Llorar por ti.


5

Ranma iba llegando a su departamento, a pesar de estar cansado tarareaba la pista principal del nuevo disco. Su ánimo era excepcionalmente bueno, sus ojos tenían un brillo indistinto de felicidad que se desvaneció en cuanto vio a las dos figuras delante de su puerta. —Papá, mamá —acercándose con lentitud los saludó al llegar con ellos —Hola ¿Cómo han estado? —preguntó sacando la llave de su bolsillo para abrir la vivienda.

Ambos ingresaron al sitio de su hijo apenas conteniendo la emoción. Nodoka no resistió las ganas de abrazarlo en cuanto cerro la puerta —Sé que no te avisamos de ante mano sobre venir a verte, pero es que no podíamos creerlo —hablando comenzó a repartir besos en la mejilla del muchacho.

Desconcertado por su comportamiento, recibió el abrazo con cierta reticencia —¿Mamá? —cuestionó. La mujer se separó de él con ojos llenos de expectativas.

—Oh, Ranma. Finalmente te has decidido a casarte —festejó revelando el motivo de su visita —Soun nos ha invitado a una cena formal. Además fuiste a visitarlo el otro día, apuesto que fue para hablar de eso ¿Verdad que si? Que felicidad —parecía que su suegro ya había hecho su primer movimiento, después de enterarse de esto, consolidó aún más su decisión para informarle del plan.

—No me voy a casar precisamente. Solo vamos a revelar el compromiso. Disculpen por no avisarles primero —habló sujetando a su progenitora por los hombros. La palabra casarse le erizaba la piel a pesar de no oponerse a la idea de hacerlo con Akane, todavía tenía que hablar con ella primero.

Genma que no había dicho nada además del saludo a su hijo, intervino con voz segura —Un compromiso es igual al matrimonio. Después de que anuncies tus planes deberás hacerlo. Entre más rápido, mejor. Nos evitaremos especulaciones.

Ranma parpadeó con cierta decepción. Era verdad lo que decía, no tenía más remedio que aceptarlo, aún si el motivo de sus padres estaba lejos de verlo formar una familia. Él sabía que jamás vieron su carrera artística con buenos ojos, preferían verlo fracasar para abandonar ese sueño absurdo como solían llamarlo.

Lo que más deseaban ellos era atarlo a la prestigiosa cadena de academias Tendo a través de este matrimonio. Y eso le dolía, por mucho que quisiera ocultarlo. —Primero tengo que hablarlo con mi tío y con Akane —al terminar su oración, sintió el impacto de una palma contra su nuca —Auch ¿Y eso por qué? —increpó observando al responsable.

Genma frunció el ceño aún en posición de haberlo golpeado —Soun se convertirá en tu suegro. Deberías cambiar la forma en la que te diriges a él —reprendió enojado. En respuesta el azabache rodó los ojos.

Nodoka empujó a su esposo para tomar la palabra. —Eso ahora no importa. Lo que si es relevante es la cena. Será mañana en el pent-house de los Tendo, vinimos para que nos acompañes a hacer compras.

Ranma arqueó una ceja ¿Mañana? No esperó una fecha tan cercana. Un poco indignado por no ser informado con mayor antelación convirtió sus labios en un rictus. Mañana tenía práctica durante todo el día, pues la agrupación era invitada en uno de los programas más vistos de la televisión para el siguiente fin de semana. Tuvieron que acudir al set para leer el guion y ensayar su presentación. —¿Por qué el tío Soun no me lo dijo? Mañana estaré ocupado todo el día —se quejó.

—Ah, no te dijo nada porque nosotros nos comprometimos a informarte. Por eso estamos aquí —habló su padre restándole importancia a su apretada agenda.

Ranma entonces no pudo contener la molestia. —¿Y por qué no me lo dijeron antes? Debieron avisarme cuando aún estaba en la empresa para acomodar mis horarios. Mañana tengo un ensayo por la tarde, debía pedir permiso por adelantado para salir antes.

—Si hubieras seguido los consejos de tu padre, no tendrías que estar pidiendo permiso a ningún oficinista enclenque de esa endemoniada agencia —replicó el mayor —Es ridículo que un guerrero Saotome se deje mangonear por todos esos debiluchos. Pudiste haber ido a una gran escuela de artes marciales y continuar el legado de la familia. Pero no, el niño prefirió saltar sobre un escenario como pulga sin oficio.

