la historia, pero como no me gusta la comida muy condimentada... Espero tengan paciencia con lo que sigue de la historia y no se coman las uñas es malo. Les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.

Rose1404. Hola hermosa, me alegra saber que vas bien con tu embarazo. Me alegra saber que te gustó el capítulo anterior y que no te haya decepcionado, espero este tampoco haya sido desagradable ya sabes que escribo con mucho cariño para cada una de las lectoras. Gracias por leer y comentar hermosa, te mando un fuerte y amplio abrazo para abarcarte por completo.

Aminaabud. Hola hermosa, qué milagro leerte, muchas gracias por dejar tu comentario aunque sea solo para regañarme y presumirme que conoces a un Anthony, no sé si sea compañero de tu hija o un maestro al que le andas echando un ojito. No creo que este Terry sea malo, la verdad no es mi intención pintarlo así, sino que estoy totalmente convencida que serían las palabras que él diría a Anthony si lo tuviera en una situación similar, intento hacer honor a la autora cuando dijo "Terry nunca cambió". Gracias por comentar hermosa, te mando un abrazo.

Mayely León. Hola! no sabía que habías regresado a trabajar, eso es bueno así te distraes y no andas pensando en cosas malas jajaja. Me da gusto saber que te gustó el capítulo, sé que no quieres al pobre de Terry sin embargo no puedo prescindir mucho de él ya lo quitaré en otras historias si es que vienen más. Gracias como siempre por leer y comentar. Te mando un fuerte abrazo hermosa.

Silandrew. Hermosa! me alegras con tus palabras, de eso se trata cuando escribo de llevarte a imaginar el lugar y las emociones que viven cada uno de los personajes y la verdad que me digas que lo he logrado con este capítulo me hace sonreír, me alegra que lo hayas disfrutado. En este capítulo Candy habla con el rebelde sin causa, sin embargo él sigue sin comprender las cosas, pero ya le queda poca participación en mi historia, ya le di el guión final para que lo memorice y se retire después de la paga jajaja. Muchas gracias por tus deseos amiga, te mando un fuerte abrazo.

lemh2001. Hola hermosa, el reencuentro no salió muy bien para los rubios como ya habrás leído en este capítulo, sin embargo aclararon sus diferencias y Candy comprendió los motivos que tenía Anthony para que ella aclarara con Terry sus sentimientos, sin embargo como ya leíste las cosas se salieron de control como siempre por la imprudencia del rebelde para actuar algunas ocasiones. "El amor se llama Anthony" efectivamente creo que si él hubiese seguido con vida en la historia original ni Candy, ni Elisa, ni ninguna persona que se hubiese enamorado de él lo hubiera dejado de querer, porque pienso que al igual que a Candy la escritora lo hizo un ser inolvidable para el corazón. Candy enamoró a todo el elenco por decirlo así, Anthony, Archie, Stear, Terry, Neal, Michael, Albert, en fin se llevó a todos entre las patas y ninguno la pudo olvidar, todos sufrieron y se resignaron a no tenerla, pienso que Anthony hubiese sido igual, sin embargo en mis historias intento darles la felicidad que realmente merecía cada personaje por eso emparejo a todo el mundo y aquí si se enamoran de sus parejas a pesar que no muchas me creen el resultado jajaja. Me encantó el capítulo anterior y este también, espero haya sido de tu agrado y espero con ansias tú comentario. Te mando un fuerte abrazo hermosa.

María José M. Hola hermosa, como siempre muchas gracias por tus buenas intenciones, sin embargo creo que para mí no es importante ponerme a discutir con lo que las lectoras difieren de mí, es su punto de vista y lo respeto y como antes lo he dicho "No somos moneditas de oro" así que las personas que escribimos de una u otra forma estamos expuestas tanto a la aceptación como al rechazo y la crítica buena o mala es parte de lo mismo, así como las que son fanáticas, que mientras no me afecte de manera directa puedo dejar pasar, sin embargo te agradezco que intentes ser una especie de superheroína para mí. La chica que comentas también tiene experiencia en la escritura, puedes leer sus historias tal vez lo que escribes te guste. Muchas gracias por tus palabras y sobre todo por leer el capítulo, como siempre te mando un fuerte abrazo hermosa.

Guest. Hola hermosa, en respuesta a tu pregunta es porque así tienes ganas de continuar leyendo..., me alegra que te haya gustado, espero sigas hasta el final. Te mando un fuerte abrazo.

Leidy. Hola hermosa, que gusto leerte. Espero que estés muy bien. Gracias por tu preocupación, quisiera decirte que estoy mejor, sin embargo esto es como una montaña rusa a la cual nos subimos a pesar de no querer hacerlo y lo único que nos queda es agarrarnos con fuerza para no salirnos de nuestro asiento. Te mando un fuerte abrazo hermosa.

Muchas gracias a todas las personas que leen y que no dejan su comentario, gracias por leer y seguir la historia. Les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.

GeoMtzR

19/10/2022.