Día 22: Primitivo
Una explosión ocurrió en el cielo nocturno, cerca de uno de los edificios más altos. Del humo salió MetalFantomon, esquivando apenas las bolas de fuego que le lanzaba el Rey desde uno de los techos. Y era algo difícil, ya que las esferas eran tiros curvados, haciendo más complicado el esquivarlas.
Shoutmon frunció el ceño desde el techo, enojado, pero sabiendo que era necesario distraer así al enemigo.
El digimon encapuchado se distrajo cuando, en un brillo amarillo, apareció frente a él Slayerdramon, quien sacudió con fuerza su espada-látigo, obligando al digimon oscuro a defenderse con su guadaña, chocando ambos sus armas con tal fuerza que se creó una onda de aire.
-… Je je…- sonrió MetalFantomon-… Ese sello tuyo… ¿Cuánto más aguantará?- sugirió.
Slayerdramon solo gruñó con fuerza, ignorando la leve molestia que estaba comenzando a sentir en la cicatriz en su pecho.
MetalFantomon era un digimon fuerte, pero de seguro la tecnología del Proyecto Iluminati le había permitido aumentar su poder a ese punto…
Entonces, para sorpresa del digimon encapuchado, otro brillo dorado apareció a su lado, por lo que miró de reojo en el momento en que la Jefa se había teletransportado a su lado, clavando con fuerza su espada en su hombro.
El digimon gritó de dolor.
-¿No te gusta tanto el sufrimiento…?- murmuró la niña, y, sacudiendo con fuerza su espada, terminó cortando y arrancando el brazo de MetalFantomon.
El grito de dolor del digimon resonó en el cielo.
-¡Slayerdramon!- llamó la Jefa, mientras caía junto al brazo, el cual se desintegró en datos.
-¡Sí!- el dragón plateado sacudió una vez más su espada-látigo y atacó a MetalFantomon, haciéndole un profundo corte en el pecho, provocando que sangre y datos salieran de la herida.
La Jefa frunció el ceño y se aferró a su espada, teletransportándose una vez más, solo que esta vez al techo en el que estaban Shoutmon y el inconsciente Luke, aterrizando torpemente cerca de ambos.
-¡Sé que estás enojada, pero eso fue una locura! ¡¿Acaso así es tu forma de pelear con Slayerdramon?!- frunció el ceño el dragón, serio.
-Los digimon de Jäger entrenan para poder coordinar sus ataques con los míos. Lo malo es cuando es terreno aéreo. Ahí mi ayuda es casi mínima, y esta cosa no me quiere lo suficiente para permitirme teletransportarme tantas veces- le dijo la Jefa, seria, mirando la situación en el cielo, pero moviendo un poco su espada para dar a entender su punto- Si vuelvo a teletransportarme tal vez vomite y créeme, no será lindo- admitió, incómoda.
Y no solo era el hecho que tenía limitado control del poder de su espada.
… La herida en su costado estaba doliendo demasiado. A pesar de su furia, ya no podía seguir interviniendo… Si tan solo MetalFantomon no fuera un digimon que pudiera volar, ella ya lo habría apaleado y arrancado cada extremidad de su cuerpo para calmar la furia que era muy difícil de controlar.
Shoutmon frunció el ceño, pero reaccionó junto a la niña cuando, para sorpresa de ambos, la herida de MetalFantomon comenzó a sanar grotescamente. Incluso su brazo cortado comenzó a regenerarse, aunque se podía apreciar que era un proceso sumamente doloroso.
-¡¿Un sistema regenerativo…?!- murmuró Slayerdramon, alejándose del digimon, atento.
-¡¿Tiene poderes curativos…?! No, eso no se parece en nada a los poderes de Cutemon y Kokoromon…- Shoutmon frunció más el ceño- ¿Una artimaña del Proyecto Iluminati?-
-Me temo que sí… Esto nos dice que MetalFantomon es un digimon con el que han experimentado… Y, ugh, me atrevería a decir que él se ofreció para eso- le dijo la Jefa, seria y molesta- A menos a que sea masoquista, no veo otra razón para la que sonría de esa forma- murmuró, seria y pensando en una estrategia que pudiera servir contra un digimon así.
El dragón rojo frunció el ceño, sin poder evitar estar de acuerdo con la niña…
El solo ver el rostro de pura maldad de MetalFantomon…
… Era como su fuera un digimon primitivo, lleno de crueldad, centrado solamente en volverse fuerte en base al sufrimiento y a cualquier acto de maldad que pudiera hacer…
… Le causaba una gran furia al Rey el tan solo ver a ese digimon…
… Pero el instinto del dragón se activó de inmediato, alertándole de que debía moverse de inmediato…
La Jefa sintió un escalofrío en su espalda y, al mismo tiempo que Shoutmon, miró hacia atrás, para ver a Luke de pie.
No fue el hecho de que la liebre estuviera de pie lo que los alertó…
… Los ojos rojos sin vida de Luke no estaban…
Los ojos de la liebre estaban completamente negros… Y un aura rosada que no le pertenecía estaba rodeando su cuerpo…
Ambos reaccionaron cuando la liebre levantó su brazo contra ellos, y, al extender su palma, lanzó un torrente de fuego blanco contra ambos, obligándoles a tratar de esquivar semejante ataque.
Shoutmon logró esquivarlo, rodando por el techo. La Jefa también logró esquivar el ataque, pero el piso bajo a ella no aguantó semejante impacto, por lo que esa parte del techo se derrumbó, provocando que ella también cayera junto a los escombros.
-¡JEFA!- se alarmó Shoutmon, haciendo que Slayerdramon notara la situación.