Mientras escuchaba las incentivas, el de ojos azules se sintió disgustado por sus flagrantes afirmaciones. Sin poder reprimir el deseo de responder, bufó en voz alta. —Si hubiera seguido tus consejos, hace mucho que los acreedores hubieran venido por mis órganos.

—¡Tú, mocoso poco filial! Eres una vergüenza para nuestro apellido.

—Pues ese niño del que tanto te avergüenzas, pagó tus deudas. Si yo no hubiera cubierto todos esos pagarés habríamos terminado en la calle —Estalló el menor. Nunca le gustó la idea de ser polémico contra sus padres, pero no había manera de entablar una comunicación civilizada con este hombre. —Si es importante que avise de antemano, es porque valoro el esfuerzo de todos los empleados con los que me encuentro. Ellos también tienen horarios que cumplir o familias a las que quieren ver. No son meros ociosos como cierto alguien que conozco.

Genma se ofendió de inmediato, captando la indirecta —¿Cierto alguien? Si crees que los sacrificios que he hecho por ti no son suficientes, entonces no sé que es lo que esperas de mi.

Nodoka observó a ambos, hablando por lo bajo —Basta —solicitó con calma. No obstante fue ignorada cuando Ranma replicó.

—¿Sacrificios? Si te refieres a llenarme de traumas, no necesito esos sacrificios.

—¡No era para que te traumaras! Era entrenamiento para volverte el mejor artista marcial del país. No la clase de hombre que se maquilla y desnuda para una audiencia. Pareces un stripper por amor a Buda.

—¡Suficiente! —la mujer llegó a su límite, gritando para detenerlos; luego se dirigió a su retoño con voz pausada —Ranma, dime hijo ¿No quieres casarte con Akane?

Qué pregunta tan difícil. El joven se sintió repentinamente acorralado por ese simple fraseo, sintiéndose expuesto decidió evadir la pregunta. —No se trata de eso, es solo que a mi tío no parecen gustarle ninguno de los rumores que se dicen sobre mí.

—¿Y a quién le gustan? —replicó Genma. En respuesta, su esposa le miró de forma tétrica haciéndolo cerrar el pico con un escalofrío.

—¿Te está obligando a hacerlo? —La mujer arqueó un poco la ceja, después de oír el motivo por el que su hijo había hablado con su futuro consuegro se sintió inquieta. Aunque estaba personalmente de acuerdo con su marido, al menos en la parte que demostraba disgusto por la clase de espectáculos que ofrecía a los fanáticos, tampoco pudo oponerse del todo al sueño de Ranma, de alguna manera quería que él fuera feliz.

Ranma apretó los labios, sin querer aceptar ese sentimiento de intimidación que le producía Soun Tendo. —No, por supuesto que no ¿Cómo podría? —entonó con voz tranquilizadora —Simplemente no quiere que ambos lidiemos con todos esos chismes cuando llegue el verdadero momento de casarnos. Por eso cree que revelar el compromiso sería una manera de frenar las especulaciones —sonrió omitiendo cualquier signo de dudas. Al final lo hecho, hecho estaba. Tampoco pudo hacer que sus padres tomaran la rienda de sus decisiones con respecto al matrimonio. No pudo ignorar la promesa puesto que fue hecha cuando no había nacido, pero tampoco les permitiría entrometerse demasiado.

Lo primero que deseaba saber, era si Akane tenía sentimientos por él. Si no era así, podría usar el tiempo planeado para conquistarla, no quiso forzar un matrimonio sin una pizca de cariño; más allá de sus obligaciones como prometido de la susodicha, iban a ser marido y mujer por el resto de sus vidas. Fue una decisión de verdad importante.

—Entonces ¿Qué te parece si nos acompañas a comprar algunos obsequios para mañana? Así nos organizamos para llegar con los Tendo a tiempo, no creo que tengan inconveniente con posponer la cena una hora o dos —Nodoka cedió implícitamente a sus horarios establecidos. Aunque era una descortesía pedir un cambio de planes como ese siendo los invitados, ella admitió la necesidad de hacerlo.

El muchacho asintió, la familia de tres abandonó el departamento luego de que el joven se encapuchara con gafas de son y una mascarilla negra, dirigiéndose a los grandes almacenes de lujo Mitsukoshi. Con ánimos renovados, la madre del azabache se desenvolvió a través de los pasillos dando sugerencias para los regalos. Entretanto merodeaban los diferentes departamentos, el joven preguntó:

—¿A qué hora es la cena?

—Acordamos que sería a las nueve. Aunque Soun nos dijo que podríamos posponerla hasta después de su viaje a Hong Kong, tu padre insistió en hacerla mañana.

—¿El tío Soun viaja a Hong Kong?

—Si, parece que finalmente consiguieron el permiso legal para la comercialización de sus fármacos en la región. Kasumi realmente lo logró.

El chico asintió con lentitud. Kasumi. Era la mayor de las hermanas Tendo, graduada con honores en la Universidad de Tokio donde conoció a su actual esposo, reconocida como una química farmacobiologa excepcional, cuyo desempeño en el campo se vio reflejado de inmediato en la mejora de los productos fabricados por el laboratorio que su padre compró para ella. Casada con Tofu Ono, un médico quiropráctico genio de talento rara vez visto.

Hacia años no se encontraban, no tenía idea de cómo fueran a lucir ahora. Podía recordarlos cuando tenían diecinueve y veintidós respectivamente. Por esas epocas él se distanció para enlistarse como un aprendiz en THE. Su último recuerdo fugaz sobre ellos fue del día de su boda, antes de que se mudaran a Osaka. Luego fundaron Kenkō to ai, su cadena de farmacias.

—Si, eso parece —recitó Ranma. Nunca se había detenido a pensar que no solo Soun daba miedo en los negocios —No te preocupes intentaré llegar a tiempo. El estudio al que voy no queda tan lejos del pent-house del tío —el silencio entre ellos se instauró tras sus palabras. Colgada de su brazo, su madre contemplaba cada articulo a la vista sin sentirse satisfecha —¿No te gusta nada? —inquirió él.

—Bueno, no es que no me guste. Solo estoy siendo meticulosa, es difícil saber qué le hace falta a una familia que lo tiene todo —bromeó ella. No obstante sus palabras le dieron una nueva preocupación a su hijo. Era verdad que como última hija de familia, Akane seguía siendo la perla en la mano de su padre, rodeada de lujos y comodidades, tenía que esforzarse muchísimo en alcanzar un nivel económico sustancial para ofrecerle el mismo estatus de vida, pensó.

Ambos se habían olvidado del hombre acompañándolos, quien los seguía malhumorado a unos cinco pasos de distancia. Genma observó todo su intercambio sin intervenir. De algún modo tuvo que irrumpir la carrera musical del niño para instaurarlo como el director de las academias Tendo.

Por inercia, Ranma también empezó a catalogar los artículos sobre las estanterías; ignorante de los pensamientos de su padre. Pasearon un poco más hasta la zona de decorativos donde señaló un bonito jarrón de jade verde esmaltado —¿Por qué no llevamos esto? Puede ser para el memorial de la señora Naoko.

Nodoka observó el artículo en cuestión, con cuidado, era una bonita pieza ovalada de corto tamaño, perfecta para los propósitos de su hijo. Satisfecha con su sugerencia lo observó dándole una gran sonrisa. Parecía que todos esos años de convivencia no fueron en vano; conocía a Akane bastante bien. De inmediato llamó a la dependiente pidiendo el jarrón en un envoltorio. Ranma entregó se tarjeta a la joven mientras su progenitora le seguía hasta el mostrador, dejándolo con sus pensamientos.

Naoko Kuto, la difunta madre de su prometida. A quien ella respetaba y admiraba a pesar de perderla cuando solo era una niña. Debido a ese trágico suceso, Akane fue criada por su abuela paterna. La señora Karuta Tendo, una anciana difícil de tratar. A juzgar por el temperamento de la mujer, indudablemente asistiría a esta cena.

—También podemos comprar algo para la señora Karuta —sugirió en cuanto Nodoka estuvo de vuelta con la bolsa de compras.

—Tal vez sea mejor algún producto médico.

—Créeme, con su nieta mayor cuidándola, no creo que podamos competir contra ella —explicó el menor con una sonrisa —Quizá un cantalupo para el verano.

—No te preocupes por eso. Déjaselo a tu madre, enviaré a alguien para conseguirnos el mejor de Sembikiya —le infundió confianza. Finalmente recordando a su marido, la señora Saotome entregó el obsequio elegido recordando —No vayas a romperlo.

Continuaron la caminata un poco más, merodeando de aquí-allá la familia fue a parar delante de las joyerías —¡Oh! Mira hijo, qué hermoso —se emocionó la mujer halándolo del brazo —Mira que anillos tan bonitos.

Arrastrado hasta la vitrina, el joven observó a su madre emocionarse sin comprender del todo.

—También debes elegir un bonito anillo de compromiso, uno que Akane ame ver todos los días —susurró ella con cuidado de no ser oída. No todo el mundo los reconoció como padres de Ranma Saotome, más no era inconveniente ser precavidos todavía.

Un anillo. Francamente no se había detenido a pensar en ello. Ahora con curiosidad paseó la vista sobre la joyería de exhibición, preguntándose ¿Qué le gustaría a ella? ¿Cómo haría su declaración? Sintiéndose ligeramente avergonzado sus mejillas empezaron a calentarse, afortunadamente llevaba la mascarilla o podría haberse delatado solo.

Fue ahí cuando cayó en completa cuenta de que se estaba preparando para publicitar su compromiso al mundo. Por consecuente, su amor por Akane Tendo.

Al día siguiente, Ranma continuó sus actividades como las tenía previstas, charlando un poco con el productor del programa, logró acortar el tiempo de ensayo veinte minutos bastante buenos para arreglarse un poco antes de asistir a la cena. Afortunadamente no tuvo que posponer nada con Soun, manteniendo en pie la hora preestablecida.

Pasado el anochecer, terminaron los ensayos liberando a todos para marcharse. —Tsubasa —llamó Ranma a su estilista, el joven de cabello marrón levantó la vista de sus estuches demostrando que le prestaba atención. —Lamento ser tan repentino, pero ¿Me ayudarías un poco con mi cabello? Tengo algo importante que hacer en un rato.

El susodicho se extrañó, no obstante asintió sin problemas. —Claro toma asiento —ofreció desempacando el fijador junto al peine, al tiempo que le acomodaba las hebras negras delicadamente, susurró —¿Vas a una cita?

Al oírlo, el de ojos azules casi se atragantaba con su saliva. Después de algunas toses incómodas logró responder —No, es una cena con un amigo de mis padres.

Divertido por su primera reacción, el estilista no continuó la burla concentrándose en su tarea. Al finalizar lo revisó desde todos los ángulos hasta pronunciar —Ya está —celebró besando las puntas de sus dedos juntas en un gesto exagerado deauto elogio.

Agradeciendo al otro joven, Ranma le prometió unas cervezas la siguiente ocasión antes de marcharse, tras un cambio rápido de ropa, se encaminó sobre un auto rentado hasta Azabu, si acudía en su propio vehículo no faltaría quien lo reconociera y fotografiase, dirigiéndose a uno de los barrios más costosos de la capital no se pudo permitir tal chisme.

En cuanto ingresó a sus calles el cambio de ambiente lo saludó, altos edificios modernos bordeando cada metro de su travesía hasta encontrar el más alto de todos. Ese era su destino.

La construcción era un complejo de departamentos lujosos, conocido por sus tarifas extraorbitantes en cuestión de adquisición. Algo con lo que muchos, incluido él, solo podían soñar. Claro que no esperaba comprarse una vivienda tan costosa, lo último que necesitaba era llamar la atención con situaciones innecesarias.

Arribó al sitio donde tuvo que revelar su nombre para ingresar a los territorios del edificio. La entrada era un puesto de control estricto y apretado por la cual nada se escapaba, una bendición disfrazada también, pues ninguno de los visitantes eran revelados gracias a las cláusulas de privacidad; permitiéndole en gran medida relajar su guardia contra los paparazzi.

Más adentro, se guió hasta el estacionamiento entrando el auto a un empleado; ingresó caminando hasta la puerta del complejo donde sus padres ya estaban esperando por él. Ambos llevaban vestuarios elegantes cargando los obsequios entre las manos. Nodoka no tardó para acercársele, pasando un ramo de flores hasta sus manos —No puedes llegar sin flores a la casa de tu prometida —dijo cómplice.

Los nervios intentando ser apaciguados dentro de su cuerpo se rebelaron por completo al oírla. Preguntándose. Akane ¿También quieres verme?

Continuará…


Glosario

Mitsukoshi: Ubicada en: 1 Chome-4-1 Nihonbashimuromachi, Chuo, Tokio 103-8001, Japón. También conocida como Nihombashi Mitsukoshi Main Store, son las instalaciones de los grandes almacenes más antiguos de Japón que datan desde 1673. Donde se pueden encontrar cientos de marcas de lujo, tanto nacionales como extranjeras. Además cuenta con servicios en dos idiomas extranjeros en su anexo recién terminado. Chino e inglés. Una de sus curiosidades es que todas sus puertas se abren a la misma hora, 10:00 AM. Mientras las hileras de empleados te saludan con una reverencia respetuosa. Esto se ha convertido en un espectáculo que muchos turistas aspiran a ver. Es tan famosa que incluso una estación del tren lleva su nombre (Mitsukoshimae)

Cantalupo: Especie de melón perteneciente a cucumis melo, originalmente el término se utilizaba para referir exclusivamente a los melones de piel lisa y carne color naranja, sin embargo ahora se utiliza para nombrar a todos los melones con ese color de carne.

Kenkō to ai: Salud y amor.

Sembikiya: Es la frutería japonesa más antigua del país, data desde 1834. El local está situado en la planta baja de la Torre Nihonbashi Mitsui, en Tokio. Este establecimiento se especializa en vender exclusivos productos de alta calidad, por ejemplo en 2017 un paquete de fresas bijin hime costaba 458 dólares.


Hola gentecilla preciosa. Por aquí saludando mil años tarde jajajaja, pero de forma segura. Disculpen mi horrible retraso para iniciar la segunda semana de maratones.

Espero que el capítulo les haya gustado. Gracias a las personitas que se están tomando su tiempo para leer este pequeño escrito.

Como les comenté a través de mi Instagram, habrá una pequeña sorpresa al finalizar cada maratón.

Redoble de tambores…

En agradecimiento, me gustaría obsequiar un pequeño presente a los fieles lectores de Llorar por ti. Por eso, haré una dinámica donde podrán ganar algo de las siguientes listas.

Si eres escritor:

Una portada para tu historia (Ya sea en formato para Wattpad o para Fanfiction) con dos personajes, posturas a elegir.

Un banner promocional para Instagram. (Formato 1 : 1 o en tres piezas, si gustan ver ejemplos pueden visitar mi perfil de esa red social, aparezco como [arroba]jiyuuakabane) Con dos personajes, posturas a elegir.

Banner promocional para Facebook (Formato 3 : 2) Con dos personajes, posturas a elegir.

Poster promocional (Formato 2 : 3) Con dos personajes, posturas a elegir.

Si eres lector únicamente:

Un one-shot de dos mil palabras (Temática, personajes y universo a elegir)

Un fanart de tu personaje favorito (Coloreado completo)

IMPORTANTE: ¡Participa cualquier fandom!

¿Cómo participar? Lo único que tienen que hacer es comentar en el capítulo del día "Estrella" Y estarán automáticamente participando. (Un comentario porque en FF no se puede votar individualmente)

¿Cómo se define al ganador? Quién sea el primero en comentar "Estrella" Cinco minutos después de que el capítulo se haya publicado y acumule la mayor cantidad gana.

Y ustedes dirán ¿Qué?

Pues, la cosa será así, yo publicaré el episodio del día y a partir de cinco minutos después podrán comentar la palabra "estrella" y quién consiga tener la mayor cantidad de primeros comentarios gana.

Ya que FF y Wattpad no registran la publicación al mismo tiempo, se harán dos obsequios, uno para cada plataforma, ojo, los que ya participaron en la dinámica durante el maratón de Poliandría no pueden hacerlo de nuevo, esto para dar oportunidad a otros lectores, ya que si al final no hubo ningún participante se hará un todo o nada. Yo me pondré en contacto con los ganadores y les pasaré los respectivos datos que requiero para comenzar a trabajar en sus obsequios. Lo que elijan se entregará el primer día del siguiente maratón. En este caso, cuando empiece Camouflage.

Espero que se animen, nos estaremos leyendo pronto.